[…]Por lo que una vez ya listo, salí rumbo a la casa de MinHo, avisándole a papá por supuesto que me iba, y que cómo a las 7 quizás estaría aquí devuelta para aprontarme para la “famosa cena de celebración”, él asintió, y cómo predije, ya estaba al teléfono con Jong. Sonreí ahora levemente falso, y me retiré.
No pasó mucho tiempo hasta que llegué a la casa de MinHo, pues, vivíamos relativamente cerca. Y cuando quise acordar, ya me encontraba tocando el timbre de su casa, él al abrirla y encontrarme allí, ligeramente arreglado, se sorprendió y sus ojos, se abrieron más de los que ya los tenía normalmente.
-Key~ ¿qué, qué haces aquí?-
Cuestionó, realmente sorprendido, y yo nuevamente volviendo a mi personalidad, altanera y tosca, le respondo de mala manera.
-¿Qué? ¿Tan raro se te hace verme aquí? Estaba aburrido y no sabía que hacer, pero si tanto te sorprende, mejor me voy de aquí, y te dejo tranquilo…-
Dije, con claras intenciones de darme la vuelta y retirarme, no sé a dónde, pero de que lo haría, lo haría.
-¡No! No por favor, que-quédate, lo siento, es que simplemente me sorprendió, pero no sabes cuánto me alegra de que hayas venido.-
Sonrió alegre y dulcemente cómo un niño pequeño, y al parecer lo era. No dije nada, simplemente me le quedé observando de manera algo severa, pues, aquel comentario de su parte, había logrado “incomodarme” un poco. Por lo que él al verme con aquella mirada, retira su sonrisa y se pone de cierta manera serio, aunque aún con esa leve sonrisa, esa voz aún dulce y serena, para hablarme.
-Pero bueno, ya estás aquí, ven pasa, iré a cambiarme…-
Dijo sonriendo una vez más aunque fugazmente con esa calidez de siempre.
-¿Salir? ¿A dónde?...-
Pregunté extrañado, mi idea, era simplemente, hablar con él, de algo, y luego a la hora acordada volver a casa.
-A dónde sea, con tal de que pueda ser capaz de quitarte ese aburrimiento que traes encima…-
Dijo dando vuelta sólo su rostro, y pequeña porción de su cuerpo para verme levemente, y luego cómo al parecer ya se le había hecho costumbre sonreírme de esa manera, tan-tan… él.
-De acuerdo, cómo digas…-
Dije nuevamente de esa manera algo altanera, y desinteresada, él asintió y yo me senté en uno de los sofás que tenía en su living sin siquiera esperar a que él “me invitara a tomar asiento” y allí lo esperé.
Luego de unos 15 minutos, él aparece frente a mí, totalmente pareciendo otra persona, era la primera vez que le veía con ropa “de salir” y la verdad que el maldito era jodidamente guapo.
Llevaba una playera negra, debajo de una camisa prendida a cuadros pequeños de un color morado oscuro y blanco, dentro del pantalón con mangas remangadas por encima de sus codos, y unos jeans azules oscuro ajustados a su jodida figura, mientras llevaba unas zapatillas blancas. Se veía jodidamente genial, sexy, sensual, y si no fuera por mi orgullo, me estaría babeando tanto por dentro cómo por fuera…
-¿Y bien, que te parece?-
Decía con una enérgica sonrisa, mientras se miraba a sí mismo, abría sus brazos, y giraba levemente, mientras me miraba expectante, yo con tal de ocultar todos mis pensamientos y sentimientos en ese momento, le dije un simple. -Está bien, nada de otro mundo…- Restándole total importancia, cuando en verdad lo que quería decirle era que se veía genial, y que realmente se veía cómo ser de otro mundo, aquellas prendas, acentuaban aún más su belleza natural…
-Oow, bueno, supongo que es algo, ¡gracias!-
Dijo al principio algo decepcionado, para luego volver a animarse, realmente me irritaba su tan elevada tolerancia hacia mis comportamientos infantiles. Si cambiáramos de lugar, estoy seguro, de que yo, me hubiera hartado en el primer día, y hubiésemos terminado envueltos en una gran pelea. Pero él no, desde un principio, me ha tolerado, a pesar de todos mis “maltratos” hacia él, en verdad que tiene una paciencia de oro, y realmente se lo agradezco. Pero jamás le diría algo cómo eso en voz alta.
-Bien, si ya estás listo, podemos irnos, comienza a crecerme musgo y hongos del aburrimiento.-
-Jaja, ok, ok. Ya verás cómo te quito el aburrimiento.-
Dijo aún riendo por mi comentario anterior, y yo sin esperar nada, me puse de pie, tomé la delantera en seguida, y sin que me viera, sonreí cómo un idiota, luego de eso salimos de aquella casa, y comenzamos a caminar, a medida que nos adentrábamos más en el centro, la gente comenzaba a mirarnos, o mejor dicho mirarle, algunas babeándose, otros, asqueándose, “suponiendo cosas equivocadas” entre él y yo, pero mientras yo me iba remordiendo el labio por la molestia de esas miradas, y murmurando insultos para aquellos “mirones”, él parecía como si estuviera flotando, sobre una nube, sonriendo, e ignorando a todos a su alrededor…
Hasta que finalmente el silencio extraño entre nosotros se rompió gracias a él.
-¡Ya sé!- Dijo frenándose de golpe, logrando que yo le pasara por unos pasos, le miré extrañado, y él me sonrió lo más amplio que podía, cómo un verdadero niño pequeño.
-¿Ya sabes qué?-
-¡Nuestra primera parada!-
-¿No era que ya tenías todo pensado?-
-Pues~ no del todo jeje-
Pregunté suspicaz, elevando una de mis cejas añadiéndole ironía a mis palabras, mientras él me respondió a algo avergonzado, ese gesto simplemente me hizo sacar una sonrisa sincera, en verdad era cómo un niño pequeño, él se sorprendió al ver mi sonrisa, incapaz de ser oculta, y volvió a sonreír segundos después de aquella manera amplia.
Y segundos después me tomó de la mano y comenzó a “arrastrarme” hacia algún lado…
-¡YAH! ¿¡Que crees que haces, tomándome de la mano de esta manera!? ¡Puedo caminar por mis propios medios, no sé si lo sabías! ¡No necesito que me arrastres o me guíes de esta manera! ¡Suéltame! ¡YAH! ¡Suéltame he dicho!-
Comencé a gritar prácticamente, intentando zafarme de aquel agarre, pero en verdad era fuerte y mientras era arrastrado, no podía concentrarme en soltarme, pues parecía que en cualquier momento caería y terminaría siendo arrastrado cómo una especie de bolsa de papas.
Él se detuvo aún sonriendo se me acercó se puso demasiado cerca de mi rostro y sonriendo cómo si nada me dijo
-¿Sabes? Es divertido, ver el cómo luchas inútilmente para zafarse, pero deberías quizás aceptar caminar en silencio, no creo que seas de las personas que le encante ser el centro de atención, es más, te creo todo lo contrario, pero haciendo, diciendo, y gritando todas esas cosas, sólo logras que te miren, hasta que sus cabezas se hagan de 180°, ¿quieres eso?-
Reaccioné ante esas palabras, me callé, destensé mis facciones en mi rostro, y acomodándome un poco mejor comienzo a observar a las personas que por allí pasan, y en efecto, todos nos están mirando, sin discreción alguna… mi rostro, mis mejillas se pusieron rojas enteras, agache la mirada y dije casi sin voz.
-¿Sabes? Hablándome de esa manera, con esa sonrisa, pareces un psicópata, por eso nos miran, porque pareces un payaso de películas de terror siempre sonriendo cómo si nada…-
-¿Psicópata? Jajaja, eso sí que jamás me lo había imaginado, pero quizás tengas razón, y éste psicópata te haga algo si no cierras esa hermosa y tentadora boquita…-
Dijo una vez más sonriendo con dulzura y besando mi frente, ¿en serio? ¿Estaba de broma verdad? ¿¡Estaba jugando conmigo!?
-Maldito psicópata….-
Dije por debajo, a lo que él increíblemente me escuchó y simplemente volvió a sonreír, y comenzó a avanzar nuevamente, esta vez de una manera más calmada, “esperándome” a que me pusiera a su “altura” aún sin soltar mi mano. Mi rostro en verdad que estaba rojísimo. Pero teniendo en cuenta “la amenaza” del maldito sensual de MinHo comencé a caminar en silencio, hasta que luego de un rato, decido hablar.
-¿Has pensado en entrar a la mafia? Tu actitud de psicópata en verdad te serviría.-
-Jaja, a veces eres tan gracioso Key, pero ¿sabes? Sólo tú sacas este “psicópata” que hay en mí, por eso es, que eres tan especial para mí.-
Una vez más sus palabras me dejaron mudo, ¿se supone qué debo tomarlo como algo romántico, o aterrador? Me gustaría elegir la primera opción, pero lamentablemente me parece más lógico la segunda.
Y nuevamente ese silencio, insoportable ya para mí, pero por suerte, fue él quien lo rompió.
-¡Llegamos! ¡El parque de diversiones! ¿¡Qué te parece!? ¿¡Eh!? ¿¡A poco no es una idea genial!-
Me dijo realmente emocionado, que hasta parecería que se pondría a saltar de la pura alegría. A lo que yo me giro y le miro enarcándole una ceja, preguntándole claramente con aquel gesto un “¿Es en serio?” Por lo que él al parecer la captó y dijo aún emocionado.
-Oh vamos, tanto tú cómo yo, sabemos, que para el parque de diversiones no hay edad, además, no me puedes negar, que es realmente entretenido, por lo menos te olvidarás del aburrimiento por un tiempo.-
Simplemente suspiré, derrotado, al parecer, si estaba “lidiando” con un pequeño niño, por lo que realmente, “cansado” de discutir con él y su sonrisa de psicópata, asentí. ¿Y él que hizo? Sí, exacto, sonrió de lado a lado, y soltando mi mano por fin, se dirigió a las boleterías, para comprar las entradas. Una vez que las tuvo en mano, regresó a mí, casi saltando de la alegría, simplemente suspiré una vez más, y me dije a mí mismo, “bien, aquí vamos”…
Entramos al parque, y cómo era de esperarse comenzó a arrastrarme de un juego a otro cómo si realmente fuera un niño pequeño, emocionado por cada juego, fuimos a los autitos chocones, y sin darnos cuenta, nos habíamos complotado contra todos los demás, empezando una “guerra” de la nada, realmente fue divertido, y en esos momentos sonreía con total sinceridad, y ya la sonrisa de él, no me parecía psicópata, si no dulce, dulce en extremo. Aunque si no fuera de esa forma, no sería el MinHo que conozco.
Cuando nuestro turno en aquel divertido juego terminó, yo por más que no lo admitiera, estaba deseoso de “otra ronda” pero no me humillaría a mí mismo, “jalándole de la manga pidiéndole, suplicándole, mientras señalaba el juego por un round más”.
Aquellos juegos, aquel lugar, comenzaba a sacar mi niño interno, y lo supe cuando vi los algodones de azúcar, y se me antojaron de inmediato, sin decir nada, ni darme cuenta, los estaba devorando, degustando con la mirada, y no sé si él se dio cuenta, o simplemente coincidió con mis pensamientos, que compró 2 algodones de azúcar, le agradecí lo más calmado posible, cuando en realidad era yo ahora quien tenía ganas de saltar cómo un niño pequeño, en verdad que su “jovialidad” se me estaba contagiando. Pero había decidido no pensar tanto en ello, y disfrutar de los demás juegos, y del lugar, y la situación, quizás debería ir a la casa de MinHo más seguido “exigiendo des aburrirme”, quizás funcionaría una segunda vez, no lo sé, pues cómo dije hace unos segundos, no quería pensar tanto en ello ahora.
Llegamos nuevamente a la entrada del parque y él se detuvo a observar un juego en particular, la famosa noria, me miró ilusionado, a lo que yo, ya un poco recuperado de mi ataque infantil, le digo serio.
-No, ni lo pienses, ese juego es para parejas…-
“Y nosotros no lo somos” quise completar la frase, pero se me quedaron atragantadas a mitad de camino, a lo que justo él me interrumpe.
-Y lo somos…-
Me dijo de manera amable, yo le miré de repente cuestionándole aquel hecho -¿¡Disculpa!?¿Qué has dicho?- Había escuchado perfectamente, pero me quería asegurar de que oí bien o sólo fue un error auditivo de mi parte.
-Eso, que nosotros también somos una pareja. Una pareja de compañeros divirtiéndose juntos…-
Sonrió y aclaró su frase ante mi gesto de confusión irrevocable, aunque aquella aclaración, me resultó agridulce, y aún sigo sin entender porqué realmente… odio estos momentos en los que me siento realmente ambiguo, cómo una clase de bipolar, principiante. Él me sonrió cuando terminó de hablar, y ante eso, una vez más, decidí ocultar mi sabor agridulce, y opté por actuar como siempre “desinteresado” “abrumado, cansado, harto”, en verdad que era mi mejor mecanismo de defensa.
Y sin esperar a que le respondiera, una vez más me tomó del brazo y me jaló hacia aquella “atracción” y debo decir que realmente me sorprendió lo bella que hacía ver nuestra ciudad desde lo alto, con todas aquellas luces, de colores y en movimientos seguramente por los vehículos, en verdad que no sabía que la ciudad poseía un punto de visión tan hermoso, sinceramente me pareció increíble.
Hablamos allí dentro también de pequeñas trivialidad, y cómo no podía ser de otra manera, tuve que hacer mi comentario con respecto a la vista que nos proporcionaba este juego de nuestra ciudad, y MinHo estuvo de acuerdo en ello, aportando su opinión de una manera algo seria, pero a la vez defendiéndola a cómo de lugar, se le oía determinado y hasta orgulloso si se quiere, quizás algunos pensarían que exageraba, pero hablar con esa pasión sobre algo que podría clasificarse como arte, me “conmovió”
Y por unos minutos, me sentí realmente a gusto con él, me sentía en compañía de otra clase de persona, en compañía de un MinHo, “maduro”, del… verdadero minHo en lo que a mi respectaba, en verdad que esas palabras cambiaron mi manera de verlo, y pensar sobre él, parecía un chico bien informado de cada detalle, un “adolescente con lectura, estudio y cultura”.
Luego de entrar al parque e ir diversos juegos, él mismo decidió ir a otro lado, pero no antes sin querer regalarme un oso de felpa en forma de gatito, de una de aquellas máquinas llenas de peluches, pero no pudo, y haciendo un puchero realmente infantil se rindió, pues de lo contrario, se quedaría sin dinero, yo extrañamente sentí ambas emociones, tanto la decepción cómo la alegría, y debo confesarles que ni siquiera yo entiendo el porqué de mi ambigüedad. Por un lado estaba feliz, de que no tendría que llevar nada a casa, y de esa manera evitaría preguntas indeseadas, y por otro la decepción de no recibir un “regalo” de él… pero ahora que lo pienso, él se ha estado haciendo cargo de todo este intento de “des aburrirme” y sinceramente desde que empezamos a caminar, éste sentimiento se me había olvidado por completo.
Luego de que salimos de aquel lugar, él decidió que iríamos a un cine, y ya cansado de “rabiar” con él, con su actitud infantil y psicópata a la vez, le dejé que me “llevara de la mano” en silencio a veces, y otras hablando de trivialidades hasta que llegamos al lugar… y una pequeña discusión dio inicio, al no ponernos de acuerdo en el género de la película.
-¿Qué película te gustaría ver? Key…-
-No lo sé, tu eres el que tiene el “programa” de entretenimiento en mente, me conformo con cualquiera incluso con una infantil, menos con una de terror, las odio con toda mi alma.-
-Hmm ya veo, pero tú eres el invitado y quiero que esto te resulte lo más entretenido posible, así que tú elige.-
Dijo de lo más amable, casi emocionado, por lo que yo respondo una vez más.
-Ya te lo he dicho, elige tú, sorpréndeme…-
Dije sonriendo levemente al oírme decir aquello, él me miró confundido, unos segundos mientras yo le mantenía la mirada y mi sonrisa leve, hasta que se puso serio y comenzó a observar las carteleras con seriedad, y yo no podía evitar sonreír, ¿en verdad tan en serio se lo había tomado? Eso realmente me pareció de cierta manera tierna.
-¿Qué te parece esta Key? Se ve realmente interesante…-
-De acuerdo, está bien, esa será…-
Dije de lo más normal, llegando finalmente a un acuerdo, de que veríamos una que de cierta manera parecía de aventura o acción, y lo más extraño de todo, que la película me pareció interesante.
Por algunos momentos me sentía extraño, pues en un momento oí un ruido extraño que provenía de un poquito más alejado que nosotros, y de manera disimulada miro hacia aquel lugar, y me sorprendo cuando veo una pareja, besándose cómo si no hubiese mañana, mientras que sus manos no dejaban rincón sin recorrer, en ese momento me sentí realmente nervioso, y sin pensarlo miré a MinHo nervioso, y él sólo me miró de reojo, me sonrió, y colocó su mano encima de la mía, yo le miré sorprendido ahora e intenté quitarle la mano, pero cómo antes, se me fue imposible.
-¡MinHo! ¿¡Acaso no oyes, no ves a esos degenerados allí atrás!?.-
Dije susurrando. “Degenerados” Mira quién habla, cuando yo me “acosté” con el “pretendiente” de papá, sólo para vengarme de él. Juntarme demasiado con MinHo comenzaba a afectarme y su “inocencia y pureza” se me estaban contagiando.
A lo que él vuelve a sonreír y eleva mi mano acomodando uno de mis dedos cerca de sus labios y besándolo, al hacer aquel gesto de que me mantuviera en silencio, siendo 100% efectivo al dejarme sin palabras y como era de esperarse, rojo completo.
Luego de eso, no dije más nada, y me concentré en ver la película, y antes de que me diera cuenta me había atrapado por completo, tanto así, que en ningún momento me acordé de que aún MinHo sostenía mi mano.
Una vez que salimos de allí, él había planeado ir a comer a algún lugar cerca de allí, pero cuando escuché ese plan, reaccioné… ¡Maldición la cena!
Abrí mis ojos de repente y fijándome en mi celular la hora, realmente me sorprendí, eran las 7.30 de la tarde, ¿¡En verdad me había pasado prácticamente el día entero con él!? ¿¡Cómo es que no me di cuenta!? Y en ese momento él me saca de mis arremolinados pensamientos.
-¿Yah~ Key estás bien? Empalideciste de repente, ¿Te sientes mal? ¿Necesitas ir al baño o algo?-
-¡MinHo lo siento, debo irme urgente, recordé que tengo que asistir a un compromiso! ¡Gracias por todo nos vemos adiós!-
Dije mirándolo a los ojos, de cierta manera asustado, mi corazón se había acelerado de sobremanera, la cita en el restaurant era a las 21:00 hs; no quedaba mucho tiempo. Y aún debía ducharme, y pensar que ponerme. Me dispuse a correr pero una “prensa” me sujetó la muñeca… y era obviamente MinHo.
-MinHo en verdad debo irme, por favor déjame ir.-
Dije algo suplicante, cómo jamás imaginé, y él en vez de “compadecerse” de mis súplicas, me frunció el ceño y no aflojó para nada su agarre.
-¿Acaso es una cita o algo por el estilo?-
Preguntó determinado, serio, en ese momento me sorprendí, ese tono realmente me sonó a “celos” ¿MinHo? ¿Celoso, a pesar de que “sólo somos amigos”? Aquellos pensamientos me hicieron recuperar la calma por unos instantes haciéndome sonreí inevitablemente de lado y me acerqué más a su rostro, con mi actitud totalmente cambiada.
-Quizás… ¿quién sabe? ¿Será?...-
Dije sin poderlo evitar, mis palabras derrochaban sorna, y dejándome llevar por el momento en que me sentía poderoso, quizás por simples especulaciones mías, le besé fugazmente, anonadándolo por completo, y así aprovechando a escapar, me solté de su agarre con facilidad, y salí corriendo al fin, dejando a MinHo con cualquier clase de gesto, o palabra “atragantada”.
*****
POV MinHo
¿El… él en verdad me besó por segunda vez? ¿Él en verdad lo hizo para provocarme? ¿Se habrá percatado del celo impregnado en mi comentario anterior? ¡Esto no puede quedar así!.
Pensé reaccionando a tiempo para ver a Key a punto de desaparecer de mi vista, como pude, comencé a correr a toda velocidad, primero a pasos torpes al estar “atontado” por aquel beso inesperado de su parte, hasta que no sé cómo le alcancé, le jaloneé del brazo una vez más, lo atraje hacia mi cuerpo abrazándolo por detrás, depositando mi respiración levemente agitada cerca de su oído, y cuando me hube recuperado un poco, le giro, le miro y ésta vez le empujo y le “estampo” contra un muro. Y colocando mis manos a cada lado de cabeza, avanzo bruscamente sobre su cuerpo, rostro y labios, sin darle oportunidad a pensar y comienzo a devorarlo, con toda la pasión, y amor que me muero por demostrarle de una manera mucho más abierta.
Él no tarda en corresponderme con la misma pasión, el mismo fervor… sí, es definitivo él está jugando conmigo, me trata de manera déspota y tosca en todo momento, pero en estos, me corresponde sin mucho esfuerzo, ¿qué es lo que pretende conmigo? ¿Planea enloquecerme o algo por el estilo? ¿Planea verme a sus pies de manera gráfica y literal?
¿Saben qué? No me importa, no sé cuando vuelva a tener el privilegio de besarlo así, o siquiera si lo volveré a tener, por lo que me cueste mi lucidez, aprovecharé al máximo, en verdad que me he enamorado de él.
Nuestras lenguas comienzan a entrar en juego, y siento cómo nuestra saliva, quiere escapar por mis comisuras, nuestras respiraciones desesperadas era lo único de lo que me percataba, me importaba realmente una mierda, si pasaba gente o no, si me conocían o no, este momento realmente no tiene precio alguno.
La maldita falta de aire comienza a hacerse notar, por lo que tantos mis pensamientos cómo besos deben mitigar, y así nos separamos lentamente, sus ojos brillaban levemente, quizás los míos también, y aún más de seguro, y sin poderlo evitar, por impulso aquellas palabras me salen.
-En verdad me gustas Key, estoy enamorado de ti, y no soportaría verte salir con otras personas, ya sea hombre o mujer, así que por favor cancela ese compromiso y quédate conmigo, por favor Key, en verdad que no lo soportaría.-
Dije serio aunque levemente suplicante, mientras aún me recuperaba de aquel beso lleno de pasión.
-No exageres tanto MinHo, el compromiso es imposible de suspender, lo siento, en verdad debo irme, soy el anfitrión de dicho evento, nos vemos el Lunes… -
Sonrió nuevamente de esa manera malvada, pero que a mí me parecía lo más excitante en este mundo en conjunto con esa mirada afilada, felina, en verdad que parecía un “demonio” incitándome al pecado, a la tentación. Para mí, era la viva imagen de un “íncubo” o la “serpiente del mal”.
Me apartó suavemente de su cuerpo, y yo al estar aún pensativo, sorprendido, cedo sin mayor obstáculo. Y cuando vuelvo en sí, y piso tierra, él ésta vez ya había desaparecido de mi vista. Por lo que me quedé observando a la nada por unos cuantos segundos, hasta que algo decepcionado, por no poder haber completado “nuestra primera cita” encubierta. Vuelvo a casa, caminado, tranquilo, sin ganas a paso lento.
De todas formas a pesar de todo, fue un día realmente maravilloso y “lleno de sorpresas”, sonreí mientras miraba el cielo ya desde la puerta de casa, para luego entrar.
*****
POV KiBum
Darme cuenta de sus celos, y luego notar de que le besé fugazmente, en verdad fue algo que me sorprendió, de seguro tanto como a él, cuando “pude escapar” comencé a correr, y a correr, pero unos instantes después, ciento unos brazos rodearme por completo, asombrándome aún más, imaginándome de quien podría ser. Oír y sentir su respiración levemente agitada cerca de mi oído en verdad que hizo que me estremezca por completo, teniendo el impulso de retorcerme de placer, pero me contuve y me quedé quieto, hasta que siento como esas manos me manipulan a su antojo girándome, haciendo que nuestras miradas se cruzaran una vez más.
Yo no podía reaccionar, estaba secretamente feliz de que MinHo me celara de esa manera.
Perdido en esa sensación, lo próximo que siento, que me hace volver a la realidad, es aquel golpazo sobre una superficie amplia, plana y fría, pero esa sensación de sus labios tibios, abultados sobre los míos, hizo que volviera a las nubes una vez más, no sabía quién era, donde estaba ni que hacía, sólo sentía esa sensación maravillosa sobre mí, causándome estragos, más de esos escalosfríos placenteros a mi parecer.
Y antes de que me diera cuenta me encontraba correspondiéndole con la misma pasión con la que él me besaba, una muy diferente a la vez anterior en su casa.
Hasta que sentí cómo comenzaba a “detenerse y alejarse” seguramente por la falta de aire, Para que luego de eso viniera su confesión una vez más, esta vez algo más significativa. Ante la situación aproveché, e intentando mantener mi cordura, le aparto también de mi lado, advirtiéndole que aquel compromiso era irrevocable.
Y ante esas palabras al parecer, le dejé atónito una vez más. Tomando ventaja de aquel estado de trance una vez más en que lo dejaba y justo encontré un taxi vació, el cual tomé sin dudarlo, pues ya no podía perder más tiempo.
Sonreí al estar en la puerta de casa y recordar todo eso, cómo imágenes veloces en mi mente. Entré a mi casa, y justo vi a mi padre, que estaba con una toalla envuelta en sus caderas, algo en mí “reaccionó” pero decidí controlarme.
-¡Oh! ¿Ya llegaste hijo?- Asentí ante su comentario dicho con una sonrisa, cómo alguien que conozco. –De acuerdo, yo justo me estaba por duchar, espero que no te moleste, me entretuve demás con la limpieza y se me hizo algo tarde.-
-No te preocupes papá, dúchate tranquilo, que yo mientras iré a aprontar la ropa, para la cena.-
Le sonreí, él asintió y entró al baño, mientras yo seguí camino hacia mi habitación, y luego de media hora de decidir que ropa colocarme, me decidí y me dirigí al baño, el cual estaba siendo justamente desocupado por mi padre. Le sonreí una vez más, de manera automática, y entre al cuarto de baño.
Allí me puse a pensar en todo lo que había pasado hoy, las emociones y sensaciones que MinHo me había provocado, la manera en que su compañía afectaba a mi comportamiento, pues mis actitudes groseras, se veían paulatinamente más y más forzadas, por eso creo que esos “ataques” le afectaban cada vez menos.
Eso me frustraba, pues eso quería decir, que a su lado me estaba volviendo más débil, en verdad me enojaba, no sólo por aquel hecho, sino porque también comencé a sentir gradualmente que me era más difícil “separarme de él” me comenzaba a sentir vació, incompleto sin él.
¡Estaba convirtiéndome en una persona realmente patética! Mordí mi labio inferior con rabia, mientras elevaba mi rostro, para que el agua alcanzase mi rostro, en lo que hacía mi cabello hacia atrás.
MinHo, te odio, por hacerme sentir tan confundido como siempre, realmente quiero dejar de sentirme así de una buena vez por todas, y espero que esta noche me ayude a ello. Quiero realmente olvidarme de ellos, aunque me sea de cierta manera imposible, viviendo con mi padre, quizás era hora de independizarme, a pesar de ser tan joven aún, pero, creería que ello sería lo indicado.
Una vez que enjugué el shampoo de mi cabello, decidí dejar de pensar, y dejar que las cosas sucedieran por sí solas. Ya se me ocurriría algo en el momento adecuado.
Y así, con una leve sonrisa, me dirigí a mi habitación a cambiarme y a deslumbrar con mi fabuloso vestuario, decente para la ocasión, pero también algo ajustado, cómo era mi estilo, ya que siempre me han dicho que tengo una “retaguardia” asombrosa, en conjunto con mis piernas ¿y saben qué? Las heredé de mi padre.
Sonriendo por aquel último dato, al recordarlo, me miré al espejo por una última vez, y realmente me sentía listo, por lo que salí de mi habitación, y allí estaba mi padre esperándome, sentado en le gran mesa central de la cocina, cruzado de piernas, una imagen maravillosa, en verdad que mi padre, se veía mucho más joven de lo que era, con esa vestimenta, tan genial, parecía como si fuera mi hermano mayor, mi pareja, o mi mejor amigo, pero no mi padre, en verdad estaba orgulloso de ser su hijo.
-Ya estoy listo papá, disculpa la demora…-
-No te preocupes hijo, no hay problema-
Para ya no retrasar más “la cita trío”, simplemente volví a asentir mientras sonreía, él se paro, y mirándome con esa hermosa y brillante sonrisa tan cálida cómo el sol, me dice.
-Bien, si ya no necesitas más nada, ¿te parece si vamos yendo? Jong no debe tardar en llegar tampoco.-
-Sí padre, adelante, vamos.-
Él tomó las llaves del carro de sobre la mesa, me sonrió, tomó su abrigo, yo el mío, y colocando una de sus manos en mi hombro, nos dirigimos al auto, y allí emprendimos camino hacia el restaurante bar que había reservado la semana anterior, a penas se me ocurrió éste plan, algo realmente “sucio”.
-¿Sabes? Nunca creí que fueras tú quien propusiera una salida de los 3 juntos, realmente me sorprendí mucho, pues, eso quiere decir que nos vas aceptando de a poco, en verdad estoy sorprendido, y algo nervioso a la vez.-
Iba diciendo mientras manejaba, yo sólo lo oía, se escuchaba levemente emocionado, eufórico, podía deducir, que estaba intentando contener sus verdaderas emociones, algo típico en él y yo. Simplemente sonreí.
-No te preocupes papá, lo prometí, y debo cumplirlo, de lo contrario me sentiría un fracaso…-
Y al decir aquello sentí una opresión en el pecho. Pues nuevamente los pensamientos de mis futuras acciones, ya comenzaban a provocarme remordimiento.
-No lo eres, el hecho de que hayas organizado esto tu solo, dice mucho de ti, yo no creo que seas un fracaso y en verdad que me siento orgulloso de ti, a pesar de todas las cosas que hemos hecho y pasado te quiero mucho hijo en verdad, y deseo de todo corazón que así cómo yo, tu también puedas ser feliz…-
-Oh vamos papá, no te pongas sentimental, no llores, no es nada, hago lo que puedo, y sé que no soy tan perfecto para mantenerte orgulloso, pero te agradezco que deposites ese voto de fe en mí…-
-Lo siento hijo, es que esto me ha puesto sensible, ha sido un gran cambio en la vida de ambos, y que aceptes a Jong de esta manera, por así decirlo, hace que piense en la familia que siempre pensé para ti, aunque sé que será difícil y algo extraño, pero en verdad te quiero mucho, y quiero lo mejor para ti.-
-Ya papá, lo sé, ya no sigas, me harás llorar a mí también, y no quiero arruinar mi maquillaje-
Dije en tono de broma, reprimiendo mis lágrimas que ya estaban “en puerta”.
-De acuerdo, está bien, ya no hablaré más, lo siento, fue la emoción… te quiero hijo, en verdad que lo hago, y sabes que siempre me tendrás, no importa qué, siempre serás mi hijo.-
-¿Qué acabo de decir papá?-
Ok, ok lo siento, de acuerdo, me callo porque ya llegamos…-
Dijo de manera divertida, y en ese momento mi corazón se comenzó a acelerar, era hora de llevar a cabo mi “plan macabro” aquel que ya me provocaba remordimiento, pero en verdad necesito hacer esto, para comenzar un nuevo capítulo en mi vida.
Creo que ya era hora de hacer un verdadero cambio.
-De acuerdo papá, entremos…-