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2Min: "Espacio & Tiempo" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Bueno disculpen por la demora, es que hoy más temprano no pude subirlo, porque necesitaba hacer la tarea para la universidad D: pero aquí estoy :3 espero que les guste, y gracias a los comentarios anteriores n.n ahora los iré a responder n.n

Nuevamente aquellos rayos de luz volvían a despertarme, sin contar aquel calor sofocante que el cuerpo de MinHo me provocaba, y más aún estando desnudos… sinceramente comenzaba a odiar este clima tan cambiante e irregular, tan sofocante de día, y tan gélido de noche…


Me incorporé de la cama, ya no podía estar allí, mi cuerpo comenzaba a sudar… me levanté y me coloqué mis ropas las cuales estaban tiradas en el suelo, acomodé aquellas prendas nuevas en algún lugar de la habitación… aunque verlas, tenerlas en mi mano, me hacían poner ansioso… pues con ellas iría a mi pueblo finalmente…


Sonreí y las dejé allí en un pequeño mueble, a la vista, cuidadosamente dobladas, me dirigí a la cocina y comencé a preparar el desayuno, un jugo de frutas naturales, y algo para comer…


Una vez que obtuve todo preparado, me dirigí a la habitación. Así es… le llevaría el desayuno a MinHo, cuando entré en la habitación, sonreí al ver a MinHo abarcando toda la cama boca abajo y con aquel cuerpo desnudo, era una vista algo graciosa y tentadora a la vez, mi sonrisa se borró a los segundos, para darle paso a mis mejillas sonrosadas…


Dejé, la bandeja en aquel pequeño mueblecito a un lado de la cama, y me senté en un pequeño hueco que había. Giré mi cuerpo y lo incliné hasta llegar  a la altura de su rostro y con un beso en la mejilla pues el único lugar que alcanzaba, mientras comenzaba a acariciar sus cabellos una y otra vez… él se removió un poco pero no hubo respuesta, sonreí y me acerqué devuelta, iba a darle otro beso en la mejilla pero de repente me sujetó con sus brazos, me tiró a la cama sobre él y besó mis labios… lo único que pude hacer es sonreír, pues despertar y lo primero en ver, es su sonrisa, inevitablemente aquel gesto era contagioso…


-Buenos días Minnie, ¿cómo amaneciste?-


Preguntó de manera tierna, mientras era él ahora quien acariciaba mis cabellos castaños…


-Bien, aunque con demasiado calor, ¿cómo puedes estar tan bien, teniéndome encima?-


Pregunté algo fastidioso… él sonrió más ampliamente y volvió a besar a besar mis labios…


-Estoy acostumbrado Minnie, yo me tengo que preguntar el porqué tu no lo soportas, si eres del mismo lugar…-


-Pues… no lo sé, en aquella torre, supongo que cómo era siempre fría me acostumbré a ello… o no lo sé, no tengo idea…-


Me alejé de él, volví a sentarme… y coloqué la bandeja en la cama, pues él se había retirado un poco hacia atrás; dejándome más espacio, miró asombrado aquella bandeja, me miró, me sonrojé y sonrió una vez más…


-Será mejor que te apures, quiero visitar mi pueblo, he aguantado demasiado…-


Dije autoritario, intentado ocultar mi sonrojo y mi pena, detrás de aquella actitud fría y déspota, pero no funcionó, pues él volvió a sonreír otra vez… y sin decir nada comenzó a desayunar, a lo que segundos después le seguí…


Luego de que termináramos de desayunar… recogí la bandeja y cuando me estaba por parar para llevarme, él me sujeta del brazo y me retiene, le miré interrogativo…


-Gracias por esto… a decir verdad ahora me gustaría quedarme contigo aquí, pero te prometí llevarte… así que, mientras tu llevas eso… yo…- Suspiró cansado –Yo… me vestiré-


Inevitablemente sonreí de la manera más amplia que podría haber sonreído…


-Si me sonríes así, ¿cómo crees que podría negarte algo?... estoy perdido…-


Me dijo nuevamente con esa sonrisa, pero a lo ultimo sonrió con ironía, mientras miraba el suelo, yo me sonrojé una vez más… carraspee mi garganta, para volver a mis cabales y me fui a la cocina…


Una vez allí, volví a sonreír… aunque me costara admitirlo, me gustaba tener a MinHo “a mis pies”.


Luego unos brazos rodearon mi cuerpo, haciéndome exaltar y salir de mis pensamientos…


-Me has asustado idiota…-


Dije sonriendo, aunque mi tono de voz era inexpresivo…


-¿Quién más te abrasaría si no soy yo Minnie?-


Me dijo susurrándome al oído con aquella voz sensual que ahora, me hacía estremecer por completo…


-No lo sé, simplemente me agarraste distraído y me has asustado…-


-¡Oh! ¿Estabas recordando nuestra “candente noche”?-


Dijo una vez más, acariciando el cabello de mi nuca con su nariz, mientras su aliento golpeaba mi cuello, instantes después, mi piel se erizó por completo, y de una manera grotesca tanto que él se dio cuenta y rio por lo bajo…


-Qui… quiero ir al pueblo…-


Dije soltándome de su agarre… dirigiéndome a la habitación, por aquellas ropas nuevas, aquellas que me permitirían mantener mi identidad oculta…


MinHo simplemente me siguió a la habitación en silencio pero con esa sonrisa imborrable en su rostro… comencé a quitarme mis viejas ropas… para colocarme las nuevas cuando su voz me saca nuevamente de mis pensamientos…


-Wow, esto es genial, que buen espectáculo estoy presenciando…-


Lo miré sonrojado y él sonrió de lado…


-¡YAH! ¡Deja de mirarme de esa manera tan pervertida! ¡Vete de aquí!-


Dije totalmente avergonzado, dirigiéndome hacia él para empujarlo fuera de la habitación… una vez más rió por lo bajo y se dejó arrastrar hacia afuera… le cerré la puerta en la cara, y seguí con lo mío…


Aquellas ropas eran medias complicadas de colocármelas, o por lo menos para mí lo era, luego de tanto luchar… me tocaba colocarme el turbante… pero hiciere lo que hiciere, no podía con él… tragándome mi orgullo, salí de la habitación con la tela en mano, y busqué a MinHo por la casa, pero no lo veía por ningún lado…


-¿MinHo? ¿Estás por ahí?...-


Pregunté dudoso, revisando toda la casa con cautela, un silencio absoluto, la dominaba… sólo mis pasos se escuchaban…


-¿¡MinHo!?...-


Pregunté ahora un poco más fuerte… cuando de repente siento que se abre la puerta, mi corazón se detiene en seco por aquel sonido ensordecedor a mi parecer, pero respiro aliviado al ver que era MinHo quien regresaba desde el exterior…


-Los camellos ya están prepa- ¿Aún no te has puesto el turbante, que esperas…?-


Preguntó algo apresurado… miré al suelo para ocultar mi sonrojo…


-No… no puedo…-


Dije finalmente, queriendo que me tragara la arena en ese mismo instante, nuevamente esa torturante risita burlona, mordí mi labio inferior, en señal de molestia… y apreté aun más fuerte aquella tela…


Él se acercó y me quitó la tela de un tirón… sujetó mi mentón y elevó mi rostro… retiró un poco el suyo, para dejar descubierta aquella boa endemoniadamente tentadora y me dijo totalmente serio ahora…


-Si no te paras correctamente, no podré colocártelo…-


Desvié un poco la mirada… y tragué saliva, mientras apretaba mis puños… él comenzó a colocármelo… mis ojos se posaron en esos labios… y mi piel sentía su respiración tan acompasada salir de su cuerpo… por un momento no oí ni escuché más nada, solo veía esos gruesos y apetitosos labios…


Un balbuceo fue lo que me pareció escuchar, pero aún seguía hipnotizado por aquellos labios… y reaccioné cuando vi que su mano, sujetaba la tela para taparse aquella hermosa boca, y por impulso detuve su mano… le miré, él estaba claramente sorprendido ante mi actuar… y en un rápido movimiento retiré la tela que tapaba mi boca y avance hacia la suya, como si una fuerza sobrenatural me atrajera hacia ella… y di inicio a un beso algo desesperado a mi parecer por mi parte, él no tardó en corresponderme.


Sus brazos rodearon mi espalda y atrajeron mi cuerpo hacia el de él intensificando el beso y acortando distancia…


Aquel beso se tornó cada vez más adictivo… más pasional… y la falta de aire se interpuso entre nosotros, nos separamos lentamente y nos miramos a los ojos, sus ojos brillaban como nunca… y su sonrisa estaba igual, más radiante de lo normal…


-Gra… gracias…-


Dije ahora de manera algo tierna… poco común en mí, MinHo abrió sus ojos otra vez… y contesto con esa sonrisa de lado a lado…


-No hay de que, si me agradecerás así cada favor, lo haré más seguido… y con gusto, créeme…-


-Idiota-


Dije sin voz… dándole un pequeño golpecito, para luego dirigirme hacia la puerta…


-Sólo vayamos al pueblo, ya no aguanto más…-


-De acuerdo, como tu digas, mi Minnie…-


-¿Tuyo?-


Pregunté confundido, mientras él me sujetaba de la mano, me miró y sonrió…


-Lo eres, ayer te has entregado a mí, no sé si lo recuerdas…-


Dijo nuevamente de manera burlona… mientras se colocaba la tela nuevamente, tapando su rostro, dejando ver aquellos almendrados y rasgados ojos, me solté de su agarre lentamente…


-Yo… yo-


-No hace falta que digas nada, o mejor dicho no quiero oírlo, sólo déjame pensar eso…-


Dijo ahora de manera triste… era increíble, cómo cambiaba su estado de ánimos en cuestión de segundos… asentí penosamente, aunque no me pudiera ver pues iba delante de mí… y tapé mi boca también… dejando a la vista solo mis ojos, tal como él…


Cuando llegamos a los camellos, se detuvo en seco y me ayudó a subir a uno, luego tomó la soga que estaba alrededor de éste y subió al suyo, agarrando “las riendas” del suyo con una mano.


-Deja que por hoy te lleve tu camello, pues supongo que aún no sabes cómo controlar uno…-


Apoyé mis manos sobre el delgado cuello del animal, y baje mi mirada…


-No… no tengo idea alguna…-


Dije apenado, por no saber algo tan sencillo como aquello…


-No te preocupes, luego te enseñaré como hacerlo, no es tan complicado…-


-Gra… gracias…-


Fue la última palabra que se dijo durante todo el trayecto que quedaba hacia el pueblo, el silencio me resultó algo incómodo… pero tampoco me animaba a romperlo.


-Llegamos…-


Su voz finalmente interrumpió el silencio… levanté mi vista… era increíble, personas por todos lados, comprando los víveres, adornos, utensilios para la cocina, todo era un gran mercado… mis ojos se cristalizaron… finalmente podía volver a mi pueblo… lágrimas amenazaban con salir, pero las retuve… estaba tan absorto observando aquello que no me di cuenta de que el camello se había agachado… las manos de MinHo en mis caderas me sacaron de mi asombro…


-No soy una niña o una princesa, para que me ayudes a bajar del camello, yo puedo so-


Estaba diciendo irritado, cuando mi pie se traba con una de las jorobas del camello, y me hacen tropezar… cayendo en el pecho de MinHo…


-¿Con que podías solo? Sí, claro Minnie…-


Sonrió volviendo a ser el mismo de antes, me alejé de él lo más rápido que pude fingiendo estar enojado, pero en verdad me sentía tremendamente aliviado, de que volviese a ser el mismo.


-Ya, de acuerdo… ¿Por dónde empezamos? ¡Quiero recorrerlo todo, cada rincón, absolutamente todo!...-


Dije ya un poco más emocionado… él volvió a sonreír…


-Ya, ya tranquilo, lamento decirte, que no conozco muy bien el pueblo, sólo me he manejado en ésta zona de aquí… pues nunca necesité ir más allá del mercado… así que tendrás que recordar por tu propia cuenta, los lugares, después de todo… ¿aquí naciste no es así?-


Asentí no muy convencido…


-Bueno, por lo pronto, compremos los víveres que necesitaremos, y luego recorreremos el pueblo…-


Me sonrió mientras acariciaba la pequeña porción de mejilla que aquel turbante me permitía mostrar…


Comenzamos a comprar… y unas cuantas veces, los guardias pasaban por nuestro lado, MinHo los ignoraba por completo y seguía haciendo las compras usando su tono amable, mientras que yo me tensaba por completo, y mi corazón se aceleraba a tal grado, que pensé que agujerearía mi pecho y saldría expulsado de allí…


-Veo que hoy vienes bien acompañado MinHo… ¿Quién es?...-


Preguntó amablemente la muchacha del puesto de frutas, dirigiéndose claramente a mí, me tensé, porque justo cuando dijo aquello un guardia pasaba por detrás nuestro… le miré a MinHo esperando a que respondiera… él me devolvió la mirada y luego la dirigió nuevamente a la muchacha…


-Es mi complemento, y mi razón de vivir…-


Dijo absolutamente convencido… yo me sonrojé, jamás creí oírlo decir esas palabras.


La muchacha se sorprendió por unos segundos, pero luego sonrió…


-Ya veo, ¿es tu hermanito menor?-


MinHo le sonrió picaronamente… y le dijo –Sí, algo por el estilo…-


-Aquí tienes, o ya veo, ¿y cómo se llama el pequeño?-


Nuevamente me tensé... y MinHo lo hizo levemente también, pues su sonrisa había disminuido un poco… le miré con la clara expresión de ¿¡Y ahora que hacemos!?... pues el guardia estaba sospechosamente pendiente de nosotros por alguna extraña razón…


Una vez más, MinHo me miró… y con aquella voz increíblemente calmada me dijo…


-¿Por qué no le dices tú cómo te llamas?-


Sonrió, ¿¡Cómo podía sonreír en un momento como este!? Los guardias saben muy bien mi nombre… y lo sabía porque aquel guardia que estaba detrás de MinHo nos miró de inmediato al oírlo decir aquello… y lo sabía porque lo miré de reojo…


-Mi… Minnie… só… sólo dígame así…-


Dije claramente nervioso… MinHo se sorprendió y sonrió apenas, al oírme autonombrarme de aquella manera tan cariñosa con la que él me había apodado…


-Es un adorable nombre, Minnie…-


Dijo sonriéndome, el guardia hizo una mueca de molestia y siguió con su recorrido, finalmente estábamos “solos” otra vez…


-Sí que lo es…-


Dijo MinHo claramente orgulloso… y nos retiramos de allí, la chica nos despidió con una sonrisa y nos deseo suerte, así que le devolvimos “sus buenos deseos”…


-No creí que te fueras a nombrar así…-


Dijo él luego de que nos alejamos lo suficiente del puesto, claramente con las intenciones de burlarse…


-Lo siento por no tener imaginación, ¿aparte que querías que hiciera? No soy bueno inventando nombres, y menos bajo presión… fue lo único que se me ocurrió, aparte ¿por qué no le contestaste tu?, ¡cualquier cosa iba a estar bien…!-


Dije ahora reclamándole…


-Lo siento, pero iba a ser sospechoso que siempre contestara yo, aparte, el guardia estaba detrás nuestro observándonos, temía cometer algún error y que nos descubriesen…-


-¿Tú… tú sabías del guardia?...-


Pregunté asombrado ahora…


-Por supuesto que sí Minnie, no soy idiota, el que no le haya visto directamente de frente no quiere decir que no me haya dado cuenta, sé disimular, y es algo que tú debes aprender también… tu comportamiento tan nervioso, te puede poner en evidencia…-


-Lo… lo siento, no… no puedo evitarlo…-


Contesté apenado… él palmeó mi espalda a penas y me dijo…


-No te preocupes, por ésta vez tuvimos suerte, pero no hay que abusar de ella…-


Dijo para luego detenerse en otro puesto… luego de comprar lo necesario, ya habíamos terminado “las compras de víveres” ahora nos dedicaríamos a recorrer el pueblo, nos adentramos más a aquella pequeña metrópolis, tan conocida y desconocida a la vez para mí… lugares nuevos, como viejos se encontraban en convivencia…


La vedad “mi pueblo” había crecido enormemente en 8 años… estaba asombrado por las cosas que veía y por otras que recordaba…


Estaba tan sumergido en recorrer cada lugar, que no me di cuenta de que el clima se iba tornando oscuro a pesar de ser “temprano” aún, un viento fuerte comenzaba a despertar, estaba totalmente agradecido pues el calor que mi cuerpo sentía iba mermando… se aproximaba una gran lluvia después de tantos años, en aquel desierto…


-Minnie, creo que deberíamos ir volviendo, los camellos no están seguros allí dónde los dejamos…-


-Sólo aguanta un tiempo más… no pasará nada… ¡aún hay tanto por recorrer…!-


Dije aún emocionado pasando por alto sus palabras… pero él insistía…


-Minnie… por favor… en verdad lo digo, ya podremos venir mañana u otro día y recorrer lo que nos falta, por favor volvamos…-


Decía serio ahora… luego me di cuenta de que estábamos cerca de “los dominios” de Abdul, aquel maldito cabrón quien mató a mi familia… pues los guardias eran cada vez más… me detuve en seco y sonreí de lado… miré a MinHo…


-¿Estás usando a los camellos, cómo excusa para que nos alejemos de aquí? ¿Tienes miedo?...-


Dije siendo yo el que se burlaba ahora… él frunció el ceño…


-No Minnie, el que debería tener miedo eres tú, es a ti a quien buscan, te estás metiendo tú mismo a la boca del lobo, lo de los camellos nos es excusa, en verdad que no estás seguros allí…-


-Hmm, sigo creyendo que lo dices solo para excusarte y no parecer cobarde… quien diría que el gran MinHo tuviera miedo… aparte… tu mismo me has dicho que estoy irreconocible con esto en mi cabeza…-


Dije sonriendo aunque no se viera, señalando aquel turbante en mi cabeza…


-Ya Minnie, tienes razón, yo dije eso, ¿pero que acabo de decir hace un rato? No abuses de la suerte, nunca sabes lo que pasará, ya deja de insistir y vámonos de aquí, por favor, ¿Cuántas veces quieres que lo repita? No seas terco…-


-Eres tu el terco que insiste en alejarse de aquí “porque es zona peligrosa” ¿¡por qué no te vas con tus camellos y me dejas a mí recorrer “MI pueblo” tranquilo!? ¡Cobarde!-


Dije irritándome por completo. Una vez que había logrado “volver” a mi pueblo, él me quería sacar de aquí, por unos simples camellos “mal ubicados”… me le quedé mirando con el ceño fruncido… él copió mi gesto, me arrancó las bolsas que tenía sujetas y me dijo…


-¡Bien! ¡Luego no pidas por mi ayuda cuando te veas envuelto en la tormenta que se aproxima, o no sepas cómo ir a casa! ¡Suerte en tu expedición, “valiente aventurero”!-


Dijo dándose la vuelta yo me le quedé mirando asombrado, jamás lo había escuchado de esa forma, ver su espalda alejarse me hizo sentir un gran hueco en el corazón… ¿Peleamos? ¿¡Peleamos por una estupidez tan grande como camellos!?


Quería ir corriendo hacia él a pedirle disculpas, ya que aún era capaz de ver su espalda… pero mi estúpido orgullo me lo impidió y me di vuelta con todo mi pesar… cerré mis ojos, apreté mis puños, y apreté mis dientes con fuerza… por la frustración y enojo que sentía ahora… ‘¡Estúpido MinHo!’ Fue lo que pensé en ese momento… el viento era más fuerte y la gente que se encontraba allí afuera comenzaba a correr para encontrar refugio, su fuerza subió a una velocidad descomunal, en cuestión de segundos, pequeños tornados de arenilla se formaban desde el suelo, y pequeñas cosas comenzaban a ser arrastradas por los aires…


Yo ignoraba todo por completo… un guardia me tomó de los hombros y me exalté…


-¡Niño refúgiate en algún lado! ¡Una fuerte tormenta se aproxima! ¡Vete a tu casa, es peligroso estar aquí!...-


Me dijo, y me llevaba arrastrando contra una pared, para que me resguardara… pero en eso un fuerte viento quitó mi turbante… dejando por completo mi rostro al descubierto… aquel guardia se me quedó asombrado observando y mi rostro reflejaba su misma expresión, mi corazón se detuvo…


-¿¡T… tú!?...-


Entré en pánico al oír aquellas palabras y en aquel tono, como pude me liberé de su agarre y salí corriendo… hacia el lado contrario, pero fue el error más grave que cometí, en vez de alejarme de allí, me acercaba más.


-¡Atrápenlo! ¡Es el fenómeno!-


Dijo aquel guardia que, “amablemente” me había tratado segundos atrás… al oírlo llamarme así, mi corazón se desintegró, pensé que era una buena persona, pero ya veo que lo era porque no me conocía…


Los guardias alertados por el grito de aquel hombre comenzaron a correr en mi dirección… era tanto el pánico que tenía, que estaba totalmente petrificado, anulado, no podía pensar… en cuestión de segundos, me tenían rodeados…


‘¡MinHo! ¿¡MinHo dónde estás!? ¡Ayúdame, sálvame por favor!’ Repetía una y otra vez en mi mente, mientras mi garganta se secaba, mi corazón dolía de tan veloz y brusco que latía… los primeros relámpagos y truenos se observaron en el cielo, ya no había nadie… todos estaban refugiados o en sus casas… mis lágrimas querían salir, pero no se lo permití, no quería volver a ese horrible lugar… no ahora, que había conocido a MinHo… ‘¿¡MinHo dónde estás!? ¡Te necesito! ¡Lo siento! ¡Siento haberte dicho cobarde! ¡Sabes perfectamente que no lo decía en serio! ¡MinHo por favor!...’ Seguía aclamándolo en mi mente… pero él no aparecía…


Aquellos guardias se abalanzaron sobre mí, y cómo estaba tan absorto en mis pensamientos implorando por MinHo, me capturaron sin más, era mi fin, volvería a la maldita prisión…


Si tan solo… si tan solo hubiera dejado mi comportamiento infantil de lado, si tan solo me hubiera limitado a que MinHo me enseñara a controlar bien mis poderes… tal vez, solo tal vez podría detener el tiempo y huir… si tan solo hubiera… escuchado a MinHo…


No, el “hubiera” no existe… el maldito tiempo perdido, no vuelve… cómo tampoco yo… volveré a los brazos de MinHo… finalmente las lágrimas terminaron por vencerme y comenzaron a salir dolorosa y silenciosamente.

Notas finales:

Me quedó un poco más cortito que los demás creo, pero bueno por lo menos es algo xD, por cierto dejenme deciles que el próximo cap es el final jojoooo :3

Espero que lo hayan disfrutado, y espero sus opiniones n.n Bye bye~ gracias por leer :3 <3 ^u^//


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