KiBum no se imaginó que después de su viaje, estaría en esta situación. MinHo aun lo tenía abrazado, sin importarle la lluvia. No dejaba de repetirle lo mucho que lo extraño y necesito ese tiempo que estuvieron separados.
KiBum no entendía qué es lo que MinHo hacia ahí, ni por qué le repetía una y otra vez que lo extrañaba y lo necesitaba a su lado.
No negaba que su corazón en esos momentos latía tanto que parecía querer salir de su pecho. No negaba que el abrazo y las palabras bonitas de MinHo lo hacían sentir bien. Lo hacían sentirse querido.
Pero no podía emocionarse, no podía dejarse llevar, porque no sabía que es lo que MinHo quería. Separó a MinHo lentamente de su cuerpo, no queriendo hacerlo por completo.
MinHo aun tenía sus manos en la cintura del otro y no pensaba soltarlo. Sonrió cuando los felinos ojos lo observaron con preguntas y emoción. A pesar de haber sido dos semanas, MinHo sentía que KiBum se había marchado por un año.
Y reconocía que tal vez exageraba, pero eso sin duda lo hacia darse cuenta de cuánto es que amaba a KiBum.
Los labios del rubio estaba entreabiertos y MinHo supuso que quería decir algo, seguramente tenia muchas preguntas, pero ninguna palabra salía de su boca.
Y verlo así, con el cabello mojado y cayendo en su frente, con los labios entreabiertos, y con sus ojos brillando, MinHo quiso besarlo. Ni siquiera recordaba hace cuanto sus labios no acariciaban los acorazonados del rubio. No podía recordar cuando fue la última vez que lo tuvo entre sus brazos y respiró ese aroma al cual se había hecho adicto. MinHo sentía que habían pasado años desde la última vez que lo hizo.
Cuando KiBum relamió sus labios, inconsciente, MinHo no pudo resistirlo más. Sus labios encontraron los de KiBum, en mucho tiempo, y Choi no pudo hacer nada más que besarlo con todo ese amor que tenia, acariciando suavemente los labios del otro y mordiéndolos suavemente.
Amaba besar a KiBum. Amaba hacerlo y sin duda podía pasar toda su vida así, besándolo y disfrutándolo.
Pero no todo duraba para siempre y MinHo no se sintió nada bien cuando las manos de KiBum se detuvieron en su pecho y lo alejaron de nuevo.
KiBum lo observo con el ceño fruncido, y estuvo a punto de gritarle y preguntarle el porque lo había hecho, pero las gotas estrellándose en su rostro le recordaron que aun llovía y ellos aun seguían ahí.
KiBum abrió la puerta de su casa y entro rápidamente. MinHo dudo en seguirlo, pero cuando KiBum tomo su mano y lo obligó a caminar con él, lo siguió con una sonrisa dibujada en sus labios.
Esto no era lo que KiBum tenía en sus planes. Él pensaba que una vez que estuviera en su casa lo primero que seria era recostarse y dormir algunas horas. Estaba cansado y aun tenia que llamar a WooHyun para hacerle saber su decisión.
Jamás se imagino que tendría a MinHo cambiándose de ropa en el baño de su casa. Y agradecía que MinHo en alguna ocasión se hospedara en su casa y dejara olvidadas algunas prendas. No recordaba en que fecha fue exactamente, solo recuerda que MinHo paso unos días en su casa, por causa de una pelea con TaeMin.
Mientras MinHo estaba en el baño, KiBum lo esperaba en la sala, con ropa abrigadora por causa de lo mojado que quedo. Y se preguntaba por qué tomo la mano de MinHo e hizo que caminara con él. No sabía porque lo hizo, pero después del beso que le dio Choi, no quería que se fuera.
Una parte de él le decía que era masoquista, por tenerlo en su casa y querer revivir el beso. Otra parte le decía que era débil. Se suponía que debía alejar a MinHo, se suponía que debía olvidarlo, no dejarle las puertas de su casa abiertas.
MinHo salió del baño minutos después, con una toalla en los hombros y con la ropa que no sabía, había dejado olvidada en casa de KiBum. Tomó asiento en el sofá justo enfrente de KiBum. Era el momento de hablar y dejar todo en claro. Era el momento que estuvo esperando por semanas. Debía decirle a KiBum que lo amaba.
-¿Qué haces aquí?- KiBum preguntó, antes que MinHo pudiera pronunciar alguna palabra.
-Tengo algo que decirte-
Quedaron en silencio de nuevo. MinHo perdió todo el valor que tenia, al ver esa mirada tan penetrante sobre él. KiBum podía ser dulce y lindo, pero cuando observaba detenidamente y estando molesto, podía ser un poco intimidante.
Pero no era el momento para callar. Dos semanas fueron suficientes, como para que ahora no pudiera decirle todo lo que tenía guardado y ansiaba gritarle. Estaba nervioso y jamás se imagino que confesarse pudiera traer tantos nervios.
-¿Y bien?- el rubio enarco una ceja, esperando a que MinHo dijera algo.
Después de darse cuenta del error que cometió al tener a MinHo en su casa, lo único que quería KiBum era que MinHo hablara rápido y se marchara. Tenía miedo en caer de nuevo en el juego de MinHo, tenia miedo a ser besado de nuevo y que no pudiera detenerlo.
-KiBum- Choi mordió su labio inferior. Se incorporó y caminó hasta donde se encontraba KiBum, para después sentarse a su lado- te extrañe, estas dos semanas sin ti fueron un martirio para mi. En verdad te necesito y te extraño-
-¿Por qué me dices todo esto? Pensé que había dejado todo en claro la ultima vez que hablamos. No pienso regresar a lo que teníamos antes-
¡No pensaba hacerlo! Ya no estaba dispuesto a sufrir aun más.
-No quiero regresar a lo que teníamos antes- dijo decido, tratando de sonar lo mas sincero.
No quería regresar a lo que tenían antes, no del todo. Esta vez quería a KiBum a su lado sin esconderse, sin tener que mentir, sin tener que llegar a una casa a la cual no quería. Quería despertar con KiBum, quería besarlo hasta quedarse sin aire, quería susurrarle al oído cuanto es que lo amaba.
-Entonces, no entiendo qué haces aquí-
-Quiero estar contigo-
-¿Qué?- los pequeños ojos de KiBum se abrieron en sorpresa. ¿Escucho bien?
¿MinHo le dijo que quería estar con él? ¿Sin tener lo de antes? Muchas preguntas y ninguna respuesta, KiBum quería que MinHo le dijera todo claro y rápido.
-Lo que escuchaste- sonrió, tomando entre sus manos las de KiBum- quiero estar contigo y no de la forma en que estábamos antes. No quiero esconderme, no quiero mentir. Quiero estar contigo- repitió como último.
KiBum observó sus manos, una pequeña sonrisa se escapo de sus labios al ver como Choi acariciaba sus manos con el pulgar. Era justo como siempre quiso que MinHo sostuviera sus manos. Era la sensación que siempre quiso sentir. No la del miedo por ser descubiertos. ¡No! Él quería sentir mariposas revolotear dentro de él, quería sentir sus mejillas arder y que se estremeciera al solo un roce, sin miedos, sin culpa. Quería sentirse amado.
-¿Qué quieres decir?-
-Quiero decir que estoy enamorado de ti. KiBum, te amo- MinHo tomó el rostro del otro entre sus manos- quiero estar a tu lado-
Esta vez fue KiBum quien no resistió tener a MinHo de esa manera. Atrapo los labios esponjosos que tanto le gustaban, besándolo como si no hubiera mañana. ¡Cuánto extrañó besar a MinHo!
Extrañaba demasiado que las grandes manos de Choi lo sostuvieran de la cadera, que sus dedos dibujaran círculos en su piel. Extrañaba enredar sus dedos en el cabello de MinHo y acariciar después su cuello, causándole cosquillas.
No pudo resistirse a tenerlo tan cerca. No después de las palabras que siempre quiso escuchar de boca de MinHo. No podía negar que después de escuchar esas palabras quiso besar a MinHo, abrazarlo y no dejarlo ir más. No podía negar que su corazón en esos momentos latía frenéticamente y que se sentía demasiado feliz con tan solo esas simples palabras.
Y cuando sintió que MinHo lo atraía aun mas a él, recordó a TaeMin. El rostro de TaeMin apareció ante sus ojos, las llamadas del menor y sus dudas, le hicieron recordar que MinHo no estaba libre. Separó rápidamente a MinHo de él, sorprendiéndolo ante tal brusquedad.
-No. No puedo, no de esa manera- Choi estaba confundido y no entendía a que se refería KiBum- no podemos, MinHo. Tú estas con TaeMin-
La boca de MinHo se abrió en sorpresa, el recordara también a TaeMin. Ni siquiera había tenido oportunidad de hablar con él y ahora que estaba con KiBum, se olvido por completo de la existencia del menor.
Y ahora entendía a lo que KiBum se refería, pero esta vez haría todo correcto y esa misma noche hablaría con TaeMin.
-Terminare con él- dijo decidido.
-¿Qué?- pregunto confundido y sorprendido. ¿MinHo seria capaz de hacer eso? ¿Podría dejar a TaeMin?- ¿Lo harás?- MinHo asintió, sonriendo y tomando de nuevo sus manos.
-Quiero estar contigo. No quiero a TaeMin, deje de hacerlo hace mucho tiempo. Dejare a TaeMin y tú y yo podremos estar juntos-
-¿Estar juntos?- Eso era demasiado para un día. KiBum aun no salía del asombro y felicidad de saber que MinHo lo amaba, y ahora él quería que estuvieran juntos.
-¿No quieres estar conmigo?-
¡Por supuesto que quería! Era lo que mas deseaba desde que se dio cuenta cuanto es que amaba a MinHo. Quería que fueran una pareja, quería besarlo y no solo limitarse a un departamento. Quería que ellos tuvieran su historia.
Lo deseaba demasiado, pero no sabia si ellos serian capaces de lograrlo. Dejar su pasado atrás no iba a ser fácil, no después de lo que tuvieron. Comenzar de cero, sin mentiras, engaños, sin tener que ocultarse, seria un reto, que no sabia si será capaz de superar.
-Aun estas con TaeMin-
-Hoy hablare con TaeMin. KiBum, te amo y quiero estar contigo- repitió de nuevo- tal vez lo nuestro no empezó de la mejor manera, pero esta vez haremos las cosas bien-
MinHo besó de nuevo a KiBum, prometiéndole en el beso que regresaría libre y ellos podrían estar juntos. Besó con dulzura a KiBum y le repitió miles de veces cuanto es que lo amaba.
Minutos después cuando MinHo se había marchado, KiBum aun no sabia que pensar de todas esas promesas y te amo que MinHo le había dicho. Decidió no seguir pensar en eso, si MinHo era capaz de terminar con TaeMin, entonces el pensaría en ellos.
No había pasado más de media hora desde que MinHo se fue, cuando golpes en su puerta lo despertaron. KiBum se pregunto si podría ser MinHo.
Estaba nervioso al tan solo pensar que fuera él y no negaba que quería saber que es lo que MinHo había hecho. Si fue capaz de dejar a TaeMin o si regresaría diciendo que no pudo hacerlo. Ansiaba saber la respuesta y esperaba que fuera rápido.
Caminó por el pasillo hasta la puerta, tratando de normalizar los latidos en su corazón y su respiración. Fingió una sonrisa, y al abrir la puerta, sus ojos se abrieron en demasía.
WooHyun estaba ahí.
El castaño sonrió y abrazo a KiBum fuertemente. Lo había extrañado demasiado.
KiBum correspondió el abrazo un poco incomodo e invito a WooHyun a pasar. Cuando ambos se sentaron el sofá mas largo, el silencio reinaba. KiBum jugaba con sus dedos y WooHyun no sabia por donde comenzar.
-¿Cómo esta tu abuela?- esa no era la pregunta que quería formular, pero fue lo único que se le ocurrió.
-Bien- KiBum sonrió.
-¿Te divertiste?- WooHyun se regañaba mentalmente cada que una tonta pregunta salía de su boca.
Solo estaba ahí por un motivo y esa era la repuesta de KiBum. Era un poco tarde y lo sabia, pero sabía que MinHo estuvo ahí antes y no quería que este volviera a jugar con KiBum o que le pidiera que regresaran a lo que tenían antes. Es por eso que no quería perder más tiempo, y saber cual era la respuesta del rubio.
Esperaba que fuera un si, que KiBum le diera una oportunidad y permitirle hacerlo feliz. Pero no sabia que era lo que pensaba KiBum, y tenia miedo a ser rechazado.
-WooHyun, sobre lo que…-
-KiBum antes que me respondas, solo quiero decirte que te quiero- interrumpió, usando unas ultimas palabras para convencerlo- te quiero- repitió- y puedo hacerte feliz-
KiBum mordió su labio inferior, dudando un poco de la respuesta que le daría a WooHyun. Movió la cabeza, alejando toda idea. Ya estaba decidido y estaba seguro que seria la mejor decisión.
-WooHyun- dijo- no puedo hacerlo. No quiero lastimarte de la misma forma que a DongWoon. Lo siento, pero no puedo aceptarte-
MinHo condujo lo más lento posible. Quería terminar con todo y hablar con TaeMin, pero no sabia por donde comenzar. No sabia que palabras usar, ni cuanto es lo que debería decirle a TaeMin. Había llegado a su casa quince minutos atrás y aun no dejaba el vehículo, aun se estaba preparando para lo que venia.
Recordó los besos con KiBum, los dedos del otro acariciarlo y sus ojos felinos que tanto le gustaban. Si quería tener a KiBum a su lado, lo mejor era hablar con TaeMin cuanto antes.
Salió del vehículo con todo el valor que tenia. Lo haría por KiBum, por poder amarlo sin ningún problema. Caminó hasta llegar ala puerta de su casa y cuando estuvo a punto de abrir la puerta esta se abrió dejando ver a JongHyun.
JongHyun frunció el ceño y se fue sin dirigirle palabra alguna. MinHo no entendía la actitud del mayor, era verdad que no eran los mejores amigos, pero JongHyun siempre lo saludaba.
Decidió no pensar en eso, tal vez el otro tuvo un mal día. Entro a su casa y cerró la puerta sin hacer ruido. Fue hacia la sala y al no encontrar a TaeMin ahí, decidió buscarlo en la cocina. TaeMin tampoco se encontraba ahí, así que el último lugar era su habitación.
Minutos después MinHo entro a su habitación, encontrando al menor en el centro de esta con el ceño fruncido y de brazos cruzados. Se acerco hacia a él y MinHo pudo darse cuenta de los ojos rojos de TaeMin en señal de que había llorado. Lo siguiente que MinHo sintió fue la pequeña mano de TaeMin estrellarse contra su mejilla.
Y entonces MinHo se dio cuenta que TaeMin sabia todo.