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Forbidden por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Uno capítulo menos.


 


¡A leer!

MinHo, como todos los días, se encontraba en la cafetería cerca de la empresa, en compañía de KyuHyun. El mayor comía y hablaba alegremente sobre él y SungMin buscando una casa más grande, o algo así. MinHo trató de prestarle toda su atención a KyuHyun, pero falló.


 


Su mente viajaba hacia KiBum y su última pelea. Parecía que todo lo que hacían era pelear, tener discusiones y no estar de acuerdo en ningún tema. MinHo empezaba a perder las esperanzas en su relación. No sabía qué hacer, qué decirle a KiBum, cómo manejar la situación.


 


Y necesitaba urgentemente hablar con JinKi, él siempre sabía qué decir. Pero JinKi estaba ocupado con el nacimiento de su hija y MinHo no quería molestarlo con sus problemas.


 


KyuHyun seguía hablando animadamente. Y MinHo seguía contemplando su comida. Jugó con el tenedor, revolviendo la comida, y sin tomar ni un bocado.


 


-KiBum y yo tuvimos una pelea- Las palabras escaparon de su boca antes de poder detenerlas. KyuHyun cerró la boca y el tenedor que sostenía cayó en el plato.


 


Bien, necesitaba hablar con alguien y KyuHyun parecía su única opción. Pero KyuHyun no hablaba se mantenía callado, y MinHo comenzaba a desesperarse.


 


-¿Y bien?- KyuHyun enarcó una ceja y se cruzó de brazos.


 


-¿Y bien, qué, MinHo?- Preguntó.


 


-¿No dirás nada?  ‘MinHo, tenía que pasar’  o ‘MinHo, te lo dije’- Al menos esperaba un ‘te lo dije’.


 


Parecía como si todo el mundo le decía esas palabras. Como si todo el mundo se burlara de sus decisiones. Y eso le hacía pensar que no había tomado las decisiones correctas. No quería pensar en eso, ya que claro, él creía que estar con KiBum fue la mejor decisión. Pero era en esos momentos, donde sentía que no había sido una buena decisión.


 


-MinHo, tenía que pasar, y sí, MinHo, te lo dije- KyuHyun enarcó una ceja- ¿Feliz?-


 


-No realmente- MinHo suspiró y dejó caer los hombros- Necesito que me digas algo. Ya no sé qué hacer. Parece que lo último que hemos hecho las últimas semanas es pelear-


 


-No todo iba a ser fácil, MinHo. SungMin y yo también discutimos. No podemos estar de acuerdo en todo-


 


Sí, lo entendía, pero estaba seguro que las peleas de SungMin y KyuHyun no eran las mismas que las que mantenía con KiBum. Mientas que KyuHyun peleaba con SungMin sobre lo que cenarían esa noche o quién sacaría la basura, KiBum y él peleaban sobre su futuro, sobre su madre y la forma en que ninguno parecía soportar más.


 


Era completamente distinto y no sabía cómo manejar la situación. Empezaba a creer que KiBum no estaba del todo compenetrado con la relación. Era como si con cada segundo que pasara KiBum se alejara más y más.


 


-Solo habla con él. Estoy seguro que hablando podrán solucionar las cosas-


 


-Hemos hablando cientos de veces- MinHo negó con la cabeza, jugando con el tenedor- KiBum siempre termina diciendo que no puede más. Que no sabe cuánto más podrá soportar- Susurró.


 


Las cejas de KyuHyun se alzaron y MinHo pudo leer en su mirada cuánto le sorprendió la noticia. Por supuesto esa pelea no era la típica de una relación. KiBum se alejaba, dejaba que los comentarios le afectaran y no parecía querer intentarlo más. Y eso lo estaba matando.


 


-Entonces- KyuHyun se acercó a él, palmeándole el hombro- Déjalo ir, MinHo-


 


¿Dejarlo ir?, ¿Dejar ir lo que, él sabía, no tendría con ninguna otra persona?


 


MinHo no sabía si estaba dispuesto a hacerlo. No podía imaginarse su vida sin KiBum, si tan solo cuando KiBum se había marchado de vacaciones sintió que se murió, no estaba seguro de que podía sentir si KiBum se marchara de su vida para siempre.


 


Aunque si era lo que KiBum quería, entonces él no podía hacer otra cosa. Le dolería, sufriría y demás, pero si KiBum no quería estar a su lado, entonces lo dejaría ir. Aunque eso se sintiera como si le estuvieran quitando una parte de él.


 


-¿Dejarlo ir?- Murmuró para sí mismo.


 


-Sí, MinHo, dejarlo ir. Si KiBum dice que no puede soportarlo, entonces deberían pensar mejor en esa relación-


 


Nunca lo había pensado de esa manera, pero parecía que KyuHyun tenía razón. ¿Cuándo dejaría de importarle todo a KiBum?, ¿Cuándo sentiría que era capaz de soportarlo?


 


¿Pasarían días o años? No estaba seguro. Ni siquiera estaba seguro si algún día KiBum pudiera soportarlo. Solo esperaba que algún día KiBum se levantara y dijera ‘lo hemos logrado’.


 


-Solo piénsalo, MinHo-


 


Por supuesto que lo pensaría.


 


 


Había sido un día muy agotador y MinHo lo único que quería hacer era llegar a su casa. Había pasado el día de reunión en reunión, firmando papeles y teniendo largas conversaciones con su padre. Todo parecía marchar bien en la empresa. Al menos en su vida laboral, MinHo sabía que lo estaba haciendo bien.


 


Llegó al vestíbulo después de una larga reunión y dudó en subir al elevador. Quería irse a casa, pero aún faltaban un par de horas para terminar su horario. Pensó en irse, sin decir nada, pero su padre y KyuHyun se enterarían, y eso no hablaría bien del presidente.


 


Caminó hacia los elevadores y se detuvo a mitad del camino. Decidió hacer un paseo corto hacia la cafetería cercana y respirar un poco. La secretaria lo miraba confundida, y MinHo sonrió para tranquilizarla. Giró y caminó hacia la salida. Una bebida no le caería nada mal, respirar un poco del aire fuera de la empresa, seria bueno. Caminó ante las miradas curiosas de los trabajadores y cuando salió de la empresa, sintió que pudo respirar un poco mejor.


 


Le tomó menos de media hora llegar al lugar. Ordenó y se dejó caer en una silla. Una chica llegó con su orden a la mesa y  MinHo sonrió hacia ella. Observó a las personas en el lugar y tuvo el impulso de llamar a KiBum, tal vez, hablar en un lugar neutral seria lo que necesitaban.


 


Renunció a la idea y se prometió que cuando llegara a casa hablaría con KiBum. Esa mañana KiBum parecía de mejor humor, lo había abrazado fuertemente y repetido lo mucho que lo amaba. Eso indicaba que tal vez, KiBum se encontraba de mejor ánimo y sin preocupaciones.


 


-¿MinHo?- Subió la mirada y sus ojos se encontraron con los de WooHyun. WooHyun ladeó la cabeza y parecía confundido con su presencia. Tenía el ceño fruncido y no parecía creer que estuviera ahí.


 


-WooHyun- Saludó con un movimiento de cabeza y alzando las cejas. 


 


-¿Qué haces aquí?-


 


-¿Qué quieres decir?-


 


WooHyun frunció aún más en ceño y miró hacia el reloj que había en una de las paredes de la cafetería. Miró de nuevo entre la hora y MinHo, mientras atrapa su labio inferior entre sus dientes.


 


-Pensé que estarías con KiBum. Llamo por la mañana despidiéndose…- ¿Despidiéndose, KiBum?- Él dijo que tu… ¡Oh Dios! No te dijo nada ¿Cierto?- WooHyun murmuró algo por la bajo que sonó como un ‘ese mentiroso’, pero MinHo lo ignoró y decidió concentrarse en lo importante.


 


-¿Despedirse? WooHyun, de qué estás hablando- WooHyun movió el pie incesantemente y parecía nervioso.


 


-MinHo, él habló para despedirse. Dijo que se iba de viaje por tiempo indefinido. Cuando le pregunté por ti, KiBum dijo que tú estabas enterado de todo y que estabas de acuerdo. Dijo que lo acompañarías y que todo estaba bien. Si no recuerdo mal- WooHyun miró la hora de nuevo- Creo que en aun tienes media hora para alcanzarlo-


 


Eran tantas las cosas que WooHyun le estaba diciendo que MinHo se sentía mareado. ¿KiBum estaba escapando?, ¿Lo estaba dejando? Había mentido a su amigo, pero al menos le había avisado de sus planes, lo que, por supuesto, no hizo con él.


 


¿Pero qué estaba pensando KiBum?, ¿Cómo podía marcharse así?


 


-¿Te dijo algo más?- Se escuchó preguntando, la desesperación bañando sus palabras. WooHyun negó con la cabeza, viéndose igual de confundido que MinHo.


 


Las palabras escaparon de su boca y no supo qué más preguntar. Su cuerpo se tensó y parecía pesado. Imágenes de esa mañana vinieron a su mente y entonces entendió. KiBum no estaba de mejor humor esa mañana, KiBum se estaba despidiendo silenciosamente de él.


 


¿Por qué?, ¿Por qué lo hacía?


 


Quiso gritar para sacar toda esa frustración, preguntas y todo lo que sentía.


 


-¿Por qué todavía estas aquí, MinHo? Muévete, aún tienes tiempo de alcanzarlo- MinHo miró a WooHyun, hacia señas con las manos señalando la puerta. Nunca había estado feliz de ver a WooHyun, nunca había estado a gusto en su compañía, pero ahora agradecía que WooHyun estuviera ahí, alentándolo a irse.


 


-¿Te dijo algo más?, ¿A dónde iba?- Tenia tantas preguntas que necesitaban ser respondidas.


 


Se movió rápidamente, pagó y tomó sus cosas, para después salir del lugar, con WooHyun detrás. Miró hacia ambos lados, desorientado y sin saber muy bien qué camino tomar.


 


-No. No me dijo a dónde iría, sólo dijo que se marcharía por la tarde. Dijo que antes de las seis ya no estaría aquí- MinHo asintió.


 


Lo primero que pensó fue ir a casa de KiBum, él tendría que salir de ahí si quería irse con todo. Se despidió de WooHyun y caminó hacia la empresa para ir por su vehículo. Miró la hora y se dio cuenta que solo tenía algunos minutos.


 


 Esperaba no llegar tarde.


 


 


 


 


KiBum observó su casa una última vez. Acomodó su bufanda y se colocó los guantes. El cielo estaba gris, y había mucho frío, justo como su humor. Tomó la maleta y la arrastró con él hacia la calle. El taxi lo esperaba afuera y se le estaba haciendo tarde.


 


Llegó hacia el taxi y el hombre lo ayudó con el equipaje. Suspiró, pensando que era lo correcto. Tenía que irse, alejarse de Seúl, de las personas y sobre todo de MinHo.


 


«MinHo» Le dolía dejarlo así, sin avisarle, sin despedirse. Pero no podía permitir que MinHo lo convenciera para quedarse. Tenía que irse, por su bien y el de MinHo. Irse era lo primero que debió hacer, no ilusionarse con una relación que no funcionaria, nunca lo haría.


 


Parpadeó y alejó las lágrimas, no podía permitirse llorar. Es lo mejor, se dijo.


 


-¿Pensabas irte sin despedirte?- Cerró los ojos cuando escuchó la pregunta y reconoció la voz. MinHo.


 


Giró, encarándolo. MinHo estaba ahí, con una mal puesta bufanda y el cabello despeinado. El viento movía su cabello despeinándolo aún más, y movía sus manos desnudas buscando calentarse. Se veía perfecto, atractivo y varonil como siempre.


 


-¡Contéstame, KiBum!-


 


Sabía que se estaba conteniendo. Podía ver el enojo en sus ojos, pero sobre todo el dolor. MinHo había dejado caer todas sus paredes, siempre supo esconder sus emociones, pero desde que empezaron su relación, los ojos de MinHo siempre revelaban su alma.


 


-MinHo, yo…- ¿Qué podía decirle?, ¿Cómo podía borrar el dolor de sus ojos?


 


-¿Por qué?- MinHo caminó hasta quedar frente a él. Tomó su rostro entre sus manos y lo miró fijamente- ¿Por qué, KiBum?-


 


-MinHo, déjame ir- Trató de apartarse, pero MinHo no se lo permitió. Acunó su rostro con una mano y con la otra tomó su brazo, impidiendo el movimiento.


 


-Prometiste intentarlo. ¡Dijiste que me amabas!- El dolor de MinHo lo hacía sentirse débil y, por un momento, quiso dejarlo todo y quedarse a su lado. Pero KiBum sabía que no sería lo suficiente valiente- No lo hagas, KiBum.  Quédate a mi lado, prometo que todo saldrá bien. Confía en mí-


 


MinHo estaba prácticamente rogando y su corazón dolió con eso. ¿Cómo le podía hacerle eso a MinHo? Sintió el remordimiento, pero entonces recordó todo lo vivido. Desde el encuentro con TaeMin, hasta sus conversaciones con WooHyun. A la madre de MinHo amenazándolo y su última conversación con JinKi. Recordó las miradas de los amigos de MinHo le daban a ambos, a DongWoon y su sufrimiento, y entonces recapacitó y se dio cuenta que estaba bien. Era lo correcto.


 


Pero, ¿Por qué dolía tanto?, ¿Por qué sentía que nunca se podría recuperar?


 


-No puedo, MinHo. Entiende que esto es lo mejor-


 


-¿Cómo puede ser lo mejor?- Exigió MinHo- ¿Cómo puede, KiBum, si duele demasiado?


 


Las lágrimas querían salir de sus pequeños ojos, y parecía que a MinHo le pasaba lo mismo. MinHo rara vez lloraba, pero ahora sus grandes ojos estaban brillando con las lágrimas retenidas. Quiso abrazarlo, y secar las lágrimas que se estaban escapando.


 


Decidió hablar con la verdad. Decirle a  MinHo sus miedos e inseguridades.


 


-Dolerá también cuando uno de nosotros lastime al otro- MinHo frunció el ceño, sin entender.


 


-¿De qué hablas?-


 


-MinHo, le fuiste infiel a TaeMin conmigo. ¿Cómo sabré si no harás lo mismo conmigo?, ¿Por qué conmigo sería diferente?-


 


MinHo abrió los ojos, y entonces entendió lo que quería decirle. La duda cruzó unos segundos por su mirada y entonces miró a KiBum de nuevo.


 


-Porque te amo, KiBum- Había verdad en sus palabras- No lo haré-


 


-Decías amar a TaeMin, y aun estabas conmigo-


 


-Es diferente- MinHo dijo rápidamente- Quédate y te lo demostraré. Por favor- Pidió con voz suave y anhelo- Por favor- Repitió de nuevo.


 


-No- KiBum negó con la cabeza, apartando la mirada de los ojos de MinHo- No puedo-


 


-¿Por qué no?-


 


KiBum pensó un momento. No podía seguir hablando con MinHo, no podía seguir sabiendo que MinHo podía convencerlo para quedarse. Tenía que irse y alejarse de ese lugar. Irse lejos y no mirar atrás.


 


KiBum subió la mirada y se preparó para lo que tenía que decir.


 


-¿Quién te asegura, MinHo, que yo no haré lo mismo?-


 


 


MinHo observó a KiBum unos momentos. KiBum estaba siendo sincero, las palabras que salieron de su boca eran ciertas. Él había sido infiel y KiBum también. Esa era la verdad. Pero él sí confiaba en KiBum, pero parecía que el sentimiento no era reciproco.


 


-No lo harás, KiBum- Dijo, acariciado la mejilla de KiBum- Confió en que no lo harás-


 


Las palabras parecieron sorprender a KiBum y por un momento MinHo vio la debilidad en él. KiBum solo necesitaba escuchar las palabras necesarias para quedarse.


 


Alguien se aclaró la garganta. MinHo miró hacia ambos lados y se encontró con el hombre del taxi. KiBum también pareció notarlo y rápidamente se alejó de él. MinHo quiso tomarlo de nuevo, pero KiBum fue más rápido y se alejó.


 


-Tengo que irme- Susurró, bajando la mirada.


 


-No lo hagas- Se acercó de nuevo a él- Por favor. Quédate-


 


KiBum negó con la cabeza y se alejó aún más. MinHo se apresuró tras a él y lo tomó de la muñeca.


 


-KiBum, por favor- Estaba rogando, pero no le importaba, no podía perderlo.


 


-Déjame ir, MinHo- ¡No, no lo haría! Lo necesitaba en su vida, con él, siempre a su lado.


 


MinHo lo atrajo a su cuerpo, pasando una mano por su cintura. Bajó el rostro y besó a KiBum, esperando convencerlo. Movió sus labios sobre los de KiBum, pero algo no estaba bien, KiBum no estaba correspondiendo a su beso. Sus labios estaban firmes, sellados y sin moverse. MinHo rozó sus labios una vez más y se separó lentamente de él.


 


-Te amo, KiBum. ¿No es suficiente?-


 


-Me gusta cómo te quedan las bufandas- Las manos de KiBum se movieron a su cuello y acomodaron la bufanda- No dejes de usarla ¿Bien?- Los acorazonados labios formaron una débil sonrisa. Sus pequeños ojos brillaban y MinHo sabía que estaba a punto de llorar.


 


-¿Es esto lo que quieres?- Tomó las manos de KiBum antes que dejaran su cuerpo- ¿En verdad es lo quieres?-


 


KiBum no habló solo asintió y MinHo sin pensarlo dos veces dejó caer sus manos. Se alejó unos pasos. KiBum encontró su mirada y sonrió. Las mejillas sonrosadas y el cabello moviéndose con el viento. MinHo guardó esa imagen en su mente, y se aferró a ella. Sería la última vez que lo vería.


 


KiBum giró y caminó hacia el taxi, sin darle una última mirada. Se detuvo cuando estuvo a punto de subir al vehículo, y MinHo pensó que regresaría a él, pero no fue así, KiBum subió, sin mirar atrás y MinHo deseó ver sus ojos una vez más.


 


El taxi se alejó, perdiéndose entre el tráfico. Sus pies se quisieron mover y detener a KiBum, pero se obligó a quedarse ahí, sin hacer nada y viéndolo desaparecer.


 


El vehículo desapareció de su vista. Una por una la lagrimas fueron bajando por su rostro. Y fue como si se diera cuenta de la realidad. KiBum se había ido y no había nada que hacer. 

Notas finales:

Sé que a muchos no les gustara este capítulo y en un principio, esto era el final. Pero aún falta un poco más. Solo quedan tres capítulos.

 

¡Nos leemos pronto!


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