Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KyuMin: "The Umbrella's Man" por ZaffireHeart

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Wiii!!! Capítulo, recién, recién sacadito del horno, aún está humenate! *w* espero que les guste! Capítulo FINAL de los FINALES! xD


ME SALIO RE LARGO! 19 hojas! Jojoo! xD


Lean!

[…]


-F-Fue a-atacado po-por “The-the Umbrella’s Man”-


Dije devastado, mi voz se oía ronca, y sin fuerza, sin vitalidad. Aquel muchacho, pues era joven, abrió sus ojos de sobremanera, reacción la cual era de esperarse… abrió su boca con la intención de decir algo, pero no lo hizo y desvió la mirada, para luego decirme.


-Si fue así, no sé si logre salvarse, nadie sobrevive a sus ataques, que lo hayas traído hasta aquí aún con vida, y más aún que tu también hayas sobrevivido, es realmente sospechoso y un milagr-


-¡Él tiene que salvarse!-


Dije interrumpiendo sus palabras con algo de furia, a lo que él me miró asombrado. Yo no le quité la vista de los ojos y le dije con determinación ahora, a pesar de que mis lágrimas aún estuvieran surcando mis mejillas.


-Tú lo dijiste… tu dijiste que iba a estar bien…-


Dije ahora más calmado. Él una vez más se asombró con mis palabras, y poniéndose de pie, pues se había agachado para estar a mi altura carraspea su garganta algo incómodo, y desviándome la mirada otra vez dice, casi de una manera inaudible.


-S-sí cre-creo que ti-tienes ra-razón, ten fé… y-yo de-debo re-retirarm-


-¡DONGHAE! ¡Rápido trae una unidad de sangre A+, necesita una transfusión urgente!-


Dijo el médico saliendo de la sala de operaciones de emergencias… yo me estaba por abalanzar sobre él y preguntarle cómo estaba, pero me contuve, aún no era momento, aquel enfermero que ahora conocía cómo DongHae, asintió y salió corriendo al banco de sangre, o eso supongo.


-¡SungMin! ¿¡Dónde está SungMin!?-


Escuché unos gritos agudos e histéricos, pude reconocer la voz, era la de aquel chico que me encontré minutos atrás…


Me puse de pie, limpié mis lágrimas, y emprendí camino, para acercarme hacia ellos, aquel idiota de pelo azabache, quien le había revelado mi identidad a Minnie en el bar, me vio y codeo a aquel otro chico, que ahora comprendía mejor, aquel chico de castañas hebras, era “el amigo” del que tanto hablaba SungMin, y viéndolos a ambos, confirmaba las palabras de SungMin, alegando que aquel pelinegro era “de los nuestros”.


Antes de que pudiera llegar a ellos, el castaño se me viene encima cómo si de un toro enfurecido se tratase, tomándome del cuello de mis prendas, me dice entre diente y totalmente iracundo.


-Más te vale que Minnie esté bien, que esté vivo, porque si no es así, yo mismo me encargaré de acabar con tu vida, de la misma manera salvaje y despreciable que tú lo has hecho con la suya.


Desde un principio nunca me agradaste, y peor aún cuando SungMin me contaba de sus malditos encuentros, sabía que eras peligroso, y se lo advertí, pero él de todas maneras, por ese amor que te tenía, decidió seguir adelante, y si por culpa de ese estúpido amor que te profesa, termina por dejarnos, te mataré… no lo olvides-


Aquel niño, parecía que no mentía en sus palabras, según lo poco que me había contado de este niño, era una persona, dulce, cariñosa, simpática y jovial, pero ahora, estaba demostrando todo lo contrario.


Y claro, no lo culpo, la situación no es para que se comporte de esa manera, estúpido KyuHyun.


-A pesar de tus amenazas, déjame decirte, que yo más que nadie quiero que se mejore y siga viviendo, aunque te parezca increíble, yo LO AMO…-


-Claro, ¿y lo amas tanto que le atacaste de esa manera? ¡Maldito licántropo infeliz!-


-¿Li-licántropo?-


Preguntó aquel de cabellos negros. Ambos le miramos, y aquel niño me soltó la prenda, y miró a lo que supongo era su amante…


-Ven Yeye, vamos a sentarnos, te lo explicaré, o mejor dicho, él te lo explicará…-


Yo los miré confundido, y más aún por aquella mirada de asco que el pequeño me otorgaba.


Aunque el pequeño tiene razón, pues yo mismo si mal no recuerdo le dije que le explicaría todo en cuanto nos encontremos en el hospital, es decir, ahora.


Suspiré suavemente para que aquel castaño que no me sacaba la mirada de encima me viera, sin decir nada me acerqué a ellos y me senté quedando cerca de la sala en la que SungMin estaba siendo intervenido.


“Intervenido…” Que palabra más horrible, y más aún siendo yo la causa del estado y situación en que MI Minnie está en estos momentos. Lucha por nuestro amor, por favor lucha mi cielo, mi vida, mi alma, mi amor.


Aquellos dos chicos me miraron serios y de manera fija y yo suspirando ahora derrotado comencé a hablar, pues explicaría todo.


-No entiendo nada, desde hace días que SungMin sshi y Wook están muy misteriosos, pero comprendo ahora que de quién hablaban la otra vez era de ti, aunque hay ciertos puntos, que no logré entender, cómo ahora que Wook te ha llamado “licántropo” ¿Qué quiso decir con eso?-


Cuestionó un serio, pero calmado JongWoon sshi, yo cerré mis ojos en gesto de prepararme para lo que pudiera traer mis palabras a futuro.


-No hay mucho que explicar, está más que claro, ¿sabes lo que es un licántropo verdad?-


-Si, un hombre-lobo o algo por el estilo, pero no sé por qué Wook te llama así, ¿acaso te conoce más profundamente y te dice así por tu personalidad o qué?...-


Volvió a cuestionar el de cabellos azabaches, por el cual me comenzaba a preguntar si realmente era inteligente… las cosas más claras no podían estar, ¿ o sí?.


-Pues, no exactamente, por lo que veo, SungMin les ha hablado de mí, como a mí me ha hablado de ustedes, así que creo que es hora  de decir la verdad, y lo que corresponde. Sólo les pido discreción por favor, lo único que quiero es vivir una vida tranquila con SungMin a mi lado.-


-¡Habla de una vez, y deja de decir estupideces, maldito!-


Exclamó exasperado el castaño ahora, volví a suspirar y miré al pelinegro que tenía una expresión de clara y absoluta confusión.


-JongWoon sshi, yo, yo soy… soy e-el fa-famoso “Th-The-”-


-Familiares o personas cercanas al señor Lee SungMin…-


Interrumpió el médico, por lo que sin dudarlo, el castaño y yo nos atropellamos para reportarnos frente al médico, diciendo al unisono


-¿¡Cómo está Doctor!?-


El doctor abrumado por nuestro atropellamiento, nos miró confundido y hablo.


-Primero que nada, cálmense, y díganme quienes son…-


-¡Soy su mejor amigo y compañero de habitación!-


-¡Soy su pareja!-


Dije sin miramientos, a lo que todos allí me miraron raro, extrañados, y porqué no asqueados… en algún momento de lucidez no hubiera dicho aquello con tanta desesperación y de manera tan alta, peor esta situación me tenía tan preocupado, tan fuera de mí, que me importó una mierda.


El doctor luego de verme algo asombrado, carraspeó su garganta y nos miró a ambos, mientras que JongWoon sshi, se acercaba al lado del castaño y le tomaba la mano.


-¿Su pareja? Eso explica los rastros de semen en su cuerpo, creíamos que aparte de ser atacado de esa manera salvaje había sido violado…-


Yo por primera vez, sentí que mi rostro ardía de sobremanera, por primera vez en mi vida me sonrojé en público… ¡Maldito doctor! ¿Tenía que decirlo de esa manera tan seria como si fuera algo normal?...


No pude más y desvié la mirada hacia abajo, pero el carraspeo de aquel hombre una vez más nos llamó la atención…


-Hemos terminado de saturar sus heridas, le hemos colocado sangre, pues estaba demás anémico, ya que había perdido sangre en gran medida, y por el momento sigue vivo, y de milagro, cuando usted joven lo trajo, estaba frío, pálido y estaba en medio de la delicada y fina línea de la vida y la muerte, pero parece que el muchacho tiene un gran espíritu y unas ganas de vivir impresionantes, por lo que como he dicho anteriormente, lo hemos salvado…-


En mi rostro comenzaba a formarse una pronunciada sonrisa y mis lágrimas volvían a surcar mis mejillas… el brillo en mis ojos volvía, o eso creí hasta que el doctor nos miró una vez más y suspirando nos dijo.


-Pero sin embargo, está muy delicado, debemos tenerlo en observación, lo que queda de la madrugada pues no sabemos si pasará la noche o no, esperemos que sí, de todo corazón en verdad espero que se pueda salvar… con permiso…-


Dijo haciendo una leve reverencia ara luego retirarse, entrar a la sala de emergencias y al parecer trasladar a mi conejito a terapia intensiva, no puede verlo, no pude hacer nada, pues nos habían retirado del lugar, despareciendo de la vista de nuestros atónitos y petrificados cuerpos… mi corazón se detuvo en seco, cuando dijo que su vida aún pende de un hilo, uno muy delicado…


Caí de rodillas una vez más y comencé a sollozar una maldita puta vez más. ¿¡Por qué me tenía que tocar a mí, justo a mí padecer esta puta maldición, tan incontrolable!?


-No, SungMin, tienes que vivir, tienes que hacerlo, recuerda que me prometiste estar a mi lado, no puedes dejarme, no puedes dejar este mundo ¡antes que yo!-


-Descuida él se salvará…-


Escuché una voz algo áspera  reacia, cerca de mi oído y una palmada en mi espalda, levanté la vista un poco y vi que se trataba del castaño, ¿él consolándome?


-No lo malinterpretes, es sólo que si te veo en ese estado tan deplorable no puedo odiarte y amenazarte de muerte…-


Inevitablemente, se me escapó una leve sonrisa, pues aquel comentario dicho tan serio y sin mirarme a los ojos me resultó de cierta manera divertido, y por más loco que suene, se lo agradecía…


-Además ya escuchaste al médico, está bien, sólo hay que esperar… a que se recupere por completo, por lo hará… pues por más que me cueste admitirlo su amor hacia ti le hará volver a “este mundo”…-


Yo le continuaba mirando asombrado ahora, él simplemente se paró ayudándome levemente a ponerme de pie, y disimuladamente me dirigió nuevamente hacia los bancos de espera…


-Yeye, ¿podrías traernos un poco de café? Lo que queda de la madrugada será larga…-


Dijo en un tono totalmente comprensivo, por lo que por un momento envidié al pelinegro, pues en el estado en que estaba, lo menos que necesitaba era ser amenazado de muerte, y maltratado, ser hablado con asco y odio…


El pelinegro simplemente asintió con un dulce


-Si Wookie, ya vengo…-


Luego de que se retiró el castaño me miró e intentado “desfruncir” el ceño me habla.


-Se que no es el mejor momento, ni que tampoco nos conocimos adecuadamente, pero antes que nada déjame presentarme correctamente.-


Yo asentí, su voz ahora sonaba un poco más suave… lo cual agradecía enormemente.


-Mi nombre es Kim RyeoWook y la persona que me acompaña como sabrás es mi pareja y también tu empleado por lo que sé, Kim JongWoon, y además de eso, aunque me cueste quiero disculparme, por lo mal que te he tratado hace unos instantes, es que esto de Minnie me tiene muy nervioso e histérico, y además que de cierta manera mi odio hacia ti no es exactamente por haberle hecho eso, sino por haber sido tu quien robara su corazón…-


De a poco, a medida que el ahora conocido RyeoWook sshi, iba hablando, iba entendiendo un poco más de que iba la conversación…


-¿A-a ti te gusta SungMin también?-


Pregunté de manera bajita, pero directa y concisa, él abrió sus ojos de sobremanera, pero a pesar de eso, intentó calmarse y responder, agachando su mirada, desviándola de la mía.


-S-si- Aquella confesión realmente me impactó, tan directa como mi pregunta, pero al ver mi expresión al parecer bastante notable, continuó hablando. –Pero tranquilo, no pienso luchar por él, pues ya había perdido desde antes de que te conociera, además de que tengo a YeSung sshi, y soy feliz a su lado, es solo que Minnie con su trato, con sus palabras, con su cariño de “amigo” hacia mi persona, lograron despertar sentimientos que no creí que despertarían, pero de todas formas, no estaba en mis pensamientos serle infiel a YeSung sshi, y cuando comenzó a contarme de sus encuentros, y de las emociones que le provocabas con simples palabras, roces, esas sonrisas desbordantes de brillo, por tu causa, comenzaron a hacerme sentir celoso de ti, de alguien a quien ni siquiera conocía, y cuando me dijo de que eras tú, y de lo que eras, fueron las excusas perfectas, para intentar ponerlo en tu contra, pero a pesar de eso, su “curiosidad” por conocerte más profundo, le y me terminaron por vencer…-


Dijo haciendo una pausa, levantando la mirada y posicionándola nuevamente en mis ojos, con algo de determinación y un brillo que anunciaba que se aproximaba un llanto. Yo idiota y asombrado por esa confesión de esa magnitud le digo, totalmente sin tacto.


-¿Y por qué me cuentas todo esto ahora, a sólo segundos de conocerme?...-


Él sonrió derrotado, suspirando y desviando la mirada otra vez me dijo.


-No sé qué te ha visto, eres un idiota, pero de todas formas eso ya no importa, porque cuando SungMinnie, se recupere por completo, yo-yo me alejaré de él para siempre, no puedo continuar viviendo en la misma casa de mi “amor platónico” pensando en él, mientras que en mi cama a mi lado tengo a mi amante actual, me estoy haciendo daño tanto a mí mismo cómo a Yeye. Ya no lo soporto, no sé dónde es que iré, pero definitivamente me iré, y te cuento, te digo esto, porque… por más que me cueste, y te suene irónico e increíble, te estoy encargando a SungMinnie, estoy poniendo en tus hombros, la felicidad de SungMinnie, y espero que puedas lidiar con ese peso en tus hombros. Más te vale que le hagas feliz, o de lo contrario yo-yo-


-¿De qué hablan? ¿Ya se amigaron? Eso fue rápido…-


Apareció en escena el sereno pelinegro, interrumpiendo “nuestra” conversación, aunque era más “su” conversación, pues era el único que hablaba,  él simplemente suspiró cerrando sus ojos con algo de fastidio al haber sido interrumpido por su amante, y con una mirada, no sé cómo le hice pero entendí, que claramente expresaba “ni se te ocurra decir una palabra de lo que hemos hablado”.


El moreno se nos acercó y entregándonos el café caliente a cada uno se nos quedó observando, y un silencio incómodo se vivió tenso por unos segundos hasta que RyeoWook decido romperlo.


-Creo que era lo correcto, después de todo, ES y SERÁ la pareja de Minnie, y como tal, creo que debo aprender a respetarlo, a pesar de que le hizo aquello, pero de todas formas él no es el único culpable, también fue culpa de Minnie…-


-¿Otra vez hablando con misterios? ¿A qué te refieres con “a pesar de lo que le hizo”?-


Preguntó el de cabello azabache algo exasperado, perdiendo aquella calma que lo caracterizaba, por lo que suspiré y hablé directo y sin rodeos.


-Se refiere a que yo lo hice, yo le hice aquellas heridas de gravedad con las que llegó, ya que yo soy el “The Umbrella’s Man”…-


Lo miré a los ojos, los cuales se abrieron de sobremanera, su pecho se infló de una manera imperceptible, pero deduje que el aire se le había quedado en la garganta, su mano inevitablemente dejó caer el café al suelo, desparramándolo por todo el blanco y encerado suelo, a lo que ambos RyeoWook y yo levantamos y corrimos los pies, pues aquel líquido nos había salpicado levemente…


Quedó en silencio y en esa posición petrificado por unos segundos, sin expresar emoción alguna… yo simplemente suspiré y continué hablando en voz baja, pues no quería que nadie me oyera…


-Si, así es JongWoon sshi, “tu jefe” es el ser más despreciable, asqueroso y temido, de éste asqueroso pueblo. No pido que me comprendas, porque nadie lo ha logrado a excepción de Minnie que a pesar de todo, me ha dado de cierta manera una segunda oportunidad en esta miserable y asquerosa vida que llevaba viviendo desde antes de conocerlo… siento si te decepciono, pero a pesar de ser lo que soy, también tengo sentimientos, que sea un “licántropo” no me quita el hecho de que tenga un corazón y por tal, sufra, llore, ame y odie como lo hace una persona “normal”-


Aquel pelinegro, relaja su cuerpo y libera todo el aire que había apresado en su pecho y parpadeando me mira, y luego mira a RyeoWook…


-¿T-tú, tú lo sabías ve-verdad? ¿Po-por eso que t-tan misteriosos con SungMin sshi, cuando hablaban de su “KyuHyun”?-


Parecía algo enojado con el menor… a lo que simplemente éste desvió la mirada…


-¡Contéstame Wook! ¿¡Tú lo sabías!?-


Cuestionó el mayor con el ceño fruncido, a lo que el menor con el mismo gesto se dirige a sus ojos y habla.


-¡Sí, sí lo sabía! ¿¡Por qué crees que me oponía a su relación!? ¿¡Por qué crees que le advertía una y otra vez sobre lo peligroso que podía ser “él”!?-


El pelinegro, liberó un bufido entremezclado con una sonrisa y desviado su mirada mientras colocaba una de sus manos en sus caderas dice.


-Así que me han tratado de idiota todo este tiempo ¿verdad? SungMin se ha pasado… primero diciéndome que no debo tener secretos contigo, cuando resulta que tú y él, si pueden tener secretos conmigo, ¿no te parece algo injusto? ¿Por qué tuve que ser yo el único idiota que se expuso frente a ustedes, y se “confesó” cayendo y creyendo en sus palabras? ¿Mi cara expresa lo idiota que puedo llegar a ser y por eso me toman el pelo? ¿Por eso me joden? ¡Tal vez la tenga, pero NO LO SOY! No me subestimen, porque podrían llevarse una sorpresa…-


Dijo totalmente ofendido y agresivo aquel hombre de cabellos azabaches.


-Dije que nunca te dejaría, te pedí perdón por tener celos y envidia de SungMin, pero esto… esto no sé si lo pueda perdonar, tengo orgullo y dignidad, ¿sabes? y créeme que me he rebajado mucho al pedir disculpas por algo que no debía…-


Se colocó una mano en su frente y comenzó a masajearla, mientras suspiraba…


-Y-yo ne-necesito aire, de-debo irme de aquí a-antes de que… Aish olvídenlo… m-me voy…-


 Dijo sin más, para luego comenzar a retirarse, dejando aquel manchón de café en el suelo, ambos le quedamos mirando, esto realmente era algo extraño, aquella escena, aquella “pelea” civilizada en verdad me había incomodado de sobremanera…


El castaño me miró asombrado, por lo que lo interpreté como un “¿¡qué hago!?” y yo simplemente serio y frío como siempre le respondí a aquella pregunta no formulada.


-Deberías ir tras él, no sé qué ha pasado entre ustedes, pero creo que en verdad eres tú y SungMin quien le deben una disculpa…-


-Su- supongo que tienes razón, de todas maneras a quien querrá ver primero cuando despierte será a ti, yo… no tengo mucho que hacer aquí, por más que me duela admitirlo… he perdido… de todas formas en la mañana volveré para obtener noticias de él…-


Yo simplemente asentí y él luego de unos segundos de verme a los ojos, se paró y se dirigió velozmente hacia la dirección en que el pelinegro había tomado.


Suspiré una vez que despareció de mi vista, otra vez solo… no sé porqué pero me hubiera gustado que aquel castaño se hubiese quedado a hacerme compañía, necesitaba estar en ella, el estado de SungMin me torturaba a cada segundo, necesitaba estar en compañía de alguien, para no extrañar la presencia de mi conejito…


-Aaaish Minnie, no sabes cuánto te necesito, se que sonará loco, pero realmente ya te extraño…-


Dije mirando el techo, suspirando al principio, para luego recostarme en el respaldar, y estirar mis piernas en cualquier dirección, como si me hubiese desplomado en aquella pequeña silla.


-Necesito de tu presencia…-


Dije casi sin tonalidad, y cómo si de palabras mágicas se tratasen, aquel enfermero de minutos u horas, ya, quizás, pues la noción del tiempo la había perdido desde que llegué a este lugar…


-No seré esa persona que tanto anhelas, pero quizás te pueda prestar mi oído para que te descargues, y te deshagas de esa angustia que te carcome… estoy de guardia hoy, y sinceramente no tengo nada que hacer, así que pensé que quizás quisieras charlar, porque aunque te parezca mentira, te comprendo, no es fácil amar a otro hombre y más si es ese hombre que tanto amas, el que se está debatiendo entre la vida y la muerte…-


Dijo como mencioné anteriormente aquel muchacho enfermero, ahora algo sonrojado sentándose a mi lado, por lo que lo miré confundido…


-¿Me comprendes? ¿A qué te refieres? Nadie puede comprenderme a excepción de mi Minnie…-


-Tal vez no tan profundo, como lo aquel al que llamas “Minnie”, pero comprendo lo difícil que ha de ser para ustedes llevar esta relación adelante, lo padezco en carne propia…-


-¿En carne propia?...-


Seguía cuestionando las palabras de aquel enfermero sonrojado ahora… él suspiro y habló mirándome fugazmente a los ojos…


-Pues verás… el doctor que atendió a tu… tu “novio” e-es e-el mío…-


Dijo comenzando a jugar nerviosamente con sus manos, aún más sonrojado que antes… yo me sorprendí ante aquella confesión, ¿qué acaso ahora todas las personas a mi alrededor eran homosexuales?...


-¿El doctor es tu amante?- Él asintió nervioso, y yo algo asombrado vuelvo a cuestionar; -¿No es algo mayor para ti?...-


Él me miró y me sonrió olvidándose de sus mejillas carmesí.


-Su apariencia profesional engaña, si bien luce como alguien maduro y serio, fuera del trabajo, fuera de esa bata larga y blanca, es una persona dulce, joven y jovial, es muy divertido… Hyukkie no es tan grande, sólo es 2 años mayor que yo, él tiene 27 y yo 25, es un doctor muy joven, por más increíble que te parezca…-


Yo aún asombrado ante sus palabras, decido dejarlo así y asimilarlo, después de todo, no sé porqué me tendría que importar, aquí el importante y único en mi corazón es Minnie, y extrañamente aquella pequeña charla y aquella sonrisa por parte de él me hicieron sentir mejor, y en extraña confianza, no sé porqué sentía que su aura expresaba pureza y sinceridad, amabilidad y calidez, empatía hacia los demás…


-¿No serías tú, el que tenía ganas de hablar por estar aburrido y has venido a mí, al verme solo?-


Sonreí, pues milagrosamente, había vuelto a emplear aquel tonito pícaro que solía utilizar con Minnie, ¿solía utilizar? ¿Por qué hablo de ello cómo si fuera tan lejano, cuando fue tan solo horas que lo empleé?


-Quizás, un poco y un poco…- Dijo sonriendo, respondiendo a “mi chiste”… -Te veías algo triste y decaído, y expresabas una especie de aura oscura al estar solo… un aura oscura, por la tristeza y angustia que sientes…-


Lo miré asombrado, por aquella magnífica “habilidad” de leer mi “alma” y le sonreí, para luego comenzar una charla extrañamente amigable, mientras me contaba de su vida y de su vida con “su Hyukkie” cómo le llamaba él, y aún no dejaba de asombrarme que aquella persona que “salvó” a mi conejito fuera una tan diferente dentro y fuera del hospital.


Mis ojos pesaban, sentían que se me cerraban solos, pero aquellos cafés y charla amena con DongHae, pues se había presentado, me mantenían despierto, hasta que los rayos de luz solar, comenzaban a iluminar el lugar…


-Vaya se ha pasado rápido la madrugada, espero que nuestra charla te haya servido de algo, puedes tomar algunos consejos, o simplemente dejarlos… nos vemos, debo retirarme, mi turno ha terminado, ha sido un placer compartir mi vida contigo…-


Me dijo dulce y amablemente, mientras se ponía de pie y en frente mío, para luego estirarme la mano en claro gesto de saludo, yo sonreí y acepté su mano. Para luego retirarse, aquella mancha de café había sido limpiada por la empleada allí, quien nos miró de cierta manera enfurecida, al ver aquel manchón negro en el piso, y nosotros con DongHae, hablando de la vida y riendo suave de vez en cuando… aquel sujeto era agradable…


Y una vez más, solo… esto es grave, cada vez me agrada menos estar solo, cuando resulta que antes de conocer a Minnie lo que más disfrutaba era la soledad, ahora siento que no la puedo siquiera tolerar, es increíble como he cambiado en tan solo meses…, como el poder de “amor” me ha cambiado…


Miré hacia el reloj de pared que estaba ubicado frente a mí, las 8:00 de la mañana, ¿de verdad era ya esa hora? Wow, si que ha pasado realmente volando, y yo que pensé que se me iba a ser eterna aquella noche, pero no lo fue.


Decidí ponerme de pie y estirar un poco mis piernas, pues, la verdad estar toda la noche sentado, a pesar de que los asientos eran cómodos, mi trasero dolía de todas maneras, me puse de pie con dificultades, y me agaché un poco para estirar mi columna, y cuando me enderecé fue una tortura, el dolor allí atrás era demasiado, por lo que inconscientemente pensé, ¿así le habrá dolido a Minnie?


¡Minnie! ¿Cómo estarás? Por favor dime que has luchado por quedarte a mi lado, y cumplir aquella promesa de amarme siempre, de estar siempre a mi lado…


Miré el techo, y suspirando, decidí ir a buscar otro café, pero como si hubiera sido a propósito, el tan mencionado “Doctor Lee HyukJae” apareció frente a mis ojos, los cuales abrí de sobremanera, pues sabía a qué venía…


El diagnóstico final sería dado, sin decir nada me acerqué, un poco más, mientras tragaba saliva, ya que se me había secado la garganta al instante de verlo…


Lo mire sin decir nada, con el corazón acelerado, él me miró a los ojos… y luego de unos segundos eternos de un silencio sepulcral, carraspea su garganta, desvía su mirada, para luego volver a mirarme...


-La noche ha pasado… y debo darle una respuesta…-


Aquel doctor se oía tan serio, tan profesional, que jamás imaginaría que cuando sonríe, muestra hasta sus encías, jamás imaginaría que esta persona que tan fría aparenta ser, sea la más dulce, cálida y jovial que existe… “Segú DongHae sshi”.


-Hable por favor, ya no lo soporto más, no lo aguanto más, la angustia, la culpa, me carcome por dentro, hable doctor ¡por favor!-


Dije rogando a lo último… él carraspeó su garganta y volviendo a mirarme retoma la palabra.


-Bueno, verá, resulta que el señor Lee SungMin ha-


-¡Disculpe doctor!-


Dijo entrando en escena nuevamente DongHae… mi corazón se detuvo, al estar a punto de oír el resultado, por primera vez quería, golpear y odiaba a aquella persona que tanto me ayudó.


Lo miré de inmediato, sin poder evitar mi molestia ante su aparición… por lo que él se percató, y borrando su sonrisa y agachando la mirada, colocándose al lado del doctor habla casi sin voz…


-¿In-interrumpo algo?-


-Si, DongHae sshi, algo muy importante, por favor, ahora no, debo decirle a este joven cómo ha “evolucionado” ese muchacho que trajo, si para bien o para mal…-


DongHae, me miró asombrado, y colocándose de mi lado le miró al doctor y palménadome, dio a entender que me apoyaba, fuese cual fuese el resultado, yo me asombré, y enloquecí, porque sentía que aquello significaba “algo malo”


-¡Hable por favor!-


Dije totalmente ansioso… ambos chicos, se exaltaron ante mi aumento de voz y el doctor nuevamente me miró…


-Su-su pareja, ha-ha-


-¿¡Ha, qué!? ¡POR FAVOR!-


-Su pareja ha… pasado la noche-


Dijo sonriendo ampliamente con satisfacción, mi corazón mi cuerpo era una montaña rusa de emociones, mis piernas temblaron, mis lágrimas se liberaron, como si de una represa rota se tratase, y caí al suelo, sollozando, hipando, sorbiendo, de la felicidad… ¡NO LO PODÍA CREER! ¡MINNIE! ¡MINNIE SE HABÍA SALVADO!


-Ha sido un chico muy afortunado, pero creo que lo que más le ha salvado, han sido las ganas de permanecer a su lado…-


Dijo ya más relajado, y en un tono más cálido ahora, aquel doctor, elevé la vista, y sonreía tal y cómo me lo había descrito DongHae, mostrando sus encías… no lo creí capaz de sonreír de tal manera, pero yo estaba igual, sonriendo de lado a lado… y sin pensarlo me puse de pie, y me lancé a su cuerpo, lo abracé con furor, por el cuello.


-¡Gracias! ¡Gracias y mil gracias Doctor, por hacer todo lo que estaba a su alcance para salvar a mi Minnie! ¡No tengo cómo agradecerle! ¡Ha salvado, a la luz de mis ojos, al guía de mi alma, muchísimas gracias doctor, le estaré eternamente agradecido! ¡GRACIAS, MUCHISIMAS GRACIAS!-


No encontraba más palabras para agradecerle, quería en ese momento hacerle un monumento, había salvado a la razón de mí vivir, había salvado a “mi otra mitad”, y a medida que iba hablando, iba ejerciendo aún más fuerza en el abrazo, hasta que siento una manos empujarme y tironearme suavemente, eran ambos que me querían separar, por obvias razones, una porque de seguro le estaba asfixiando, y otra porque quizás, no le agradase, que un “desconocido” estuviese abrazando con tanta intensidad a “su doctor”.


Me separaron con dificultades pero lo hicieron…


-¡Quiero verlo! ¿¡Puedo verlo!?...-


Pregunté eufórico, aún sin dejar de permitir a mis lágrimas recorrer mis mejillas… DongHae miró al doctor, mientras tenía una de sus manos en mi pecho y la otra en mi espalda, con claras intenciones de felicitarme, y el doctor habla una vez más…


-Sí, pero podrá hacerlo dentro de unas horas, cuando lo traslademos a una habitación común, por el momento, regrese a su casa, tome un baño y descanse, no se ve muy bien, y luego vuelva, que ya tendremos a su pareja trasladada…-


Volvió a hablar en aquel tono dulce y cálido, yo sonreí ampliamente, jamás creí que siendo un “hombre-lobo” pudiera sonreír, y sentir cómo una persona normal, Minnie, te debo tanto, y pensar que todo comenzó por tu “simple curiosidad”…


-¡Muchísimas gracias Doctor! ¡Haré eso y luego volveré! Necesito ver a mi razón de vivir…-


Dije sonriendo, y haciendo una reverencia de casi noventa grados, que por una extraña razón, sentí la ropa en mi espalda algo dura, cómo si se tratara de alguna especie de cartulina o algo por el estilo.


-No hay de qué, en verdad me alegro de que haya podido salvar su vida, y que aquel muchacho luchase por mantenerse en este mundo…-


Dijo colocándome una mano en el hombro, para decirme que ya podía enderezarme y así lo hice, me sonrió levemente, y haciendo una reverencia con la cabeza, se despidió, y DongHae quien estaba a mi lado, me palmeó la espalda nuevamente con una sonrisa, y le correspondí al gesto, nuestras miradas se cruzaron, sus ojos, se veían tan llenos de vida, tan puros, y tan llenos de amor, tan brillantes, por lo que luego sin pensarlo me abrazó, suavemente, yo me quedé sorprendido con aquella acción, quedé estático y asombrado por unos segundos, pero luego sonreí y correspondí a su abrazo.


-Felicidades, “tu Minnie” ha pasado la prueba de fuego, y ha decidido quedarse contigo, en verdad me alegro, y me gustaría que cuando se recupere del todo, salgamos a cenar, comer, o al cine los 4, en verdad me agrada tu compañía…-


Vovlí a sonreír, al oír aquellas palabras dichas con tanta calidez, y le hablé de la misma manera, apoyando mi mentón en su hombro…


-Muchas gracias, y gracias a ti por haberme hecho compañía en un momento tan difícil como lo era este, contigo también estaré eternamente agradecido, y si alguna vez hubiese algo en lo que pudiese ayudarte, no dudes en pedírmelo, y ten por seguro, que tendré en cuenta tus consejos, me ayudarán mucho, créeme… gracias DongHae…-


-No hay de qué, ahora ve, vuelve a casa y relájate, ya todo está bien, el sol brilla en todo su esplendor, afuera y en tu vida, aprovéchalo, disfrútalo, gózalo…-


Me dijo mientras se separaba del abrazo, le miré sonriendo y asentí, él hizo lo mismo, y luego de eso, volví a agacharme casi a 90° para estar agradecido, pero no me dejó estar en aquella posición ni siquiera 2 segundos.


Después de que me enderecé sin más, me retiré a mi casa, finalmente todo había pasado, DongHae tenía razón, el sol por fin comenzaba a brillar en mi vida… y cómo dijo él, lo aprovecharé, disfrutaré y gozaré al máximo…


No soportaría otra situación como la vivida esta madrugada.


Regresé a casa, caminando, atajándome del sol, que realmente estaba resplandeciente, y una vez que estuve allí, no podía creer estar allí nuevamente, me parecía una eternidad, la que había estado fuera de ella, sin dudarlo, me quité toda la ropa en el camino, mientras que me dirigía a tomar un baño.


Sentir el agua tibia, recorrer mis tensados músculos, realmente era placentero al máximo, mi piel se erizó de sobremanera, al sentir el contraste de temperaturas, y a medida que mi cuerpo se adaptaba a la nueva temperatura, mi cuerpo, y mis músculos se iban relajando.


-Minnie, no puedo creerlo, si cumpliste, no me dejaste… te amo tanto, te amo tanto que ni te imaginas, no sabes las ganas de besarte, abrazarte, acariciarte y sonreírte, que me invaden en estos momentos… te amo mi Conejito Delicioso, muero por probar tus labios acorazonaditos una vez más…-


Sonreí mientras con mis ojos cerrados, sintiendo un enorme placer por aquella simple acción, peinaba mi cabello hacia atrás, en pos de enjuagarlo.


Cuando salí del baño, era una persona nueva, renovada, y caminando por la sala, me di cuenta de que mis ropas todas negras, estaban manchadas con una gran cantidad de sangre ya a estas alturas seca.


No creí que mis garras fueran tan filosas, para hacerle tanto daño, aunque, no, no ha de haber sido eso, sino que su piel era demasiado sedosa, suave, “aterciopelada”, delicada.


Decidí tirarlas al canasto de ropa sucia, y poniéndome algo más cómodo, me dirigí a mi habitación, que espero y pronto sea “nuestra” habitación, y me tiré en ella como una bolsa de papa, era realmente increíble, todo el placer que esa simple acción me causaba, manoteé mi despertador y lo puse para que sonara dentro de 1 hora y media.


No podía esperar más, necesitaba en verdad, ver a mi conejito precioso.


***************


Cómo si de segundos se hubiesen tratado, el despertador sonó, nunca creí que me costara tano abrir los ojos, pero con suma dificultad lo hice, bostecé, me estiré y sonreí ampliamente al saber, que ya todo había pasado, y que fue como una especie de pesadilla.


“Desayuné” tranquilo y luego de que me cambiara, me perfumara y me arreglara, partí nuevamente hacia el hospital, y esta vez sin poder esperar, tomé un taxi.


Llegué más pronto de lo que creí, le pagué y me dirigí derecho a la sala de “internación”, buscaba a DongHae o al Doctor Lee, por todos lados para que me explicaran y me indicaran dónde se encontraba mi “bello durmiente”, y una vez más como si se tratas de obras del destino, veo salir al Doctor Lee de una habitación…


Rápidamente le intercepté, me saludó cordialmente y me dijo que a pesar de que estuviera fuera de peligro, necesitaba descansar unos cuantos días, y que no despertaría en unos cuantos días, aquello me entristeció algo, pero no me importaba, pues sabía que “mi niño”, aunque resultara irónico, por el hecho de que era menor que él, “se encontraba bien”.


Asentí y le pedí que me llevase a su habitación, y así lo hizo, y cuando entré y lo vi allí, profundamente dormido, con su rostro tan terso, y pálido como de costumbre, mi corazón se aceleró, tan hermoso como siempre. Era realmente mi “bello durmiente”.


-Los dejo solo, con su permiso KyuHyun sshi…-


Dijo el doctor, a lo que asentí y se retiró. Me acerque a mi conejito, y tomé una de sus manos, con ternura y suavidad, pues tenía una aguja insertada en ella, por donde le habían colocado el suero. Mis lágrimas, al verlo en ese estado en el que “YO lo había dejado”, comenzaron a surcar mis mejillas otra vez, con una mezcla de sentimientos impresionantes, eran tanto de tristeza angustia, por verlo en ese estado, como de felicidad, por haberse salvado.


-Bebé, no sabes cuánto te agradezco que hallas salido bien, que estés bien, y que hayas luchado por quedarte conmigo a mi lado, por más de que no te merezca.-


Tomé, su mano, y aquella sensación de su tersa mano, me gratificó en demasía, su mano estaba tibia ahora, cosa que realmente, me agradó, me calmó inmensamente… con mi otra mano, tomé su mejilla, la acaricié, cómo si se tratara de una pieza de porcelana, de cristal a punto de destrozarse, porque, en su estado, realmente aún estaba delicado, pero a salvo.


Me le quedé observando, la habitación se llenó de un aura pacífica, mi cuerpo se relajó, inconscientemente, y suspiré, nunca me voy a cansar de repetir, que aún no puedo creerlo que lo tenga conmigo.


Me quedé allí no sé cuánto tiempo, estaba en un estado en ensoñación, cuando siento aquella voz, ya tan conocida…


-Sí, es por aquí, no sabe cuánto me alegro de que su amigo haya salido, y haya pasado la noche.-


La voz de DongHae, que seguramente guiaba a YeSung y a RyeoWook, me estiré para despejarme, acaricié su rostro, y besé sus labios, aquellos que había anhelado con tanto fervor, desde la noche anterior…


Se sintió tan bien, estaban algo resecos, pero me importó poco y nada, en mi mente, sus labios, seguían siendo suaves y tersos.


-¡Minnie! ¡Oh Minnie, bendito sea dios y todos los santos a su alrededor! ¡No sabes cuánto me alegro de que estés bien!... ¡Yo sabía que te ibas a salvar, no nos podías dejar tan pronto.-


Decía un eufórico RyeoWook, pero empapado en llanto, y era totalmente comprensible, yo reaccioné de la misma, manera Minnie, era alguien muy querido, alguien que sabía cómo hacerse querer de inmediato.


Luego de que estuviera un rato apoyado en su pecho, YeSung lo retiró con cuidado, mirándolo, diciéndole que ya era suficiente, que debían irse… y RyeoWook, simplemente asintió y se apoyó en el pecho de YeSung, mientras este le rodeaba con sus brazos, en ese momento, yo quería estar igual con mi Minnie…


**************


Los días pasaron, y día a día, yo iba y estaba con él y en compañía de RyeoWook y YeSung, le hablaba y le acariciaba el rostro, le sonreía, y le prometía cosas, que íbamos a hacer juntos cuando él abriera sus ojos… día a día, esperaba, a que despertara, pero nunca sucedía, aunque yo no perdía las esperanzas.


Y así pasaron 2 meses de ir y venir día a día, noche tras noche, menos los días de luna llena por obvias razones.


-Minnie, ¿estás bien? ¿Te encuentras bien? ¿Estás perdido? Toma mi mano, yo te ayudaré a volver a este mundo definitivamente, no dudes en tomarla, así como tú me extendiste una mano, y me hiciste emerger de mi oscuridad, yo quiero devolverte el favor. Toma mi mano, sujétate de ella… no estás solo, permaneceremos siempre juntos, ¿verdad? Tú lo prometiste. Aférrate a ella, yo, ya no te fallaré, no más…-


Dije con mi voz extremadamente, suave, y cálida, mientras sujetaba su mano, y la acariciaba con la otra, pequeñas lágrimas comenzaban a aglomerarse en mis ojos. En compañía con una suave y dulce sonrisa.


Aquello fue realmente un milagro, su mano reaccionó, y apretó la mía, mi corazón se aceleró de sobremanera, mi vista se elevó asombrada, y su ceño se fruncía. Su pecho comenzaba a moverse parsimoniosamente, aunque de una manera más pronunciada.


¿¡Estaba despertando!? ¿¡Lo estaba!? ¡Sí lo estaba!


-¡DOCTOR! ¡DOCTOR!-


Quise soltar su mano y salir corriendo para captar mayormente la atención del Doctor, pero aquella mano, pálida, y suave me retuvo, mis gritos eran tan sonoros, que el doctor los oyó gracias a Dios.


Y vino apresurado corriendo, con DongHae detrás de él.


El Doctor, se acercó y comenzó a revisar a Minnie, a lo que yo ansioso, por el resultado, me quedé ahí observando estático lo que le hacía.


-K-Kyu-KyuHyun…-


¡OÍ SU VOZ! ¡OÍ SU VOZ LUEGO DE 3 MESES! No podía más de la euforia, de la emoción, me acerqué a él de inmediato. Tomando su mano y acariciando sus cabellos algo crecidos, y ya amarronados levemente. Pues su rubio platinado, comenzaba a borrarse.


-¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy Minnie, mi cielo, mi vida, mi alma, mi amor! ¡Aquí estoy, y de aquí no me iré!...-


Dije con mis lágrimas una vez más surcando mis mejillas. Nunca había llorado tanto y tan seguido en mi vida, es más, jamás había llorado, por algo o alguien. Minnie… eres y serás el primero y el último en todo, en mi vida.


-T-Te a-amo…-


Me sonrió levemente, mientras sus ojos luchaban por adaptarse a la luz del día, miré al doctor y a DongHae, ambos me sonrieron y el primero me dijo.


-Su pareja, al fin ha despertado, por fin se ha recuperado, no se preocupe, su pareja ha vuelto a la vida, si se mantiene así, en 2 días más le daremos el alta, y finalmente se lo podrá llevar a su casa…-


Sonrió ampliamente nuevamente el doctor Lee, yo sonreí aún más, al oír “se lo podrá llevar a su casa”… parecía tan irreal, finalmente, tanto tiempo de espera ha valido ¡la maldita pena! Asentí eufórico, y palmeándome se retiró para luego ser DongHae, quien me regalara una sonrisa, se la devolví y asentí, en pos de agradecerle todo lo que había hecho por él.


-¿Qué su-sucedió? ¿Dó-dónde estoy?-


Preguntó sin voz mi conejito amado, una vez que en la habitación quedamos los 2 solos… yo le miré, y antes de decirle algo, me disculpo.


-¡Lo siento, lo siento tanto mi vida! ¡Perdóname bebé, por mi culpa casi dejas este mundo! ¡Por mi única culpa, por mi maldita maldición, casi te pierdo! ¡Pero cómo lo prometiste, te has quedado a mi lado! ¡Te amo, te amo más que a nada en este mundo, no sabes, no tienes idea de lo inmenso que es mi amor por ti, estoy seguro que atravesaría galaxias enteras! ¡Te amo! ¡Saranghae! SungMin…-


Él sonrió dulcemente, y con algo de dificultades, limpió mis lágrimas, y luego acarició mi mejilla, mientras me miraba a los ojos.


-No tengo nada que perdonarte, Kyu.- Dijo con una paz y serenidad, que me transmitió calma a mi acelerado corazón y respiración. –Ya te he dicho, que decidí y asumí el riesgo que significaría estar a tu lado, tome esa decisión para que podamos vivir nuestro amor, y si en aquel “accidente” me hubiera ido, créeme, que de todas maneras, jamás me habría arrepentido, el que no arriesga no gana mi lobito…- Sonrió ante esa manera tan cariñosa de llamarme, al ver mi reacción de realmente asombrado, bajé mi vista y mi rostro, pues lágrimas se volvían a hacer presente, y no quería que me viera en ese estado tan deplorable. Pero él tomó mi rostro con amabas manos y me hizo mirarles a los ojos, y así lo hice algo apenado. –La curiosidad CASI mata al Conejo, pero no lo hizo… ¿ya ves?-


Preguntó ahora cómo si le estuviese hablando a un niño pequeño, me sonrió e inevitablemente, le sonreí también, por fin volvía a ver esa sonrisa tan hermosa y particular de él, con esos dientitos, de conejito. Era hermoso, era hermoso en todos sus aspectos.


-Pero sin embargo ese conejo, jamás se habría arrepentido de haber muerto en las “garras” de su depredador porque lo amaba, lo ama y lo amará… por siempre… y aún más allá, de la otra vida… porque ese conejo, no sabía lo que era el amor, hasta que conoció a ese lobo, tan feroz al principio, pero tan cálido cuando logró entrar en su corazón… ese conejito, sabía que no se equivocaba, y sabía que no le iba a importar, ni le importará, que los demás “animales” hablen mal de ellos, porque nadie, absolutamente nadie, conoce a ese “lobo” como realmente es… y el conejo se sentía y siente orgulloso de ser el único en conocer el interior de ese lobo, porque… lo ama.-


Yo, yo simplemente no podía más, aquella “historia” e verdad me había hecho emocionar, llorar, jamás creí verme llorando por alguna especie de relato de este tipo, simplemente no pude más, y le besé, le besé cómo jamás nunca lo había hecho, de manera casta y pura, sus labios, aquellos que volvían a ser míos una vez más… y para siempre. Nos separamos y le abracé, él me rodeo con sus brazos la espalda, se sentía tan bien ser tocado y acariciado por él.


-¿¡Minnie!?-


Preguntó RyeoWook al venir a hacer la visita diaria, Minnie me soltó y se separó de mi cuerpo, yo me erguí dándole la espalda por unos segundos a Wook cómo le decía ahora, y él sin dudarlo, se le tiró encima, Minnie sin dudarlo le correspondió.


-Tanto tiempo, mi niño… ¿cómo has estado? ¿haz estado comiendo bien?-


Preguntó en tono de madre preocupada, mientras el castaño se aferraba más a él.


-Si, le he “dado de comer” bastante bien…-


Dijo el de cabellos azabaches, con esa sonrisa de lado que ponían en evidencia el doble sentido en que lo decía, aquello me hizo sonreír de lado, ya me encontraba un poco mejor, mi Minnie se quedó duro y asombrado ante esas palabras, y el castaño se separó bruscamente de Minnie y colorado en su totalidad…


-¡HYUNG!-


Le regañó, a lo que el otro le respondió.


-¿Qué? ¿Es la verdad, o no?-


Volvió a sonreír devuelta, mientras se cruzaba de brazos. Yo volví a sonreír, al captar que era de los míos, de aquellos, que le encantaba molestar a su “pareja” sólo por obtener más atención de ellos, le palmeé la espalda, para luego colocar uno de mis brazos por encima de sus hombros, él me miró de reojo a lo que yo también y ambos sonreímos de lado…


Todo volvía a la normalidad… por suerte…


Y luego de eso, pasamos la tarde hablando con SungMinnie, mi conejito, quien sonreía y se asombraba ante lo que habíamos hecho de nuestras vidas, “durante su ausencia”.


El Doctor Lee HyukJae, le dio el alta más pronto de lo que me esperaba, por lo que finalmente pudimos salir de allí, no sin antes agradecerle, de las mil y una maneras al Doctor y a DongHae, entre RyeoWook y yo.


Y por primera vez nos encontrábamos camino a la casa de Minnie, por fin, sabría dónde es que vivía mi pedacito de cielo, mi conejito precioso, era un departamento algo grande, algo espacioso, que realmente me asombraba, era muchísimo mejor que mi “pequeña casita” de precaria condiciones, pero aún así, era confortable para mí.


Él recorría cada espacio, como si estuviera reconociendo el lugar por primera vez, y la noche llegó, RyeoWook había comenzado a hacer la cena, y en ese momento nos enteramos, que YeSung sshi, había terminado por mudarse a aquella casa también, pues era grande, Minnie estaba sorprendido de sobremanera ante esa noticia, pero luego sonrió, pues dijo que ya se lo imaginaba, que sólo iba a ser cuestión de tiempo, pero nunca que fuera tan pronto.


Yo no sabía que acotar, que decir, pues estaba realmente “en otra sintonía”.


La cena se llevó a cabo, y cuando finalizamos, nos quedamos hablando de cosas triviales, mientras RyeoWook sshi y Minnie quien había insistido, lavaban la vajilla, luego nos tomamos un café, y decidí que era hora de retirarme era tarde, demasiado quizás…


Arrastré la silla hacia atrás y me paré lentamente.


-Bueno, creo que ya va siendo hora de que me retire…-


Dije de manera normal, mientras todos me miraban atentos, yo dirigí mi vista a Minnie y me incliné para saludarlo… e irme. Le besé fugazmente frente a aquellos 2. Mi conejito como siempre se sonrojó, y amé verlo de esa manera una vez más.


-Que descanses mi conejito curioso, precioso, delicioso…-


Le susurré al oído antes de enderezarme, y su pálida piel estaba ahora aún más roja que antes… me di vuelta, pues sabía dónde quedaba la salida, pero su mano me retuvo, le miré curioso, cómo diciéndole “¿qué sucede?”.


-Acabo de salir del hospital, luego de 2 meses de haber estado dormido, ¿y ya te quieres ir? No lo permitiré, t-tú t-te quedarás aquí conmigo… t-te ne-necesito...-


Dijo totalmente apenado, agachando la mirada, los otros dos y yo, estábamos literalmente con la mandíbula por el suelo, aquella sinceridad en verdad que no me la esperaba… por lo que luego de asimilar aquellas palabras, sonreí de lado ampliamente, y me volví a él.


Me agaché una vez más y tomé sus labios nuevamente, luego de haberlo tomado por el mentón y haberle levantado la vista.


-Si me lo pides así, ¿cómo piensas que me podría negar? Yo más que encantado de la vida, aunque lo decía por tu bien…-


Dije sin poder evitar utilizar aquel tono, tan seductor e insinuante que tanto extrañaba aplicar. Mi sonrisa de lado característica, se hizo presente y tanto su rostro cómo el del castaño, estaban tan rojos cómo un tomate, mientras que el del moreno, también estaba colorado, pero en menor magnitud.


Mi conejito tragó saliva y parándose de golpe, me tomó de la mano y me llevó a rastras, mientras decía nervioso.


-¡No-Nosotros iremos a dormir! ¡A-Aún me siento cansado! ¡Co-con su permiso!-


Dijo con la cabeza gacha, mientras sus hermosas hebras platinadas aún, tapaban su rostro totalmente enrojecido, yo simplemente sonreí ampliamente y sin decir nada, me dejé arrastrar hasta aquel “lugar sagrado” para mí, su habitación…


Una vez que llegamos a ella, cerró la puerta algo apurado, y yo le observaba divertido.


-¿Qué te sucede conejito?-


Pregunté con sorna… ¡como amaba molestarlo! ¡Como amaba estar diciéndole, esto a él, a mi conejito en carne y hueso!


-¿¡Estás loco!? ¿¡Cómo te atreves a avergonzarme así de esa manera, frente a ellos!? ¿Es que acaso no me tienes ni siquiera un poquito de consideración, por haber salido recién del hospital?-


Me preguntaba mientras caminaba con estampidas de un lado a otro, gritando, pero sin elevar la voz en demasía, hasta que se sentó en la cama, y yo me senté a su lado.


-Discúlpame, es que no pude evitarlo, me pone tan feliz volver a tenerte entre nosotros, como si nada hubiese pasado, que pretendía hacer lo mismo, y actuar cómo actué siempre… contigo mi bebé…-


Le dije de manera tierna, él me miró aún rojo, pues claro, aquel sonrojo no se le iba a ir de un segundo a otro.


-Ya mi vida, en verdad lo siento, pero como dije, no pude evitarlo, ver tu rostro y el de ellos con esas expresiones realmente, me resultaron sumamente graciosas…-


Él se mantenía sin decir nada… por lo que le tomé del mentón, fije mis ojos en los suyos y hablándole de la manera más dulce le dije.


-Te amo, y amarte en mí, implica molestarte, así que tendrás que acostumbrarte… mi amor…-


Sonreí dulcemente…


-Y-Yo, bu-bueno, t-tú… in-intentaré acostumbrarme…-


Me dijo aún sin liberarse de mi agarre, yo sonreí dulcemente y me acerqué a sus labios lentamente, me detuve a milímetros de ellos, su rostro avanzó inconscientemente hacia el mío, pero lo evité, me miró curioso, y le sonreí de lado…


-Te amo…-


Volví a repetirle, y avancé lentamente sobre sus labios, tomándolos una vez más… a lo que segundos después de beso tras beso, nuestras lenguas entraron en juego, hasta que nos separamos para tomar aire.


-Será mejor que nos acostemos a dormir, no quiero “agotarte” tan pronto, aunque mi cuerpo realmente te extraña, y te necesita, pero si esperó 2 meses, puede esperar más días…-


Sonreí a lo que él me sonrió agradeciendo mi consideración, o eso creía y luego de quitarnos la ropa y colocarnos el pijama, pues él me prestó uno, nos acostamos, y cómo era de esperarse, su rostro estaba sobre mi pecho, mientras que uno de mis brazos lo rodeaba protectoramente, elevó su vista, yo bajé la mía, sonreímos, y el estiró un poco su cuello para luego unir nuestros labios fugazmente, y volver a su posición anterior.


Y así entregarnos al sueño, pero quizás una hora después escuchamos “sonidos raros”, sonaba a gemidos… gemidos de RyeoWook… me sorprendí de sobremanera al “presenciar” el descaro de aquellos dos al estar “haciéndolo” en la habitación continua a nosotros, se escuchaba el sonido de la cama moverse, y aquellos golpecitos contra la pared.


-Wow, si que están calientes…-


Dije divertido, bajito, susurrándolo, para mí mismo, pero al parecer mi bello durmiente, estaba también despierto, pues esos sonidos “despertarían” a cualquiera, y saben a lo que me refiero, con todo el DOBLE sentido de la palabra.


-No creí a Wookie tan descarado… uno recién regresa as u casa, y se encuentra con esto…-


Rió bajito también, mientras movía su cabeza hacia arriba y me miraba mientras sonreía, yo le sonreí también, a lo que inevitablemente le dije.


-Lo hacen a propósito, nos están desafiando, quieren que compitamos por quien “despierta” más a quien…-


Dije divertido, en forma de broma, buscando que Minnie se riera, o se sonrojara de sobremanera y me regañara, pero grande fue mi sorpresa cuando me dijo, mirándome ahora de manera “filosa”.


-Pues juguemos, de seguro ganamos…-


Sonrió de lado… y yo con los ojos casi sobresaltados me quedo observando…


-¿Lo-lo di-dices en-en serio?-


-Nunca, hablé más en serio que ahora…-


Me dijo de una manera seductora, que me hizo temblar entero, y avanzó a mis labios, a lo que le correspondí con retraso, pues sus palabras realmente me habían sorprendido, pero no pasó mucho, para que me dejara llevar por la sensación de sus labios, y de su cuerpo, acomodándose encima de mí…


Cuando nos separamos por la falta de aire, nos miramos a los ojos, ambos expresaban la lujuria que cargaban…


-A ver, por cuantos días me dejas sin caminar “correctamente” lobito…-


Dijo provocándome, yo sonreí de lado de una manera extremadamente amplia y le dije.


-Te arrepentirás de haberme dicho eso… créeme…-


Y comencé a devorar sus labios, su lengua, y a recorrer su boca, saboreando cada parte mientras mis manos, indiscretas se colaban directamente bajo su pantalón, haciéndolo gemir a segundos de comenzar…


Esto sería mucho más interesante y divertido de lo que pensé, sonreí y así comenzamos una competencia de “quien hacía gemir más a quien”…


Una competencia entre el "KyuMin", y el "YeWook".

Notas finales:

KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! LO TERMINEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!! SIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!


FINAL DE LOS FINALES!!!! *w*


Espero que les haya gustado, y hayan disfrutado leerlo así cómo yo al escribirlos! *w*


Disculpen la demora, pero salí tarde de la universidad, y no me dio tiempo a terminarlo más antes xD


Bueno, me despido, no por mucho, ya nos estaremos leyendo pronto, con el extra del Lemon YeWook xD


Los quiero mucho! Gracias a todos los que han leído ycomentado, tanto aquí cómo en mi página de facebook, la cual es https://www.facebook.com/ZaffireHeart?ref=hl por las dudas :3


¡Nos leemos!


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).