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OnJongKey: "Él y yo" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Ok aquí les dejo el segundo capi de ragalo el 7 :3 ahora ya sólo quedan 3, finalmente me ha salido, un fic de 10 capis, jeje.

Espero que lo disfruten y no hayan perdido el interés en él u.u

Unnie, aquí te dejo el fic para tí, espero que te agrade n.n

[..] -Hms, Ki~…-


Aquel sonido hizo que sonriera y me detuviera… y elevara mi vista para observar sus gestos… pero en ese momento, me encontré con sus ojos… abiertos y brillantes… sin poderlo evitar, sonreí de lado de manera seductora, y él… me miró al principio sorprendido, a lo que mi sonrisa de lado se acentuó aún más.


-Hola… ¿te desperté?...-


Le dije de manera seductora, y él para mi sorpresa frunció el ceño. Eso me desconcertó y antes de que dijera algo, me sentía totalmente asfixiado…


-Ni se te ocurra hacer algo más, o de lo contrario, podrías ir olvidándote de ser el “activo” y de dejar descendencia, y sobre todo, de mí. ¿De acuerdo?-


Me dijo de manera lenta e iracunda mientras presionaba con fuerza mis testículos, el dolor era insoportable… realmente comenzaba a sentirme sin aire… mis labios se abrían  y cerraban como pez fuera del agua…


-¿¡De acuerdo!?-


Apretó aún más tirando un poco ahora…


-¡AAAH! ¡S-SI, SÍ! ¡Su-Suéltame!... ¡OH DIOS!-


Dije casi sin voz y sin poder moverme… él me sonrió con sorna y me liberó, caí en la cama, colocándome en posición fetal, mientras me cubría “allí”, con la estúpida idea de que de esa manera se pasaría aquel dolor tan punzante…


-Así me gusta MinHo, eres muy obediente… que descanses dongsaeng…-


Se acomodó nuevamente en la cama, con algo de dificultad, pues ahora yo le estaba quitando espacio, “tirado” allí, cómo un perro… esperando a que el maldito dolor incesante y punzante mitigara, para volver a mi cama…


-L-lo lo siento…-


Dije realmente arrepentido, casi sin voz y con mis ojos llorosos por el dolor…mientras me volvía a “mi cama” nuevamente. Él seguía dado vuelta, dándome la espalda ahora…


-De-descuida, pero que sea la última vez… lo-lo siento también… pe-pero realmente no estoy de humor para tus bromitas…-


Dijo con un deje de voz y algo ronca, lo que me sorprendió… por lo que antes de salirme por completo de la cama en la que estaba le miré. Él se mantenía mirando la pared… podía deducirlo debido al brillo que sus ojos tenían por “haber despertado”. No dijo nada, se mantenía serio… y yo me le quedé mirando, esperando una respuesta, pero en lugar de eso… vi cómo me observó por el rabillo del ojo, y sin decir nada… se acomodó, se apegó más a la pared, y ante esto, me mantenía aún viéndolo… él suspiró y descubrió las sábanas del lugar vació…


Abrí mis ojos sorprendido ante lo que sus acciones incitaban… ¿era lo que yo creía que era?...


-¿Key tu-?-


-¡Calla y haz lo que quieras!...-


Dijo nuevamente autoritario, simplemente sonreí, suspiré, y sin pensármelo mucho, me acosté a su lado, y una vez acomodado me cubrí con las sábanas…


-Buenas noches… MinHo…-


Dijo nuevamente de una manera suave. Volví a sonreír con amplitud, y girándome hacia su lado atravieso uno de mis brazos por su cintura, él se tensó y antes de que dijera algo, me explico.


-Tranquilo. No haré nada más, no quiero volver a experimentar el quedar “estéril” por ti, así que descansa, buenas noches y gracias, me gustas…-


Dije ahora de manera dulce y calmada, y mis palabras y tono, al parecer convencieron a Key por lo que su cuerpo se destensó…


-Sí, cómo sea, duérmete de una vez, estoy cansando…-


Dijo una vez más en esa tonalidad déspota, pero sabía que era todo una fachada, tan sólo un día, y ya sentía que lo conocía realmente bien y que podía leerlo con facilidad. Y así algo más calmado, por poder abrazarlo de esta manera el primer día, envuelto en su fragancia me entregué a Morfeo.


*************


POV KiBum


El cantar de las aves me despertó de repente, por lo que con dificultades pude abrir mis ojos, aparte de que la luz de la mañana comenzaba a llenar la habitación…


Me sentía levemente aprisionado, pesado, por lo que con dificultades intento moverme y acomodarme mejor en la cama y cuando giro, me encuentro con el rostro de MinHo a milímetros del mío, aún aferrado a mi cintura, mi corazón se detuvo un segundo para luego comenzar a latir con frenesí. Me asusté. Estaba por empujarlo e insultarlo, pero luego cuando me calmé, recordé, que había sido yo quien “le había invitado” a dormir aquí… pues a decir verdad, “el rechazo” de Jong me afectó más de lo que esperaba.


Sabía que era hora de dejar todo atrás, olvidarme de ellos y comenzar a pensar en mi vida y pensar en alguien más que no sea ni “papá”, ni Jong.


Sin darme cuenta me encontraba observando con “admiración” aquel rostro tranquilo, sereno y dormido… me le quedé mirando por unos cuantos segundos, que quizás se hayan transformado en minutos, hasta que me di cuenta de lo que estaba haciendo y agité mi cabeza en forma negativa, para quitarme pensamientos “extraños” que comenzaban a surgir “por cuenta propia”.


Estaba “herido” “vulnerable” y MinHo ha sido el primero que se cruzó en mi camino, por lo que me “aferré” a él sin pensarlo, realmente jamás creí que sería capaz de mostrarme de esa manera tan deplorable frente a él en tan poco tiempo. Tan sólo, me dejé llevar por sus palabras, y su amabilidad… caí, en… sus redes, al estar tan herido.


Pero aún me niego a “dejarlos ir” del todo, no hasta que complete mi objetivo, no hasta que me desquite esas malditas ganas que Jong “plantó” en mí, aquella vez; de tener a “papi” en la cama y hacerlo “nuestro”…


Sonaba realmente bien, y “excitante”. Luego de eso, sí, podré dejarlos ir, disfrutar y “ser felices”. Pero~, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo convencerlos, si ya me han rechazado? Ambos, incluso mi padre, por culpa de su estúpida “alta moral”.


Sonreí de lado con malicia, mientras aún me mantenía mirando a MinHo sin darme cuenta, hasta que él abrió sus ojos, y se percató de mi sonrisa.


-Bu-buenos días… ¿En qué piensas estando con esa sonrisa en plena mañana…?-


Al oír aquella voz ronca y algo pastosa por el sueño y la pereza del “recién despertar” me puse serio. Carraspeé mi garganta y cerré mis ojos acomodándome mejor en la cama, sentándome prácticamente en ella, y miré hacia el frente, no sabía que decir ahora. Pues recordar todo lo que sucedió, lo que le dije anoche, ahora me hacía avergonzar…


-En ti seguro que n-


Dije respondiendo a aquella pregunta antes formulada, pero no se me permitió terminar la frase, pues el contacto con sus labios, me impidió el salir de las palabras, lo empuje y fruncí el ceño.


-¿¡Qu-Qué haces idiota!? ¡Apestas! ¡Y no te di permiso para que te tomaras tantas atribuciones conmigo!-


Él sonrió y se sentó en la cama, colocando los pies en el furtón que se encontraba en el suelo…


-Tú también apestas, y no he dicho nada… es normal, dado que recién despertamos…-


Dijo totalmente despreocupado, mientras se levantaba finalmente y se retiraba. Aquellas palabras, me hicieron poner realmente rojo… ¿¡Una nueva humillación, apenas empezando el maldito día!?


Estaba seguro de que me las pagaría, me las cobraré con intereses, de eso puede estar seguro, debo pensar en algo, ¿pero, en qué?


Luego de intentar pensar en algo, me quedé allí aún en la cama, no teniendo idea de que maldita hora era, lo único que sabía es que era temprano, deberíamos aprontarnos para ir al colegio, pero yo no tenía ganas de asistir hoy a clases, además de que en el arranque de furia, ira y frustración, ayer al recibir la tan maldita ansiada respuesta, arrojé todo en mi habitación, y no he traído nada.


Quizás dar una vuelta por la ciudad, y pasar la mañana en el parque podría resultar, no quiero causar más molestias, ni protagonizar más de “esos numeritos” de desesperación que protagonicé ayer… maldita vulnerabilidad… sólo nos hace, más y más débiles, e idiotas inservibles…


-¡Aish! ¡No puedo soportarlo! Mejor me acomodaré mis prendas y me largaré de aquí… ya no aguanto un minuto más.-


Dije en claro gesto molesto y murmurándolo, mientras me revolvía el cabello con mis manos, pues en verdad no quería estar más en esta casa, pues automáticamente, recordaba lo patético que fui ayer.


Por lo que buscando mis cosas, las cuales estaban dobladas prolijamente sobre una silla, las tomé y me cambié aquel pijama, que había cargado el día anterior, y que ya había tenido puesto más de la cuenta.


Estaba con el torso desnudo a punto de colocarme mi camiseta cuando MinHo entra a la habitación con el cabello mojado, una toalla en el cuello, otra alrededor de sus caderas y con aquel torso al desnudo, el cual era realmente escultural, “simulando” haber sido tallado a mano. Inevitablemente me le quedé mirando, él me miró, se recostó en el marco de la puerta mientras cruzaba sus brazos y me observaba con una sonrisa de lado, atestada de sorna.


-¿Ooh? ¿Qué  has visto? ¿Acaso un insecto gigante de otro mundo? ¿O un cuerpo que te ha dejado con la boca abierta y babeando?-


Dijo mientras se impulsaba del maco y se acercaba a mí. Sus palabras, dichas con tanta burla, me hicieron entrar en razón, volver a la tierra, y por supuesto fruncir el ceño. Cuando estaba por decir algo pues mi boca se movió para articular un sinfín de insultos, el colocó uno de sus dedos en mi boca, y automáticamente esas palabras, quedaron atascadas en mi garganta, cómo si me hubiera hechizado para enmudecer de inmediato.


-No digas nada, ahórrate tus insultos para algo más importante, sabes que sólo bromeo… pero, de todos modos no estás en posición de decirme nada, cuando tú~- Hizo una pausa mientras bajó su mirada por unos instantes, sabía que debía reaccionar, decirle algo, moverme, apartarme, pero estaba aún “paralizado y mudo” a su lado… ¿en verdad que no practica algo así como el vudú o algo por el estilo? Es imposible que alguien cómo él cause estas reacciones en mí… -Tu me pides que me controle, que me calme, que mantenga la distancia contigo, pero te encuentro en este estado, en esta situación, provocándome.- Sonrió y comenzó a deslizar aquel dedo por mis labios, para luego ir descendiendo de una manera tortuosamente lenta y casi tácita, haciendo que mi cuerpo, mi piel entera, se pusiera de gallina al provocarme aquellas cosquillas… -Oooh, tu cuerpo reacciona a mi roce, más pronto de lo que creía…- Habló en un tono seductor, mirándome, sonriéndome de lado, mientras se iba acercando poco a poco a mi rostro y lo sabía, ¡Pero no podía moverme! ¡En verdad me sentía paralizado! Mi cuerpo no responde a mis órdenes. –Tu boca dice algo, pero tu cuerpo lo contrario…-


Finalizó la oración en aquel tono tan profundo y seductor, que una vez más “reforzó” aquel hechizo de parálisis en mí.


Sus labios gruesos, una vez más se apoderaron de los míos, mis ojos se abrieron de sobremanera, y en ese momento, mi respiración se paralizó, pero la sensación de esos maravillosos “bultos carnosos” moviéndose en mi boca, de a poco iban derritiéndome, haciéndome imposible repudiarlo o ignorarlo.


Mis hombros se relajaron de repente, mi respiración volvió, y mis ojos se cerraron sin poder evitarlo y comencé a responder a ese beso, que derrumbaba toda barrera en mí. ¿¡Pero, porqué!? ¡Si es molesto y un maldito imbécil, aprovechado, pervertido, perro faldero!


Aún así, él fue el único que ha logrado aquel milagro de que me “muestre” tal cual soy a “horas” de conocerlo, ni si quiera con mi padre fue tan rápido, siempre he intentado e intento no llorar frente a él ni a nadie, pero con él, con MinHo, todo es malditamente diferente…


Abrí mis ojos de repente, volví a la realidad, cuando mi cuerpo rebota en la cama, y su mano se encontraba acariciando mi cuerpo y la otra estimulando ya mi pezón izquierdo, en ese momento, reacciono, y corro mi cara, nuestras lenguas ya estaban “danzando” juntas sin siquiera haberme dado cuenta…


-¡Alto! ¡Detente! ¡MinHo!- Dije agitado, empujándolo, alejándolo, él al principio se resistió, pero cuando oyó su nombre, al parecer salió de su trance también, y se retiró solo, yo volví a sentarme en la cama, mirándolo algo furioso, pero a la vez rojo. -¡Te he dicho, que no intentaras nada, ni ayer, ni ahora, ni hoy, ni mañana! ¡No hagas que me arrepienta de-!- Mi boca se cerró automáticamente, y se lo agradecía. “No hagas que me arrepienta, de haberte dado, una oportunidad” hubiese sido la frase completa, y la frase de la discordia, refregándome en la cara que “has ganado” más rápido de lo que tú y yo pensábamos, y yo negándolo sin duda alguna, cuando en verdad era mentira.


-¿Te arrepientas de qué?-


Le miré de reojo, con una mirada filosa, y volví a mirar el suelo.


-De~ nada…- Dije poniéndome de pie, apresurándome a colocarme mi ropa, antes de que esto se saliese de control alguno… -Será mejor que me vaya, debes de ir al colegio…- Me apresuré a hablar mientras me ponía mis prendas a gran velocidad, aún sintiendo un pequeño ardor en las mejillas. Esos malditos labios. Esos malditos labios, sólo logran incinerarme por dentro.


-¿Debes, o debemos ir?...-


-Debes, yo no pienso ir hoy, además de que no traje mi uniforme, así que hasta luego, lamento haber irrumpido de esa manera anoche, adiós…-


Dije sin mirarlo, volviendo a mi tono serio, déspota e insensible, deduciendo de que él me estaría mirando con un rostro de absoluta confusión. Y cuando me dispuse finalmente a retirarme al no obtener respuesta alguna de él, siento unos pasos apresurados, y antes de que pudiera girarme, unos brazos me rodean de atrás, posesivamente, y un rostro oculto en mi cuello es lo siento.


-¿Qué quieres ahora? ¿Quedarte estéril definitivamente?...-


-¡No! ¡Key por favor! ¡No te vayas aún! ¡Aunque sea, desayunemos juntos! ¡Por favor!-


Me dijo en tono suplicante… ¿qué carajos había pasado con el MinHo “seductor y macho” de hace unos segundos? Ahora parecía un niño caprichoso…


-Ni siquiera te has puesto la ropa, ¿y pretendes hacer el desayuno en unos 30 minutos que te quedan antes de la primera hora?...-


Él me soltó, y se dio cuenta de que estaba desnudo frente a mí, y por primera vez le vi sonrojarse por sus propios medios. Le miré de manera déspota y “chasqueé” mi lengua.


-Olvídalo, no pienso perder el tiempo, además llegarás tarde, si no terminas tu turno de tu show de exhibicionismo…- Él una vez más a pesar de estar tapado por la toalla, se tapó su intimidad, con las manos, aquel gesto en verdad me pareció infantil, tanto que quise reír, sonreír de lado con sorna, pero me “mantuve en el personaje” y serio, simplemente levanté una ceja… -Quizás la próxima…-


Dije sin pensarlo… y en ese momento él elevó la mirada viéndome sorprendido, y a pesar de estar rojo como un tomate, sonrió eufórico, no entendía el porqué hasta que habló.


-¿La próxima? ¿¡Eso quiere decir que sí habrá próxima vez!? ¿¡Qué si me das una oportunidad!?...-


Cuestionaba eufórico, yo mordí mi lengua de rabia, al haber “metido la pata” y haberme descubierto solo, ya que no era realmente mi intención, ¡mierda!


-No sé si has oído bien, dije QUIZÁS, es decir, nada seguro, así que no te emociones, y en caso de que sea una respuesta positiva, no será, ni hoy ni mañana, seguramente será en 1 o 2 años…-


Dije aun en aquel tono tan asqueroso, que hasta a mí mismo me daban ganas de golpearme, para dejar de comportarme así, pero no podía evitarlo, no podía dejar que sus “patas” me envuelvan en su tela “para siempre”…


-¡No importa! ¡Esperaré! ¡Te esperaré! ¡Porque juro que vale la pena, esperar y esperar! ¡No me cansaré, no me rendiré, no me daré por vencido! ¡Además verte a primeras horas de la mañana, ha hecho que me llene de energía positiva! ¡Gracias por venir anoche, gracias por “perdonarme la vida”, por aceptarme! Gracias por. Existir.-


Dijo sonriendo de esa manera tan cálida que me hacía sentir realmente “nostálgico” aquella misma calidez de “JinKi” y de “Jong”, sus palabras me sorprendieron, me “conmovieron”, pero obviamente jamás lo admitiría, tenía ganas de llorar al recordar a aquellos 2, pero debía intentar de superarlos.


Y volviendo a la tierra una vez más, miré a MinHo una última vez, sin decir ni hacer nada, por unos segundos eternos, aunque en realidad hubiesen sido efímeros, y me retiré. No podía quedarme más, debía imponer algo de distancia entre nosotros, de lo contrario, mi lado más vulnerable, saldría en todo momento al saber que tengo a alguien “dispuesto” a protegerme “siempre”…


Ahora la verdad no me quería ir de allí, pero cómo he dicho, no pienso actuar según mi corazón, hasta dentro de un tiempo, que logre “mi cometido” con Jong y JinKi.


Cerré la puerta, y comencé a caminar y a caminar hacia la ciudad, pero a mitad de camino me desvié para dirigirme a aquel espacio verde y tranquilo, que este lugar por ser ciudad principal, tiene en escases.


Camino a uno de los escasos parques aquí en Seúl, encontré un pequeño puesto callejero vendiendo aperitivos, y a decir verdad, el aroma y mi estómago se complotaron, para hacerlo rugir.


Busqué un lugar para sentarme tranquilo, y buscar en mi bolso si tenía algo de dinero, encontrándome con el pequeño detalle de que también mi cartera había quedado en el suelo de mi habitación, pero buscando con desesperación en cada uno de los bolsillos de la mochila, encontré algunos wons, los justos para comprarme una pequeña porción, era mi maldito día de la suerte al parecer. No era para nada suficiente, pero por lo menos ayudaría a mitigar aquel monstruo salvaje dentro de mi cuerpo.


Luego de comérmelo con tanta desesperación, como si fuera el “elíxir de la vida” seguí mi pequeño viaje a un parque-plaza alejado de la ciudad en sí, necesitaba tranquilidad, y pensar con calma todo lo que había sucedido conmigo, y con las personas cercanas a mí, desde hace ya 2 casi 3 meses que volví.


Necesitaba analizar todo con detalles, prepararme psicológicamente para dejar ir “algunas cosas” y “recibir” otras…


Una vez que llegué al parque, cómo me lo esperaba no había casi nadie, pues ¿quién estaría aquí, en plena mañana y algo fresca que nos tocaba vivir hoy?


Busqué una banca que me pareciese cómoda, aunque todas eran iguales, y me senté en ella, suspiré, dejé mi mochila a mi lado, y miré el cielo, para poder entrar en “estado de paz”.


Y una vez que me cansé de observar aquellas nubes amorfas, bajé la mirada, y comencé a pensar… a pesar de que no pareciese mucho, para mí, en verdad habían sucedido muchísimas cosas, muchos cambios, muchas sorpresas, muchas desilusiones, pero también, muchos buenos momentos…


Sonreí sin saber porqué, simplemente me apeteció hacerlo. Luego decidí que ya había pasado demasiado tiempo allí, por lo que decidí continuar caminando… el tiempo pareciese adrede, que no pasaba nunca… sentía que apenas hacía 5 minutos que había salido de la casa de MinHo…


Me pregunto, ¿cómo estará? Quizás, la manera en que me fui, no fue la correcta, ni la más “cortés” a pesar de “todo” lo que él había hecho por mí, en una noche. Escucharme.


En verdad que no me comporté muy bien con él… pero realmente no podía darme el lujo de comportarme “correctamente” no quería mostrarme vulnerable, no quería que se acercara a mí, sólo por lástima, no quería que sintiera la obligación de protegerme, porque, porque si no, de esa manera, me sentiría, una total y absoluta escoria molesta y débil, que necesitaba sí o sí de los demás, y a decir verdad ya me sentía cómo una porquería, pero no lo admitiría, otra de las tantas cosas que no admitiría, nunca.


Al parecer,  caminar y caminar, había sido contraproducente. Mi estómago comenzó a rugir una vez más y esta vez peor aún, por lo que dándome por vencido, decidí irme a casa. Pues tarde o temprano debía enfrentarlos, por más que no quisiera, debía hacerlo, y es mejor ahora, pues a medida que vaya posponiendo aquel hecho inevitable, peor iba a ser para mí.


Por lo que suspiré y regresé a casa, comencé a caminar y a caminar de manera algo lenta. Hasta que cuando llegue a casa, los autos comenzaban a hacerse más y más visibles, provocando los típicos embotellamientos” en la ciudad, a la hora del almuerzo, ¿realmente ya era esa hora?


Una vez frente a la puerta de mi casa, me le quedé observando, tenía que entrar, pero no podía, nuevamente, el impulso de salir corriendo de allí me abrumaba, pero suspirando, intentando mitigar aquella sensación, coloco mi mano en el pomo de la puerta y girándola de golpe entro, no sabía con qué me iba a encontrar allí, pero debía afrontarlo de una buena vez, y mientras más antes, mejor.


Una vez dentro, me encuentro con papá en la cocina, probando la comida, él me miró asombrado y yo de igual manera, no sabía cómo afrontar la situación, no sabía que decir, cómo explicarme, como actuar… me sentía frustrado por el hecho de nunca saber cómo actuar realmente frente a “papá”…


-¿Key? ¿Qué haces aquí a estas horas? ¿No deberías estar en el colegio?...-


Preguntó desconcertado, mientras dejaba la muestra de comida sobre la mesada… le miré, y no pude sostenerle la mirada, se la desvié, y hablando con muchísima dificultad me “explico”.


-Ayer cuando salí de aquí, olvidé colocar los útiles del colegio, los quité para que me entrara la ropa mejor, y luego me olvide de colocarlos otra vez, y esta mañana me di cuenta…-


Dije no pudiéndomelo creer, las cosas estúpidas que estaba diciendo… ¿en serio? ¿Eso es lo que me salió?... Dios… soy tan idiota…


-Eso es raro en ti, pero le puede pasar a cualquiera…- Sonrió cómo si nada, cómo “en los viejos tiempos” y en ese momento, me dieron unas ganas inmensas de correr a sus brazos, besarlo, abrasarlo y acariciarlo… pero debía “controlarme” –Ya, no importa, ve a ponerte algo más cómodo si gustas, y ven a la mesa, la comida ya casi está lista, has llegado en buen momento…-


Me sonrió una vez más, mientras se acercaba a mí y revolvía mi cabello, simplemente asentí, pues si decía algo, de seguro lloraría, lo sé, soy un maldito niño débil, pero él… él era el único que atravesaba mis barreras sin siquiera esforzarse… ¿el único? No. Ya no, Mi-MinHo, no sé cómo lo ha logrado también. Mis defensas, se van debilitando poco a poco.


Me dirigí a mi habitación y al encontrarme, con todo el desorden que ayer había provocado, me hizo sentir extraño por un momento, quedé impactado, y lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro de la nada…


JinKi no había entrado aquí para nada, él, él ni siquiera vino a mi habitación para “recordarme” él, él me ha olvidado…


Era un hecho, debía afrontarlo, debía superarlo.


Limpiando mis lágrimas, ordené más o menos las cosas a una velocidad algo elevada, y luego de eso me cambié, intenté fingir que nada sucedía, y me dirigí a la cocina, él ya estaba sirviendo mi plato…


-Oh, aquí estás, ya estaba por llamarte, ven hijo, siéntate-


-Si… gracias.-


Dije sin más, obedeciéndolo. Cuando él se sentó, ambos agradecimos por la comida y empezamos a comer, en un silencio habitual en nosotros, pero éste, extrañamente se me hacía incómodo, por lo que quería terminar con él, pero nada venía a mi cabeza para efectuarlo, hasta que algo me llamó la atención. JongHyun sshi, no estaba, él no estaba por ningún lado, por lo que tragando con dificultades mi bocado, cuestiono.


-Por cierto… ¿Dónde está JongHyun sshi?...-


Preguntar por él, nombrarlo, mencionarlo en voz alta, hacía que mi corazón doliera, nunca creí que tuviera ese efecto en mí sabía que debía aceptarlo, peor en verdad era difícil… tenía ganas de pararme de allí, y encerarme en mi habitación a llorar por horas, por lo frustrado, por lo “débil y patético” que me sentía en eso momento.


Contrario a mi estado deplorable de ánimo, él deja sus cubiertos sobre la mesa y con una enorme sonrisa me responde.


-Él ha regresado a su departamento, le he dicho que al menos se quedara a almorzar, pero luego del desayuno dijo que debía regresar, pues al fin y al cabo ese era y seguiría siendo su hogar por un largo tiempo.-


-¿Eso dijo?-


Cuestioné una vez más algo sorprendido, ¿acaso… había leído mi-mi comportamiento la noche anterior?...


-Sí, ya que dijo que no quería “invadir tu espacio y territorio” tan de golpe.-


Mi padre seguía con esa sonrisa divertida en su rostro, al parecer, no le estaba afectando mucho el hecho de “separarnos” definitivamente… ¿tan rápido, me has dejado ir papá? ¿Tan fácil te fue olvidarme?...


-Hmm, ya veo, pues… la verdad que está en lo correcto, sé que ahora es tu pareja, pero de todas maneras, no estoy del todo preparado, para verlo vivir en casa, con nosotros…-


-Lo sé, por eso también le dije que me parecía bien, además de que yo no quería “avanzar” tan rápido, no tenemos ninguna prisa,  al menos yo, me dedicaré a mi trabajo, y lo veré cuando se pueda, pues estoy segura de que verlo tan seguido, tan de golpe, no sería bueno…-


-Lo mismo pienso, ese “acercamiento” abrupto, puede llevarlos a pelearse mucho más antes de lo que piensan, y sé que ninguno de ustedes así lo quiere…-


Decía intentando fingir, total inexpresividad, cómo si el hecho de que fueran pareja ya lo hubiese asimilado, cuando no era así, pero era lo único que podía hacer por ahora, ya que ver a mi papá feliz no tiene precio. Sacrificaría todo por esa sonrisa, e incluso lo he hecho… mi felicidad, mi corazón, mis sentimientos, mi “orgullo”, mi vida…


Sé lo he entregado a JongHyun sshi, y espero no arrepentirme de ello. Odio, pero amo a la vez el hecho de ser Padre e hijo, pues a pesar de todo, aún lo seguiré teniendo a mi lado, no cómo quisiera, pero algo es algo.


*****


Luego de eso, los días pasaron, yo regrese a la escuela al día siguiente y a partir de ahí, comencé a tener a MinHo pegado a mí, persiguiéndome en cualquier momento en que se podía, debido a que nuestras clases y horarios eran diferentes gracias a Dios, pero de todas maneras, me sentía sofocado por él, aunque la verdad no tardé mucho en acostumbrarme, y comenzar a ignorarlo, al tomarlo como algo realmente normal. Y sin jamás haberlo pensado, MinHo se transformó en una especie de mejor amigo.


Mis sentimientos, estaban aún hecho un gran lío en mi mente, y cansado de ello decidí llevar mi plan acabo, para poder terminar con todo esto de una buena vez. Quería darle punto final a mi “agonía, sufrimiento” por más que costara, pero “con las ganas” no me quedaría.


El viernes llegó, cómo siempre MinHo me acompaño la mayor parte de mi trayecto a casa al salir del colegio, hasta que llegó a su casa me despidió y continué con mi pequeño viaje, hasta que llegué a destino.


Cuando entré allí estaban JongHyun y papá sonriéndose, abrazándose, mientras papá comenzaba a hacer los preparativos para la cena… apreté mis puños sin que se dieran cuenta, tragándome toda mi “impotencia” y sacando a relucir, mis “dones” para actuar de papá, con una enorme sonrisa, les saludo cómo si nada. Era ahora o nunca.


-¡Hola, buenas tardes! ¿¡Cómo andan los enamorados!?...-


Le dije con un “buen humor increíble” obviamente totalmente fingido… ellos se miraron y sonrieron, mientras me miraba luego a mí, como diciéndose, “Que bueno que ya nos haya aceptado”, pero no sabían lo equivocado que estaban…


-¿Muy bien, y tú?- Respondió JongHyun con esa sonrisa brillante, que aún me parecía seductora, y me causaba leves escalosfríos… -Al parecer, te encuentras de un extraño buen humor…-


-Así es, es que me entregaron la nota de un examen ¡y lo he aprobado!-


Fingí, aún con mi sonrisa de lado a lado, aunque no era del todo mentira, si bien lo del examen era cierto, no era cómo para estar “tan feliz”…


-¡Oh, felicidades hijo!-


Saltó mi padre, soltándose delicadamente del abrazo de JongHyun sshi, dirigiéndose a mi, para abrazarme, y desordenarme el cabello. Yo sonreí esta vez de manera real, inevitablemente por unos cuantos segundos, hasta que volvió a los brazos de su “novio”…


-¡Gracias! Y por cierto, que les parece si mañana en la noche, vamos a festejar, mi examen aprobado y “su relación” casi como si fuera su pequeña luna de miel, un poquito más “lujosa”… ¿eh, que dicen?-


Continué hablando con aquella sonrisa falsa, que ya comenzaba a provocarme dolor de mandíbulas. Ambos una vez más se miraron algo confundidos esta vez, hasta que JongHyun con esa maldita sonrisa asintió y papá le imitó y me contestó.


-¡Claro!, Si no te molesta, si estás bien con ello, nosotros también.-


-¡De acuerdo, no se diga más entonces, mañana saldremos a festejar!-


Fingí estar súper emocionado, mientras asentía y me retiraba a mi habitación, para cambiarme, dejar mis cosas y ponerme más cómodo para la cena…


-Es increíble, que se encuentre así de feliz por un examen aprobado-


Escuche que dijo en un tono divertido JongHyun, entonces me quedé detrás de la pared decido a escuchar lo próximo…


-No. Es increíble, que él mismo haya ofrecido festejar nuestra relación, junto a nosotros…-


Contestó mi padre, por lo que yo sonreí de lado, con algo de malicia, y me retiré del lugar. Mañana finalmente llevaría a cabo el plan que durante la semana se me habría ocurrido, y ya se imaginará cual es, sé que no es para nada original, pero lo considero lo más fácil, pues no creo que haya otra opción cuando ya ambos me han rechazado “oficialmente”.


Cuando llegué a mi habitación me puse a ordenarla un poco, a pesar de que estaba ordenada, para mí, necesitaba, una pequeña ordenada más. Cuando terminé los últimos retoques, me cambié de ropa, y antes de que pudiera darme cuenta, mi padre me había llamado para cenar junto a él y a JongHyun.


Suspirando, mentalizándome, preparándome para mantener a “mi personaje feliz” hasta el sábado a la madrugada, salí de aquella habitación.


La cena, transcurrió extrañamente en armonía, ambos preguntándome  por cosas triviales de colegio, hasta que sin pensarlos les hablé de MinHo “cómo un amigo molesto”… lo cual me sorprendió a mi también, pues no sabía que ya lo consideraba un amigo, ya que para mi hasta ese momento era un maldito perro faldero molesto. Por lo que realmente me sorprendió… ¿Me agrada alguien tan molesto cómo MinHo? Era en verdad raro y comenzaba a desconocerme a mí mismo, pues, salir de aquellos pensamientos, de aquel “mundo” dónde sólo había lugar para “papá” me estaba resultando realmente difícil, estaba pasando por un gran cambio, en mi vida, en m forma de ser, en mi personalidad.


Luego de que la cena transcurrió en armonía dentro de todo, JongHyun para mi sorpresa, se despidió regresaría a su casa, a pesar de que papá le insistió que se quedara, él simplemente se mantuvo firme ante su decisión, ¿en verdad se estaba esforzando tanto, para no “invadirme” “abrumarme”?


Ese extraño comportamiento, hacía que mi confusión realmente se acentuara, y se acrecentara y ya estaba realmente harto de estar confuso, de no saber qué es lo que realmente siento y que es lo que debo hacer.


Luego de que JongHyun ganara esa “pequeña discusión” con una sonrisa como siempre se despidió tanto de papá como de mí, y se fue, por lo que papá algo triste y decepcionado, decide irse a dormir también, pues la verdad es que estaba realmente agotado, pues había estado todo el día en la empresa.


-Aiish…- Suspiró cansado. –Y-yo mejor mañana limpiare los trastos, ahora, sólo quiero dormir, lo siento hijo, te dejo solo, en verdad que estoy muy cansado…- Dijo acariciando mi rostro inconscientemente, él sabía tanto como yo, que debía imponer algo de distancia entre nosotros, pero su instinto de padre, en verdad a veces le ganaba.


-No te preocupes papá, has trabajado muy duro hoy, te mereces un buen descanso, ve tranquilo, que yo dentro de un rato también me iré a la cama.-


Le sonreí colocando mi mano sobre la suya que mantenía aún en mi rostro.


-Sí, gracias hijo, te quiero mucho…- Dijo acercándose, besando mi frente. Y aquel gesto me hizo reaccionar de la manera equivocada, mis instintos salieron  a la luz una vez más…


-¿Me das un bue beso de despedida? Por favor el último…-


Dije mirándolo a los ojos, sujetando sus manos en mi rostro con las mías, impidiéndole escapar. Él suspiró derrotado, y no reprochó nada, pues en verdad estaba cansado y no pensaba con claridad, sabía que estaba jugando sucio al aprovecharme de ello, pero en verdad o necesitaba, lo extrañaba…


-De acuerdo. Pero es el último, Key, ¿de acuerdo?- Yo asentí y él se acercó a mis labios de manera lenta, y por impulso acorté la distancia mucho antes de lo pensado, actué desesperado, pero no podía evitarlo. Sentir sus labios una vez más sobre los míos, en verdad que hizo sacudir mi cuerpo con grandes descargas eléctricas, una tras otra.


Nuestros labios se comenzaron a corresponder cómo en los viejos tiempos, se reconocieron y antes de que pudiera darme cuenta ya me encontraba tomando el control del beso con mi lengua… y él sin pensarlo correspondiéndome.


Llegando así a estar ambos, besándonos con pasión, moviendo nuestros rostros de un lado a otro, abriendo nuestras mandíbulas lo más que podíamos, ambos, queriendo devorar los labios del otro de manera individual, mis manos soltaron las suyas deslizándose lentamente, por sus muñecas, codos, antebrazos, hombros y terminaron su recorrido, “reposando” en su cuello, mientras que las de él se movieron con fervor hacia mis orejas, acariciándola, atrayéndome aún más a su cuerpo, terminando por enredar sus dedos en mis cabellos rubios, tironeándolos levemente, cosa que realmente me excitaba de sobremanera.


El sonido de nuestros labios besándose, resonaban en toda la cocina, hasta que finalmente se separó de mí, logrando que un hilo de saliva se deslizara por una de las comisuras de mis labios. –Espero que con eso, te haya sido suficiente, en verdad que debes superarme, hijo… eres, mi hijo. Entiéndelo por favor…- Me dijo ahora de manera algo nostálgica, mientras me acariciaba detrás de la oreja, a lo que supongo también era de manera inconsciente… suspiré derrotado… y cerrando mis ojos algo cansando asiento…


-Sí, papá, lo siento, me dejé llevar, también te quiero mucho…-


Él me sonrió algo más cálido y dándome otra beso en la frente y limpiando aquel hilo de saliva con su dedo, se retiró… yo me le quedé observando, aún cuando lo perdí de vista. Volví a la realidad, luego de oír la puerta de su habitación cerrarse. Y en ese momento, miré hacia los trastos y suspirando algo cansado, decido comenzar a lavar aquella vajilla, comenzando a pensar de manera inmediata en aquel beso de hace segundos atrás, torturándome a mí mismo, puesto que mi erección comenzaba a crecer de a poco a medida que aquel recuerdo reciente, iba pasando por mi mente.


Cuando vuelvo en sí, y decido que ya es suficiente de aquel auto flagelante recuerdo, me doy cuenta de que tengo una importante erección entre mis piernas… sobresaliendo más allá de mis pantalones deportivos sueltos.


Decido aguantar unos segundos más, para terminar de secar el último plato, y una vez hecho, literalmente corro al baño, para hacer lo que ya imaginan, pues ahora no era solo lo que había pasado hace un rato, sino lo que estaba seguro que mañana sucedería también…


Luego de que aquella molestia desapareciera, me fui directo a mi habitación, no antes de revisar si todo estaba en orden, y dado que así estaba, finalmente me acosté… no sé cuando fue que me dormí, pero estoy seguro de que fue rápido, pues en verdad también me encontraba algo cansado.


Pues lo siguiente que oí fue que papá me estaba golpeando la puerta, llamándome para que desayunemos juntos y diciéndole que ya iba, me levanté, y me dirigí al baño para despejarme un poco.


Luego de que despertara, y recordara que día era hoy, una emoción inexplicable, extrañamente comenzó a llenarme, pues a pesar de que eran las 9 de la mañana, ya quería que fueran las 9 pero de la noche. En verdad que estaba decidido a hacerlo, y si todo salía de acuerdo al plan, a partir d hoy, podría aclarar finalmente mis ideas… o eso quería creer.


Cuando estuve listo, baje a la cocina, y me encontré con papá aprontando el desayuno.


-Buenos días papá…-


Dije aún algo adormilado a pesar de que ya había lavado mi rostro.


-Buenos días, hijo. Por cierto no era necesario que tu lavaras los trastos… lo haría yo, hoy.-


Me dijo sonriendo cómo siempre, mientras colocaba el plato en mi lugar, le miré y le sonreí.


-No te preocupes, gracias. No fue nada, estaba aburrido, pero aún no tenía sueño, por eso, me puse a hacerlo.-


Dije, agradeciendo la comida entre mis palabras, a lo que él simplemente asiente aún con esa sonrisa brillante, cálida, y encantadora, que sólo él posee.


-De acuerdo, cómo digas, ahora desayunemos, ¿de acuerdo?- Simplemente asentí contento sin poder evitarlo, realmente momentos cómo este sólo él y yo, los disfrutaba mucho, y por lo que veo, al parecer no quiere tocar el tema “del beso” de ayer, por lo que respetaré su decisión sólo por hoy, por una horas…


Luego de llevar l desayuno en armonía, decidí cambiarme e ir a visitar a MinHo, no sabía el porqué, simplemente me apetecía verlo, y eso era realmente extraño en mí. Decidí no hacerme más líos de mis pensamientos y sentimientos, y simplemente, “lo acepté”, sí, quiero verlo, ¿algún problema?


Después de todo estaba aburrido no tenía nada que hacer en casa, y de seguro papá llamaría a Jong y no querría estar presente en sus “muestras de amor”, pero en la noche, quizás cambie de opinión. Sonreí con malicia ya en mi habitación y negué la cabeza, no pudiéndome creer, los pensamientos que me acechaban en ese momento.


Por lo que una vez ya listo, salí rumbo a la casa de MinHo, avisándole a papá por supuesto que me iba, y que cómo a las 7 quizás estaría aquí devuelta para aprontarme para la “famosa cena de celebración”, él asintió, y cómo predije, ya estaba al teléfono con Jong. Sonreí ahora levemente falso, y me retiré.

Notas finales:

Jeje, Ese Key sigue siendo un loquillo xD ok no :P espero que les haya agradado, n.n


He leido susbreviews, no los he contestado aún, pero los he leído y los responderé n.n así que disfruten n.n


Por las dudas, aquí les dejo mi página, no suele estar muy activa, pero sólo la utilizo para avisar cosas referentes a esta página y a los fics que hago, estoy haciendo y haré jeje


https://www.facebook.com/ZaffireHeart


Bueno sin mucho más que decirles, desde ya les agradezco a quienes lean, n.n cuídense mucho, saludos y suerte! n.n


PD: Disculpen si hay faltas de ortografía tanto en éste cap como en el anterior, y espero no me haya slateado ninguna palabra, jeje, gracias n.n


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥ 


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