Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KyuMin: "The Umbrella's Man" por ZaffireHeart

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí les ejo el cap 7, espero que les guste, no lo corregí ni nada, estoy apurada así que espero y lo disfruten

Sin más; cómo nunca, me dormí rápidamente, “en compañía de él”.


******


El despertador osó interrumpir mi delicioso sueño… si saben a lo que me refiero con “delicioso”…


Maldito Kyu, con tan solo estar contigo unas cuantas horas te has metido hasta en mis sueños, eres un… un… maldito.


Acallando aquel ruidoso aparato con ira, me levanto, y me dirijo al baño, para lavarme la cara los dientes, desayunar algo, y luego irme a mi maldito trabajo a dar una maldita explicación.


Una vez que hice todo aquello, cuando me dirigí a la cocina, me encontré con JongWoon sshi, y RyeoWook sshi desayunando tranquilamente, cómo si en verdad fueran una pareja de casados, al parecer el mayor de los 3 se había quedado a dormir con él, lo cual no me extrañaba, pues imagino cómo habrán aprovechado el tiempo de mi “desaparecimiento” al máximo.


-Buenos días…-


Dije cómo si encontrar a AMBOS allí, fuera de lo más normal, ellos me correspondieron el saludo, y me senté en la mesa inconscientemente esperando a que Wookie me sirviera un poco de café, y no me equivoqué, así lo hizo, sin la necesidad de decirle nada.


-¿Te dejamos dormir?-


Preguntó de la nada YeSung sshi sonriendo de lado, y ésta vez quien se ahogó con el café, fuimos Wookie y yo.


Wookie lo miró de una manera que creí que lo asesinaría, a lo que él sólo responde, elevando sus hombros;


-¿Qué?-


-No, pueden quedarse tranquilos que no los escuché, estaba realmente cansado…-


Ni modo de decirles, que aquel aroma a Kyu-lobo, funcionó como un somnífero bastante potente. Pero de todos modos, no pude evitar sonrojarme, ¿¡cómo es que estamos hablando de “eso” en el desayuno, como si fuera… hmm no sé, el clima!?


-Oh, bueno mejor así, temía haberte ocasionado una especie de trauma o algo por el estilo, o peor aún, hacerte desea-


-¡YA BASTA HYUNG!-


Interrumpió finalmente el pequeño de los 3 más que colorado, YeSung sshi, sólo sonrió de lado y calló. Yo cerré mis ojos suspirando aliviado, y sin más demora, me levanté una vez más de la mesa y hablé.


-Me voy antes Wookie, cuando SE VAYAN por favor no OLVIDEN cerrar la puerta con llave…-


-No Minnie, claro que no…-


Dijo Wookie, para después dejarlos “solos” una vez más. Emprendí camino hacia lo que era “mi trabajo”, al cual por varias razones, hacía bastante que no concurría, al llegar, cómo lo sospechaba, no había nadie aún, sólo mi jefe, o eso creo, y antes de golpear en su oficina, suspiré, intenté relajarme, e intentar actuar de lo más normal, aunque me resultase imposible en la posición en la que me encontraba.


Toc… toc, la puerta sonó, un determinante y serio “adelante” se oyó del otro lado, y al oír aquella voz, todos “los ejercicios” previos para quitarme lo nervioso, no hicieron efecto alguno. Mi cuerpo comenzó a vibrar imperceptiblemente por dentro, mi corazón se aceleró de sobre manera, y presentía que mi voz se entrecortaría al hablar.


Pero de todas formas atravesé aquella puerta que ocultaba “mi infierno”


-Oh~ pero miren a quien tenemos aquí, miren quien se ha dignado a poner su trasero aquí…-


Dijo irónico aquel hombre, sentado desde su silla reclinable, mi situación no podía empeorar más.


-¿Por qué mierda no has venido en estos 3 días anteriores?-


Cuestionó directa y violentamente, yo simplemente tragué saliva, cómo si eso fuese a darme alguna clase de armadura, escudo, o poder para saber cómo sobrellevar esta situación y salir bien librado de esta.


-E-Es lo que ve-vengo a explicarle Je-Jefe...-


Dije intentando de que mi voz sonara lo más consistente posible, pero obviamente me fue imposible.


-Pues bien, apoya tu trasero en esa silla, y comienza a hablar…-


Dijo serio haciendo un gesto con la mano “invitándome” a sentar, yo asentí, y con mi cuerpo temblando me senté… me observaba de una manera demasiado intimidante a mi gusto. Mis palabras no salían, él elevó una ceja y cruzó sus brazos apoyándolos en el escritorio, acortando nuestra distancia un poco.


-¿Y bien? Estoy esperando, y no me vengas con que no sabes por dónde empezar porque de lo contrario te echaré de inmediato de aquí.-


Yo asentí algo más efusivo por los nervios, e intentando que mi maldita voz saliera comienzo a hablar, por lo primero que se me ocurre.


-Lo siento…- Sí lo sé es estúpido, pero es lo que soy… un estúpido. –Mi intención no era faltar al trabajo, ya que demasiado era con la suspensión- Que por cierto me dio injustamente maldito cabrón. –Pero resulta que en mi último día de suspensión, salí a dar una vuelta para despejar mi cabeza y-


-No quiero que me cuente su vida señor Lee, sólo limítese a decirme lo que me interesa…-


Una vez más tragué saliva y asentí, maldito viejo cabrón…


-La lluvia que cayó de aquella manera tan desprovista el sábado anterior, me agarro desprevenido, por lo que me mojé, me enfermé y casi me atropellan, por lo que cuando el auto se detuvo a milímetros de mi cuerpo, colapsé y me desmayé, y sin darme cuenta permanecí en ese estado por 2 días… luego cuando me recuperé, cogí fiebre y volví a desmayarme… por lo que no tenia noción del tiempo, y por ende, no tenía idea de que mi “sanción” había finalizado.- Lo miré serio a los ojos, él elevó una ceja cómo diciendo ¿quieres que me crea esa estupidez? –Por lo que le pido disculpas, en verdad no era mi intención, por eso es que vine a hablar con usted para pedirle una segunda oportunidad, por favor…-


Él desenlazó sus brazos, y acomodándose sus anteojos se reclinó hacia atrás suspirando, mirándome… para darme una respuesta.


*****


-Hola Wookie…-


Dije entrando a “mi oficina”, dado que ya todos estaban en sus puestos trabajando.


-¿Hablaste con el Jefe?-


Preguntó preocupado, dejando de hacer lo que estaba haciendo. Yo simplemente asentí.


-Sí, justamente vengo de allí, me acaba de dar el “veredicto”…-


Wook me miró intrigado, preocupado y ansioso.


-¿Y qué te dijo? ¿Puedes volver a trabajar?-


Lo miré, y me dispuse a contestar-


-¿Sabes? Creo que supo tomar una decisión muy sabia y-


-Ya, hyung, por favor dime, no me mortifiques más…-


Dijo realmente preocupado… yo sólo me acerqué a él sonriéndole y él me miró y yo simplemente lo abracé…


-Me voy…-


-¿¡QUÉ!?- Me separó bruscamente de sus brazos. -¡No te puedes ir hyung! ¡Tuviste más que justificada tu ausencia! ¿¡Cómo es que no te ha creído!?...-


Dijo el pequeño al borde del llanto, mientras me abrazaba nuevamente contra su cuerpo de una manera un poco más fuerte.


-Me creyó mi niño… pero… de todas maneras dijo que lo sentía por mí, pero que no podía perdonarme, o de lo contrario estaría haciendo una diferencia conmigo por sobre los demás... por lo que simplemente acepté sus condiciones ya que después de todo tenía razón, así que simplemente le agradecí el haberme escuchado y me retiré…-


-¡No! ¡Pero es que tú-! ¡Tú no te puedes ir así! ¡Eres el único que me ha tratado tan bien, el único que me ha hecho sentirme a gusto aquí en esta maldita pocilga!-


Yo simplemente sonreí conmovido, pues el pequeño estaba hecho un mar de lágrimas. Lo separé un poco de mi cuerpo, y con mis pulgares limpié aquella brillantes y saladas gotitas que descendían de su ojos… aquellos que a pesar de la edad que tenía, aún mantenían un toque de inocencia…


-Tranquilo Wookie… no es cómo si me fuera a ir de la ciudad para siempre, o cómo si no me fueras a ver nunca más…recuerda que vives en la misma casa que yo, podrás verme todos los días allí, aparte aquí también tienes a tu primo, no estás solo pequeño, nunca lo has estado…-


Le sonreí mientras que su llanto había cesado pero no sus sollozos, mientras me miraba atento a lo que le decía. Lo acerqué nuevamente a mi cuerpo, colocando su rostro en mi cuello, mientras rodeaba con una de mis manos su cabeza… él se apegó aún más… y permanecimos así por un rato en silencio. Hasta que decidí que ya era hora de separarnos, pues sus sollozos habían cesado.


-Será mejor que comience a juntar todas mis cosas, me dio sólo éste día para vaciar mi parte de la oficina…-


Le sonreí mientras le daba un pequeño beso en la frente. Él sólo asintió mientras me observaba cómo comenzaba a juntar mis cosas…


Una vez que terminé todo, pues después de todo, no tenía muchas cosas. Sujeté mis cosas que estaban dentro de una caja y me estaba por retirar con una sonrisa le miro, y él una vez más se encontraba con aquellos ojos cristalinos.


Lo miré suspiré dulcemente, y dejé mis cosas sobre una mesa cercana, él me miró y me acerqué a él, dándole otro pequeño beso en la frente, él me mira asombrado y yo sonriendo y de manera dulce le digo.


-Figthing Wookie, no te des por vencido, o te sientas triste, recuerda que no es muy grave, simplemente ya no nos veremos más en el trabajo, pero si en casa todos los días. Trabaja duro pequeño. Te quiero mucho.-


Él con un intento de sonrisa, asintió y luego de corresponderle a su sonrisa me retiro, y él me sigue observando con aquellos ojos cristalinos, que no pudieron evitar retener unas rebeldes lágrimas.


*****


Llegué a casa, dejé mis cosas sobre la pequeña mesita que tenía en mi habitación y me quede allí, mañana ya saldría a buscar algún otro trabajo, aunque ahora que lo pienso, quizás no haya sido tan malo irme de allí, pues quizás con el nuevo trabajo que adquiera seguramente podré tener más tiempo para ver a Kyu…


Y hablando de él… quizás vaya a visitarlo ahora mismo, ahora que sé cuál es su casa, y ya no tengo que esperar a que la luna llena decida mostrarse.


Sonriendo, arreglándome un poco, pues mis ropas eran un desastre, me peiné un poco, y con una leve sonrisa en mi rostro me dirigí camino a su casa…


*****


Llegué… uff, no creí que me fuera a cansar tanto, definitivamente necesito comprarme un vehículo, la otra vez no se me hizo tan largo y cansador “el viaje”.


Pero ahora ya nada me importaba, estaba frente a su puerta, con una sonrisa de lado a lado, imborrable. La excusa de que venía a devolverle su ropa me daba valor para golpear aquella puerta pero, había un pequeño detalle.


No traía aquella ropa conmigo.


Soy un idiota lo sé… y aquella sonrisa al parecer, no era “imborrable” pues había desaparecido de mi cara al instante de que me di cuenta de que no traía “mi pretexto, mi justificación” conmigo.


Tragué saliva, suspiré con derrota agaché mi cabeza y giré, pero unos pies muy cerca de mí, hicieron que levantara la mirada, ¡ERA ÉL!


Mi corazón se comenzó a acelerar de sobremanera en ese preciso instante en que vi su sonrisa malévola de lado.


-Me preguntaba cuando ibas a golpear la puerta, pero veo que al final no has tenido el valor… ¿por qué?-


Preguntó en esa manera tan burlona, pero que me parecía tan sensual… yo no sabía qué hacer ni decir, mi corazón tan acelerado me hacía doler el pecho.


-Yo-yo bu-bueno, ve-venía a de-devolverte la ro-ropa qu-que m-me has pre-prestado, pero la he olvidado… a-así qu-que… ¡iré a buscarla!...-


Dije rojo cómo un tomate, pasando por su lado para comenzar a correr y no volver más de la vergüenza, pero me sujetó el brazo en un acto de reflejo bastante veloz… por lo cual ahora comprendía el “porqué de su agilidad” y me detuvo.


Me atrajo hacia él, y yo al estar mal posicionado me dejé arrastrar, pero terminé siendo estampado contra su puerta, la cual al ser de madera sonó bastante fuerte, mi respiración se detuvo al igual que mi corazón, por unos instantes al ver cómo me arrinconaba contra aquella superficie de madera colocando ambas manos alrededor de mi cabeza.


-Quédate un ratito, ya que has venido hasta aquí, sería una lástima que desperdiciaras éste viaje, en cuanto a la ropa, no hace falta que me la devuelvas, considérala como un presente de mi parte…-


-¿Pre-presente d-de tu-tu parte, y-y e-eso por qué?-


Decía nervioso a más no poder pues, a medida que había estado hablando se había ido acercando más y más a mi rostro, hasta llegar al famoso punto de “intercambio de alientos”


-¿Por qué? No tiene que haber siempre un “porqué” detrás de cada presente que uno da. Sólo tómalo.-


Dijo sonriendo aún más de lado, mientras se agachó un poquito y se acercó a mis labios, clavando sus ojos en los asustadizos míos, el nerviosismo me estaba dominando…


-¿Dónde está es “conejito curioso” que conocí, o ese “conejito lanzado” que vi el otro día? ¿No que muy curioso, muy lanzado, y ahora asustado?-


Dijo una vez más en ese tono que ya causaba estragos en mi interior, aquellas mariposas estomacales estaban realmente hiperactivas dentro de mí. Y las alteraba más aquella mirada algo lasciva que se debatía entre mis ojos y mis labios…


Giré mi rostro hacia un lado, mis mejillas ya comenzaban a cambiar de color. Él se separó de repente de mi cuerpo, haciéndome sentir la brisa fría del ambiente, causándome un leve escalosfrío. Sonrió y se acercó aún más, creí que me abrazaría, pero pasó su cuello por mis labios al inclinarse a abrir la puerta, aquel breve acercamiento “masivo”, me hizo delirar con aquel aroma que su piel desprendía.


La puerta se abrió y yo trastabillé al haberme apoyado con todo mi peso sobre ella, y él me sujetó de la cintura dejándome a centímetros de su rostro al inclinarse hacia mí.


-El “conejito nervioso, asustadizo y torpe” también me agrada… creo que cambiaré mi dieta y me dedicaré a “comer” solamente “conejitos”-


Sonrió acercándose aún más, mientras yo me tiraba hacia atrás evitando su contacto por inercia, pues estaba demasiado nervioso, él comenzó a avanzar sobre mi cuerpo, y no me quedó más que comenzar a retroceder al compas de que él avanzaba, hasta que terminamos dentro de su casa… cerró la puerta y una vez más me arrinconó contra ella.


¡MIERDA! Me dije a mi mismo, tragué saliva, y comencé a mirar hacia todos lados, intentando pensar que hacer, pero todo era inútil, mi mente estaba en blanco, los nervios no me permitían actuar de manera racional.


Pero me pregunto, ¿Por qué? ¿No fui yo quien rompió aquella barrera de distancia la otra vez? ¿No fui yo quien se lanzó a sus labios de manera salvaje cómo si fuera yo el lobo? ¿Entonces? ¿Por qué ahora tan nervioso? Estoy igual que la otra vez, sobrio… ¿entonces? ¿¡Qué mierda me sucede!?


-¿En qué piensas tanto “Conejito”? ¿Repasas en tu mente las 1001 maneras de devorar mis labios? ¿Tal cómo aquella vez? Aún no lo olvido, la sensación de tus labios, succionando y mordiendo los mismos con tanta pasión, me atormentan placenteramente todas las noches, y en todo momento cuando lo recuerdo…-


Dijo al principio burlón, pero luego su tono se engrosó aún más, haciendo su vos mucho más penetrante, y sensual, mi miembro reaccionó levemente ante aquella voz, era ridículo que me “pusiera así” con tan sólo oír aquella voz de “locutor sexy”.


Sus palabras realmente me sorprendieron, ¿aquello había sido una especie de confesión? ¿Por qué me sentí feliz y nervioso a la vez? Mi corazón, mi estómago y mi cabeza, eran todos realmente en enmarañamiento de sensaciones realmente confusas.


-¿No te sientes igual?...-


Preguntó de la nada, haciéndome salir de mis pensamientos, aún me tenía arrinconado y su fragancia “natural” comenzaba a envolverme, llevándome al maldito paraíso, o quizás infierno por el calor que todo mi ser sentía.


-Y-yo, yo… no lo sé… e-estoy demasiado confundido…-


POV KyuHyun


Aquellas palabras me habían cabreado demasiado, no pude ocultar mi notorio enojo, por lo que mi sonrisa de lado se borró, mi ceño se frunció, me mordí el labio con rabia, y mi palma se hizo un puño, quería golpear a ese maldito y estúpido conejo curioso, pero eso sería ir demasiado lejos, él me miró a penas unos instantes, para luego desviar su mirada de la tan penetrante y llena de ira que la mía expresaba.


-¿No lo sabes? ¿Estás confundido, dices?-


Dije algo serio, intentando mantener la calma, ¿confundido? Luego de que se lanzó a mis labios, y los devoró con literal desesperación, luego de que me ha dejado esa sensación gravada en mis labios en mi cuerpo, que cada vez que la recuerdo un cosquilleo incesante despierta en aquellas zonas “atacadas”.


- ¡No me vengas con pendejadas SungMin!-


Dije luego sin poder controlar toda la ira que sentía en mí, en esos momentos. Él al parecer se asustó, pude presentir aquel leve temblor de su cuerpo, de sus piernas, luego de aquel casi aullido de rabia, aún no me alejaba de su rostro, era algo que me torturaba enormemente, tenerlo tan cerca y no devorarlo cómo aquella maldita vez que él lo hizo, culpa de aquello, mi cuerpo se volvió adicto a ese par de labios acorazonados y rojos…


Él se mantenía sin decir nada aún, por lo que me cabreaba aún más… por lo que iracundo y venenoso escupí…


-¿¡A qué mierda has venido si no!? ¿¡A devolverme las prendas!? ¡No soy estúpido, Conejo! ¿¡Quién se olvida de lo que va a devolver en su casa!? ¡Eso no te lo crees ni tu!-


Dije escupiendo todas “sus verdades” cómo quien dice. Él me miró una vez más, me sorprendí levemente, su ceño fruncido se enfrentó a mi mirada que estaba de la misma forma, aunque su mirada ahora expresaba determinación, y la mía ira, sólo ira…


-¡Eres un estúpido desconsiderado!-


Me gritó él ahora, yo elevé una ceja, ¿acaso ese maldito conejo me estaba enfrentando? ¿A mí, al “hombre-lobo” que puede descuartizarlo en cuestión de segundos? ¿Desconsiderado? ¿¡YO DESCONSIDERADO!? ¿¡ÉL, QUE ERA ENTONCES!?  ¿¡DEJÁNDOME CALIENTE YA EN MÁS DE UNA OPORTUNIDAD, PARA LUEGO IRSE A LA MIERDA!?


Abri mis labios para reprocharle aquello pero me interrumpió ahora escupiéndome de manera venenosa también…


-¿¡Sabes que me quedé sin el puto trabajo por la jugarreta de mierda que me hiciste!? ¡Me desmayé por tu culpa! ¡Y en esos 2 días que se supone “dormí” debía ir a trabajar! ¡Tras que ya estaba suspendido por una maldita idiotez de la cual yo no tuve nada que ver, resulta que por tu culpa me ausenté 2 días más, justo esos días donde mi suspensión terminaba! ¿¡Crees que me perdonaron!? ¡Noo! ¡Claro que no! ¡A pesar de que le expliqué todo al puto de mi jefe!- Dijo agitado haciendo una pausa para seguir hablando, aún mirándome con determinación… -¡Iba a salir a buscar trabajo y terminé en la puta puerta de tu casa! ¿¡Sabes por qué!?...-


 Yo ya no sabía cómo reaccionar, resulta que mientras él me gritaba todo aquello, yo me iba separando de él de a poco, y mi enojo se iba disipando para convertirse finalmente en confusión, confusión absoluta, el enojado aquí era yo, no él…


-¡No claro que no sabes maldito niño-hombre-lobo-zorro-astuto-estúpido! ¡Pues fíjate que yo tampoco lo sé, pero hay algo en mí que me tironea constantemente hacia tu maldita choza, y por más que me quiero resistir, termino en tu puerta de todas maneras, ¡como si fuera un maldito sonámbulo que se levanta en busca de comida!-


Finalizó totalmente agitado al haberme dicho todo aquello de manera veloz y gritando, yo estaba más sorprendido que no sé qué, ¿lo despidieron? “Por mi culpa” ¿Y aún así  continúa viniendo a verme? ¿Cuando debería estar buscando otro trabajo? ¿Qué soy exactamente para él? ¿Qué tan importante soy, para que a pesar de todo siga viniendo a mi casa? Soportando mis maltratos, mis arranques de ira, o caprichos.


-Yo lo siento.-


Dije agachando la mirada, él se calmó y se paró cómo era debido al ya haber recuperado un poco la normalidad en su sistema respiratorio. Lo miré y él estaba por decir algo pero fui yo quien le interrumpió. Retrocedí unos cuantos pasos y me senté en el sofá mientras colocaba mis manos en mis rodillas separadas.


-A pesar que fue mi culpa, el hecho de que hayas perdido el trabajo, aún así, vienes a mi casa, cuando deberías estar buscando trabajo, y no voy yo y me pongo rabioso porque no supiste responderme una maldita y estúpida pregunta… yo en verdad lo siento…-


Dije arrepentido de verdad, olvidando por completo “mi personaje” de “malvado” suspiré y un silencio invadió la sala, hasta que comencé a sentir unos pasos lentos y delicados acercarse, quise elevar la vista, pero no lo hice, y me sorprendí al ver cómo su cuerpo se arrodillaba y colocaba sus manos en mis rodillas para luego con un una elevar mi rostro.


-Descuida, yo también lo siento, no tenías porqué enterarte de esto, es que el momento y la situación me hicieron sacar toda la frustración que tenía. No te preocupes, el que lo siente aquí soy yo, pues tú tienes razón, fui yo quien comenzó aquel acercamiento, fue mi culpa el hacerte sentir así. Pero es que entiéndeme, aún me es difícil asimilar lo que me sucede contigo, es demasiado extraño, me he cruzado con otros chicos guapos a lo largo de mi vida, pero ninguno me hizo sentir lo que tú, con tus acercamientos, tus susurros, tus miradas, tus sonrisas, y tus simples palabras, dame tiempo… por favor-


Me dijo algo más calmado, yo estaba realmente confundido, ¿qué era todo esto? ¿Era una declaración indirecta? ¿O solo mi imaginación? No entendía bien a lo que él se refería, o quizás sí, pero sin pensarlo mucho simplemente asentí…


-De acuerdo SungMin, te daré tiempo, lamento haberte confundido más de lo que ya estabas… quizás lo mejor será qu-


Me interrumpió con un beso fugaz y una sonrisa…


-Dime Conejito, me siento raro cuando me llamas por mi nombre, siento que pones una distancia mayor a la que existe…-


Me le quedé mirando asombrado, él se puso de pie ayudándose con mis rodillas y yo le seguí con la mirada…


-Será mejor que me vaya a buscar trabajo, si es que quiero seguir viviendo en mi casa…-


Sonrió y comenzó a caminar hacia la puerta, yo me puse de pie de inmediato y no sé porqué le abracé por detrás, su cuerpo se tensó por unos momentos, pero luego se relajó y no sé porqué me imaginé que junto con ese relaje de músculos una sonrisa se le había formado.


-Espera…- Dije hundido en su cuello –Conozco un lugar en el que te pueden dar trabajo, quizás no sea lo que quieres, pero me siento culpable por haberte hecho perder el anterior, y me gustaría remendarlo con esta recomendación…-


Solté su cuerpo con una de mis manos para llevarla al bolsillo de mi pantalón, sacando una caja de cerillos que decía “Kkum-eul Silhyeon” sonreí de lado nuevamente y rodeando su cuerpo se lo colocó en frente suyo, a la altura de sus caderas, él baja la mirada, y levanta suavemente una de sus manos sujetando la pequeña caja de cerillos, yo ya me encontraba apoyando mi mentón en su hombro, mientras sonreía. Esos cabellos platinados, y esa dulce fragancia que su piel desprendía, me estaba enloqueciendo, pero estaba decidido a controlarme, no quería cagarla cómo minutos atrás…


Él giró su cabeza levemente hacia mi lado, me miró con una clara expresión de ¿Qué mierda es esto?...


Esa expresión hizo que mi sonrisa se torciera aún más…


-Tranquilo, no es nada extraño si es lo que te imaginas, es un simple bar al que suelo ir cuando sé que la maldita luna no se interpondrá en mi vida… ve allí y diles que vienes de parte de “Cho” y que necesitas un trabajo…-


-¿Un simple bar? ¿Y por qué su nombre no me da buena espina? ¿Sueños hechos realidad? ¿Estás bromeando verdad?...-


Me preguntó algo indignado, yo simplemente suspiré divertido y ubicándome prácticamente encima de él, colocando mis axilas en sus hombros le digo de manera aniñada ahora.


-Ya te dije~ no es nada malo, que el nombre no te engañe, es un simple bar cómo cualquier otro al que asisto~… ¿Qué pasó con el conejito curioso~? ¿No quiere ir a ver cómo es ese bar? ¿Qué clase de bar es al que este niño-hombre-lobo-zorro-astuto-estúpido asiste?-


Aún no sé cómo me acordé de aquel insulto tan largo inventado por él, pero me pareció divertido citarlo en esta conversación…


No dijo nada por un ratito, ya que se había quedado observando aquella cajita de cerillos con dudas en sus ojos… mordiendo inconscientemente de una manera sensual su labio inferior…


-De acuerdo, tú ganas, iré a ver de qué se trata todo esto; que por alguna razón me da mala espina… si te me quitas de encima podría continuar con mi retirada… con permiso…-


Dijo serio, quitando suavemente mis brazos encima del suyo hasta que se liberó y mirándome una última vez, hizo una reverencia sonrojándose…


-Gracias… adiós…-


Dijo tragando saliva y retirándose, yo me le quedé observando contento, feliz de poder ayudarlo aunque sea un poco… y luego de que la puerta se cerró, me di la vuelta para comenzar a ordenar un poco mi casa…


*****


POV SungMin


Aún no puedo creer que le dije todo aquello a Kyu, haciéndolo pedirme perdón, aquello me había sorprendido, por lo que no pude contra mi personalidad e instantáneamente me comencé a sentir culpable, terminando siendo yo el que pidiera perdón, es que verlo de aquella manera, escucharlo disculparse de esa manera tan arrepentida en verdad me había sorprendido, pero luego sucede aquello de los cerillos, ¿De verdad que estaba yendo directo a ese lugar?


Mierda, soy un estúpido… pero de verdad que aquellas preguntas formuladas por él mismo, me hicieron despertar la curiosidad, a pesar de mis malos presentimientos.


¿Qué clase de bar sería? ¿Cómo sería ese bar? ¿Quién es exactamente Kyu en un lugar cómo ese para que me recomiende de esa manera tan segura?


Siguiendo la dirección que estaba en los cerillos llegué al dichoso bar, su frente se veía cómo uno común y corriente, tal vez me equivoqué al hacerme una imagen apresurada del lugar sin siquiera conocerlo…


El bar estaba abierto, aunque no había gente, sólo un par de muchachos tomando un café con pastel, entré al lugar y aquellos 2 muchachos me desnudaron con la mirada prácticamente… sus miradas felinas y sus facciones tan similares, ¿serían hermanos?


Tragando saliva intentando ignorar aquellas miradas que me apuñalaban una y otra vez me dirijo al chico que estaba de espaldas en la barra, limpiando al parecer unas copas…


-Disculpe, ando buscando trabajo y me preguntaba si ust-


-No necesitamos ningún empleado por el momento…-


Me cortó antes de que pudiera terminar de hablar, aún sin darse vuelta…


-Oh ya veo, pero es que me ha mandado el señor Cho…-


Dije de lo más normal, él chico se detuvo de prepo, y dejando lo que creo sería un vaso o una copa, se gira, y cuando nuestras miradas se cruzan ambos nos sorprendemos… él…

Notas finales:

Espero que les haya, gustado, me salió mas cortito, pero bueno, quería publicarlo, antes de que me olvide de él, pues tengo un trabajo pendiente para mañana y no lo he hech ;_;

Disculpen si hay faltas de ortografía, pero estoy apurada xD recién llego xD

Espero y les haya gustado, nos leemos n.n

♥ ZaffireHeart ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).