[…]
-Jong… por favor… dilo…-
Suplicó una vez más el mayor, a lo que el menor resignado […] dijo en un tono rápido y bajo pero audible para el castaño alto.
-¡Me acosté con Key, y estando enamorado de ti!-
Al mayor se le cayó el vaso de la mano, estrellándolo contra el piso, desparramando toda la bebida atrayendo la mirada y el murmullo de todos los allí presentes…
-¿Tú? ¿Qué t-tú qué?... No… no, no te creo, no, no…-
Decía el castaño más alto, apoyando sus codos en la barra, y tapando con sus manos los oídos mientras negaba cegado una y otra vez…
-Ji-Jinki… pe-perdóname… pe-pero y-yo, no-
El castaño hizo el intento de tocarle al otro, de reconfortarlo, pero éste le apartó violentamente y le miró furioso ahora…
-¿¡No qué!? ¿¡No querías!? ¿¡Te obligó, te apuntó con un arma, me dirás!?-
Decía el castaño herido, sintiéndose traicionado… sus lágrimas ya le eran imposibles de retener… el menor también tenía sus ojos cristalizados, a punto de romper en llanto, pues realmente, jamás en los años de amistad que “habían tenido” él pudo ser capaz de verlo así…
-JinKi, es que tu no entiendes, soy yo quien más sufro con todo esto, me mata el dolor, el remordimiento, acabo de perder a mi único amigo a “mi amor platónico” por el fruto prohibido de la tentación… ¡Por favor! ¡Perdóname!-
El menor, comenzó a llorar, no se creía que esto le fuera a doler y a afectar tanto, “la había cagado” y bien feo, pues era verdad… se dejó “envolver” “influenciar” por el fruto prohibido, la tentación… la tentación de probar aquel cuerpo frágil delgado que “se le insinuaba”, a pesar de que al principio se negaba justamente por no “fallarle” a su amigo… la tentación lo pudo y se dejó llevar…
-¡Que te perdone Dios! ¡Yo no lo voy a hacer! ¿¡Cómo pudiste acostarte con mi propio hijo!? ¡Los perdí a los 2 y a la misma vez! ¿¡Cómo pudiste “utilizarlo” de esa manera!?...-
El castaño mayor lloraba cómo si fuera una catarata, mientras que él menor había quedado helado… su llanto, su respiración, su latir, se habían detenido al oí aquellas palabras… “mi propio hijo”…
-¿Hi-Hijo?...- Dijo sin voz el más corpulento, sintiéndose aún más mierda, un pedófilo de mierda… pues a pesar de todo, el rubio jamás le había dicho su edad realmente -¿Cuántos años tiene?-
-¡16, 16 Años! ¿¡Cómo pudiste!? ¿¡Cómo pudiste JongHyun!? ¡Tú eras en el único en quién confiaba, y me has fallado!...-
-¡Por Dios JinKi, no tenía idea de que él era tu hijo, nunca me lo dijiste, además de que él cuando se presentó lo hizo cómo tu medio hermano, y tu no le replicaste nada, no le corregiste! ¡Le dejaste seguir con la mentira! ¿¡De quién crees que es la culpa!?...-
-¡JongHyun no quieras justificarte echándome la culpa, tú eres el único responsable de tus actos, aún si hubiese sido cierto que era mi medio hermano, jamás debiste tocarlo… jamás debiste pretender nada de él… era parte de mi familia de todas maneras!-
Comenzaron una discusión ambos allí en medio del bar, siendo observados por todos, siendo víctimas de murmullos, miradas reprobatorias, y demás prejuicios, pero ellos en ese momento no sentían nada, no sentían las miradas, los murmuros, absolutamente nada, estaban absortos en aquella discusión…
El castaño más bajo, resignado, dándose por vencido, al ver que el mayor tenía razón, y lo sabía, pero justamente el hecho de que “fueran medios hermanos” fue lo que le llevo a “acceder” a aquel juego tan peligroso y fogoso, terminando por quemarse, cómo era de esperarse…
-De acuerdo… tienes razón… soy una mierda… pero es que en verdad te amo JinKi… nunca te lo dije, porque no quería arruinar nuestra amistad, pues siempre creí que estaría a tu lado cómo tu amigo y cómo nada más… eso me dolía, te deseaba… deseaba probar tus labios, acariciar tu piel… tu cuerpo, abrazarte cómo amante y no cómo amigo… pero tú siempre tan inocente, tan alegre, tan jovial, confiándome todo como lo que era, tu mejor amigo… lo siento en verdad lo siento… es por eso que “vi en tu supuesto medio hermano” algo de ti, e imaginé que eras tú… que así sería abrazarte y besarte, pero me equivoqué, me equivoqué y muy feo… perdón… perdóname…-
Decía un desesperado aunque más calmado JongHyun… el castaño de cierta manera estaba conmovido por sus palabras… pero por otro lado, estaba enfurecido… “su hijo”… su hijo le había entregado su cuerpo, su virginidad a otro que no fuera él… y lo sabía, sabía que pasaría, pero nunca imaginó que fuera a ser tan doloroso saberlo… pues él mismo le insistía a “su ángel” que debía conocer a otras personas… pues de esa manera pensaba, que el rubio, olvidaría su “amor prohibido” por él y dejaría de “tentarlo” “insinuándosele” pues, la verdad… sus resistencias eran cada vez más débiles… él amaba a su hijo, realmente lo amaba y lo ama cómo hombre… pero su moral y su postura de padre “ejemplar” siempre le detenía… a cometer una locura, una atrocidad…
Por lo que comenzó a fijarse en Jong comenzó a mirarlo con otros ojos, no sabe desde hace cuanto… había comenzado a sentir algo por “su Puppy” pero con aquella confesión… había matado aquellos sentimientos… se sentía un maldito desgraciado… había perdido a sus dos personas más valiosas, y a la misma vez… no sabía qué hacer… tenía que hablar con Key, tenía mucho de qué hablar y que pensar…
-¡ADIOS!...-
Dijo con repugnancia, ira, consigo mismo, por no tener en claro sus sentimientos ahora… cuando antes los tenía…
El menor abrió sus ojos como platos, y nuevamente comenzó a llorar… no, no quería que la relación con “su mejor amigo” terminara así…
-¡JinKi por favor, regresa, perdóname!-
Gritó desesperado aún sentado, mientras veía la espalda del más alto alejarse, no se detuvo, y fue en ese momento dónde el castaño más bajo se desmoronó por completo, y comenzó a llorar y a beber cómo nunca en su vida lo había hecho…
**************
POV JinKi
No podía creer lo que había oído, no podía creer eso de Jong… no lo creí capaz de hacer eso… y mucho menos con “mi niño”… pero estoy seguro de que Jong no tuvo la culpa al 100% pues Key en ningún momento se vio afectado, triste, o preocupado, por lo que era imposible que no me lo hubiera dicho en caso de estar amenazado, además de que él está consciente de lo que posee, y sé que lo suele utilizar mucho a su favor, pero no comprendo, ¿por qué razón habría ido a buscar a Jong? ¿¡Por qué justo a él!?
En verdad me dolía y mucho haber discutido de esa manera con Jong, se que por sus palabras en verdad se arrepentía, en verdad se sentía apenado por su error, él en verdad me quiere, si había algo que había jugado a favor de Jong, es que era sincero, él no era de los que actuaba, cómo yo o mi hijo, pero haberme ocultado su amor, y su “amorío” con mi Key, en verdad que me había resultado doloroso.
Si hubiera sabido mucho antes de “su amor por mí” si hubiera sabido que él me habría correspondido, y que me recibiría con sus brazos más que abiertos, me hubiera arriesgado, pues sabía y aún sé que lo mío con Key era imposible, pero por esa misma razón, es que él me atrae aún más, ese maldito fetiche que los humanos tenemos por lo “prohibido”.
Quise “olvidar a Key” pero me es imposible, y no puedo perdonarle haberse “entregado” a otro hombre, por más que ese hombre, haya sido Jong… no podía perdonar a ninguno de los 2… pero Key... Key mi hijo me oiría, y aprendería la lección… ya no lo soporto más… no lo aguanto, no lo resisto…
-Bien Key… ¿con que te andas “entregando” a otros hombres en mi lugar? Pues ahora verás, y sabrás el porqué me resistía a caer en tus redes, en las cuales varias veces me has envuelto, me has atrapado, pero que por suerte, he logrado escapar…-
Me dije a mi mismo susurrándome dirigiéndome a su habitación, no sin antes pasar por el sótano y “recoger algunas cosas”…
-Serás prisionero de tu propio juego, de tu propia trampa…-
Dije una vez más entre dientes, mientras ya con todo lo necesario me dirigí a su habitación, “nuestra” habitación… y lo bueno de mi “plan” es que él colaboraba sin darse cuenta, ya que, dormía de cierta manera desnudo, únicamente con su bóxer…
Llegué a la habitación, entré, y allí estaba esa piel pálida, brillante por la grácil luna. Me acerqué en cuclillas, y aproveché a que estaba boca abajo y tomé sus manos y… se las até… sí así cómo leen… esta noche, le haría desear aun más mi piel, mi contacto, más de lo normal, ese sería su castigo… p-por haber “jugado” con Jong y conmigo a la vez… porque en ningún momento se me dejó de insinuar… él aún seguía “luchando por mi atención con firmeza y determinación”…
Sé que quizás me estaba dejando llevar mucho, pero en verdad me sentía enfurecido, con Jong, y con Key… mi propio hijo, odiaba a los 2 por traicionarme… Jong me acababa de confesar que “me amaba” y que por eso “recurrió” a Key para “mantener nuestra amistad” pero a decir verdad, su decisión causó el efecto contrario.
Quizás si Jong me lo hubiera dicho mucho antes, quizás ahora, no estaría pasando esto, porque seguramente yo le habría revelados mis sentimientos hacia él de toda maneras… pero ahora… ahora ya nada era igual… todo se había arruinado, ahora le había dejado claro a Jong que no quería volver a verlo, no directamente, pero creo que mi actitud así se lo demostró.
Key comenzaba a removerse incómodo al encontrarse incapaz de mover sus brazos, en busca de una posición más cómoda… esto recién empezaba.
Mi mente no estaba en todos sus cabales, simplemente estaba concentrado en aquello, por lo que sin importarme, le destapé, le quité su última prenda y él soltó un gemido de inconformidad, pero aún no despertaba, tomé 2 trozos más de sogas y até cada una a sus pies y al sentir la fricción en sus tobillos, por la “ajustada” de aquellos nudos, y que aún seguían “envolviéndose” en su pierna hasta sus rodillas, Abrió sus ojos con dificultad…
-¿Hmn? ¿J-JinKi?-
Preguntó somnoliento, a lo que yo simplemente no respondí nada, estaba concentrado en aquellas sogas…
-¡JINKI! ¿¡Que carajos!? ¡No puedo moverme! ¿¡Qué me hiciste!? ¿¡Qué me haces!?-
Preguntó ahora alarmado mientras forcejeaba con sus hombros para intentar “zafarse” de aquella incómoda posición… yo me mantenía sin decir nada, y aproveché a que estaba despierto ahora, y de cierta manera, algo “restringido” y tomándolo de su cintura lo giré en la cama, dejándolo en vez en posición horizontal… vertical, sobre el colchón, aprovechando ahora, esos restos de soga sobrantes, atando cada trozo de soga a cada lado de la cama, es decir en “ambos espaldares” dejándolo de cierta manera expuesto, a mi merced, con sus piernas abiertas y elevadas.
-¿¡Qué mierda haces!? ¿¡Qué haces!? ¡T-tú no-no eres m-mi ap- tú no eres JinK!-
Sus ojos comenzaban a cristalizarse, ¿ahora te asustas, después de que jugaste con fuego? ¿Ahora te asustas de las consecuencias?...
Hablé por primera vez…
-Vamos… ¿Qué sucede Key? ¿No me llamarás más appa? ¿No te gusta esto? ¿No jugabas así acaso con JongHyun?-
Él se calló y se inmovilizó de inmediato, sus ojos se abrieron de sobremanera, creo que hasta su corazón se detuvo en ese momento, y por primera vez en tantos años, sonreí de lado con malicia, éste no era yo, no, definitivamente no era yo, sabía que lo que hacía estaba mal, pero por otro lado no podía detenerme, realmente ambos me habían herido, traicionándome de esa manera.
Pues sinceramente si llegué a sentir algo real por Jong… y él lo había arruinado todo…
-Pa-Padre… t-tu… ¿l-lo sabes?...-
-Me lo acaba de confesar… ¿no que era un infeliz, un inútil, “un perro sarnoso”, no que lo odiabas a toda costa? ¿Qué sucedió con esa visión? Veo… que no te influyó mucho para revolcarte con él, como si fueras una puta de lujo… sin importarte los sentimientos de por medio, tanto los tuyos, cómo los de él, cómo los míos… Dime ¿Te sentiste grande, adulto, te sentiste orgulloso al “revolcarte” con él?-
Pregunte de una manera irónica, iracunda, algo totalmente impropio de mí, y peor aún con aquellas palabras tan hirientes, sus ojos más no se podían abrir… su cuerpo estaba totalmente tenso… no podía decir palabra alguna, por lo que decidí continuar halando yo.
-¿No contestarás? Bien… veremos quién es mejor… quien te hace sentir más “puta”…-
Dije aún totalmente fuera de mí, y comencé a acariciarlo, acomodándome mejor entre sus piernas… me acerqué a sus labios, él aún me veía asombrado…
-¿Tu deseabas esto verdad? Desde que has nacido, siempre hemos sido tu y yo, hasta que decidí que sería bueno que vayas a estudiar al extranjero con tu primo TaeMin… y finalmente hace 3 meses has vuelto, hecho “un hombre”… pero aún con tus mañas de insinuárteme… nunca entendí porqué esa atracción para conmigo siendo tu propio padre… pero con el tiempo, comenzaste a “retorcer” mi mentalidad, provocándome sueños húmedos contigo, fantasías sexuales… con “mi propio niño regalón” “mi propio ángel”...-
Le comenzaba a susurrar aún cerca de sus labios, pero lo suficientemente lejos, para que él con sólo estirar su cuello no llegase… pues la posición en la que estaba, no era muy “flexible”.
Tragó saliva, mirándome a los ojos, aún sorprendido y más ante mi “confesión”…
-Nunca creí que sería capaz de “desear” a mi “propio niño” pero tú, con tus actitudes, tus sonrisitas, tus comentarios, tus acciones, tu cuerpito, me provocabas las 24 horas del día, los 7 días a la semana, y de una manera tan inocente… me incitabas a pecar, a cometer una atrosidad, por eso te envié al extranjero, necesitaba alejarme de ti, para que mis deseos carnales por ti se difuminaran, pero a tu regreso, fue aún peor, verte tan grande, tan sensual, tan sexy, esa mirada felina totalmente hechizante de tus ojos, tu cuerpo aún más deseable… sólo verte parado en el aeropuerto, esperando por mí, fue suficiente, para que mis deseos por ti despertaran aún peor…-
Sonreí, y comencé a bajar, acariciando su cuello, con mi nariz… desplazándome luego a su pecho y volviendo a su cuello, proporcionando de manera fugaz el primer beso de muchos… su piel, su cuerpo sufrió un leve espasmo, sonreí y hablé en su cuello ahora…
-Y tú, al parecer consciente de “tu virtud” decidiste utilizarla para hechizarme aún más de lo que estaba, provocándome, insinuándoteme, ya no de manera “inocente” pues sabías muy bien lo que hacías… y un día lo lograste, rompiste con todas mis defensas ante ti… caí rendido a tus pies, a tu mirada… y respondí a tus constantes ataques, “bombardeos” de sensualidad y tomé tus labios…-
Besé su cuello, lo lamí, y lo succioné por unos segundos para luego volver a besarlo…
-Aah~-
El primer gemido… con aquella voz totalmente temblorosa… sonreí…
-Eran tan dulces, cómo un néctar, tan sabrosos, cómo lo prohibido… tan adictivos cómo una droga… todo tú, eras y eres una mismísima droga, no… eres aún mejor que ellas…-
Me desplacé hacia el otro lado del cuello, pasando por aquella nuez de Adán sin poder evitar pellizcarla con mis labios, y comenzar a besar y lamer aquel otro lado de aquel delgado pálido y “salado” cuello.
-Ahora, ahora finalmente lo has logrado… he caído ante ti, “mi niño” maleducado, rebelde, egocéntrico y cínico… no sé qué fue lo que te cambió tanto de ser aquel niño dulce y tierno que eras, pero ahora, ahora sabrás el porqué me negaba a “tu consumo”…-
Decidí callarme de una buena vez, y comenzar a “degustar” de aquel festín, comenzando a besar, morder, lamer y succionar su cuello aún con más fervor.
-¡Ahn~! A-Appa~ s-suéltame l-las manos…-
Sus gemidos sus palabras, temblaban en su boca…
-Oh… ¿Comenzó a doler “mi ángel”? Pues eso te pasa por haberme traicionado, y más con él… espero que estés contento, has logrado acabar con nuestra amistad, mi único amigo, la única persona que hacía “la vida un poco más llevadera a tu appa” que le hacía seguir adelante…-
Dije sin cambiar mi tonalidad serena ahora… él removiéndose un poco, gimiendo, jadeando ante mis mordidas más intensas, vuelve a hablar, con aquel temblor en su voz…
-T-Tú n-no l-lo ne-necesita-tabas, y-yo ha-hare e-eso y-y mucho más p-por aaahns~ t-ti~ mmns~-
Aquello me causó ternura, y me recordó el porqué lo amaba, pero luego recordaba la traición, y me sentía enojado, pero ahora… no podía volver atrás, tenerlo de ésta manera a mi total merced, debo decirlo y sé que sonará morboso, pero en verdad “me ponía”.
Mis manos comenzaban a acariciar su cuerpo, su torso, su cintura, caderas y piernas, hasta incluso su bajo vientre, su ingle, pero nunca aquella “zona”, la cual, comenzaba a crecer de a poco, muy lentamente.“Mi niño”, era igual de morboso que yo…
-No digas esas cosas… ya eres parte de eso… pero sabes perfectamente que no podrás con todo… tu sólo…-
Dije, volviendo mis manos a su pecho, y bajando mi rostro, deslizándome con mi nariz, abasteciéndome del aroma tan adictivo de su piel, me dirijo a él (su pecho) ubicándome cerca de sus pezones…
-¡Aaah appa~ mns!-
Volvió a gemir, y yo comencé a lamer y besar alrededor de sus pezones, haciéndolo desear aún más aquel contacto que por tanto tiempo anheló, y que yo por “su bien” me le negaba a dar. Sabía perfectamente que no estaba bien sentir esto que siento por él, mi propio hijo, pero dado a que yo fui quien únicamente lo crió, pues su madre murió en el parto, en mí despertaron estos sentimientos extraños…
Continué estimulando su cuerpo alrededor de aquella zona, con el acompañamiento de más caricias por su cuerpo, sin ir a aquellas partes que sabía, quizás le podrían producir placer…
Su delgado cuerpo se removía en busca de aquel contacto anhelado, su torso se movía de tal manera que sus “pezones” buscaban mi boca, pero yo simplemente me alejaba lo suficiente para evitarlo.
Estaba siendo cruel lo sabía pero, jamás volverá a olvidar mi contacto, mis besos, mis caricias…
-¡Pa-aamnss padre! ¡Por favor! ¡Hazlo de una vez!...-
Dijo desesperado, ahogado en jadeos, gemidos. Simplemente me limité a sonreír y a hacer oídos sordos a sus palabras, pero no a sus gemidos. Hasta que finalmente decidí ser “bueno” y comencé a estimular sus pezones de manera directa, uno de manera oral y otro de manera táctil, lamiendo, succionando, mordisqueando; pellizcando, frotando… de todas las maneras posibles, respectivamente.
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POV KiBum
Mi padre estaba realmente irreconocible, nunca lo creí capaz de hacerme “sufrir así” jamás le creí capaz de insultarme de esa manera, llamándome “puta de lujo” por haber “entregado mi castidad” a otro que no fuera a él. Pero él, inconscientemente, me llevó a ello, rechazándome, dándome lecciones de moral en “los peores momentos” cortando aquel hechizo que con tanto esfuerzo había logrado poner en él.
Nunca fue un hombre fácil, y nunca lo será, y eso es lo que más me atraía de él, y ahora al tenerme de ésta manera, estimulándome con su boca, acariciando mi cuerpo totalmente desnudo, haciendo todo aquello que tanto anhelé, con lo que tanto fantasee, haciéndome desear, aún más y más, mi cuerpo temblaba de una forma tan inusual, no, no temblaba, vibraba, vibraba ante cada contacto “divino” de mi padre.
Esas manos paseándose por todo mi cuerpo, acercándose a “esas partes claves” pero evitándolas… sólo hacían que mi tortura fuese aún peor, quería que todas éstas malditas sogas desapareciesen, y lanzarme encima de él, besando, devorando con gula, sus labios, su cuello, su cuerpo, acariciándolo salvajemente, saciándome de todos éstos años que él se ha encargado de hacerme desear, privándome de él.
¡MIERDA! Mientras más pensaba en la sensación de su cuerpo y labios, aquellas sogas, me estresaban me exasperaban aun más, además de que ya comenzaban a hacerme daño…
-¡Padre Por favor! ¡ahmns! ¡Ya desátame!... ¡Por favor!...-
Rogaba ya desesperado, a punto de llorar de la mera frustración. Él no dijo nada, y se mantuvo haciendo lo que estaba haciendo, solamente que cambiando de pezón, mientras esas benditas manos comenzaban a recorrerme una vez más, haciéndome estremecer por completo, tan cálidas, al punto de llegar a dejar cada zona en mi cuerpo, una sensación de llamas ardiendo a todo fervor.
-¡Aahnms appa! ¡Appa!...-
Decía ahora sin poder parar de repetir aquellas palabras que me recordaban lo enfermo que estaba, y la base de mis más sucias y retorcidas fantasías sexuales…
Imaginé tantas veces este momento, pero jamás creí que fuera a concretarse algún día, y mucho menos de ésta manera, saliendo de cualquier estereotipo que mi mente haya formado de éste momento.
De cierta manera extrañaba aquel “hombre sonriente, cariñoso, delicado, cálido, amable, y complaciente” del que me enamoré… realmente me desagrada esta situación pero a la vez el “juego” de “ver pero no tocar” me excitaba de cierta manera, sólo que preferiría, llevarlo a cabo, cuando ya tenga las “suficientes dosis de appa” para que pueda ser paciente, y poder gozar del momento, del deleite que me provocaría al hacerse desear…
Esta “primera vez” en verdad me gustaría que fuera de otra manera…
-Appa… gmns de-desántame por favor… m-mi e-espalda y ho-hombros en-en verdad duelen, si-siento que-que me di-dislocaré… ¡Por favor, Onew~!-
Al decir aquel nombre, se detuvo por completo, y mi cuerpo estaba agitado, mi corazón revolucionado y mi estómago “acalambrado” por la sensación de las mariposas allí. Sus ojos se dirigieron a los míos… qui-quizás aquella era la palabra clave… pues así le llamaba “mamá” según las historias que él me contó sobre ella…
Sus ojos los cuales me parecían fríos y faltos de sentimientos, cambiaron de repente, pues se llenaron de calidez, de lágrimas…
-A-Appa p-por fa-favor, s-se que hice mal en acostarme con JongHyun, pe-pero estaba muy enojado y celoso de que lo defendieras tanto, nu-nunca fui bueno “compartiéndote” y sé que no tengo derecho a celarte, pues eres mi padre, y sé que siempre estarás para mí, pe-pero la sola idea de imaginarte con otra mujer, u hombre en su defecto, en verdad me carcome por dentro… no lo puedo, ni lo podré soportar… appa perdóname, pe-pero no puedo compartirte, no puedo fingir que no siento nada al verte cerca de otra persona, no, no amándote, cómo lo hago… a-appa y-yo te amo… en verdad lo hago…-
-K-Key~…-
Mi padre no pudo evitar que sus lágrimas cayeran, y por instinto quise secar esas lágrimas, acariciar su rostro, abrazarlo, pero… algo me restringió, y fue aquella maldita soga detrás de mi espalda.
-Appa te amo, p-por favor su-suéltame, y déjame demostrarte cuan arrepentido estoy y cuanto te amo… por favor…-
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POV JinKi
Aquellas palabras, aquella mirada con aquella dulzura, aquel amor en ella, me hicieron recordar “al pequeño Bummie” a ese que tantas veces desee, al que tanto amaba…
¡Por Dios! ¿¡Qué carajos estaba haciendo, torturándolo de ésta manera, haciéndole daño “a mi ángel”!?
-¡Lo siento! ¡En verdad lo siento bebé! ¡Me dejé llevar tanto por la ira que me “causó su traición” que no pensé en las consecuencias! ¡Olvidé quien eras!...-
Dije totalmente arrepentido, tirándome encima de él, abrazándolo, pasando mis manos, por debajo de su espalda, envolviendo su cuerpo de manera protectora, cómo solía hacerlo siempre, y como lo tendría que haber hecho siempre, sin importar las situaciones, yo era su padre, su única familia cerca, la única persona en la que podía confiar de verdad, mi deber era apoyarlo, no golpearlo y dejarlo de lado, cuando más me necesitaba…
-A-Appa~-
Dijo lloriqueando ahora, por primera vez en tantos años, le veía mostrar esa faceta tan vulnerable que sólo yo conocía…
-Bebé~ lo siento, lo siento en verdad lo siento…-
Dije arrepentido, separándome de él de inmediato, para comenzar a desatar sus piernas, y a penas desaté la primera, ésta cayó con peso muerto, totalmente adormecida, incapaz de ejercer movimiento alguno, ahora me comenzaba a odiar por ello… por lo que rápidamente me apresuré a desatar la otra repitiéndose lo mismo, hasta que finalmente le giré un poquito para tener mejor acceso a la soga de sus manos, y una vez que logré desatarla, luego de unos cuantos minutos de lucha, sus brazos también hicieron lo mismo, se abrieron, se desparramaron con peso muerto…
-¡Lo siento mi niño, lo siento tanto! ¡Perdóname! ¡Tu perdóname por hacerte pasar por todo esto y por inducirte a aquella mala decisión… ¡es mi culpa, todo es mi culpa!-
Dije abrazándolo, intentando levantarlo un poco, pues su cuerpo se encontraba inerte por mi culpa, sólo sus ojos se movían, sólo ellos me seguían y “me acariciaban”, por lo que enterré mi rostro en su cuello, no podía verlo así… ¡Soy un animal, una bestia!...
Ahora comprendía, en verdad comprendía aquellas palabras de JongHyun, a fin de cuentas si era todo mi culpa, yo le permití seguir con “aquella mentira” a Key de que éramos medios hermanos, yo provoqué que mi niño me “cambiara” al haberlo maltratado de esa manera, tanto física como sentimentalmente… todo… todo fue mi culpa… y ahora queriéndome canalizar esa culpa, “mi niño” vuelve a pagar los platos rotos…
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POV KiBum
-A-appa, gracias…-
Dije con una voz extrañamente ronca… intentando levantar mi brazo para corresponderle y acariciarle, pero me era imposible, mis brazos y mis piernas no me respondían, al contrario, sentía un dolor demasiado agudo en las articulaciones afectadas, sentía como si tuviera una luxación.
Su rostro húmedo al igual que el mío, se separó de mi cuello y nuevamente nuestras miradas se conectaron, sólo por segundos pues luego por inercia, ambos dirigimos la mirada a los labios ajenos, e instintivamente fuimos acercándonos de a poco, hasta que aquel espacio, se vio totalmente anulado, frente a la unión de nuestros labios… la primera “de verdad”, la primera unión en muchos años… la primera… de muchas más, eso quiero creer...
Finalmente aquel bendito y divino contacto, con aquel toque de dulzura y ternura que identificaba a “mi appa” aquella ternura y cuidado que realmente hacía que llamase a “JinKi”; appa.
-Te amo mi niño, te amo cómo no te imaginas, siempre lo hice, y siempre lo haré… te amo KiBum, Key, Bummie…-
Me dijo una vez que nos separamos, acompañado de una de esas hermosas sonrisas que sólo él poseía, ¡Finalmente yo era la causa, era dedicada a mí, y solamente para mí!
-¡APPA!-
Dije eufórico, contento, emocionado, avanzando cómo pude nuevamente a sus labios, tomándolos cómo “Dios manda”… no me importaba “estar inválido momentáneamente de mis extremidades” mis labios gracias a Dios no estaban dormidos, y podía sentir perfectamente aquellos labios, tan adictivos, aquella textura, aquella humedad, aquella suavidad. ¡Estaba en el paraíso! Y sólo por “ser dueño” de sus labios…
Él sonrió entre mis labios una vez más, haciéndome poner aún más eufórico y excitado, ahora si aprovecharía al máximo el momento, esta vez le sería imposible escapar de mí, él mismo me lo ha dicho…
Nuestros labios, nuestras bocas, comenzaron a interactuar de una manera mucho más apasionada, mientras él me sostenía aún entre sus brazos, cómo a un súper bebé gigante… aquella “desenfrenada y salvaje” interacción sólo “invitó” a nuestras lenguas a “unirse” a la fiesta… haciendo el beso aún más durable, mucho más delicioso y sensitivo…
Amaba a éste hombre que “colaboró” en darme la vida… en verdad que lo hacía, y mis extremidades comenzaban a sentirse un poco más vivas, por lo que con mucha, pero muchísima dificultad, logré colocar una de ellas alrededor de su cuello, y si les soy sincero, nunca se me hizo tan “difícil y alto” llegar a él… al haber logrado mi objetivo, y misión prácticamente imposible, mis brazos cayeron con peso muerto sobre sus hombros, pero no me importaba, ya despertarían y le haría ver tanto el cielo como el infierno, con ellas.
Los besos continuaban y continuaban, y mi miembro comenzaba a despertar más rápido de lo “normal”, es que en verdad era algo increíble, algo extraordinario, el que él me estuviese por hacer suyo, y dándome permiso “para tocarle”
De a poco, fue recostándome nuevamente en la cama, acomodándome mejor en la cama, ubicándome de manera correcta con mi cabeza en la almohada, y una vez que me dejó allí, aún inerte, comenzó nuevamente con esa “red” de besos, por todo mi cuerpo, quitándome suspiros y jadeos de todos los “tonos”.
Sus caricias se sentían ahora más “concisas”, sentía que sus manos ahora abarcaban más de mi cuerpo en cada caricia, reclamando cada parte de él cómo suya, cosa que no era necesaria, pues desde que tengo conciencia, he sido de él…
Sus besos estaban en mis piernas, muslos, haciéndome estremecer por completo enviándome correntadas a cada zona de mi cuerpo, y haciéndome erizar por causa de las mismas.
-Aah~ appa~ desee tanto estar así contigo~ mmns te amo appa, te amo…-
Dije sin poder evitarlo, esa dulzura característica de él había vuelto, y de ahora en adelante, procuraría no volver a hacer enfadar a appa, pues no quisiera que se comportara tan frío cómo minutos atrás, sé que me lo merecía, pero sinceramente me dio miedo, mucho miedo…
-Mi niño~-
Dijo arrastrando la última vocal en un suspiro y jadeo, mientras besaba ahora mi ingle, y aquella zona de unión de mi pierna con mi intimidad, rozando suavemente mis testículos…
-¡Aaaah~ appaa~ pali~ pali~-
Jadeaba ahora extasiado por completo, mi miembro ya estaba en la recta final de “su despertar”… y aquel contacto “accidentado” allí, sólo hizo que en mí recorriera una correntada mucho más potente e intensa, más violenta… provocándome un pequeño espasmo… mientras que mi estómago se hundía bruscamente, contrayéndose ante aquellas sensaciones, que me hacían delirar…
Él simplemente liberó otro suspiro, pero con mi cuello erguido, pude ver que sonreía, y sin más lo miró y le proporcionó unas fugaces lamidas, haciendo que apoyara mi cabeza bruscamente sobre la almohada nuevamente.
-¡AAAAH!~-
Gemí con toda mi garganta haciéndome doler, arder a más no poder… y él continuaba con aquellas tortuosas lamidas. Hasta que siento que se ubica sobre mi glande, abriendo su boca, ¡finalmente lo haría! Pero grande fue mi decepción cuándo sólo sentí un fugaz y mísero beso allí.
-¡PADRE!...-
Le regañé desconforme desesperado sin poder evitarlo, él volvió a sonreír y subió suave y lentamente por mi bajo vientre, estómago, pezones, y cuello, mediante lamidas y besos… haciendo que mi cuerpo vibrara una vez más ante esos delicados y cálidos contactos…
Llegando finalmente a mis labios, colocando ahora una de sus manos en mi miembro, abarcándolo casi por completo… una vez más, esas manos “hirvientes” me hicieron estremecer…
-Aah~ JinKi~-
Gemí en la pequeña brecha de “el abastecimiento” de oxígeno, pero aquel “descanso” no duró mucho, pues nuevamente tomó mis labios, sin decir absolutamente nada, yo de igual manera me dediqué a corresponderle, lo más que podía, pues su ritmo era diferente al mío, pero de a poco lo iba captando.
Mis brazos y piernas comenzaron a recuperar su movilidad, y lentamente volví a colocar mis manos sobre sus hombros, rodeando su cuello, y enredando las hebras de su cabello en una de mis manos, sí, así estaba mucho mejor, le daba más erotismo a aquel beso que durante años anhelé…
Los besos comenzaron a ser salvajes, pasionales, lujuriosos, y comenzaba a sentir algo “duro” en una de mis piernas, pues su cuerpo se restregaba involuntariamente por una de ellas.
-Nns aamns-
-Key~ mns-
Jadeábamos ambos aún sobre nuestros labios… yo simplemente sonreí, me sentía realmente genial, al ser el causante de tal estado en mi padre…
Mis manos “inquietas” ahora “hambrientas” de JinKi, comenzaron a moverse por todo su torso, hasta terminar dónde se encontraban aquellos botones prendidos, impidiéndome deleitarme con la maravillosa vista y sensación de ver y sentir su piel directamente, por lo que de manera algo desesperada y desastrosa, comencé a desprender uno por uno, pues me era difícil con los labios de mi padre atacándome constantemente, robándome hasta el mismísimo aliento…
Tantas veces soñé con estar así con él, tantas veces soñé con estar debajo suyo desprendiendo su camisa, por lo que ahora, este simple acto, me parecía de lo más erótico haciéndome excitar aún más… esa sensación de comenzar a ver gradualmente su pecho por completo… de comenzar a ver esas partes de su cuerpo ocultas normalmente… en verdad “me calentaban”…
Finalmente terminé de desprenderla por completo, y mi padre se incorporó por unos instantes sentándose prácticamente sobre mi cadera… y me observó a los ojos unos segundos mientras me sonreía.
Pero no me percaté del todo de ella, pues mi vista estaba absorta en esa vista que su torso a “medio descubrir” me proporcionaba, y una vez más, esa vista fue asombrosa… cuando veo que se mueve para quitársela le detengo.
-¡NO, Espera!...-
Él se detuvo y me miró confuso… yo le miré a los ojos… y dije sonrojado, si es que se podía, pues a estas alturas estaba más rojo que un tomate súper maduro.
-De-déjame a-apreciar esa vista, u-un poco más…-
-Oh~ ¿mi niño es todo un pervertido?-
Dijo, sonriendo con sorna tomando mis manos lentamente y colocándolas en ese pecho, debajo de su camisa… yo hice oídos sordos a su comentario, en verdad estaba obnubilado por esa sensación, esa vista… era prácticamente una especie de fetiche de mi parte.
Comencé a acariciar, recorrer su cuerpo, su torso, su piel se sentía suave… nunca lo creí, pero al parecer no soy el único “delicado” aquí, mi padre lo era también, era hermoso y delicado.
Mis manos temblaban frente a aquel contacto suave y lento que le proporcionaban a mi padre… hasta que se deslizaron hasta sus hombros y de esa manera quité finalmente aquella prenda. Se deslizo lentamente por sus brazos como si fuera seda, en verdad que me excitaba cada acto que ocurría en torno a mi padre. Anhelarlo tantos años, sólo hacía que cada minucioso detalle, a mis ojos, a mi corazón y a mi cuerpo, resultara totalmente estremecedor…
Él sonrió y terminó de deshacerse de la prenda y ahora con el torso totalmente desnudo, se volvió a colocar sobre mi cuerpo, tomando mis labios una vez más… a los cuáles no dudé en corresponderle.
Hasta que finalmente me sentí incapaz de aguantar más, y comencé a avanzar sobre él, colocándolo ahora debajo de mí, él me miró y sonrió, le correspondí, besé sus labios fugazmente, y comencé mi recorrido, tal como lo había hecho él anteriormente.
-Prepárate para no salir nunca más de, bajo mi hechizo.-
Sonreí de lado con sorna y malicia, pero él no me vio puesto a que yo le susurré aquello de la manera más sensual que pude en su oído, para luego besarlo y morder su lóbulo.
-¡Aah!-
Liberó un gemidito, algo agudo para su personalidad, lo que me hizo “calentar” aún más, la fiera en mí, despertó finalmente, pues ahora tenía mis extremidades bien.
Una salvaje sesión de besos por todo su cuello fue a lo que di inicio, y sus gemidos no se hicieron esperar tampoco, aunque aún eran débiles y casi inaudibles… pero de todas formas me encantaban.
Descendí a su pecho, atendiendo su pezones de la misma manera en que él lo hizo, aunque de una manera más desenfrenada, succionándolos con fuerza, lamiéndolos, mordiéndolos más suave. Pues quería hacerle gozar, no sufrir…
-¡Aah Bummie~!-
Aquella manera de gemir mi nombre, aquel con el que solía llamarme cuando era un niño, realmente me enloqueció, por lo que eufórico, por comenzar a “hacer delirar” a mi padre de gozo y placer, comencé a estimular sus pezones aún con más determinación, mientras que una de mis manos, ya se ubicaba en sus pantalones para comenzar a desprenderlos, cosa que comenzaba a ponerme nervioso, pues en verdad nunca creí que esto se pudiera llevar a cabo, pero sin importar qué, no desperdiciaré esta oportunidad, durante muchos años lo desee, por lo que ahora por unos “estúpidos nervios” no dejará pasar esta oportunidad de oro, pues quien sabe si luego se arrepiente o algo… ni Dios lo permita.
-Aaaah~ Key~-
Volvió a gemir, al sentir cómo estimulaba alternadamente su miembro, con el cierre del pantalón, hasta que finalmente logré desprenderlo y descendiendo algo más apresurado por su cuerpo mediante besos, coloco mis manos alrededor de la cintura del pantalón para comenzar a quitarlos, a lo que él levanta el trasero, colaborando con la acción, sonreí al tenerlo frente a mí con una prenda menos, y a un paso, de tenerlo “como yo lo quería”.
Intenté “hacerlo desear” más, pero me era imposible, pues yo estaba aún más desesperado que él, por lo que rápidamente y sin protestar cosa alguna, comienzo a lamer su miembro por encima de su ropa interior, aquel falo, comenzaba a sobresalir por el borde elástico de dicha prenda, cosa que realmente me excitaba aún más, pues nuevamente, esa sensación de estar a punto de “descubrir algo que no se ve muy a menudo” aunque debería decir: “nunca”, directamente.
Sus gemidos eran cada vez más constantes, sus caderas se movían por inercia, en forma de embestidas, buscando aún un mayor contacto con mi boca, y pues, ¿para qué negarlo? Yo también estaba deseoso de “terminar de hacerlo adicto a mí, por completo”. Por lo que sin más tiempo que perder, sujeté de ambos bordes el elástico de su bóxer y se lo quité, apreciando por fin aquel “objeto tan anhelado” aquel principal objeto de devoción, de mis más sucias y retorcidas fantasías sexuales…
Lo miré de soslayo, y él con su cuello erguido me correspondió a la mirada, mientras su pecho se agitaba levemente por causa de los jadeos y gemidos que anteriormente le había logrado “arrancar”… sonreí de lado, él no dijo nada, su rostro se puso totalmente rojo y se recostó violentamente nuevamente sobre la almohada.
Su miembro estaba totalmente erguido, por lo que comencé a acariciarlo, “apreciarlo” mientras de vez en cuando, “le daba alguna que otra probadita” haciendo que JinKi sufriera de pequeños espasmos, ante mi contacto…
-¡Aaah~ K-Key~!-
Comenzaba a jadear nuevamente deseoso de más… por lo que yo encantado de la vida me dirigí a su glande, le di un pequeño beso fugaz, haciéndole emitir más de esos gemiditos agudos que contradecían su “rol de activo”… Sonreí una vez más totalmente satisfecho con mis logros, y sin dudarlo me lo introduje en su boca, comenzando a lamerlo, “lubricarlo” para después succionarlo, dando así finalmente lugar a la producción de sonidos obscenos y eróticos que mi boca provocba…
Su mano no tardó en envolverse en mis cabellos, queriendo imponer su ritmo, por lo que al principio me resistí, pero luego ya me fue imposible, por lo que accedí a tomar aquel ritmo que él deseaba, sus gemidos, una vez más comenzaban a escapar, esta vez sí, más roncos, gruesos, profundos, llenos de placer…
-Key~ Key~ aah sí~ sí~ así~ hmns aah-
Esas palabras tan sobrecargadas de lujuria y placer fueron sinceramente la gloria para mí, eran el elíxir para causar mi orgasmo… pero aun… aún no era momento de llegar a él, no recién comenzando. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo, su pecho, mientras lo rasguñaba de manera leve, sentía cómo su pecho se inflaba de placer, y en busca de aire, por esos gemidos y jadeos que liberaba ahora sin restricción alguna.
-¡Aaah~! Ke-Key~ y-ya e-es suficiente…-
Dijo tironeando suavemente de mis cabellos hacia su rostro, por lo que me dejé “arrastrar” por él y ascendí hasta la altura de sus labios, él me miró, aún jadeante, y acarició mi rostro con ambas manos, yo tragué saliva, pues también había quedado algo jadeante por mis acciones anteriores, y segundos de vernos mutuamente, él avanzó sobre mis labios, a los que yo correspondí sin replicar absolutamente nada.
Nuevamente aquellos besos, se hicieron, lujuriosos, salvajes, pasionales… sus manos recorrían mi fina espalda comparada a la de él, por lo que, de a poco comenzó a avanzar sobre mi cuerpo dejándome una vez más debajo suyo. Se sentía tan bien, tan erótico, tan excitante sentir su peso levemente sobre mi cuerpo, se sentía tan bien sentir aquel “abrazante” calor que su cuerpo despedía.
Sus besos nuevamente se dirigieron a mi cuello, mis pezones, mi estómago, y finalmente a mi miembro, ésta vez directamente, sin previo aviso, lo engulló y comenzó a estimularlo salvajemente… haciéndome realmente gritar de placer.
Una de sus manos, la cual se encargaba de acariciar una vez más mi cuerpo, se dirigió a mi boca, acariciando mis labios, y de cierta manera, forzándolos a que le dieran paso a sus dedos… sabía lo que aquello significaba, y con gusto, los comencé a “lubricar” de la manera más erótica posible, aunque él no me estuviese viendo…
Una vez que le pareció que era suficiente los retiró de allí y se dirigió directamente a mi recto, soltó mi miembro el cual era sostenido, presionado y de vez en cuando “bombeado” por su mano, y tomó una de mis nalgas, levantándome un poco de más la cadera, para tener mejor acceso a mi entrada de seguro, por lo que le ayudé sosteniendo mis piernas con mis brazos, y así él comenzó a estimular lo que sería “la entrada para su miembro”.
-¡AAAAH! ¿¡Qué haces!?-
Pregunté sorprendido y jadeante, pues comencé a sentir algo “blandito y húmedo” en aquel lugar. Esperé por una respuesta, pero nunca llegó, por lo que intentando informarme por mis propios medios erguí tanto mi cuello cómo podía, hasta el punto de hacerme doler, y lo vi, él… él estaba lamiendo y estimulando mi entrada con sus dedos en conjunto con su lengua… ¡OH POR DIOS! ¡Eso e-es demasiado! ¿¡Có-cómo puede!?...
No pude quejarme mucho, pues esa sensación se sentía maravillosa, hacía que aquellas corrientes apaciguadas, volvieran a ser desenfrenadas, salvajes, bruscas, estoicas… pero que indudablemente me causaban un placer inigualable, inexplicable, me hacían estremecer, temblar, pero eso las hacía cómo ya dije, placenteras.
-¡AAAAH~! JinKi~ hmns…-
El primer dedo había entrado en mí, y aquella sensación nuevamente era molesta y dolorosa…
-¡Aaah Du-duele!...-
Él me miró y acercándose a mi rostro una vez más, me miró y sonrió con calidez… -Tranquilo… dolerá más si lo evitamos…- Dijo con una voz tan cálida y tierna, que realmente hizo que mi corazón se acelerara aún más de lo que ya estaba.
¡Por Dios JinKi te amo! Y me importa una mierda que seas… mi padre… te amo, y ese hecho no cambiará nunca… pues siempre lo he hecho. He pasado por algunas pequeñas etapas de mi vida, aunque aún soy joven, pero… éste amor, este deseo por ti no ha cambiado jamás, sino todo lo contrario, cada vez crecía más y más, si te dieras una idea de la cantidad de veces que tuve que recurrir a mi mano, por tu culpa…
-Aaahns…-
El segundo dedo “entró en escena” y comenzó a estimular aún más mi entrada, de diversas formas en conjunto con el ya “intruso”.
***************
POV JinKi
Mis dedos ya comenzaban a dilatar la entrada de mi pequeño, pero en verdad que se me estaba siendo muy difícil mantener el control, la calma, pues ahora que me había permitido “pecar” quería hacerlo mío una y otra vez, de todas las maneras posibles… por lo que dilatarlo se me estaba haciendo más prolongado de lo que pensé, pero de ninguna manera quería hacerle daño, no, no a “mi niño” “mi ángel”… y llamarle por esos apodos, mientras hago esto, me hacen recordar lo enfermo que estoy mentalmente para desear sexualmente a “mi regalón”… pero era inevitable, nunca supe bien lo que significaba ser padre, pues fui uno muy joven a mi parecer, cuando tenía 19 y ella 24.
Recuerdo que aquella fue mi primer y única relación, recuerdo aquel momento en que me dijo que estaba embarazada, de mi se apoderó un fuego interior por los nervios, por no saber qué hacer… no estaba preparado psicológicamente para ello aún, pero aún así, no queriendo ser igual que los demás, decidí que nos haríamos cargo juntos, y que cuando naciera lo diéramos a conocer, pero mientras tanto, fingimos estar “peleados”, “separados” durante su periodo de embarazo, aunque fuera mentira, pues estábamos más unidos que nunca… pero no sé porqué me avergonzaba de cierta manera haberla embarazado a tan temprana edad…
-Pa-padre… hmnss qui-quiero se-sentirte a ti~-
Gimió mi “tesoro” sacándome de mis recuerdos, por lo que sin darme cuenta ya tenía mi tercer dedo allí en su interior… le sonreí con dulzura al recordar la felicidad que me invadió al verlo por primera vez, aunque SoRyong no pudo… y fue en ese momento que me enteré de la devastadora noticia, que prometí que me haría cargo de ti a toda costa, y justo fue en ese entonces, cuando JongHyun fue a capacitarse al extranjero en lo que era Administración de Empresas… por lo que no pude contar con su apoyo ni fui capaz de rebelarle mi secreto, aún cuando vino de regreso, no pude, pues de cierta manera sentía que le decepcionaría… pero no sé porqué, simplemente lo presentía…
-De acuerdo Bummie, finalmente tendrás lo que tanto has deseado… a appa dentro de ti…-
Recriminándome aún más lo enfermo que era, pero ya no podía detenerme, no podía volver a atrás, ya no habría vuelta alguna.
Y sin pensarlo mucho, saqué mis dedos de su interior, a lo que gimió con alivio, coloqué sus piernas en mi hombros y me acerque a él, besándole una vez más, pero esta vez de manera dulce y tierna, para luego ubicarme nuevamente en mi posición, y comenzar a entrar en él, de a poco, lenta y suavemente…
Si bien este niño tan sensual, me hacía acordar de cierta manera a ella por esa mirada felina, yo a quien amaba ahora era a él, a él siendo simplemente él… me carcomía la idea de que fuera mi propio hijo quien me causaba deseos sexuales, pero con el tiempo aprendí a convivir con ello, y mis “ganas de él” ya estaban a su límite, y pues aquel acontecimiento con Jong, sólo sirvieron de excusa para que pudiera satisfacer finalmente mi enfermiza fantasía…
-¡Aaah~ Ji-JinKi~!-
Mi miembro había entrado por completo… me quedé allí unos momentos hasta que se acostumbrase a mi tamaño, mientras que aquellas paredes ya comenzaban a proporcionarme placer al ser tan estrechas y absorbiéndome de cierta manera…
-Aaah~ Bummie~ Bummie~ hmns…-
Dije jadeando, tragando saliva, mientras cerraba mis ojos, y con una de mis manos en mi cadera, erguí mi cuello levemente hacia atrás, gozando de aquellas sensaciones maravillosas… comencé a embestirlo de a poco, luego de un tiempo que creí prudente, y así comencé a oír los quejidos y gemidos, de dolor y aparente placer, respectivamente.
Continué así, un determinado tiempo, hasta que parecía que su interior ya se había acostumbrado a “mi tamaño” pues, comenzaba a jadear y gemir con más placer opacando el dolor, por lo que sonreí y acomodándome mejor, apoyé mis manos a cada lado de su cabeza, y me acerqué para besarlo, pero sólo unas poquitas veces, con toques fugaces, para luego separarme de él, enderezarme y observar cómo él ahora era el que se erguía en busca de un contacto más prolongado. Sonreí una vez más, y tomándolos de los brazos, lo ayudé a erguirse, mientras que yo me iba hacia atrás, acomodándome mejor en la cama, dejándolo sentado encima de mí, él se agachó un poco, me besó y una vez finalizado el beso, lo sujeté de las caderas, y sonriente comencé a ayudarlo para que pudiera “moverse” de una mejor manera, pues, su posición ahora era cómo la de una rana, dando esos pequeños saltitos, que me proporcionaban tanto placer… sus gemiditos una vez más comenzaban a escapar…
-Aanms JinKi~ hmnss aaann, aaahms a-appa…-
Sus manos estaban apoyadas en mi pecho, sirviéndoles de base de apoyo para dar envión a sus embestidas, y lo mejor de todo, que con cada “impulso” que provocaba, estimulaba mis pezones, haciéndome gozar un poco más, me quedaría todo el día así, pero sé que ha de ser cansador para él, por lo que nuevamente sonriente, con un pequeño esfuerzo logro sentarme, para quedar un poco más a la altura de sus labios, a lo que él no tarda en darse cuenta de esto, y se abalanza sobre mí, enredando sus brazos lo más que podía alrededor de mi cuello, evitándome que vuelva a escapar…
Por lo que sonriente y entre jadeos, le correspondí deseoso y gustoso a esos maravillosos besos que “mi niño” me daba… así nos mantuvimos un rato, intercambiando alientos, bebiéndonos, los gemidos de ajeno, hasta que la atmósfera comenzaba a hacerse demasiado hirviente y húmeda, asfixiante. Necesitaba tomar un poco de aire fresco, por lo que muy a mi pesar comencé a separar a Key, a “desenredarlo” de mi cuello a lo que él me mira confuso, yo simplemente tiendo a sonreír y decirle un cálido;
-No te preocupes, todo está bien… te haré “regresar” temporalmente al cielo “mi ángel”…-
Él se asombró ante mis palabras, y más aún porque mi voz salió algo ronca y resultó seductora tanto a mis oídos cómo a los de él.
Salí de su ardiente interior, a lo que él gime con algo de “alivio”, pero aquella sensación no dura mucho, pues, le coloque de costado, y tome una de sus piernas y la elevé levemente, para poder “introducirme” una vez más en él, pero de una manera más cómoda para mí, y supongo que menos dolorosa para él…
-Aaah~ e-esto e-es ra-raro~ hmnsss…-
-Sssh~ sólo disfruta “mi ángel”… sólo goza… peca, rompe las reglas conmigo…-
Dije totalmente ido por la maravillosa sensación de estar dentro de él, y que me recibiera con mucha más facilidad ahora… las embestidas no se habían hecho esperar, pues apenas “ingresé” en él comencé a moverme, aunque nuevamente a un ritmo lento…
-¡Aaah! ¡Ji-JinKi~ s-se siente bien~ hmns-
-¿Te gusta?...-
-Aamns sí~…-
Decía totalmente rojo, y ya con los bordes de sus cabellos rubios platinados sudados, mientras que un hilo de saliva escapaba de su boca, siendo “absorbido” por la almohada… la posición era realmente excitante, erótica, en verdad comenzaba a “elevarme hacia el cielo” junto a él, pues percibo en su rostro que en verdad lo está gozando…
Key en un momento de mis embestidas, mueve su pierna libre, hacia dónde estaba una de mis rodillas, por lo que sin pensarlo la elevé, y terminó de “colarse debajo de mí”, la posición era aún más cómoda y más estimulante, pues por causa de mis embestidas, mis testículos rozaban con su delicada, suave y pálida pierna… ¡Aaah Dios! ¡Era demasiado hermoso! ¡Era algo asombroso, maravilloso, excitante a más no poder!
Me di el lujo de estirar aún más la pierna la cual yo le sostenía, y al parecer su cuerpo, era más flexible de lo que creí, pues cedió sin problema….
-¡Aaah! ¡Hmns! ¡Key! ¡Key esto es delicioso! ¡aamnsh Sí, sí! Mhnss…-
Gemía, gritaba, y cada vez quería más y más, por lo que fui acelerando a un ritmo más apresurado, a lo que él comenzó a gemir más fuerte y seguido…
-¡AAAH! ¡AHÍ! ¡AHÍ! ¡PADRE! ¡Aahmn~ ssmns aah!-
Al parecer había encontrado su punto más erógeno en su interior, pues desesperó al haberlo embestido allí, por lo que intentando buscar el lugar nuevamente lo encontré…
-¡AAH SI! ¡SÍ, más, más hmns!-
-¿Se siente bien, verdad?...-
Pregunté agitado a más no poder… él asintió, mientras tragaba algo de saliva…
-Si~, aahmn de-demasiado…-
La pierna de Bummie, comenzaba a flexionarse sola de a poco, y a buscar “cerrarse” por lo que creo que su momento estaba aproximándose, como así también el mío, sentía cómo esas mariposas estomacales estuvieran provocándome convulsiones en todo mi interior, sentía mi cuerpo acalambrado de tanto placer, esas sensaciones maravillosas, eran realmente indescriptibles…
Aquella flexión de pierna, me ayudó para que la utilizara de apoyo ahora… por lo que las embestidas, comenzaban a ser un poco más certeras en aquel punto que enloquecía a Key…
-¡Aaah! ¡Appa! ¡Hmns aaahnms mnss! ¡Ah, ah!...-
Automáticamente su cuerpo comenzaba a enderezarse, por lo que tuve que salirme de su interior una vez más…
-¡Aaaah padre!-
Gimió esta vez sí, claramente disconforme, ante mi acción tan repentina y brusca en cierto sentido… por lo que nos volvimos a reacomodar, y yo aproveché para tomar uno de los almohadones de la cama, para colocarlo en sus caderas… y elevarla un poco… no sin antes, darle un beso al estirarme para coger uno de ellos…
Lo acomodé mejor y nuevamente me acerqué por entre sus piernas observándolo cómo estaba a la espera de mis acciones, con un sonrojo realmente extremo, y unas pequeñas gotitas de sudor correr sus sienes, finalmente llegué a su rostro y me incliné a besarlo, a lo que él me aprisionó con sus brazos una vez más, de inmediato, cómo si se tratara de una trampa… pero si les soy sincero, amé caer en esa trampa.
Cuando nos separamos por falta de aire, aproveché para penetrarlo una vez más, ahora sin cuidado, pues su cuerpo, ya me aceptaba con facilidad, por lo que luego de aquella estocada brusca y veloz, comencé con mis vaivenes una vez más, a lo que él había colocado sus piernas sobre mis hombros, pero yo se las quité, y las flexioné para usarlas una vez más de apoyo.
-Aaaah~ ¡Más rápido… padre! ¡Másss, hmnss más aaah, sí, así, hmnsss!-
“Mi ángel” había enloquecido, transformándose en alguna clase de demonio hambriento de sexo, gula, lujuria, de pecado…
-¿Así? ¿¡Se, aah, siente hmns, bien!?-
Pregunté con dificultades, comenzando a embestirlo erróneamente por el momento que se aproximaba a un paso muy veloz, las convulsiones internas, los espasmos, la agitación más exagerada, mi pecho doliendo por el latir frenético de mi corazón…
-¡Sí! ¡Ah así! ¡Sigue así! ¡Ya- ya e-estoy por aah!... ¡ah me vengo! ¡Me correré!-
Me decía aquel “diablito” ahora, llevando una de sus manos a su miembro, comenzando a estimularlo de una manera brusca, casi al ritmo de mis embestidas… y en aquel momento de éxtasis sus piernas se cerraron levemente, de una manera algo brusca, casi cómo reflejo por lo que deduje, que su orgasmo ya había llegado, a lo que yo, en ese mismo instante en que escuché su grito, su gemido, me abstraje de la realidad, no siendo capaz de ver ni sentir más nada… sólo una sensación totalmente sensacional… por un momento no sentí, vi ni oí nada… mis sentidos se anularon, estaba en el mismísimo nirvana, por lo que me corrí en su interior, y cuando “volví a la realidad” sentía cómo mi “esencia” se dispersaba en su interior, con fuerza.
-¡¡¡AAAAAAAAH KEYYY!!! ¡TE AMO! ¡TE AMO HIJO!...-
Dije estando aún en un pequeño estado de trance… hasta que volví en sí, y salí de su interior sin fuerzas, cayendo a su lado, casi al punto de estar por desmayarme… desmayarme del puro placer…
Mi respiración era demasiada agitada, mi garganta ardía por el cambio tan brusco de aire que llevaba a cabo por causa de mis jadeos tan “exagerados” pero es que en verdad sentiría que me asfixiaría si cerrara mi boca.
-E-Eso fu-fue a-asombroso padre… ja-jamás l-lo olvidaré… gra-gracias por ha-hacerme tuyo “o-ofi-ficialmente”…-
Decía mi niño acercándose a mí, también con aquel alto grado de agitación… yo le miré con los ojos entrecerrados, pues aún estaba procesando aquellas sensaciones, no estaba del todo recuperado…
-Fe-felicidades, lo-lo… lograste, me-me enredaste en tus redes, y ésta vez no me pude escapar, fu-fueron más-más fuertes q-que la ú-ultima vez… o-o mis de-defensas, m-más de-debíles…-
Dije girando mi cabeza un poco, para encontrarme con esa mirada cristalina, testigo de lo que acabábamos de hacer… esas pupilas dilatadas, del puro placer, y esa sonrisa tan deslumbrante aún en estas situaciones…
Le abracé como pude, y le acaricié, sonriendo también, y dándole un beso en sus cabellos, cerré mis ojos, se sentían demasiados pesados… que estoy seguro que en menos de 5 segundos estaré profundamente dormido…
Pero mis “planes” fueron arruinados por el sonar de mi celular, el cual estaba en el suelo, en medio de la habitación… aquella llamada me hizo dar un sentimiento extraño, no era normal que recibiera una llamada a esta hora, sin dudas un mal presentimiento me invadió, y ese presentimiento tenía nombre “JongHyun”…