// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
06.- GOLPE…
-No, ya lo sé, solo quiero pedir un Obliviate – Todos en el ministerio lo miraron intrigados – Para mi madre… Lo más probable que no la vuelva a ver… Solo pido que ella pueda olvidarme y así pueda vivir lo que le queda de vida en paz.
-Muy bien, así será – Le hizo una seña a los aurores que tenían custodiando al rubio – Llévenselo.
Y el rubio fue una vez más arrastrado, pero Draco ya no sentía nada, su mente estaba en otra parte, moriría en el olvido, miseria y soledad. Ya daba lo mismo como llegara a prisión, sabía que con suerte pasaría un año, si no lo agarraban antes, podrían demás los guardias descuidar su celda y así los demás internos matarlo. Pensó en Potter, no supo porque pero le hubiera gustado despedirse de él. Y colapsando todo su interior se desmayó pero lo más increíble es que nunca llego a tocar el suelo.
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Los miembros del ministerio se pararon asombrados ante la figura que aparecía de la nada y sostenía en sus brazos un desmayado Draco Malfoy, estaban asustados, los ojos esmeralda del hombre parecían furiosos, más de alguno trago saliva, el poder del hombre se mostraba en todo su esplendor, era rara tal magnitud debido a lo joven que era. Ya entendían el por qué había vencido al mago más oscuro de todos los tiempos.
-Señor Potter ¿Qué hace aquí? – Dijo la ministra intranquila sabía que había jugado con fuego, debía tener cuidado de lo que dijera.
-Por lo que veo las promesas del ministerio son bastante falsas – Dijo Harry tranquilamente, mirando a cada uno de ellos, con una actitud bastante Slytering – Hermione, lleva al señor Malfoy de regreso a San Mungo – La chica se acercó temblorosa, había avisado a Harry con un patronus de lo que estaba pasando en el ministerio, Harry había sido engañado para hacer una misión y así poder juzgar a su antojo a Malfoy. Levito el cuerpo del rubio y desapareció rápidamente de ahí. Sabía que en unos pocos minutos una fuerte discusión se llevaría a cabo y lo más probable que el futuro del mundo mágico se vea alterado. No era bueno enojar a Harry. Un león enfurecido saca sus garras más filosas.
-¡Usted no puede hacer eso! ¡El Mortifago Malfoy debe ser transportado a Azkavan! – Amanda no iba a permitir que fuese pasada por alto su autoridad aunque fuera el mismísimo héroe.
-¿Mortigo? Creo que habíamos quedado de acuerdo que la sentencia Draco Malfoy se haría cuando yo llegara, por lo que veo hay una falta muy grave a la lealtad de parte de ustedes, primero fue Smith y ahora usted, este ministerio está podrido de estúpidos exceso de egos y confianzas – Harry hablaba fuertemente, estaba furioso y decepcionado, su magia se esparcía por todos lados – Parece que se les olvida que TODOS USTEDES están sentados en esas sillas gracias a mi ¡Sangre por ustedes! ¡Perdí a mi familia por ustedes! ¡Hice el trabajo sucio mientras ustedes se escondían del señor oscuro! ¡Dejaron que un niño luchara y ahora vienen a juzgar a personas por lo que ustedes creen justicia! ¡Ja! ¡Por favor!
-¡Mucho cuidado con lo que dice Potter! – La mujer estaba furiosa.
-¡No, mucho cuidado usted! ¡Yo no soy cualquier persona! ¡Soy su libertador! – Harry jamás había puesto su posición ante nadie pero eso se había acabado, si el ministerio jugaba sucio pues él los macharía a todos con barro – ¡Estoy harto que estúpidos aristócratas velen por lo que creen que es la verdad! ¡Se acabó! ¡Basta de engaños y violaciones! ¡A partir de hoy, YO HARRY POTTER los relevo de su posición ministerial y los despojo de sus títulos! – Detrás de cada miembro del winsengamont fue apareciendo un auror, esto era un golpe de estado, para espanto de todos ellos.
-¡Que dices Potter! ¡Tú no puedes hacer eso! ¡No te lo permito! – Grito nuevamente Amanda enloquecida.
-¿Y quién es usted para prohibírmelo? ¿Cuál fue su aporte en la guerra? ¿Salvo alguna vida? Pues si hace algunos segundos era la ministra… bueno, ahora es una simple ciudadana – Potter fue caminando lentamente directo a ella, mirándola de frente, cada paso que daba su magia rompía una lámpara, muchos quisieron protestar pero su miedo era mayor, el moreno ya no parecía el niño estúpido y manipulable que pensaban, ahora se veía todo un hombre y muy superior a ellos.
Uno vez llegado a su destino se sentó en el puesto de ministro.
-¿Esto lo haces por Malfoy, Potter? ¿Por él? – Grito la mujer mientras era arrastrada fuera.
-No, lo hago por mí mismo y por qué estoy harto de todos ustedes, ahora ¡Fuera de mi vista! – Harry no podía demostrar ante todos lo mucho que le importaba el rubio, no ahora y mucho menos a ellos.
Y uno a uno fueron saliendo los miembros del ministerio, todos despojados de su fuero político, todos como ciudadanos normales.
Una vez que despejaron la sala Harry llamo a todos sus aurores y les explico todo, dándoles la libertad de elegir si querían quedarse a su lado o irse, y todos, uno a uno fueron dándole su apoyo.
Luego mando llamar a los miembros de la orden del fénix y les dio los cargos en el Winsengamont, dejando a Arthur Weasley como ministro. Ordenándoles a todos ellos que se abrirían nuevamente los casos de los ex mortifagos y lo menores de edad quedarían en libertad.
-¿Ese era tu plan? – Dijo Ron sorprendido – ¡Sacarlos y poner a gente de tu confianza! ¡Yo te veía tan convencido y furioso que creí que realmente querías ser ministro!
-No, no me interesa, lo que yo quiero es que este mundo mágico que defendí con mi vida sea digno de algo mejor, conoces el viejo refrán Muggle que dice que hay que eliminar el árbol de raíz, bueno aparte de Smith todavía quedaban varias raíces, ahora es tiempo de plantar nuevos árboles, ya sin odio y traición.
-Tu siempre tan humanitario – Dijo Ron sarcástico – ¿Y ahora qué harás?
-Seguiré como jefe de aurores y jefe tuyo por supuesto.
-No, me explique mal ¿Ahora que harás con Malfoy? ¡Vamos, te gustas! Esta es tu oportunidad para tenerlo a tu lado – Una sonrisa pícara se formó en la cara de Ron.
-Aunque no lo creas Ron ya pensé eso – Y Harry le devolvió la sonrisa y Ron ahora sí que se sorprendió, su amigo no era muy rápido y osado en sus relaciones – Ya le dije a Arthur que Malfoy quedaba fuera de los juicios, que yo me encargaría personalmente de su sentencia.
-¡¿Qué tu qué?! ¡Dios! ¿Qué han hecho con mi amigo? Porque tú no eres Harry.
-Bueno, ahora se me viene el trabajo más difícil de todos – Harry suspiro, no podía flaquear, menos ahora – Voy a tener que reencantar a Malfoy y hacer que me ame.
-¡Pues adelante amigo!
Ambos chicos se abrazaron, Harry estaba asustado, sabía que el rubio estaba partido por dentro, lleno de heridas sangrantes y desesperanza, Draco se había marchitado con la guerra, pero él quería enseñarle lo cálido de su corazón, que sus sentimientos eran verdaderos y que todavía había esperanza en que el futuro no fuera tan cruel y solitario, en parte el también se sentía solo, a lo mejor ambos se nutrirían de ese cálido y extraño sentimiento llamado “Amor”.
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Abrió los ojos lentamente, miro el techo y se sorprendió no ver la oscuridad de la celda, de hecho, se veía el dosel de una cama, trato de moverse pero no pudo mucho, le dolía todo el cuerpo y tenía nuevamente su pierna inmóvil, amarrada a una punta de la cama ¿Dónde estaba? No tenía idea, ese lugar no era ni su celda, ni el hospital, trato de voltearse lentamente a un lado y pudo ver una cabeza negra que está apoyada en la cama durmiendo, tenía los brazos cruzados alrededor de ella.
-¿Potter? – ¿Acaso era posible? Su voz era casi un susurro, le dolía la garganta, de seguro por el apretón que le había dado Smith, al pensar en el tembló, todavía sintiéndose afectado y vulnerable. Levanto su mano y no supo porque pero quiso acariciar al durmiente, a lo mejor era para comprobar que no estaba soñando.
Un movimiento suave y cálido despertó a Harry, también noto que la mano temblaba, se movió lentamente y miro al que estaba en la cama.
-Disculpa, te desperté – Dijo el rubio apenado, levanto su mano rápidamente pensando que el moreno no se había dado cuenta de sus caricias.
-No importa, estoy bien – Dijo Harry estirándose - ¿Y tú como estas?
-Yo… Bien creo… ¿Dónde estoy? ¿Cuándo me llevaran a Azkavan?
-No vas a ir a prisión Draco – El rubio lo quedo mirando incrédulo – Desde hoy vivirás conmigo, digamos que hice un pequeño golpe de estado y cambie todo en el ministerio.
-Pero… ¿Estás loco? Tú no eres Potter, definitivamente esto es un sueño.
-No, no lo es… Mira, digamos que me aburrí de los abusos y ordene las cosas, desde ahora yo estoy a cargo de ti. Aunque Arthur me recomendó que estuvieras por un tiempo sin varita, digamos que… para no despertar descontento en el mundo mágico y vean que no eres una amenaza.
-Y pasare a ser tu esclavo – Dijo el rubio melancólico, no es que le importara mucho lo que pasaba con él, sino más bien, porque pensaba que Potter era diferente a los otros, pensaba que para Potter él era una persona, pero al parecer se había equivocado.
-No, no eres mi esclavo – Dijo el moreno rápidamente, y sin pensarlo se acercó a él y le acaricio la cara – Tu ya no eres más esclavo de nadie, yo quise que te quedaras conmigo para poder cuidarte. Si quieres puedo darte un trabajo y así te sentirás útil, no quiero que pienses que eres de mi propiedad, yo…
-¿Por qué Potter?
-Por qué me gustas Draco – Y lo soltó Harry sin más, siempre fue sincero y expuesto en sus sentimientos, sabía que una forma de poder acercarse y sanar al rubio era hablar con la verdad, y que mejor que decirle lo que sentía, era bueno abrir el corazón y ambos se necesitaban, ambos debían empezar a vivir denuebo.
Ambos, porque desde ahora en adelante estarían juntos. Ninguno de los dos estaría solo.
********** Continuara *********