// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
10.- SOMBRAS DEL PASADO…
-Sabes que te amo Draco, con todo mi corazón – Dijo una vez disuelto el beso pero sin dejar de abrazarle, mirándolo fijamente.
-Lo se Harry y yo también te amo, con toda mi alma – Y así siguieron besándose, pero poco les duro porque apareció James a reclamar compañía. Pero Draco sabía que después vendría una larga noche de castigo, donde estarían solos los dos, amándose por completo.
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Draco miraba el banquete distraídamente, esa noche había tenido que acompañar a Harry a la fiesta de aniversario del cuerpo de aurores, dejando a James con Ginny en la casa de ella, y como Potter era el héroe obviamente no debía faltar, el moreno había insistido en que lo acompañara, Harry había determinado que ya estaba bueno de ocultar al rubio y que el mundo mágico debía de una vez por todas darse cuenta que estaban juntos y dejarlos en paz. Cuando lo vieron llegar juntos hubo un pequeño silencio, Draco quiso arrancar de ahí enseguida, pero la mano de Potter se lo impidió. Caminaron por el gran salón juntos, Harry jamás lo soltó. Después de unos minutos la concurrencia volvió a conversar, la sola presencia y mirada Harry les había dado a entender (sin pronunciar ninguna palabra) que no se metieran. ¡Que poder tenía ese hombre sobre ellos! El moreno podía ser un ser extremadamente amable y complaciente con él, pero que diferente era con el resto, Draco noto en la mirada de los asistentes respeto y miedo, ninguno se atrevió a criticarlo y mucho menos juzgarlo, solo guardaron silencio y siguieron su vida como si nada, de seguro que cuando estuvieran solos los descuerarían con malos comentarios, pero delante del moreno nada, todos se mantuvieron con sonrisas forzadas y complacientes. Todos intachables ante ellos.
El mundo mágico siempre había sido clasista y rencoroso, no lo iba a saber el, que venía de una familia aristócrata y llena de prejuicios. Sonrió de medio lado, si su padre lo viera en estos momentos siendo la pareja del héroe y cumpliéndole todos sus deseos, convirtiéndose en la mujer en esa relación, le daría un infarto. Draco últimamente pensaba que el hijo ideal para Lucius Malfoy habría sido Harry Potter, el moreno era fuerte, exitoso, poderoso e inquebrantable, su padre habría estado con el pecho hinchado de felicidad mostrándolo a todos y planeando grandes negocios con su matrimonio. Su padre siempre espero tanto de él, poniendo mano dura en su educación. Marcándole con golpes su sangre y superioridad social, para al final terminar siendo asesinado y dejando a su familia y su fortuna a la merced del infortunio y el Winsengamont. Que equivocado estaba Lucius y que caro pagaron ellos su error. Por lo mismo Draco había cambiado tanto, la condición social no traía nada bueno, el orgullo tampoco. Había que ser un sobreviviente para saberlo, había tenido que lidiar con el dolor y la humillación para darse cuenta, no seguiría sus mismos pasos, él quería ser feliz y estar con la gente que lo amaba, no con las personas que le sonrían de frente y lo apuñalaban por detrás. En esos momentos Potter era su todo, y era feliz, sin importar que el en esa relación sea el complaciente o el de abajo, daba lo mismo si había amor, ese solo sentimiento que su familia jamás había poseído, por lo menos nunca hubo un amor de padre. Y eso Draco definitivamente no quería para él.
En esos momentos se encontraba arrinconado detrás de una mesa, el moreno le había sido arrebatado de su lado por el ministro Arthur Weasley para presentarlo con las altas autoridades de otros países que venían a la fiesta, y él se había quedado ahí, solo. Pero no le molestaba mucho, la verdad es que hubiera preferido mil veces quedarse en la casa con James que ir a la fiesta. Draco se había acostumbrado a estar encerrado, nunca había sido muy sociable, arrogante sí, pero simpático y sociable no. De vez en cuando sentía la mirada del moreno en él, sonrío, Potter jamás cambiaria, podría estar muy lejos pero sus pensamientos y preocupaciones siempre estaban con el rubio. Y eso le encantaba. A lo mejor no tenía gran poder y grandeza, pero él era el único en domar a ese demonio llamado héroe, era el único que con un solo gesto podía desconcertarlo y tenerlo comiendo de su mano. Era muy infantil la satisfacción que sentía pero le gustaba, por lo menos le alimentaba un poco su alicaída autoestima.
Se retiró al balcón del castillo donde estaba el evento, necesitaba aire fresco, quería estar fuera del bullicio y algarabía. Estaba tan concentrado mirando el jardín que no noto que alguien se acercaba y se colocaba a su lado.
-Hola… ¿Eres Draco Malfoy verdad? – Un joven rubio de ojos azules lo miraba amistosamente, Draco lo conocía pero no sabía de donde, el hombre era alto, unos 10 centímetros más grande que él.
-¿Te conozco? – Fue su cortante saludo.
-Bueno, es normal que no te acuerdes de mi – Le sonrío y le extendió la mano – Soy Roger Monroy, cuando niños nos conocimos en tu mansión, mi padre hacia negocios con el tuyo, es normal que no te acuerdes fue hace como 10 años.
-Haaa – Dijo el rubio inexpresivo, sabía que lo conocía pero apenas se acordaba donde, tampoco le dio la mano – Hola ¿Veo que te acuerdas bien de mí?
-Sí, es algo difícil olvidar tu cara – Dijo nuevamente sonriendo, Draco entorno los ojos – A sido un largo tiempo desde entonces. Veo que tu vida ha cambiado mucho.
-Sí, algo – No paso desapercibido en Roger las pocas ganas del rubio en seguir con la conversación.
-Volví hace algunos días de Estados Unidos, me invitaron a esta fiesta, jamás pensé el encontrarte aquí. Me alegro mucho de verte nuevamente.
-¿Qué quieres? – Dijo Draco cortando la conversación de una vez.
-Nada, solo saludarte y recordar viejos tiempos – Dijo el hombre, nunca quitando su sonrisa.
-No deseo recordar nada, lo siento, voy a entrar – Le dio la espalda para irse, Roger lo tomo del brazo.
-¡Espera! No quiero nada malo… solo conversar ¿Acaso es malo eso? – Cuando volteo el rubio, lo soltó.
-No tengo muy buena fama aquí, es mejor que no te vean conmigo.
-Creo que eso lo puedo decidir yo, no me molesta mucho lo que digan de mi – Draco quedo pensativo, haciendo memoria, efectivamente habían jugado algunas veces en la mansión, Lucius había sido enfático con él al ordenarle llevarse bien con Roger, sobre todo porque era un buen negocio. Y el chico había sido muy simpático, se habían llevado bien, esa fue una de las pocas veces que Draco disfruto de ser amigo de alguien. Draco suspiro, no había nada de malo conversar con alguien extraño, asintiendo con la cabeza se quedó, escucho atentamente el monologo de su acompañante, Roger tenía como 5 años más que el pero era un niño casi en su forma de hablar, en unos minutos se encontró riendo de las tonteras que hablaba – No has cambiado mucho – dijo de repente Roger.
-¿Qué? No, estas equivocado, ya no soy la persona que era antes.
-Bueno, eso es verdad. Pero físicamente eres igual, más alto, pero igual de bonito como te recordaba.
-No digas eso – Dijo seriamente Draco, últimamente que manía tenían los hombres de encontrarlo atractivo, o quizás nunca se había dado cuenta como lo miraban realmente – No es correcto.
-¿Por qué? Si es verdad, siempre te mire, desde niño, solo que tú nunca lo notabas ¿Es por Potter verdad? Sé que estas con él.
-Roger no entiendo a qué va….
-Draco – Ambos rubios se voltearon al oír al moreno, este los miraba seriamente, Draco conocía muy bien esa mirada – Es hora de irnos.
-Si – Dijo tranquilamente el rubio – Adiós Roger un gusto verte – El rubio se acercó al moreno lentamente, Harry no quitaba la mirada del otro hombre.
-Hola, soy Roger Monroy, un placer – Dijo en modo de saludo amistoso a Harry.
-Hola – Fue la tajante respuesta del héroe – Vamos Draco, es tarde – El rubio asintió con la cabeza, de seguro iba a tener que dar explicaciones en la casa.
-¿Volveré a verte Draco? – Le pregunto Roger inocentemente.
El rubio primero miro a Harry que lo observo indiferente y luego al otro rubio.
-No lo creo, adiós.
Los dos desaparecieron al gran comedor tomados de la mano, Roger los miro hasta que desaparecieron de su vista, luego se volteo mirando al jardín pensativo.
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Y como lo esperaba Draco, solo al llegar a casa Harry le armo una escena de celos horrible, no se dieron ni cuenta de cuando habían empezado a gritar ambos.
-¡No es justo que me digas eso! ¡¿Qué culpa tengo yo que él quiera hablar conmigo?! Porque eso hicimos, solo hablar ¿Quién te crees que soy?
-¡No me vengas con eso! ¡Él no tenía ninguna intención de hablar contigo! ¡Quería algo más! ¡Lo sé!
-¡Pero no pasó nada! ¡Nada! Estoy harto de esto… Siempre dando explicaciones ¡Tus estúpidos celos me están hartando!
-¡Bueno así soy yo! ¡Si te molesta tanto puedes largarte cuando quieras! – Harry lo dijo sin pensar, no habían sido palabras ofensivas pero en la situación del rubio eran humillantes, Draco no tenía a donde ir, ni una casa o familia donde llegar, solo estaba Harry y lo estaba casi echando, Draco cerró los ojos fuertemente tratando de contener su furia y vergüenza, y tratando de darle un final a la conversación se dio la vuelta para irse - ¡¿A dónde vas?! Todavía no he terminado de hablar – Harry estaba tan enfurecido que no media lo que hacía y decía, el hecho que lo dejaran hablando solo lo enfurecía más.
-Voy al cuarto, ya no quiero hablar contigo – Dijo dolido el rubio.
-Aquí no se hace lo que tú dices ¡Si no lo que yo digo! – Lo tomo del brazo y lo volteo fuertemente.
-¡Suéltame! ¡No quiero hablar contigo!
-¡He dicho que no te vayas! – He inconscientemente el moreno levanto la mano para pegarle al rubio.
-¡¿Qué?! ¡¿Me vas a pegar?! ¡Pues hazlo! ¡No serás el único hombre que lo ha hecho! – Dijo furioso Draco, con lágrimas en los ojos - ¡Hazlo! ¡Pégame! Y trátame como lo que soy para todos ustedes, mucho habías demorado ¡Pégame! ¡¿Qué esperas?! ¿Y después que, he? Me voy a dormir a las mazmorras, invitaras a tus amigos y harán un festín conmigo, una competencia de quien me pega más fuerte, quien me quiebra más rápido ¡Hazlo de una vez! ¡Ya no dilates más esto! – El rubio ahora sollozaba fuertemente con la cabeza agacha, esperando, que viniera el primero y luego el segundo, el tercero, hasta que perdiera la cuenta de todo. Volviendo nuevamente a su pesadilla. De los celos infantiles habían pasado a otra cosa, jamás pensó que Harry tratara de pegarle. Dolía mucho.
-No… - Harry al parecer con los sollozos del rubio había reaccionado – Yo no… Lo siento - Draco el sentirse soltado por el moreno, se dio la media vuelta y se fue a su habitación llorando amargamente, no volteo a ver al moreno.
Harry cayo al sillón estrepitosamente ¿Qué demonios había hecho? ¿Cómo había reaccionado de esa manera tan violenta con Draco? A sabiendas de todo lo que le había ocurrido al rubio en el pasado ¡Era un imbécil! ¡Un estúpido! Se tapó la cara y sintió que varias lagrimas estaban cayendo de su cara, casi había cometido el peor error de su vida. Se quedó por un buen tiempo ahí, calmándose y pensando en cómo iba a remediar esta situación.
El rubio estaba en su habitación cansado, enojado y deprimido. Si bien era bastante paciente con los celos del moreno, pero esa noche de recuerdos lo tenía con la sensibilidad a flor de piel y un poco harto por la situación, como nunca, habían peleado de manera violenta e hiriente. Estaba demasiado dolido para hablar con alguien, le costó bastante calmar las lágrimas, pero ya estaba más calmado, pero el dolor en su pecho no menguaba. Jamás pensó que Harry llegaría a esa reacción. Y dolía mucho. Se acostó en la gran cama matrimonial y se acurruco en su lado, estaba demasiado agotado emocionalmente para seguir peleando y por sobre todo no quería pensar en nada más.
Como a la hora después entro Potter al lugar, al parecer un poco más calmado, Draco se acurruco más y se tapó completamente. No quería verlo y en lo posible escucharlo. No ahora.
-Draco debemos hablar – Dijo tratando de destaparlo, el moreno escuchaba angustiado.
-No quiero hablar contigo Potter, hoy no por lo menos – Harry trago saliva, cuando Draco lo llamaba por su apellido era porque estaba realmente molesto, aparte que ni siquiera se destapo.
-Pero…
-¡Dije que hoy no!
-Bien – Suspiro desganado el moreno y se acostó de su lado, esa noche, si bien durmieron juntos en la misma cama, no estuvieron abrazados como siempre, de hecho el rubio ni siquiera lo toco. Y Harry sabía que no podía esperar más, la había embarrado con “E” mayúscula. Pero él estaba arrepentido y quería arreglar las cosas. Así que guardándose toda su angustia no dejo nada más esa noche.
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Al otro día Harry se estaba craneando como volver a contentarse con Draco, como pedirle perdón y de qué forma, se sentía muy mal, y la angustia lo estaba matando. Pero una visita inesperada se presentó frente a su oficina, bueno no tan inesperada que digamos, el moreno sabía que ese sujeto traía algo entre manos.
-Hola – Dijo Roger sonriente – ¿Supongo que te acuerdas de mi verdad?
-Hola – Dijo cortante, ahí estaba el causante de su disgusto y mala noche, con una sonrisa perfecta, Harry presentía algo raro en el – Dime ¿Que deseas? – Estaban en su oficina así que por más que hubiera querido echarlo a patadas no podía, debía comportarse como el jefe de aurores que era.
-Mira, voy a ser franco y directo contigo – La mirada sonriente de Roger desapareció y sus ojos se mostraron serios – ¿Cuánto quieres para dejar a Draco en paz y dejármelo a mí?
Harry abrió los ojos, primero por la inesperada propuesta y luego una furia sin control de adueño de él, entendió que el tipo parado frente suyo no estaba bromeando y le quedo más que claro con esa proposición que querían quitarle a Draco, SU DRACO, su amor, su todo. Y eso jamás lo iba a permitir.
********** Continuara *********