Extra: metal cupcake wars
Aquella mañana llegó junto con el periódico su ejemplar de El dulce mundo de la repostería, su revista favorita y a la que estaba suscrito por los próximos tres años (no había suscripciones más largas). Apenas abrirla soltó un gritito de gozo: ¡era fabuloso! ¡No podía creerlo! ¡Tenía que llamar a los Mathias!
Inició una videoconferencia tres a la vez (menudo mundo en el que hasta los teléfonos hacen trío). El primero en contestarle fue Lillmans.
-¡Mathias no vas a creerlo! ¡Van a hacer un episodio de Cupcake wars aquí en Finlandia!
-¡No puedo creerlo Mikko! – exclamó Mathias.
-¿Qué no puedes creer? – preguntó el otro Mathias, Nygard.
-¡Que van a hacer un episodio de Cupcake wars aquí en Finlandia!
-Vittu! ¡No puedo creerlo! ¡Es fabuloso!
Luego de orgasmearse por cinco minutos Mikko hizo LA pregunta:
-Y… ¿Cómo vamos a audicionar para presentarnos en el programa?
Largo silencio.
-Con Samuli no puedo, si no me deja ni preparar una sopa… - se lamentó Lillmans de la puerca afición de su puerco novio a cogérselo mientras cocinaba.
-Y yo no tengo pareja… - dijo Nygard. Era el único de su banda con afición a la repostería.
-Y yo con Juha no puedo presentarme, quiero ganar. – declaró Mikko. Todos sabían lo inútil que era su amigoamante hasta para preparar un sándwich.
Laaargo silencio.
-¿Por qué no vas tú con Mikko, Vreth? – Vreth era el apodo y el otro yo de Mathias Lillmans – Ustedes son mejores reposteros que yo… - sugirió tímidamente Nygard, el menos tímido de los tres.
-No digas eso Warlord – Warlord era el apodo de Mathias Nygard – has mejorado mucho. – lo alabó Mikko.
-¿Por qué no mejor van ustedes dos, Mikko y Warlord? – propuso Lillmans.
-Ay no… - dijo Mikko – ustedes siempre están juntos, forman un equipo ya sea en los festivales de folk metal o en la cocina, ¡son los M&M’s! ¿Cómo los voy a separar?
Transcurrieron quince minutos de tímidas propuestas y apenadas negativas en las que no progresaron nada. En casa de Mikko, Juha se levantó, y quería su desayuno.
-¿Qué pasa Mikko? – interrogó al ver que sus muffins no estaban servidos con mantequilla recién derretida y mermelada casera.
-Un momento Mathias – solicitó, y luego a su amigoamante – Es que Cupcake wars hará un episodio aquí en Finlandia y Vreth, Warlord y yo queremos presentarnos a concursar pero los equipos son de dos y sobra uno… - explicó contrariado.
-¡Maldita monogamia! – le dio la razón Juha – Estorbando incluso en un programa de concurso de pasteles…
Mikko asintió y volvió a su videoconferencia por smartphone. Juha escuchó cinco minutos de “Ve tú. No ve tú”, y como esos muffins no se iban a servir solos volvió a intervenir:
-Mikko, ¿Por qué no te presentas con Jarmo – Jarmo era el hermano de Juha – y los Mathias juntos?
Los deseos del hermoso pelirrojo eran órdenes para los tres. Se mostraron ecuánimes en acatar su salomónica decisión. Una vez servido y devorado el desayuno de Juha Mikko le exteriorizó su único temor:
-¿Y si Jarmo no quiere participar porque le parezca poco viril? – era un aceptable repostero, después de todo, había preparado los 21 primeros pasteles de cumpleaños de Juha.
-Yo lo convenzo. – lo tranquilizó Juha. Su sobreprotector hermano mayor que lo adoraba haría cualquier cosa que el le pidiera.
***
Mikko y Jarmo, y los Mathias, pasaron las audiciones, por supuesto. La tematica del programa era que cuatro equipos de dos reposteros competían por elaborar los mejores pastelillos con la mejor presentación. Los calificaban tres jueces: dos de planta y uno invitado, diferente en cada ocasión pues era el realizador del evento en el que se premiaría a los ganadores.
En la primera ronda del concurso se les retaba a hacer un cupcake sobre un tema determinado, en este caso los Finnish Metal Awards (premios finlandeses de la música. Metal, obviamente), se les calificaba únicamente el sabor y un equipo era descalificado en esta ronda.
Durante la segunda ronda los tres equipos restantes debían elaborar tres cupcakes diferentes siguiendo la temática del evento, se les calificaba tanto sabor como presentación y el equipo de los peores cupcakes se iba a casa.
Durante la ronda final los dos equipos finalistas debían elaborar mil cupcakes como los que ya habían hecho y presentarlos en una estructura original diseñada por ellos que sirviera como mostrador de los pastelillos. El equipo ganador se llevaba 10,000 dólares y era presentado en el evento. El perdedor, en este único caso por ser en Finlandia, podía ser bombardeado con sus cupcakes perdedores por el público asistente a la filmación del programa.
Así pues, en la mañana del mismísimo día en que se celebrarían los FMA, Finnish Metal Awards, en las instalaciones de la YLETV (televisora finlandesa) estuvo todo listo. Además de Mikko y Jarmo y los Mathias competían una pareja de blackers bien trues, de esos que están maquillados como los Kiss hasta cagando y solo comen hamburguesas de Dimmu Burger, y dos ukes de una banda de ukes llamada Tracedawn.
El programa proveía a cada equipo de una cocina y una gran variedad de ingredientes.
-Bienvenidos pasteleros – comenzó el puto presentador del programa, un pastelero frustrado (como Hitler que era un pintor frustrado) – en esta ocasión, desde la tierra prometida del metal vamos a invadirlos con cupcakes pesados. Los FMA premian lo mejor de lo mejor del metal, así que solo los cupcakes mas metaleros pueden estar ahí. Su reto es elaborar un cupcake que represente algún género del metal, tienen 45 minutos para hacerlo y el tiempo empieza ¡ahora!
Los gritos guturales con que los Mathias y los blackers demostraron su entusiasmo casi hicieron cagarse al presentador.
Mikko y Jarmo y los Mathias comenzaron a trabajar de inmediato con eficacia. Los blackers abrían los paquetes de harina sujetándolos a la altura del pecho, clavándoles las uñas y jalando con fuerza para un lado y para otro, gritando como bestias cuando lograban desgarrarlos y el contenido de sus vísceras caía sobre la taza medidora. Los ukes de Tracedawn hicieron primero unas paletas de caramelo para chupárselas mientras cocinaban.
-Mira – le dio un codazo uno a otro señalándole la cocina de Mikko y Jarmo, donde este se afanaba en extender galletas – estos creen que están en Cookie wars. – y se rieron como unos tontitos.
El personal del programa ya había sido advertido de que los finlandeses eran un poco… diferentes (que estaban locos, pues). Aun así el presentador se acercó a Mikko para preguntarle que qué hacia su compañero.
-254 galletas. – respondió Mikko.
-¿Por qué? – preguntó el presentador.
-3 que necesitamos para decorar los 3 cupcakes de los jueces en esta ronda, 250 que vamos a necesitar en la ronda final y una que quiere comerse Jarmo. – explicó sin siquiera mirarlo, por un lado le daba pena y por el otro estaba muy concentrado en su cobertura, porque la masa ya estaba en el horno.
-Pero… - el puto titubeaba - ¿Por qué hacen las 250 que necesitarían para la ronda final?
-Para no andar apurados de tiempo en esa ronda. Como en esta nos sobra tiempo, quisimos adelantar. ¿O está en contra de las reglas?
-No… pero aun no saben si van a pasar.
-Vamos a pasar. – aseveró Mikko, dignándose mirarlo un segundo.
-¿Ya oíste a ese culero de mierda? – dijo bien alto blacker 1 a blacker 2 –Como si fuera a pasar con sus galletitas de mierda.
Presentador y jueces se persignaban de oír semejante vocabulario, pero también habían sido advertidos de que una característica lingüística de los finlandeses era maldecir mucho y soezmente, y no podían limitarlos porque los protegía su constitución, así que tocaría censurar con “piiips”.
Los ukes de Tracedawn lo vieron como si fuera un uke entrando vestido mas descaradamente que ellos a la discoteca y los Mathias, aunque eran amigos, no pudieron evitar hacer morritos.
-¡Pasteleros – exclamó con su tono insanamente feliz de siempre el presentador pasivo-agresivo – la música metal es muy rápida, así que también deben serlo ustedes! ¡Solo les quedan 15 minutos!
-Que sabes tú de la música metal, imbécil de mierda. – le rugió blacker 1.
-Tenemos relojes. – los ukes de Tracedawn le enseñaron sus relojes de pulsera súper fashion, a juego.
El presentador mejor se calló y los vio apurarse. Los Mathias ya estaban decorando sus cupcakes, todos, como la mayoría de los concursantes del programa, que perdían valioso tiempo en decorar mas cupcakes de los que necesitaban y luego por eso no acababan. Cuando los blackers y los ukes comenzaron a decorar Mikko puso sus tres pastelillos en la charola para los jueces diez minutos antes de que acabara el tiempo, rompiendo todos los records del programa. Mientras los otros se afanaban él se puso a despegar las galletas en lo que Jarmo se comía los cupcakes sobrantes.
Hacían una pareja dispareja: Mikko menudito y hasta bajito, con un mandil de holanes rojos con corazones negros sobre uno de sus viejos atuendos de presentarse en vivo, pantalones rojos de terciopelo y una camisa negra con aplicaciones de encaje; Jarmo enorme y panzoncito, usando un mandil negro sobre su pantalón cargo verde militar y su camisa de camuflaje.
-¡Queda un minuto pasteleros! – anunció con su cara de gilipollas el presentador y los tres equipos se volvieron a gruñirle: gutural y como salido del infierno M&M’s y blackers y como arpías los ukes. - ¡Diez, nueve, ocho… - ni modo, su contrato decía que debía llevar la cuenta regresiva de los segundos – tres, dos, uno tiempo!
Todos los equipos terminaron. Los pasteleros líderes (Mikko, Nygard, blacker 1 y uke mas uke) se formaron frente a los jueces y el presentador paso los cupcakes a los jueces. Primero le tocaba a Mikko.
-Mikko, háblanos de tu cupcake.
Mikko no se sentía cómodo ante la cámara ni después de 12 años de presentarse en vivo. Pero Jarmo habría sido muy intimidante.
-El cupcake representa el gothic metal. La masa es de red velvet con centro de chocolate líquido, la cobertura es de queso crema con cereza y está decorado con una galleta de chocolate en forma de murciélago. – el capacillo era negro.
Todavía estaba hablando Mikko cuando los jueces ya se estaban orgasmeando. Primero hablaba la jueza:
-Mikko, debo decirte que este es el red velvet más delicioso que he probado en mi vida. El chocolate líquido en el centro es casi demasiado delicioso.
-Concuerdo con Candace – dijo el juez – morder la cobertura es como morder una cereza, tan intenso es el sabor, y a pesar de que es muy roja, no sabe a pintura ni mancha los dientes. ¡Y la galleta! Habíamos tenido fondant pintado, chocolate moldeado, ¡pero nunca una galleta recién horneada!
-Umm, a mí también me encantó. – dijo el juez invitado, el productor de los FMA, tras engullir el ultimo bocado. – Rojo y negro, muy Stendhal.
Mikko asintió a los halagos de los jueces, sonriendo modestamente.
-Mathias, háblanos de tu cupcake.
Con la mirada baja y las manos juntas el menos tímido de los Mathias explicó:
-Nuestro cupcake es de masa de mantequilla con m&m rojo molido y un m&m amarillo en el centro, con cobertura de mantequilla de cacahuate con m&m amarillo (el que tiene un cacahuate en el centro) molido y m&m’s rojos y amarillos para decorar. – el capacillo era blanco con lunares amarillos y rojos.
-¿Y qué genero del metal representa? – preguntó la jueza.
-Ah sí. El glam metal. – se lo acababa de inventar, porque si decía que era el cupcake de los M&M’s porque Mathias y el eran los M&M’s lo descalificaban.
-Debo felicitarte por tu originalidad, nunca había probado un cupcake de m&m’s, galletas oreo sí, pero m&m’s nunca… y esta muuuy rico. – dijo esto paseando la mirada por Nygard, que estaba muuuy rico.
-Los trocitos crocantes de m&m en masa y cobertura son deliciosos – dijo el juez Florian – pero debo decir que esperaba más sabor, tu cupcake solo tiene un sabor, el de los m&m’s.
-¿Aunque sean dos? – preguntó Mathias.
-Sí, y además no veo como sea glamoroso o metalico…
-Umm – dijo el juez invitado sacudiéndose las ultimas boronitas – yo si lo capto: ellos son los M&M’s – explicó a los jueces extranjeros – chocan las manos y buscan el tesoro escondido al final del arcoíris del folk metal. - Los otros hicieron como que entendían – Muy rico Warlord – el apodito dejo flipando a los extranjeros – me gustó.
-Gracias. – respondió sonriendo lindamente.
-Shangrat…
-¡Shagrath! – vociferó blacker 1 desde el infierno.
-Shagrath, háblanos de tu cupcake.
-Mi cupcake representa el odio, el dolor, el sufrimiento y la grasa del fast food black metal! La masa es blanca como un cadáver sin vida y la cobertura negra como el Señor de las Tinieblas! – Shagrath todo lo terminaba en un grito gutural – Están decorados con pinchos y una loncha de tocinooo! – el capacillo era de hamburguesitas.
La jueza partió con desconfianza el cupcake con el tenedor y comió con recelo. Trago rápido para hablar:
-Shagrath, la masa de tu cupcake es insípida…
-Siii! No tiene sabor, como la vida misma! Es solo harina con aguaaa!
Candace meneó la mano y cedió el turno a Florian:
-Shagrath, la cobertura sabe a manteca vegetal y pinta – el viejillo tenía los dientes todos negros.
-Siii! Es manteca como la de tus cachetes y es pintura negra como tu destinooo!
-Auch! – dijo el tercer juez – hubieras advertido que los pinchos eran de verdad.
-Siii! El tocino también es de verdaddd!!!
Terminado aquel muestrario de guturales fue el turno de los ukes:
-Jonne, háblanos de tu cupcake.
Nervioso, el ukesito contestó:
-El Arabian cupcake está hecho de masa de dátiles, cobertura de miel con higos y está decorado con granos de café. – el capacillo era de palmeritas.
-¿Y qué genero del metal representa?
-El nuestro, por supuesto, el fuck metal.
-Si – dijo el productor de los FMA – cualquier finlandés lo entendería, es el cupcake de su single Arabian nights, una exótica mezcla de death melodic y el género que ellos han inventado, el fuck metal.
Los extranjeros hicieron como que entendían y probaron el cupcake. Sintieron que se les caían los dientes. Cuando la jueza pudo despegarlos dijo:
-Jonne, el cupcake esta extremadamente dulce. Creo que si un diabético lo probara se moriría.
-¡Ah, no te preocupes – volvió a intervenir el de los FMA – Kristian Ranta también está nominado (a el mejor cagador de bandas) y siempre lleva dos o tres aparatitos para diabéticos de su compañía médica.
Los extranjeros hicieron la parodia de hacer como que entendían.
-La temática está muy bien representada y la cobertura de miel con higos hubiera sido deliciosa menos dulce.
<Toma separada del uke: “Sabia que no debíamos haber sustituido la maicena con azúcar”.>
-Ummm… ummm… - el tercer juez, con las muelas pegadas, les hizo la seña del pulgar arriba.
-Pasteleros, los jueces necesitan deliberar. – anunció el presentador.
Comerciales.
<Toma separada de Mikko y Jarmo en el confesionario:
Jarmo - ¡Ganaremos hijo! ¡Ganaremos Juha!
Mikko agitando la mano – Hola primo Henkka. >
<Toma separada de Nygard comiendo m&m’s y tarareando Ra-ra-rasputin sin hacer caso de la cámara.>
<Gritos infernales de Shagrath y Beelzebob sosteniendo una pancarta de su cadena de comida rápida>
<Jonne – Sabia que no deberíamos haber sustituido la maicena con azúcar. – trago a una botella de tequila, por los nervios.
Su uke – tendremos que esforzarnos en la segunda ronda. – un traguito para los nervios.
Jonne – Si, esta la pasamos porque todo mundo sabe que la música, las hamburguesas y los cupcakes de Shagrath son basura para posers de mierda.
Su uke: asiente>
Música de concurso. El escenario de las cocinas:
-Pasteleros, los jueces han tomado una decisión. Arabian cakes – así se llamaba el equipo de los ukes – si su cupcake fuera un demo habría sido rechazado. Sin embargo, hay alguien que debería ser quemado: ¡Shagraaath! – lo imitó mamón – el odio, el sufrimiento y la comida rápida están bien para tu música, pero no para los cupcakes. Lo siento, debes irte a casa.
-Grrruaaa!!! – Shagrath se volvió loco gritando y corriendo tras el presentador. Cuando los de seguridad lo detuvieron, gritó mientras lo metían en una camisa de fuerza – A Shagrath no le importa perder! Cupcake wars es una mierda! Shagrath seguirá vendiendo sus cupcakes en todas las franquicias de Dimmu Burgueeer! Cómpralos fanático de mierdaaa!
Los ukes de Tracedawn se tomaron otra copita para el susto. El presentador lamentó no haberse puesto pañal y caminando raro regresó a darles el segundo reto:
-Pasteleros, la competencia se pone heavy. Deben elaborar tres cupcakes que tanto en sabor como en presentación representen algo del universo del metal. Tienen noventa minutos a partir de ¡ahora! – y se fue corriendo al baño.
<Toma aparte de los ukes de Tracedawn:
Jonne – Tenemos que exforzarnos si queremos pasar y presentarnos en los FMA awards. – otra copita para darse ánimos.
Su uke – Pero de todos modos vamos a presentarnos; estamos nominados y vamos a tocar nuestro single.
Jonne – Cállate y tomate otra copita para que te inspires.>
<Toma aparte de los M&M’s
Nygard - ¿Y ahora qué hacemos?
Lillmans – No sé.
Nygard – Decide tú.
Lillmans – No, tú. (repítase tantas veces como un compas en una canción de Wintersun)
Presentador - ¡Queda solo una hora!
Nygard y Lillmans a una voz – ¡Hagamos un cupcake folk!>
<Toma aparte de Juha’s sweet cake team:
Mikko – Jarmo, no te vayas a comer la masa cruda, solo tienes que batirla.
Jarmo - ¿Y si hago extra masa?
Mikko – Bueno.
Jarmo-¿Me puedo tomar el licor?
Mikko- No, mira como están ya los de Tracedawn– ve a la cámara y saluda con la mano – Juha, voy a ganar esta competencia de pasteles para ti como si fueras una dama medieval, yo tu caballero y esto un torneo. – suspiro romántico.
Jarmo – ¡Juha! Yo también te quiero hermanito. Mikko… ¡eh Mikko! Vuelve en ti, haz las coberturas.>
Aunque el burger blacker team ya se había ido y él ya se había cambiado los pantalones, el presentador prefirió no molestarlos. Se limitó a anunciar que quedaban quince minutos. Mikko se fostió a sus rivales presentando entonces las charolas con los cupcakes terminados para los jueces, y como no le gustaba perder tiempo se puso a hacer 250 flores de chocolate para moldear rojas que sin que nadie preguntara todos sabían necesitaría para la fase final de la competencia.
Los Mathias, apurados como cuando el Pagan fest tocaba un día en Hamburgo y al siguiente en Praga lo miraron con cierto rencor.
-Pasteleros, ¡solo queda un minuto!
Los ukes de Tracedawn, bien borrachos, se echaron a reír y uno se cayó sobre la charola con los cupcakes listos que llevaba. El otro se rió de él y mientras el presentador contaba los segundos restantes pusieron rápido cupcakes decorados en otra charola (que bueno que habían decorado todos los que hicieron).
Los pasteleros volvieron a alinearse frente a los jueces, que veían como caníbales los preciosos cupcakes de Mikko.
-Mikko, háblanos de tus cupcakes.
-El primer cupcake representa a Nightwish, la banda de metal que más nos representa en el extranjero. La masa de amaretto y frambuesa, con trocitos de frambuesa fresca. Lo bañamos con jarabe de licor de frambuesa antes de cubrirlo con la crema de mantequilla a la vainilla francesa. Lo decoramos con la flor de Amaranth, hecha de chocolate para moldear. – el capacillo era blanco.
El segundo cupcake representa el death melodic, la masa es de coco y ginebra. La cobertura es un pequeño merengue de chocolate blanco a punto de nieve para que parezca la neblina del cementerio de la que The Reaper se alza para segar vidas con su guadaña. – flipó Mikko – The Reaper y la guadaña están hechos con foundant y calcomanía comestible. – el capacillo era de calaveras. – El palo de la guadaña es un popotito con Jack Daniels.
El tercer cupcake representa a Korpiklaani, la banda de folk metal más querida de Finlandia. La masa es de cerveza y vodka, con una cobertura de maple y tequila y está decorado con unos cuernitos de reno de caramelo mazizo y dos botellitas de cerveza. Son comestibles, están hechas de dulce relleno de dulce líquido sabor cereza. – el capacillo era de la bandera de Finlandia.
Los jueces se orgasmeaban comiendo sus cupcakes conforme los describía. Parecían los jueces del evento de las Mamadas Más Metaleras, evento también anual, en vivo y en horario solo para adultos.
-¡Dios santo! – comenzó la jueza – No se que cupcake es mejor: la mezcla de amaretto, frambuesa y vainilla francesa me llevo al cielo. En cuanto al cupcake de coco y ginebra no sé como pudiste darle esa textura al chocolate blanco, porque el merengue esta hecho de puro chocolate blanco, ¿no es así?
-De hecho no. – respondió Mikko, ladinito. No iba a compartir los secretos que lo hacían el pastelero favorito de Juha.
-Bien… y respecto al último cupcake debo decir que de repente creí que eran demasiados licores en un cupcake pero los balanceaste de tal modo que todos los sabores se notaban y se realzaban.
-Florian, tu turno. – dijo el presentador.
-¡Si, si! Definitivamente el cupcake borracho es el cupcake más borracho y más sabroso que haya comido jamás. Y a lo largo de mi carrera como jefe de pasteleros de la famosa pastelería francesa creía haber probado la mejor vainilla francesa ahí hasta el día de hoy. La tuya la derrota Mikko, felicidades.
-Gracias.
-La flor de chocolate para moldear esta tan estupendamente bien hecha que de no haberte visto haciéndolas hubiera creído que era una orquídea natural. Y nuevamente, el colorante rojo ni siquiera se siente. En el cupcake death el coco, la ginebra, el Jack Daniels y esa espuma de chocolate blanco solidificado se llevan tan bien que algún cantinero debería inventar su versión en trago.
-Fabuloso – dijo el juez finlandés – mi cupcake favorito fue el de Korpiklaani, reuniste todos sus grandes éxitos: Beer, Vodka y Tequila. Fue como comerse la banda. En cuanto al cupcake death melodic, Vittu! Podría ser el cupcake oficial de COB.
-Es el que le hago en su cumpleaños a mi primo Henkka. – sonrió Mikko.
-¿Y el de Amaranth se lo haces en su cumpleaños a Tuomas?
-No – dijo – a Marco… y maúlla de gusto luego de comérselo. – risas del público y del presentador.
Como aun quedaba por determinar quién iba a perder frente a Mikko en la tercer ronda el presentador invito a Mathias a que hablara de sus cupcakes. Este, con el cabello hecho una miseria, comenzó.
-Nuestro primer cupcake es salado, de masa de pescado. La cobertura es de queso crema con limón y está decorado con una gomita en forma de pescado y que sabe a pescado clavado a una cruz de fondant salado con limón. – el capacillo era de pescaditos muertos. – Representa el folk metal.
Nuestro segundo cupcake representa el folk symphonic metal. Es de masa de caramelo con cobertura de caramelo y le pusimos una bufanda flurry como las que yo uso pero de algodón de azúcar color café y le clavamos una espada de fondant justo en el centro para que ya no se levante y peleé. – el capacillo era doble, de tacto aterciopelado.
Nuestro tercer cupcake es marmoleado de masa rosa de fresa y naranja de naranja, la cobertura es una gran bola de helado frito en mantequilla bañado en pintura comestible color plata y lo decoramos con un microfonito de chocolate oscuro. – el capacillo era sicodélico – Oh, y representa la premiación de los FMA.
La juez, que no le había quitado los ojos de encima a Mathias mientras hablaba comenzó:
-Mathias el cupcake salado es innovador, muy rico, y el detalle del pescadito crucificado es tierno – sus compañeros extranjeros la voltean a ver como de WTF -. El cupcake de caramelo es dulce y suave, dan ganas de lamerlo, de morderlo, grrr! – le hecho ojitos – y en cuanto al ultimo cupcake, bolas de helado fritas solo se las había visto hacer a Paula.
Mathias asintió sonrojado por la manera en que lo miraba la jueza.
El juez, celoso, habló:
-Mathias, me decepciona nuevamente que la bola de helado la hayas bañado solo en pintura plateada, hay muchas mas cosas que pudiste usar, no solo pintura. El fondant salado del primer cupcake tampoco me gusto, sinceramente, creo que debería estar acompañando una botana de cacahuates, no un cupcake. Y en cuanto al cupcake de caramelo pudiste haber hecho esa espada con caramelo mazizo, como lo hizo Mikko.
Mathias asintió haciendo morritos.
-Pues a mi me gustaron todos tus cupcakes – declaró el juez del FMA – Solo que el del capacillo sicodélico y la gran bola plateada me pensar más bien en la época disco que en mis premios, pero bueno, es tu interpretación artística. Tu algodón de azúcar es mejor que el que venden en el parque de los Mumins, te lo aseguro y el de pescado crucificado también podría representar al black metal.
-Gracias jueces – dijo el presentador – Jonne, háblanos de tus cupcakes… ¿Jonne?
-¡Hip! – despertó este cuando lo movieron - ¡Aaah! ¡Que tío tan feo, me quiere violar, sálvame Nikko!
Haciendo cara de haba el presentador repitió:
-Jonne, háblanos de tus cupcakes.
Jonne lo vio y se hechó a reír como hiena. Cuando recobró la compostura dijo:
-El cupcaka rosha es de margarita rosha. ¿Qué le pushimos a la masa? – pregunto a su uke.
-No sé. – levanto la cabeza y volvió a dejarla caer contra la mesa donde la apoyaba para dormir sentado.
-Bueno – dijo balanceándose y pretendiendo aplomo – la masha es de no se… ¡ah ya me acorde! – nuevas risas de hiena – eshde fresas con tequila y la cobertura es de crema con fresas y le pushimos un moñito de azúcar. ¿Verdad que she ve bien mono?
-¿Y qué cosa del metal representa?
-El folk metal.
-¡No, no! – intervino su uke alzando una mano que aun empuñaba una botella de tequila – El glam metal.
-Pues el glam metal o Kristian Ranta, el más grande culero cagador de bandas que existe. Tú escoge putito. – le dio palmaditas en el cachete. Se había apoyado en él para no caer.
-Háblanos de tu segundo cupcake.
-¿Hishimos dos? ¡No jodas!!! ¡Ukeee! ¡Somos molones! ¡Hicimos dos cupcakes! Podríamos ir a cupcake wars!!!
-¡Estamos en cupcake wars! – le gritó su uke, lo cual le provocó un nuevo ataque de risa.
-Ah si… puesh el cupcake que representa el folk lo hicimos de albran y pasas, porque con una buena digestión y faldas folk metaleras los pedos truenan menos. – dijo muy serio con el dedo en alto – Creo que también le pushimos tequila. La cobertura la hicimosh de ron con pasas para la buena digestión porque un intestino sano como un acordeón te vuelve del folk metal un campeón. – repitió el slogan de la campaña en pro a la dieta balanceada y no solo carne que el Estado quería que siguieran sus folkmetaleros. – Y de adornito le pushimos unos cuernitos vikingos de chocolate blancos.
¡Ah! Y ese otro cupcake que hicimos porque somos cabrones es del death metal: la masha es de plátano con tequila y la cobertura de chocolate…
-¡Con tequila! – grito su uke destapando otra botella de tequila.
-… y la decoración es una guitarra estampada de leopardo, ¿he? No cualquier guarra sino estampada de le-o-par-do.
Los jueces, que bien que se habían reído de los ukes borrachos ahora se hacían los persinados de nuevo.
-Jonne – empezó Candace – me sorprende que hayas podido hacer cupcakes sabrosos en estado de ebriedad.
-¡Ush! ¡Eso no es nada! ¡Denme una guitarra! ¡Denme una puta guitarra!!!
-Calma, calma. – le dijo el presentador.
-Bueno – dijo Candace – nos prometiste los sabores de la margarita de fresa en tu cupcake y ahí están todos, es delicioso. En cuanto al cupcake folk, no estoy segura. ¿Masa de allbran y pasas? ¿En serio? Eso se consigue en la tienda naturista de la esquina, no es aceptable en Cupcake wars. En cuanto al de plátano y tequila… los trozos de plátano son demasiado grandes y se les pasó de tequila.
-¡Tequila! – gritó el uke, alzando su botella.
-Arabian cakes, una cosa es probar la masa o algún ingrediente, ¿¡pero tomarse cuatro botellas de tequila durante el concurso?! Eso no es aceptable, como tampoco que mi cupcake glam tenga el capacillo de cascos vikingos en tanto el cupcake folk tiene el capacillo de corazones rosas. El sabor del cupcake está bien, supongo que le gustaría al tal Kristian Ranta. – concluyó el viejito mamón.
-A mi me gustaron sus cupcakes chicos – los animó el de los FMA – El de plátano y tequila se paso un poquito de tequila pero ni a mi ni a ningún finlandés le molesta. Y el de allbran me gusto, les quedo mejor que el que hace mi mujer cuando esta a dieta. Y el de margarita de fresa, ¡definitivamente se lo vamos a arrojar a la cara a Kristian Ranta cuando gane el premio al mejor cagador de bandas!
-¡Tequila! – gritó el uke, coreado por los Mathias en gutural.
-Pasteleros, los jueces necesitan deliberar… ah no, un momento, no necesitan. ¿Quién se va? – se acercó a la jueza y esta susurró el nombre a su oído – Muy bien, si esto fuera un álbum, Arabian cupcakes, no habrían llegado ni al disco de plomo, lo siento, deben irse a dormir la mona.
-Si esto hubiera sido un álbum habríamos ganado, presentándolo como siempre presentamos nuestros álbums.
-¿Cómo?
-¡Así! – y se bajo los pantalones y empino el culo, poniéndose un cupcake sobre él.
He ahí el éxito de las bandas de ukes.
Un guardia de seguridad le subió los pantalones y lo sacó. Su uke lo siguió con sendas botellas de tequila.
-Pasteleros – dijo el presentador, contento de que ningún blacker lo persiguiera esta vez – ambos han demostrado que son los mas duros haciendo cupcakes, pero solo uno de ustedes… - se detuvo al ver que Mikko y Mathias le daban la espalda y regresaban a sus cocinas - ¡Hey!
-¿¡Que mierdas?! – le grito Mathias, molesto porque sospechaba que iba a hacer mil cupcakes en vano – Ya mándanos a los putos carpinteros, todos sabemos que tenemos que hacer mil cupcakes y una exhibición impactante para presentarlos.
Mikko asentía mirándolo (al presentador) con exasperación. En lo que ese pendejo decía obviedades el pudo, no sé, preparar un cupcake de whiskas para sus gatos.
Así que Justin, el presentador de dudosa heterosexualidad y horrible nombre, envió a los putos carpinteros y a los putos ayudantes de cocina a cada equipo.
Un gemelo con camisa de franela a cuadros y que a leguas apestaba a que le gustaba la (apestosa) música country se acercoóa Mikko con un cuaderno de dibujo y plumones.
-Mucho gusto, soy Jake, tu carpintero. ¿Qué quieres que haga para tu exhibición?
Apenas iba abriendo la boca Mikko cuando Jarmo se acercó y palpó el brazo del carpintero.
-¿Este enclenque es nuestro carpintero? – preguntó con recelo - ¿No podemos pedir que nos lo cambien por el otro?
-El otro es mi gemelo. – protestó el carpintero, que en su natal Gringolandia era tenido por un hombre grande, fuerte y varonil.
Jarmo lo miró como si fuera una forma de vida protozoaria. Igual al suyo.
-¡Menudo carpintero! – protestó – Apuesto a que ni siquiera es capaz de arrancar un árbol de cuajo. Ni uno chiquito.
-Hay que conformarnos con lo que hay Jarmo – dijo Mikko.
-¿Y si mejor yo hago la exhibición?
-No, tu tienes que hacer las masas siguiendo mis recetas. Por Juha. Queremos ganar para él, ¿verdad?
-Verdad. – el realmente grande, fuerte y varonil hombre se retiro a preparar las masas. Mikko se dirigió al carpintero:
-Quiero que la exhibición parezca un estudio de grabación, con instrumentos de verdad. Podríamos acomodar algunos cupcakes sobre los tambores de la batería y sobre guitarras dispuestas horizontalmente.
-Pero, ¿Dónde voy a conseguir instrumentos de verdad?
-Estamos en Finlandia, en la YLETV: hay instrumentos hasta en el desván de la limpieza.
-Ok, pero, si son instrumentos de verdad, ¿yo que hago?
Mikko lo miró como si fuera un retardado:
-¿No te digo que un estudio de grabación? Haz una mesa que parezca de grabación, así, con sus palanquitas y botones y ponle una computadora de verdad para que los asistentes puedan mezclar música de verdad mientras comen los cupcakes. – lo dibujo como niña – También has un gran letrero que diga “Bienvenidos a los FMA”, con luces. Si puedes, fabrica unos micrófonos vacios que puedan rellenarse de chocolate líquido o de relleno liquido de frambuesa por si alguien quiere extra chocolate o extra frambuesa en sus cupcakes.
-Ok.
-Ok. Gracias. – Mikko se dirigió a preparar las coberturas. Los cuatro asistentes ociosos miraban a los dos pasteleros expertos trabajar mientras ellos estorbaban. Uno se acercó a Mikko, el menos intimidante, para preguntar en que ayudaban – Ummm, pues pueden poner los capacillos en los moldes y prepararme muchas mangas con la cobertura.
Mikko no iba a arriesgarse a confiarles algo tan sesudo como el delicado balance de ingredientes en sus siropes, coberturas, rellenos, adornos, etc. No confiaba en ellos y tenia tiempo de sobra.
En la otra cocina, la de los M&M’s, estos si ocupaban a sus asistentes, tuvieran o no confianza en ellos. Lillmans tenia una brillante idea para la presentación, pero era demasiado timido para decirla asi que Nygard se acerco al carpitero.
-Mucho gusto.
-Igualmete. ¿Qué quieres que haga?
-Umm, pues… si no es mucha molestia me gustaría que hicieras una cueva como de troll, con rocas y restos humanos tirados por aquí y por alla, con capacidad como para 50 personas a la vez, alfombrada con una alfombra peluda, puede ser de imitación, no tienen que ser pieles de oso verdaderas. Y quiero que este iluminada con una bola disco real que brille al compas de los éxitos del dance.
-¿Y donde piensas poner los cupcakes? – pregunto el carpintero en vez de preguntar que como creía que iba a poder hacer eso en dos horas, de tan asombrado que estaba.
-A eso iba, disculpa. En el fondo de la cueva, por favor, construyes una lagunita de agua oscura y malvada pero no sucia por si se cae un cupcake, y construyes mil barquitos replicas de las drakar de los varengos para sobre cada barquito poner un cupcake y que estén flotando en el lago.
-Ok… - el carpintero flipaba – No puedo hacer eso.
-¿No?
-No. Solo tengo dos horas. Si me das un asistente puedo intentar hacer una réplica de la cueva o una réplica de laguito en una mesa de unos, 4X6.
-¿Con los mil minidrakars? – preguntó Nygard.
-No, cuando mucho uno.
Nygard hizo pucherito.
-Entonces la cueva. Pero le pones piedras de verdad, huesos de verdad y una bola disco de verdad. Y algo peludo.
-Hecho. – le ofreció una mano y sintió que Nygard se la estrujaba en venganza pero no, a pesar de tener alma de uke Mathias concervaba su cuerpo y fuerzas de seme.
-¿Y no puedes llevarte un asistente de Mikko? – pidió -El ni siquiera los esta ocupando… - observo con rencor.
-No, tiene que ser uno de los tuyos, lo siento.
<Toma aparte de Mikko, tranquilo, pulcro, sin una partícula de harina en el terciopelo de sus pantalones:
Mikko: Los pinches eran muy amables, pero solo estorbaban. Cuando acabaron de poner los capacillos los deje que ayudaran a meter y sacar las bandejas del horno para que no se sintieran mal pero eran muy lentos. Casi se nos doran unos cupcakes, así que deje a uno para que lavara los trastes y los otros se los envié al carpintero. ¡Juha mío, ganare esta competencia de pastelillos por ti! – abraza la cámara.>
<Toma aparte de Nygard, histérico, despeinado, enharinado como un fantasma y con manchas de cobertura:
Nygard: Cupcakes wars es una locura! ¡Mil cupcakes en dos horas con tan solo dos ayudantes! Y la presión de idear una exhibición también! ¡Una locura! Cuando se me ocurrió la bufanda de algodón de azúcar para el cupcake del symphonic folk metal no pensé en esta ronda, donde tendría que hacer 250 bufandas. Tampoco me acordé de que a Mathias todo se le quema, carbonizó seis charolas de cupcakes y tuvimos que ver de que masa eran y volverla hacer. – grito gutural>
<Toma aparte del carpintero de Nygard:
Carpintero: Este chico está loco. No hay manera de que termine su cueva troll en dos horas. ¡He tu, apúrate! – cara de ussh! del ayudante de cocina convertido en ayudante de carpintería.>
<Toma aparte del carpintero de Mikko buscando instrumentos con ayuda de un ayudante por las instalaciones de la YLETV:
Jonne: ¡Tequilaaa!!!
Su uke: ¡Jijijiji!!!
Ambos tambalean con sendas botellas en mano, y al ver al carpintero se le echan al cuello.
Jonne: Oye tu gringito desabrido, vamos a hacer un trío…
Su uke: Jijijiji…
El carpintero: Interiormente, sarta de maldiciones. Exteriormente, se excusa, se zafa, llama a los de seguridad para que vayan por los borrachos y sigue buscando instrumentos.>
-¡Pasteleros, quedan solo treinta minutos! – anunció el presentador.
-¡Treinta minutos, no puede ser! – exclamó Nygard, decorando a toda velocidad.
-¡Hay no! – exclamo Lillmans decorando también, y los asistentes, lo mismo.
Mikko, tranquilo como la madre que lo parió, terminaba de decorar también, él solo. Jarmo ponía la cobertura con las mangas y el los adornitos. Había hecho extra cobertura y extra adornitos porque, cuando creía que no lo veía, Jarmo se comia una manga de cobertura o le quitaba un adornito a un cupcake listo.
La exhibición de Mikko llego, el carpintero había hecho un buen trabajo (ya que no un trío) y conectó todo. Mikko permitió que los asistentes pusieran los cupcakes en la exhibición y al final quedo perfecto, parecía un estudio de grabación real, hasta menos cutre que el de Anssi Kippo, pero invadido por cupcakes.
A los Mathias los minutos los torturaban, y se preocupaban de que su exhibición no llegaba. Cuando llegó gritaron de gusto y entre todos acomodaron las piezas de la misma y los cupcakes.
-¡Cinco minutos pasteleros!
Ni el presentador ni los jueces podían creerse que Mikko ya tuviera todo listo, sentado no mas viendo el reloj en lo que Jarmo se comía todas las sobras en lo que el M&M team iban y venían como hormigas, como era costumbre en el programa. Terminaron a penas a tiempo.
-Mikko, preséntanos tu exhibición.
-Bueno, como el evento es la entrega de premios de los FMA quise que mi exhibición representara el duro camino seguido para llegar ahí. En los primeros años de nuestras metaleras vidas todos soñamos con ir al estudio de grabación para grabar nuestro demo de manera profesional. Más tarde, cuando ya somos metaleros hechos y derechos, el estudio de grabación se convierte en una especie de prisión maravillosa, queremos salir de ahí, queremos terminar ya el álbum (verdad Jari Maempaa?) para ir a la gira y hacer el que sigue. Y finalmente, cuando nuestra vida como metaleros creadores terminó y ya no tenemos una nueva melodía que aportar al género, recordaremos el estudio de grabación con cariño y desearemos regresar a él.
-Snifsnif… - el juez del FMA estaba conmovido hasta las lágrimas. - ¡Que profundo Mikko, que verdadero!
-Y con micrófonos rellenos de chocolate líquido. – añadió, llevando al juez al paroxismo. Los otros también estaban conmovidos y admirados, sobre todo por el micrófono relleno de chocolate.
-Mathias – hasta el insensible presentador se secó una lagrima de cocodrilo – preséntanos tu exhibición.
-Mi exhibición representa la cueva donde los miembros de la guardia varega convertidos en piratas encontraron la muerte a manos de los trolls de la montaña. Folk metal. – añadió al ver que los jueces extranjeros lo miraban con los ojos como platos – Cambiamos el cupcake marmoleado con la bola de helado frita por el de margarita de fresa de los ukes de Tracedawn porque… - junto los dedos índices como Hinata la de Naruto – sospechamos que vamos a perder y entonces querríamos proponer al publico que se los arroje a Kristian Ranta en vez de a nosotros. – el publico aclama.
-Muy bien pasteleros, los jueces necesitan deliberar.
<Toma aparte de Mikko, mirando el reloj:
Mikko: Ya es tardísimo, y todavía tengo que ir a ayudar a Juha a arreglarse para los premios.
Jarmo le da la espalda a Mikko, y pretendiendo que nadie lo ve se come un cupcake borracho dejado por los Arabian Cupcakes>
<Toma aparte de los Arabian cupcakes, Jonne vertiendo las últimas gotas de tequila sobre el pecho desnudo de su uke, lamiéndolas luego sensualmente sin hacer caso de los trapeadores, escobas y bajos que están guardados en el armario de limpieza de la YLETV>
<Toma aparte de los Mathias, Lillmans desenredando el cabello de Nygard con mucho cuidado y loción para desenredar el cabello marca Avon:
Nygard: ¡Ay! No sabía que hacer para la exhibición y ahora no se qué hacer con mi cabello…
Lillmans: La exhibición te quedo muy bonita, como tu cabello… - se lo acaricia. Se queda embobado viéndoselo. El otro Mathias se voltea y se queda embobado viéndolo.
Nygard: ¡Oh Mathias! – suspira – Si tan solo no se te hubieran quemado los cupcakes…>
Los jueces se acercaron a la exhibición de los M&M’s para probar los cupcakes de margarita de fresa.
-¡Umh! Este cupcake quedo delicioso. – exclamó la jueza.
-Sí, el tequila esta mas balanceado que en el de los Arabian Nights.
-Este cupcake se verá fabuloso estrellándose sobre los anteojos de Kristian Ranta, ese puñetero de mierda. – el juez FMA sonreía ampliamente.
-¿Qué opinan de la exhibición de los M&M’s, jueces? – inquirió el presentador.
-Pienso que su exhibición es muy bonita. – dijo Candace, que tenía en mente mas al equipo que a la exhibición.
-A mi me espanta un poco ese cráneo. Parece real. – dijo Florian.
El juez fines cogió el cráneo, lo miró en una pose hamletiana y dijo:
-Es real. Este tío era Daniel Freyberg, quien desapareció misteriosamente tras destrozar en vivo Death unlimited durante el programa de True guitar players. – los otros lo miraban como diciendo es una broma – Bueno – dijo el fines lanzado el cráneo para atrás – misterio resuelto. Y dicen que el Sherlock de la BBC es bueno, no voi paska!
-Y, sobre la exhibición, ¿que opinas? – preguntó el puto presentador, jalándose el cuello de la camisa. Mejor no hacia su sainete de tocar la guitarra eléctrica para anunciar al ganador.
-¡Oh! Es genial. Muy folk. Si estos fueran los FMA pero con la F significando Folk Metal Awards seria la exhibición ganadora. Me gusta más la de Mikko.
-Si, a mi también. – dijo Florian – Es mas entendible, se relaciona mas con el evento.
-¡Y es interactiva! – exclamo la jueza jugando con el sintetizador.
-Jueces, ¿tenemos una decisión? – pregunto el presentador y los jueces asintieron.
<Comerciales>
Toma panorámica del set de grabación del programa, decorado con estanterías repletas de preciosas bomboneras con cositas dulces y comestibles dentro. Luego de las dos exhibiciones, con sus creadores al frente y finalmente de los jueces con el puto del presentador al lado.
-Pasteleros, en esta edición especial de Cupcake wars en Finlandia se les pidió crear mil de los mas heavys y deliciosos cupcakes, asi como una exhibición bien metalera, y ambos lo lograron. Mikko, tus cupcakes conquistaron a los jueces. Jamás había visto a Florian orgasmearse asi (y hay que ver que yo sospecho que el presentador ha visto a Florian orgasmeandose en privado) y tu exhibición es tan musical que de hecho produce música. Mathias, tus cupcakes también conquistaron a los jueces, en especial a nuestra dulce Candace, y tu exhibición habría sido la ganadora indiscutible en un concurso de folk metal. Sin embargo solo uno de ustedes es el ganador de la edición metalera de Cupcake wars. – el cabron del presentador seguía haciéndola de emoción – Felicidades… Mikko.
Normalmente, en este momento del programa el ganador grita, brinca, se orgasmea, llora y dice cosas del orden de no puedo creerlo, pero nuestro querido Mikko solo asintió.
-Gracias. – dijo a los jueces, evitando mirar a los Mathias. Estaba feliz de habérselos fostiado, sabia que iba a fostiarselos, pero eso no quitaba que lo sintiera un poco por ellos porque eran sus amigos. – Jarmo, tu quedate con la exhibición, yo tengo que ir a ayudar a Juha a arreglarse para los premios.
Jarmo asintió y Mikko empezó a caminar.
-¡Espera! ¿Y tus 10,000 dolares? ¿Y tu ultima toma por separado orgasmeandote de haber ganado el concurso?
-Dale el cheque a Jarmo. Siempre supe que iba a ganar. – dijo con tono de héroe de película de acción, hasta con movimiento en el pelo y brillo en el diente.
Despues avanzó hasta que lo detuvieron los Mathias.
De momento pareció que los dos pelicastaños iban a dejar a Mikko para el arrastre, pero no, eran modositos.
-Felicidades Mikko, gano el mejor. – dijeron ambos, cuando lo que pensaban era “¬¬ debi concursar yo de ayudante de esta jodida zorra pastelera”
Pasan los créditos del programa y como un extra vemos la entrega del premio al mejor cagador de bandas de los FMA:
-Ladies and genteleman, be heartlessly welcome – exclamaba Marco Hietala vestido de cirquero (o de Norther King), provocandole un orgasmo a un impecablemente arreglado Juha Kylmanen - to Finnish Metal Awards, and what a show we have for you tonight! Culeros de mierda – la frase de Shaaagrath habia hecho furor en tuiter – que tenían una banda perfecta y la arruinaron. They just screwed up with no reason. Los nominados de esta edición son: Kristian Ranta – abucheo generalizado – por arruinar Norther.
Proyectan un video en la pantalla gigante tras Marco de la época dorada de la mejor banda de death melodic que ha existido, con su cantante original y fundador Petri Lindroos, luego otra de su decadencia y finalmente el comunicado de prensa de su inesperada e injustificada muerte.
-Primero la arruinó echando a Petri – concluyó Marco, terminado el video – y luego la desintegró. Si eso no es ser el mayor culero de mierda cagador de bandas que ha existido, ni los aliens lo saben. – abucheo furioso de la multitud – El segundo nominado es mi patrón, digo, amigo y compañero de banda, Tuomas Holopainen – furioso abucheo, aunque menos que con Kristian – por arruinar Nightwish… por segunda vez.
Proyenctan un video conmemorativo de la primera época de la banda con su cantante inicial, Tarja, porque aparentemente nadie puede hablar de Nightwish sin mencionar a Tarja, aunque haya pasado casi una década de su expulsión. Luego de aquellos antecedentes proyectan escenas de la nueva época dorada con Anette, su segunda cantante, la única que había sido elegida entre miles (no tomada porque era la única salvación), poseedora de un carisma especial y de una voz versátil, única y bella como no la volverán a tener.
-Este tío primero nos hace creer que su vocalista es la mejor del mundo y luego nos vende la idea de que no, dijo su mama que siempre no. Encima hipoteco mi casa para pagar su película. En fin, culeros cagadores de bandas los dos, pero solo uno se lleva el premio al mayor de los ojetes. ¡Felicidades Kristian Ranta! – anuncio con tono sarcástico.
En medio de un abucheo fenomenal un ser dotado de tal corpulencia que se veía mas ancho que alto avanzo al estrado. Todos los que alcanzaron cupcake de margarita de fresa (el trago favorito del culero) estaban con el cupcake en ristre. Sin embargo, el que tomo el micrófono no era “Kride”
-Buenas noches, soy Aleksi Shivonen, esclavo digo amigo de Kristian, quien no pudo venir esta noche por estar ocupado haciéndose rico con su empresa medica. Les manda un mensaje. – alzo la tablet que llevaba y puso a reproducir un video que mostraba a una especie de nerd gafapastas (por las gafas de pasta y el pañuelo y la corbata con estampado a juego) con fashionista (por el tono rubio mango chupado del pelo ni corto ni largo que llevaba peinado en un estilo femenino), que se aclaraba la garganta, y en tono bajo de pasivo agresivo consumado decía:
“Hasta creen que iba a ir por su puñetero premio, pueden metérselo por el culo!”
E hizo la seña del dedo medio. Una tormenta de cupcakes mordidos cayó sobre tablet y portador mientras la canción Master passion greed sonaba.
Y como aquel premio era el último nadie se preocupo de desenterrar al lacayo del culero de mierda mas ojete de Finlandia de su tumba de cupcakes.