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KyuMin: "The Umbrella's Man" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Tienen Suerte! Salí antes de la uni, así que aquí me tienen no he dejado ni las cosas en su lugar, prendí la compu y aquí me tienen compartiéndoles el capítulo 4 :3


Espero y les guste :3


PD: se que es cualquiera el título, pero no se me ocurrió otra cosa xD

[…]-Giras y mueres…-


¿Cómo no quería que me girara, si a eso había venido? ¡A ver su maldito rostro!  Por lo que irritado retomé aquella posición que tenía en un principio…


-¡Ya te dije que no tengo nada que perde-


Me giré aún a pesar de su advertencia, y lo que vi quedé realmente petrificado, no sé cómo no mojé mis pantalones… ¡ERA UN HOMBRE-LOBO!...


Quise retroceder de inmediato pero mi cuerpo no se movía… él me observó con esos ojos, de un extraño color miel, y me mostró su perfecta, afilada y puntiaguda dentadura, especial para “desgarrar”.


Mi sangre se había congelado… no lo podía creer… ¡ERA UN MALDITO HOMBRE-LOBO!


Ahora entendía por qué dijo aquello la otra vez… de “La luna mi eterna enemiga” y aquellas palabras que me hicieron reflexionar acerca de la vida, ya que él no podía hacer “lo mismo” y ahora lo entiendo… mi cuerpo comenzó a moverse solo, y aún no sé cómo, realmente estaba hechizado…


Mi mano derecha comenzaba a elevarse lentamente con el propósito de querer acariciar su “pelaje plateado”


-¡Hu-huye!-


Escuché cómo aquella voz salía de aquella “bestia” con un esfuerzo sobrenatural… yo no podía moverme, mi mano quería tocarlo, hasta que cuando estaba a punto de apoyar mi mano sobre su rostro, él de un salto retrocedió una gran cantidad de metros, ahora sabía cómo y porqué, solía aparecer y desaparecer de la nada cómo “un ninja”…


Yo no sé por qué comencé a llorar y a negar con mi cabeza… la cual no dejaba de moverse de esa forma… y aquel “monstruo” al parecer había vencido al humano dentro y mostrándome sus dientes ensalivados vino hacia mí. Elevó su mano con aquella garras filosas que de seguro tenían el filo de miles de navajas, y me lanzó el zarpazo, yo cerré mis ojos, éste era mi fin no me podía mover, mi corazón sufría de taquicardia… y cuando quise acordaba sentí cómo mi ropa en conjunto con mi piel se desgarraba…


Pero… algo andaba mal… no sentía un dolor insoportable… en su lugar un ligero ardor… y abrí mis ojos y vi, que tenía su mano con sus garras cerradas y sujetándose esa mano con la otra… no entendía el porqué… hasta que me percaté de que estaba más oscuro que de costumbre… una densa nube negra se había interpuesto en aquel resplandeciente brillo plateado que la luna emitía… en ese momento confirmé, que realmente estaba abusando demasiado de mi suerte…


Él al parecer… aprovechó ese momento de lucidez por lo que puedo deducir, y se dirigió al paraguas, tomándolo y colocándoselo encima mientras veía cómo recogía su ropa del suelo y aquella exagerada musculatura comenzaba a desparecer… dejando ver el verdadero color de su piel… una vez que recogió su ropa, comenzó a caminar hacia mí…


Su cuerpo iba sufriendo una metamorfosis lentamente, primero observé sus piernas que ya comenzaban a verse normales… y de a poco fui subiendo… me sonrojé al ver aquel bulto oculto por un pedazo de tela rasgado… y comencé a subir… pero cuando creí que podría ver por fin su verdadero rostro, todo se puso negro… mi cuerpo se sintió demasiado liviano de repente… todo comenzó a darme vueltas, la vista se me distorsionó hasta que se me flexionaron las piernas de golpe… pero no caí al suelo… sino que quedé en sus brazos, y luego de eso no recuerdo más nada… pues mi conciencia desapareció…


-SungMin…-


Escuché cómo un susurro a lo último… y luego volví a escucharlo más fuerte…


-¡SungMin sshi!-


Y fue entonces cuando comencé a sentir nuevamente el calor en mi cuerpo, y mi corazón comenzar a latir… para luego segundos después comenzar a sentir mis extremidades… y comencé a moverme por acto de inercia, pero mis ojos no los podía abrir aún…


-¡Por favor despierta SungMin sshi! ¡Conejito!-


Y con aquella palabra cómo si fuera por arte de magia, reconocí aquella voz penetrante,  profunda, y mis ojos comenzaban a recobrar fuerza para poder abrirlos, por lo que comencé a abrirlos con suma lentitud, y no por gusto… más de prisa no podía…


Era la primera vez que había colapsado de esta manera tan “grave”… y finalmente pude abrirlos encontrándome con una tenue luz y el crujido de los leños… me erguí de aquella superficie que no sabía exactamente que era, pero resultaba cómoda, pero al parecer era un sofá, ya que en un intento por afirmarme con las manos, una de ella se resbaló…


-¡Cuidado!-


Escuche aquella voz penetrante… y finalmente tomándome la cabeza la giré hacia dónde provenía la voz, y… ¡FINALMENTE! Me encontré con su rostro; su rostro… ¡Con un maldito sombrero! Me irrité de sobremanera, y con la poca fuerza que había recobrado, lancé el manotazo hacia aquel sombrero, logrando quitarlo, al agarrarlo desprevenido… y ésta vez sí, pude ver su rostro…


¡MIERDA! Mi corazón se detuvo ¡ERA HERMOSO! Según mis ojos… él aún estaba sorprendido ante mi acción anterior y elevó su mirada unos instantes encontrándose con la mía inmediatamente, a lo cual pude sentir cómo una potente energía se había establecido, como si de 2 imanes se tratasen…


Él interrumpió aquel maravilloso encuentro, segundos después… y habló girando su rostro ahora también hacia un costado…


-Te dije que no volvieras… ¿¡Por qué lo hiciste!?-


Me gritó ahora sorprendiéndome… yo, no pude decir nada más que la verdad… y sin rodeos… aún no estaba del todo lúcido…


-Porque “me provocas curiosidad, me atraes cómo si te tratases de un imán”...- Dije sin mirarlo, él se mantenía callado y yo tragando saliva volviendo a sentir esa leve taquicardia continué hablado… -Eso… eso fue lo que pensaba horas atrás, que la curiosidad que me provocabas, me arrastraba a tomar estos riesgos con tal de verte… pero ahora dudo que sea sólo simple curiosidad…-


Terminé la frase, y no sé cómo fue que hice para no comenzar a tartamudear… pues mi corazón estaba que se salía de mi pecho…


-No sabes lo que dices, aún estás delirando por el shock que tuviste al enterarte de mi verdadera naturaleza…-


Dijo frío serio, poniéndose de pie…


-¿Entonces…? ¿No era un mal sueño? ¿E-en verdad eres un licántropo?...-


-No, no era un mal sueño, en verdad soy un maldito licántropo, ¿ahora entiendes porqué te dije que te alejaras? ¿Por qué te dije que disfrutaras tu vida, tú que podías hacerlo de manera normal? Eres un idiota, viniendo a buscar la muerte sólo por “curiosidad”… Y como siempre, has tenido suerte, aquella nube negra y densa que segundos después desencadenó una fuerte lluvia, te ha salvado la vida, no sabes apreciar lo bueno de la vida…-


-Así que sí eres un hombre-lobo, ya veo…-


Dije casi con desinterés… él se giró de inmediato y se acercó a mí…


-¿¡Estás loco!? ¿¡Cómo mierda puedes actuar como si fuera de lo más normal encontrarte con un maldito hombre lobo!?-


-Quizás si esté un poco loco… pero… ¿sabes? No me importa, desde un principio has sido misterioso, y ahora comprendo por qué, y pensé que una vez que descubriera “aquello que intentaban ocultar” mi interés en ti desaparecía… pero ¿sabes? Ha hecho el efecto contrario… quiero saber aún más de ti, y quiero saber cuál es tu verdadero nombre… porque a eso de que te llamas “DarkMoon” ni tú te lo crees…-


¿¡Pero qué mierda!? ¿¡Por qué mierda estoy actuando de ésta forma!? ¡Soy un maldito idiota! Aunque… aún no puedo creer que esté hablando con él, en “su forma humana” pudiendo observar al fin su rostro…


-¿Eres insaciable verdad conejito?-


Por fin lo pude observar claramente cómo sonreía de lado al llamarme de aquella forma, su sonrisa de lado algo malévola, me hizo sentir un calor abrumador de inmediato en mi rostro, aquella sonrisa lo hacía ver demasiado sexy a mis malditos ojos…


-¡Estúpido! ¡De eso también quería hablar contigo! ¿¡Por qué me tienes que llamar de esa manera tan humillante y ridícula, cuando te he dicho mi verdadero nombre ya, acas-!?-


Él se me acercó al rostro apoyando su manos en mis piernas haciendo que mis palabras quedaran trabadas como por arte de magia en mi garganta…


-Porque es divertido observar cuándo y cómo te enojas por una trivialidad como esa-


Esa voz… penetrando en mis oídos, ese aliento… chocando contra mis labios… esos ojos adentrándose en lo profundo de mi alma… por medio de los míos…


No podía aguantarlo, sentía una extraña y molesta sensación en mi estómago, mariposas, avispas, dinosaurios revolcarse en mi estómago… ¿¡Qué mierda me estaba sucediendo!?


-KyuHyun… Cho KyuHyun, ese es mi verdadero nombre… Lee SungMin sshi…-


Me dijo siseando con una voz extremadamente sensual mientras se acercaba aún más a mis labios… los cuales empezaron a temblar involuntariamente… abriéndose y cerrándose levemente. Casi podía sentir su contacto en los míos,  cerré mis ojos… pero en vez de un par de gruesos, tentadores y de seguro deliciosos labios, sentí una risita burlona, a lo lejos, mientras que aquel peso en mis piernas desaparecía, haciéndome sentir vacío… dejándome cómo una especie de hormigueo incesante en aquella parte tocada…


Maldito idiota, ¡Nadie me dejaba con las ganas!… ¡ESPEREN! ¿¡Con las ganas!? ¿¡Qué mierda te pasa SungMin!? ¡A ti te gustan las mujeres! ¿¡Qué haces deseando un delicioso par de labios masculinos!? ¡Aish mierda!  ¿Deliciosos? ¿¡DELICIOSOS!? ¿¡HABLO EN SERIO!? Pensaba mientras me sujetaba la cabeza, frunciendo el ceño, por aquellos pensamientos tan impuros…


-¿Te duele la cabeza?-


Preguntó aquella voz que me derretía… una vez más cerca de mí… elevé la vista y estaba levemente inclinado observándome, mientras sostenía dos tazas, una en cada mano, obviamente…


-N-No… e-estoy bi-bien so-solo f-fue u-un pe-pequeño ti-tirón…- Mentí…


-De acuerdo, toma, quizás esto te ayude a relajarte un poco, parecer bastante perturbado aún…-


Yo lo observé asombrado, al ver que me ofrecía amablemente una deliciosa taza de té humeante, la tome con dudas, pues aún no caía, de que ahora fuera una persona amable.


-Gra-gracias, y s-sí e-en ve-verdad que la necesito…-


Tomé aquella taza “abrazándola” con ambas manos, mientras él se sentaba a mi lado, puesto que era el único lugar que había para sentarse, este sofá de 3 cuerpos.


Un silencio dominó el ambiente,  pero increíblemente él lo rompió;  echándose hacia atrás, apoyándose en el respaldar, extendiendo un brazo a lo largo del borde del respaldar, mientras sostenía la taza con la otra mano… y mirando al frente a la nada dice…


-En verdad que eres un caso perdido, eres uno en 10 mil, nunca en mi vida había conocido a alguien tan curioso cómo tú…-


 Dijo absento de sentimientos… de manera desinteresada… yo lo miré, él me miró de reojo y luego volví la vista al frente, bajándola, para concentrarla en el té, el cual reflejaba mi rostro perfectamente, aunque algo oscuro, justamente por el color de aquel líquido.


-Tienes razón… soy demasiado curioso, pero el dilema es que no sé si clasificarlo cómo un defecto o una fortaleza…-


Dije perdiéndome en los ojos de mi reflejo en el té…


-Supongo que eso depende de la situación en que la apliques… en mi caso, creo que podría sé clasificado cómo un defecto, ya que te podría haber causado la muerte, y sabes que por algo está el dicho de que-


-“La curiosidad mató al gato”, lo sé, y ahora más que nunca lo sé, créeme, nunca en mi vida sentí tanto miedo, jamás en mi vida me había sentido así… cómo sentí cuando te vi… convertido en aquello…-


Dije comenzando a bajar cada vez más la voz a medida de que iba hablando…


-Espero que hayas aprendido la lección, conejito curioso… te reitero que si no hubiera sido por aquella nube no estarías aquí en éste momento… pero por cierto… “felicidades” por resolver el misterio que hay detrás del famoso “The Umbrella’s Man”-


Dijo en un tono sarcástico-divertido, logrando que en mi rostro se formara una leve sonrisa… elevé mi rostro y le miré a los ojos, sintiéndome levemente intimidado y apenado a más no poder, su sola mirada ahora me ponía nervioso y me hacía temblar…


-Gracias… supongo que acabo de cambiar mi concepto por completo, mi curiosidad es una fortale-


Mis palabras se vieron interrumpidas… por un sonoro trueno que se oyó demasiado cerca, la lluvia comenzó a caer más intensamente y la poca luz que aquí había se cortó…


-Mierda… otra vez no…-


Dijo irritado, a quien ahora gracias a dios conocía cómo KyuHyun, levantándose del sillón… yendo a buscar lo que supongo serían unas velas, ya que desapareció por entre una de las puertas que ésta casa tenía…


Yo junté mis rodillas, mis piernas, mientras las acariciaba con mis manos algo nervioso, frunciendo mis hombros, haciendo mi cuerpo un poco más fino, mientras observaba todo el lugar, hasta que pude darme cuenta de que sólo estábamos iluminados por el fuego de aquella estufa hogar enorme…


Vi el fuego debilitándose, sentí el frío apoderándose de mi cuerpo una vez más, por lo que con dudas me tomé el atrevimiento de acercarme a donde estaban lo leños y lanzar 2 al fuego, haciendo que éste se avivara casi de manera inmediata, sin contar las pequeñas chispitas que provocó el contacto del leño frío con el caliente…


Me quedé observando el fuego, y sin darme cuenta, termine sentado frente al fuego, extendiendo mis manos para que el calor me “abrazara”…


-Aparte de curioso ¿Eres osado y friolento…?-


Dijo con una sonrisa mientras traía en sus manos 2 velas encendidas… yo me sonrojé al ver esa sonrisa de lado que tanto me provocaba cosquilleo en el estómago… dejó las velas sobre una pequeña mesa y se acercó hacia mí, mi corazón quien se había calmado, comenzó a acelerarse nuevamente… mis mejillas estaban de seguro rojas, pero podría excusarme diciendo que sería por el calor que aquella llamarada emanaba.


Se terminó por sentar a mi lado luego de acercarse a un paso tan lento que por la ansiedad que poseía aquella lentitud me enloquecía…


Tragué saliva y mientras intentaba pararme de manera veloz decía…


-Yo… esto creo que debería irm-


Su mano sujetó mi muñeca, haciendo cómo ya era costumbre que su acercamiento o tacto, me dejara sin palabras…


-¿Estás loco? No te puedes ir con ésta tormenta. Conejito…-


Sonrió de aquella manera tan malévola… mientras miraba el fuego sin soltarme la muñeca… me senté una vez más en dónde estaba, para poder quitarme su mano de encima, puesto que estaba seguro de que podía sentir el frenético latir de mi corazón a través del pulso de mi muñeca… y eso sería en verdad vergonzoso…


No comprendo… no comprendo por qué mi cuerpo reacciona así, creí asegurarme de que esto que me llevaba a querer estar a su lado era la maldita y simple curiosidad, pero ahora que ya todo al parecer está descubierto, no tengo motivos para quedarme a su lado, pero sin embargo, aún sigo queriendo verlo, sigo queriendo hablar con él… sigo queriendo… sentirlo…


Una vez ya sentado, me quede observando el suelo alfombrado… la situación se había vuelto incómoda, y no sabía de que podría hablar que no sea de mi curiosidad…


-Creo que iré a buscar unas sábanas para poder dormir en el sofá, es demasiado tarde y no creo que sea adecuado que salgas a estas horas con éste tiempo, te prestaré mi habitación y yo dormiré en el sofá…-


Dijo serio de la nada, poniéndose de pie, yo por inercia lo tomé del brazo. No quería que se fuera de mi lado… pero obviamente no podía decir eso. Él se me quedó observando y solté de inmediato su brazo… miré una vez más la interesante alfombra tragando saliva y finalmente hablé…


-N-no t-te preocupes, y-yo po-podría do-dormir e-en el so-sofá, d-de he-hecho s-se v-ve co-confortable…-


Dije sonrojándome cómo un idiota, nuevamente esa risita burlona por lo bajo… yo me apené aun más y él gracias al cielo volvió a sentarse a mi lado. Tenía un aroma delicioso, su piel, su cuerpo, ahora que me pude percatar de ello. Tomó mi mentón, “de la nada”; podría decirse, de manera brusca e hizo que mis ojos se encontraran una vez más con los de él…


-Las apariencias engañan, ese sofá cómo bien dices, “PA-RE-CE” confortable pero no lo es, es todo lo contrario…-


Dijo sonriendo de lado con malicia, mientras dejaba mi mentón libre una vez más… “¿con qué razón me decía todo esto?” Es lo que pensé…


-Pu-pues s-si es así, c-con más razón do-dormiré e-en el sofá… ya que soy yo qui-quien invadió tu casa, n-no me pe-perdonaría qui-quitarte la co-comodidad d-de tu cama…-


Dije más nervioso que nunca, es que al perecer, el sentido que iba a tomar la conversación no era para nada “inocente”… por lo que en mi imaginación, ya comenzaba a formular especulaciones, cosa que me hacía sonrojar aún más…


Él volvió a sonreír de lado con esa malicia al parecer ya característica y se me acercó demasiado, tanto que sentía que invadía mi espacio personal… una vez más nuestros labios, nuestros alientos, nuestras respiraciones, tan cerca uno del otro, “provocándonos” caricias “no físicas”, me hacían acelerar el corazón a tal grado que en verdad me hacían creer que mi pecho iba a ser agujereado.


-Entonces… ¿Qué te parece si compartimos la cama, de esa manera ambos estaremos cómodos y porqué no… “calientes”?-


Volvió a sonreír con sorna al decir aquello último con un notable doble sentido… yo tragué saliva, pero no dije nada, ya que estaba absorto en esos labios tan tentadores y en esos ojos cafés…


Estaba absorto en su belleza, deleitándome con ese aroma que emanaba de una manera suave, sutil de su cuerpo, de su piel… perdido en esos labios tan abultados, tan gruesos, tan prominentes, ansiosos de ser profanados, besados, mordidos por mí…


Aquellos “pensamientos” hicieron que involuntariamente, mordiera un lado de mi labio inferior… en claro gesto de “deseo…”


-Veo que te gusta la idea…-


Dijo de manera pausada, y seductora a la vez mientras acercaba esos labios tan apetecibles a los míos, mi respiración empezó a tornarse levemente agitada… esos labios iban cada vez acercándose más y más, esa leve sonrisa cargada de maldad me derretía aún peor, esas miradas alternadas entre mis ojos y mis labios… no podía más… no podía aguantarlo más…


No sabía que me pasaba, pero algo me impulsaba a acortar rápidamente con la distancia que desunía a nuestros labios, pero en vez de abalanzarme sobre él, simplemente cerré los ojos y esperé por aquel contacto tan deseado…


 


 


 


Pero nunca llegó…


 


 


 


-Iré por las sábanas…-


Abrí mis ojos al escuchar su voz alejada de mí… lo miré asombrado… él ahora lucía serio, preocupado o enojado por algo, aquella personalidad, “juguetona” y “maldita” había desaparecido.


Su comportamiento era serio y frío ahora, iba a decir algo, ¡a reclamarle! No podía dejarme con las ganas, pero a cambio de eso, cómo ya se me había hecho costumbre, mis palabras no salieron, y me quedé observando cómo idiota, cómo él desaparecía entre las puertas…


Suspiré desilusionado, las mariposas habían comenzando a revolotearme en el estómago desde antes de tiempo. Volví a sentarme frente a aquel flamante fuego…


*************


POV KyuHyun…


~En su habitación…~


 ¡MIERDA! ¡Casi cometo el error más grande de mi vida! Si lo llegase a besar, estoy seguro que esos labios con forma de perfecto corazón se me haría adictivos y no le dejaría ir nunca más…


¡Maldita la hora en que lo conocí, maldita la hora en que decidí jugar con él y perdonarle la vida, maldita la hora en que lo rescaté Y MALDITA LA HORA EN QUE ME ENAMORÉ DE Él!! Soy el idiota más grande del mundo.


Alguien como yo, quien carga con esta ¡MALDITA! Maldición de por vida, no puede hacerlo feliz, no mientras yo “sea un asesino inconsciente”… no puedo obligarlo a estar de mi lado, a defenderme frente al pueblo, ya que sería literalmente; el pueblo, contra él y yo


“Maldita sea la hora en que nací… ¿Debería suicidarme y acabar con todo mi sufrimiento?  Así de ese modo, el pueblo estaría libre de ‘escorias’ como yo…”


Fue lo que pensaba, pero luego de sentir mi ceño fruncido, aflojo mi expresión y chasqueando con mi lengua, “reacciono”…


Sonreí de lado, mientras arrollaba todas las sábanas en mis manos… ¿irónico verdad? Yo queriéndome suicidar, cuando la primera vez que lo vi a él, le dije; que debería vivir y aprovechar el tener una “vida normal”.


Soy un maldito idiota, dando consejos de que aprecie la vida, cuando yo la detesto y es mi enemiga, y la aborrezco de sobremanera, renegando de ella…


KyuHyun, será mejor que te tranquilices, y mantengas la distancia con éste maldito hermoso hombre-conejo, que aún no se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, tras todas las veces que le he perdonado la vida. Tras la manera de “actuar” con él.


-Estúpido Cho KyuHyun…-


Me dije a mi mismo, mientras regresaba a la sala, dónde estaba ese conejo tentador, que estaba esperando ansioso por ser devorado por un “lobo” cómo yo… literalmente; un “lobo”… maldita ironía…


******************


POV SungMin


Me pareció cómo que se tardó mucho en ir a buscar unas simples frazadas, pero tampoco podía ir detrás de él, buscándolo y preguntándole si le faltaba mucho, o si estaba todo bien… pero cuando creí que ya se estaba tardando demasiado aparece, con esa sonrisa de lado, que ya a estas alturas tanto me enloquecía.


-Aquí he traído las sábanas, ven… te guiaré a mi habitación para que puedas descansar, es demasiado tarde ya…-


Dijo serio ahora, lanzando las sábanas al sofá, logrando ponerme algo inquieto… yo sólo lo miré y abrí mi boca para decirle que “yo dormiría en el sofá” pero cuando estaba a punto de decir algo, el hizo un gesto con la mano haciéndome callar antes de tiempo, y ante esa señal, simplemente me callé y bajé la mirada, había llegado a la conclusión de que no tenía caso discutir con él. Y comencé a seguirlo…


-Así me gusta conejito, que seas obediente…-


Dijo volviendo a soltar esa risita burlona por lo bajo, haciéndome enojar y sonrojar a la vez… sólo suspiré resignado, y se detuvo de golpe frente a una puerta…


-Esta es mi habitación, sé que te resultará incómodo esto que diré ahora, pero… siéntete cómo en tu casa… yo iré a acomodar las frazadas en el sofá…-


Dijo abriendo la puerta, dejándome observar su interior, mientras que él se giró para volver al living… pero una vez más, mis reflejos involuntarios le retuvieron de su muñeca…


Me miró, lo miré, nos miramos, de una manera algo asombrada por parte de él y tímida por parte mía, tragué saliva como si eso me fuera a dar más valor… y sin poder mirarlo, apartando mi vista bruscamente, de sus ojos al suelo, hablo.


-L-la c-cama e-es ba-bastante gra-grande… en-entramos lo-los 2… s-sé q-que po-por ahí t-te re-resultará demasiado osado el que te diga esto, pe-pero… n-no veo el porqué de e-estar incómodo, cu-cuando ambos po-podemos estar có-cómodos e-en la-la habitación… en verdad me sentiría mal si yo fuera la causa de que mañana tengas un fuerte dolor de cuello o tortícolis...-


Dije con todo mi valor, sintiéndome extremadamente agitado luego de decir aquellas palabras que me parecieron que duraron años… él elevó mi vista con su mano sujetándome del mentón y sonriendo de lado me dice…


-En verdad eres extraño conejito…-


Dijo con un tono algo divertido, como si estuviera feliz por mis palabras, y realmente; eso me ponía feliz a mí también.


-Justamente por ser extraño es que sigo vivo, y me encuentro en esta situación en éstos momentos… ¿verdad?-


Dije ahora con algo más de confianza, pues aquel tono utilizado anteriormente por él, me relajó un poco, y destensó bastante el ambiente, pues la verdad es que yo lo sentía demasiado tenso, me sentía incómodo, y sentía cómo que me asfixiaba internamente…


-Quizás tengas razón, pues entonces… considerando de que no te molestaría compartir la cama conmigo, creo que sería hora de que nos acostemos, no sé tú, pero a mí me ha invadido el sueño… ven…-


Dijo agarrándome de la mano y llevándome dentro de la habitación mientras cerraba la puerta, inevitablemente mi mente no podía omitir aquellos “extraños y perversos” pensamientos que por mi mente cruzaban, al ver la escena en la que estaba envuelto ahora.


No dije nada, porque… ¿para qué negarlo? No gano nada con ello, me había puesto feliz el que me tomara de la mano, tanto así que sentí cómo mi cuerpo fue invadido por una corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo en una forma realmente veloz, sólo con aquel simple tome de manos, con aquel “roce” de pieles…


Gracias a eso, me acabo de dar cuenta, que me pongo mucho más sensible y débil cuando estoy cerca de él…


-¿De qué lado te gustaría dormir?...-


Aquel comentario me sacó de mis pensamientos, reemplazando mi ausencia con aquel latir frenético de mi corazón. Su tono una vez más era… Hmm ¿cómo decirlo? ¿Dulce, tierno?... y me percaté de que aún nos sosteníamos de la mano… lo miré, él sonrió de una manera extraña, que jamás había visto hasta ahora y yo sonrojándome cómo idiota, deshice el agarre de nuestras manos, y deshice nuestro contacto visual…


-De-de cualquier lado está bien… me da lo mismo…-


Dije mirando hacia otro lado, no podía evitar toda la pena que me comenzaba a invadir en ese momento… maldita sea la hora, en que quise retenerlo por más tiempo a mi lado y dije aquella estupidez de que no me importaría compartir cama… no~, si no me importa~, ¡Sí, claro! ¡Claro que me importa! ¡Y demasiado! ¡Más de lo que pensé! ¡MIERDA!


-Bien, entonces si no tienes preferencia elegiré mi lado, en el cual duermo siempre, en el derecho…-


Dijo sin darme oportunidad a decir nada, yendo a destender la cama para poder meterse dentro de ella…


Yo cómo un idiota importante, me le quedé mirando…


¿Pe-pero que mier-? Él ahora palmeaba el lado de la cama vacío, claramente “invitándome” a ocupar ese lugar… como de costumbre tragué saliva y a pasos cortos, pesados y pausados me acerqué a aquel inmueble que tantos nervios me causaban.


Él sonrió de lado al verme ya al borde de aquel inmueble y yo intentando controlar el latir de mi corazón me giré, y me senté en la cama, sintiendo aquella superficie mullida, la cual hizo que todo el cansancio en mí, descendiera de golpe. Mis ojos comenzaron a pesar más de lo que creía, quedaría dormido en esa posición en cuestión de segundos cuando siento una mano en mi hombro, tironeando hacia la cama…


El cansancio ya no me dejaba pensar, ni resistirme a nada, simplemente me dejé “manipular” y con las pocas fuerzas que me quedaban me “metí” dentro de la cama.


-Así me gusta, que el conejito sea obediente…-


Ya no tenía fuerzas para reprocharle nada, aquel apodo que tanto me molestaba, ya simplemente comenzaba a ignorarlo, o a adaptarme a él, ya que ahora estaba dándome cuenta de que jamás desistiría de llamarme de esa manera tan humillante a mis oídos…


-Que descanses…-


Dije sin fuerzas y casi por inercia, pues ya no podía pensar, mis ojos cerrados comenzaban a hacerme sentir ajeno a “esa realidad” para adentrarme a la realidad de los sueños…


-No creo que pueda descansar teniéndote tan cerca, conejito estúpido…-


Escuche que me dijo, aunque no sé si fue eso lo que realmente me dijo, pues las voces comenzaban a parecerme distorsionada… mientras una mano rodeaba mi cintura en conjunto con mi estómago, para luego buscar la manera de introducirse debajo de aquellas prendas, aquellas mariposas me revolotearon y más aún cuando siento esa mano cálida y suave deslizarse por debajo de mis prendas…


Aquella mano salió por el cuello de mis prendas y tomó mi mandíbula, girándola hacia un costado y fue entonces cuando sentí una respiración fría en mis labios otra vez…


-No puedo creer, que en verdad te tenga así, conejito…-


Sus labios rozaban los míos de tal manera que hicieron que mis labios sintieran cosquillas, y fue entonces dónde reaccioné y desperté por completo…


Su rostro estaba casi pegado al mío, me asusté, levemente, y parpadeé muchas veces de manera veloz…


-A la mierda todo, ya… ya no puedo…-


Mi corazón se aceleró de sobremanera, un calor sofocante interno me invadió por completo y cerré mis ojos… “a la mierda todo” pensé también y lo hice…

Notas finales:

¬ u ¬ Jojo! Habrá, lemon o no, ¿creyeron que habría? XD jaja, bueno, como no tengo mucho que decirles, me queda agradecerles a los que han comentado, y a todos los demás por supuesto que han leído este fic, n.n

Espero les haya gustado, y espero sus opiniones al respecto n.n, como siempre digo perdón si hay errores de ortografía, pero a éste si que no lo revisé n.n

Nos leemos pronto, eso espero n.n

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffireHeart ♥


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