-¿Estas seguro?- preguntó KyuHyun. Le sorprendía lo que MinHo acababa de confesarle, para ser sinceros jamás se lo imagino.
-Si- mintió. No estaba seguro, aun no.
La relación con TaeMin no estaba marchando por el mejor camino, las peleas eran diarias y después de estar con KiBum simplemente no podía regresar a su casa, abrazar a TaeMin y mentirle sobre lo mucho que lo amaba.
Quería terminar con todo, dejar de lastimar a TaeMin, dejar de hacerle pensar que lo quería y que ellos tenían un futuro. Quería que TaeMin pudiera ser feliz con otra persona, que tuviera a alguien que en verdad lo quisiera.
Quería hacer todo eso, quería dejarlo ir, pero a la vez no podía imaginarse su rostro bañando en lágrimas cuando lo hiciera. No podía evitar imaginarse a la madre de TaeMin y la sonrisa, que era idéntica a la de su hijo, cuando le dijo que cuidaría de él y que lo querría como a nadie más.
La imagen de la madre de TaeMin y de su madre, aparecía ante él. Las sonrisas de las mujeres y de cómo le pedían que cuidara del pequeño TaeMin, no lo dejaban dormir. Para su madre TaeMin era la pareja perfecta, siempre al pendiente de MinHo y sus necesidades. Ella creía que TaeMin seria el chico adecuado cuando el cual MinHo debería pasar su vida.
Y MinHo lo creyó, antes creía que era TaeMin con el que compartiría su vida, pero ahora estaba seguro que no seria así. Porque ahora estaba otra persona, porque ahora solo un nombre existía en sus pensamientos, porque ahora una persona le hacia sentir tan confundido.
-¿Por qué ahora? ¿Por qué después de tanto tiempo?- se encogió de hombros, sin saber que responder.
-No lo sé- o tal vez si lo sabia, solo que no estaba del todo seguro que fuera así, solo que aun no podía aceptar lo que pasaba.
Lo de TaeMin y él no tenía arreglo, no lo tenía porque ya no lo quería, al menos no como antes. Ahora que quería terminar con él, ahora que pensaba que había hecho con su vida, se daba cuenta que tal vez, lo de TaeMin y él empezó muy rápido, que tal vez confundió el amor con cariño, que tal vez apresuro las cosas con él.
-¿Te enamoraste de él? ¿Es por KiBum?- negó con la cabeza- ¿Entonces?-
No era porque estuviera enamorado de KiBum. ¡No lo era! No, porque no lo estaba. Porque lo que tenia con KiBum no era mas que un juego, mas que aventura. A pesar de ser amigos, MinHo sabia que ambos estaban consientes de lo que tenían jamás saldría de ese departamento.
Porque aun si estaba enamorado, lo de ellos simplemente no podía ser. Tendrían cientos de personas dándoles la espalda, personas viéndolos mal, personas que se opondrían. Porque lo de ellos seria incorrecto.
-No estoy enamorado- confesó- es solo que no puedo seguir así, no puedo seguir mintiendo, pero… no puedo hacerle eso a TaeMin, no podre ver a mi madre después- paso una mano por sus cabellos desordenándolos, frustrado, con ganas de gritar- es que no se que voy hacer, hyung-
No lo sabía, después de pensar y pensar, aun no estaba decidido, sabía lo que quería, pero lo que él quería, traería muchas consecuencias, muchas decepciones. Porque terminar con TaeMin, sentía que no solo lo involucraba a ellos dos.
MinHo no quería decepcionar a nadie, aunque eso ya lo había hecho. Cuando TaeMin se enterara de la verdad se lo diría a todos. Porque cuando todos enteren de la separación, toda la culpa recaería en él, y MinHo no estaba seguro de que hacer con todo eso.
-Y porque no intentas, iniciar de nuevo. Tratar de salvar esa relación- dijo- sin mentiras, sin KiBum-
Sin KiBum y sin mentiras. Y si hacia eso ¿No se estaría mintiendo a él mismo? Lo haría. No quería a TaeMin y lo suyo estaba mas que terminado. Sin KiBum, era lo que lo afectaba, ¿Sin él que haría? Si tuvo miedo de perderlo cuando DongWoon anuncio su viaje a Japón, perderlo de esa manera lo asustaba aun mas.
-Porque lo nuestro no tiene arreglo-
-MinHo, no te parece egoísta tener a TaeMin a tu lado. Si no lo quieres, se honesto y déjalo ir- aconsejó- no estoy de acuerdo en lo que haces con KiBum, y si no es por él que lo haces, aun así deberías decirle todo a TaeMin. Si es lo que tú quieres, si sientes que ya nada tiene arreglo, pues termínalo. Y por los demás no lo pienses, es tu mamá, pero debe entender que no lo quieres. Y por TaeMin es obvio que lo lastimaras, pero antes de lastimarlo aun más, se honesto-
KyuHyun sabia que es lo que MinHo temía y pensaba de esa situación. Conocía a los padres del chico y los de TaeMin. Tenia miedo a lo que ellos dirían y pensarían, tal vez la decepción que se llevarían, pero antes de lastimarse aun mas, KyuHyun pensaba que era mejor dejar esa relación que solo los estaba deteniendo a ambos.
KyuHyun también pensaba que la decisión fue por KiBum. Pensaba que ahora MinHo no fuera capaz de ver lo mucho que lo necesitaba, pero cuando el momento llegara, cuando MinHo dejara esa relación, cuando deje de pensar en los demás y solo en él, se daría cuenta que es lo que en verdad sentía por KiBum.
Y aunque no estaría nunca de acuerdo en lo que hizo, sabia que las personas comenten errores y que hasta él los había cometido, claro que no hasta el punto en que Choi lo hizo. Solo esperaba que Choi no se de cuenta de la cosas muy tarde.
-¿No debería de importarme los demás? ¿Debería lastimar a TaeMin?-
-Lo lastimas mas mintiéndole, haciéndole creer que lo amas- asintió, escuchándolo atentamente- aun así MinHo, tu eres el que tiene la última palabra, solo tu sabrás que hacer-
Si, él tenia la ultima palabra, si, solo él sabría que es correcto y que no. Y MinHo sabia que esa noche, tenía mucho para pensar.
MinHo tuvo que morderse el labio, para no gritar ante la escena que estaba presenciando. KiBum casi corrió a los brazos de WooHyun, y este lo recibió con una enorme sonrisa plasmada en su rostro.
Por un momento pensó en dar la vuelta y marcharse del lugar, pero después recordó el rostro de KiBum pidiéndole que lo acompañara, el puchero que sus labios formaron y como se tiro a sus brazos cuando él le dijo que lo acompañaría. Además que para que ocultar los celos que sentía al verlos juntos.
MinHo pensaba que se había librado de él, cuando inesperadamente DongWoon viajo a China para instalarse ahí. Por casi tres años KiBum y él dejaron de verlo, pero ahora estaba ahí y según por lo que KiBum le contaba, pensaba seriamente regresar a Seúl.
-MinHo- escuchó que lo llamaron, fingió una sonrisa y se acerco a ellos para saludar a su “amigo”.
Fue incomodo y MinHo aun lo sentía así. Lo que Choi pensó que seria una hora con WooHyun se había convertido en tres. El chico no paraba de hablar sobre lo que hacia en China, sobre sus ex-parejas y sobre cuanto había extrañado a KiBum.
Choi quería irse, dejar de escuchar la molesta voz del castaño, pero de solo pensar en dejar a KiBum solo con él, con más oportunidades para que le robe su atención, le molestaba y no le daría esa oportunidad a WooHyun.
KiBum lo veía por momentos, y le dedicaba una hermosa sonrisa. Sabia que Choi no estaba muy a gusto con la compañía de su amigo, pero en verdad quería que WooHyun y él tuvieran una buena relación, después de todo los dos eran de sus amigos más importantes.
Asentía cuando le preguntaban por algo y ocasionalmente hablaba sobre su trabajo y lo que hacia. Sabia que lo ultimo que quería saber WooHyun era sobre su vida, este nada mas estaba atento a lo que el rubio decía, las preguntas solo eran para KiBum y por momentos tomaba las manos del rubio.
Seguía siendo un acosador, al menos para MinHo aun era así.
-¿Dónde quedo el KiBum, que quería marcharse de Seúl?- preguntó, cuando KiBum le hablo sobre su trabajo.
KiBum bajó la mirada. Cuando la universidad comenzó, KiBum siempre decía que un día se marcharía de Seúl, que se instalaría en una país extraño y entonces se convertiría en un diseñador reconocido.
Pero las cosas cambiaron, personas llegaron a su vida, personas se volvieron demasiado importantes y el sueño quedo atrás, y se conformo con algo pequeño, con trabajar para alguna compañía.
-Las personas cambian- MinHo escuchaba atentamente a KiBum, también sabia de su sueño, de lo que deseaba, pero no sabia el porque dejo atrás eso.
Choi creía que tal vez era por DongWoon, o porque KiBum dejo el sueño atrás, porque algo mas importante llego.
-¿Enserio?- WooHyun tomo las manos de KiBum entre las suyas- no cuando se trata de en sueño, KiBum- sonrió, apretando suavemente su mano.
-Si KiBum cambio de parecer, por algo será- se atrevió a hablar Choi. KiBum subió la mirada encontrándose con esos grandes ojos. Si MinHo supiera que una de las razones por la cual no se fue era él, tal vez no diría lo mismo- tal vez aquí este algo mas importante para él-
Y si que había algo importante para él y ahora con las palabras de WooHyun se sentía un poco tonto. Tonto, por creer ilusamente que tal vez algún día, el pudiera ser feliz con MinHo. Tonto, porque sabía que eso no pasaría.
Esperarlo no tenia sentido, él tenia a TaeMin. Quedarse ahí sufriendo, no estaba bien. Y ahora después de unos años, pensaba que lo mejor hubiera sido marcharse de Seúl como siempre quiso. Tomo entre sus manos la taza de café, observando el líquido oscuro, como justo sentía en esos momentos su vida.
-Escúchame bien, KiBum- lo miro, con una pequeña sonrisa- nadie, absolutamente nadie, debe detenerte de tus sueños- dijo, mirando esta vez a Choi- nada, ni nadie debería retenerte. Es tu sueño, KiBum-
KiBum asintió, con una sonrisa. Pensando que WooHyun tenía razón. Estaba perdiendo mucho y ganando nada. Estaba sufriendo por alguien a quien no le importaba en lo absoluto. Entonces, si WooHyun tenía razón, él debería marcharse.
Marcharse y dejar todo atrás.
Los besos bajaron por el cuello del rubio. Las manos de MinHo acariciaron suavemente la diminuta cintura, escuchando los jadeos del otro. Se sentía tan bien, pero debían parar.
-MinHo, espera- KiBum lo tomó por los hombros obligándolo a mirarlo- es tarde… prometiste a TaeMin, regresar temprano- asintió, suspirando.
MinHo dejo caer su cuerpo sobe el del rubio. Escondió su rostro en el cuello de KiBum, inhalando ese delicioso aroma que desprendía. KiBum podía sentir la cálida respiración del otro chocar contra su cuello, sintiendo como si miles de mariposas revolotearan dentro de él.
Sonrió, dudando si enredar sus dedos en el cabello de MinHo. Aunque el día anterior pensaba en marcharse y dejar todo atrás, ahora en esos momentos, con MinHo recostado sobre de él, no podía imaginarse la idea no verlo y no abrazarlo.
Aunque fuera así, aun debajo de esos limites, aunque nunca lo pudiera tener por completo. Y sabia que pensar así estaba mal, que no era sano, y aun así estaba consiente que lo mejor era irse.
MinHo dejo un corto beso en el cuello, se incorporo extendiéndole la mano a KiBum para ayudarlo a levantarse. Entrelazo sus manos, inconsciente, y lo obligo a caminar hacia la cocina. No sabia porque, pero tenia ganas de estar con KiBum y preparar algo de comida con él.
Era extraño para KiBum, si él le decía que era tarde MinHo no tardaba en tomar su ropa e irse a su casa, y él tenia que desayunar solo. Pero ese día no, parecía como si MinHo no tuviera intenciones de regresar a su casa.
Y ahí se encontraban los dos en la cocina de ese departamento, que pocas veces era utilizada. Después que MinHo fuera a comprar algunas cosas al supermercado más cercano. KiBum no podía quitar esa enorme sonrisa en su rostro, porque aun si para MinHo no fuera importante, para él si lo era.
-No sabia que sabias cocinar- dijo, viendo a MinHo moverse por toda la cocina.
-Que no lo haga, no quiere decir que no se como hacerlo- subió la mirada, regalándole una hermosa sonrisa a KiBum.
Tampoco era como si fuera todo un chef, pero algo sabia hacer. Hacer panqueques no era tan difícil, era uno de sus desayunos favoritos cuando estaba fuera del país y hoy quería cocinarlos con el rubio.
Mientras que MinHo preparaba la mezcla, KiBum picaba algunas frutas. MinHo lo observo sonriendo, algo que su abuela siempre le decía paso por su mente y se pregunto si seria cierto.
-Mi abuela, siempre me decía algo- comenzó MinHo, llamando la atención del rubio- ella siempre decía, que si cocinaba con esa persona especial es que era amor- MinHo tenia un brillo peculiar en los ojos, y no sabia porque, pero se imagino una vida con KiBum- recuerdo que decía, que habías encontrado al amor de tu vida-
Nunca tomo en cuenta esas palabras, pensó que eran cosas de personas mayores que creían en enamorarse una sola vez. Pero ahora ahí con KiBum, pensaba que tal vez su abuela, podría tener razón.
El corazón del rubio latía frenéticamente, porque aunque esas palabras no estaban dirigidas hacia él, aunque el no fuera esa persona especial, él se sentía bien escuchándolas. Su felicidad duro poco, cuando recordó a TaeMin y todas esas veces que debió hacer cocinado con él.
-¿Encontraste al amor de tu vida? Me imagino que has cocinado cientos de veces con TaeMin- MinHo rió suavemente, sin saber si esos eran exactamente celos. Pero para ser sinceros, no creía que lo fueran.
-¿Quién dijo que TaeMin era el amor de mi vida?-
Jamás había cocinado con TaeMin. Podía contar con una mano las cosas que hacia en compañía del menor. MinHo sabia que los dos eran diferentes y se daba cuenta que le gustaba mas estar en compañía de KiBum que en compañía de su pareja.
La mirada de Choi se desvió hacia los labios acorazados de KiBum, tan llamativos como siempre. Sintió el impulso de besarlo, hasta quedarse sin aire, y lo hizo, se acerco lentamente a él. Sonrió antes de tomar el rostro bonito entre sus manos, y lo beso, suave, lento y dulce.
Y aunque para KiBum aun tenia ese sabor a no es correcto, en esos momentos, cuando sus manos se enredaron en el cuello del alto y este lo acerco mas a él, en ese momento que la manos de Choi bajaron de su rostro hacia su cintura y comenzó a acariciar sus costados, sin ninguna otra intención, en ese momento, tenia sabor dulce.
WooHyun sonrió cuando vio a KiBum entrar a la cafetería. Tan hermoso como siempre. KiBum se acerco a él, disculpándose por el retardo. Tomo asiento enfrente de él y minutos después ordenaron.
-¿Y bien?- pregunto KiBum.
WooHyun lo observo en silencio unos segundos y supo que era lo correcto. Si bien el regresó para instalarse de nuevo en Seúl, pensaba que eso podía esperar, ahora había otra cosa más importante que tenia en mente.
-KiBum, tengo una propuesta para ti-