-Si ¿Cuántas veces más lo vas a preguntar?-
Cuestionó algo irritado ya, pues creo que era cómo la 3ra vez que preguntaba aquello.
-Ok, o sea, a ver si me quedó claro…- KyuHyun rodo los ojos, suspiró cansado, y se echó hacia atrás apoyándose en el respaldar del sofá –Me estás diciendo que lo que pasó fue que…-
-¡Si SungMin, te estaba por besar, me correspondiste y…-
///Flashback///
POV KyuHyun
Nuestros labios estaban demasiado cerca, nuestras respiraciones se entremezclaban deliciosamente, mi tentación mis deseos por ti, ahora que te tenía así de cerca, eran inaplacables, por lo que me dije a mi mismo…
-A la mierda todo… yo… ya no puedo-
Me cortaste con un movimiento que jamás creí que harías… y terminaste de deshacer la distancia, entre nosotros, me besaste, correspondí, pero segundos después tu cuerpo, tus labios, tu mandíbula comenzó a temblar, no creí que un simple beso, un simple contacto te pudiera provocar tanto, tanto placer que era imposible ocultarlo o disimularlo, pero luego me di cuenta de que tu cuerpo emanaba una extraña calidez, me separé de ti, al sentir que ya no me correspondías más, pero cuando te vi, estabas transpirado entero, pensé que también era “obra del placer” pero al acercarme para tomar tus labios nuevamente, toqué tu frente con al mías por accidente, y ahí me di cuenta, tenías demasiada fiebre, me llamó poderosamente la atención, de que no estuvieras delirando, o no hubieras vomitado.
Por lo que rápidamente salí de la cama, y fui en busca de un recipiente para colocar las toallas y humedecerlas, para pasarlas por tu cuerpo, ya que preparar el baño ahora sería inútil…
Me di cuenta de que para pasarte las toallas necesitaba sacarte la ropa, aquel pensamiento, hizo que un calor, fugaz pero intenso, recorriera mi cuerpo, tanto así que tuve que aplicar la primera toalla húmeda en mi rostro, luego de eso, tragando saliva, e intentando alejar los malos pensamientos de mi mente, comencé a desvestirte, pero la imaginación me jugó en contra, tan sexy se me hizo sacarte la ropa lentamente, pensando de que “estabas sufriendo” por mi lentitud, pero el que desesperaba era yo, de inmediato, me imaginé a ti, amarrado con esposas, o una soga en el respaldar de la cama…
Imaginarte de esa manera, viéndote tan indefenso ahora, que podría violarte tranquilamente, sólo hizo que mi excitación aumentara más, tenía ganas de comerte, de sentirte, de probarte… pero luchando contra mi instinto salvaje que no estaba muy asegurado en mi interior, logré quitarme esos pensamientos por unos momentos y cumplir con mi objetivo de intentar bajar un poco la fiebre, colocando tallas y paños fríos, en tus muñecas, en tu frente en tu estómago y piernas… intentando no humedecer aquella venda que te había colocado, cuando apenas puede traerte a casa desmayado.
Fruncías tu ceño, pero nada más, por lo que deducía que sentías aquel frío invadirte, tu cuerpo el cual temblaba de sobremanera, comenzó a mermar, luego de que humedeciera 5 veces los paños, mis párpados se cerraban por sí solos, pero el tenerte en mi cama con aquella fiebre no me iba a permitir dormir por el cargo de consciencia.
Cuando sentí que ya estarías mejor, me dirigí directamente al baño, para calmar mi malestar, el cual me estaba comenzando a doler horrores, y en ese trecho de la habitación al baño me di cuenta de que ya estaba amaneciendo, pero poco me importo, pues un problema doloroso en entre mis piernas, no me permitía tener noción de la hora que era realmente… llegué al baño, cerré la puerta, e inmediatamente, mi mano automáticamente comenzó con esos vaivenes desesperados, provocándome una sensación de alivio inmediata, pues por fin, estaba siendo atendido.
No pasó mucho para que “culminara”, haciendo que una fuerte correntada de placer recorriera mi cuerpo y mi espina dorsal, echando el cuello hacia atrás bruscamente, mientras mi respiración era agitada, y mi boca se abría y cerraba levemente, intentando calmar mi respiración.
Cuando me pude tranquilizar, subí mis pantalones, y me dirigí nuevamente a la habitación, viéndote dormir allí, un poco más calmado. Apronté mi ropa, dejándola sobre la cama de mi lado, tomé una toalla, y decidí bañarme para relajarme aún mejor… y así lo hice, mientras me despedía de ti con una sonrisa.
El baño transcurrió normalmente, disfrutando de cada gota que recorría mi cuerpo relajando mis músculos. Luego de tomarme mi tiempo, salí de allí cómo nuevo. Todo aquel sueño que tenía acumulado, lo deseché por completo, o por lo menos por el momento, y saliendo del baño, te veo a ti que estabas levantado, observando todo con cierto toque de nerviosismo, nuestras miradas se cruzaron al acercarme a la cama, y sonriendo por dentro te digo…
-Oh, veo que has despertado, al parecer te encuentras mej-
-¡Dime que no lo hicimos!-
Me escupiste aquello de repente, haciendo que mi corazón se acelerase de sobremanera, haciendo que mis ojos también se abrieran un poco por la sorpresa. Luego sonreí de lado, pensando que esto sería divertido, “Si supieras Minnie…” nuevamente con tu voz aterrorizada volviste a hablar
-¡Contéstame por favor!-
Yo simplemente podía sonreírte de lado, en verdad era divertido, ver esa clase de expresiones en tu bello rostro adormilado.
-¿Quién sabe? ¿No recuerdas? Es una lástima…-
///Fin del Flashback///
POV SungMin
-Y después de eso, sabes lo que sigue, ¿así que estás mejor ahora? ¿Estás más tranquilo al saber de que no pasó nada, y que todo fue un malentendido?-
Preguntó con cierta irritación en su tono, y pues era comprensible, ya habían sido más de 3 veces que había preguntado lo mismo cómo si me tratase de alguien con algún problema de comprensión.
-Sí, gra-gracias por contármelo…-
Dije nuevamente algo tímido, olvidándome de todo aquel calentón que tenía, y de aquel SungMin “lanzado”.
Un silencio incómodo se formó una vez más… y yo comencé a jugar con mis dedos nerviosos, entrelazándolos a cada segundo. Él suspiró de una manera bastante audible, echándose nuevamente hacia atrás, ya que al contarme aquello por tercera se había inclinado hacia adelante una vez más.
-¿Por qué te preocupaba tanto el de si nos habíamos acostado o no?-
Preguntó serio y cómo si nada, como si estuviera hablando del clima, yo me puse todo colorado una vez más, y bajé mi mirada, ¿cómo decirle, de que lo que me preocupaba, era de que, no era capaz de recordarlo? ¿O cómo decirle que me preocupaba, porque no quería parecer una puta?...
-Contesta Minnie, ¿acaso te desagrado? Aunque los besos de hace unos minutos atrás no decían lo mismo…- Dijo con picardía ahora, haciéndome sonrojar aún más si era posible, pero luego borró esa sonrisa de lado, y mirándome serio una vez más me dijo… -¿O temías de que sufriera de alguna enfermedad de transmisión sexual y de que al acostarnos no hubiera usado protección?...-
Aquello me cayó como un balde de agua fría, no me esperé que su “sinceridad” que su manera de decir las cosas sin rodeos me hicieran un daño importante….
-No, no era eso, si-simplemente estaba asombrado, p-pues veras…-
Me quedé callado ante la atenta mirada de Kyu, a quien no le pude mantener la mirada, por lo que la dirigí hacia el suelo, pues estaba en duda de si contarle, aquello o no, era demasiado vergonzoso, pero no sé porque siento que a él si puedo y DEBO contárselo, es una sensación extraña, pues a pesar de todo, él continua siendo prácticamente un extraño.
-¿Asombrado? ¿Por qué?...-
Preguntó de una manera interesada en lo que tenía para decirle, yo tragué saliva, y elevé la vista una vez más, quise buscar el contacto en sus ojos, lo mantuvimos un rato, pero cómo me lo imaginaba, no podía decirle aquello, mirándolo a los ojos, era demasiado penoso.
-Pues bueno, veras… ¿recuerdas que te dije que mi novia me había dejado, cuando recién tu y yo nos “conocimos?...-
Lo miré fugazmente, el ahora con una expresión de clara confusión simplemente asintió.
-Bueno, resulta de que ella, m-me había dejado por-porque bu-bueno veras… ella, yo, a mí, con ella…-
El calor en mi rostro comenzó a ascender aún más, de seguro estaría más rojo que un tomate.
-Habla de una vez SungMin…-
Dijo serio, haciéndome poner más nervioso aún, y me dije ¡a la mierda todo, se lo digo todo junto… basta de rodeos SungMin!
Cerré mis ojos con fuerza, entrelacé mis manos también con fuerza y prácticamente se lo escupí, se lo grité…
-¡Cuando estaba con ella, mi miembro no reaccionaba! ¡Y cuando tú te acercabas y me susurrabas cualquier cosa, comenzaba a sentir cosquilleo allí, por lo que me asusté, porque no sabía porque contigo un extraño, me sucedía eso, y no con mi novia!-
Él abrió sus ojos de sobremanera, al oírme decir todo aquello, pues luego que terminé de decirlo, abrí mis ojos por unos instantes. No sé aún cómo pude mirarlo a la cara después de todo eso, ahora sentía demasiada vergüenza mejor me hubiera quedado callado, pero necesitaba liberarlo.
Se me quedó mirando, y yo ya no podía más de la vergüenza, por lo que antes de que unas lágrimas de mis mejillas, resbalaran, me paré de inmediato, y me dirigí a la puerta, huyendo de esa casa.
-¡SUNGMIN!-
Escuché a lo lejos, pues ya me encontraba corriendo hacia la ciudad… corría sin saber dónde pisaba, hacia dónde iba, solo corría, pero luego comencé a sentir unos pasos detrás de mí, y supe que se trataba de él, lo quise ignorar e intente acelerar mi paso, pero me fue imposible, ya me encontraba algo exhausto.
Él me alcanzó y me tomó del brazo, yo me giré de inmediato, y quise zafarme mientras me removía de manera brusca con el ceño fruncido.
-¡Suéltame KyuHyun! ¡Suéltame y déjame matarme! ¡Nunca debí decirte eso!-
Él tiró de mi brazo con fuerza hacia su cuerpo, logrando que mi rostro quedara en su cuello, y me envolvió en sus brazos, de inmediato quedé en shock, con las lágrimas detenidas en mis lagrimales a punto de salir, mi voz quedó estancada en mi garganta, al igual que el aire en mis pulmones, me detuve por completo, estaba demasiado sorprendido, jamás creí que él haría eso.
-Tranquilízate, por favor… SungMin sshi…-
Dijo serio, preocupado, acariciando mi cabello con una de sus manos, yo cerré los ojos con fuerza, y mis lágrimas volvieron a descender, la voz me volvió, el aire escapó y mi cuerpo se relajó.
-Eso es, relájate… no temas, a mi lado estarás bien…-
Yo no podía decir nada… quería decir algo, pero simplemente no podía.
-¿Por qué te apena tanto esto?-
Yo suspiré, e intenté hablar pero cómo me imaginaba mi voz salía entrecortada.
-Por-porque e-es ver-gon-zoso da-arte cuenta d-de tu sexua-li-dad a es-ta e-dad-
Y en verdad lo era, normalmente la sexualidad se descubre en la etapa de la adolescencia, pero yo, ya un adulto joven nunca lo supe, simplemente creí que el problema era yo, y realmente sí lo era, pero no de la manera en que pensaba antes.
-No tienes por qué avergonzarte de eso Minnie, tu eres tú y vives a tu ritmo, que la mayoría se dé cuenta en esa etapa de la vida, no quiere decir de que tu también lo tengas que hacer. ¿Pero sabes? Estoy feliz…-
Yo saqué mi rostro de su cuello, de una manera algo veloz y lo miré confundido, él sonrió de lado con ternura y acarició mi rostro y mi cabello. -¿Feliz? ¿Por qué?- Pregunté con una voz parecida a la de un niño pequeño.
-De que con sólo susurrarte cosas en el oído hayas reaccionado de esa manera, ¿sabes porque desde el primer momento en que ti vi no te maté? Porque en verdad que, tu vida hubiese acabado en ese instante en que elevaste tu vista y te encontraste con mi presencia…-
Mi expresión de niño pequeño confundido aún permanecía, y simplemente volví a cuestionar…
-¿Por qué?-
Él sonrió de lado, y desvió hacia un lado su vista por unos segundos para luego volver a mirarme, y tomando mi rostro con amabas manos se me acerca, yo trague saliva y me puse nervioso.
-¿No te lo imaginas?- Cuestionó con un tono algo pícaro, yo simplemente negué suavemente con la cabeza, él sonrió y habló -Porque… me gustaste co-ne-ji-to-
Dijo susurrándome sensualmente en el oído, haciendo que todos los vellos de mi cuerpo se me erizaran por completo, y más aún cuando siento que muerde mi oreja suavemente cómo aquella vez que me arrinconó en el callejón de aquel “prestigioso” vecindario.
Se separó lentamente de mi cuerpo, yo me le quedé mirando totalmente petrificado, aquella corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo desde la punta de mi cabello hasta la punta de los pies, en verdad que me había dejado estático.
Su mirada dulce ahora, al igual que su sonrisa, me tenían hipnotizado, esa dulzura con la cual también yo solía ver a Woo- ¡WOOKIE! ¡OH POR DIOS! ¡Wookie!
Abrí mis ojos de sobremanera al recordar aquello, por lo que él al ver mi reacción borró suavemente su sonrisa de su rostro…
-¿Qué sucede Minnie?-
Preguntó preocupado. Yo intenté normalizar mi expresión en el rostro y mirándolo a los ojos le dije, sujetando sus manos sobre mi rostro.
-Debo irme, esta vez realmente debo irme, mi amigo, ha de estar muy preocupado por mí, no quiero que se angustie por mi ausencia repentina, de seguro estará pensando en que me ha pasado lo peor…-
Él se tranquilizó notablemente ante mis palabras y sonriendo una vez más de lado con amabilidad, mueve sus manos, acariciando mi rostro, yo cierro mis ojos para sentir en mayor profundidad esas manos cálidas y delgadas en mi piel.
-De acuerdo, por hoy te dejaré ir conejito, pero no creas que te liberarás de mí así como así.- Se acercó y esta vez sí besó mis labios, haciendo que mis mariposas estomacales se revolucionaran, aquel beso fue tan suave, tan casto, absento de cualquier sentimiento que se pudiera clasificar cómo pecado. Correspondí, y luego cuando aquel maravilloso contacto se deshizo, aún cerca de mi rostro me dice; -Por esta vez te vas “ileso” de mi compañía, pero recuerda que me debes “algo” por ocasionarme los estados que me has provocado… y sabes a lo que me refiero.-
Dijo a lo último con aquella sonrisa de maldad típica en sus labios, y de manera insinuante, yo me puse colorado de inmediato, a la mierda “ambiente romántico” pensé, sólo asentí con mucha pena, y me giré, comencé a caminar mientras él me observaba como me alejaba, pero inevitablemente me volví y lo besé fugazmente a lo que le digo de la misma manera
-Te amo…-
Y salí corriendo de allí con todas mis fuerzas aprovechando el estado de shock en que lo había dejado… y ya no pudo alcanzarme, sé que quizás ustedes dirán que es demasiado pronto tomando en cuenta de que sólo lo vi 4 o 5 veces nomás, pero es que realmente lo sentía, sentía que era capaz de amarlo, a pesar de ser un extraño ser “sobrenatural” a pesar de ser un hombre-lobo, pero ya no me importaba, porque era y será mi “maldito-pendejo-hombre-lobo-zorro-astuto-estúpido”
Sonreí ante aquel insulto tan largo y patético, pero en verdad que eso es lo que creía, la “maratón” se me hiso más corta de lo que pensé, al estar tan absorto en mis pensamientos, que ni sé cómo fue que termine en la puerta de mi casa.
Busqué las llaves de mi casa, en mis pantalones, pero olvidé de que era ropa de KyuHyun la que llevaba puesta, sonreí una vez más cómo idiota al recordarlo, minutos de no verlo, de no oírlo y ya comenzaba a extrañarlo horrores…
Toqué timbre, ya que el pantalón que él me había devuelto también lo olvidé en su casa, perfecto, una excusa para volver a verlo.
Los seguros siendo retirados de la puerta se oían, hasta que la perrilla giró y se abrió, permitiéndome ver a un “YeSung” despeinado, con pantalones puestos así nomás y con el torso desnudo, ambos nos asombramos al vernos, él no dijo nada, y desvió la mirada, no podía decir nada, ni siquiera “no es lo que parece” pues en verdad que lo era, yo luego de salir del asombro, aquella sonrisa de lado, con malicia, se me ubicó en el rostro, una expresión claramente contagiada por Kyu…
-Vaya~ sí que han aprovechado mi ausencia, hmm que insensibles son, yo podría haber estado secuestrado por alguien, siendo violado o golpeado con alguien cuando ustedes estaban “golpeándose entre sí y contra la pared” que “invitados” tan desconsiderados tengo…-
Él abrió su boca para alegar algo en su defensa, pero aquella voz adormilada lo interrumpe.
-Yeye~ ¿quién es~? Vuelve a la cam-
Pero cuando se acerco lo suficiente, yo me “colé” dentro de MI propia casa y sus ojos se abrieron más que los de YeSung sshi.
-Hola Wookie, ¿uno se va por 3 días por una caja de cigarrillos, y ya metes “al otro” a mi casa?-
Dije divertido a lo que él no podía creerlo, al parecer se levantaban de “la siesta” y sus ojos al verme allí parado en frente suyo, comenzaron a cristalizarse, sus lágrimas comenzaron a caer…
-¡¡MINNIEEEE!! ¡VOLVISTE! ¡ESTÁS SANO Y SALVO! ¡OH POR DIOS!-
Dijo en llanto, corriendo hacia mis brazos, colgándose de mi cuello, a más no poder, sin pensarlo le correspondí.
-¡Idiota, me tenías muy preocupado! ¡No he podido dormir bien en casi 3 días!-
-¿Seguro? A mí me parece que se la han pasado de maravilla-
Dije aún en ese tono burlón, pero sintiéndome realmente bien, al saber que en verdad se había preocupado. Ante mis palabras se escuchó un carraspeo de garganta detrás de mí. Y Wookie se separó de mí, con el rostro, rojo, empapado en lágrimas.
-¡No claro que no! ¡Só-sólo decidimos tomar un poco de descanso, porque me tenías demasiado angustiado, creí que nunca más te volvería a ver! ¡Por favor! ¡Nunca más vuelvas a desaparecer de esa manera por tanto tiempo sin dejar aunque sea un maldito papel avisando! ¡Todo este tiempo he querido llamar a la policía para que te comenzara a buscar, pero Yeye no me dejaba! ¡Diciéndome de que armaría un jaleo innecesariamente!-
Yo sonreí ante el tono infantil que había comenzado a utilizar, y miré a YeSung sshi, y le agradecí con un simple gesto de cabeza. Él correspondió a él y volviendo a mirar a Wookie, a abrazarlo le dije.
-E hizo bien, sinceramente no tenía planeado desaparecer por tanto tiempo, tan sólo unas horas por la madrugada, pero pequeños percances tras percances demoraron mi regreso a casa, lo siento pequeño Wookie, pero ya estoy bien, me alegro de que no hayas llamado a la policía, hubiera sido muy vergonzoso y escandaloso, y la verdad ya tengo demasiado con mi suspensión.-
-Sí, la cual terminó hace 2 días, ¿¡Por qué crees que estaba tan preocupado. Idiota!?-
Yo lo separé una vez más de mi cuerpo algo brusco, y lo miré asombrado.
-¿¡De verdad que he faltado al trabajo dos días!?- Él asintió y mi corazón se detuvo en seco, ¿¡luego de una suspensión de 15 días, faltaba al trabajo los 2 consiguientes!? -¡Mierda! ¡Maldito Kyu te odio!-
Y aquello se me escapó, ambos me miraron en sincronización, fue Wookie quien torció su boca ahora, sonriendo de aquella forma “malévola” al parecer esa expresión por parte de Kyu es contagiosa…
-¿Maldito Kyu, te odio? ¿Quién es ese tal Kyu, hyung?-
Dijo en aquel tono, que claramente desbordaba de sorna, y cómo si fuera poco, la sonrisa burlona de YeSung sshi, también se colocó en frente de mí. Yo tragué saliva y desvié la mirada, mi rostro comenzaba a cambiar de color…
-Yo~… ¡Yo iré a tomar una ducha!-
-¡Alto ahí hyung!-
Dijo Wookie, tomándome del brazo, quise soltarme pero no me soltó, y cuando me giré para querer seguir mi camino, se me coloca en frente una vez más YeSung sshi, sonreí de lado nervioso.
-¿Qué es esto? ¿Un complot en mi propia casa? ¿Acaso quieren golpearme en mi propia casa?-
Ambos esbozaron una vez más esa sonrisa, se notaba el nerviosismo en mi vos, en mis expresiones, y sobre todo, en mis ojos…
-No Hyung, para nada, ¿Cómo podría morder la mano de quien me da de comer?-
Dijo irónico, y soltándome la muñeca, para luego sujetarme la mano suavemente, entrelazando sus dedos en los míos, “arrastrándome” hasta el sofá, sentándome en medio de éste, para que ambos pudieran sentarse a cada lado.
-Hasta que no nos digas todo, no te dejaremos ir hyung, no creas que no me di cuenta de que ésta ropa no es tuya, no tiene tu aroma, y además, ¿por qué tuviste que tocar el timbre de TU PROPIA casa? Aquí obviamente algo no encaja, y nos lo explicarás de inmediato, ¿quién es ese tal Kyu? ¿Es el mentor de tu “secuestro”?-
Mi corazón comenzó a latir con gran frenesí, la respiración se me entrecortaba, se me hacía difícil respirar, ¿pero porqué tan nervioso? Ni que estuviera cometiendo un crimen o algo por el estilo, aunque… si lo vemos del lado en que Kyu es el “asesino” que hace desaparecer a la gente en noches de luna llena, y que yo me enamoré de él, creo que sí sería catalogado como tal, y sin tomar en cuenta el pequeño detalle de que es un “hombre-lobo”
-Contéstale a “tu pequeño” SungMin sshi…-
Habló ahora el mayor de los 3.
-Y-yo él… ¡Pues sí, por culpa de él me desaparecí por 3 días, pero no porque quisiera, sino por los malditos acontecimientos! ¿¡Conformes!? ¡Ahora iré a tomar un baño. Con permiso!-
Me paré velozmente del sofá no dándoles tiempo a reaccionar, y fui corriendo a mi habitación a encerrarme en ella, la cual por suerte era la que tenía el baño en la habitación, por lo que no tendría que salir de allí por un rato.
Luego de ponerle seguro a la puerta, y quedarme apoyado en ella, por un tiempo determinado en forma de shock, pensando en lo acontecido, en lo dicho. Nervioso aún, me fui a bañar, quizás el agua recorriendo mi cuerpo me relaje, y me haga desistir de mis pensamientos aunque sea por unos instantes.
Así lo hice, y metiéndome dentro de la tina, abrí el grifo y el agua cálida comenzó a recorrer todo mi cuerpo, haciéndolo erizar por completo, ante aquel contacto tan exquisito que causaba el contraste de temperaturas de mi cuerpo frío y aquella agua cálida.
Pero luego de unos segundos, todas mis intenciones de tomar aquel baño caliente en paz, tranquilo, se invirtieron. Las “caricias” que me “otorgaban” aquellas cálidas gotitas, las comencé a reemplazar inconscientemente por “las manos de Kyu”.
Comencé a recordar todas aquellas veces que había establecido contacto físico conmigo, aquellas manos en mis caderas posicionadas con firmeza mientras nuestros labios se “reconocían” salvajemente, aquellas manos que recorrieron mi cuerpo en medio de la madrugada en un oscuro callejón…
Mi cuerpo automáticamente comenzó a manifestar corrientes eléctricas, temblores por todo mi ser. Comencé a temblar ante el contacto de mis propias manos, en mi “hombría” comenzaban a producirse pequeños temblores, pequeños cosquilleos, espasmos.
Y cómo era de esperarse al tener mis ojos cerrados, mis manos automáticamente se dirigieron a aquella zona que comenzaba a “crecer”, y ante el primer contacto, no pude evitar liberar un gemido agudo, por intentar retenerlo en conjunto con un encorvamiento repentino.
Era realmente “extraordinario” las sensaciones que mi cuerpo comenzaba a producirme… y antes de “lo que canta un gallo” noté que estaba masturbándome pensando en él; en ese maldito-niño-hombre-lobo-zorro-astuto-estúpido.
Abrí mis ojos sorprendido ante tal situación, por lo que detuve mis “caricias” de golpe, causándome una sensación de ansiedad incontrolable, aquel placer se me había hecho extrañamente adictivo, y sentía que no podía detenerme ahora, pero… realmente no quería terminar, por haber pensando en que me tocaba OTRO HOMBRE, pues recientemente, muy recientemente había descubierto lo que al parecer era mi verdadera orientación.
Por lo que mi mente, mi psiquis, aún de seguro lo estaba procesando, no podía aceptarlo tan rápido, en verdad que resulta algo shockeante.
Por lo que decidí cerrar mis ojos con fuerzas mentalizarme y abrir el agua fría, necesitaba calmarme de otra manera, pero aquel contacto del agua fría en mi cuerpo ya cálido por la temperatura anterior, fue demasiado, no pude aguatarlo, por lo que volví al agua cálida, lo cual era una sensación realmente maravillosa.
Decidí respirar hondo, relajarme, y tratar de pensar en cualquier otra cosa. Me fue imposible, ya que esas sensaciones en mi miembro me decían claramente que necesitaba atención, por lo que sin poder resistirme retomé aquello.
Una vez que pude sentirme “liberado” todo era mucho mejor, me encontraba más tranquilo, más relajado. Por lo tanto, decidí dar por terminado mi “baño”.
Cuando salí de la habitación; nervioso, pero a la vez cauteloso, siento cómo un delicioso aroma a comida se infiltra en mi habitación, el pequeño se había puesto a cocinar la cena, en verdad se lo agradecía, pues la verdad con todo esto que me ha sucedido, no tenía muchas ganas de cocinar.
Creí que cuando me vieran salir, me acosarían de preguntas sobre el “tal Kyu”, por lo que intenté abrí la puerta de mi habitación en silencio, mirando hacia todos lados. Realmente era irónico, el colmo, que me tuviera que escabullir en MI PROPIA casa.
Antes de que me diera cuenta, ya tenía a Wookie sonriéndome con sorna frente a mí, cambiando drásticamente luego su personalidad para decirme de manera aniñada, que ya estaba la cena.
-¡Hyuung~ ya está la cena~!-
Simplemente sonreí y asentí. Me dirigí a la cocina, levemente nervioso, no podía evitarlo. Y ubicándome en mi lugar de siempre, él comienza a servirnos la cena, y sí, dije “servirnos” porque YeSung sshi, se había quedado también, lo cual no me extraña, pues de seguro en mi ausencia, se la ha pasado viniendo y quedándose “a dormir” aquí.
La cena comenzó y transcurrió en un silencio agradable, aunque de vez en cuando halando de cosas triviales, hasta que se vino una pregunta que casi me hace escupir la bebida.
-¿Hyung~?-
-¿Hmm?-
Dije pues cómo les dije justo estaba bebiendo.
-¿Quién es ese tal Kyu? ¿Te has acostado con él y por eso te tomaste 3 días para “recuperarte”? O sea. Ya sabes…-
Escupí un poco de mi bebida, y comencé a toser, por lo que extrañamente YeSung sshi, también comenzó a toser, al parecer aquella pregunta “tan directa” le tomó por sorpresa tanto a él como a mí.
Rápidamente tomé una servilleta para limpiarme a lo que YeSung sshi hizo lo mismo.
-¿¡Qué co-cosas pre-preguntas a la hora de la comida Wo-Wookie!?-
Le regañé, pero aquellas palabras sonaban como todo, menos como un regaño, pues el extremo rubor en mi rostro, le quitaba toda seriedad a mis palabras.
-Sólo quiero saber, es que tú…-
-¿Yo qué?-
-¡Me preocupas hyung! ¡Por favor dime quien es ese tal Kyu, para que pueda quedarme tranquilo, de que estás en buenas manos! –
Exclamó el pequeño ahora siendo él el levemente sonrojado, y ambos lo miramos asombrados, confundidos, realmente creo que ninguno de los 2 entendía lo que él pensaba, o sentía.
Lo miré fijo unos segundos, aún sorprendido, y luego suspiré, será mejor que les cuente, de esa manera, me dejarán tranquilo y no me martirizarán por el resto de la noche.
-Está bien Wookie, se los contaré…-
Dije resignado haciendo mi plato de comida a un lado, pues con aquellas preguntas hechas por él anteriormente y la situación en que me encontraba ahora, se me había quitado el apetito.
-Verán… hace ya un mes mi curiosidad por un acontecimiento en particular me llevó a salir a caminar en la noche y encontrarme con él…-
Hice una pausa, observando a ambos que me miraban atentos, habiendo dejado también a un lado su comida.
-La verdad no creí que eso pasaría, pero sucedió, él fue el primero en entablar una conversación, un poco extraña por cierto, pero que no viene al caso…-
Claro, ¿cómo decirles que al segundo de verlo, y “sabiendo” que era el asesino, a mí me inspiró confianza y decidí contarles mis problemas, mientras debatíamos “qué hacer con mi vida?
-¿Conversación rara? ¿Qué pudo ser para que la clasificaras de esa manera? ¿¡No me digas qu-!?-
-¡NO! ¡NO empieces a sacar conclusiones apresuradas! Sólo quédate con que fue extraña, y que no es definitivamente nada de lo se te pueda ocurrir…-
Interrumpí sus palabras tan “directas”. Con otro profundo suspiro reanudé la “historia”
-Por lo que conversamos un tiempo, y luego de que esa conversación se diera por terminada, decidí regresar a casa con una experiencia extraña que aquel encuentro me provocó. Por lo que inevitablemente al otro día volví a aquel lugar, inconscientemente buscando de su compañía y su presencia. Tardó en aparecer pero lo hizo, la pequeña conversación resultó aún más extraña que la primera y mi cuerpo, mis pensamientos y sentimientos, comenzaron a sentirse raros, él me causaba algo extraño, tanto así que diría que es indescriptible…-
Hice otra pausa… tomando un poco de aire, y respirando hondo para poder relajarme un poco, contarles esto me ponía extrañamente nervioso y no sé por qué, o quizás sí, me pone nervioso el hecho de que puedan llegar a descubrir QUE era realmente Kyu.
-Espera hyung… algo me resulta familiar aquí… dijiste que fuiste a su encuentro y que sus palabras o conversaciones te hacían sentir confundido, eso mismo me dijiste cuando me contaste d-
Hizo un silencio abrupto, mi corazón se aceleró y él abrió sus ojos… me miró y habló una vez más… parándose y apoyando de manera algo “estruendosa” sus manos sobre la mesa.
-¡NO ME DIGAS QUE SE TRATA DE QUIEN YO PIENSO! ¿¡ESTÁS LOCO HYUNG!? ¡ÉL ES UN MALDI-!-
-¡Sé lo que es, y que puede resultar peligroso! ¡Pero entiéndeme, yo no soy quien controla estos malditos sentimientos hacia él!-
Le corté, antes de que, “me y lo” delatara frente a “su novio” quien nos miraba claramente confundido, no entiendo absolutamente nada…
-Esperen, esperen, ¿estás diciendo que lo conoces Wook? ¿¡Quién es!? ¿¡Qué relación tiene contigo para que lo conozcas!? ¡Que yo sepa no tienes a nadie cercano con ese nombre! ¿¡QUIEN ES!?-
Comenzó a cuestionar YeSung sshi, haciendo aún más evidente en cada pregunta que proseguía a la otra; sus celos.Ambos estábamos mirándonos a los ojos desafiándonos, por lo que ninguno de los dos le respondimos.
Pero segundos eternos después, Wookie desvía la mirada, se relaja y se sienta nuevamente en la mesa, y sin mirarnos a ninguno de los dos, contesta con la voz carente de sentimiento alguno.
-A quien corresponde responderte no es a mí, sino a él, él sabe muy bien quien y QUE es…-
Dijo mirándome de reojo, enfatizando aquella palabra que me colocó demasiado nervioso, más de lo que ya estaba “qué es”. YeSung me miró, obviamente buscando, esperando por esa respuesta, para la cual, no estaba listo. Aún…
-Por favor… dame tiempo de-de poder asimilarlo y procesarlo, a-aún no estoy listo para responderte lo siento YeSung sshi…-
Dije agachando la mirada, tragando saliva… él suspiró con el ceño fruncido y observó a Wookie, quien ahora estaba acomodando su plato de comida nuevamente frente a él. Inútilmente, pues de seguro ya estaría fría… mi estómago estaba más que cerrado, pero de todos modos decidí “imitar” su gesto y acomodé mi plato, nuevamente frente a mí, comencé a observarla, no se veía tan apetitosa como minutos atrás.
Pero de todas formas intenté ingerirla. Y un silencio ahora incómodo se formó en el ambiente, hasta que Wook nuevamente sacó un tema para hablar, ignorando al parecer “nuestra pelea anterior”.
-Por cierto, mañana tienes que ir sí o sí a hablar con el jefe, es algo grave el que te hayas ausentado por dos días, sin ninguna clase de permiso…-
Él, a pesar de todo… él se estaba preocupando por mí, aquello me sorprendió, en verdad que era un verdadero amigo, y sé que todo lo que me dice, lo dice por mi bien…
Agradeciendo mentalmente su gesto, decido contarle “la otra parte” de la historia, por la cual realmente me preguntaron, “el porqué de esos días de mi ausencia”.
-Sí, lo haré, gracias… y por cierto, la razón por la cual desaparecí es porque-
-No hace falta que me la cuentes, tratándose de “él” puedo deducirlo…-
-No, no puedes, escúchame por favor…-
Dije ahora en un tono algo triste y arrepentido, él me miró de reojo fugazmente y siguió “comiendo” su comida, aunque… hacer círculos en ella, no creo que se considere comerla.
-En mi último encuentro. Por cierta razón me desmayé, y él amablemente, sí amablemente- Le recalqué al ver cómo elevaba su vista una vez más, ante mis palabras, por lo que proseguí -Aunque no te lo creas, me hospedó en su casa, y cuidó de mí hasta que desperté, pero lo que yo no sabía es que había estado inconsciente 2 días, por lo que cómo mis intenciones no eran “desmayarme” me fui sin avisarte, pues creí que volvería a la hora, o quizás un poquito más. Pero luego cuando me dispuse a volver luego de haberme recuperado de aquel desmayo, comencé a cargar fiebre, por haberme mojado en aquella noche que “desaparecí” y eso es lo que sucedió, y por lo que no pude volver, sino hasta hace unas cuantas horas, que me sentía mejor.-
Wook, ahora me miraba de una manera seria, mientras tenía un brazo apoyado en el borde de la mesa, haciendo colgar su muñeca, y me dijo, con la otra mano en su mejilla.
-¿Realmente, eso fue lo que pasó? ¿No lo estás cubriendo de nada? ¿No lo defiendes? ¿No me mientes?...-
Cerré mis ojos suspirando, para luego abrirlos y dirigirlos a los suyos, alegando que aquello dicho anteriormente, era verdad.
-Si Wook, eso fue lo que realmente pasó, él en verdad en el fondo es bueno, o por lo menos conmigo, siempre se ha comportado de manera amable…-
-Me resulta extraño que un- digo él sea “amable”… sí que le debes de gustar mucho en verdad…-
Yo agaché mi cabeza, y tragué saliva en un vano intento de ocultar “las cerezas” o mejor dicho “manzanas” que tenía en mis mejillas…
Queriendo evadir el tema, respiro hondo intentando que no lo notaran, y levantándome de la mesa, haciendo una leve reverencia me retiré.
-Con su permiso, me retiro a mi habitación, gracias por la comida Wookie estuvo deliciosa, me encantaría quedarme a platicar con ustedes, pero mañana debo levantarme temprano. Que descansen, buenas noches…-
Sin más que decir me retiré, no esperando por alguna clase de respuesta posible, ellos se me quedaron mirando, pero no le di importancia, y me retiré a mi habitación, cerré mi puerta con pestillo, y colocándome el pijama me acuesto, no sin poder evitar observar de manera prolongada fijamente aquella ropa que le pertenecía a aquel niño-hombre-lobo-zorro-astuto-estúpido.
No pude evitarlo, la tomé y la coloqué a mi lado, abrazándola, sintiendo el aroma a él… en verdad que era uno delicioso.
Sin más; cómo nunca, me dormí rápidamente, “en compañía de él”.