MinHo caminó hacia KiBum, frunció el ceño al ver a WooHyun con él, ¿Por qué siempre tenia que estar WooHyun? ¿Acaso no podía dejar de acosarlo? Movió la cabeza, ignorando el hecho de que estuviera ahí, en ese momento lo único que importaba era hablar con KiBum.
-Tenemos que hablar- dijo, mirando a KiBum.
El rubio lo observó confundido, ¿Por qué MinHo estaba ahí? ¿Qué tenían que hablar? mordió su labio inferior, incapaz de hablar. Estaba nervioso, tenía días sin ver a MinHo y ahora estaba ahí, pidiéndole que hablaran.
-KiBum- hablo esta vez WooHyun- tenemos que irnos-
MinHo suspiró, tomando a KiBum de la muñeca, sin importarle lo que WooHyun había dicho. WooHyun frunció el ceño, no me permitiría que MinHo tuviera la oportunidad de hablar con él. Sabía que KiBum no estaba del todo feliz con tenerlo ahí, y no permitiría que MinHo lo hiciera sufrir aun más.
-Solo un momento, por favor- pidió MinHo, bajando la voz para que solo KiBum pudiera escucharlo.
KiBum dudo un momento, no se sentía preparado para hablar de nuevo con él, además que le diría, ¿Qué debían hablar? MinHo dejo en claro todo la última vez que se vieron y estaba más que claro que, todo entre ellos había llegado a su fin.
-¿KiBum?- WooHyun estaba impaciente, y quería marcharse cuanto antes de ahí.
KiBum intercalaba la vista entre las dos personas, no sabia exactamente a quien elegir. WooHyun lo observaba, esperando a que dejara a MinHo y se marchara de nuevo, pero KiBum se dio cuenta de la desesperación en los ojos de Choi y suspiró conociendo la respuesta.
-Solo un momento- le dijo a MinHo, antes de regresar la mirada a WooHyun- ahora regreso- WooHyun asintió, controlando las ganas que tenia de gritar.
KiBum caminó con MinHo, alejándose unos metros de WooHyun. Si MinHo quería hablar con él, KiBum trataría de que fuera lo más rápido posible. No quería perder más tiempo para llegar a casa de su abuela.
Cuando MinHo vio que estaban lo suficiente alejados de WooHyun, deshizo el agarre en la muñeca de KiBum y se coloco enfrente de él, mirándolo directamente a los ojos.
-No te vayas- pidió, con toda la sinceridad que sus palabras pudieran tener. MinHo estaba dispuesto a rogarle que no se marche, porque no sabia que haría sin él.
-¿Qué?- KiBum abrió sus pequeños ojos en sorpresa.
No podía negar que esas simples palabras hicieron que su corazón latiera frenéticamente. Era como esas escenas de películas románticas, que tanto se imagino vivir. Era MinHo él que se las decía y aunque eso lo hiciera sentirse como un niño enamorado, no entendía el porque de las palabras de Choi.
-No quiero que te marches, quiero tenerte a mi lado- confesó- regresemos a lo que teníamos, no quiero perderte-
Y todo lo mágico del momento murió. MinHo estaba ahí para pedirle que no se vaya y que regresaran a lo de antes. Ocultarse, ser infieles, mentirosos. Y KiBum ya no podía con eso, ya no quería seguir viviendo de esa manera, y le dolió que MinHo solo lo quisiera para eso, sin amor, sin cariño, ni siquiera recuperar su amistad.
-¿Regresar a lo que teníamos?- preguntó, con voz dolida y triste.
MinHo se dio cuenta de sus palabras y se regaño mentalmente por haber sido tan tonto.
-KiBum, no me refería a eso- el rubio enarco una ceja.
Se sintió tan tonto al pensar siquiera que MinHo pudiera quererlo como él lo hacia. Tan, tan tonto. ¿Cómo pudo pensarlo? Estaba claro que MinHo solo lo quería para eso y nada más.
-¿Regresar a lo que teníamos? ¿Cómo puedes preguntarme eso?-
MinHo pudo ver el enojo en los pequeños ojos de KiBum, lo conocía también que sabía que en esos momentos, se estaba controlando para no gritarle quien sabe que tantas cosas.
-No me refiero a eso. KiBum, eso no es lo que quiero-
-¿Y que es lo que quieres? MinHo, ni siquiera sabes lo que quieres- dijo, esta vez sin ocultar su enojo. Su mirada era seria y fría, que MinHo no pudo evitar sentir tristeza, era la primera vez que KiBum lo veía de esa manera.
-Te quiero a ti- las palabras salieron por si solas, sin la necesidad de tener que pensar una respuesta. Era así, quería a KiBum y es por eso que estaba ahí.
Y de nuevo con esas palabras que decían lo que siempre había querido escuchar, KiBum sintió sus piernas temblar y estaba seguro que el latido de su corazón se podía escuchar a kilómetros de distancia.
-¿Me quieres a mí?- MinHo asintió- ¿Estarías dispuesto a dejar a TaeMin?- esa era la pregunta a la cual KiBum ansiaba su repuesta. Esa sin duda era una pregunta importante, una que le diría cuanto es que MinHo lo quería, si es que era verdad.
-Yo…-
KiBum sabia que ese momento era demasiado, que no podía ser cierto. El momento había durado tanto, la película soñada, le mostraba la realidad. MinHo no lo quería, él no estaba dispuesto a dejar a TaeMin.
-No puedes hacerlo ¿Cierto?- la primera lagrima resbalo por la mejilla de KiBum y MinHo, de nuevo se sentía la peor persona del mundo. Su mano viajo inconsciente hasta la mejilla del rubio, pero este lo aparto antes de que pudiera tocarlo- No- dijo, fingiendo una sonrisa- no lo hagas-
-KiBum- susurró.
-¿Esperabas un “si”? No puedo, MinHo, no puedo seguir de esa forma. No pienso ser él que tiene que verte por días y que él que te tenga completo sea TaeMin. No puedo hacer eso-
Y aunque por un tiempo pudo soportarlo, aunque por un tiempo él también hiciera lo mismo, ya no podía más. Amaba demasiado a MinHo, para solo tener una parte de él. Y lo amaba demasiado, pero no soportaría ser el otro, él que solo podía verlo por ocasiones. Él quería ser la pareja de MinHo, quería que fuera en su cama en donde durmiera, quería ser el dueño de las palabras cursis y bonitas.
-No te vayas- pidió una vez mas, sin saber que decir exactamente.
Quería a KiBum, pero aun estaba TaeMin. Y no podía hacer nada, no podía contra las palabras de KiBum, tenia que elegir a uno.
KiBum no entendía porque le pedía eso, no es como si estuviera marchando para siempre, simplemente se iba por un par de semanas. Sonrió a MinHo una última vez antes de darle la espalda y caminar hacia donde WooHyun se encontraba, pero MinHo fue mas rápido, tomo su muñeca y rápidamente lo envolvió en un abrazo.
-Te quiero a ti- repitió- te quiero a ti, KiBum-
KiBum se separo lentamente de él, negando suavemente con la cabeza. Era tan bonito pensar que era así, pero tenía que aceptar la realidad.
-Cuando te des cuenta que es lo que en verdad quieres, tal vez hablemos- dijo- ahora, me tengo que ir-
MinHo se negaba aceptar que fuera así, no podía dejar que KiBum se marchara.
-KiBum, por favor- sus ojos reflejaban suplica- ¿Cuándo regresaras? ¿Cuándo volveré a verte?- preguntó, con desesperación.
-Regresare cuando este bien-
No mentía, porque ir con su abuela lo ayudaría y estaba seguro que cuando el se desahogara con ella, regresaría mucho mejor.
MinHo observó la figura de KiBum alejarse y se quedo ahí sin hacer nada. KiBum entro al vehículo y él simplemente estaba ahí, sintiéndose impotente.
KiBum creía que no sabia que es lo que quería, pero él estaba seguro que era lo que quería, era solo que no sabia como enfrentar la realidad.
Todo era silencio en el vehículo. WooHyun mantenía la vista en el camino, observando por momentos a KiBum. Quería preguntarle a KiBum sobre lo sucedido con MinHo momentos atrás, pero prefiero callar al ver el rostro de KiBum. No sabia que era lo que MinHo le había dicho, pero al parecer no fue nada bueno.
Podía notar a kilómetros de distancia la tristeza en KiBum, y WooHyun lo único que quería hacer, era abrazar a KiBum fuertemente. Él hubiera deseado ser la persona que KiBum amaba y no entendía como es que MinHo lo rechazo de esa manera.
Después de que KiBum le contara, creía que MinHo era el mas grande de todos los tontos. Pero no podía hablar ni decir mucho, pues él nunca había estado en una situación ni siquiera parecida, así que tal vez MinHo tuvo sus razones para hacerlo.
-Estoy seguro que te sentirás mejor una vez que llegues con tu abuela- KiBum sonrió a WooHyun, y regreso su vista al camino.
Agradecía que WooHyun no hablara en todo lo que iba del camino, porque creía que en cualquier momento se quebraría y las lágrimas que había estado reteniendo escaparían ansiosas de sus ojos.
Le era bastante difícil retener el llanto, pero no quería llorar enfrente de WooHyun, no después de la confesión de este. Prefería aguantar solo un poco mas, hasta que se encontrara completamente solo.
La conversación con MinHo se repetía una y otra vez como si de una película se tratara. Todo fue tan inesperado, todo había sido como una película. Pero no era una película con final feliz, no lo era, era su realidad una de la cual desconocía su final.
Amaba demasiado a Choi y aunque mucho tiempo soporto todos esos encuentros por la misma razón, ahora ya no podía hacerlo. Ya no quería ser el otro, quería ser el único, pero MinHo de nuevo lo dejaba todo en claro. Eso jamás sucedería.
Le molestaba la confusión de MinHo, le molestaba sus palabras bonitas, sus acciones. Si no estaba seguro de que lo que sentía no entendía para que fue a buscarlo. No entendía porque le pedía una y otra vez que no se marchara. No entendía a MinHo.
-KiBum, llegamos- la voz de WooHyun, le hizo darse cuenta que justamente había llegado. ¿Cómo es que el tiempo pasó tan rápido?
KiBum tenia todo listo y solo esperaba porque el transporte que lo llevaría llegara. WooHyun se mantenía a su lado, diciéndole algo a lo cual no le prestaba atención.
-Te voy a extrañar- dijo WooHyun.
-No me voy para siempre- WooHyun rió. Era verdad no se iba para siempre, pero dos semanas era demasiado tiempo sin KiBum.
-KiBum, sobre el otro día- sonrió, tratando de calmarse- te quiero mucho y no me gusta verte sufrir. Déjame estar a tu lado, dame una oportunidad-
KiBum mordió su labio inferior, inseguro. ¿Qué debía decirle? Estaba agradecido con WooHyun, por distraerlo y hacerlo reír, pero darle una oportunidad, ser más que amigos, no estaba seguro de que responderle. No quería que pasara lo mismo que con DongWoon, esta vez quería hacer todo bien.
-No lo sé- murmuró, disculpándose con la mirada.
-No dejare que sufras, no seré como él- WooHyun se acerco al rubio, abrazándolo fuertemente y tratando de trasmitir todo ese amor que sentía- solo dame una oportunidad, KiBum, prometo no hacerte sufrir-
-WooHyun-
-Piénsalo- interrumpió, antes de que pudiera negarse- piénsalo y cuando regreses me das una respuesta-
KiBum dudo un momento, pero termino asintiendo. Sin duda en esas pequeñas vacaciones tenia mucho que pensar.
MinHo no regreso a casa con TaeMin, él único lugar al que quería ir era a su departamento, aunque le recordara a él, era el único lugar en el que quería estar. De nuevo TaeMin lo llamaba constantemente, pero estaba vez en lugar de apagar su móvil, lo llamo para decirle que no regresaría a casa.
Su cama parecía mas cómoda y cuando entraba se sentía como si estuviera en casa.
La almohada que KiBum siempre utilizaba aun tenia su aroma. Fresas y vainilla. Y MinHo lo único que pudo hacer en ese momento fue abrazar fuertemente la almohada, inhalando ese aroma tan adictivo que tanto le gustaba. Recordando cada vez que escondía su rostro en el cuello del rubio, para dejar cortos besos o simplemente porque le gustaba esa posición.
Aunque solo habían pasado unas horas desde que KiBum se fue, ya lo extrañaba y lo único que quería hacer era tenerlo en sus brazos y no dejarlo ir nunca más. MinHo estaba consiente de cuanto habían crecido sus sentimientos hacia KiBum y cuanto ahora lo necesitaba.
Quería despertarse a su lado y que fuera KiBum lo primero que sus ojos enfocaran. Quería besar esos labios acorazonados y disfrutarlos el resto de su vida, quería repartir besos por todo su rostro y que esos ojos felinos que tanto le gustaban brillaran felices.
Necesitaba ver esa sonrisa que siempre le dedicaba, tan sincera y única. Esa sonrisa que siempre venia acompañada de un pequeño beso y una risita que solo KiBum poseía. Quería que esos labios sonrieran con felicidad de nuevo para él.
Quería que los dedos de KiBum se enredaran en su cabello, jugando con ellos, mientras le contaba como había sido su día. Quería que KiBum se sentara en su regazo para perderse en esa mirada que tanto le gustaba.
Necesitaba escuchar a KiBum susurrar su nombre, sonriéndole con complicidad, mientras sus manos recorrían su cuerpo, tratándolo como su mayor tesoro. Necesitaba escuchar ese “te amo” de la boca del rubio, porque estaba vez tenia una respuesta para él.
Lo amaba.
Lo amaba y lo necesitaba, y haría todo lo posible por tenerlo de nuevo a su lado.