Ya paso dos meses desde aquel incidente, Akihiko había movido sus influencias para encontrar a Takahiro, a Misaki no le dejaba hacer nada, ya se notaba aquel pequeño bulto en su abdomen, el mayor siempre lo trataba con delicadeza por su estado y eso molestaba mucho al menor, iban al médico una vez a la semana, todo iba normal en el embarazo pero en cualquier momento podía volverse riesgoso, ese día iban a conocer si iba a ser niña o niño, Misaki estaba muy emocionado, porque había sentido crecer en su interior a su hijo y le hacía mucha ilusión saber que iba a ser, Misaki estaba alistándose para ir, pero el peliplata no había salido de su despacho, seguía escribiendo su libro ya se había pasado la fecha de plazo, Misaki quería ir a ver a su príncipe por que no salía aun
- ya debería de haber acabado, porque no sale, se va hacer tarde – pensaba el menor mientras se dirigía al despacho, pero un sonido lo detuvo, era una hermosa mujer peliroja que entro al pent-house como si fuera su casa, con su propia llave
- Akihiko-san ya término el libro, porque apagaste tu celular, más te vale que estés aquí!! – grito como loca subiendo las escaleras, pero se quedó perpleja al ver al muchacho el cual le miraba sorprendido.
- b-buenos días – dijo el menor haciendo una reverencia
- buenos días – respondió la pelirroja, se miraron por un tiempo
- quien es usted? – se preguntaron al mismo tiempo, el castaño se puso nervioso
- disculpe – dijo el menor – soy un inquilino de Usag- Usami-san, estoy viviendo con él en estos momentos – continuo el menor, la mujer le miro por un rato
- Ahhh, tu debes ser Misaki-kun – dijo emocionada – eres tal como te describe sensei en sus libros, disculpa por venir así, no soy ninguna desconocida, soy Aikawa la editora de Akihiko-san, vine porque no me contesta, bueno luego continuamos hablando, me esperan en la imprenta y tengo que llevar el libro – dijo mientras se dirigía donde el peliplata, el castaño estaba confundido, Akihiko-san escribía de él en sus libros, esa mujer lo conocía, porque tenía llave del departamento, tenía muchas dudas en su cabeza pero no era tiempo de pensar eso después podía preguntarle al ojilila, ahora tenía que ir a verlo, también estaba preocupado por el peliplata, y siguió a Aikawa, el mayor se encontraba encima de su escritorio inconsciente, él quería ir al hospital con su pequeño por eso escribió toda la noche para acabar a tiempo
- donde, donde está el manuscrito – le dijo la editora mientras lo sacudía de la camisa, el mayor señalo sobre el escritorio, la pelirroja lo cogió y se fue corriendo – luego nos vemos Misaki-kun – grito mientras salía, el menor se asustó, cuando vio a Usagi-san se veía terrible
- Usagi-san tiene que ir a descansar, mira en el estado que esta eso le pasa por no cumplir con las fechas – le dijo el menor mientras intentaba levantarlo
- no – dijo el mayor – hoy tenemos que ir al hospital, para saber que va a ser nuestro hijo – continuo, tratando de pararse por si mismo pero no podía
- en el estado en el que esta no creo que sea capaz le respondió el menor – será mejor que descanse, yo puedo ir solo, o mejor podemos llamar al médico para suspender nuestra cita – dijo mientras lo ayudaba a llegar al cuarto – ahora dese una ducha y duerma un poco, yo voy a preparar el desayuno – dijo el menor un poco distraído, pues en su cabeza había muchas preguntas, se sentía un tonto debería de confiar en el mayor y dejar de torturarse con esos pensamientos, el mayor se ducho y bajo al comedor, menor ya había preparado todo el desayuno, el menor se veía triste y sentía que él era el culpable de eso, bajo y abrazo al menor de la cintura por detrás, el menor se sorprendió pues estaba distraído
- que pasa, te asuste – le dijo el menor cerca de su oreja – en que estabas pensando, estas triste porque no vamos ir al hospital, si quieres podemos ir aún estamos a tiempo – le dijo el mayor mientras besaba su cuello
- no, se preocupe por eso Usagi-san ya llame al médico para suspender nuestra cita, ahora tome su desayuno y descanse – le dijo el menor en un tono nervioso y triste, parecía que quería decir algo pero no se atrevía, todo el desayuno fue en silencio, nadie decía nada hasta que el ojiverde rompió el silencio
- quien – dijo despacio pero audible para el mayor el cual le vio fijo – quien es la mujer de hace un momento – dijo el menor un poco tímido – porque tiene la llave, y-yo pensé que nadie podía entrar a su casa – dijo el menor sin mirar al peliplata, y sin dejar de comer, en ese momento el mayor entendió por qué estaba comportándose de esa manera el menor, sonrió y no le dijo nada hasta que acabaron de desayunar, cuando se estaban levantando de la mesa el ojilila abraso al menor por atrás y lo jalo hacia él
- ella solo es mi editora y le di mi llave porque fue necesario, un asunto de vida o muerte, si quieres se lo pido – dijo el mayor muy cerca de su cuello – por favor confía en mi – continuo diciendo mientras besaba su cuello – tu crees que podría querer a alguien más, mientras te tengo a ti – le decía mientras le besaba
- disculpe Usagi-san yo no quería desconfiar de usted, es solo que me sorprendió que entrara de esa manera – dijo un poco apenado el menor, el peliplata comenzó a besar al menor, tenía ganas de estar con él, ya había pasado tiempo desde la última vez, y cada vez los besos se hacían más profundos y largos
- n-no, ahh Usagi-san no podemos, ahh recuerde lo que dijo el médico – le decía el menor pues el también deseaba estar con el mayor pero el médico le dijo que ya no podían tener relaciones o podía afectar al bebe, pero también les dijo que cuando las mujeres se embarazan tienden a excitarse con facilidad, bueno el era varón no se sabía si podía pasar lo mismo
- no te preocupes no vamos llegar hasta el final – dijo el mayor, pues ya no podía mas, lo cargo y lo llevo donde los amplios sillones de la sala, lo puso con cuidado luego lo beso, mientras sus manos invadían debajo de su polo hasta llegar a sus pezones, los cuales acariciaba, el menor se sentía raro, estaba más caliente que otras veces, apenas lo había tocado y ya se sentía muy excitado
-uh a-ahh Usagui-san no podemos, y-yo me siento raro– dijo casi en gemido, no podía articular bien las palabras, al mayor le gustaba ver asi a su niño consumido por la lujuria
- no te preocupes, te voy hacer sentir bien – le dijo al menor y luego le dio un dulce beso, para el castaño esos besos eran embriagadores, le haciendo perder todas sus fuerza, solo se dejaba llevas por su príncipe, por mas que quisiera no sabría decir cuánto ama a ese hombre, que lo trata como si fuera la joya mas valiosa del mundo y a las vez lo volvía loco, con todos sus caricias, ya no podía mas estaba muy excitado, cuando sintió que el mayor invadía su bóxer, sentía que ya no podía aguantar mas – n-no Usagui-san yo ya – no dijo nada más, pues se había venido, eso sorprendió al mayor, y a la vez confirmo que lo que dijo el médico era cierto
- Usagi-san y-yo lo siento – dijo sonrojado – y-yo no se que me paso – no dijo mas pues fue interumpido por un beso por parte del mayor
- no te preocupes esta bien – dijo el mayor, pues no sabia por que se disculpaba – te amo, y es lo que importa mañana iremos donde el médico – continuo mientras despeinaba su cabello del menor , el castaño se sentía aliviado, se relajó tanto que quedó dormido, no tenía nada de que preocuparse, el mayor vio cómo se quedó dormido el menor – a pesar de todo, sigues siendo un niño – pensaba el mayor – tengo que hacer algo para que no seas tan inseguro – dijo casi como un susurro, cargo al menor y se lo llevo a la habitación
----- Al día siguiente -------
- Usagui-san, apúrese vamos a llegar tarde – decía un desesperado Misaki, después del almuerzo se pasaron hablando sobre su hijo, adivinando si va a ser mujer o varón y pensando en los posibles nombre que podía tener, estaban tan distraídos que se les paso la hora – porque se demora tanto – pesaba el menor – toda la mañana se ha comportado de una manera muy sospechosa, después del desayuno se encerró en su despacho, a pesar que ya no tiene trabajo y no salió sino hasta el almuerzo – seguía sumergido en sus pensamientos, hasta que la voz del mayor lo saco de sus pensamiento – tonto, deja de desconfiar de él – se decía así mismo
- Si, si, solo hice una pequeña llamada – dijo mientras cogía las llaves del auto y se acercaba a la salida donde le esperaba el menor, lo cogió de la mano y se dirigieron al hospital
----- en el hospital --------
- Bueno Misaki-kun estás preparado para saber que va a ser tu hijo – le decía de una manera muy amable el médico, el castaño estaba un poco nervioso – cogió al mayor de su mano y el mayor lo sujeto fuerte, diciendo que no se preocupe y que se tranquilice, el medico coloco un gel frio en su abdomen en el cual se podía notar un pequeño bultito, cogió un aparato y lo puso encima moviendo de un lado al otro como si buscara algo
- ahí esta – dijo el doctor señalando la pantalla – ahora vamos averiguar, que es – decía mientras se concentraba en su trabajo – ya encontré el sexo de su hijo – quieren saberlo – decía el amable medico de cabellos oscuros, el ojiverde miro al peliplata el cual asintió con la cabeza
- si- por favor – dijeron los dos – bueno, su hijo va a ser Mujer, felicidades – dijo el médico, el menor no podía contener sus lágrimas de felicidad y el peli Plata lo acogió en sus brazos, los dos eran tan felices, el medico miraba muy conmovido a la pareja, era una hermosa escena
- bueno, disculpen por interrumpir, pero yo paso a retirarme – dijo el doctor un poco apenado – Por favor vuelvan la próxima semana, y recuerden que el embarazo puede ser riesgoso en cualquier momento, asi que tienen ser muy cuidadosos, si ocurre alguna complicación, saben que pueden llamarme en cualquier momento – dijo el médico mientras salía – no vemos – dijo por último, el castaño y el ojilila se quedaron solos
- quieres ir a festejar – le dijo el mayor en un tono juguetón y lujurioso, que hizo sonrojar al menor
- Hoy es un día especial, porque nos enteramos que vamos a tener una princesa, hasta ya me lo puedo imaginar, va a ser muy linda como tú – dijo el mayor haciendo sonrojar al menor. Una vez fuera del hospital, el mayor llevo a Misaki a una tienda de ropas donde le compro un lindo traje oscuro, que le daba perfectos y su barriguita lo hacía ver mejor aunque con el traje no se notaba mucho
– Ya está oscureciendo, tenemos que apurarnos – dijo el mayor
- porque esta tan apurado, y por qué me compro un traje, seguro vamos ir a cenar a uno de esos lujosos restaurants – pensaba el menor, subieron al auto y en vez de dirigirse al centro donde se encuentran los mejores restaurants se fue en dirección al muelle, lo cual confundió un poco al menor, en todo el camino, ninguno de los dos hablo, hasta que Akihiko se estaciono y saco algo de su bolsillo
– ya llegamos – dijo el mayor con una sonrisa – pero antes de continuar tengo que ponerte esto en tus ojos – dijo levantando la tela oscura que traía en sus manos – es una sorpresa, así que confía en mi – dijo por último, el menor solo asintió con la cabeza estaba muy nervioso pero feliz, todos los pequeños detalles que el mayor tenía con él lo hacían feliz, bajaron los dos del autos, el mayor diría al castaño por atrás sujetando sus hombros, se detuvieron y el peliplata dejo al castaño – no te saques la venda hasta que yo te diga y no veas porque ya no sería una sorpresa – dijo el mayor alejándose del menor, el menor cada vez se sentía más confundido, pero confiaba en el ojilila así que se quedó tranquilito en su sitio, por un momento hubo silencio, un silencio cómodo, relajante, el menor podía escuchar las olas en el mar y una suave brisa acariciaba su rostro, se sentía tan bien, habían pasado tantas cosas en su vida, pero ahora era feliz, estaba sumergido en sus pensamientos hasta que el mayor le hablo
- ahora si – le dijo, se escuchó como si estuviera lejos – puedes sacarte la venda - continuo, el menor cuando escuchó eso se quitó las vendas y se quedó muy sorprendido con lo que veía.... continuara