Cuando Tetsuya, Kagami, Ryota, Shintaro y Akashi habían entrado al hospital a pedir informes una de las enfermeras miro con verdadera preocupación al rubio.
-¿viene a urgencias verdad?- todos miraron a su amigo, la copia perfecta, realmente parecia que el era el enfermo que iba a consulta. Midorima como buen medico negó con la cabeza –somos familiares de Aomine Daiki, nos informaron que estaba hospitalizado aquí-
La señorita verifico en la computadora. –ya esta en terapia intensiva, llamare a su medico para que les de un informe detallado.-
Todos fueron a la sala de espera, un poco retirado de los demás Akashi y Shintaro se ponían de acuerdo en que en cuanto el moreno estuviera estable le trasladarian al hospital donde laboraba Midorima con la oportuna ayuda e influencia de la familia Akashi.
Cuando el medico del ex jugador se presento en la sala de espera tuvo que acercarse a los asientos donde estaba el rubio puesto que no pudo ni ponerse de pie, sus ojos bien abiertos demostraban que estaba a punto de entrar en un ataque de panico.
-¿usted es el esposo del señor Aomine?- cuestiono con tono suave, tranquilo y confortante. El rubio asintió nerviosamente.
-su esposo tuvo un accidente automovilistico… al parecer le dispararon a uno de los neumaticos de su auto y choco… quedo prensado entre el volante y el asiento recibiendo el impacto directamente en la columna… le hemos tenido que operar de emergencia, la lesion medular es grave, es cuestión de tiempo para que sepamos si la lesion sera permanente o no-
Pese a que el medico había hablado lentamente y había dado mas detalles de los que queria en ese momento Ryota no entendio nada… un golpe… ¿su Daichin había sufrido un golpe no? Seguro y se reponia ¿verdad?
Midorima se hinco frente a el y le tomo las manos para llamar su atención. –Kise (el peliverde insistia en llamarle por su apellido de soltero sin saber por que) Aomine sufrio un traumatismo muy grave en su columna… en ella se aloja la medula… si esta se fractura no se puede regenerar y el puede quedar en el peor de los casos cuadriplejico ¿lo entiendes verdad?
Era tanta información, tantas malas noticias, tanto su dolor que solo acerto a doblarse en dos cubriendose el rostro con sus manos y llorar profundamente, varias enfermeras, familiares y pacientes le miraban confundidos, Kuroko remplazo a shintaro y con profundo amor resguardo al rubio entre sus brazos.
Para sorpresa de todos tras derramar lagrimas a rienda suelta unos 10 minutos el rubio se puso de pie, con paso firme, la mirada hinchada pero resuelta. –quiero verlo… - el medico asintió accesible.
-¿seguro? – cuestiono Kagami admirandose de la fuerza que irradiaba en ese momento el rubio.
-mi Daichi esta herido… y es mi deber estar con el…- sonrio con triztesa mientras miraba a Tetsu y al pelirrojo – creo que tu mejor que nadie me puedes entender ¿verdad?-
La pareja asintió. –aquí estaremos… - susurro Akashi mientras le ponia una mano en el hombro. –todos… para ti… - el rubio sonrio con un poco mas de entusiasmo, realmente agradecido, siguió al medico en silencio.
Cuando entro a la unidad de terapia intensiva tuvo que tragar fuertemente. Su Daiki, su rival de juego y compañero de toda la vida estaba tendido ahí, en una cama, su cara con varios golpes, su piel extrañamente palida, un collarin férreamente colocado, protegiendole el cuello, el pecho y Ryota supuso buena parte de la espalda, tenia dos intravenosas y muchos cables, respiro profundamente tragandose las lagrimas, no podia derramarlas mas Daiki le necesitaba fuerte, firme, eran pareja y en ese momento el moreno era quien mas ayuda necesitaba, tomo asiento en un banco, cerquita de la cama de hospital.
-¿Daichan… me escuchas?- tomo su mano con mucho mucho temor a lastimarlo, esperando que su voz, su tacto, sus emociones llegaran a ser sentidas por su esposo. Al parecer asi fue, la frecuencia cardiaca del moreno dejo de tener esa arritmia que presentaba. –estoy aquí mi amor… estare aquí hasta que despiertes… y hasta que te recuperes ¿si?...- beso con infinito amor los labios del moreno teniendo que quitarse para eso el cubrebocas, si lo regañaban le daba igual. –no me dejes Daiki… por favor… no me dejes-
No fue hasta el tercer dia que Kise fue prácticamente echado casi a patadas del hospital por parte de las enfermeras y el medico del moreno y llevado a rastras por sus amigos, Kagami se había quedado en la habitación con su aun inconciente ex rival.
Cuando salió del baño de la habitación de invitados que Taiga y Kuroko le habían adecuado para su uso personal se dirigió directamente a la cocina, el peliazul ya le esperaba con un buen desayuno; tomo asiento y automáticamente comenzó a engullir de todo, hasta ese momento se percato que realmente tenia hambre. El peliazul le miraba detenidamente mientras daba sorbitos a su café, su hijo había estado los últimos días al cuidado de Murasakibara y Akashi.
-no es necesario que finjas… estamos solos- nada mas escuchar esas palabras el rubio se derrumbo, dejando la comida a un lado se cubrio el rostro, las lagrimas salian imparables por sus ojos cansados.
-tuve tanto miedo Kurokochi… te lo juro que sentí que me moria cuando me dijeron que estaba en el hospital… pero …- sonrio muy débilmente secándose las lagrimas –esta vivo… y su vida ya no corre peligro y… no me alejare de el-
Ante aquel comentario el peliazul sonrio.
Al anochecer, tras darse una ducha adecuada, comer y dormir debidamente Kise regreso al hospital justo en el momento en el que Daiki abria los ojos.
-¡Dai-chan!- exclamo el rubio con los ojos anegados en lagrimas, el moreno le miro con verdadera emoción, se dejo besar por su esposo.
-¿Cómo te sientes? ¿Qué te duele? ¿le hablo al medico? ¿te traigo agua? ¿Cuántos personas vez en la habitación?-
El moreno examino los alrededores con la vista percatándose donde estaba y que ese extraño aparato ortopédico no le permitia movilizarse como era debido.
-me duele todo el cuerpo… - comento de manera ronca mientras el rubio llamaba por el interfon a la enfermera y al medico.
-todo esta bien corazon… el doctor vendra en un momento… te revisara y…- sin poder evitarlo se recosto en el pecho de su esposo y comenzo a sollozar. –tuve tanto miedo Daiki… - el pelinegro guardo silencio un par de segundos cuando estaba a punto de decir algo el medico entro.
-señor Aomine… ¿Cómo se encuentra?- el moreno miro a su esposo y suspiro resignado. –no me puedo mover… y no siento los brazos… o las piernas…- ante esto el rubio miro a los dos hombres.
-es normal… - comento el mayor mientras revisaba con una lamparita las pupilas del moreno.
-sufrio un traumatismo en la columna, su medula esta inflamada, la sensibilidad y la movilidad de sus movimientos fue gravemente afectada, tendremos que ver que tras una adecuada recuperacion de su cirugia maneje una rehabilitacion que le ayudara a incorporarse nuevamente a su vida… -
-¿voy a volver a caminar verdad?- cuestiono el moreno sin andarse con rodeos.
-no lo sabemos aun…- contesto de la misma manera el medico; Ryota contuvo la respiracion. – tenemos que esperar a que la medula se desinflame en su totalidad, afortunadamente usted usaba el cinturon y su chaleco y eso de cierta manera le protegio… su amigo el Dr. Midorima ha solicitado su traslado al mejor hospital de rehabilitacion… sera un tiempo prolongado de terapias y recuperacion … pero usted es joven… -
En ese momento el rubio reconocio la mirada de su esposo… aquella tan similar a cuando jugaban y todo era tan aburrido y monotono para el moreno… cuando nada valia la pena realmente para el.
-no te preocupes Dai-chan… yo estare contigo…- el rubio sonrio tiernamente a su esposo mientras le miraba con infinito amor.