MinHo pensó que sería diferente y no sabría cómo actuar, pero se equivocó. Si bien la relación que antes mantenía con KiBum era encuentros una par de veces a la semana y sólo un par de horas, mantener una relación con él no fue difícil.
No es llevaran semanas en la relación, pero los días pasaban y la incomodidad que MinHo pensó se haría presente, jamás llegó. Esta vez no todo era besos y caricias, ni poco tiempo juntos, sin palabras de amor y miedo a ser descubiertos. Era todo lo contrario.
KiBum era, después de todo, su amigo. Y MinHo estaba más feliz de lo que fue con TaeMin. Tal vez era porque lo amaba demasiado. Lo hacía tanto que MinHo simplemente podía quedarse todo el día observándolo, simplemente quedarse en silencio y sostener la mano de KiBum, era más que suficiente.
A veces se preguntaba si lo que vivía era real. Jamás había escuchado que la relación de dos amantes funcionara. Pero su caso no era el mismo, se seguía diciendo. MinHo lo amaba y sí, aunque en un principio no pudo darse cuenta de sus sentimientos, ahora lo hacía.
No fue un comienzo normal, pero sinceramente no le importaba. Tenía miedo, por supuesto, habían tantas cosas que no podían funcionar, dejando a un lado el hecho de que fueron amantes, siempre en una relación no todo era felicidad y amor. Pero MinHo confiaba en que podían superarlo. Jamás se había sentido tan feliz en toda su vida, que estaba dispuesto a sobrellevar los rumores y las miradas. KiBum, sin duda, lo valía.
Aún tenía pendiente el tema de su madre, pero esta vez no pensaba dejar manipularse. Estaba seguro que habría una gran pelea, que su madre protestaría, gritaría y le diría que la estaba decepcionando demasiado. Amenazaría con llamar a su padre y se encargaría de decirle lo mal hijo y mala persona que era, hablaría de su moral y valores, lo haría. Pero MinHo no estaba dispuesto a dejar que su madre controlara su vida, ya no. Su madre tendría que aceptar a KiBum, o simplemente alejarse de su vida.
Sería algo drástico y lo sabía, pero ya demasiado su madre lo había controlado, para que ahora que, sin duda era más feliz, lo arruinara. Amaba a la mujer, pero no dejaría que lo separaran de KiBum. Era un hombre adulto, y podía empezar a decidir qué era lo mejor para su vida. Y MinHo creía que lo mejor en esos momentos era KiBum.
-¿Quieres hacer algo?- La pregunta de KiBum logró alejarlo de sus pensamientos. Miró hacia donde se encontraba su pareja y sonrió.
KiBum tenía el cabello mojado de la ducha que había tomado momentos antes, y la camisa que tenía lograba cubrir solo la mitad de sus piernas. Se veía irresistible. MinHo quiso caminar y llevarlo hacia la recamara. Pero decidió no hacerlo, por muy tentadora que era la oferta de tener a KiBum recostado en la cama y besándolo, sabía que no todo se reducía a la habitación.
Porque a pesar de llevar varios días juntos, KiBum aún no se sentía preparado para salir en público y MinHo tampoco. Pero por más que le gustara la idea de quedarse con KiBum y no salir nunca, su relación ahora ya no se trataba de eso. Quería tener una relación ‘normal’ con KiBum.
-Podríamos comer fuera, ¿Qué dices?-
KiBum bajó la mirada y jugó con sus manos, mordió su labio inferior y MinHo pudo leer la duda en él. Quería hacer algo para alentar esa duda que KiBum tenía, ese miedo que podía leerse en él. Salir no sería fácil, pero en algún momento tendrían que hacerlo. Y él creía que era el momento.
-O tal vez podríamos ver una película y comer aquí. Prepararé la cena- KiBum le dio una sonrisa y MinHo se vio a sí mismo correspondiéndola. No podía negarle nada.
-Cocinaré yo, KiBum, pero tienes que acompañarme al supermercado ¿Qué dices?-
KiBum dudó de nuevo, pero momentos después una pequeña sonrisa bailó en sus labios.
-Bien-
Tal vez no era la cita que MinHo esperaba, pero era un comienzo.
KiBum no pudo evitar mirar hacia cada lado en busca de personas conocidas, malas miradas y susurros a sus espaldas. Sabía que estaba siendo un poco paranoico, pocas personas conocían a MinHo por ese lugar y casi nadie sabía de la relación que había mantenido con TaeMin. Pero no podía evitarlo, después de mantener una relación que sólo se limitaba a horas y una habitación, tener una relación formal con MinHo era diferente.
En la primera media hora, KiBum se vio mirando y esperando que TaeMin o KyuHyun o hasta ChangMin, a quien pocas veces veían, aparecieran en el supermercado e hicieran una escena. Pero eso no sucedió.
Y aunque al principio trató de mantener una considerada distancia entre él y MinHo, con el paso de los minutos, se vio caminando justo al lado de MinHo. Y MinHo se encargó de relajarlo, KiBum sonreía y hablaba con MinHo sin preocuparse por las personas. No le dio miedo tomar la mano de MinHo y sentir esa protección que sólo él podía darle.
-No puedo creer que tu prepararas la cena- MinHo enarcó una ceja, y KiBum rió.
-¿Tan difícil de creer eso?- KiBum asintió- Te he preparado el desayuno ¿Recuerdas?-
Asintió de nuevo y pensó en ese día. Aún era difícil de creer que MinHo cocinara, el desayuno de ese día no fue sencillo, no tanto para que imaginara a MinHo cocinando. No era porque hubiera tenido un mal sabor, todo lo contrario, era sólo difícil imaginarse a MinHo cocinando.
-Se puede saber ¿Qué prepararas?-
-Pasta- Ambos rieron.
KiBum y MinHo recorrieron los pasillos en busca de los ingredientes y KiBum estuvo relajado. Olvidó por completo todo y se concentró en MinHo y todo lo que éste decía. Rió y se permitió tomar la mano de MinHo de nuevo y aunque estuvo tentando a besarlo, se obligó a no hacerlo. Ya llegaría a casa y entones se permitiría besarlo y tocarlo todo lo que quisiera.
Media hora después y KiBum y MinHo se dirigían a efectuar su pago. Caminaron hacia el lugar ambos dispuestos a ser rápidos y pronto llegar a casa.
-Creo que olvidamos algo- MinHo se detuvo y comenzó a revisar todo lo que tenían.
-¿Si?- MinHo asintió.
-Iré yo, ¿Esperas aquí?-
-Bien-
MinHo caminó de nuevo hacia los pasillos y KiBum comenzó a pasearse por el lugar. Quería marcharse a casa pronto. Paseó por los pasillos cercanos y los ojos de KiBum brillaron cuando miraron el chocolate.
No podía recordar cuándo fue la última vez que había disfrutado de un buen chocolate. Caminó y decidido hacia ellos y se perdió en la infinidad que ahí se encontraban.
-¿KiBum?- La caja de chocolates que sostenía cayó. Conocía esa voz, pensó que no la escucharía en un largo, largo tiempo. Giró y se encontró con Dongwoon, éste fruncía el ceño y miraba hacia donde MinHo se había marchado.
-DongWoon- Susurró. DongWoon centró su mirada en él y KiBum pudo ver el enojo y la decepción en ellos. DongWoon era alguien fácil de leer, KiBum siempre lo miraba a los ojos y veía lo que sucedía dentro de él.
-Así que esto es lo que querías ¿No es así?- KiBum mordió su labio y deseó que MinHo regresara pronto. No quería hablar con DongWoon, no ahora que estaba molesto- MinHo y tu están juntos. Siempre lo quisiste, no lo olvidaste ¿Cierto?-
-DongWoon, yo…-
Era difícil verlo a los ojos y decirle que sí, MinHo y él estaban juntos, y sí, jamás pudo olvidarlo. Sabía que DongWoon siempre sospechó algo, pero que lo confirmara y con sus propios ojos, no debía ser fácil para él.
-¿Qué, KiBum?, ¿Dirás que no es cierto?- DongWoon negó con la cabeza, como si no pudiera creer lo que estaba viendo- Confié en ti, pero jamás pudiste sacarlo de tu mente. ¿Cómo pudiste, KiBum? Sabías que te amaba. ¿No me quisiste al menos un poco?- Susurró lo último, con el dolor bañando sus palabras.
-Por supuesto que sí-
-Pero no de la misma manera que a él- No preguntó y KiBum no mintió.
En ese momento lo último que quería hacer era causarle más dolor a DongWoon. No mentiría diciendo que lo había amado de la misma forma en que lo hacía con MinHo. Nunca fue así, y nunca lo sería.
No contesto, pero sabía por la forma en que DongWoon lo había mirado que entendía perfectamente. DongWoon suspiró, como si tener esa conversación fue lo más desgastante. Lo entendía, cientos de conversación lo habían dejado emocionalmente cansado.
-Entonces, ¿Por qué, KiBum?-
¿Por qué lo había utilizado? ¿Por qué había mentido?, porque KiBum creyó que, de esa manera, podría olvidar a MinHo. Ahora que lo pensaba mejor estaba seguro que fue egoísta, no le importó en ese momento lastimar a DongWoon, con tal de tratar de olvidar a MinHo.
Se olvidó de todo, no pensó en nada más que él. Fue egoísta lastimarlo, pero el daño ya estaba hecho. DongWoon estaba dolido y KiBum no podía hacer nada.
-DongWoon, mira, yo no quería que todo esto…-
-¿Pasara? Por favor, KiBum, no soy tonto. Si no hubieses querido, simplemente no lo hubieras hecho-
Esa era una gran verdad, y esta vez KiBum no supo cómo contestar. Si desde el primer momento que todo sucedió él lo hubiera detenido, nada de todo lo sucedido hubiera pasado.
-Lo siento- ¿Qué otra cosa podía decir? KiBum subió la mirada, encontrándose con la mirada de DongWoon. No había más que dolor y decepción en esa mirada y KiBum se vio incapaz de sostenerla.
-No lo haces, KiBum- DongWoon lo miró un segundo más antes de dar la vuelta y alejarse. Se preguntó si el día en que se encontrara con TaeMin sería peor que su encuentro con DongWoon.
-¿KiBum?- MinHo apareció ante su vista, viéndose confuso- ¿Era DongWoon?, ¿Qué te dijo?, ¿Te dijo algo malo?-
La preocupación se podía sentir en las preguntas de MinHo y KiBum formó lo que esperaba fuese una sonrisa. No quería preocuparlo, no más de lo que ambos ya estaban.
-¿Encontraste lo que buscabas?- KiBum caminó ignorando por completo la mirada que MinHo le dedicó.
-KiBum- MinHo tomó su muñeca, impidiendo la huida- ¿Estás bien?-
-Estoy bien- dijo.
Pero la verdad, era que no sabía si estaba bien.
MinHo era una persona activa y le encantaba caminar, y era por eso que le había pedido a KiBum que lo acompañara ese día. Por lo general le gustaba caminar solo, pero justo cuando se marchaba de la casa tuvo el impulso de preguntarle a KiBum si quería acompañarlo. KiBum había accedido y no había resultado nada mal.
KiBum no era una persona que hiciera ejercicio y MinHo entendía, pero le hizo feliz que accediera acompañarlo. Aunque solo había sido una simple caminata.
KiBum al principio, como había sucedido la última vez, había estado un poco paranoico, pero de nuevo, con el paso de los minutos, parecía haber olvidado todo. Rió y habló animadamente y hasta le permitió a MinHo tomarlo de la mano.
No había ni una mirada curiosa, ni alguien hablando a sus espaldas, Y MinHo estaba agradecido por eso.
MinHo pensaba que al terminar su relación con TaeMin, salir con KiBum ahora no estaba mal, dejando atrás como todo había empezado, las cosas eran prácticamente normales ahora. Esta vez no había porque esconderse, ni preocuparse de mantener a TaeMin alejado.
Todo estaba bien.
-Deberíamos de hacerlo más seguido ¿No crees? Tal vez podríamos caminar después del trabajo-
-Tal vez- KiBum sonrió y MinHo le guiñó un ojo.
Bajó la mirada, incapaz de detener esa enorme sonrisa que aparecía cada que KiBum le sonreía. Su corazón parecía tener un maratón cada que esos labios formaban una sonrisa. Era adictivo. Todo en KiBum lo era, desde su risa, hasta sus besos. Era perfecto.
MinHo detuvo sus pasos cuando KiBum se detuvo abruptamente. Levantó la mirada solo para encontrarse con JongHyun y TaeMin.
TaeMin lo miró y sus ojos se cristalizaron, parpadeó un par de veces y MinHo se sintió mal, al verlo a punto de llorar. JongHyun también pareció darse cuenta, porque enseguida su mano viajó hasta la de TaeMin.
-Ustedes dos no pierden el tiempo- MinHo parpadeó, para después dirigir su mirada hacia KiBum. Él sólo está ahí, parado esperando a que TaeMin dijera algo. MinHo pudo sentir lo nervioso que estaba.
-TaeMin, será mejor que nos vayamos- JongHyun tiró de la mano de TaeMin.
-¡No!- TaeMin miró a KiBum, sus ojos brillando con ira a cada segundo- ¿Cómo pudiste, KiBum?- Gritó- ¿Cómo pudiste entrar en mi casa, fingir que eras mi amigo, y al mismo tiempo acostándote con mi novio?-
KiBum bajó la mirada. MinHo no sabía qué hacer.
-TaeMin, vamos- Jonghyun intentó de nuevo tomarlo de la mano.
-Aún no he terminado, Jonghyun- TaeMin parpadeó de nuevo- Ustedes dos son…- Fijó su mirada en MinHo. Sus pequeños ojos destellando con odio, ahora- Eres la peor persona que he conocido, Kibum, eres un maldito hipócrita-
Sin tener tiempo de hacer nada, MinHo observó como la mano de TaeMin se estrellaba en la mejilla de KiBum. Jonghyun abrió los ojos, y MinHo dio un paso adelante. KiBum se quedó ahí, sin hacer nada.
-No sé cómo pude confiar en ti- La mano de TaeMin hacia su camino hacia la mejilla de KiBum otra vez, pero esta vez sin importarle qué, MinHo lo detuvo.
Tomó su muñeca y lo alejó de KiBum.
-Basta, TaeMin, es suficiente-
-¿Suficiente?- Reclamó, enojado aún más- No creo que lo sea después de todo lo que me hicieron a mí-
-TaeMin, basta- Jonghyun bruscamente quitó la mano de MinHo de la muñeca de TaeMin, colocándolo a su lado- No pierdas más el tiempo, TaeMin-
TaeMin los miró una vez más antes de darse la vuelta y seguir a JongHyun. MinHo se quedó unos momentos más ahí, parado sin saber qué hacer exactamente. KiBum estaba en la misma posición.
Obligándose a moverse se colocó frente a KiBum. Su mejilla estaba roja y sus ojos cristalinos, parecía que estaba a punto de llorar. MinHo quiso tocarle la mejilla y acariciarlo, besarlo o abrazarlo, pero no creía que fuera una buena idea.
-¿Estás bien?-
-No-
MinHo asintió. Él tampoco lo estaba.