Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Naruto no kokoro por Takaita Hiwatari

[Reviews - 252]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

NARUTO NO KOKORO:

Takaita Hiwatari

Capítulo 3: “¡Bienvenido, Naruto!”:

 

Sasuke caminaba hacia el portón de la aldea con rapidez. La conversación con la Hokage había sido demasiado extensa, y él le dijo todo lo que sabía sobre el asunto evitando ciertos detalles. No le contó lo ocurrido con Naruto en el bosque el día que éste murió, y se limitó a inventar que Naruto volvía a odiar a los humanos porque los hermanos Takahashi le asesinaron para beber su sangre. Tsunade se había mostrado preocupada pero a la vez sin poder ocultar la emoción de cerciorarse de que efectivamente aquel rubio gruñón era Naruto. Le explicó con más calma lo que sabía sobre el castigo de Inari Kami-sama. Y después ambos habían acordado que nadie fuera del círculo de amigos de Naruto sabría que el rubio había muerto y regresado a la vida como humano.

 

Tras regresar a casa, vio que Naruto no estaba allí. Le buscó por todos lados, pero no había rastro de él. Temió que hubiera huido al bosque, o incluso más allá. Por eso cogió sus armas, se colocó el chaleco y en ese momento iba a buscarle.

 

─¡Sasuke-kun!

 

El llamado de Sakura le hizo detenerse. Le preguntaría a ella, tal vez le había visto.

 

─Sakura, ¿has visto a Naruto? ─cuestionó sin rodeos.

─¿Eh? No. Precisamente por eso te estaba llamando. Le conté a Ino sobre el regreso de Naruto y se emocionó tanto que me propuso ir a contárselo a los demás.

 

Uchiha entonces notó que algo alejados estaban Sai, Chouji, Shikamaru, Lee, Neji y el equipo 8.

 

La voz de Sakura llamó su atención nuevamente.

 

─Todos han venido conmigo para buscar a Naruto. ¡Algunos no me creen! ─continuó diciendo con una suave sonrisa adornando sus labios. ─En realidad estuvimos en tu casa, pero no había nadie allí.

─La verdad es que no sé dónde está Naruto…

─¡Sakura! ─el lejano llamado impaciente de Ino interrumpió a Sasuke.

 

La nombrada giró, viendo que Ino llegaba con Iruka y Kakashi sensei. Sonrió al ver la expresión emocionada de Umino, incluso juraría que sus ojos brillaban por contener las lágrimas.

 

─¿Y los demás?

─Vendrán enseguida ─respondió la rubia a la pregunta de su amiga.

─Bien ─entonces giró para encarar al pelinegro. ─¿Qué me decías, Sasuke-kun?

 

Sasuke volvió a observarlos a todos. Logró percibir la escandalosa voz de Lee exclamando que haría un entrenamiento súper especial en agradecimiento por el regreso de Naruto. Kiba, algo más desconfiado, preguntaba si todo eso no se trataba de una broma de Ino y Sakura, a lo que Akamaru ladró una vez, opinando lo mismo que él.

 

Suspiró hondo.

 

─No sé dónde está Naruto. Me temo que ha escapado…

 

Y otra vez fue interrumpido, esta vez por su amiga de cabellos rosas.

 

─¡Ahí viene!

 

Uchiha giró en la dirección que Sakura miraba. Se sintió enormemente aliviado al ver a Naruto caminando cabizbajo hacia ellos, pateando una pequeña piedra de forma distraída una y otra vez. Apenas avanzó un paso hacia él, Haruno se le adelantó y corrió hacia el rubio, abrazándolo por los hombros con firmeza. Arrugó ligeramente el entrecejo. Sakura ya lo había abrazado antes, no era necesario que volviera a hacerlo.

 

─¿Pero qué…? ─balbuceó desconcertado Naruto, y entonces reconoció la cabellera rosa tan peculiar. ─¿Sakura-chan? ─preguntó, confundido por aquel abrazo que no le permitía moverse.

 

Entonces la chica se alejó dedicándole una sonrisa y le cogió de la mano, llevándole con ella.

 

─¡Ven conmigo! ─exclamó emocionada sin notar que a Naruto no le quedaba más remedio que seguirla debido al fuerte agarre en su mano. ─¡Todos están deseando verte!

─¿Qué…? ¿Todos? ─logró articular, cada vez más confundido.

 

Al notar que se acercaban a Sasuke, intentó frenarse clavando los talones descalzos en el suelo, pero parecía inútil. ¡Sakura-chan tenía una fuerza inhumana! Para colmo parecía tirar de él con una facilidad increíble.

 

Pero para su alivio y mayor confusión, dejaron atrás a Uchiha y siguieron caminando.

 

─¿Eh? ¿A dónde me…?

 

Detuvo su pregunta al darse cuenta de que varios de sus amigos estaban allí. Todos le miraban fijamente con la misma expresión tonta e incrédula. Incluso Sai, Neji y Shikamaru, los cuales desconocía que tuvieran la capacidad de componer alguna mueca. Kakashi le miraba fijamente y por otro lado, Iruka parecía que se pondría a llorar en cualquier momento.

 

Cuando Sakura por fin le soltó, se frotó suavemente la mano.

 

─Chicos, aquí está Naruto. ¿Veis como no era ninguna broma?

 

Lo primero que Uzumaki quiso hacer, fue fulminarlos a todos con la mirada. Se preguntó si ellos realmente habían sido sus amigos en el pasado, o sólo fueron amables con él por conveniencia. ¿Debería odiarlos a ellos también? No sabía qué hacer.

 

La suave voz de Hinata rompió el tenso silencio.

 

─Na… Naruto-kun…

 

En cuanto los ojos azules se enfocaron en la chica, ésta enrojeció totalmente e inclinó el rostro avergonzada. ¿Realmente ese chico era Naruto-kun? Estaba muy guapo. Ante ese último pensamiento, el calor en sus mejillas se intensificó mucho más.

 

Entonces dos manos se posaron con una firmeza brutal en los hombros del rubio.

 

─¡Naruto-kun! ─exclamó Lee lleno de energía, revisando al nombrado con la mirada una y otra vez. ─Sakura me ha contado todo ─en décimas de segundo, unos lagrimones se formaron en sus ojos y descendieron por sus mejillas como cascadas. ─¡Estoy muy contento de tenerte aquí!

─¡Woah…! ─Naruto se alejó un par de pasos al sentir sus pies mojados con las exageradas lágrimas.

 

Shino se acercó a Uzumaki hasta rebasar su espacio personal, mirándole fijamente a través de sus gafas.

 

─¿Te acuerdas de mí? ─fue lo único que pronunció con voz neutra.

─Yo… ─no terminó de hablar cuando Neji le interrumpió.

─Es gracias al destino el que Naruto esté aquí ahora ─afirmó de brazos cruzados.

─¿No te acuerdas de mí? ─insistió Shino, volviéndose su voz algo tétrica.

 

Apenas Naruto abrió la boca para decir algo, Kiba llegó y empujó a Shino, mientras que Akamaru empujó a Lee con la cabeza, mandando a ambos bastante lejos del rubio que se sentía sudar frío por los nervios. Al instante Inuzuka se llevó una mano a la barbilla y comenzó a escanear al chico frente a él con una intensa mirada. Naruto respondió con una sonrisilla tensa, alzando ligeramente una de las comisuras de los labios al tiempo que un tic sacudía su ceja derecha.

 

─¿Realmente eres Naruto? ─se acercó más, hasta que sus rostros quedaron a escasos centímetros. Olfateó al rubio con insistencia, mientras que el perro hacía lo mismo. ─¿Eres ese niño gritón y torpe que se la pasaba correteando detrás de Sasuke?

 

Naruto apretó los puños y cerró los ojos con enojo, sintiendo una venita palpitar en su frente. ¿Niño gritón y torpe? ¿Qué él se la pasaba correteando detrás de ese idiota creído de Sasuke? ¡Claro que no! Bueno… puede que un poco, ¡pero no hacía falta que se lo recordara!

 

Sin notar el creciente enojo en el de ojos azules, Kiba se apartó un poco y miró al perro.

 

─¿Tú qué opinas, Akamaru? ¿Realmente es Naruto?

 

El perro ladró un par de veces y después gimoteó un poco, moviendo la cola.

 

─Akamaru dice que hueles como Naruto, pero a la vez no.

 

Ino se plantó a un lado de Kiba, sonriéndole con un gesto coqueto al rubio mientras se echaba su larga melena hacia atrás, intentando captar la atención del recién llegado.

 

─Volverte humano te ha sentado bien. Te ves muy guapo así. Podríamos quedar un día ─propuso guiñándole un ojo.

 

Sintiéndose amenazado por el coqueteo descarado de Ino, Sasuke decidió acercarse hasta detenerse a un lado de Naruto que no había reparado en su presencia. Envió una fría mirada a la chica, queriendo que se esfumara de allí, pero ésta ni se inmutó.

 

─¡Ino! ─protestó Sakura, molesta por el descaro de su amiga.

─Tienes… ─comenzó a decir dudoso Uzumaki, señalando el rostro de Yamanaka. ─un tic en un ojo.

 

Sakura se golpeó la frente con una mano al escuchar aquello. Naruto había sido el único que no había notado las intenciones de Ino que le había guiñado el ojo en un intento de ligar. Tan tonto como siempre. Pero después sonrió contenta, sin duda ese era el Naruto que ella quería ver, no ese chico frío, arisco y resentido.

 

Shikamaru se paró a un lado de su compañera de equipo, rascándose la nuca con gesto perezoso.

 

─No estaba muy seguro sobre creer a Ino cuando me dijo que habías vuelto como humano. Pero ahora estás aquí, así que… bienvenido a casa.

 

Algo tembló dentro de Naruto y las últimas palabras hicieron eco en su mente. Bienvenido a casa. A casa. Su expresión de enojo se suavizó.

 

─Shikamaru… ─susurró emocionado, pero a la vez odiándose internamente por dejarse conmover con una sencilla frase. Era un idiota.

 

Entonces Kiba, Akamaru, Ino y Shikamaru salieron despedidos a un lado cuando Chouji los empujó sin cuidado alguno. Con lágrimas mal contenidas, abrazó a Naruto fuertemente y lo alzó del suelo unos centímetros. Todos escucharon crujir la espalda del pobre rubio que emitió un alarido de dolor.

 

─¡Gyaaaha…! ¡Suél… tame, Chouji! ─gritaba casi sin aliento.

 

Sasuke estuvo por amenazar a Chouji con una larguísima tortura, pero no fue necesario ya que éste soltó a Naruto que se frotó la parte baja de la espalda con expresión adolorida. Y entonces el rubio retrocedió unos pasos asustado al ver a Iruka acercarse con los brazos abiertos.

 

─Más abrazos no… ─susurraba negando con la cabeza.

 

Pero sus palabras fueron inútiles. Fue apresado en otro abrazo, esta vez uno cuidadoso y afectivo que le transmitió una gran sensación de calidez.

 

─Te he echado mucho de menos. Todos te echábamos de menos ─corrigió con voz llorosa, aunque las lágrimas todavía no abandonaban sus ojos.

─Es cierto ─agregó Kakashi revolviendo con una mano los rubios cabellos.

 

Naruto cerró los ojos, percibiendo que la sensación de calidez en su interior le llenaba por completo. Se sentía querido, como si acabara de reencontrarse con su familia. Alzó los párpados cuando Iruka le soltó para hablarle.

 

─No volveremos a permitir que nada malo te ocurra. Desde ahora te daré clases, Kakashi y yo. Ambos te ayudaremos para que sepas valerte por ti mismo y no dependas de nadie.

─Iruka… sensei ─susurró con emoción contenida. Se mordió el labio inferior.

─¡Yo le enseñaré taijutsu! ─agregó Lee con entusiasmo, repartiendo patadas y puñetazos en el aire. ─¡Le convertiré en la bestia naranja de Konoha!

─Yo puedo enseñarle el arte de comer carne a la barbacoa ─comentó Akimichi relamiéndose.

─Chouji… ─susurró Shikamaru negando con la cabeza. ─Yo podría ayudarle a… planear estrategias, o por lo menos a usar mínimamente la cabeza durante una batalla.

─¿Y jugar shougi? ─preguntó Naruto.

─Y jugar shougi ─repitió Nara asintiendo en un suave movimiento de cabeza.

 

Naruto inclinó el rostro sintiendo que en cualquier momento podría llorar de felicidad. Estaba contento. No podía odiarles, no a ellos.

 

Y entonces Sai rompió el emotivo momento abriéndose paso entre los dos adultos, mirando fijamente a Uzumaki que alzó la cabeza al sentirse observado.

 

─Sai… ─murmuró dedicándole una suave sonrisa.

 

La nostalgia le invadió, recordando que Sai había sido uno de sus primeros amigos. Rememoró las veces que se había sentado a su lado para que éste le leyera sobre cosas que no entendía. Si había alguien que merecía su amistad más que nadie, ese era Sai.

 

─No estoy muy seguro sobre todo esto, necesito confirmar que realmente eres Naruto-kun ─comentó el pelinegro con neutralidad.

─Adelante ─asintió.

─Tengo la prueba irrefutable para demostrarlo ─cerró los ojos mostrando su peculiar sonrisa leve.

 

Todos, hasta el propio Naruto, se preguntaron con total curiosidad qué prueba sería esa.

 

Una mano de Sai se movió veloz hacía Naruto, agarrando el borde del pantalón y la ropa interior y tirando de estos lo suficiente como para poder ver con una mirada crítica lo que las prendas ocultaban.

 

El rubio quedó tenso en su lugar, sintiendo el rubor cubrir su rostro. Los dedos de sus manos se movieron en continuos tics nerviosos.

 

Hinata se cubrió el sonrojado rostro con ambas manos y cayó desmayada a pesar de no haber visto nada, siendo atrapada por Neji al instante. Ino y Sakura también enrojecieron, pero se mantuvieron en pie. Y todos pusieron la misma expresión de sorpresa, temiendo por la vida del atrevido pelinegro.

 

─Mn, bueno ─comenzó a decir Sai sin dejar de mirar la intimidad de Naruto. ─Todo tu cuerpo ha crecido, pero me parece que todavía la tienes pequeña ─dijo como si hablara del clima, apartando por fin la mano y sonriendo falsamente. ─No hay duda, eres Naruto-kun.

 

Entonces Naruto rectificó sus anteriores pensamientos mientras echaba humo por las orejas. Si había alguien que merecía morir más que nadie, ¡ese era Sai!

 

─¡Te mataré! ─gritó propinándole un puñetazo.

 

Sai cayó aturdido hacia atrás, siendo atrapado por Iruka y Kakashi. Lee sujetó a Naruto de las muñecas, Kiba se lanzó a detenerle apresándole por la cintura y Akamaru mordía el bajo del pantalón en la pierna derecha. Pero ahí no terminó la cosa. El peculiar sonido de descargas eléctricas y destellos azulados captó la atención de todos.

 

Sasuke fulminaba a Sai con el sharingan brillando con sed de sangre, mientras que alzaba una mano con un chidori listo para atravesar al otro pelinegro.

 

─Muere ─murmuró Uchiha antes de dirigir la mano en forma de espada hacia el pecho del otro.

─¡No…! ¡Sasuke! ─Kakashi, reaccionando a tiempo pudo frenar el ataque sujetando el brazo del chico.

 

Pero Sasuke no se rindió ahí y con su mano libre desenvainó su espada, dirigiéndola sin miramientos al cuello de Sai quien algo distraído se recogía una gota de sangre de la comisura derecha. ¡Ese estúpido ANBU no volvería a tocar a Naruto!

 

Entonces Neji sujetó a Sasuke de la muñeca y Shikamaru detuvo la espada apresando la hoja entre las palmas de sus manos. Sasuke era tan veloz que no le habría dado tiempo de atraparle la sombra.

 

─Sasuke… ¡Cálmate! ─ordenó Nara.

 

Si Naruto no hubiera estado tan cerca, Uchiha habría utilizado el chidori nagashi para quitarse a todos esos estorbos de encima. Lo único que le quedaba era que el idiota de Sai le mirara a los ojos para sumergirlo en un genjutsu donde lo torturaría eternamente y sin tregua. ¡Pero el estúpido ANBU estaba más concentrado en observar la minúscula gota de sangre que había recogido de su labio!

 

Junto a Hinata que yacía recostada en el suelo, Ino y Sakura miraban consternadas a Uchiha, sin comprender su furia. Era normal que Naruto se enojara. ¿Pero Sasuke por qué se había enfadado tanto?

 

Naruto también había dejado de forcejear y observaba sin entender la furia del otro. Sai no le había hecho nada a él para que estuviera tan enfadado. Al ver el sharingan, apartó la mirada y en vez de forcejear para acercarse a Sai, se movía intentando alejarse de Sasuke. No se había dado cuenta de que estuviera tan cerca de él hasta ahora.

 

Ino se acercó sigilosa a la oreja de su mejor amiga, susurrándole confidente.

 

─Pss… Oye, Sakura, ¿has logrado ver algo?

 

La nombrada, algo aturdida por la trifulca, parpadeó sin entender a qué se refería.

 

─¿Ver algo? ¿Dónde? ─respondió también susurrando.

─Dentro de los pantalones de Naruto ─dijo en un tono obvio. ─Me ha sorprendido tanto lo que ha hecho el suicida de Sai que no me he acercado a mirar dentro de sus pantalones ─sonrió divertida. ─Hay que ser tonta para no darse cuenta de lo guapo que se ha puesto Naruto. Y pensar que antes era un niño sin encanto.

 

Sakura estaba totalmente sonrojada con las palabras de Ino. Ella también había notado lo guapo que estaba ahora el rubio, pero no por eso iba a mirar dentro de sus pantalones como el idiota de Sai.

 

─¡Claro que no he mirado dentro de los pantalones de Naruto!

 

Iba a seguir protestando, pero notó que todo de pronto quedó en un pesado silencio. Algo en su interior le dijo que no observara al resto, pero no pudo evitar el impulso de hacerlo. Todos, a excepción de Ino, le observaban fijamente, sorprendidos. Además Naruto tenía un sonrojo en las mejillas, y Sasuke ya no podía fruncir más el ceño.

 

─Sa-Sakura-chan… ¿querías mirar dentro de mis pantalones?

─¡Claro que no! ¡Yo no haría…!

 

Kiba interrumpió con un grito sorprendido.

 

─¡Sakura es una pervertida!

─¿¡Qué!? ─en décimas de segundo varias venitas palpitantes adornaron la cabeza de la chica ante semejante acusación. ─¡Atrévete a repetir eso, idiota! ─se acomodó los guantes con brusquedad, preparándose para golpear a ese bocazas.

 

Akamaru se interpuso entre ellos, ladrándole a Haruno en advertencia para que no se acercara a Kiba. Sai se puso de pie, sonriente, como acostumbraba a mostrarse.

 

─Es normal que Sakura quiera volver a ver los genitales de Naruto-kun, así podrá comprobar cuánto ha crecido ─cerró los ojos, manteniendo la sonrisa. ─No te pierdes gran cosa, Sakura. No ha crecido mucho.

 

Al instante se escuchó un grito frustrado de Naruto que luchaba nuevamente por saltar sobre Sai para cerrarle la boca con cientos de puñetazos, diciéndole a Lee y Neji una y otra vez que le soltaran.

 

Mientras para los demás, especialmente para Sasuke, no había pasado desapercibido que Sai había dicho que Sakura quería volver a ver los genitales de Naruto. Inevitablemente se preguntaron cuándo fue la vez anterior.

 

─¡Sakura, frontuda! ¡Ya habías visto a Naruto así! ─protestó indignada.

 

Sai no tardó en contestar por la chica de cabellos rosas.

 

─Fue un día en que Sakura y yo espiamos a Sasuke-kun y Naruto-kun porque nos preguntábamos qué clase de relación tenían por aquel entonces. Qué tan profundo era el lazo que los unía ─miró al rubio, sin inmutarse ante los forcejeos de éste que sólo pensaba en darle una paliza. ─¿Recuerdas cuando estuviste desaparecido un mes, y Sasuke-kun, Sakura y yo te encontramos, Naruto-kun? Cuando Sasuke te llevó al río para que te bañaras y te desnudaste, ahí fue.

─¡No vi nada! ─aseguró Sakura al instante. ─¡Cuando Naruto se empezó a quitar la yukata, me tapé la cara! ─dejándose llevar por el enojo, avanzó un paso dispuesta a golpearle, pero fue sujetada por Ino. ─¡¡Acuérdate, Sai idiota!!

─Oh, es cierto ─asintió el pelinegro con total calma, llevándose una mano a la barbilla. ─Entonces no viste cuando Naruto-kun se desnudó y saltó sobre Sasuke.

─Qué problemático ─se dijo a sí mismo Shikamaru. ¿Por qué siempre que todos se reunían aquello parecía un circo? Él no quería saber cómo la tenía Naruto, sólo había ido a ver si era cierto que había revivido y darle la bienvenida. Nada más. Inevitablemente recordó aquella vez que el local de barbacoa se vino abajo porque todos empezaron a discutir entre ellos, hasta que Naruto explotó llamando gordo a Chouji.

 

Iruka sonrió nervioso e intentó calmar los ánimos.

 

─¡Chicos! Chicos, calma. Me parece que a nadie aquí le interesa saber esas cosas, ¿verdad? Sería mejor cambiar de tema.

─Eso, eso ─secundó Kakashi.

 

Tras unos segundos de silencio, Kiba habló como si nada.

 

─¿Naruto saltando desnudo sobre Sasuke? ─preguntó sorprendido, y después miró a Uzumaki. ─Ya sabíamos que fuisteis amantes, pero siempre te había imaginado más tímido. A veces pensaba que Sasuke te forzaba o algo así, ya sabes. ¡Oh! Aunque ahora que recuerdo, creo que Sai nos contó algo así aquel día que estuvimos en el local de barbacoa ─finalizó pensativo.

─¡No somos amantes! ¡Nunca lo fuimos, y nunca lo seremos! Nunca sería el amante de ese bastardo creído y mentiroso.

 

Kakashi abrió sorprendido su ojo visible. Él sabía sobre los sentimientos de Naruto hacia Sasuke. Sabía que ambos se correspondían. Por eso no entendió porqué el rubio había dicho aquello con ese tono de puro resentimiento.

 

El enojo de Sakura se evaporó, pero ella conocía el motivo de las palabras resentidas de Naruto, al igual que sabía que Naruto había estado enamorado de Sasuke antes de morir. Se preguntó si sus sentimientos seguían igual. ¿Se podría pasar del amor al odio en un minuto? Ella no lo sabía con certeza, porque la única persona que había amado a lo largo de su vida no le había hecho algo que mereciera su odio. ¿Sería que Naruto odiaba demasiado a Sasuke ahora?

 

Tras escuchar esas palabras, automáticamente el sharingan de Sasuke desapareció y se mostraron los ojos negros. Miró a Naruto, pero éste al instante apartó la cara con un gesto airado.

 

─Naruto ─le llamó Chouji. ─¿Por qué te enfadas tanto? ─cuestionó sin comprender. Normalmente era Sasuke quien se enfurecía y negaba que fueran amantes mientras que el rubio se mantenía tranquilo como si la cosa no fuera con él.

─¡Pero si siempre estabais juntos! ─comentó Lee.

 

De pronto la voz de Iruka se escuchó en un potente grito.

 

─¡Respetad a vuestros mayores! ¡He dicho que a nadie le interesa saber esas cosas, y eso quiere decir que a nadie le interesa!

 

El enojo del hombre se evaporó al darse cuenta de que los caminantes se detuvieron, observándole fijamente con curiosidad. ¡Qué inoportuno! Hace un momento los chicos habían estado gritando, golpeándose, ¡incluso hablando de genitales!, y los aldeanos caminaban tranquilos siguiendo sus caminos como si nada. Y ahora sólo porque él intentaba calmar a los chicos, todos se habían quedado mirándole fijamente con curiosidad.

 

Sintiéndose incómodo, se aclaró la garganta de forma exagerada y después tosió.

 

─Kakashi y yo ya nos íbamos, tenemos cosas que hacer ─le envió una mirada suplicante de ayuda al otro hombre. ─¿Verdad, Kakashi?

─Cierto ─asintió, notando que su pareja lo único que quería era desaparecer de allí.

─Naruto, puedes ir a mi casa cuando quieras para que empecemos las clases. ¿Qué te parece mañana mismo? Por la tarde estoy libre.

─No sé… ─susurró inseguro. Todavía recordaba aquella vez que encontró a Iruka y Kakashi haciendo… cosas. ─Puede que vaya, pero sólo si el Erizo pervertido no estará allí.

 

Iruka sonrió, recordando que Naruto llamaba así a Kakashi por verle leer sus libros. O eso era lo que pensaba él, porque en realidad Naruto le llamaba así por la escena que vio en casa de Umino. Mientras que Kakashi chasqueó la lengua incómodo, ¿cuándo iba a dejar de llamarle así?

 

─Estamos muy contentos por tenerte de vuelta, Naruto. ¡Bienvenido a casa! ─se despidió con un gesto de mano y dio media vuelta, alejándose junto a Kakashi por donde vinieron.

 

Uzumaki les observó marchar, sintiéndose en el fondo contento por tener un lugar donde le dijeran “Bienvenido” al llegar. Le hacía sentir que ese lugar realmente era su hogar.

 

─Estoy en casa ─susurró para sí mismo, esbozando una suave sonrisa.

 

Sasuke miraba con disimulada curiosidad al rubio. Interiormente se sentía aliviado de que Naruto no se mostrara agresivo con los demás, porque en realidad ellos no tuvieron la culpa de lo que ocurrió en el pasado.

 

Quizá recuperar a Naruto no sería tan complicado como imaginó en un principio.

 

─¡Chicos, siento llegar tarde!

 

Todos miraron a Tenten que llegaba un poco agitada. Lee se acercó a reprocharle.

 

─¡Llegas tarde!

─¡Me ha sido imposible llegar antes!

─Tendrás que hacer un entrenamiento especial para compensar la tardanza. Ya todos hemos visto a Naruto-kun.

 

La chica estuvo por protestar diciendo que no haría ningún entrenamiento, mucho menos el tipo de entrenamiento que solía hacer Lee. Pero al recapacitar en que nombró a Uzumaki, lo buscó con la mirada. Se detuvo en el muchacho rubio que era increíblemente parecido al pequeño Naruto que ella recordaba.

 

─¿Es… ese? ─preguntó insegura. Naruto había crecido mucho.

─¡Sí! ¡Ve a saludarle! ─exclamó dándole un enérgico empujón a su compañera de equipo.

 

.:NARUTO no KOKORO SasukexNaruto NARUTO no KOKORO:.

 

La reunión con los chicos duró más de lo que Naruto esperó. Estuvieron hablándole sin parar, unos más que otros, preguntándole cosas como si realmente estuvo muerto o sólo fue una retorcida broma, que cómo se sentía estar muerto, que porqué ahora se veía así de grande, y cientos de preguntas más. El rubio no pensaba responder todo aquello allí mismo con tanta gente pasando junto a ellos en sus quehaceres, así que caminaron hasta una calle menos concurrida donde les contó que Inari Kami-sama le había hecho regresar cómo humano como castigo, también les habló sobre cómo murió, evitando relatar su pelea con Sasuke en el bosque, y les explicó brevemente cómo era el cielo o el lugar que fuera donde estuvo. También se disculpó con ellos tal y como Inari le ordenó por si les había causado algún problema en el pasado, aunque como otras veces, su disculpa no fue nada sincera.

 

Sai se llevó una mano a la barbilla, mostrando una seria expresión pensativa.

 

─Si ahora eres humano, eso quiere decir que ahora no tienes prohibido estar con humanos, ¿no es así? Me refiero a estar como pareja.

─¿Y eso qué importa? ─preguntó un poco arisco, cruzándose de brazos. ─No pienso emparejarme con ningún humano jamás, sea hombre o mujer ─asintió determinado.

─Pero Sasuke-kun fue tu amante, así que podrías…

─¿¡Cómo tengo que decirte que no fuimos nada!?

 

El pelinegro alzó ambas manos, mostrando una hueca sonrisa leve, pidiéndole con ese gesto que se tranquilizara.

 

─Sea como sea, tú y yo podríamos ser amantes ahora, Naruto-kun.

 

Todos se sorprendieron con aquellas palabras. Sakura abrió la boca de par en par al escuchar la tranquilidad con la que Sai dijo algo como eso. Mientras que Ino se llevó las manos a la boca, ahogando un grito. ¡No podía ser posible! Primero perdió a Sasuke-kun porque fue amante de Naruto, y ahora perdía a Sai antes de tenerlo porque también quería ser amante de Naruto. ¿¡Qué demonios tenía Naruto que atraía a los hombres guapos!?

 

Un tic sacudió una de las rubias cejas de Uzumaki en señal de enojo. Respiró profundo intentando calmarse a marchas forzadas.

 

─¿Puedo saber por qué me llamas Naruto-kun otra vez? ─preguntó, evitando a posta responder semejante propuesta estúpida.

─Es que ahora te ves diferente, siento como si volviera a conocerte de nuevo. Cuando tengamos confianza, volveré a llamarte solamente Naruto. Y después de eso podremos ser amantes.

 

Pidiendo paciencia, Naruto se llevó una mano a la frente y suspiró hondo. Segundos después alzó la vista rápidamente cuando escuchó pasos estrepitosos, y alcanzó a ver cómo Sasuke agarraba a Sai con violencia del cuello de la ropa y tiraba de él, alejándole del resto.

 

─¡Sasuke-kun! ¿Qué vas a hacer? ─se preocupó Sakura, pero no recibió respuesta, sólo una mortífera mirada que indicaba que no quería ser seguido.

─Qué problemático ─masculló Shikamaru con hastío. ─Naruto, me voy a casa. Ya nos veremos ─alzó una mano con pereza a modo de despedida mientras se alejaba caminando.

─¡Shikamaru, espera, voy contigo! ─le siguió Chouji. ─Podemos ir a comprar patatas. ¿Vienes con nosotros, Ino? ─fue lo último que se le escuchó decir mientras se alejaba con su amigo.

 

Yamanaka no contestó. Se mordió el labio inferior y con frustración golpeó el suelo con el talón derecho antes de acercarse a Naruto que observaba cómo los otros dos se alejaban.

 

─¡Tú! ─posó el dedo índice en el entrecejo de Naruto. ─¿Cómo lo haces? ─exigió saber.

 

Naruto retrocedió un paso para alejar aquella mano de su cara.

 

─¿Cómo hago qué?

─¡Atraer a los hombres! ─respondió en tono obvio. ─Tuve que olvidarme de Sasuke-kun porque era tu amante. Y cuando pongo mi objetivo en Sai, ahora resulta que él también quiere ser tu amante. Pero no conforme con eso, ¡tienes a dos chicos increíblemente guapos a punto de pelearse por ti!

─Yo… ¿Atraer a los hombres?

─¿Cómo lo haces? ─insistió algo desesperada. ─¿Los hechizaste cuando eras un kitsune? ¿Es eso? ¡Claro, por eso Sai y Sasuke-kun están enamorados de ti!

 

Naruto enfureció al escuchar lo último. En un segundo su expresión tranquila cambió por un ceño profundamente fruncido y sus ojos azules brillaron en señal de enojo.

 

─¡Sasuke no está enamorado de mí! ¡Nunca lo estuvo! ¡Tampoco fuimos amantes ni nada parecido! ¡Sasuke sólo ama a su estúpida Konoha!

─Naruto… ─murmuró Ino sorprendida. Pero ella no era la única, el resto de sus amigos estaban igual.

─¿Estúpida Konoha? ─reiteró Kiba algo molesto, pero fue ignorado por el rubio.

─¡Si tanto quieres a Sasuke, quédatelo todo para ti! ¡A mí no me interesa en absoluto! Sólo déjame decirte que tienes un gusto horrible, Sasuke sólo es un idiota mentiroso, un hipócrita que se oculta bajo una máscara de buenas intenciones. Si incluso después de saber esto quieres tener a alguien como él por pareja, allá tú.

 

Sin darle tiempo a Yamanaka o a alguien más de decirle algo, salió a correr todo lo rápido que pudo ignorando los llamados de Lee, Ino, Kiba, y el tartamudeo sorprendido de Hinata que despertó poco después de que Tenten llegara.

 

─¡Naruto! ─le llamó también Sakura.

 

Estaba preocupada. Sabía que Naruto ahora estaba herido y por eso se había enojado tanto. Recordaba que Naruto, al igual que ella, estaba enamorado de Sasuke-kun, aunque ahora ella intentaba buscar el amor en otra parte. Se preguntó si a partir de ahora su rubio amigo también intentaría buscar el amor en otra parte, tal vez le daría una oportunidad a Sai.

 

Suspiró con pesar. Lo mejor para Naruto y para ella era que se olvidaran a Sasuke-kun como una futura pareja. Todavía recordaba aquel día que Uchiha le dijo, antes de salir de misión durante un año, que no estaba interesado en el amor. Ninguno de los dos tenían oportunidad alguna con él, en realidad nadie la tenía. No mientras Sasuke-kun estuviera totalmente desinteresado en el amor.

 

Naruto y ella tenían un largo camino por recorrer. Era complicado dejar de amar a alguien de un momento a otro, y más todavía cuando ves con frecuencia a esa persona.

 

Mientras, a una calle de allí, Sasuke azotó a Sai con brusquedad en la pared de un estrecho callejón sin salida. Todavía le sujetaba fuertemente por el cuello de la ropa.

 

─Eso ha dolido, Sasuke-kun ─comentó cerrando los ojos en una sonrisa totalmente fuera de lugar.

─Creí haberte dejado bien claro aquella vez que no estás enamorado de Naruto ─siseó con su rostro peligrosamente cerca del otro, haciendo énfasis en la negación.

─¿Cómo puedes saberlo? Tú no eres yo.

─¡Simplemente lo sé! ─alzó la voz conforme su enojo crecía. ─Cuando Naruto murió ni siquiera supiste sentirte triste, ¿cómo vas a enamorarte? ¡Idiota!

 

─¿Cómo es? ¿Cómo se siente estar triste? Todos habéis tenido la misma expresión desde que Naruto murió. Naruto también era mi amigo, pero yo… ─hizo una breve pausa y se llevó una mano al pecho. ─A veces, cuando recuerdo a Naruto, me duele aquí. Leí en un libro que una vez que has formado un lazo con una persona, es imposible olvidarla. He comprobado que eso es cierto, pero… no puedo llorar como hace Sakura, o enfadarme como haces tú.

 

Uchiha enrolló el dibujo y lo guardó entre sus ropas. Dio media vuelta, sintiendo en el fondo envidia de la nula capacidad de Sai para comprender y expresar los sentimientos.

 

─Estás bien así, Sai. Créeme.

 

─Naruto-kun es importante para mí. Estoy seguro de eso.

─Naruto es importante para muchas personas, pero no significa que todas esas personas estén enamoradas de él.

 

Quedaron en silencio un momento. Sasuke esperando que por fin Sai entendiera y se diera por vencido, y Sai meditando todo lo hablado. Quizá Sasuke-kun tenía razón, pero… ¿y si sí estaba enamorado de Naruto y perdía la oportunidad? Tenía que comprobarlo por sí mismo. Pero entonces reparó en algo.

 

─Sasuke-kun, ¿por qué te molesta la idea de que esté enamorado de Naruto-kun?

 

Uchiha quedó desarmado con aquella directa pregunta. Por un segundo su expresión de enojo se vio sustituida por una de fugaz sorpresa y el agarre en la ropa se aflojó un poco, pero cuando la impresión inicial pasó, volvió a arremeter contra el otro.

 

─¡No me molesta! ─casi gritó.

─Nunca antes te había visto tan enojado por algo tan simple ─sonrió como si nada. ─O sí, quizá aquella vez que destrozaste una de las paredes del despacho de la Hokage…

─¡Cállate! ─interrumpió.

─Mn… ─se mantuvo pensativo unos segundos y después continuó hablando con calma. ─Recuerdo que en la biblioteca me dijiste que no sería correspondido porque eres tú quien le gusta a Naruto.

─Así es ─asintió con firmeza, aunque interiormente dudaba que los sentimientos del rubio ahora fueran como antes.

─Pero no le gustarás para siempre, si no le haces caso le gustará otra persona ─afirmó calmado. ─He leído sobre eso en una de esas revistas que les gustan a las chicas…

 

Su voz se apagó cuando uno de los brazos de Sasuke hizo presión en su cuello, limitándole la respiración. Los otros ojos tan negros como los suyos cobraban destellos rojizos por momentos, delatando que en cualquier momento se mostraría el sharingan.

 

El hecho de que Sai fuera más alto no le intimidaba. No pensaba consentir que ese estúpido se creara ilusiones de una posible relación amorosa con Naruto, ¡de ninguna manera!

 

─Te lo diré sólo una vez. Olvídate de tener algo más que una amistad con Naruto ─el sharingan se mostró por un segundo. ─¡O te mataré! ─sin esperar respuesta, liberó a Sai y de un salto subió a un tejado. Iría a buscar a Naruto para ir juntos a casa, ya habían sociabilizado bastante por hoy.

 

Minutos después, cuando Sakura vio a Sasuke saltar frente a ellos desde un tejado cercano, no tardó en acercarse a él. Al menos a simple vista no se veía herido y eso la alivió un poco. Por un momento pensó que habían peleado. O quizá podría ser que sí habían peleado y el herido era Sai.

 

─¡Sasuke-kun! ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Sai?

 

Pero Uchiha no estaba con ánimos de responder.

 

─¿Dónde está Naruto? ─respondió con otra pregunta, buscando al nombrado con la mirada.

─Se fue.

─¿A dónde? ─preguntó al instante, aunque procurando no mostrarse preocupado.

─No lo sé, simplemente se fue por allí ─señaló el camino que el rubio tomó. ─¿Dónde está Sai? ─insistió.

 

Ino se llevó las manos a la cintura, disgustada.

 

─Si pretendes ir a buscarle, yo que tú no lo haría, Sasuke-kun. Naruto está con un humor de perros ─Akamaru ladró ante lo que dijo, ofendido. ─¿Qué? ¡Es la verdad!

 

Nuevamente Sasuke no respondió la duda de Sakura y centró toda su atención en la rubia. Naruto no estaba muy enfadado cuando él se alejó de allí con Sai.

 

─¿Ha ocurrido algo? ─medió afirmó en la pregunta.

─El muy idiota enfureció cuando dije que Sai y tú… estáis enamorados de él. Le pregunté si era porque os hechizó cuando era un kitsune. ¡Pero… ese no era motivo para que dijera que Konoha es estúpida!

─¡Eso! ─secundó Kiba.

 

Sasuke meditó en silencio después de escuchar aquello. Sabía perfectamente porqué Naruto se enfadó tanto y porqué dijo que Konoha es estúpida, pero no hablaría sobre eso con los demás. Por otro lado, ¿cómo había podido afirmar Ino que él estaba enamorado de Naruto? ¿Acaso se le notaba?

 

─Naruto sólo está alterado por su cambio de vida, no pensó lo que dijo ─le excusó.

 

Haruno se acercó, asintiendo con la cabeza para secundar esas palabras.

 

─Es cierto. Todo esto fue muy repentino para él, tenemos que darle tiempo para que se acostumbre y se calme.

─Pues sí que debe de estar alterado ─comentó Shino que se encontraba con la espalda apoyada en la pared.

─¿Qué quieres decir? ─preguntó Sasuke.

─Naruto te llamó idiota mentiroso, y eso que la mayor parte del tiempo la ha pasado contigo. ¿No eres su mejor amigo?

─Y dijo también que eres un hipócrita que se oculta bajo una máscara de buenas intenciones ─agregó Neji que se había mantenido al margen todo el tiempo. ─¿Por qué dijo eso de ti?

 

Sasuke no dijo nada, creando un silencio algo tenso que fue roto por Lee.

 

─¡Ya lo sé! ¿Recordáis ese día en Yakiniku Q? Naruto-kun estaba deprimido porque decía que Sasuke-kun le evitaba y le molestaba su presencia.

 

Inuzuka recordó aquel día como si hubiese sido ayer.

 

─¡Ah! Dices aquel día que descubrimos que Sasuke dejó de ser amante de Naruto porque terminaba sin chakra cada vez que lo hacían.

─¡Sí, ese día!

─Yo también lo recuerdo ─asintió Shino.

 

Neji se llevó una mano a la cara al recordarlo, volviendo a sentir aquella vergüenza ajena.

 

─Cómo olvidarlo… ─se susurró a sí mismo, viendo que su compañera de equipo tenía la misma expresión que él y después se fijó que Hinata inclinó la cabeza, sonrojada.

 

Uchiha se mostró verdaderamente confundido por un momento.

 

─¿De qué demonios estáis hablando?

─Ese día tú no estabas, Sasuke-kun ─comentó Sakura sonriendo levemente nerviosa e intentó cambiar de tema. ─Naruto no dijo eso por algún motivo en especial, simplemente está alterado. En unos días volverá a la normalidad.

 

Sasuke sacudió la cabeza, sin importarle de pronto la conversación. No quería perder más tiempo hablando, deseaba estar con Naruto. Sin decir nada salió a correr en la dirección que antes le indicó Sakura.

 

─¡Adiós, Sasuke! ─exclamó Kiba sarcástico ante el gesto grosero del otro que se fue sin despedirse o siquiera avisar.

 

.:NARUTO no KOKORO SasukexNaruto NARUTO no KOKORO:.

 

Naruto se detuvo frente a la entrada de su cueva, su antiguo hogar. Estaba un poco cansado, había llegado hasta allí corriendo y no entendía porqué le dolían y escocían tanto las plantas de los pies, incluso más que antes. Cada paso fue una tortura, en especial cuando pisaba alguna piedrecilla o una rama se partía bajo sus pies. Correr y caminar nunca fue tan doloroso.

 

Suspiró hondo y avanzó unos lentos pasos, ingresando en su hogar.

 

─Estoy en casa ─dijo con una voz apagada, escuchando un ligero eco de sus palabras.

 

Pero como era obvio no recibió respuesta. Tomó asiento en el suelo, apoyando la espalda en la pared rocosa y fría. Por algún motivo en ese momento recordó a Itachi dándole la bienvenida con una expresión afable cada vez que llegaba a la casa de los hermanos, otras veces era Sasuke quien le daba la bienvenida. Pero al llegar a la que fue su casa en Konoha, siempre había alguien para darle la bienvenida.

 

Era agradable escuchar “Bienvenido a casa”.

 

Pero en la cueva, no había nadie para recibirle y decirle aquellas palabras, llenándole una incómoda sensación de soledad al darse cuenta de eso. Observó su alrededor, pensando que el interior de la cueva nunca antes le había parecido tan grande y frío como ahora. No se sentía ese ambiente cálido y acogedor, ni el olor a comida recién hecha, tampoco tenía su querido cobertor para dormir sobre él.

 

¡Cierto! No tenía que olvidarse de ir a buscar su cobertor a la casa de esos hermanos Uchiha. El cobertor era suyo.

 

Inspiró hondo y se puso de pie con decisión, obligándose a alejar aquella molesta sensación de soledad y añoranza de su interior. Vivió solo durante años, así que no tenía que ser un problema volver a esa vida. No quería saber nada de Konoha y sus habitantes.

 

Pero entonces recordó a ese chico que acababa de conocer, Kenta, y su plan de venganza; destruir a Konoha y a Sasuke. Justamente después a su mente llegaron los recientes recuerdos de lo que acababa de ocurrirle con los chicos en la aldea, cómo le dieron la bienvenida y le hizo sentir emocionado en contra de su voluntad, la forma en que Sai le hizo enfurecer, la amabilidad de Iruka sensei y Kakashi, la furia desbordante que le provocaron las palabras de Ino…

 

¿Qué debía hacer? ¿Ayudaba a Kenta a vengarse? Una parte de él lo deseaba, poder hacerle sentir a Sasuke el mismo dolor, la misma frustración y decepción que él sintió. Pero no quería matar a Sasuke, eso sí que no. Tenía que haber otra forma de venganza que pudiera dejarle satisfecho. Después de saber la verdad gracias a la confesión de Sasuke en el bosque momentos antes morir, era estúpido por su parte pensar que si Sasuke moría él también lo haría. ¡Era ese molesto sentimiento de amor hacia Sasuke el que no le dejaba pensar con claridad! ¡Era frustrante! Encontraría la forma de desenamorarse, fuera como fuera.

 

¿Y si mejor avisaba a todos sobre Kenta y su plan contra Konoha y Sasuke? Pero… Kenta lo único que quería era vengar la muerte de su padre. Y él sintió lo mismo durante muchos años, buscando matar a Madara y vengar a sus padres. Si frustraba la venganza de Kenta, éste se sentiría tan destrozado como él en aquel momento en que Sasuke le abrió los ojos y le hizo entender que Madara ya estaba muerto.

 

─¿Qué debo hacer? ─se susurró a sí mismo, apretando los puños.

 

Recordó a Inari Kami-sama y su castigo, rememoró a sus padres y sus palabras sobre que el odio sólo conducía a más odio. Pero después llegó a su memoria aquella confesión cruel de Sasuke, donde le decía que sólo fue un arma para Konoha, un arma inútil; recordó las lágrimas de Sakura cuando le dijo que no podía curarle y la insistencia de Sasuke en que ella le salvara. Después de todo era normal, Sasuke no quería perder su arma justo en ese momento que la invasión había empezado. Era tan… hipócrita. No sólo él, Itachi también, quien supo las intenciones de su hermano y nunca le dijo nada. Sólo le dio advertencias a medias que nunca entendió hasta que fue demasiado tarde. También estaba el trato déspota que el clan Uchiha le dio, y no sólo ellos, sino varios aldeanos también. Alguna vez Sasuke le defendió, pero ahora comprendía que aquello sólo fue parte de un plan en el que ese teme necesitaba tenerle contento para que naciera en él el deseo de proteger Konoha. Cómo siempre rechazó sus besos, cualquier contacto y muestra de afecto. Seguramente en las ocasiones que logró que Sasuke le respondiera, debió de pasarlo mal besando a alguien por quien no sentía ni siquiera un mínimo de amistad. Probablemente besarle todas esas veces le resultó asqueroso.

 

Los últimos meses de su anterior vida fueron una falsa, un desastre total.

 

Ahora que conocía cómo eran realmente los humanos, no volverían a utilizarle. Esta vez sería él quien lo haría. Kenta tenía razón, sólo tenía que fingir unas sonrisas y actuar como si nada hubiera pasado, no debería ser algo muy complicado. De esa forma podría averiguar qué es lo que más ama Uchiha Sasuke, vengarse de quienes le hicieron daño, y después vivir el resto de sus días en algún lugar muy lejos de Konoha.

 

Era hora de abandonar los sentimentalismos y hacer justicia; su propia justicia.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Hola! Me gustaría dedicar este capítulo a Midorikawa-eMe111, Karu-suna, por los dibujos que me hicieron de “Kitsune no kokoro”, y a Shamira por el drabble que me escribió basado en “Kitsune no kokoro”. Para verlos, entra en mi perfil ;) Y también va dedicado, no sólo este capítulo, si no el fanfic completo, a aquellas personas que me siguieron fielmente y me apoyaron con sus comentarios en KnK en cada capítulo.

 

¡Gracias por todos los reviews, alertas y favoritos! ^^

 

Adelanto del capítulo 4:

 

Los tres caminaron hacia el bosque. Kakashi iba en medio para evitar otra posible pelea entre esos dos. Aunque no sirvió de mucho porque Sai continuó provocando a Naruto, hablándole sobre cosas que ahora podrían hacer juntos como reciente pareja. La sinceridad y aprender juntos sobre cosas que no entendían era el punto más importante para el ANBU en aquella relación. Le pidió que vivieran juntos para formalizar su noviazgo, tal y como decía en la revista de Sakura, pero el rubio se había negado con un estridente y enérgico “No”, amenazándole con darle una paliza si no dejaba de tomarle el pelo.

 

Sai se sintió confundido, ya que no estaba bromeando con Naruto. Ahora que eran novios, y tal como aconsejaba la revista femenina, sólo quería formalizar la relación y vivir juntos era una buena forma de hacerlo. Estiró las comisuras de los labios en una ligera sonrisa, mirando al rubio que caminaba enfurruñado.

 

─Cuando los dos estemos preparados podremos tener relaciones sexuales, tal y como explicó la revista ─esa frase se ganó las miradas horrorizadas de los otros dos, pero él no lo notó. ─No entiendo mucho sobre relaciones entre hombres, así que pienso que yo soy quien debería asumir el rol de… ¿cómo se dice?, ¿activo? Ya que de los dos yo soy quien la tiene más grande…

─¡Ahora sí que te mato, Sai bastardo!

 

¡Se agradecerán reviews! ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).