[…]Todas estas preguntas asaltaron mi mente, mientras me besaba aquel “perro sexy sarnoso”, pero se bloqueó, al sentir las caricias de papá, por debajo de mi camisa, y al ver cómo besaba el cuello de Jong. ¡OH SANTO DIOS! ¿¡Finalmente lo logré!? ¡Cumplí mi objetivo!
Eufórico por este “sucio logro” me entregué totalmente a la situación, relajé mi cuerpo, comencé a liberar mis suspiros, mientras correspondía aún con más lujuria, aquel fabuloso contacto que “Jong me ofrecía”…
-Aah~, tengo tanto calor~- Dijo susurrándome, demasiado cerca con una vos insinuante, acariciando mis labios, al mover los suyos. Yo creo que ya me encontraba rojo, mi corazón estaba acelerado a mil por segundo. -¿Qué harán al respecto?- Preguntó nuevamente con esa voz insinuante, papá dejó su cuello el cual, ya tenía su primera mancha roja, y acercándose a nuestros rostros dijo también con un líbido… imposible de ocultar.
-Te aliviaremos por supuesto Jongie~.- Sonrió y lo besó, yo me le quedé observando, en lo que en un momento, Jong me mira de reojo, sonríe, se separa un poco de papá, y colocando una de sus manos en mi nuca me acerca a ellos.
-No te quedes ahí, sé que lo deseas, participa tu también…- Dijo sacando su lengua, comenzando a “danzar” con la de mi papá, a lo que la sonrisa de papá, me hizo comprender a lo que Jong se refería, al principio me mostré escéptico, pero segundos después mi cuerpo reaccionó solo, pues aquellos movimientos insinuantes a la vista, los gemidos excitantes de papá que comenzaban a salir, me hicieron realmente excitar, y participar en aquella “alocada danza” me acerqué más a ellos, me acomodé mejor, y di inicio a aquella peculiar “danza de tres”.
Las manos inquietas de ellos 2 comenzaron a acariciarme, cada uno a cada lado, mientras seguían atendiendo sus lenguas. Tanto papá como yo, comenzamos a jadear más que Jong. Él tomó nuestras lenguas y las succionó, aquella sensación fue realmente nueva y extraña, sentí mi primera efímera corriente eléctrica, paralizar y erizar, todo mi cuerpo.
Ambas manos comenzaban a elevarme la camisa, hasta que papá, dejó de acariciarme, y comenzó desprenderme botón por botón, mi cuerpo se erizó por segunda vez, ya que papá giró su rostro hacia el mío, comenzando a besarme, solo y únicamente a mí, mientras que Jong se empecinó con mi cuello y oído, -¡Aahmns~!- Solté el primer gemido, sentí esa risita de satisfacción de Jong, mientras que papá, me besaba aun más desaforadamente, deseando quitarme un segundo gemido, cosa que no fue muy difícil, pues una vez que desprendió mi camisa por completo, comenzó a pellizcar y acariciar, uno de mis pezones, mientras con la otra, acariciaba mi lateral.
Comenzaba a gozar este “incidente improvisto, a causa del alcohol”.
Mis manos, se dirigieron a cada torso, en un intento por desprender botón por botón, pero me era difícil hacerlo con una mano, además de que mi concentración era imposible, debido al temblor que besos a ambos lados de mi cuello y oídos me causaban.
-¡Aah~ papá, Jong~! Hmns-
Con dificultades al desprender esas camisas, Jong en un intento desesperado, terminó por desprenderse los 2 últimos botones, mientras que yo pude concentrarme en la de papá, luego de eso, empujé a papá hacia la cama suavemente, logrando que terminara de acostarse, en ese momento, recordé, la única vez que “me hizo suyo”, por lo que decidí, que sería yo, quien lo haría mío ahora.
Mis manos comenzaron a recorrer todo el torso al descubierto ahora de papá, mientras Jong, devoraba mis labios una vez más. Las constantes respiraciones, y contracciones en el estómago de papá, me señalaban, que en verdad estaba disfrutando de esto.
-E-es el turno de papá, ahora-
Dije algo agitado, sonriendo de lado, afilando mi mirada para convertirla en felina y así, acariciar el miembro de Jong, el cual ya estaba comenzando a resaltar de sus prendas.
Ante mi descarado toque, él sonrió con lascivia, se relamió sus labios, y dejándome allí, se acomodó a un lado de papá, comenzando a acariciar su torso, chocando con mi mano, y lamiendo, mordiendo y succionando unos de los pezones de papá, aquella idea que acechó mi mente en unos efímeros segundo, me gustó, por lo que sonreí, y me acomodé al otro lado de papá, imitando a Jong, en su otro pezón, mientras mi mano también recorría el torso, y más allá, del cuerpo de papá.
Y mientras Jong y yo nos acariciábamos sobre el torso y estómago de papá, estimulando sus pezones, el nos acariciaba el cabello, envolviéndonos sus manos en ellos y tironeando de una manera realmente estimulante a mi parecer, mi miembro también estaba creciendo, al igual que el de papá, ambos, comenzábamos a “igualar” las condiciones de Jong.
Mi pierna envolvió una de papá, por puro instinto, agregando así, “otro elemento estimulante” al cuerpo de papá, mientras que dejé su pezón ya duro y erguido por completo, ascendí, por su cuello, oído, para luego descender una vez más a sus labios, mientras mi cuerpo quería envolver aún más el de él.
Jong en vez de subir, bajó, por lo que las caricias en papá, se proporcionaban cómo en una especie de balanza, y eso al parecer le agradaba y mucho, pues, sus gemidos, jadeos, suspiros, comenzaron a salir cada vez, más y más reiteradamente.
Comenzaba a removerse entre nosotros, pero mi pierna le tenía de cierta manera prisionero, restringiendo sus movimientos y manifestaciones de placer a través del lenguaje corporal.
-Aah~ Jooong, Key~ so-son ma-maravillosos hmns aans-
Papá comenzaba a delirar, a lo que estiró sus dos manos, “capturando” nuestros miembros, haciéndonos liberar un gemido tanto a mí como a Jong. “El primer gemido de Jong”, pensé; fue realmente excitante. Por lo que yo sin poder controlarlo más, me aparté unos segundos, me quité mi camisa, mi pantalón quedando en bóxers, pues allí… comenzaba a hacer realmente “mucho calor”.
En ese momento, comprendí a Jong. Y supongo que papá también ha de estar sintiéndose de esa manera, por lo que aprovechando que Jong ascendió ahora, aún con su mano en el miembro de papá, comencé a desprender su cinturón, su cremallera y arranqué prácticamente esa prenda de papá.
Ahora sólo faltaba Jong. Quien segundos después de ver lo que hice, optó por imitarme, sacándose también todas las prendas que aún le quedaban, quedando ahora casi todos en igualdad de condiciones, pues, la camisa de papá, aún no había sido removida, y no lo sería por ahora.
Nuevamente ese toque, esas caricias y “rasguños” de papá en mi miembro, lograron simplemente ponerlo aún más duro, por lo que por instinto, en un intento por profundizar aún más esa deliciosa caricia, me apoyé sobre mi codo, me giré y acomodé mis caderas cerca de su rostro, a lo que yo, comenzaba a “recalcar” el miembro de papá, por sobre sus bóxer, como si fuera una tarjeta de crédito, notándose así, la longitud, y el nivel de excitación que papá tenía hasta ahora.
Era realmente excitante todo esto, jamás creí que llegaría a sentir este nivel de éxtasis. La mano de Jong volvió a encontrarse con la mía, al querer ambos estimular a papá, por lo que lo miré, y ambos se estaban besando, mientras que con una mano, papá, me estimulaba a mí. Era una visión realmente excitante.
Y no sé cuantas veces llevo diciendo excitante, pero es que realmente lo era, mi miembro crecía y endurecía, cada vez más, y a mayor velocidad.
Emití un gemido realmente pleno en placer, al sentir, como papá, sacaba a “mi amigo” de “su tienda” comenzando a estimularlo ahora más directamente. Me sentí en el mismísimo infierno, mi cuerpo ardía internamente cómo no tienen una idea.
Por lo que ante esa sensación de vaivén de papá, no pude aguantar, y saqué a su miembro también de su bóxer, quien salió a “alardear su victorioso estado”. Sonreí con lascivia, al oír aquel “gemidito” agudo y suave por parte de papá, haciéndolo sonar, aún más “delicado” de lo que ya es.
Por lo que no pude evitarlo, y sin hacerlo esperar mucho, como pude me acomodé mejor, y comencé a lamerlo, primero su punta, y luego su falo, su lateral, ya que debido a la posición en que estaba, me era difícil rodear toda su longitud.
-Ayúdame Jong, por favor.-
Le dije, algo sonrojado, mientras un hilo algo grueso de saliva comenzaba a formarse y escurría por una de mis comisuras… él soltó aquel sonido, que perfectamente sé interpretar, cómo una sonrisa sagaz de lado. Pero segundos después su rostro apareció frente a mí, cruzando sus brazos por encima del cuerpo de papá, haciendo que le mirara, y en ese momento, corroboré esa sonrisa que me imaginaba tenía. Y en un movimiento veloz, lamió mi comisura, limpiando aquel hilo, besándome una vez más, cómo sólo él lo hace, haciéndome pasar del mismísimo infierno, al cielo de un solo sopetón.
-Aah~ Jong maldita sea~ hmns…-
Comenzaba a frustrarme el hecho de que fuera tan bueno con la boca, tanto que realmente me hacía adicto a ellos. Y cuando creí que el beso continuaría, él se separó con aquella sonrisa de lado malvada, dejándome con ganas de más y mirándome de reojo, mientras se ubicaba de la misma manera que yo, para poder “cumplir con lo que le pedí” y en ese momento en que empezó a estimular el miembro de papá, lo hacía mirándome, sonriendo de lado, provocándome, excitándome, cosa que no me pude negar, acercándome también a papá, e imitar a Jong una vez más, pero esta vez eran nuestras lenguas la que de vez en cuando “se encontraban”.
-¡Aah~! ¡Maldita sea JinKi!-
Dijo de repente Jong, sacándome de aquel trance, haciéndome mirar a papá, y con lo que vi, creí que me correría en ese mismo instante, en la cara de él. Pues ahora sujetaba ambos miembros, tironeándolos, haciendo que nuestros glandes, se “acariciaran” y cómo era de esperarse, ambos comenzamos a liberar aquel líquido casi transparente, líquido pre-seminal, era demasiado, me sentía en la gloria.
Y deleitado por esa sensación, decidí continuar con “mi labor” o mejor dicho “nuestra, labor” pues ambos estábamos en ello. Hasta que siento un escalosfrío recorrer todo mi cuerpo, al sentir, la lengua de papá, allí.
-¡MIERDA! ¡JinKi! ¡No-no sa-sabía que, qué podías se-ser ta-tan guarro!-
Dijo JongHyun algo entrecortado, por lo que supongo, la misma sensación que sentí yo, a lo que papá, dejó de estimularnos y contestó “canturreando” de una manera, que claramente denotaba la ironía, y burla en sus palabras.
-Hay muchas cosas que aún no sabes Jong~-
Aquel tono realmente se me hizo extraño, también me sorprendí ante su actitud, pues tampoco sabía que podía llegar a comportarse de esta manera, siendo que siempre “protegía y defendía a la moral”, y esto realmente no tenía absolutamente nada de moral. Era una revolcada entre cerdos lujuriosos, ¿pero saben qué? Me vale, se siente realmente genial.
Y más ahora que papá había retomado sus “acciones guarras”, en verdad que tampoco lo conocía de esta manera, pues cuando estuve con él, fue demasiado delicado, suave y cariñoso, y ahora, era casi todo lo contrario, era un monstruo lujurioso, al igual que Jong y yo, quizás esas bebidas si estaban cumpliendo su parte.
Mis caderas ante los movimientos de lengua de papá, comenzaron a moverse solas, por inercia, y cada vez más rápido, pues podía presentir, que no tardaría en correrme, por lo que decidí alejarme de aquel mar de maravillosas sensaciones.
-Lo siento papá, pero si sigo así, me correré…-
Dije sin ningún pudor, cómo jamás imaginé, las pocas copas de alcohol que había ingerido al parecer también me estaban comenzando a hacer efecto.
Por lo que al “escapar de papá”. Avancé sobre JongHyun sacándolo de su posición también, acostándolo a un lado de papá, y me le subí casi encima, por un solo lado.
-Es el turno de JongHyun sshi, ¿no crees que es un buena idea papá?-
Él aludido se mostró realmente sorprendido ante mi comentario, pero luego de un beso, sonrió, se calmó, se relajó y papá contestó.
–Claro que sí, Key…-
Y se ubicó mejor al lado de su “verdadera pareja”. Yo, víctima de la lujuria, comencé a restregarme en la pierna de Jong, mientras mi mano se ubicaba en su miembro y comenzaba con el vaivén, mientras que papá, le besaba y lamía, tanto el cuello como el oído, mientras comenzaba a ejercer fricción en uno de sus pezones, él soltó un suspiro que sólo denotaba placer, y simplemente se dejó hacer.
Yo continuaba con mi vaivén, en lo que besaba su lateral, para no molestar a papá, hasta que éste bajó hasta “mi altura” y buscó mis labios, los cuales le entregué sin ningún impedimento, casi sin pensarlo, por lo que nos dejamos llevar por las sensaciones, olvidándonos de Jong por un momento, terminando ambos arrodillados, separados por el cuerpo de Jong, que pronto se quitó. Hecho el cual, ignoré.
Luego de unos “minutos” eternos, una voz nos saca de nuestras nubes.
-Di-dijeron que era mi turno… cumplan.-
Dijo divertido, mientras nos tomaba a ambos de un hombro, entonces le vimos, y estaba de pie sobre la cama, apoyado levemente sobre la pared… en ese momento nos miramos con papá, y sin pensarlo, dirigí mi boca a su miembro abarcando “toda aquella zona”… comenzando a lamer, “morder” con mis labios, para luego introducirlo finalmente en mi boca. Él soltó aquel suspiro característico de él, en lo que un brusco movimiento de estómago, me hizo saber que aquello le gustaba.
Papá, se encontraba besando mi cuello, mi clavícula, mientras yo seguía arrodillado en la cama, estimulando aquel falo. Hasta que papá comenzó a bajar de a poco, recorriendo todo mi torso y estómago, haciendo que me contraiga también, como lo hizo Jong segundos atrás, y llegó a mi miembro, imitando lo que yo hacía en Jong, arrodillado también pero en mayor escala. Es decir, colocándose en posición casi como si fuera de “bolita”.
Formando así, una especie de “escalera”. Nunca había hecho esto, pero realmente es asombroso y como dije antes, excitante. ¡Quería más!
Seguimos así por unos segundos o quizás minutos, pues los gemidos de Jong comenzaban a hacerse más recurrentes, mientras intentaba marcar su ritmo, en lo que sus piernas temblaban de tal manera que terminó una vez más en la cama, sentado.
Me separé de él unos momentos, para darle tiempo a que se acomode mejor. Avancé sobre él y le besé, fugazmente, para luego volver a mi “posición anterior”. Logrando así que JinKi se acomodara mejor, quedando con sus piernas hacia Jong y su boca en mi miembro, Jong se acomodó una vez más, y así formamos una especie de triángulo, uno de placer mutuo entre todos, mis piernas a pesar de estar acostado, temblaban de todas formas.
Decidí darle “un descanso a mi boca” y continué con mi labor de forma “manual”, en lo que todos, liberábamos nuestros reprimidos gemidos. Hasta que estando cerca de “culminar”, rompí aquel lujurioso “triangulo” y empujé a papá, haciéndolo recostar nuevamente, llevando una de mis manos a su “entrada”. Dejándolo una vez más a la altura de Jong.
-Lo-lo si-siento papá, pe-pero ya-ya no aguanto…-
Él no contestó nada y me ubiqué sobre él, era mi momento de “reclamar lo que alguna vez fue mío” si es que así fue...
Introduje mi primer dedo, luego de juguetear un poco, pero de todas maneras, tuve que forzar aquella intromisión.
-¡AAH! Key-
Fue lo único que dijo, el dolor, en aquel grito, fue más que claro, la lujuria y ansias, me habían hecho olvidar la “preparación previa” pero la verdad es que no estaba como para llevar a cabo aquella dilatación. Mi miembro comenzaba a sentirse oprimido, comenzaba a doler, necesitaba de una vez por todas, “aliviarme”, por lo que sin mucho que esperar, introduje el segundo, moviéndolo, abriéndolos, girándolos, haciendo cualquier tipo de movimientos, para “acostumbrarlo” lo más rápido posible.
Jong se me acercó, y comenzó a besarme, mientras yo aún continuaba estimulando, dilatando a papá lo justo y necesario. Se sentía tan raro, llamarle papá en esta situación, pero él tiene la culpa por ser tan joven aún.
-¡Hazlo de una vez!-
Gritó JinKi de repente, dándome la señal que tanto estaba buscando. Me detuve, miré a Jong, luego a papá, y sonreí de lado. –Cómo tú desees “papá”.- Recalqué aquella palabra, para que finalmente se diera cuenta, que pidiéndome aquello, estaba siendo hipócrita en cuanto a “la moral” se trataba.
Sonreí con satisfacción, y sin pensarlo, segundos después, “obedecí”. Introduciendo, primero la punta, dejándolo acostumbrarse a ella, para luego continuar con el resto de mi longitud.
JongHyun volvió a atacar mis labios, de manera desesperada, en lo que lo hacía con sus caricias en mi cuerpo y en el de JinKi, pues después de todo, estábamos convirtiéndonos en uno, finalmente.
Finalmente, podía “hacer a mi papá, mío” en todo los sentidos. Cuando terminé de penetrarlo por completo, sin esperar mucho, comencé a moverme, de una manera lenta y tortuosa, tanto para mí, cómo supongo para él. Hasta que finalmente mi velocidad había aumentado, en conjunto con aquellos alaridos, plagados de placer de papá, al haber encontrado su punto más sensible. Además de que Jong se encontraba estimulándolo por mí, en aquellas “pequeñas sensible zonas”. Sacándole finalmente la camisa olvidada.
-¡OMMO! ¡OMMO! ¡Sí, sí, así Key, aaassj, hmns nns aaa~!-
Comenzaba a emitir cualquier clase de sonidos, sonidos, que eran excitantes, realmente estimulantes a los oídos, con tan sólo escucharlo, siento que mi orgasmo se adelanta, más de la cuenta.
-Aaah~ ¡Me vengo, me vengo!- Repitió papá una y otra vez, mientras se retorcía ante mis embestidas hasta que lo hizo, en la mano de Jong y en su propio abdomen. Ralenticé mis embestidas, por unos segundos, esperando a que los efectos de su orgasmo se disiparan, dejándolo disfrutar de aquella maravillosa sensación.
Luego de haberlo dejado respirando entrecortado, agitado por unos segundos, salí de su entrada, era el turno de Jong, a quien habíamos dejado algo olvidado. Él con esa sonrisa desbordante de pensamientos pervertidos, colocó a papá “en cuatro” y le penetró con cuidado, hasta que finalmente también se introdujo por completo y comenzó a embestirlo.
Yo me le quedé observando por unos segundos, oyendo cómo JongHyun gozaba de lo que era suyo. De aquel orificio que tan estrecho es, haciéndote sentir de las mil maravillas, en verdad que mi padre era toda una delicia.
-Aah~ Ki~ JinKi~ ¡te amo, te amo tanto!- Dijo Jong escapándosele aquellas últimas palabras, aunque bueno, la verdad no tenía porqué reprimírselas, sólo que no me esperaba oírlas, me sentí extraño, ¿tal vez celoso?, no, no lo creo.
La mano de papá, sujetándome las caderas, y atrayéndome hacia él me volvió a desconcertar por segunda vez, ¿qué pretendía? ¿Así de guarro lo pone el alcohol?
Sonreí de lado, y me dejé hacer, “ya que él insistía”. Comenzó con una nueva felación en mí, por lo que Jong era quien marcaba el ritmo, a través de sus embestidas. Y una vez más me sentía en la mismísima gloria, comenzando a jadear, y gemir, como una ramera, pues, el placer estaba invadiéndome por completo, aquellas correntadas efímeras, una tras otra, me hacía erizar de una manera tan placentera que era imposible explicar, estaba en éxtasis, me sentía cómo en el aire, en las nubes, en trance, en el inicio del nirvana, no lo sé.
Hasta que finalmente aquel cosquilleo ya conocido en mi bajo vientre despertó por una de las correntadas, haciéndome encorvar hacia papá.
-¡Aah~ ya-, ya me estoy por venir, no-no te detengas por favor, más, más rápido! Ahmns , aaah, sí, sí.-
-JinKi, ya, ya estoy por… ¡por correrme!-
Dijimos ambos, casi al mismo tiempo, por lo que justamente en ese momento, por inercia aceleró sus embestidas…
-Aah~ sí, sí, ya, ya me aaaaaaaah! ¡OOOH SANTO DIOS MIO!-
-Papá, por favor, ya no aguanto, hazlo más-más rá- Aaaaah~ ¡Mierda, SANTA MIERDA!-
Al parecer, nos corrimos ambos al mismo tiempo, y sin darle tiempo a papa a retroceder, me corrí dentro de su boca, cómo Jong al parecer hizo lo mismo en su entrada.
Aquellas minis convulsiones, luego de que llega el orgasmo, eran la sensación más deliciosa, que jamás haya existido… eran realmente sensacionales.
Todos agitados caímos en la cama, en lo que papá se dio vuelta enseguida quedando boca arriba, mientras que nosotros 2 boca abajo. Estas sensaciones sí que son maravillosas. Jamás había experimentado algo como esto, pero no me arrepiento y con mucho gusto lo volvería a repetir.
Cuando me hube recuperado un poco, me quise levantar aunque sea un poco, por lo que aún con mis brazos débiles y temblando, vi otra escena que me hubiese provocado otra eyaculación, de no ser que recién había experimentado una. Papá, la visión más excitante que jamás haya visto hasta ahora. ¿Se imaginan?
¿Se lo imaginan, boca arriba, con mi esencia escurriendo de su boca, la de Jong saliendo de allí atrás, y la propia de él recorriendo lentamente su estómago y caderas?
Pues si no fuera porque lo estoy viendo, y presenciando, jamás lo hubiese creído, jamás lo hubiese podido imaginar, esto va más allá de lo que mi mente realmente pervertida podía haber imaginado.
-Papá, te ves tan sucio, tan guarro, tan sexy, jamás te hubiera imaginado así…- Dije en voz alta sin darme cuenta, pues él aún agitado y casi sin energías, medio adormilado, me “regala una sonrisa”.
–No sé quien lo es más, si yo o tu quien se excita al verme de ésta manera…- ¡Bang! En el medio del blanco… pero ¿¡Qué, si es así!? Es mi mente, tengo derecho a imaginarme todo lo que se me antoje. Tengo todo el derecho a fantasear, ¿no es así? La fantasía no es un crimen.
-Ya papá, sólo déjame decirte algo…-
Dije algo seductor, pues a mí aún me quedaba una pequeña reserva de energía y razonamiento, quien había vuelto hace segundos. Miré a Jong, y al parecer, se había quedado dormido de inmediato.
Estaba decidido a “cerrar este capítulo justo aquí” de lo contrario, jamás lo superaría. Tragué saliva, me subí encima de él, y arrimándome a su rostro, haciéndole creer que le iba a besar, le esquivé de golpe, y me dirigí a su oído, le susurré aun manteniendo aquella tonalidad sensual.
–Tal vez cuando amanezca no recuerdes nada, pero déjame decirte papá, que cómo yo te ame, jamás te lo podrás imaginar- Mordí su lóbulo sin poderlo evitar, él se removió levemente en reacción a mi acción, y continué diciendo mis últimas palabras. –Y aunque lo quieras negar, hagas lo que hagas, en tus labios, llevarás… sabor a mí.- Dije sonriendo con sorna, mientras me alejaba de su rostro y con mi dedo índice, arrastré la poca esencia que quedaba de mi, nuevamente a su boca, y él chupó mi dedo por puro reflejo supongo, aquella acción, no me pudo dejar más satisfecho.
Sonreí lo más ampliamente posible, arrastré aquel dedo por todos sus labios, recorriendo su mentón cuello pecho, estómago y bajo vientre, serpenteando, para luego ver cómo se erizaba una vez más, y me levanté de aquella cama, recogí mis prendas, y me fui a mi habitación.
Tomé una ducha, y luego después de eso, me acosté a dormir, dado que casi me duermo en la tina.
*****
~Día Lunes~
Luego de lo que pasó el sábado, lo cual fue asombrosamente genial y de pensarlo todo el Domingo, decidí darle una oportunidad a MinHo, él es el único que logra derribar todas mis barreras, así cómo papá, por lo que quizás, sea él quien me ayude a olvidarlos. Además de que lo que pasó el sábado, antes de la cena con él, también me hizo sentir algo extraño, ¿feliz, contento? Tal vez. No lo sé, pero la pasé bien, a pesar de que “mis mecanismos de defensa”, de vez en cuando fallaron y en otros salieron a relucir cuando no eran necesarios.
MinHo es alguien extraño, realmente no sabía que podía existir gente así, tan fuertes por fuera, tan maduro de aspecto, cuando en realidad era un niño débil, asustadizo y sumiso, cuando realmente “se le ponen los puntos”… Sonreí al pensar en ello.
¡Esperen! ¿¡Sonreí por pensar en MinHo!? Vaya… esto está yendo más rápido de lo que creía. Pero quizás así sea mejor. Sí, hoy le diré lo que pienso, luego de la clase de Hapkido.
Comencé a aprontarme, para ir al colegio, papá aún seguía con algo “de la resaca” del sábado, aún recuerdo cuando me preguntó ayer que es lo que había pasado, el sábado, que se encontró en su cama con Jong, sintiéndose extraño. Yo en ese momento estuve a punto de reír a carcajadas, pero simplemente sonreí con malicia y le dije “-Si, no lo sabes tú, ¿cómo pretendes que yo sí? Simplemente los llevé a tu habitación y luego me fui a la mía-” Él se puso rojo cómo un tomate, y no dijo más nada, decidí ir a dar una vuelta, y nada interesante sucedió, así que, aquí estoy, a punto de irme para el colegio.
-¡Adiós papá, debo irme o de lo contrario llegaré tarde!-
Dije yendo hacia la salida casi corriendo, pues en verdad se me había hecho tarde.
-¡Pero, el desayu-!-
-¡Lo siento no puedo, adiós, ten un buen día en la oficina!-
Le corté el diálogo, ya desde la puerta del lado de afuera, él se encontraba sentado en la cocina con su pantalón de vestir y camisa, junto con el saco a su lado, le sonreí y me fui, no podía perder más tiempo.
Emprendí camino, a una velocidad más elevada que la normal, y pensándolo bien, mirando mi reloj, ya no llegaba a tiempo de todas maneras, por lo que ralenticé el paso, pero luego de unos minutos de caminar de esa manera, cambié de opinión y de todas maneras quise intentar el llegar a tiempo, por lo que aceleré el paso nuevamente.
Estaba a una cuadra del colegio, miré el reloj y ya era hora, por lo que haciendo un último esfuerzo comencé a correr, hasta llegar al colegio. No había nadie afuera, supuse que ya habían entrado, por lo que me mantuve corriendo hasta llegar a mi aula, estaba realmente agitado, pero cuando entré, gracias a Dios, el profesor aún no había llegado, y ante mi llegada todos se callaron y me miraron, pues pensaron que era el profesor, me sentí incómodo, asentí con mi cabeza saludando a todos, y el murmullo continuó por unos segundos hasta que vino el profesor, el llegar a tiempo fue realmente suerte.
Las horas transcurrieron cómo siempre, con extrema lentitud hasta que me puse nervioso, la hora de gimnasia, de Hapkido llegó, en ese momento todos los pensamientos, lo sucedido el sábado, y las palabras que había pensado decir, se acumularon en mi mente, haciéndome doler levemente la cabeza.
Ignoré aquel dolor, y comenzamos con las clases, y antes de que el profesor eligiera los “equipos” MinHo se puso a mi lado.
-Hola, ¿cómo estás? ¿Te sucedió algo el sábado? Pues actuaste algo extraño cuando nos despedimos…-
Me susurró, antes de que el profesor nos llamara la atención.
-Luego te digo, tenemos que hablar…-
Dije antes de ir un poco más al centro del salón y ponerme en posición para empezar a entrenar. Él segundos después me siguió y se puso en frente.
-¿De qué? Me asustas con tanto misterio, dímelo ahora.-
Yo sonreí levemente de lado, al ver la actitud de perrito asustado que había puesto, y se empezó a mover levemente, siguiendo las instrucciones del profesor. Y mientras esquivaba esos golpes le dije.
-No te preocupes, no es nada malo, o eso supongo, sólo espera a que terminen las clases.-
-Dices que no me preocupe, pero sólo logras preocuparme más. Explícate de una vez-
Sonreí, y en un rápido movimiento, le sujeté, le bloqueé y logré tumbarlo, él se quedó sorprendido yo quedé encima de él sonriendo con malicia, mirándolo con mi felina mirada, y le dije.
-Concéntrate en la clase, no quieres que alguien “tan debilucho como yo” te venza ¿verdad?-
-¿Key que te sucede?, estás raro.-
-Sólo concéntrate en la clase-
Dije aún con mi sonrisa de lado, él se mantuvo aún estupefacto, y en un movimiento, inmovilicé sus manos por sobre su cabeza, él miró aquello, yo ensanché mi sonrisa, y luego él al verme de esa manera, me sonrió también de lado, y comenzó a liberarse de una manera bastante fácil.
-Cómo quieras, “gatito”.-
Aquel sobrenombre, me dejó ahora a mí estupefacto, abrí mis ojos de sobremanera, quité mi sonrisa y aquella mirada felina, y me quedé petrificado unos segundos… hasta que un golpe contra mi espalda me saca de mi estupor.
-Oh vaya, ¿una palabra, y ya pierdes tu concentración? Concéntrate en la clase, “gatito”.-
Dijo siendo él ahora quien se burlaba, y estaba encima de mí, inmovilizándome por completo, aquella última frase, me hizo enfurecer. Usando mis palabras en mi contra, pequeño diablillo. Sonreí de lado, aceptando el reto, y así llevamos a cabo toda la clase, practicando nuestros movimientos de defensa cómo de ataque, entre jugando, y a veces de verdad.
Terminé más cansado que de costumbre, pero finalmente la clase ya había finalizado, era hora de tomar una ducha y relajarme, para estar listo para lo que venía.
Demorando más de la cuenta, intencionalmente, esperé a que el lugar estuviese casi vacío, y digo casi, porque MinHo aún seguía allí, quizás demorando también a propósito. Observé el lugar, y ya no había nadie, por lo que decidí salir de las duchas.
Me sequé, me coloqué nuevamente mi uniforme, MinHo imitó mis acciones, por lo que suspiré decidí hablar de una vez.
-MinHo…- Dije de repente, sonando determinado, él estaba colocándose su pantalón, mientras me escuchaba.
-¿Qué sucede? Te escucho.- Sonrió de esa manera cálida mientras seguía acomodándose su pantalón, por lo que miré al suelo y tragué saliva, “era ahora o nunca”. Fue lo que me dije mentalmente.
-Escucha, estuve pensando mucho, y también en lo que sucedió el sábado…-
Dije mirándolo, él me miró de repente, dejado sus brazos caer, al estar en el primer botón de su camisa intentando prenderlo.
-¿Qué sucede? ¿Te arrepientes de ello, o algo por el estilo?-
Sonreí levemente y desvié la mirada.
-No, todo lo contrario, después de varios días de pensar, que quizás aquello había sido cómo un-nuestra prime-mera ci-cita, llegué a la conclusión de q-que…-
Hice una pausa, y él acercándose un poco y tomándome de los hombros con suavidad y girándome hacia su rostro me dice, algo desesperado.
-¿¡Conclusión de qué!? ¡Habla por favor!-
Lo miré a los ojos, y los míos automáticamente descendieron por todo su torso, el cual estaba a la vista por tener aquella camisa desprendida, reparando en esos abdominales que eran realmente algo tentadores, subí la vista de inmediato y sonreí tímidamente, cómo nunca jamás lo imaginé.
-Conclusión de que… me gustaría repetirlo, de que te daré una oportunidad si así lo quieres…-
Y en cuanto terminé de decir eso, mi corazón acelerado, se tranquilizó un poco, mi cuerpo se relajó, se sintió cómo si me hubiese quitado un peso de encima de los hombros. Miré a MinHo a los ojos, y al principio estaba serio, sorprendido, quedó estático, pero segundos después una enorme sonrisa surcó su rostro, sus ojos comenzaron a brillar como si de estrellas se tratasen.
-¡Oh santo Dios, Key! ¿En serio? ¿¡Lo dices en serio!?-
Sonreí ahora divertido, esa actitud infantil, parecía un niño al que le habían dado permiso para ir al parque de diversiones.
-Sí MinHo, nunca en mi vida había hablado más en serio.- Dije sonrojándome por aquellas palabras, ya ¿qué caso tenía ocultar mis verdaderas emociones? Si llegué a la conclusión de que mis mecanismos de defensa, no funcionan del todo bien en él.
-Oh Key, ¡No sabes lo feliz que me haces!- Dijo riendo, abrazándome con todas sus fuerzas, levantándome, y haciéndome girar 2 veces en el aire, haciéndome reír a mí también, por la felicidad que unas “simples palabras de mi parte” le causaban.
Luego de dejarme en el suelo nuevamente, me empujó, contra los lockets haciéndolos sonar con fuerza, ante aquel “brusco y apasionante acto”.
Simplemente sonreí, pero mi sonrisa no duró ni un segundo, ya que de inmediato, estampó sus labios con los míos, besándome de una manera, mucho más pasional que todas las otras pocas veces anteriores, era como si quisiera transmitirme todo su amor en ese pasional beso.
Sin pensarlo mucho le correspondí. Liberando mi mente, de culpas, o cualquier otro “mal pensamiento”. Rodeé su cuello, y él en un movimiento, acarició todo mi lateral, llegando a mi pierna, tomándola y colocándola en sus caderas, el beso se profundizó más, al igual que la distancia se tornó nula, prácticamente.
-Aaah~ Key, no sabes, cuantas veces he soñado con este momento, con el día en que decidieras pertenecerme sólo a mí…-
Dijo algo agitado, por la falta de aire. Yo simplemente sonreí y di inicio a nuestro segundo beso “como pareja” pues al parecer, no era necesario preguntar nada más.
Él correspondió sin más, y aquel beso comenzó a subir de tono, pues empecé a sentir calor, y más aún por las caricias que comenzaba a proporcionarme.
Hasta que su “descanso” allí abajo, me hizo reaccionar, me separé de sus labios, y le aparté un poco, él me miró extrañado.
-Lo siento MinHo, pero me acabo de duchar y no quiero hacerlo nuevamente, tendrás que esperar para ello, pues… la verdad es que quiero algo realmente serio contigo.-
Yo y él, ambos abrimos los ojos, me sorprendí a mi mismo por lo dicho, me quedé callado, y desvié la mirada, él me tomó con delicadeza el rostro y me hizo mirarle a los ojos, en su rostro ahora había paz y serenidad, y esa sonrisa, cálida y tierna así lo demostraba.
-Realmente jamás me esperé esto de ti, en verdad me haces súper feliz Key, así que si no te molesta te preguntaré algo…-
-¿De qué se trata?- Pregunté ahora “cariñoso” y curioso, él ensanchó su sonrisa un poco, y besó fugazmente mis labios. Tomó una de mis manos, la elevó y me miró, abrí mis ojos una vez más, al deducir, a lo que se refería.
-Bien, iré directo al grano, y no daré rodeos, ¿Qui-quieres se-ser m-mi no-novio?-
Se sonrojó de una manera que jamás me hubiese imaginado, yo me sorprendí, y mi corazón dio un vuelco, quizás de asombro, o felicidad… y con mi mano libre, la coloque en su pecho, en su corazón, para luego deslizarme con la yema de mis dedos, por su torso, y sonriendo nuevamente de esa manera tímida, asentí y le miré.
-Sí, por supuesto que sí quiero, MinHo-
El sonrió nuevamente de manera sumamente amplia, y tomando mi mentón, y elevándolo un poco, pues era unos centímetros más alto que yo, me besó, de una manera tan dulce tierna y casta, que creí estar “experimentando” mi primer beso por las sensaciones que aquello me causó.
El beso continuó, volviendo a subir de nivel, secuestrándome el razonamiento, pero logró escapar, y detuve el beso una vez más.
-Será mejor, que vayamos a almorzar, no querría perderme el primer almuerzo con… con mi novio.-
Me sonrojé, y MinHo no borraba esa sonrisa brillante y cálida de su rostro.
-De acuerdo, vamos “Mi gatito”.-
Le sonreí, y besé sus labios fugazmente, para luego ir a recoger mis cosas que había dejado sobre la banca, mientras el terminaba de prenderse aquella camisa, acomodarse, y luego sí, salimos finalmente, sonriendo uno al lado del otro camino a la “felicidad”.
Papá… cumpliré tu deseo, decidí el intentar olvidarte, y verte solamente como mi padre, MinHo, MinHo se encargará de hacerme feliz, lo sé. Porque, creo que él... me ama, cómo quizás llegue a amarlo yo también...