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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Hola, de nuevo acá.


He estado pensando que las actualizaciones deberían ser martes y viernes, pero aún no lo sé, lo pensaré mejor. 

Las predicciones de Taemin salieron tal y como él esperaba y eso asustó a Kibum. Taemin parecía conocer tan bien a Minho que él desconocía a Taemin. ¿Dónde había quedado el pequeño que jugaba con él por las tardes? Lejos, muy lejos, porque ese Taemin no era el mismo.


 


Minho había llamado, tal y como Taemin había predicho. Lo había citado en uno sus restaurantes favoritos y Kibum había aceptado. Todo marchaba según el plan. Lo último que quedaba para hacer era cancelar.


 


No estaba tan seguro de esa parte, ¿Cómo esperaba Taemin que Minho se enamorara de él si cancelaria un par de citas? Estaba seguro que había cientos de personas sobre el ahora, soltero, Choi Minho. Minho podía cambiarlo tan pronto quisiera. Kibum pensaba que Minho perdería el interés en él y todo el plan acabaría, pero Taemin decía que sabía lo que estaba haciendo.


 


Decidió confiar en Taemin y si todo salía mal, entonces un peso se quitaría de sobre sus hombros. Desde que todo el plan de Taemin había comenzado, Kibum se sentía paranoico. Y agradecía ser tan buen actor y que nadie sospechara de él, pero aun así sentía que en cualquier momento todo podría salir a la luz.


 


«¿Pero qué posibilidades hay, Kibum?» Taemin había dicho cuando él había confesado sus miedos, «Minho y tú no tienen ningún amigo en común, las posibilidades de que alguien te descubra, son casi nulas» La voz de Taemin era tan decidida que lo convenció sin mucho. Era verdad, Minho y él no tenían ningún amigo en común, o al menos eso esperaba.


 


Miró la hora y entonces se dio cuenta que solo faltaban menos de veinte minutos para encontrarse con Minho. Por supuesto no se encontraría con él, pero tenía que llamarlo y cancelar.  ¿La excusa que debía darle? No tenía ni idea, y se dijo que improvisaría.


 


Tomó el móvil y buscó entre los contactos el nombre de Minho. Se leía ‘Choi Minho’ y Kibum sonrió inconsciente al recordar la manera en que su número ahora estaba registrado en el móvil.


 


—¿Diga? —La voz gruesa de Minho respondió al segundo tono. A Kibum le gustó el sonido de su voz a través del teléfono.


 


—¿M-Minho?—Escuchó su voz y se regañó mentalmente por haber tartamudeado. ¿Minho podía causar eso con solo su voz? Su madre lo regañaría si se enterara de eso, sobre todo de haber dudado con su voz.


 


«Nunca dejes que tu voz tiemble, Kibum. Ellos deben saber quién está al mando» Ella siempre decía y él hacia todo lo posible por complacerla.


 


—¿Key? —Kibum pensó en Minho sonriendo y le gustó aún más. Minho se veía más atractivo cuando sonreía que cuando tenía en su rostro esa mirada seria y calculadora que usaba en sus imágenes publicitarias.


 


—Minho, yo…


 


Kibum calló cuando escuchó pasos acercándose, su mano cubrió el móvil justo en el momento en que DongWoon entraba en la habitación.


 


—¿Kibum? ¿Bebé?


 


Kibum le indicó que se callara y fingió una conversación mientras terminaba la llamada de Minho, sin preocuparse por lo que Minho pudiera pensar. Dongwoon lo observó desde el otro extremo de la habitación con una sonrisa bailando en sus labios.


 


No sabía lo que Minho pensaría de haber terminado la conversación así sin más, pero en esos momentos era lo último que le importaba. Dongwoon seguía ahí esperando, y él termino su falsa llamada, y se dirigió a su novio.


 


—Pensé que no podríamos vernos hoy. —Dongwoon se encogió de hombros y sus manos viajaron a la cintura de Kibum, abrazándolo suavemente.


 


Se sintió incómodo y no sólo por el hecho de casi haber sido descubierto, los abrazos de Dongwoon siempre se sentían así, demasiado impersonales, sin causar ni siquiera un cosquilleo. Dongwoon era una cosa más por las que sus padres estaban orgullosos de él y era como el “extra” de su personalidad y vida.


 


—Quería darte una sorpresa.


 


Kibum sonrió, le dedicó la misma sonrisa de siempre, simple y fría. Dongwoon decía que amaba su sonrisa, se preguntó si sería cierto. Se separó de él y caminó hacia el otro extremo, dejando muchos metros entre ellos.


 


—No debiste hacerlo. Podría haber estado ocupado. Sabes que odio las sorpresas y que la gente se presente sin avisar.


 


Dongwoon simplemente se encogió de hombros, respuestas así no eran nada para él. Kibum lo observó, preguntándose si debía decirle algo a Dongwoon sobre el plan de Taemin. Tal vez no se molestaría, y lo entendería, pero entonces se dio cuenta de lo poco que conocía a Dongwoon. No podría imaginarse la reacción de su novio.


 


—Soy tu pareja, Kibum, debes esperar eso de mí.


 


Cuando la palabra ‘pareja’ resonó en él, se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Aún no le había sido infiel a Dongwoon, no técnicamente, hablar con un hombre en un bar no contaba como infidelidad, o al menos eso esperaba.


 


Pero cuando la relación, que Taemin estaba seguro, funcionaria, no podría decir que no era infiel. Aún no había pensado del todo qué haría, pero estaba seguro que su relación con Dongwoon terminaría pronto.


 


—Deberías haberme avisado, Dongwoon.


 


Dongwoon lo ignoró como de costumbre, y caminó otra vez hacia él. Kibum no quería estar cerca de él, no ese día. Aún tenía una llamada que hacer y esperaba que Minho no estuviera molesto por haber terminado su llamada.


 


Dongwoon, de nuevo, envolvió sus brazos en su cintura y lo acercó a él. Sus rostros estaban a escasos centímetros y Kibum no quería besarlo. Pero Dongwoon no tenía las mismas intenciones, posó suavemente sus labios sobre los de Kibum y lo besó suave y delicadamente.


 


Kibum se preguntó porque su corazón no latía rápidamente y porque no anhelaba besar a su pareja. Dongwoon era lindo hasta cierto punto, era atractivo y siempre tenía sorpresas hacia él. Soportaba ese carácter que tanto había perfeccionado y prácticamente era perfecto. Sólo que no para él.


 


Terminó el beso y se alejó de él. No entendía cómo a esas alturas Dongwoon no lo hubiera dejado.


 


—Salgamos. —Dongwoon dijo, tratando de tomarlo de nuevo. Kibum se movió rápido, alejándose de esa mano que trataba de atraparlo. Se dirigió hacia donde tenía sus bocetos y centró una fingida atención en ellos.


 


—Tengo trabajo que hacer. Lo siento, Dongwoon, pero esta noche, no.


 


El fingió revisar los bocetos unos minutos más hasta que escuchó la suave despedida de Dongwoon y los pasos alejándose. Se sintió mal un momento, pero suponía que era lo mejor.


 


Cuando el clásico ‘clic’ de la puerta cerrándose se escuchó, tomó el móvil y llamó a Minho. Esta vez necesitó de tres tonos antes que Minho contestara el teléfono. No fue recibido con un ‘hola’ o ‘diga’ simplemente escuchó su nombre.


 


—¿Key? ¿Qué sucede?


 


Mordió su labio inferior y dejó que la mentira fluyera.


 


—Minho, lo siento mucho, pero no creo que podamos encontrarnos esta noche.


 


—¿Qué? ¿Por qué?


 


El silencio se hizo después de esas preguntas y Kibum se vio a sí mismo en blanco. ¿Era más fácil mentir a su pareja que a Minho?


 


Cada día estaba peor.


 


—Trabajo. —Miró los bocetos sobre la mesa y habló. —Un gran pedido. No puedes imaginar todo lo que una familia encargó. Pasaré toda la noche en compañía del horno.


 


Estúpido, se dijo, qué clase de palabras eran esas.


 


—Está bien. —La voz de Minho no dejaba entrever su ánimo y pensamientos y eso le molestó.


 


Después de eso la línea murió y Kibum pensó que tal vez el plan de Taemin no saliera como él esperaba.


 


 


 


 


—Conocí a alguien. —Minho dijo a Changmin.


 


—¿En verdad? Qué novedad. —Minho decidió ignorar la ironía en la voz de Changmin, y continuó hablando sobre esa persona. Key.


 


Key, el mismo que había cancelado su cita la noche anterior y con el cual aún seguía molesto. Molesto y confundido. Era la primera vez que una persona había cancelado con él y la primera en cortarle una llamada, también.


 


¿Quién era Key de todos modos? ¿Quién era él para ser la excepción en todo?


 


—Teníamos una cita, pero canceló.


 


Eso llamó la atención de Changmin. Sus ojos se encontraron y Changmin arqueó una ceja, esperando a que continuara. Rió suavemente, pensando que Changmin podía ser curioso cuando quería.


 


—Eso sí que es una novedad.


 


Era una novedad y una molestia. Minho había esperado conocer a Key mejor en esa cita, esperaba que la atracción que había sentido hacia Key no fuera más que de una noche. Key le intrigaba y le gustaba. Le gustó la poca importancia que le dio a su nombre y la manera cortante y un poco fría con que lo había tratado, se preguntó si detrás de ese Key, había otro más cálido, con sonrisas enormes y ojos brillantes.


 


No entendía porque quería conocerlo, sólo sabía que quería hacerlo.


 


—Lo es. —Se encogió de hombros como si no importara, cuando la realidad era otra. —Él es diferente.


 


—Lo mismo pensaste de Taemin, pero no fue así—Changmin estaba en lo cierto, pero no le dio la razón.


Sabía que se había equivocado con Taemin, lo había hecho. Taemin fue encantador al principio, pero solo lo fue porque necesitaba serlo. Key no era encantador y parecía no querer estar en su compañía y eso es lo que hacía a Minho querer estar con él, conocerlo.


 


—Sólo sé que lo es.


 


—Pero el canceló, desde mi punto de vista, él no quiere encontrarse contigo.


 


Eso podía ser cierto, y no sabía si estaba dispuesto a averiguarlo.


 


—O tal vez estaba ocupado tal y como él dijo.


 


Aunque aún le parecía un poco extraño todo. Key había llamado y terminado la llamada tan rápido que Minho solo había podido parpadear. Pensó lo peor y se sintió tonto por hacerlo, apenas conocía a Key y no podía estar preocupándose por él. Lo único que Minho recordaba eran palabras entrecortadas y la palabra ‘trabajo’ siendo pronunciada.


 


—Lo que no importa ya porque él ha perdido su oportunidad, ¿No es así?


 


Changmin esperó su respuesta, Minho lo pensó dos veces. Eso era lo que hubiera hecho si se trataba de otras personas, Choi Minho nunca estaba dispuesto a dar segundas oportunidades. Nunca.


 


Pero no estaba seguro de poder cumplir esa regla con Key.


 


—No lo sé. —No mintió porque Changmin lo conocía demasiado bien. —En verdad que no lo sé.


 


 


 


 


—¿Key?


 


Kibum maldijo en silencio y pensó en Taemin. O el pequeño Lee estaba realmente obsesionado con Choi Minho o todos los Dioses estaban de acuerdo con su plan.


 


Kibum subió la mirada y entrecerró los ojos mostrando un rostro confundido. Dio gracias también por ser un buen actor y poder fingir la confusión de ver a Minho. Se removió en la banca en donde estaba sentado y evitó la mirada de Minho unos momentos.


 


Minho le devolvió la mirada, sus grandes ojos lo miraban fijamente, confundidos, pero también brillantes y felices. Se le secó la garganta al verlo de nuevo. Había pasado una semana desde la última vez que lo había visto, y Minho se veía tan malditamente bien.


 


¿Cómo podía verse bien así?


 


Minho estaba jadeando, el cabello le caía desordenado y húmedo sobre la frente y pensó que no le importaría tocar su cabello aunque estuviera sudado. Su mirada viajó entonces a la camisa de Minho,  era negra y húmeda, se adhería a su cuerpo, marcando su abdomen plano y sus brazos fuertes. Se preguntó que se escondería detrás de la camisa, ¿Serian sus abdominales marcados?


 


Luchó contra él y sus ganas de bajar la mirada un poco más, pero falló. Minho llevaba pantalones cortos deportivos, abrazaban sus fuertes muslos y le quedaban tan bien. Demasiado bien.


 


Se obligó a mirar el rostro de Minho y se encontró con una sonrisa arrogante. Parecía que para Minho su inspección no había pasado desapercibida y sintió sus mejillas calentarse.


 


—Minho. —Asintió en reconocimiento y sonrió un poco, mirándolo a los ojos.


 


—¿Qué haces aquí? —Minho se dejó caer en la banca junto a él. —¿Debo pensar que me estás acosando? —La voz de Minho le dijo que fue una broma, pero Kibum no lo pudo tomar así. Se tensó un momento, antes de recomponer la compostura y fingir molestia. 


 


—¿A ti? No, gracias. —Minho rió suavemente y él sonrió. —¿Qué haces tú aquí?


 


Cuando Minho rió de nuevo esta vez más fuerte, Kibum se sintió tonto al preguntar. Era obvio lo que Minho estaba haciendo ahí y él lo sabía perfectamente. Taemin le había informado de la agenda de Minho. Según el pequeño, Minho salía tres veces a la semana a correr, Minho rara vez cambiaba su agenda, la única manera en que lo haría era si se encontraba en la grabación de una nueva producción.


 


—Bueno, creo que es obvio. Salí a correr. —Kibum asintió distraído. —¿Y tú? Aun no me has dicho porque estás aquí.


 


—Acabo de salir del trabajo y sólo quería caminar un momento antes de regresar a casa—Mintió y pensó en que lo que había planeado con Taemin.


 


Taemin estaba seguro que lo encontraría ahí y le había dicho que fingiera que todo era una casualidad. No había visto a Minho en más de una semana, ni lo había llamado de nuevo. Taemin creía que eso sería suficiente para que el interés de Minho hacia él creciera.


 


—¿Trabajas por aquí? —Minho preguntó la curiosidad bañando sus palabras—No me digas que en esa pequeña pastelería a dos calles de aquí. No me gusta el dulce, pero los pasteles que venden ahí son demasiado buenos.


 


Kibum se perdió en las palabras de Minho y guardó el dato en su mente. Minho parecía amar esos pasteles en verdad, o al menos eso creía por la forma en que sus ojos brillaron y su sonrisa se había ensanchado.


 


—No, no trabajo en ese lugar—Era la primera vez que no mentía y se sentía realmente bien. —Es un lugar en unas calles más adelante.


 


Muy, muy lejos y ni siquiera es una pastelería, Kibum pensó.


 


—Es una lástima, pensé que tú eras las manos maestras detrás del pastel. —Kibum sonrió, la primera gran sonrisa del día.


 


Él en verdad hubiera querido ser la mente maestra detrás de ese pastel, pero no lo era. Recordó su realidad y frunció el ceño. En verdad, deseaba poder decir que esa era su profesión sin que fuera una mentira, pero no era así.


 


—¿Qué pasa? —Minho estudió su rostro. —Si tanto quieres que amé tus pasteles entonces solo tienes que prepararme uno. Estoy seguro que son mejores que los de ese lugar.


 


¿Acaso era Minho así? ¿Esa era la personalidad, la persona, por la que todos caían rendidos? ¿Por eso todos estaban enamorados del gran Choi Minho?


 


Él sabía que no podía hacerlo, pero con las palabras de Minho resonando en su oído, su corazón comenzó a latir un poco más de prisa. Mucho más rápido.


 


—¿Eso le dices a todas tus conquistas? —La pregunta escapó de él, pero no se arrepintió. —¿Eres encantador y sonríes magníficamente para que todos caigan a tus pies?


 


La sonrisa de Minho se extendió en su rostro. Sus ojos se encontraron y Kibum se vio incapaz de apartar la mirada. Se veía diferente con la luz de la luna cayendo sobre él, se veía más auténtico y real. Parecía un niño con el cabello despeinado y esa sonrisa. Y a Kibum le gustó más ese Minho que el que las cámaras mostraban.


 


—¿Crees que mi sonrisa es magnífica? —Kibum rodó los ojos y ocultó una risa.


 


—Escuché en el trabajo a una chica decir que la sonrisa de Choi Minho era magnífica. No creía que fuera verdad, pero parece que es así.


 


—Yo creo que tu sonrisa es magnífica.


 


—No creas que por decirme eso me llevaras a tu cama.


 


—No quiero eso. —Kibum arqueó una ceja. —No quiero decir eso… —Kibum esperó, tratando duramente de no reír. —No lo hagas más difícil, Key. Sabes a lo que me refiero.


 


Él esperaba que fuera así y no otra cosa diferente. Minho se escuchaba sincero así que decidió creerle.


 


—Está bien, entiendo.


 


Se quedaron callados. Kibum esperaba no haber arruinado todo con sus palabras. Taemin estaría muy decepcionado sino lograba su plan. Nada de esa conversación estaba en los planes de Taemin, él decía que debía hacerse el difícil y así Minho lo buscaría, pero la conversación se había descontrolado desde que los pasteles se hicieron presentes. Los pasteles tenían la culpa y el Minho encantador también.


 


Observó a Minho tomar su móvil y teclear algunas cosas, después miró al cielo y frunció el ceño.


 


—Creo que es momento de que me vaya. —Se incorporó y se movió incómodamente. —Fue agradable verte, Key.


 


Se despidieron con un gesto de la mano y Kibum vio la espalda alejarse de él. Pensó que esta vez el plan de Taemin fallaría y sintió el impulso de arreglarlo todo.


 


—¡Minho! —Gritó mientras se ponía de pie y se aceraba solo un poco a él. —¿Volveremos a encontrarnos?


 


Minho lo miró unos largos minutos, se preguntó qué estaría pensando. No podía leer su rostro, ni imaginarse que pasaba por esa cabeza, Minho era una pieza difícil de leer. Después de lo que pareció una eternidad las esquinas de la boca de Minho se elevaron suavemente, mientras asentía.


 


—Definitivamente. 

Notas finales:

Y esto por hoy. Yo quería una historia corta, pero creo que eso no sucederá, en fin. Les dejo por aquí mi FB: Kenia. Por si quieren agregarme y conocerme (?)


¡Nos leemos pronto! 


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