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Forbidden por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Actualizo ahora súper rápido, que por la tarde no tendré tiempo.

 

A leer! 

MinHo no pudo dormir esa noche. KiBum lloró casi toda la noche. MinHo solo pudo abrazarlo, dejando que llorara sobre él. Por momentos le susurraba que todo estaría bien, aun sin saber que era lo que había pasado para que él estuviera así.  

 

KiBum no hablo en toda la noche, solo se limito a llorar y desahogarse. Cuando al fin pudo dormirse el reloj marcaba las dos. Choi, aun así no quiso moverse de donde estaba, abrazo aun más fuerte al rubio, mientras que su mano bajaba y subía por su espalda.

 

La posición era incomoda, pero no importaba si era KiBum el que estaba entre sus brazos. No quiso cerrar los ojos, por temor a dormirse, no quería que KiBum llorara y él no estuviera despierto para abrazarlo.

 

Estaba demasiado preocupado por él, odiaba ver a KiBum llorar, su pecho se oprimía al solo recordar el rostro bonito bañado en lagrimas. No tenia ni la menor idea de porque KiBum se encontraba en ese estado, no recordaba haberlo visto nunca de esa manera.

 

Se preguntaba si tenía que ver con el trabajo, o tal vez con DongWoon, cualquiera que fuera la razón, no se podría enterar hasta que KiBum se lo dijera. Tenía tantas preguntas para él, quería saber que era lo que había pasado con él.

 

Bajó la mirada encontrándose con un KiBum aun dormido, aun podía percibir el rastro de las lágrimas, pero se veía un poco mas calmado. Podía sentir la respiración calmada del otro, chocando contra su cuello, causándole cosquillas y una extraña sensación en el estomago. KiBum aun dormido, mantenía el agarre en la ropa del alto, y lejos de que le molestara, a MinHo se le hacia muy lindo, porque lo imaginaba como aun niño pequeño a quien cuidar.

 

Una sonrisa se instalo en su rostro al verlo. Dormido, calmado, con sus labios acorazonados en un inconsciente, pero tierno puchero, que sin duda lo invitaban a besarlo. Rozo suavemente sus labios con los del otro, tratando de no despertarlo.

 

Cerró los ojos, tratando de descansar aunque sea solo unos minutos, su mano aun seguía en la cintura del rubio, abrazándolo posesivamente. Lo sintió removerse y abrió los ojos rápidamente, encontrándose con la mirada del otro sobre él. 

 

KiBum parpadeo un par de veces, recordando la noche anterior. Lo último que recordaba era haber llamado a MinHo y después de eso abrazarlo, pensó que seguramente se quedo dormido horas después, pero era todo lo que venia a su memoria.

 

-¿Estas mejor?- preguntó MinHo. Asintió, deshaciendo el abrazo. Se sentó, apoyándose en el respaldo de la cama, Choi lo imito, entrelazando sus manos, queriendo sentir de nuevo la calidez que solo KiBum podía darle- ¿Me dirás que pasó?-

 

KiBum mordió su labio, dudando en decirle o no. La verdad ni siquiera sabía a que se debía todas las lágrimas que derramó. Cuando comenzó a llorar era porque había terminado con DongWoon, porque todas las palabras que le dijo lo lastimaron. Después de eso su llanto de tristeza se transformo en uno de decepción. Decepción de él, de su vida, de todo lo que había hecho y lo que no. 

 

KiBum jamás se imagino que su vida terminaría así. Antes pensaba que a esa edad, él estaría con una persona que amara y que su mayor sueño, estaría cumplido, pero no, no fue como él lo imagino.

 

Tal vez lo de ser un diseñador recocido quedo atrás cuando comenzó a trabajar, su sueño no le importaba ahora, pensaba que las cosas pasaban por algo, lo que le decepcionaba era el rumbo que su vida personal tomo.

 

Jamás se imagino terminar con MinHo de esa forma, enamorarse de él y saber que jamás podrían estar juntos. No se sentía bien ser el otro, el amante, el infiel. No lo sentía bien y estaba completamente decepcionado de él mismo.

 

Y no podía culpar a nadie, no podía culpar a MinHo, él estaba consiente que era el único culpable. Si su vida tomo ese rumbo fue porque él así lo quiso, y le molestaba la debilidad que mostro al no poder parar.

 

Porque no podía parar, no podía dejar de ver a MinHo, porque lo necesitaba, porque necesitaba sus besos y sus caricias, necesitaba ese “te quiero” y porque creía que tal vez, MinHo lo llegara a querer de la forma en que él lo hacia.  

 

-DongWoon y yo… nos separamos-

 

La boca de Choi formo una perfecta “o”, en verdad estaba sorprendido con esa noticia. Y no sabia porque, pero le molesto que las lagrimas de KiBum se debieran a DongWoon. Le molesto que KiBum estuviera así, por él, por DongWoon.

 

Para KiBum fue fácil mentir, de todas formas no le podía decir a MinHo todo lo que en realidad sentía, porque eso significaba confesarle sus sentimientos y para eso no estaba preparado y creía que tal vez, nunca lo estaría. 

 

-¿Y estas triste por eso?-

 

-Solo un poco- confesó- creo que era algo inevitable-

 

MinHo estaba aun más confundido. Él creía que la relación de KiBum con DongWoon no tenia problemas, que era una relación inquebrantable, pero ahora se daba cuenta que no sabia muchas cosas sobre él. 

 

-¿Aun lo quieres?- MinHo tenia miedo a esa respuesta y desconocía la razón.

 

-Claro que si-

 

Suspiró con pesadez, por supuesto que lo quería, DongWoon siempre seria importante para él, aunque lo tratara de esa forma, aun después de las palabras que le dijo, KiBum lo quería y siempre lo haría. 

 

-No estés triste- acaricio con su pulgar la mano del rubio- se dará cuenta de lo que perdió, y entonces se arrepentirá-

 

Y aunque le molestara que KiBum este triste por él, tenia que decirle esas palabras. KiBum era una magnifica persona y si DongWoon no se daba cuenta de lo que perdió es que era un tonto, porque jamás habría otra persona como KiBum.

 

KiBum sonrió con tristeza. MinHo creía que fue DongWoon el que termino la relación y no podía estar más equivocado.

 

-DongWoon no termino la relación… fui yo-

 

Los ojos de MinHo se abrieron en sorpresa, eso si que no se lo esperaba. ¿Por qué KiBum termino su relación? Si decía que lo quería, no entendía porque termino con DongWoon.

 

-¿Él te hizo algo?- negó rápidamente con la cabeza, era todo lo contrario, él fue el que le hizo a DongWoon.   

 

-No-

 

-Entonces, no entiendo- confesó, regalándole una tímida sonrisa.

 

-Ya te dije, era algo inevitable-

 

Se encogió de hombros, creyendo en lo que KiBum le decía. Era extraño tener esa conversación y no presionaría a KiBum para que le contara, cuando KiBum estuviera dispuesto a contarlo, él estaría ahí para escucharlo.

 

Tomo el rostro bonito entre sus manos, sonriéndole con ternura. Si DongWoon y él terminaron, era porque así debía ser, y tal vez, era lo mejor para ellos.

 

-No estés triste ¿Bien?- asintió. MinHo dejo con corto beso en sus labios- todo estará bien- 

 

Porque MinHo creía que todo estaría bien y mientras eso pasaba él estaría ahí con KiBum, apoyándolo y cuidando de él.

 

 

 

 

 

 

MinHo se detuvo en la puerta, contemplándola con un poco de temor. Sabía que cuando entrara a la casa, lo esperaría un gran problema. TaeMin seguramente le reclamaría, y tal vez hasta su madre ya estaba enterada del problema.

 

Abrió la puerta y caminó hasta la sala, todo estaba en completo silencio. Subió las escaleras, pensando que TaeMin se encontraría en la habitación. Pero tampoco estaba ahí, así que se dirigió a la cocina, seguramente estaría ahí.

 

-¿TaeMin?- se asomó, encontrándose con su madre. La mujer sostenía una taza, impecablemente vestida de azul y mirando a su hijo con el ceño fruncido. MinHo sabia que estaba en problemas.

 

-No esta, salió. Tuve que convencerlo para que saliera con alguno de sus amigos, tenia que distraerse- la mujer comenzó a caminar y MinHo sabía que tenía que seguirla.

 

Llego a la sala, dejando olvidada la taza en la mesa de centro. MinHo se detuvo, observándola de lejos.

 

-Toma asiento, MinHo- suspiró y tomo asiento en el sofá, enfrente de ella- TaeMin estaba muy decepcionado, el pobre lloró toda la noche- y aunque la mujer, no presencio al acto, lo supo al ver los ojos rojos del chico por la mañana.

 

-Lo siento- murmuró, bajando la mirada- es solo que… tenia cosas que hacer-

 

Si su madre supiera las cosas importantes que tuvo que hacer, seguramente lo negaría como hijo. Sabia cuanto amaba la mujer a TaeMin, ella lo veía como otro hijo, al cual debía cuidar. No quería ni pensar que haría o diría su madre si se enterara que le era infiel al menor.

 

-Es lo que siempre decía tu padre. MinHo, tu sabes perfectamente porque nuestro matrimonio termino, ¿Quieres que pase lo mismo con tu relación? ¿Quieres que termine acaso?-

 

-No- ¡Si! Y era lo que estaba apunto de hacer, antes que la mujer llegara de visita.

 

Y aunque quería decirle a su madre, que terminaría con TaeMin, no podía hacerlo. No podía imaginarse los reclamos que escucharía por solo pensar en acabar esa relación. Podía imaginar hasta una amenaza por parte de la mujer.

 

-Tu trabajo no puede ser mas importante que TaeMin, ¿Quiere que se canse de ti y te deje?-

 

Si. Eso sin duda le facilitaría las cosas, si TaeMin fuera el que decidiera terminar la relación, las cosas sin duda serian muy diferentes.

 

-Mamá-

 

-Hablare con tu padre, le diré que no puede tenerte todo el día en la oficina…-

 

-¡No!- interrumpió- no le digas nada-

Eso no podía suceder, si la mujer hablara con él, se descubrirían muchas cosas, que MinHo tenia miedo, salieran a la luz. Descubrirían que no trabajaba hasta tarde y las preguntas comenzarían a llegar.

 

-MinHo, no puede seguir así…-

 

-Mamá, no le digas nada, yo ya hable con él, solo serán unos días, y prometo no llegar tarde a casa. Es solamente mientras se termina un proyecto, después podre ser libre unos días- mintió.

 

La mujer lo miró no muy convencida, asintió minutos después, creyéndole completamente a su hijo.

 

-Está bien, tienes que hacerlo MinHo. No dejes que el trabajo te absorba-

 

MinHo en esos momentos agradecía que sus padres estuvieran separados y que la mujer viajara por todo el mundo, por tiempos indefinidos. Llevo una mano a sus cabellos, despeinándolos. Estaba cansado y quería dormir unas horas, antes de que TaeMin llegara y comenzara una- segura- pelea.

 

-Si, mamá. Llegare temprano a casa, dejare de trabajar hasta tarde ¿Bien?-

 

La mujer se incorporo solo para tomar asiento a lado de MinHo. Acaricio la mejilla con dulzura para después darle un rápido abrazo.

 

-Debes hacerlo, MinHo. Si sigues así, podrás perder a TaeMin, estaría muy decepcionada si eso llegara a pasar-

 

Cerró los ojos y las imágenes de su madre y la de TaeMin juntas, vinieron a su mente. Las palabras, las sonrisas, la confianza de la mujer. Odiaba recordar ese día, odiaba recordar a la mujer. Lo odiaba porque lo hacia sentir mal, porque sentía que si lo recordaba no podía terminar nunca con TaeMin.

 

Las palabras de su madre, no ayudaban. Ella siempre le recordaba a TaeMin, lo maravilloso que era el menor, lo afortunado que era en tenerlo. Ella siempre le decía lo decepcionada que estaría si lo llegara a dejar, lo mal que se sentiría si él hacia sufrir a TaeMin, a veces MinHo creía que la mujer quería mas a TaeMin que a él.

 

La mujer sabía manipularlo, siempre lo escucho de su padre, siempre era así. Y no es que la mujer fuera mala madre, no lo era, siempre fue cariñosa, pero ella siempre quería que se hiciera su voluntad y MinHo casi siempre lo hacia. Siempre era lo que ella quería.

 

Y MinHo ya no quería hacerlo, no quería seguir siendo manipulado, pero no podía decepcionarla, porque ella siempre le dijo que estaría mal si lo hiciera. No quería escuchar sus reclamos, no quería escuchar las palabras si la llegara a decepcionar.

 

-No decepcionarías a tu madre ¿Cierto?-

 

-No-

 

No lo haría.

 

 

 

 

 

 

MinHo estaba de buen humor esa mañana, que hasta se despertó antes que KiBum para prepararle el desayuno. Su madre se había marchado semanas atrás, recordándole como siempre las palabras que no quería escuchar, pero evitaba pensar en eso. 

 

Las semanas que su madre se quedo con ellos, llego temprano a casa y llegaba a dormir todos los días, como prometió. Pero eso no quería decir que no se encontrara con KiBum, lo hacia, pero esas ultimas semanas dejo el deseo atrás y se dedico a estar con KiBum como amigo.

 

Después de que se enterara de la separación de KiBum con DongWoon, simplemente se encontraba con él como amigos, hasta la noche anterior, donde no lo pudo soportar más y lo acorralo contra la puerta, devorando su boca, y sin dejar pasar la oportunidad de hacerlo suyo toda la noche.

 

No sabia si su buen humor era porque su madre se había marchado, o por haber pasado la noche con KiBum, aunque estaba casi seguro que era lo segundo. Porque si, había extrañado a KiBum de todas las formas posibles, sobre todo abrazarlo.

 

-¿Por qué tan feliz?- para KiBum no paso desapercibida la gran sonrisa en el rostro del alto. Era extraño verlo así, tan sonriente, pero él tampoco podía evitar sonreír, al ver esa hermosa sonrisa.  

 

Porque aunque sonara extraño KiBum era feliz si MinHo lo era, aunque su felicidad dependiera de otra persona y no de él como soñaba.

 

¿Por qué tan feliz? La pregunta resonó en sus oídos. Observó a KiBum, esperando su respuesta, se veía tan hermoso sonriendo.

 

Era feliz porque KiBum estaba ahí desayunando a su lado, porque su sonrisa era hermosa, porque había extrañado sus besos y la noche anterior pudo sentir los dulces labios otra vez, porque extraño abrazarlo y la noche anterior lo pudo hacer toda la noche, porque extraño tenerlo entre sus brazos y la noche anterior no lo dejo ir. Porque estaba ahí con él.

 

-Porque estoy contigo- y entonces lo besó, dulce y suave, mordiendo ligeramente el labio inferior y sonriendo cuando escucho al otro jadear.

 

Y cuando se separaron y KiBum le regaló una hermosa sonrisa, MinHo se dio cuenta que tenia problemas.

 

 Comenzaba a rebasar los límites impuestos.

 

 

Notas finales:

Listo el capitulo 8.

 

 

 

¡Nos leemos el martes!


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