El incesante sonido del timbre y toques en la puerta, hicieron que KiBum dejara de peinarse. Camino hasta la puerta, maldiciendo internamente a la persona que no dejaba de molestar. DongWoon, si era él.
Pasaban de las ocho y se suponía que debían estar en casa de la pareja a las ocho en punto. KiBum trato de hacer todo lo posible para no asistir, pero ni mintiendo sobre su salud pudo librarse.
Abrió la puerta con el ceño fruncido, DongWoon rodo los ojos y entro al departamento, dirigiéndose rápidamente a la cocina.
-Se suponía que debías estar listo a las ocho- dijo, mientras tomaba un vaso con agua- ¿Aun te sientes mal?-
-Un poco- mintió- en unos minutos estoy listo- camino de nuevo hasta su habitación. La cabeza le empezaría a doler si seguía pensando en la cena
“No tengo porque preocuparme” se dijo, antes de mirarse al espejo. No tenia porque, o al menos eso esperaba. MinHo y él eran cuidadosos y salvo la última vez que TaeMin los vio juntos nadie mas los había visto.
Trato de calmarse, respiro hondo y término de delinearse los ojos. No debía preocuparse pues seguramente de lo último que hablarían seria de que hacían él y Choi por las noches. No creía que la conversación llegara hasta esos extremos y sus parejas descubrieran que no dormían en casa justo en los mismos días.
¡No debía pensar eso! Eso no sucedería, DongWoon y él ni siquiera vivían juntos, y rara vez se enteraba de los días en que exactamente no llegaba a dormir. Se miro en el espejo una vez más, antes de salir de su habitación.
Decidió dejar el tema, pues un constante dolor en la cabeza comenzaba a molestarse. Pasaría lo que tendría que pasar en esa cena, si la verdad se descubría, pues bien, se quitaría un peso de encima y al fin viviría sin mentiras. Aunque eso le costara el odio de tal vez tres personas.
Encontró a DongWoon hojeando una revista de modas, soltó una risita, al verlo concentrado en unas chicas de la revista. El chico dejo el objeto en el sofá y se incorporo para caminar hasta donde KiBum se encontraba.
-Perfecto- dijo con una sonrisa- KiBum, te vez hermoso- el nombrado bajo la mirada, apenado. DongWoon pocas veces era así de lindo, y aunque no estuviera enamorado de él, sus palabras siempre lograban que sus mejillas se ruborizaran.
-Gracias- murmuro, aun con la mirada baja. DongWoon tomo su barbilla, y lo miro directamente a los ojos, sonriendo. KiBum era hermoso y él estaba feliz de tenerlo a su lado. Dejo un corto beso en los labios, antes de entrelazar sus manos y salir del departamento.
El vehículo se encontraba en completo silencio. KiBum veía por la ventanilla y DongWoon mantenía la vista en el camino. El rubio quería decir algo, pero no sabia exactamente que, aun se encontraba un poco nervioso.
-¿Les diremos?- pregunto DongWoon, sin despegar la vista del camino. KiBum mordió su labio inferior, sin saber que responder.
¿Debía decirle a la pareja? Ni siquiera estaba seguro de su decisión. Desde que DongWoon le pregunto, había estado pensando en su respuesta, y aun a pesar de que había pasado mas de dos semanas que hablaron del tema no estaba muy seguro de su decisión.
-Aun no lo decidimos-
-KiBum, si no quieres, es mejor que me lo digas ahora- trato de no sonar molesto, pero era imposible. DongWoon sentía que KiBum no quería avanzar en su relación.
-No es eso, DongWoon. Solo no es algo que se deba tomar a la ligera-
-¿No quieres?-
-Te dije que no es eso-
-¿Quieres?- insistió. KiBum lo pensó por unos minutos, no estaba seguro y aun quería pensarlo por más tiempo. No era una decisión fácil de tomar e implicaba muchos cambios en su vida.
-Si, quiero, pero déjame pensarlo mejor ¿Bien?- asintió, con una sonrisa. Para DongWoon bastaba con que KiBum quisiera. Seria un gran pasó en su relación de casi dos años y estaba casi seguro que KiBum aceptaría.
Minutos después ambos se encontraban en la puerta esperando a que TaeMin o MinHo los recibieran. TaeMin fue el afortunado de recibir a la linda pareja y estos no se libraron de los abrazos del menor, que sin duda se encontraba demasiado feliz. MinHo simplemente se limito a saludar con la mano y evitar mirar a KiBum.
TaeMin era el menor de los cuatro y a él le encantaba que cada cierto tiempo se reunieran para cenar o simplemente conversar. Le hacia feliz porque los consideraba como unos hermanos.
MinHo hablaba con DongWoon sobre algunos asuntos de la oficina, que el otro poco entendía, mientras KiBum ayudaba a TaeMin en la cocina. Tenia meses, casi desde que MinHo y KiBum comenzaron con sus encuentros, que los cuatro no se reunían.
La cena transcurría tranquilamente, TaeMin era el que mas hablaba, obligando a los otros a hacerlo también. Desde los estudios del menor, hasta el trabajo de MinHo y KiBum. Todo parecía marchar normal, nadie tocaba el tema de las noches sin ellos.
MinHo y KiBum no podían evitar sentirse incómodos, las veces que sus miradas se encontraban las desvían rápidamente. No entendían el porque de sus acciones, ni la incomodidad, ni la vergüenza existían en ese departamento y ahora tampoco debía de existir.
Sus respectivas parejas estaban al tanto de la amistad que mantenían, así que no debían sentirse nerviosos. Debían actuar normal, porque entonces si no lo hacían, los otros comenzarían a sospechar.
MinHo se relajo y sonrió cuando su mirada de nuevo se encontró con la del rubio. No había pasado nada en esa cena y estaba seguro que no pasaría nada grave. KiBum aun confundido le sonrió, continuando con su comida.
-KiBum y yo tenemos algo que decirles- dijo DongWoon con una sonrisa. Su pareja lo observo, confundido. No sabía que tenían que decirle, o es que acaso se refería a la conversación que mantuvieron en el vehículo. Abrió los ojos, cuando entendió a que se refería y rogaba internamente que DongWoon no les dijera.
-¿Qué es?- pregunto un emocionado TaeMin, mirando con una sonrisa al rubio.
-KiBum y yo pensamos mudarnos a Japón- MinHo dejo caer los cubiertos, haciendo que todos lo miraran. ¿KiBum se mudaría?
-¿MinHo, estas bien?- miro directamente a KiBum, mientras asentía.
-Estoy bien- TaeMin sonrió y dirigió su vista a la pareja.
-Eso si que es una sorpresa- confesó- KiBum ¿Por qué no me hablaste sobre tus planes?-
-Aun no esta decidido- aclaró rápidamente- lo estamos pensando-
¿Por qué DongWoon tenia que hablarles sobre eso? Su pareja lo escucharía cuando estuvieran solos. Estaba seguro que dejo en claro su respuesta sobre ese tema. No lo había decido. Si bien era una buena oportunidad para comenzar de nuevo, para dejar la “relación” con Choi, aun no estaba seguro de querer mudarse.
Ni siquiera vivían juntos, y ahora mudarse a Japón eran palabras mayores. Es por eso que pidió tiempo, es por eso que aun pensaba en lo bueno y malo de esa decisión.
-Lo más probable es que así sea, KiBum tendría mas oportunidades para trabajar ahí- KiBum quería golpear a DongWoon ¿Por qué no podía quedarse callado un minuto?
-Es una buena noticia- dijo TaeMin- aunque te extrañare, KiBum y por supuesto a ti también DongWoon-
-Podemos venir de visita-
KiBum se disculpo para ir al baño y Choi estuvo tentado en seguirlo, pero eso si que levantaría alguna sospecha, decidió que era mejor hablarlo en privado con el rubio.
Estaba molesto y tenia tantas preguntas para su amigo ¿Por qué no le dijo sobre sus planes? ¿Cuándo pensaba decírselo? Tenia que hablar lo más rápido posible con KiBum.
El resto de la cena transcurrió entre bromas y anécdotas. KiBum se encontraba mas relajado, y se permitió bromear con los chicos, aunque no por eso se encontraba menos molesto con DongWoon. MinHo por su parte se encontraba perdido en sus pensamientos y por momentos sonreía, sin saber de que estaban hablando.
-Tenemos que hablar- MinHo tomo la muñeca del rubio y lo obligo a caminar hacia la cocina. La acción no paso desapercibida para TaeMin y DongWoon. El menor no le dio importancia, pensaba que KiBum tendría la oportunidad de averiguar lo que le había pedido, pero no era lo mismo para DongWoon, que no podía evitar sentir celos de MinHo.
-¿Qué pasa?- pregunto, una vez que estuvieron dentro de cocina. Deshizo el agarre, mientras se alejaba de él.
-¿Cuándo pensabas decirme, KiBum?-
¡Molesto! Así se encontraba. ¿Qué pasaría si KiBum se marchaba? No quería ni pensar en eso. Si KiBum se iba, jamás lo volvería a ver, jamás tendría besos, ni caricias de su parte ¿Qué haría sin él? Dejando a un lado la relación de amantes, KiBum era su mejor amigo, y no estaría feliz si él se marchara.
-¿De que hablas?- pregunto, confundido.
-Sabes bien de lo que estoy hablando- dijo, con un tono molesto- ¿Cuándo me dirías de tu viaje? ¿Cuándo estuvieras en el avión? ¿Cuándo estuvieras en Japón?-
Suspiro, mirándolo a los ojos. No entendía porque Choi estaba molesto sobre eso. Eran amigos si, pero hasta MinHo mantenía secretos, además como aclaró en la cena, aun no estaba decidido.
-Dije que aun no estaba decidido-
-Pues tu novio parece muy decidido- a cada paso que MinHo daba, KiBum retrocedía, pero la cocina no era tan grande y el rubio termino acorralado entre una pared y Choi- ¿Pensabas irte sin decirme?-
Le dolería si esa era la decisión de KiBum. ¿Ni siquiera le diría? ¿No le preguntaría que opinaba? Si MinHo estuviera en la misma situación, por supuesto que hablaría con él.
-Claro que no- bajo la mirada, incapaz de verlo a los ojos- te dije que aun no esta decidido-
Tomo la barbilla del rubio, obligándolo a mirarlo. A veces no podía evitar perderse en esos pequeños ojos, le encantaban los ojos de KiBum, le gustaba su mirada, amaba ver sus ojos delineados. Le gustaba KiBum, estaba seguro de eso, creía que KiBum era más hermoso que TaeMin.
-¿No te irías sin decirme?- negó con la cabeza- ¿Qué se supone que hare si te vas?- confesó, con una sonrisa.
El corazón del rubio, latía frenéticamente, pensando que en cualquier momento saldría de su pecho. Esas simples palabras que tal vez MinHo dijo inconscientemente, hacían estragos en él.
¿Por qué le decía esas palabras? No se daba cuenta de las ilusiones que crecían en él. Simples palabras, que siempre lo dejaban imaginándose escenarios románticos con ellos como protagonistas.
-No creo que me mude- mordió su labio- no creo que lo haga-
Una tonta sonrisa apareció en el rostro de Choi. No negaba que eso lo hacia demasiado feliz, y no entendía muy bien el porque. Tal vez porque su mejor no lo dejaría, o tal vez porque los encuentros con KiBum no se acabarían.
Cualquiera que la razón sea, él estaba demasiado feliz por la confesión de KiBum. Por un momento se olvido de donde se encontraban, olvido que detrás de esa puerta se encontraba TaeMin hablando con DongWoon, olvido todo por un momento y se permitió besar a KiBum, un simple roce que le basto para extender su sonrisa.
-¡MinHo!- la queja de KiBum, hizo que se diera cuenta de lo que estaba haciendo y de las posibles consecuencias que traería si alguno los viera en esa posición- ¿Por qué hiciste eso?-
¿Por qué? Porque quería, porque necesitaba sentir los suaves y acorazonados labios de KiBum, porque le gustaba el sabor dulce que tenia, porque nunca pasaba desapercibido el sonrojo en las mejillas del mayor.
Sonrió, aun perdido en sus pensamientos. A que extremos había llegado, que ahora besaba a KiBum en su casa, con su novio cerca. La adrenalina corría por sus venas y nuevas ideas venían a la mente de Choi.
-¡KiBum!- la puerta de abrió y ambos se separaron rápidamente, tratando de aparentar que solo hablaban. DongWoon los observo con el ceño fruncido.
Sabia que ellos eran amigos, pero cuando MinHo estaba cerca, toda la atención de KiBum se iba hacia él y eso le causaba celos. Le molestaba la cercanía entre ellos, le molestaba esa amistad y esas miradas que se daban.
-¿Qué pasa?- se acerco al chico, dejando a MinHo aun lado.
-Creo que es hora de irnos- asintió, mientras su pareja entrelazaba sus manos.
Lo mejor era irse, porque estaba seguro que algo malo pasaría si se quedaba más tiempo.
Subía por las escaleras, tratando de hacer más lento el recorrido. De nuevo estaba ahí, sintiendo las miradas de la gente. Una noche más a los encuentros.
TaeMin estaba de viaje en Daegu, de visita en casa de sus primos, y DongWoon estaba tan ocupado trabajando que ni siquiera lo había llamado para preguntarle como se encontraba. Y es por eso que estaba ahí, apunto de llegar al piso donde se encontraba el departamento de Choi.
Después de la cena en casa de la pareja, dejaron sus encuentros por una semana. MinHo le dedico todo ese tiempo a TaeMin y él se había mantenido ocupado con trabajo, evitando pensar en la pareja, que seguramente se estaba divirtiendo.
Se detuvo en la puerta, cerrando los ojos. No le molestaba los encuentros, todo lo contrario, le gustaba los besos y caricias de Choi. Lo que no le gustaba era el amanecer, el tener que despedirse de MinHo, sabiendo que es lo único que obtendría.
Escucho las puertas del ascensor abrirse y dio la vuelta encontrándose con Choi saliendo de este. MinHo sonrió, era la primera vez que se encontraban antes de llegar, por lo general era KiBum el que llegaba antes. KiBum abrió la puerta y entro seguido de Choi. Cerró la puerta y levanto la mirada.
Choi estrello el cuerpo del rubio contra la puerta, besándolo como si no hubiera mañana. Las grandes manos recorrían su cuerpo, sacándole pequeños suspiros.
-Te extrañe- susurro contra la boca ajena, adueñándose de ella, una vez más.
Esa noche KiBum seria suyo una vez más.