-Ya tienes todo listo Tanya??- inquirió Goten ansiosamente, observando como su mujer sacaba la comida del horno, un suculento pollo con papas…
-Si Goten… ya cálmate…- le ordenó la mujer poniendo los ojos en blanco…
Eran casi las ocho de la noche del día siguiente al reencuentro de Trunks y Goten, y el pelilila ya debía estar por llegar a la casa del pelinegro, por lo que este último estaba inexplicablemente ansioso por que todo se viera perfecto…
Diez minutos después de las ocho, sonó el timbre de la entrada…
-Tu siempre tan puntual Trunks…- gruñó Goten, como si aun siguieran siendo los mejores amigos, apenas le abrió la puerta…
Esta vez estaba vestido como una persona normal, una camisa blanca sencilla, unos pantalones negros y zapatos formales, además de unas gafas que le daban todo el aspecto de un profesor o un escritor, traía una botella de champagne que le dio a Goten apenas pasó al interior de la sencilla casa…
Los ojos de Trunks recorrieron el interior de la casa en medio segundo hasta toparse con la espalda de Tanya, que ya estaba sacando la comida del horno…
Sus ojos se achicaron de un modo casi imperceptible, pero cualquiera menos distraído que Goten hubiera notado la repentina llamarada de odio que emanó del pelilila hacia la mujer rubia…
Ella se dio vuelta de inmediato y lo saludó con una sonrisa después de poner la comida caliente sobre la mesa…
-Trunks Brief! Cuanto tiempo que ha pasado!- exclamó la mujer, antes de avanzar hacia él y saludarlo con un corto abrazo que el pelilila a medias toleró…
-Eh… hola Tanya…- murmuró entre dientes…
-Oh… trajiste champagne… que atento de tu parte- le halagó la mujer, sacándole a Goten la botella de las manos… -Es ideal para el postre, bueno chicos ya serví la cena, pueden sentarse…-
Goten y Trunks se sentaron en silencio en las sillas que había alrededor de la mesa, los ojos azules del pelilila, no cesaban de irse una y otra vez sobre su antiguo mejor amigo, casi como si se preguntara como era posible que el pelinegro actuara con tanta normalidad después de todo aquel tiempo separados y mas aun, después de aquella vieja confesión que le había hecho…
La mujer de Goten se sentó a la mesa y comenzó a servir la comida en los platos, con expresión incomoda al notar el silencio en el que estaban sumidos aquellos dos, así que sin más, decidió iniciar una conversación por su propia cuenta…
-Y… que fue lo que te trajo por aquí Trunks?- preguntó Tanya con una sonrisa distraída mientras llenaba uno de los platos con papas y cortaba una pierna de pollo para el invitado…
Trunks cruzó las manos por arriba de la mesa, casi como si estuviera pensando muy cuidadosamente cual era la respuesta correcta que dar ante aquella pregunta…
-Pues… he pasado demasiado tiempo alejado de lo que es mío… este es mi lugar… Mi ciudad… la gente que conozco…- respondió al fin el pelilila, mirando a Goten como si se estuviera dirigiendo a él…
-¿Si? Tu marcha fue algo tan sorpresivo… De un día para el otro desapareciste sin decirnos ni a Goten ni a mi el motivo… Sin despedirte ni nada…- comentó la rubia, pasándole el plato a su invitado…
-Es verdad Trunks… no nos dijiste nada… tuve que enterarme por boca de tu madre… Te esperé cada verano y jamás volviste…- dijo Goten con voz titubeante, casi como si le doliera recordar aquella separación…
Trunks lanzó un suspiro un tanto molesto…
-Pues si… pero mis motivos tuve…- respondió al fin Trunks, haciendo que sobre la atmosfera allí reinante, cayera un pesado silencio…
Cuando los platos estuvieron servidos, todos comenzaron a comer, Trunks parecía ignorar por completo a la feliz pareja que tenia delante, pero lo cierto era que por dentro se sentía devorado por el odio y la envidia…
Al final aquella estúpida había conseguido atar a su Goten… La odiaba tanto que si hubiera podido… ¡Dios sabe que le hubiera hecho!
-¿Y entonces no iras a visitar a tus padres?- preguntó Goten justo cuando terminaban la cena, haciendo que Trunks estuviera a punto de ahogarse con su comida…
-Ya te he dicho que no…- respondió Trunks, con bastante mal tono, lo que daba a entender que no le interesaba en lo mas mínimo seguir hablando del tema…
-¿Por qué? Apuesto a que te extrañan…- insistió Goten…
-Y yo apuesto que no… oye y como esta tu hermano Gohan?- preguntó Trunks, con la evidente intención de cambiar de tema…
-Bien, se casó hace varios años con Videl y ya tienen una hija de cuatro años, Pan…-
-Que buenas noticias…- masculló Trunks –¿Y tus padres?-
-Bien, como siempre… ¿amor ya servirás el postre?- preguntó Goten a su esposa, que se había levantado de la mesa…
-Si cariño…- respondió la rubia antes de darle un tierno beso que casi le provocó una arcada a Trunks….
-Y dime Trunks, como te fue en aquel internado… saliste siendo un gran científico? Asumirás el puesto de presidente en la corporación como lo quería tu madre?- preguntó Goten con verdadera curiosidad…
-No se… ya se verá…- Trunks hizo una pausa antes de proseguir…-Goten quiero que mañana salgas conmigo… Claro siempre que tu esposa no tenga ningún problema…- añadió el pelilila, con un toque de sarcasmo bastante notorio en el final de la frase…
-Yo no tengo ningún problema- respondió ella, entregándole a Trunks una bocha de helado con salsa de chocolate arriba de un platito…
Trunks la tomó y le sonrío falsamente…
-Eso es bueno… entonces quieres Goten?-
El pelinegro se lo pensó por un par de segundos…
-¿Y adonde se supone que iremos?- inquirió al fin, tomando también el helado que le ofrecía su esposa…
-Ya sabes… cosas de chicos… tal vez tomar una cerveza y eso…- respondió Trunks con algo de indiferencia…
-Suena genial…- dijo Goten, mientras Tanya regresaba a la mesa…
-Mucho cuidado de adonde van eh? Y me lo devuelves temprano…- aclaró la rubia a Trunks, a modo de broma, aunque el pelilila tuvo que contenerse para no largarle alguna respuesta afilada de las suyas…
-No te preocupes Tanya… Está en buenas manos…- aseguró Trunks mientras por dentro pensaba “Te lo quitaré mujer… y él será mío…”
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-Estuvo muy rica la cena…- halagó Trunks, mientras lo despedían en la puerta de entrada, ya se habían tomado el champagne que él había traído y se había hecho algo tarde, aunque la hora era lo que menos le importaba a Trunks, simplemente quería escaparse de esa asquerosa aura de amor que rodeaba a aquellos dos…
-Eso gracias a las habilidades de mi Tanya…- comentó Goten sonriendo, pasando un brazo por la cintura de la mujer…
-Si… tuviste suerte…- dijo Trunks, haciendo una mueca que paso inadvertida para la risueña pareja…
-Bien… entonces nos vemos mañana…?- preguntó Goten, volviéndose hacia su mejor amigo…
-Si, mañana te llamaré antes de venir, pero estate listo a eso de las nueve de la noche…- respondió Trunks, antes de despedirse con un ligero movimiento de cabeza y marcharse de allí…
Goten y Tanya lo observaron marcharse en silencio…
-Es idea mía… o volvió mas raro de lo que se fue?- preguntó Tanya, haciendo soltar una risita disimulada a Goten, quien enseguida sacudió la cabeza…
-Trunks siempre fue muy… particular…- respondió el pelinegro, como si con eso explicara todas las extrañas actitudes de su antiguo mejor amigo…
-Pues si… tu solo… ten cuidado cuando andes con él…- le advirtió la mujer, repentinamente preocupada y sin saber por que…
-Y por que dices eso??- preguntó Goten totalmente sorprendido…
-No lo se… intuición femenina, o tal vez locura, pero ten cuidado…-
-Vale, lo tendré…- respondió Goten, poniendo los ojos en blanco mientras cerraba la puerta de la casa…
-Y dime algo, tu mañana no tenias que ir con la psicóloga?- preguntó Tanya, como si se acordara de algo de pronto…
-Si, pero eso es a las cinco de la tarde, tengo tiempo de sobra…- respondió Goten, con acento algo molesto…
-Bien… y que te dijo en la sesión de hoy??, con lo que me puse a hacer la comida por que venia Trunks, olvide preguntártelo…-
-Me dijo que las pesadillas que tengo tan seguido son por culpa de algo que me ocurrió en mi infancia o adolescencia y que no puedo recordarlo… Me pregunto… si estará relacionado con la marcha de Trunks…- murmuró el pelinegro casi para si…
Tanya abrió los ojos sorprendida, nunca se le había ocurrido pensar que la repentina marcha del pelilila pudiera estar de algún modo relacionada con las pesadillas que su marido sufría desde, precisamente, aquellas épocas…
-No se… no lo creo… que cosa podría haber echo él para que tu…-
-¿Para que se me zafara un tornillo…?- concluyó Goten con voz un tanto siniestra…
-Si…-
-No lo se… pero olvidémonos de eso… se me ocurre algo muy bueno para aliviar las pesadillas…- comentó Goten con voz insinuante…
-Que cosa?- preguntó Tanya, siguiéndole el juego…
-No dormir…- respondió Goten, antes de tomarla entre sus brazos apasionadamente y llevarla hacia el dormitorio…
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Y mientras tanto, Trunks caminaba en silencio por las calles de la ciudad…
Ya era más de medianoche y las luces alumbraban la noche haciendo que la ciudad entera brillara como una joya…
Los autos circulaban a toda velocidad mientras Trunks caminaba sin rumbo fijo por la acera despoblada…
Las manos en los bolsillos, los hombros hundidos… sin duda debía verse como un hombre derrotado… pero no, no lo estaba… no aun… simplemente estaba pensativo, mirando como los metros de piedra gris que desaparecían debajo de sus zapatos lo encaminaban hacia una dirección indeseable…
Gran parte de su mente estaba ocupada recordando aquellos momentos que había vivido en aquel internado de pacotilla…
Poco mas que una broma… poco mas que niños pretendiendo sentirse los lideres del mañana cuando nunca habían sido ni serian mas que críos amparados eternamente bajo el ala de sus padres ricos…
Había odiado con toda su alma aquel lugar… Y por ese mismo motivo apenas había cumplido los 18 años se había largado de allí…
Se suponía que tenía que estar allí durante diez años, pero apenas habían pasado cuatro cuando, viéndose finalmente libre gracias a la mayoría de edad, lo había mandado todo al demonio…
Por supuesto no había vuelto a su casa… seguía sin querer saber nada de Goten ni de su estúpida vida, así que se había dedicado a vagar por toda Europa, su madre y sus abuelos cuando había nacido le habían depositado en una cuenta a su nombre una pequeña fortuna que con los años se había hecho enorme, y al ser ya mayor había podido disponer de ella como se le antojaba y sin que nadie se lo pudiera objetar, motivo por el cual no le había mentido a Goten al decirle que sin duda sus padres no debían querer volver a verle…
El pelilila aspiró con profundidad el aire fresco de la noche, con ese característico olor a gasolina de la ciudad, y lo retuvo por un momento en sus pulmones…
Tenía tantas cosas por hacer ahora que había regresado… pero la más importante de todas, era Goten… Separarlo de esa mujer sin importar como… Incluso aunque no se quedara con él, Goten no seguiría con Tanya, él no pensaba permitirlo, después de todo, era por culpa de ella que su vida se había arruinado, así que lo que correspondía ahora era que él le arruinara la vida a ella…
-Si tan solo no hubieras existido…- murmuró Trunks para si, mientras continuaba con su paseo…
Al final sus pasos lo llevaron por si solo hasta las puertas de su viejo hogar… La corporación Capsula…
En las ventanas aun había luz, lo que significa que aun había alguien despierto allí…
Trunks no se molestó en llamar a la puerta ni nada por el estilo, aun conservaba sus viejas llaves, así que las insertó en la cerradura y tras darle un giro abrió la puerta y se adentró en su antigua morada…
Todo se veía como siempre, pero en el sofá de la sala lo recibió la siguiente escena…
Vegeta su padre estaba sentado allí, mirando la TV, con su hermanita Bra dormida al lado…
La niña apoyaba su cabeza de cabellos verdes como los de su madre Bulma en las rodillas del príncipe, quien lucía totalmente relajado y con una sonrisa a medias feliz en la cara mientras acariciaba el pelo de la niña rítmicamente con sus manos fuertes y ásperas de guerrero…
No parecía el padre que Trunks recordaba… Pero después de todo llevaba sin verlo más 5 años y sin vivir con él más de 10 años…
Sus ojos se encontraron de pronto, y la sonrisa en el rostro del príncipe se esfumó de inmediato, pero no hubo sorpresa, ni reconocimiento, ni tampoco alegría…
Y en la cara de Trunks tampoco se produjo ningún cambio…
-Y mamá?- preguntó Trunks a modo de saludo, y Vegeta solo movió la cabeza en dirección al piso de arriba dándole a entender que la mujer debía estar en la habitación…
Sin decir nada más, el pelilila fue hacia las escaleras y subió corriendo…
Apenas estuvo en el piso de arriba, escuchó la voz de su madre, sonaba calma y relajada, como si estuviera contando un cuento a alguien…
Trunks siguió la voz de su madre hasta una habitación y abrió la puerta como si nada, haciendo que la voz de la peliverde se paralizara de inmediato…
Su madre estaba sentada sobre en el borde de una pequeña cama, dándole la espalda a la puerta, pero por el estremecimiento que la sacudió, era mas que evidente que ya se imaginaba quien era él que estaba en el umbral de la puerta…
-Me… me enteré de que habías vuelto… pero no pensé que tuvieras el coraje suficiente como para reaparecerte por aquí como si nada…- susurró la mujer a modo de bienvenida…
Trunks se sonrío con algo de ironía por un instante, antes de avanzar al interior de la habitación y cerrar la puerta a sus espaldas…
El joven pelilila se acercó hacia la cama, donde una pequeña niña de no mas que cinco años y abundantes rizos lilas, dormía tranquilamente, sin duda gracias al cuento que le había estado contando Bulma…
-Hola mamá… ¿no me extrañabas?- preguntó Trunks, con fingida inocencia, echándole un rápido vistazo a la niña que dormía en la camita…
Bulma aun no se había vuelto hacia él, casi parecía como si no deseara volver a ver el rostro de su hijo nunca mas…
-Así que has vuelto…- volvió a murmurar la peliverde, como si diciéndolo intentara convencerse a si misma de aquella verdad…
-Si, he vuelto…pero te preocupes, no pretendo vivir aquí, ya tengo donde quedarme…solo vine a ver como está la niña…- respondió Trunks serenamente, volviendo a mirar a la pequeña de cabellos lilas que descansaba en aquella cama…
-Oh vamos Trunks… dime la verdad… ¿A que has vuelto? No creo que sea por ella… después de todo la has olvidado durante cinco años… como es posible que de pronto te importe tanto?- masculló Bulma, con el mismo sarcasmo que su hijo antes empleara al preguntarle si lo había extrañado…
-Bueno no se por que te sorprende tanto…- respondió Trunks con una mueca que pretendía ser una sonrisa –Después de todo la niña es mi hija…-