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Looking through your eyes por Marieene

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Notas del capitulo:

¡Muy buenas a todos!

¿Como estan? Pues bien, les tengo actu, así que espero que lo disfruten mucho.

Marieene

 

 

 

Capitulo VI

 

Tus Palabras

Your Words

 

Miró por la ventanilla del colectivo urbano el oscuro manto que comenzaba a cubrir la ciudad. Se había echo muy tarde. Oficialmente ya era un estudiante universitario, pero se sentía tan igual a antes. Había visto y conocido muchas caras nuevas ese día, profesores, alumnos, compañeros. Todo fue bullicioso ese primer día. Estaba algo cansado. Suspiró fuertemente… Solo quería llegar, comer algo, bañarse e irse a dormir tranquilamente, pero no sabía con lo que se encontraría esa noche. Yahiko empezaría a vivir con ellos a partir de hoy. Esa misma mañana había llevado sus pertenencias, y esa misma mañana el mayor lo había sorprendido luego del desayuno… Volvió a suspirar. Aún no sabía si estaba contento o no por la noticia aquella. En tan solo un día aquel hombre había dado vueltas su mundo. Se sentía diferente…como cuando era pequeño. No era propio de él estar tan distraído con ese tema.

 

Por el vidrio, una cabellera anaranjada llamó su atención e inmediatamente se giró para intentar confirmar lo que había visto, pero no pudo, pues el colectivo dobló y sus ojos no pudieron busca aquella fugaz figura que le había parecido ver. Chasqueó la lengua y se preparó para bajar. ¿Ahora veía cosas? Ridículo. Enojado sin una razón aparente, caminó hasta la parte trasera del colectivo y presionó el botón. La parada quedaba a una cuadra de la casa de Itachi. Incluso, el transporte público pasaba por enfrente, pero debía ir hasta la parada. Caminó con lentitud, acarreando consigo un bolso negro que colgaba cruzado de su hombro izquierdo. Su postura erguida y sus pasos firmes lo llevaron directo hasta la casa de Itachi, pero sus pasos se detuvieron al notar que una figura alta se encontraba justo frente a la puerta de entrada. Apretó los labios…era Yahiko, que por lo que veía estaba concentrado buscando algo. No tenia opciones, debía seguir hacia delante.

 

- ¿Acaso perdiste la llave que hoy mismo te dio Itachi? –Preguntó sarcásticamente el menor, haciendo que Yahiko se sobresaltara por la sorpresa y se girara para encarar al que le hablaba.

 

- Hola, Sasu. –El abogado se peinó los cabellos y dejó de revolver sus bolsillos. Sonrió y se hizo a un lado. El menor pasó frente a él y buscó las llaves. Dándole la espalda al de cabellos naranjas, no notó que éste se acercaba peligrosamente a su persona, notándolo solo cuando sintió el aliento del mayor sobre su nuca. –Sabes, tengo entendido que hoy Itachi llega tarde. –Al instante Sasuke dejó caer la llave y se volteó para enfrentar al otro, ocultando el escalofrió que inevitablemente se había apoderado de él. Miró con seriedad a los ojos de Yahiko, no lo dejaría dominar la situación. No dejaría que su cuerpo reaccionara a las palabras que aquel sujeto susurraba. Pero por más que quisiera, no podía intimidar al más grande. Aquel se rió bajito y lo miró con ojos brillosos. –Tenemos toda la casa para nosotros solos, Sasu. –Diciendo esto, comenzó a acortar la distancia entre amos cuerpos.

 

Los brazos de Sasuke se interpusieron en el trayecto, pero la mano grande de Yahiko, lo agarró de la muñeca izquierda y se la retuvo sobre su cabeza, haciendo que su cuerpo impactara con algo de brusquedad contra la madera de la puerta principal. Y mientras colocaba una pierna entre las de Sasuke, a la otra mano la dejó libre… quería ver el momento en que dejara de oponer resistencia. Sasuke soltó un suspiró sordo al chocar contra la dura madera, y frunció el ceño ante tanta brusquedad, pero ese semblante duró poco, pues la mano que Yahiko tenia libre comenzó a recorrer su abdomen debajo de la tela y muy descaradamente comenzaba a descender hasta su pantalón. La pierna de éste comenzaba a hacer pequeños movimientos, rozando su miembro con suavidad. 

 

- ¡Detente! –Dijo enojado. Aunque realmente no lo estaba, solo que no quería aceptarlo. Debía separarlo… ¡ya! Pero, abrió los ojos grandes y estiró la cabeza hacia atrás. Yahiko sonrió más que satisfecho al escuchar un pequeño, pero enloquecedor, gemido escapar de los labios finos, y ahora, bien apretados de Sasuke. Había sobrepasado los límites permitidos e impuestos por él mismo, tocando más allá de la tela y del pantalón del menor. Se sentía tan caliente… - ¡Yahiko! –Era suficiente, ya no podía evitarlo, porque las sensaciones eran demasiado buenas.

 

-¿Hoy serás mío, Sasu? –Preguntó retóricamente, pues no esperaba una respuesta, solo quería ver el rostro avergonzado de aquel muchacho que hacía hasta lo imposible para mantenerse serio y tranquilo, cuando en verdad estaba por perderse en cualquier momento.

 

Yahiko se sintió en las nubes… ¿Con tan solo esas pequeñas caricias podía hacer sentir bien a Sasuke? Oh, Dios, no podía esperar a tenerlo en la cama y hacerlo completamente suyo, de una vez y para siempre... Por un instante sus manos se detuvieron…Debía controlarse, recién hacia un día que había vuelto a ver a su adoración, no podía ir tan rápido, no era lo correcto. No era lo que quería…

 

-¿Qué pasa Yahiko? ¿Cambiaste de opinión? –Cuestionó Sasuke maliciosamente. Tal vez el menor notó su repentino control y se estaba aprovechando de eso. El menor sonrió de medio lado y miró fijamente a los ojos del más alto. Por un momento creyó poder zafarse del agarré que lo oprimía de la muñeca, pero cuando intentó soltarse, Yahiko reaccionó y lo apretó con su cuerpo entero contra la puerta, produciendo un nuevo golpe contra la madera. Sasuke cerró los ojos y pudo sentir algo duro contra la parte baja de su abdomen. Yahiko se acercó peligrosamente a sus labios y se forzó a apartar su rostro hacia la izquierda. El mayor no hizo más que sonreír con más intensidad, su objetivo había cambiado, y aprovechando que Sasuke había ladeado la cabeza acercó sus labios al cuello blanco y suave del menor, pero antes de tocarlo, su lengua lamió dejando un sendero húmedo.  

 

- Ah… -¡Rayos! Inmediatamente Sasuke se mordió el labio inferior para tapar los endemoniados y molestos gemidos que su cuerpo quería expulsar. No le daría el gusto a Yahiko… no se permitiría hacerle saber que sus caricias le gustaban…

 

- Si sigues gimiendo así, todo el barrio se enterara, Sasu. –Se burló el mayor, volviendo a deslizar una mano por el pantalón y por la ropa interior del universitario. No podía detenerse, quería escucharlo, quería verlo, sentirlo y amarlo. Su cuerpo se movió por si solo contra el del menor, frotando sus organismos. Soltó la muñeca que al instante se relajó junto al cuerpo de su dueño, mientras que por su parte, él utilizó su mano para elevar el mentón del menor y hacer que lo mirara. Ambos quedaron perdidos en los ojos del otro, pudiéndose ver claramente en las orbes opuestas. Sin que pudieran detenerse, ambos comenzaron un lento trayecto con el simple objetivo de juntar sus labios. Pero entonces…

 

Ambos escucharon el lento deslizar de una llave, inmediatamente de un crujir metálico, pero fue tarde para reaccionar. La puerta se abrió y el cuerpo de Sasuke inevitablemente perdió el equilibrio. Sus ojos sorprendidos miraron a Yahiko y sus manos se estiraron hacia el más alto. Pero no fue necesario, pues unos brazos fuertes lo sujetaron por la espalda para que no cayera. Suspiró y el aliento caliente de la persona detrás lo hizo sobresaltar.  

 

- ¿Qué estaban haciendo aquí fuera? –Preguntó suspicaz y si bien hablaba en plural, solo atinó a mirar a su amigo. Se cruzó de brazos y echó un vistazo con seriedad al más alto. Yahiko no dijo nada, solo se peinó y metió la mano en su bolsillo.

 

- Parece que aquí estaban. –Dijo distraídamente, sacando a la vista un llavero con un par de llaves, entre ellas, la de la casa de Itachi. Este último, al igual que Sasuke, frunció el ceño. Luego suspiraron. Yahiko solo sonreía.   

 

- Pronto estará la cena. Entren. –Y diciendo eso, se apartó y comenzó a caminar hacia el interior de la casa. Enseguida cruzó el abogado, sin mirar atrás, solo sonriendo, mientras que el menor apretaba los puños con fuerza. Enojado, cerró la puerta y caminó hacia el interior. ¿Acaso Yahiko había simulado perder las llaves para toparse con él en la puerta? Maldito manipulador. Esa se la cobraría…además de que no se había dignado ni siquiera a mirarlo cuando Itachi los descubrió. Comenzaba a sentirse un idiota.

 

Se encontraron los tres en la cocina. Yahiko sentado en lo que precia iba a ser su lugar predeterminado en el desayunador, sirviéndose una copa de vino, mientras hablaba de algo con su hermano, quien se encontraba del otro lado de la barra, preparando lo que iban a ser los platos y cubiertos.

 

- ¿Cómo te fue en tu primer día? –Preguntó Itachi, sacándolo de su sopor. Al instante se sintió observado, ambos pares de ojos adultos se enfocaban en su figura. Solo desvió la mirada y caminó hacia ellos con pesar.

 

- Bien. –Respondió y se sentó junto al abogado.

 

- Me alegro. Estoy muy orgulloso de que ya estés en la Universidad. –Dijo sonriéndole. Luego la sala se silenció, mientras Itachi terminaba de preparar la cena. Yahiko se quedó quieto, reflexionando, pues su amigo lo había ilusionado con la idea de poder tener algo de intimidad con Sasuke, y por alguna razón, tenia la sospecha de que lo había hecho a propósito… Aunque era difícil de creer. Suspiró…había creído tan fervientemente que esa noche iba a poder hacer algún movimiento interesante, pero desde el principio, sin siquiera haber entrado a la casa, el momento había sido completamente frustrado por Itachi. Miró a éste ultimo de reojo mientras le pasaba un par de cosas a su hermano menor e intercambiaban un par de palabras en el proceso. Bebió el líquido rojo y sonrió, esta vez, observando al menor. Muy pronto tendría infinidad de oportunidades de estar a solas con Sasuke, sin ir más lejos, seguramente esa misma noche dormirían en la misma habitación, dado que solo había dos cuentos en la casa…y ahí sí que podría tener su tan deseada oportunidad de tener un encuentro cercano con el joven de cabellos oscuros. Sonrió lascivamente…no podía esperar. 

 

- Vamos a la mesa…y deja de mirar así a mi hermano. –Lo llamó y retó Itachi palmeando su hombro con suavidad. Luego de mirar a su amigo con seriedad por un instante sonrió y volvió a palmear su hombro, esta vez, con más fuerza. Yahiko rió y llevando en sus manos la copa, caminó detrás de Itachi hasta la mesa, donde se sentó enfrentándose al menor de los Uchihas. En la punta, Itachi sirvió los platos y la cena transcurrió sin mayores sobresaltos.     

 

Ya habiendo terminado de comer, e incluso, tomando ahora un café, Sasuke se levantó pidiendo permiso y se dirigió a su habitación dejando atrás a los dos adultos. Al entrar y encender la luz su sorpresa se hizo notar en su rostro al notar algo extraño. Lo primero que pudo evidenciar fue que sus pertenencias, que había dejado sobre el escritorio, ya no estaban y su maleta, que desde que llegó había estado junto a la cama, ahora brillaba por su ausencia. No se molestó en seguir mirando, salió disparado a al comedor.

 

- ¿Dónde están mis cosas? –Preguntó mirando fijamente a Itachi.

 

- Ah, me había olvidado…- Y turnando la mirada de Yahiko a Sasuke continuó hablando:- Sasu, dormirás conmigo. Me tomé el atrevimiento de trasladar tus cosas a mi habitación. Solo queda por mover la ropa que habías guardado en el ropero. –Dijo y volvió a mirar a su amigo. –Yahiko, dormirás en la habitación de Sasu, ahí estarás mas cómodo que en el sofá. –Rió. –Espero que no te moleste dormir conmigo, hermanito. -Sonrió y terminó su café.

 

Sasuke cerró los ojos y frunció con fuerza su ceja izquierda, luego los abrió y miró la espalda ancha del de cabellos anaranjados. Éste estaba completamente inmóvil. Itachi también lo observó y rió.- No habrás pensado que te iba a dejar dormir en la misma habitación que Sasu, ¿verdad Yahiko? –Volvió a reír, luego se levantó ante la mirada fulminante de su amigo y juntó las tazas ya vacías, para llevarlas a lavar. El abogado se sintió doblemente traicionado por su mejor amigo. Luego sonrió de lado…Tal vez así era lo mejor, después de todo, no podía asegurar que no violaría a Sasuke esa misma noche si llegaban a dormir en la misma habitación. Giró su rostro y se encontró con la mirada negra del universitario y una pintada sonrisa llena de burla.

 

- Es una lastima, Yahiko. –Y soltando esas palabras, se volteó y desapareció de la vista del mayor. El abogado se quedó quiero y luego se relamió los labios. Se puso de pie y agarró las maletas que esa mañana había dejado en el living, para seguir su camino, lo mas silenciosamente posible hacia la que seria su habitación. Entró y cerró la puerta con cuidado. El menor estaba entretenido revolviendo el ropero en busca de la ropa que se pondría. En contadas y largas zancadas llegó a donde estaba Sasuke y lo abrazó por la espalda.

 

- Debo advertirte Sasu… -El aludido se sobresaltó, pero no pudo moverse, pues los fuertes brazos lo tenían prisionero, solo pudo sentir el aliento calido sobre su oreja y cuello.-…mi deseo está aumentando. Así que será mejor que te prepares. –Pudo notar como un temblor recorrió integro el cuerpo del menor y sonrió. Depositó un beso en el cuello y salió tan velozmente como había entrado, sin dar tiempo de reaccionar al menor.

 

Sasuke salió de la impresión y suspiró. Debía acostumbrarse, porque tenia la sensación de que todos los días serian así de ahora en adelante. Y eso…no le molestaba.

 

Pasada las 00hs, la casa estaba en completo silencio y oscuridad. Por alguna razón no podía pegar ojo y tampoco podía darse el lujo de estar girándose constantemente en busca de una postura cómoda y adecuada, pues temía despertar a su hermano, que dormía tranquilamente a su lado. Miró por un largo rato el techo y por mas aburrido que eso fuese, el sueño no acudió a él. Con cuidado exagerado se bajó de la cama y salió al pasillo…justo frente a el estaba la puerta, y detrás de ésta, estaba Yahiko, seguramente dormido. Pero antes de que se le ocurriese alguna estupidez, sus oídos escucharon débiles sonidos, voces y ruidos viniendo del living. Enseguida caminó hacia allí y se encontró con la sala iluminada tenuemente por la televisión. Del sofá, sobresalía una cabellera anaranjada.

 

Con pasos gatunos se acercó. Yahiko parecía haberse quedado dormido sentado. Cuado estuvo justo detrás miró al hombre y sonrió de costado, ese era el culpable de que no pudiera dormir. Se inclinó y rodeó, por detrás, el cuello del mayor con delicadeza. El abogado se despertó pero no se movió ni un centímetro,  tan solo volvió a cerrar los ojos y estiró la cabeza hacia atrás. Sus labios se unieron con la perfección de dos piezas destinadas a estar juntas. El beso fue profundizado hasta los límites permitidos por la posición en la que estaban.

 

- Ven conmigo. –Susurró Yahiko al separarse milímetros de aquellos labios tan adictitos. El menor hizo caso, y luego de rodear el largo sofá, se sentó al lado del abogado. Sus miradas se penetraron a si mismas, e inevitablemente un nuevo beso inició, con mas fuerza, con mas pasión. Las manos inquietas de Yahiko rodearon el cuerpo delgado de Sasuke. Luego de infinitos besos, en donde las lengas luchaban por marcar un territorio, se separó con suma lentitud y de un momento a otro abrazó al otro para comenzar a llenar de besos el cuello de Sasuke. Con agilidad sus caricias se extendieron mas allá de la ropa y sus manos grandes tocaron la blanca piel como si fuese algo preciado y frágil. Eso no alcanzaba, quería ver, besar…marcar.

 

La remera gris que tenia el universitario pronto termino en el suelo. Yahiko miraba cada parte de piel, cada músculo, sin poder evitar tocar. Sasuke agarró al mayor de la cabeza y lo atrajo hacia sus labios sedientos. No le incomodaba ni avergonzaba estar casi desnudo, ni ser tocado por Yahiko…era lo que quería…lo que deseaba. Pronto una de sus tetillas fue apretada con doloroso placer y su cabeza se hizo hacia atrás sin que pudiera evitarlo, apoyándola contra el respaldo del sofá, cortando el beso. Pero Yahiko sonrió, y sus labios comenzaron a marcar, mojar y morder el cuello que se presentaba ante él. Todo era delicioso. Su camino continuó hacia abajo. Aquella tetilla que había pellizcado estaba enrojecida, automáticamente sintió la necesidad de calmar el dolo que había producido con su lengua. Y así lo hizo. Sin perder tiempo, sus labios besaron y su mano apretó.

 

-Ahh…- Sasuke dejó escapar un leve gemido al sentir ambas tetillas atacadas. Sus dedos apretaron los hombros de Yahiko y éste siguió bajando, pasando por el ombligo hasta llegar al límite con el pantalón. Con una mano, y sin dejar de jugar con la otra, estiró el pantalón y sacó el miembro casi erecto del menor. Lo observó y lo lamió. – ¡Ahh! –Eso era, quería escucharlo gemir de placer. Comenzó a lamer toda la carne que tenia frente a sus ojos, toda la longitud y grosor de aquel pene ya duro y caliente. Dejó de lamer para así poder introducirse todo el miembro, y con movimientos lentos, comenzó a saborear la hombría de Sasuke, de arriba hacia abajo. Sin parar y acelerando el movimiento. Su lengua se movía inquieta en el interior de su boca. Y los dedos de Sasuke se enredaban en su cabello. –mmmhh…Yahiko… -La mano que tenia libre masajeó los testículos sin detenerse de masturbarlo con su boca. Su propio miembro comenzaba a exigir atención, pues todo aquello no podía ser más excitante. –Ya…-Un leve tirón lo hizo disminuir la velocidad. Era Sasuke que le advertía de lo que se venia, pero él no tenia ninguna intención de detenerse, quería probarlo. Y luego de escuchar los suspiros y gemidos de Sasuke, la espalda de éste se curvó. – ¡Ahh mmhh! Ya-hi… –Y con un fuerte gemido, el menor llegó al orgasmo, llenando la boca de Yahiko de su semen. El mayor tragó todo el líquido blanquecino degustándolo con placer. Y al separarse sus ojos observaron con excitación, la figura agitada de un Sasuke acabado y aun afectado por el orgasmo. Con su respiración agitada y su mirada soñolienta.

 

- Te haría el amor YA mismo…- Dijo Yahiko acercándose a sus labios. –Pero ésta noche no puede ser. –Y luego de que el menor asintiera con la cabeza, ambos se besaron con amor. –Te amo Sasuke. Espero que lo sepas y lo entiendas, pronto serás completamente mío. –Y abrasando el cuerpo del menor, se dejó llevar por el normalizado palpitar del corazón ajeno. Su miembro le dolía, pero no podía ir más lejos, todavía no…debía aguantar.

 

 

 

         

Notas finales:

¿Y bien? ¿Gutó o no gutó? xD

 

Espero que si.

 

Ya saben, es para ustedes, así que espero que les haya gustado y que sigan leyendo este fic que estoy escribiendo con tanto amor. n//n

 

Si tienen alguna duda, sujerencia, queja, o lo que sea, ya saben, me lo dicen sin problema.

 

Nos vemos pronto.

 

Bye bye, Se me cuidan todos.

 

Marieene


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