POV RyeoWook
Cómo todos los días, Yeye y yo, íbamos a visitar a Minnie, sinceramente la esperanza comenzaba a abandonarme, pues el doctor nos había dicho que sólo estaría unos días inconscientes, y ya han pasado más de 2 meses, no quería creerlo, pero comenzaba a perder la fe, y grande fue mi sorpresa, cuando entré a la habitación de Minnie, y vi a KyuHyun abrazándolo y SUS brazos rodearlo, ¡ÉL HABÍA DESPERTADO! ¡AL FIN!
-¿¡Minnie!?-
Cuestioné ya emocionado al entrar y encontrarme con esa escena, Minnie se separó lentamente del cuerpo de KyuHyun, éste se irguió y sin darle tiempo a que se separara completamente me lancé encima de Minnie, en verdad… que me importaba mucho, era alguien muy “especial” para mí, por muchas razones… y gracias al cielo él correspondió a mi abrazo…
-Tanto tiempo, mi niño… ¿cómo has estado? ¿Has estado comiendo bien?-
Cuestionó en un tono cariñoso y de madre, lo cual me hizo emocionar aún más, si, lo quería tanto, era tan especial, que no podría estar más feliz de oírlo hablar y sonreír después de tanto tiempo. Lo único que hice, fue abrazarlo aún más… se sentía tan bien volver a verlo, sentirlo cerca, y de carne y hueso.
-Sí, le he “dado de comer” bastante bien…-
Contestó YeSung por mí, con un tono y una sonrisa de lado, que claramente daba a entender que era de doble sentido, Minnie, había quedado petrificado ante aquellas palabras, pues yo también, con la diferencia de que estaba totalmente rojo, me separé bruscamente de Minnie y le regañé.
-¡HYUNG!-
YeSung volvió a sonreír y comenzamos una pequeña discusión allí en la sala dónde se encontraba Minnie, hasta que llegó el doctor, dándole el alta más rápido de lo que esperábamos pues nos dijo que quizás dentro de 2 o 3 días se la otorgarían, per al final se la terminaron dando al día siguiente, pues Minnie así lo quería, entre KyuHyun y yo, le agradecimos de las mil y una manera al doctor y a su ayudante, todo lo que habían hecho por Minnie, y luego de eso, nos despedimos de ellos, y nos fuimos a la casa, junto con Minnie al fin, nuevamente entre nosotros.
KyuHyun nos acompañaba también como era de esperarse, no me agradaba mucho la idea de que fuera a la casa, pero debía aceptarlo, él era la pareja de Minnie, y tenía todo el derecho de ir a verlo cuando a él se le antojara, por más que “fuere lo que fuere”
Cuando llegamos a la casa, él, es decir, Minnie, recorría la casa como si fuese la primera vez que entraba en ella, y yo fui directo a preparar la cena, y una vez más como era de esperarse KyuHyun se quedó a cenar, con nosotros.
Luego de eso, cuando terminamos nos quedamos hablando de cosas triviales, en conjunto a que Minnie por insistencia propia y yo, lavábamos la vajilla, luego de eso, Minnie nos hizo un café, hasta que al parecer nos habíamos quedado sin temas de que hablar, y KyuHyun rompió el silencio, anunciando de que era hora de retirarse, y yo estaba más que de acuerdo con esa decisión.
-Bueno, creo que ya va siendo hora de que me retire…-
Todos le miramos atento, pues estábamos en silencio, y el ruido que hizo al arrastrar la silla para ponerse de pie, nos había sorprendido.
Se inclinó y saludó a Minnie, por un momento sentí celos, pero fue peor aún cuando lo vi besarlo, de esa manera, haciéndose dueño de aquellos labios que alguna vez desee tener también entre los míos, pero sabía que aquello no era correcto, y que era momento de olvidarme de él. Min se sonrojó de sobremanera, al verlo actuar de esa manera frente a nosotros.
KyuHyun le susurró algo que no alcancé a oírle, y solo hizo que Minnie se sonrojara aún más… que le habría dicho exactamente… me quedará para siempre aquella incertidumbre.
Pero grande fue mi sorpresa, cuando KyuHyun se dio la vuelta para retirarse de una vez y Minnie, lo detuvo.
-Acabo de salir del hospital, luego de 2 meses de haber estado dormido, ¿y ya te quieres ir? No lo permitiré, t-tú t-te quedarás aquí conmigo… t-te ne-necesito...-
Aquello se sintió como una daga de hielo en mi corazón, pero a la vez me retaba mentalmente de que en verdad debía “dejarlo ir” él ya “tenía dueño” al “igual que yo”…
Ambos, le miramos a Minnie totalmente asombrados, y YeSung posó su palma abierta en mi muslo, decidí ignorarlo, pues aquellas palabras nos habían dejado en shock a todos allí. Minnie, estaba más que apenado, pues no le podía ver a los ojos, por lo que yo lentamente observé a KyuHyun y él sonrió ampliamente con maldad… ¡Ten cuidado con lo piensas! Tenía ganas de decirle, pero me callé, él se inclino y le tomó del mentón levantándole la vista y diciéndole de una manera “seductora” le habla.
-Si me lo pides así, ¿cómo piensas que me podría negar? Yo más que encantado de la vida, aunque lo decía por tu bien…-
Yo inevitablemente me sonrojé al igual que Minnie, es que aquel tono fue demasiado insinuante, ahora ya sabía, porqué Minnie había quedado tan “obnubilado” por aquel “hombre”.
Minnie tragó saliva y tomando de la mano a aquel hombre, se paró de golpe y lo arrastro fuera de la cocina, y hablando nervioso y atropellado dice mientras se iban
-¡No-Nosotros iremos a dormir! ¡A-Aún me siento cansado! ¡Co-con su permiso!-
Y luego de eso, nos dejaron allí solos, en la cocina, totalmente congelados, estaba aún sumergido en mi asombro, cuando la voz profunda, susurrante y melodiosa de YeSung, me saca de él.
-¿Te parece si nosotros hacemos lo mismo?-
Yo le miré asombrado aún y él mantenía una sonrisa, una voz y una mirada lasciva, me sonrojé una vez más, conocía perfectamente esa expresión.
No pude decir nada, las palabras no me salían, estaban atoradas, en mi garganta, y él tomando aquella reacción como un “sí” sonrió más ampliamente y acariciando mi muslo de forma ascendente, pues aún mantenía la mano allí, tomo mi mano, haciéndome estremecer con aquella simple caricia.
Sí, ahora ya recordaba porqué me enamoré de él, porque me mantenía cómo su pareja, “por qué lo amaba”. Sus manos, sus caricias, su cercanía, su voz, su aliento, su sola presencia me hacía estremecer.
Sonreí tímidamente, y nos dirigimos a nuestra habitación, pues al final YeSung había terminando por venirse a vivir conmigo. Minnie y KyuHyun al enterarse de ello se asombraron, pero Minnie, lo supo aceptar.
Tomándome de la mano, me llevó a la habitación.
-No sé si podremos dormir, con KyuHyun aquí…-
Dijo divertido, yo solo me sonrojé aún más, pero grande fue mi sorpresa cuando entramos a la habitación, la cual estaba contigua a la de Minnie, y no escuchamos ningún sonido raro. Por un lado me sentí relajado.
-No se oye nada, ¿de verdad sólo están durmiendo? Esto es imposible, ¿dos meses sin tocarse sin sentirse y solo duermen?-
Pregunto un asombrado YeSung en un susurró acercándose a la pared para intentar oír algo, por lo que también susurrando y colocándome el pijama le digo;
-Ya Yeye, déjalos tranquilos, quítate de esa pared, tal vez KyuHyun si respeta a SungMin, más de lo que creíamos, lo ama más de lo que pensábamos…-
Dije también, de cierta forma asombrado, ¿en verdad lo amaba tanto para respetar su decisión de no querer hacerlo, habiendo salido del hospital, por suerte, en excelentes condiciones?
-¿”Más de lo que pensábamos? O ¿Más de lo que pensabas?...-
Pregunto algo molesto, alejándose de la pared, y dirigiéndose a su guarda ropa para cambiarse.
-¿Ya vas a empezar devuelta Yeye?-
Pregunté algo cansado, mientras terminaba de ponerme la camisa de mi pijama. Sentí unas manos rodear mi cintura “aún desnuda” me estremecí, ante ese simple contacto.
-No claro que no, simplemente decía… ya…-
Dijo susurrándome en el oído para luego morderme el lóbulo de la oreja suavemente, mientras se alejaba con el torso desnudo riendo suavecito.
-¡Hyung no hagas eso!...-
Le dije gritando, aunque con la voz baja, pues no sabía si realmente ya se habían dormido o no, “nuestros vecinos”…
Él simplemente sonrió más ampliamente y comenzó a colocarse su pijama, yo no dije más nada, y me dirigí a la cama, para acomodarme y dormir, al igual que “ellos”. Al principio esa fue la idea, cuando Yeye se acostó, yo me fui a su pecho por inercia, apoyándome en él, y comenzamos a hablar de cualquier cosa, como era costumbre en nosotros hablar “horas” antes de dormirnos…
-De acuerdo a lo que hemos hablado, veo que te molesta la presencia de KyuHyun aquí ¿no es así…?-
Preguntó entre divertido y serio, yo elevé la vista, y simplemente la bajé otra vez, emitiendo un suave y casi inaudible
-Si…-
Pero digo casi, porque él lo oyó. Entonces rió un poquito y elevando mi vista tomándome del mentón me dijo, sonriendo de lado.
-¿Qué te parece, si le hacemos “desear” no haberse quedado a dormir?-
Yo le miré confundido, sin entenderle, frunciendo el ceño, en señal justamente de no comprender, él sonrió de lado y me besó fugazmente, yo seguía aún confundido, hasta que bajó un poco más su cuerpo para dejarlo a mi altura, y me besó esta vez de una manera más profunda.
Y antes de que me diera cuenta a lo que se refería, ya habíamos puesto a nuestras lenguas en juego. Cuando nos separamos le miro y agitado por la falta de aire le digo susurrándole.
-No Yeye, no puedo hacerlo sabiendo de que nos van a escuchar… me apena mucho.-
Él sonrió ante mi sonrojo, y al haberse dado cuenta de que había “captado” su mensaje, y me dijo.
-Tendrás que desinhibirte de todas maneras, recuerda que ahora ambos vivimos aquí, y que SungMin sshi, ha vuelto, por lo que no siempre “irá a dormir” a la casa de KyuHyun…-
Aquello me dejó reflexionando, pues en cierta manera tenía razón, pero la sola idea de que me oyeran me avergonzaba y mucho.
-Pero Yeye… y-yo aah~-
Me sacó el primer gemido, de manera suave, al haberse acomodado encima de mí y haberme besado el cuello.
-Vamos Wookie, yo sé que te gusta, además, ¿recuerdas? Están “dormidos” no, nos oirán.-
-Pe-per podríamos de-despertarlo hhmnss…-
Sus labios seguían recorriendo mi cuello, comenzando a causarme ya estragos en mi cuerpo. Pues ahora lo tenía refregándose suavemente en mi pierna…
No duré mucho en perder el juicio, ante aquellos movimientos, y olvidándome de todo, cedí, cómo la mayoría de las veces. Tomé su rostro, y lo atraje a mis labios, devorándolos, liberando mi “último aliento de lucidez”.
A partir de ahí, me entregué al placer, a sus labios, a sus caricias y a sus “incitaciones” comenzando a hacer reaccionar a mi miembro…
Mis manos comenzaron a recorrer su espalda con afán… mientras que sus besos seguían, “marcándome” en el cuello y mordiéndome el lóbulo de la oreja…
-¡Aah~-!-
Se me escapó el primer gemido en voz alta, me puse totalmente rojo, y él se separó de mi cuello, y mirándome desde arriba sonriendo de lado, me dice divertido.
-Sí, que te desinhibes con rapidez…-
Yo abrí mis ojos a más no poder, y me puse más rojo si es que se podía. -¡Hyung!- Dije colocando una de las almohadas encima de mi cara… no soportaba lo embarazoso de la situación.
Él quitó la almohada de mi rostro, pero yo me resistía, hasta que logró hacerlo mientras se acercaba a mi oído y susurrándome me dijo.
-Déjame verte, déjame que te observe, que cada expresión, cada gesto, cada gemido, quede grabado en mi mente para siempre, para no olvidar nunca, lo hermoso y encantador que eres. Para recordarme el porqué, te amo tanto…-
-Hy-hyung~…-
Cuando se alejó de mi oído luego de causarme tal estremecimiento, mirándome a los ojos con esa dulzura que me cautivó, fue demasiado, ahora yo también recordaba el porqué, me enamoré de él, el porqué decidí arriesgarme y entregarme al pecado, al cometer “incesto”… pero sinceramente, no me arrepentía de nada.
Siempre cuando mi familia tenía problemas, cuando mi madre y mi padre se peleaban por “x” motivos, siempre recurría a mi primo, a JongWoon, quien siempre supo cómo hacerme sentir mejor, aliviado, y calmado, con sus abrazos de improvisto, y con sus caricias en mis cabellos.
Lo hacía con tanta ternura, con tanto cariño, que terminé por depender totalmente de él, comenzando a sentir cosas que jamás creí sentirlas, en mi primer lugar porque ambos éramos hombres, y por sobre todo porque éramos primos…
-Te amo Yeye, por favor, nunca, nunca me dejes, no me hallaría en este mundo sin ti…-
Le dije algo emocionado, al recordar todos aquellos momentos en los que estuvo conmigo y le besé, de manera fugaz, luego él imitó mi acción, mientras me sonreía, y comenzó a besar mi cuello, una vez más, pero ésta vez dirigiéndose a mi “nuez de Adán” sentí un placer extraño en esa zona, pero me encantó, gemí, gemí suave, mientras mis piernas comenzaban a enredarse en sus caderas…
Él de a poco a medida que iba besando las diferentes zonas de mi cuello, iba desprendiendo con parsimonia, la camisa del pijama, y cuando hubo desprendido, los primeros 2 botones, comenzaba a infiltrar su mano bajo mi prenda…
-Hmms, mns hy-hyung~-
Comenzaba a liberar jadeos, suspiros frente a aquellas correntadas que me causaba sentir su mano, estimular a mis pezones, mientras tomaba mis labios una vez más, haciendo que mis gemidos, se posaran, se “estancaran” en los suyos.
Mis manos comenzaban a “rasguñar” su espalda, por encima de su prenda, pero que a su vez comenzaba a levantarla, para luego infíltrame bajo ella.
Su cuerpo se acomodó mejor entre mis piernas, mientras me desprendía por completo la camisa y me la quitaba con suma suavidad, haciendo yo lo mismo con la de él, ambos terminando con el torso desnudo.
Nos dimos un descanso para observarnos cada quien al otro, con sumo cuidado, pretendiendo cómo siempre, memorizar cada parte del cuerpo ajeno, recordar cada arte sensible ajena. Y luego de eso, sus manos se dirigieron con afán de mis caderas, a mi cintura y luego a mis costillas, para besar después mi clavícula, él sabía que aquella caricia tan “intensa”, me volvía loco…
-¡Aaah~ Ye-YeSung~! ¡Hmns aah!-
Él no respondía nada, solo sonreía, y continuaba con su “labor” mientras que mis manos comenzaban a recorrer su torso también de una manera deficiente por tenerlo tan pegado a mi cuerpo, pero de todas maneras, yo buscaba la manera de hacerlo placentero, y lo sabía, sabía que funcionaba, por aquellos suspiros, que liberaba mientras se encontraba besando, marcando mi cuerpo, como tantas otras veces, renovando aquellos “sellos” que dejaban en claro, que yo era “de su propiedad”.
-Te amo Wookie, te amo cómo no te das una idea…-
Dijo infiltrándose ahora dentro de mi pantalón, para tomar mi miembro aprisionado por mi ropa interior, mientras de una manera u otra iba descendiendo…
-¡Aaah! ¡Aaah Yeye~!-
Sus manos se deslizaban por todo torso, mi cuello, mi cuerpo, por dónde sus brazos llegaran a medida que iba descendiendo, mientras yo, sólo podía, sujetarlo y enredar mis dedos en sus negruzcos cabellos…
Su bendita boca llegó al borde de mi pantalón, por lo que a penas logrando bajarlo un poquito, yo intento elevar a Yeye a la altura de mis labios una vez más, él cediendo, me sonríe, le correspondo, le beso, y lentamente, vamos intercambiando posiciones, acomodándose él mejor en la cama, mientras yo me ubicaba encima de él, ahora era mi turno de otorgarle, devolverle, un poco del tanto placer que él me da a mí.
Lo besé una vez más, pero esta vez de una manera más pasional, más intensa, jugando con nuestras lenguas, mientras estimulaba uno de sus pezones con una de mis manos libres…
Él comenzaba a liberar una vez más esos suspiros, esos jadeos, que me encantaban. Cuando nuestras mandíbulas se dieron un descanso y nuestras lenguas una tregua, para recuperar un poco del aliento que nos robábamos mutuamente, yo me dirigí a sus pezones directamente, pasando fugazmente por su cuello, haciéndolo erizar…
Sin detenerme mucho tiempo en aquella zona erógena, continuó mi camino, descendiendo más hasta llegar a mi “objetivo” mientras que le miraba de reojo, “desde allí abajo” Su cuello se erguía de sobremanera, para poder observarme…
-¡Aah Wookie… ha-hazlo de una vez! Hmns-
Dijo finalmente al sentir mi mentón “acariciar” aquel bulto, duro, debajo de sus pantalones y bóxers, simplemente sonreí y quité aquel par de prendas de una sola vez, liberando a su “amigo” en sincronización, que el liberó de cierta manera un rugido de placer, pues aquel gemido, fue algo ronco, pero fue demasiado excitante…
-Te amo Yeye…-
Dije aniñado para luego introducirme su hombría en mi boca, y comenzar a ejercer aquellos movimientos, que no coincidían para nada, con aquel tono aniñado…
Mis vaivenes, mis recorridas con mi lengua, mis dientes levemente “rasgando” su miembro, hacían que Yeye moviera sus caderas automáticamente, y comenzara a embestirme inconscientemente. Amaba cuando su cuerpo se retorcía tanto, por mi causa.
-Aah~, aah~ Wo-Wookie~ hmnss asssm…-
Sus dedos ya habían logrado enredarse en mi cabellera, comenzando a querer imponer su ritmo. Al cual accedí sin contratiempo, pues ya me había acostumbrado a él de cierta forma, mis vaivenes, comenzaron a acelerarse y él comenzaba a retorcerse una vez más, mientras tiraba de mis cabellos levemente…
-¡AAH! ¡Wook! ¡Ya, no más! Hmnss…-
Dijo algo desesperado, pues sabía el porqué de aquella actitud tan repentina, su orgasmo se aproximaba, y aún no quería dar por terminado “el momento mágico” en el que estábamos envueltos…
Subí relamiéndome los labios y las comisuras de los mismos, pues saliva en abundancia se “escurría” por ellas. Y acercándome a sus labios le beso, nuevamente de aquella manera tan pasional hasta que el aire nos falta.
-Eres tan bueno en “aquello” que cada vez duro menos contigo, mi Wookie…-
Yo simplemente sonreí, me quité de encima, él me observó confundido, y sonrió al ver que me había quitado para deshacerme de mis prendas restantes, para luego de unos segundos ubicarme nuevamente encima de él y auto-penetrarme de una sola vez sin preparación alguna… él se asombró y asustó.
-¿¡Qué!? ¡No Wookie espera! ¡Te harás daño!-
Dijo tomándome de las caderas y evitando que su primera “porción” entrara por completo.
-Dé-déjame hacerlo hyung… es mi manera de agradecerte, y devolverte un poco de todo lo que me das…-
Él seguía haciendo fuerza para que no continuara y me giró acostándome en la cama de golpe, colocándose encima una vez más, besándome dulce y tiernamente.
-No Wookie, no mi bebé, mi niño, no hace falta que te auto flageles, puedes devolverme eso que tanto quieres, pero estando adecuadamente preparado, no me perdonaría jamás hacerte daño, para mi auto beneficio.-
Dijo de aquella manera tan cálida, tan dulce y tierna, que pequeñas lágrimas escapaban de mis oídos, mientras una sonrisa se dibujaba en mí, había veces que en situaciones como estas, me preguntaba, si era lo suficientemente digno, o importante, para recibir todo ese cariño y amor de su parte.
-Oh Yeye, ¡te amo tanto!-
-Yo también, bebé…-
Me sonrió y bajó a mi entrada, lamiendo sus dedos, comenzando a dilatarla, mientras estimulaba mi miembro con la otra…
-Aaah~ aaah~ hmns Yeyee~ hmns…-
-¿Se siente bien?...-
Preguntaba cariñosamente, y cómo decirle que no, se sentía más que bien, sé que quizás exagero, pero comenzaba a sentir que estaba alcanzando y tocaría el cielo con las manos.
-De-mmns demasiado bieeenms-
Dije entre gemidos, él sonrió y bajó aún un poco más y comenzó a dilatar mi entrada con su lengua, aquella sensación de sentir aquel músculo húmedo e hirviente, en mi trasero, en mi “orificio” realmente era demasiado excitante, mi cuerpo como era de esperarse, comenzó a retorcerse hacia todos lados bruscamente, mientras gemidos y más gemidos se atoraban y amontonaban en mi garganta por salir.
-¡AHM YEYEE~!-
Grité totalmente extasiado, al sentir cómo aquel músculo se infiltró en mi interior… atravesando aquella fina “pared” que le obstruía su paso… mi cuerpo tembló completamente, un escalosfrío cargado de electricidad me recorrió totalmente.
Y me hacía poner ansioso, demasiado, hasta que no lo resistí más…
-Yeye mételo de una vez, no aguanto más, te necesito, necesito que me llenes, que nos hagamos uno… una vez más…-
Dije casi suplicando clavando mis uñas en su espalda el sonrió divertido.
-Sí que estás impaciente hoy Wookie…-
-Si-siempre lo estoy, pero la mayoría de las veces resisto, pero hoy… hoy no puedo…hazlo de una vez por favor Yeye…-
Dije, una vez más suplicante, ¿cómo explicarle que ahora el hecho de que nos pudieran escuchar, o descubrir, había despertado cierto grado de adrenalina en mi cuerpo, que hacía que mis sentidos estuvieran más sensibles, haciendo el placer más sensorial, más perceptible…
-¡Hazlo, Yeye!-
Dije ordenándoselo ahora, él sonrió una vez más triunfal, y me penetró, no de golpe, pero si lenta y de una sola vez…
-Aaahmns hmns…-
Ambos gemimos a unisono, y yo agitado por aquel dolor que la intromisión me causó, y él para controlar sus instintos de embestirme, nos miramos unos segundos, hasta que sin pensarlo mucho, comencé a moverme más pronto de lo que era debido. Pero poco me importaba si se sentía terriblemente doloroso, necesitaba sentirlo… y él no tardó en agarrar el ritmo.
-Wook aahms Woo-Wookie ¿e-estás seguro? Mi-mira que mhns pu-puedo es-esperar a que aaaah te acostumbres mnsss…-
-Estoy bien ¡aah! Sólo mu-mu mns muévete…-
Y así sin pensarlo mucho, pues ambos estábamos fuera de nuestro juicio, frente a aquellos movimientos tan extasiantes, que me obedeció, y comenzó a moverse, influenciado por mí, cada vez más y más veloz y fuertemente…
Sus embestidas eran frenéticas, nuestra cama se movía, y chocaba contra la pared, de seguro los despertaríamos pero ya no me importaba nada… estaba absorto en el placer y dolor que en mi cuerpo despertaba.
-¡Aaah Yeyeee~ Yeye~ M-másss, máaas ra-rápido! Hmns…-
Mis piernas se enredaban aún más entre su cadera, y mis manos, mis uñas se aferraban más a su espalda.
-Aaah Wookie~ Wookie, eres tan estrecho siempre… hmnss aaah~…-
-Yeyeeee~ más rápido, más~… sii… ¡AAAH!... ¡AHÍ!-
Tocó aquel punto que tanto me enloquecía, y aquellos gemidos, aquellos gritos totalmente impregnados en goce, se lo hicieron saber.
Cómo pudo, intentó embestir más y más veloz, pero le era imposible, sus jadeos daban a entender que estaba en su límite agitado a más no poder, y aquella dina capa de “perlas” que adornaban nuestros torsos, lo confirmaban.
Por lo que irguiéndome de a poco, fui buscando sus labios, para luego con el peso de mi cuerpo inclinarlo hacia atrás logrando que él se recostara y quedando yo encima, aún unidos.
Me acerqué una vez más, le sonreí, le besé, y comencé a mecerme, auto-penetrarme, a lo que él ahora sí, con sus manos en mis caderas, me ayudaba en cada brinco, a toma envión.
Por la posición en que estábamos, las estocadas eran más profundas, por lo que eran tanto más placenteras para mí, cómo para él ser abrazado mí por estrechez.
Sus movimientos de caderas habían comenzado a ser erráticos, veloces, lentos, circulares, de todas las maneras posibles, dándome a entender de que su punto de culminación estaba por llegar, su orgasmo se aproximaba, al igual que el mío, comenzamos a gemir al ritmo de sus embestidas…
-¡Aaaaah~ mmns aah! ¡Aaah aah ah AAAAAH! HNMSSSSS MNSSS…-
El momento llegó, su esencia me llenó al igual que la mía le marcó y me marcó… ambos quedamos quietos en aquella posición, disfrutando de los efectos del orgasmo, mientras que yo aún continuaba sintiendo aquel hormigueo que su miembro dejó en mi interior…
Ambos estábamos más que agitados, jadeábamos, exageradamente en busca de bocanadas de aire fresco, haciendo que nuestras gargantas o por lo menos la mía ardiera, al sentir aquel aire fresco, “raspar” mi garganta, en contraste con mi aliento aún hirviente.
Caí encima de su cuerpo, nuestros pechos aún seguían agitados, pero ya en menor medida, este había sido la mejor noche de sexo que hemos tenido hasta ahora, o por lo menos para mí, por lo que creo para él también… la “adrenalina” ayudó mucho…
-Te amo, bebé, no sabes cuánto te amo, por favor, no me dejes, nunca lo hagas…-
Dijo besándome mientras me acariciaba cautelosa y suavemente la espalda causándome escalosfríos, le correspondí y cuando nos separamosme quité de encima de él, sintiendo un vació en mi interior algo inexplicable, nos acomodamos mejor en la cama, él se tapó hasta la mitad de su cuerpo, luego de que nos limpiamos con pañuelos húmedos descartables, y yo sobre su pecho.
-Que descanses mi vida… mi cielo…-
-Qué descanses Ye-
-¡Aaah~ Kyu~! n-no t-tan fu-fuerte hmns-
Un gemido de Minnie se oye detrás de nuestra pared, interrumpiendo mis palabras, ambos nos miramos sorprendidos y Yeye sin tardar un segundo sonrió de lado…
-Al final si les “despertamos” cielito, al final si les hicimos desear jaja, somos geniales pequeño…-
-¡Yeye! ¡No digas esas cosas!-
Dije susurrando y totalmente rojo, él sonrió aún más ampliamente y mirándome una vez más con lujuria, me “propuso algo”…
-¿Crees que nos quieren hacer competencia?...-
-¡Yeye!-
-¿Si le demostramos quien hace gemir más a su “pasivo”?-
-¡Yeye ya bast-!-
No pude decir más nada, él atacó mis labios callándome mientras volvía a tomar mi miembro con claras intenciones de estimularlo, yo aún sensible por el orgasmo reciente gemí…
-¡AAAH Yeye!...-
-Así me gusta pequeño, demostrémosle quien le hace gozar más a quien… aún tengo energías para una ronda más…-
Dijo lascivo, volviendo a estimularme, y a colocarse encima de mí una vez más… ya que, al demonio todo, yo estaba encantando de “recibirlo” una vez más, sus malditos y extraños movimientos, me habían vuelto un adicto a su hombría… a su amor, a sus besos, a sus caricias… a él…
No me resistí mucho y me entregué una segunda vez al placer, a una segunda ronda.