--Gaa…ra-- pronuncio mi nombre como si hubiera visto un espanto y la verdad es que el que parece un espanto aquí de los dos, es el. Mi imagen de el aunque lejana, está presente en mi memoria, después de todo era… es, mi mejor amigo.
--Hola Narut….-- saludándolo estaba cuando vi que empezó a correr y sin saber muy bien el porqué de esa reacción no perdí mi tiempo y salí corriendo tras el --¡ey! ¡espérame!, ¿porque corres?-- seguí gritándole para que se detuviera y como al parecer no lo iba a hacer tuve que aumentar el ritmo de mi marcha para así poder alcanzarlo, lo tome de su brazo y le di la vuelta para que me mirara, escuche un leve quejido cuando hice eso pero al ver su rostro afloje un poco el agarre de mi mano pero sin llegar a soltarlo.
--suéltame--
--¿porque estas llorando?-- le pregunte algo en shock y sin prestarle realmente atención a su pedido anterior, claro está, esto hasta que se zafó de mi de una manera brusca y sin miedo a equivocarme asustada.
--vete Gaara, vete, vete, vete por favor vete y no me mires, vete-- empezó a recitar con su respiración demasiado agitada, mientras ponía sus dos manos en su rostro tapándolo y empezando levemente a temblar, cosa que me lleno de desconcierto y estupor *¿Qué le pasa?, ¿Naruto qué es lo que te paso?*
--¿Por qué quieres que me vaya?-- le pregunte desde mi posición, no quería que saliera corriendo de nuevo además, está muy equivocado si piensa que me iré, vine a verlo, vine exclusivamente para saber de él, vine porque me hacía falta, vine porque simplemente quería estar a su lado.
--solo vete ¿sí?-- levanto su rostro y me miro con abundantes lagrimas recorriendo su pálido y delgado rostro --no quiero que me veas así, no tu-- su llanto empezó a ser un poco más sonoro y su cuerpo empezó a temblar aun mas y sin poder aguantarme más esa visión corte toda la distancia que nos separaba de dos pasos y lo abrace fuerte y sin intenciones de soltarlo. Cuando hice esa acción su cuerpo por completo se tenso e intento separarse de mí y ante eso yo solo aferre mi abrazo aun mas.
--no me iré, no me iré porque vine a verte ¿sabes? Y menos aun me iré al verte así ¿Qué te paso Naru?, ¿Por qué estas así?-- le dije mientras acariciaba su espalda suavemente intentando que se relajara y que dejara de intentar separarse de mí, cosa que conseguí, o por lo menos ya no temblaba.
--¿viniste a verme?, ¿viniste por mi?-- me pregunto en un susurro.
--claro que si-- lo separe un poco de mi para que pudiera verme a la cara y le sonreí --lo prometimos ¿o es que ya no te acuerdas?-- uní nuestras frentes y al haber aflojado mi agarre anteriormente se separo de mi tan rápido que no pude hacer nada.
--me acuerdo…-- dijo al tiempo que apretaba sus puños y pensé que me golpearía --pero te demoraste, te tardaste demasiado, han pasado cosas… y si tu hubieras estado aquí… si tu hubieras estado a mi lado… esas cosas no me habrían pasado-- deshizo sus puños y así, tan rápido como se separo de mi anteriormente me abrazo, tan fuerte que casi hace que nos caigamos pero sin pensarlo demasiado correspondí a su abrazo de igual manera y aunque parecía que él quisiera quitarme mi camisa de lo fuerte que la aferraba y casi tiraba no lo solté --te e extrañado mucho Gaara, te e extrañado como no tienes idea-- hablo contra mi pecho y sentí que lloraba de nuevo.
--yo también te e extrañado mucho, pero ya estoy aquí y no me iré, así que ¿porque no mejor vamos a tu casa y me cuentas que ha sido de tu vida?-- le dije esperando que aceptara y agradeciendo internamente el que haya cambiado un poco su actitud mientras acariciaba un poco sus cabellos, el asintió y se separo de mi empezando a caminar.
Durante todo el recorrido a su casa no perdí de vista su contextura física, está muy delgado, parece enfermo, sus ojos y cabello no tienen el brillo que antes solían tener, su piel ya no es canela, su caminar es lento y desgarbado, eso entre otras cosas note pero también estaba pensando en su actitud, ¿Por qué actuó tan renuente cuando lo abrace?, es más, el Naruto que yo conozco habría brincado encima mío apenas me hubiera visto, empezando a llenarme de preguntas y hasta me habría regañado por no haberle avisado en donde estaba, pero grande fue mi sorpresa al encontrarme con este otro Naruto, este que no se parece nada a mi amigo de la infancia.
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Sentí la mirada de Gaara en mi persona en todo el camino y sé que es lo que ve, sé que es lo que se está imaginando y preguntando, pero no quiero que se compadezca de mí, no quiero que me vea con lastima y pesar y para que eso no pase tendré que poner mi mejor cara y actitud, tal vez… tal vez no me pregunte nada.
--llegamos-- le informe mientras estaba abriendo la cerradura de la puerta, pero en esas estaba cuando sentí que todo se nublaba y sin más remedio creo que me desmaye.
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--así que aquí viv… ¿Naru?, oe, oe-- vi como se iba a precipitar al suelo y gracias a que estaba a su lado pude sostenerlo para que no cayera al suelo, lo sujete de la cintura con uno de mis brazos y lo recargue a mi cuerpo mientras que mi otra mano daba vuelta a la llave que aun seguía en la cerradura, empuje la puerta con uno de mis pies y me adentre al cuarto con Naru en mis brazos lo puse en su cama boca arriba, le quite sus zapatos y subí un poco sus piernas para que suficiente sangre subiera a su cabeza, es obvio que se desmayo y aunque estoy un poco inquieto no creo que sea algo por qué preocuparme, solo tengo que esperar a que despierte.
Quite su suéter y desabroche su camisa para que le llegara el suficiente aire y no se sintiera asfixiado, en ese proceso estaba cuando me fije en sus brazos y pecho.
--¿pero qué demonios?-- abrí por completo su camisa y mis ojos se abrieron de par en par al ver su torso desnudo ante mí, habían cicatrices y no pocas, eran muchas, demasiadas a mi ver y me sentí confundido y asustado, me pregunte ¿qué fue lo que le paso?, ¿tal vez un accidente?, no, es obvio que se las hace el mismo pero ¿Por qué?, me levante de la cama y me puse a andar de allá para acá angustiado y sin saber qué hacer, con mis puños cerrados fuertemente y con ganas de golpear a alguien, a cualquier mal nacido que se haya atrevido a causar tal cosa, porque conozco a Naruto y se, que algo grave tuvo que haberle pasado para que se empezara a lastimar, el es fuerte y se que no ante cualquier cosa se derrumbaría, seguí de aquí para allá sin encontrar una respuesta favorable al porque mi amigo se ha estado haciendo esto, no hay razón alguna para que Naru este atentando contra su cuerpo pero… *han pasado cosas… y si tu hubieras estado aquí… si tu hubieras estado a mi lado… esas cosas no me habrían pasado* recordé sus palabras de hace unos minutos cuando estábamos hablando en la calle, es obvio que algo te paso, es obvio, pero ¿que pudo haber sido?, me senté de nuevo a su lado y la yema de mis dedos repasaron su pecho sintiendo leves protuberancias debido a las cicatrices de algunas de las cortadas, hay otras que aun no cicatrizan y se ve que duelen, así pues busque una especie de botiquín y empecé a limpiarlas y tratar de… tratar de ¿Qué no te duelan?.
Cada que pasaba mi mano por encima de alguna de ellas no pude evitar sentir una inmensa tristeza y pena, pero que al cabo de un segundo se convirtieron en enojo, rabia e impotencia, profundo enojo con él, por hacerse tales cosas, rabia e impotencia por no haber estado a su lado cuando me necesito. No resistí ver más esas cicatrices y me pare, tome las llaves y fui por algo de comer, asi despejo un poco mi mente y me tranquilizo, no quiero explotar, no frente a él, cuando Naruto se despierte tendrá hambre y tendrá además que explicarme muchas cosas, muchas.
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Abrí mis ojos con un poco de dificultad, los sentía pesados y la luz me molestaba también, así que los mantuve unos minutos más cerrados mientras me acostumbraba un poco a la luz, cuando por fin me sentí con ganas de abrirlos lo hice y me percate que estaba en mi cuarto, pero ¿Qué paso?, ¿Por qué estoy en mi casa?, entonces empecé a hacer memoria y de sopetón vinieron a mi todas las imágenes.
--¡Gaara!-- me senté tan rápido en mi cama que un mareo irremediable azoto mi cabeza y tuve que sostenérmela con una mano.
--ey Naru, estoy aquí así que no te alteres-- escuche la voz de mi amigo mientras me empujaba levemente de mis hombros con su mano para que me recostara nuevamente.
--de veras estas aquí, no fue un sueño-- susurre dejándome hacer y con una alegría inmensa en mi ser.
--jajajaja ¿creíste que era un sueño?, pues siento desilusionarte Naru, porque soy muy real-- sentí como se sentaba en la cama y tomaba una de mis manos y la pasaba por su mejilla para que lo sintiera --¿ves?, soy real y aquí me quedare contigo hasta que me eches y te canses de mi-- termino diciéndome con una sonrisa en sus labios y mientras revolvía mi cabello.
-- te extrañe Gaara-- susurre y le sonreí como hace mucho no sonreía y es que estoy feliz, estoy realmente feliz, Gaara es tal vez la persona más importante que tengo en mi vida, era mi fuerza y mi soporte en el orfanato, sin el no hubiera podido aguantar tanto allá. Moví mi mano levemente contra su mejilla acariciándola y fue ahí, fue ahí cuando me di cuenta que no tenía mis muñequeras, mire mi torso y la camisa estaba desabrochada y como acto reflejo quite mi mano del rostro de Gaara y con mis dos manos tape mi torso con la camisa y mire asustado a mi amigo, y al ver sus ojos aguamarina con ese deje de tristeza y pesar lo supe, me vio, me vio y…
--Gaara… yo… yo… las viste-- baje mi mirada y aferre mi camisa entre mis puños fuertemente sintiendo real impotencia y tristeza --vete, vete y no vuelvas-- dije mientras me acurrucaba en mi cama buscando esconderme entre sus sabanas.
--¿irme?, ¿Por qué tendría que irme?, te lo dije hace un tiempo Naru, vine a verte, vine a estar contigo, vine a quedarme y no me iré, ¿oíste bien?-- sentí como con una de sus manos levantaba mi mentón y me hacía verlo, pero yo rehuía a su mirada, no quiero ver cómo me mira, no quiero que me mire con lastima y pesar, no quiero --¿podrías verme por favor?-- me pregunto mientras subía un poco mas mi mentón y sin más remedio lo vi y mis ojos se aguaron al ver que sus ojos me miraban con infinita ternura y ¿comprensión?, me miraba como si no tuviera todas esas cosas en mi cuerpo.
--Gaara… yo…--
--¿no me digas que desde que no estuve contigo me has extrañado tanto que no puedes decir más que mi nombre?-- me pregunto con una sonrisa en sus labios al tiempo que me abrazaba fuerte y yo no pude más que corresponder a su abrazo con devoción y necesidad --hablaremos de las cicatrices después-- susurro en mi oído y me tense --pero ahora, vamos a comer-- se separo de mi y fue por unas bolsas que habían encima de la mesita que hay en mi cuarto, al sacarlas me percate de que era ramen y mis ojos se iluminaron
--ramen--
--si ramen, espero que aun mueras por este platillo… y creo que es así-- destapo los recipientes y saco los palillos pasándome unos y así, con todas las ganas de que esa comida se quedara en mi estomago me dispuse a comer con mi amigo, ya después hablare con él, creo que es al único al que si le podre contar… todo.
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Después de comer mi ramen y Naru de medio comer el suyo (dejo más de la mitad y al momentico fue a vomitar), era hora de hablar seriamente con él.
--Naru… ¿me contaras que ha pasado?, ¿Por qué tu cuerpo esta… así?-- le pregunte en un tono de voz calmado y no con las muchas ganas que tenia de tomarlo de los hombros y sacudirlo hasta que me contara absolutamente todo, creo que en estos momentos es importante que la calma este presente.
--te contare pero… por favor, escúchame hasta el final ¿sí?-- me pregunto a lo que yo asentí con mi cabeza y el prosiguió no sin antes aferrar sus puños en su pantalón --Gaara, cuando escapamos del orfanato y tomamos caminos diferentes durante un tiempo me la pase de un lado para otro, de un lugar a otro, de pueblo en pueblo subsistiendo como podía y así hasta que llegue a Konoha, esta ciudad en verdad me gusto y por eso decidí que quería quedarme acá y aunque en principio fue difícil tiempo después encontré a Iruka sensei y me ayudo muchísimo-- me conto mostrándome una media sonrisa en su rostro.
--¿Iruka sensei?, ¿es tu profesor?--
--si, para allá iba, el me ayudo y me dio refugió en su casa, dijo que tenía que estudiar y como no tenía a nadie pues el se ofreció a ser mi tutor y pues así es como entre al Instituto Konoha donde él es profesor. Me consiguió un trabajo y… Kakashi
--¿Kakashi?--
--si, ¡Gaara tendría que estar trabajando en estos momentos!-- me dijo levantándose de su puesto y sin mucho esfuerzo lo detuve volviéndolo a sentar.
--ahora estas contándome algo importante, luego llamaremos a tu trabajo-- sentencie y el asintió con su cabeza --¿y bien?-- lo alenté a seguir hablando.
--la vida escolar había sido pasable, sabes que a pesar de mi apariencia soy muy bueno en eso y por notas no me he tenido que preocupar, los problemas empezaron alrededor del segundo mes de haber entrado cuando el-- meneo su cabeza como negando y se rectifico --cuando ellos empezaron a meterse conmigo, les molestaba todo de mi, que si era buen estudiante, que si los miraba, que si estaba cerca de ellos, que si respiraba siquiera, al poco tiempo después empezaron a golpearme y a insultarme -- agacho su cabeza y luego me miro con otra de esas sonrisas que me provoca golpearlo para que no las siga fingiendo y continuo --pero ¿sabes?, eso no es como si fuera nuevo para mí y lo sabes así que simplemente aguante, aguante hasta ese día…--
--¿Qué paso Naru?, ¿Qué día?, no te detengas-- le dije muy ansioso y con el enojo envolviendo mi ser.
--ellos… ellos… me… ellos abusaron de mi-- dijo tan rápido y tan suave que creí no haber escuchado bien.
--¿Qué ellos que cosa?, ¿Naru como así?-- me levante de mi puesto y lo sujete por los hombros para que mirara a los ojos y ver en ellos si lo que habían escuchado mis oídos era verdad y al ver que rehuía a mi mirada *de nuevo* lo confirme --pero… Naru, ¿Cómo es que dejaste que esos hijos de p…--
--Gaara…-- me calle al escucharlo llamarme --prometiste que me escucharías hasta el final-- me miro sumamente triste y solté el agarre de mis manos en sus hombros, me senté en donde estaba y apoye mis codos en la mesa, uní mis dedos y pose mi mentón en ellos esperando a que siguiera.
--si, lo siento--
--ese día Sas… él me violo, estuve unos días en el hospital y creí que todo estaba bien, que como mi cuerpo se recupero mi mente también, así que volví a clases y otra vez sucedió, Suigetsu lo hizo esta vez y lo que creí superado no lo estaba, después de eso mi mente repetía una y otra vez esa escena, su voz, sus asquerosas manos recorriéndome, sus insultos, sus golpes, y no soportándolo más rompí el espejo con mi puño y me corte, esa fue la primera vez que vi mi sangre y desde ahí he recurrido a… esto-- deslizo sus dedos por su muñeca repasando sus heridas --no soporto el contacto físico, no tengo apetito, por mi viviría aquí en estas cuatro paredes sin nadie a mi alrededor pero Iruka sensei me obligo a ir de nuevo y… y cada que Suigetsu se me acerca mi cuerpo se entumece y no me puedo mover, tiemblo e hiperventilo y lo único que me saca de esa sensación de horror y temor es cortarme o morderme, así que corro al baño y lo hago-- mientras decía esto empezó a temblar levemente y a abrazarse así mismo con fuerza, yo solo lo escuchaba con unas ganas enormes de ir y patear a ese tal Suigetsu hasta cansarme --se que Iruka sensei sabe lo que me pasa, ha tenido que llevarme varias veces a la enfermería debido a mis desmayos, pero no me ha dicho nada, creo que no sabe como reaccionare y yo… yo no quiero contárselo, temo que me repudie, adem…
--¡¿Cómo que te va a repudiar?!, ¡¿de dónde mierda sacas eso?!-- me levante sin cuidado alguno haciendo que la silla cayera hacia atrás haciendo mucho ruido y comencé a caminar de aquí para allá desesperado y enfurecido --¿hace cuanto fue eso?-- lo mire esperando mi respuesta, respuesta que no llego --¡Naruto carajo!, dime ¡¿cuánto hace fue eso?! es más, iré a ver a esos hijos de perra y desearan nunca haberse metido contigo, es que… es que Naru ¡mírate por Dios!, ¡mira en lo que te has convertido por culpa de esos cabrones!-- le grite esperando que esta vez me respondiera pero mi estado de alteración y enojo se pasmo cuando vi que estaba llorando y se estaba rasguñando el dorso de su mano y ya se estaba sacando sangre, así que rápidamente me acerque a él, separe sus manos y lo abrace fuertemente y sin reprimirme más llore, solo fueron unas cuantas lagrimas, pocas, pero eran lagrimas de dolor y desconsuelo al ver lo que a mi amigo le ha sucedido --Naru discúlpame, no quise gritarte, lo siento, de veras lo siento-- me incorpore para mirarlo y acaricie las marcas de sus mejillas, esas que tanto me gustan --prometo que de ahora en adelante estaré a tu lado y no te dejare solo, te ayudare y apoyare en lo que necesites, nadie más, absolutamente nadie más se meterá contigo, solo no te hagas daño mas, no te lastimes-- terminé por decirle y lo abrace de nuevo tan fuerte que temí hacerle daño, pero es que necesito que sienta que ya no está solo, que esta vez me tiene a mí como su apoyo y sustento.
*nadie se meterá contigo, de eso me encargo yo, investigare quienes fueron los que abusaron de ti y te llevaron a este estado, nadie que haya hecho una cosa de estas puede estar tan campante por ahí, es más, ¿Cómo es que pueden estar tan tranquilos viéndote así todos los días?, solo espero no perder el control en cuanto los vea, me conozco y tal vez las cosas se compliquen un poco*
--¿Gaara… tu… me quieres?-- escuche que me pregunto y de nuevo lo separe de mi para que pudiera mirarme cuando le respondiera
--¿Qué pregunta es esa?, por supuesto que te quiero Naru, yo te ado…-- le estaba diciendo con una sonrisa y no pude terminar mi frase porque sentí como tomo mi camisa entre sus puños y se acerco a mi uniendo sus labios con los míos, yo solo me quede en shock, Naru me estaba… besando.