Estuvieron todo el día juntos, como siempre el menor hacia los quehaceres de la casa y consentía en los caprichos de su señor, pues si antes lo quería ahora lo amaba, para el aparte de ser su príncipe se convirtió en su Argel que Dios y Kaito-san le mandaron desde el cielo. No habían comentado nada de la noche anterior pero Misaki dio por hecho que ya eran amantes, que solo las personas que se querían mutuamente podían hacer “eso” (era un niño muy inocente), llego la noche y el castaño no sabía que iba pasar, si iba regresar a su casa o podía quedarse con su príncipe, - Debes ir a tu casa – le dijo el ojilila después de la cena, el castaño se puso un poco triste pues en algún lugar de su corazón tenía esperanzas de que lo invitara a quedarse – para que puedas traer tus cosas, no puedo dejar que un niño viva solo, aquí hay demasiados cuartos, puedes quedarte en alguno, nos vamos a quedar una semana más y de ahí nos vamos a la ciudad, asi que trai lo necesario – continuo el mayor, mirando de reojo al menor, pues estaba leyendo un libro, cuando vio como una sonrisa se dibujaba en el rostro del castaño, él también se puso contento.
– bueno, entonces hasta mañana Akihiko-san – le dijo el castaño, estaba muy contento, se sintió el hombre más feliz del mundo, la persona que quería le invito a vivir con el, sentía que podía morir de felicidad, pues eso confirmaba su teoría que pasaba por su mente, su señor también lo quería y eso era un sentimiento mutuo.
------- mientras tanto en la habitación ----------
Akihiko no es posible que le hayas pedido vivir en tu casa, es un espacio donde nadie puede entrar, es solo nuestro – le decía una voz en su interior – cuando le dijiste que se vaya, lo dijiste enserio porque cambiaste de opinión? – se cuestionaba así mismo – pero no se veía tan triste, de paso es verdad lo que le dije, no puedo dejar a un niño vivir solo – se respondía así mismo – solo lo hago por caridad – se convencía así mismo – te vas a enamorar del muchacho y será demasiado tarde cuando te des cuenta – dijo por ultimo esa voz, Akihiko se sentía confundido, Misaki lo hacía sentir feliz, cada día que pasaba con él era agradable le gustaba toda la inocencia que tenía era muy lindo, pero no quería sufrir, no sabía que hacer ese niño lo volvía loco.
___________
Pasaron algunos días desde que Misaki comenzó a vivir con su ángel, todos los días eran agradables, Akihiko sentía que podía ser el mismo, cuando estaba al lado del menor, le hacía muestras de cariño, revolvía su cabello, lo abrasaba por detrás mientras cocinaba a veces jugaba con el en la piscina, pero nada paso aparte de eso asi pasaron los días, hasta que llego el día antes de partir a la ciudad, Misaki preparo una cena romántica mientras su señor tenía una siesta quería que su despedida de aquel lugar, que fue su hogar por varios, fuera inolvidable. Cuando el mayor despertó vio que el comedor no estaba muy alumbrada solo había velas rojas prendías, bien acomodadas y el castaño estaba acomodando la mesa, no se había percatado de la presencia del mayor, cuando de repente sintió que unos brazos le rodeaban la cintura por atrás – todo esto es para mí – le dijo el mayor – s-si quería hacer una cena de despedida, pues es mi último día en este lugar – le dijo el castaño, un poco sonrojado – siéntese por favor, le voy a servir la cena – continuo zafándose del mayor, pues cada vez que hacían contacto el menor se sentía raro, ancioso, quería que lo abrasara, que le demuestre que lo quiere, pero no podía hacer nada para cumplir su objetivo
– Misaki te encuentras bien? – le pregunto el mayor, al ver al ojiverde perdido en sus pensamientos – h-hai – dijo el castaño sonrojándose por lo que estaba pensando
- asi que esta deliciosa cena es como una despedida de tu hogar? – le pregunto el mayor para romper el silencia que estaba comenzando a reinar – si – dijo el menor – quiero hacerla especial e inolvidable – continuo, se levantó para recoger los platos pues ya habían acabado de cenar
– no quieres hacerla aún mas especial? – le dijo Akihiko, acercándose peligrosamente al menor con una voz seductora
– m-mas especial? de qué manera – le dijo un poco nervioso Misaki – no le lo imaginas – le respondió el mayor cerca del oído, el menor se sonrojo hasta las orejas, el mayor solo quería jugar con el menor, pero verlo de esa manera lo encendió, tenía varios días conteniéndose, cada vez que lo acariciaba tenía que conformarse con eso, pero ahora ya estaba en su límite, - ya pusiste en práctica lo que te enseñe? – le dijo el mayor, mordiendo el lóbulo de la oreja del menor, haciéndole estremecer – l-lo que me enseño? – le respondió el castaño un poco confundido, hasta que recordó lo que paso hace una semana – n-no, es que yo no puedo – no sabía cómo explicarle que si lo había intentado pero no sentía lo mismo cuando el mayor lo hizo, quiso continuar con la explicación, pero unos cálidos labios contra los suyos callaron lo que iba a decir – entonces tendré que enseñarte de nuevo – le dijo el mayor con una sonrisa picara, lo cargo como una princesa y lo llevo hasta la habitación.
-------- en la habitación ---------
Lo bajo a un lado de la cama – quiero que te desnudes ante mí, lentamente – le dijo el mayor, pues le gusta ver como se sonrojaba el menor, pues era muy inocente, el menor comenzó a quitarse torpemente la ropa, pues estaba nervioso hasta que se quedó solo con su bóxer, el cual dejaba ver la erección del menor, él trataba de ocultarlo con su mano y también él trataba de ocultarse cerrando sus ojos fuertemente, pues por más que ya lo hayan hecho una vez él se sentía avergonzado – te falta una prenda – le dijo el peliplata – o quieres que yo le lo saque – continuo, posando sus manos en la notable erección, sacando un leve gemido del castaño, lo beso primero tiernamente pero poco a poco fue más intenso el menor respondió poco a poco, se separaron por falta de aire, Akihiko lo cargo y lo recostó en la cama, - Akihiko-san se gentil conmigo – le dijo un sonrojado castaño, esto solo encendió al mayor sus ganas de poseerlo en aquel instante, pero debía tener cuidado, no quería lastimas a su niño (- a su niño, que estaba pensando, bueno en cierta parte era verdad, ya que fue el primero en su vida – pensaba el peliplata) comenzó a besarlo, bajo hasta sus pezones los cuales estaban duros, con una mano acariciaba su otro pezón y con la otra acariciaba el miembro del ojiverde, por encima de la prenda, Misaki se sentía raro otra vez esas sensaciones que solo su príncipe podía hacerle sentir, cuando sintió que la boca del mayor lamia su duro miembro encorvo su espalda hacia atrás, y se sujeto de las sabanas tratando de ahogar un gemido de placer
– que quieres que haga? – le dijo el mayor – si no me dices no continuare, pues no sabre que es lo que quieres le dijo el peliplata con una sonrisa picara
– q-quiero que continúes – le dijo un poco avergonzado el menor
– bueno si no me dices específicamente son te entenderé, pero por ahora lo dejare pasar, ya que entendí tu indirecta, peor en la próxima no seré tan flexible – le dijo continuando su labor, con sus dientes badjo el bóxer dejando al descubierto una dura erección pidiendo atención, el mayor beso la punta, lo lamio de abajo para arriba y lo metió en su boca, su viendo y bajando, subiendo cada vez mas de velocidad, el menor gemía de placer cada vez más fuerte, se sentía en el paraíso y el único que posia hacerlo llegar hasta ahí era su ángel, Misaki ya no pudo mas y se vino sin avisar, el mayor lo bebió todo, el castaño se sentía avergonzado otravez había hecho lo mismo, Akihiko también tenía una gran erección que requería atención pero tenía que ser paciente, le mostro tres dedos al mayor y lo metió a su boca, el menor por acto de reflejo comenzó a lamerlos, el peliplata lo saco de su boca y lo dirigió a la entrada del menor, primero metió uno, cuando el menor se acostumbró metió otro y luego el otro, hacia movimientos simulando penetraciones, para que el menor se acostumbrara, cuando sintió que el menor movía la cadera para más contacto saco sus dedos y poco a poco metió su duro miembro, el interior del menor seguía siendo apretado igual que la primera vez, eso saco un ronco gemido del mayor, - Akihiko-san ya puede moverse – le dijo un tímido y sonrojado castaño, el mayor fue comenzando con las embestidas, primero lentamente, pero fue aumentado la velocidad
– a-ah ahh A-Akihiko-san, m-as – le decía el ojiverde
– eres un pequeño lujurioso – le respondió el mayor – si quieres mas ponte de cuatro – le dijo el mayor, Misaqui como si fuera por reacción se puso de cuatro, el mayor lo sujeto de la cadera y comenzó con sus profundas envestidas, hasta que encontró el lugar de Misaki que lo hacía gritaba de placer, ya ni era consciente de lo que hacia o decia solo se dejó llevar – a-ahh y-yo ya no puedo A-Akihiko-san – dijo corriéndose en las sabanas, el mayor también se corrió en el interior del menor con la precion de este al correrse, cayeron tumbados en la cama misaki se encontraba muy feliz, pero esta gotado se quedo profundamente dormido, el mayor ya no quería pensar nada, solo disfrutar del hermoso momento que estaba pasando