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/ Pensamientos /
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back---------
7. OPCIÓN Y DESICIÓN…
** Capitulo anterior **
-Disculpe señor Potter un chico lo busca – Ambos hombres que estaban conversando se pararon extrañados, Omar se hizo a un lado dejando ver a Cris. Draco pudo sentir el temblor en el cuerpo de Harry al ver a ese chico y le extraño ¿Quién sería?
Harry al verlo se estremeció, su mundo daba vueltas a 360 grados, Cris, su Cris estaba frente a él, con su encantadora sonrisa. Todo desapareció a su alrededor y sus ojos solo enfocaban a su traicionero amor.
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Draco observo las reacciones de Harry y entendió a quien tenía frente de él, sonrió de medio lado con una mueca sarcástica, nada típico de él. Así que ese era la sombra con la cual él tenía que luchar. El espectro engañoso e inscrustrado tan fuertemente en el corazón del moreno ¿Pero cómo había llegado ahí? ¿Cómo se había enterado que el moreno estaba ahí? Todo era muy extraño, pero al fin de cuentas tampoco importaba mucho. Él no tenía ningún tipo de relación con Harry, no eran nada, solo amigos ¿Qué importaba que ahora que ese chico apareciera? Draco ya había dado esa batalla perdida y ahora se daba cuenta que le guerra también. Si en algo había avanzado con el moreno ahora retrocedía a pasos agigantados. La cara y reacción de Harry se lo decía.
-Veo que te quedaste impresionado amor – Dijo melodioso Cris, sabía que el moreno estaba dolido, y era para no estarlo. Pero él tenía su encanto, llevaba años de experiencia. Harry podría evitarlo por un tiempo, pero caería en sus brazos, como siempre.
Harry estaba inmutable ¿Cuantas veces había deseado ver de nuevo a su ingrato amor y ahora que lo tenía frente del no reaccionaba?
-Harry ¿Estas bien? – Draco se acercó al moreno y le toco el hombro preocupado, el moreno reacciono y miro al rubio, después se giró al pelirrojo, ambos hombres eran tan distintos pensó, Cris fuego que quemaba y Draco miel que endulzaba.
-Amor… - Dijo Cris acercándose al moreno – ¿No te da gusto verme? ¡He viajado tanto para estar contigo! – Ahora el chico se arrojó a sus brazos y lo abrazo fuertemente, Draco se hizo a un lado, mirando la escena angustiado, a pesar de todo dolía. A pesar de que él ya había dado el paso al costado. De pronto vio que la cabeza del pelirrojo se giraba hacia él y le sonreía malicioso. Draco se sorprendió y más sospecho de cómo había llegado el tal Cris. Esa mirada le había dicho sin palabras “Es mío”. Harry en una reacción rápida le devolvió el abrazo, a pesar del dolor y sufrimiento, Harry amaba a ese chico, lo quería y deseaba. Su cuerpo lo había echado tanto de menos. Y ahora tenerlo ahí, era una oportunidad única. Su cuerpo reaccionaba a ese contacto pasional. Ambos cuerpos llevaban años conectándose y entregándose.
-Cris… - Dijo seriamente Harry y suspiro derrotado - ¿Por qué? – Y los ojos del moreno se llenaron de lágrimas, que después cayeron por su cara.
-¡Lo siento!... ¡Lo siento tanto mi amor! Pero… ¡Tenia tanto miedo! – Dijo lastimosamente Cris, apretándose más al moreno, sabia que ese era el camino para conseguir el perdón, Harry siempre había sido débil a sus ruegos – ¡Sé que debes odiarme! ¡Hasta yo me odio por esto! ¡No quería sufrir y tenía miedo! ¡Perdóname por favor! ¡Te amo! – Y el chico también lloraba, era tan buen actor, tan conocido su libreto. Años practicándolo, las lágrimas casi salían solas.
Draco al ver la escena decidió retirarse, sobraba en ese lugar, no había que ser muy inteligente para no darse cuenta. Harry ni siquiera lo echo de menos, Cris seguido cada detalle del rubio. El pelirrojo sabía cuál era su amenaza. Y lo analizo, ese era el tan famoso Draco Malfoy, que traía vuelto de la cabeza a un Marques lunático. Era bonito si, y refinado, pero a sus ojos no tenía nada de especial, nada.
-¿Señor se encuentra bien? – Pregunto preocupado Omar al ver a Draco tan pálido en su habitación, solo.
-Estoy bien – Dijo mirando por la ventana, el viejo lo miro serio, no creyéndole mucho – Es verdad Omar, estoy bien. Tranquilo.
-¿Y que va a hacer ahora?
-Nada, a mí no me corresponde interferir en esta relación.
-Pero… Usted…
-Tranquilo Omar, vamos a salir adelante – Se levantó y se acercó al mayor – Ahora solo nos queda esperar la respuesta del banco, nos ira bien, ya lo veras.
-Espero de todo corazón que así sea señor. Pero también esta lo otro.
-Vamos a salir adelante – Draco involuntariamente se todo el estómago aun plano – Solos… Ya verás que lo lograremos – Lo dijo más que nada para convencerse el mismo.
Y como se esperaba, Cris convenció a Harry, con palabras dulces y suplicándole perdón. Llorando amarga y lastimosamente, el libreto estaba tan ensayado y aprendido, lágrimas y suplicas hacían un efecto inmediato. Y Harry sucumbió, porque lo amaba o eso creía realmente.
Draco se mantuvo firme en eso de hacerse a un lado, cuando Harry le informo que por un tiempo corto Cris se quedaría en la casa, para después ambos irse hacia una nueva vida. El rubio asintió sonriente y les deseo buena suerte. Draco volvió a su rutina, salía temprano de la casa y volvía tarde, casi siempre de muy noche. Y si estaba para la cena lo hacía en su habitación. Pero algo molestaba al moreno, no sabía por qué pero el distanciamiento con el rubio le afectaba, extrañaba sus charlas y caminatas, sus sonrisas y miradas tiernas, echaba de menos esa miel que cubría el entorno del rubio. Las noches de pasión con Cris no se hicieron esperar, pero algo faltaba, el vacío de su corazón no se llenaba solo con eso. Y el pelirrojo lo notaba, por más que se empeñara en entretener al moreno, Harry ya no era el mismo.
-¿Tu sabes que el mío verdad? – Le había soltado Cris una tarde en la biblioteca al rubio, este estaba revisando unos papeles que faltaban para el préstamo – Harry no te ama, el me ama a mi ¿Lo sabes verdad?
-No sé de qué hablas – Dijo inexpresivo Draco, ya llevaban más de dos meses viviendo juntos en el lugar, Draco se había dado cuenta que el pelirrojo aprovechaba cada vez que él se asomaba para tirársele encima al moreno. Pero Draco no caía en sus provocaciones, su Papi siempre le había enseñado que uno siempre debía ser digno, nunca dejarse caer en provocaciones vánales y discusiones, mantener la cabeza fría en situaciones embarazosas y extremas. Y eso estaba haciendo el rubio, no dejarse caer, pero tampoco entendía mucho al pelirrojo, Harry a él (Draco) no lo quería, entonces ¿A qué le temía Cris? Pero el otro muchacho sabía mucho de la vida y del amor, y comprendía que Harry estaba sintiendo una atracción por el rubio, a pesar que este se alejaba de ellos, el moreno siempre estaba al pendiente de él, siempre buscándolo con la mirada, atento a todos sus movimientos y expresiones, debía moverse rápido, o sino su plan se iría al basurero y su dinero dependía de alejarlos lo más rápido posible. Al fin de cuentas el rubio había salido más difícil de acabar que ninguno que se le allá cruzado. Draco no caía en sus provocaciones y eso en parte era aburrido, había pensado verlo triste y acabado en cada rincón de la casa, pero había sido todo lo contrario.
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-¿Porque te has demorado tanto? ¡Te dije que lo sacaras de ahí! – Le grito Voldemort a Cris y lo tomo del brazo apretándolo fuerte - Recuerda el trato ¡Ya la paciencia se me está acabando!
-¡Lo sé! ¡Pero es Harry! Todavía no quiere irse – El chico trataba de zafarse del agarre.
-No me interesa si es el o tu ¡Sácalo de aquí! ¡Llévatelo lejos! Para eso te estoy pagando, y mucho – Ahora el Marques lo soltó y arrojo al suelo – ¡No tientes a tu suerte ratita! Conmigo no funcionan las excusas y las lágrimas - El muchacho se levantó y se sacudió la ropa, estaba enojado también, las cosas no estaban resultando tan fáciles como él creía, sentía que estaba perdiendo sus encantos – Tienes una semana, nada más. Si ustedes no se van entrare yo y los sacare, perfectamente pueden tener un accidente trágico.
-¡Me estas amenazando! – Dijo furioso el chico.
-¡Si, tal cual como escuchas, ya he esperado suficiente! ¡Una semana y nada más! ¡¿Me escuchaste?!
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-¿Has estado bien? – El moreno había encontrado al rubio en la biblioteca y aprovechando que no estaba Cris se acercó a hablar con él. Estos últimos días había sido tan difícil encontrarlo y conversar, extrañaba tanto eso, su compañía, su calor, su sonrisa pura y ánimo.
-Harry ¡Hola! – Dijo sorprendido Draco – Si, he estado bien, gracias.
-Pero me has estado evitando estos días, lo he notado ¿Es por Cris? – Pregunto curioso el moreno, una parte del ansiaba la respuesta afirmativa.
-No – No supo por qué pero Harry se desilusiono – He estado muy ocupado, lo siento. También es bueno que ustedes estén solos, llevaban mucho tiempo separados - Que bien le salía a Draco decir todo eso y que mal se sentía decirlo.
-Te he echado de menos… – Dijo sinceramente Potter y se asustó por lo mucho que lo ansiaba, estar con el rubio era tan distinto a lo conocido por él. Las palabras le habían salido del corazón, tan rápido que ni él las pudo parar. Draco hizo una mueca parecida a una sonrisa. No sabía si creerle o no. Pero prefirió cambiar el tema.
-Mañana sabré la respuesta del banco – Dijo tranquilo Draco a Harry.
-¿En serio? ¡Eso es una buena noticia!
-¡Sí! Estoy nervioso – Dijo intranquilo y ansioso el rubio, y le sonrió con tranquilidad, dándose un gustito.
-Estoy seguro que te ira bien, eres una buena persona, te lo mereces – El moreno se acercó al rubio rápidamente y le abrazo, necesitaba tocarlo ¿Por qué? No lo sabía – Draco yo…
-Harry… ¿Qué… - Draco lo miro fijamente y vio que la cara del moreno se acercaba a él, verde y plata se miraban, se conectaban, se necesitaban, solo centímetros lo separaban de un beso, escasos, faltaba tan poco, para comunicarse con el cuerpo, las palabras simplemente sobraban.
-¿Harry…? – Escucharon que Cris se acercaba por la entrada principal y buscaba al moreno, ambos reaccionaron a su trance y se separaron deprisa, agitados e impactados por lo que estaban a punto de hacer - ¿Dónde estás? Quiero hablar contigo – El pelirrojo entro a la biblioteca y los vio, estaban distanciados, pero la cara roja de Draco los delato, él no era ningún estúpido, sabía que algo estaba ocurriendo ahí. Debía actuar rápido el rubio era una amenaza latente para él y de pronto se le ocurrió una idea genial, si quería cortar esa fina línea que los unía esa era su oportunidad, debía ser rápido y preciso, como un zarpazo de puma – ¡Mi amor estabas aquí! – Cris se arrojó a los brazos de Harry que todavía seguía inmóvil. Draco se hizo a un lado y decidió salir del lugar – No te vayas Draco por favor...– Su voz melodiosa de siempre, dándole a entender a los demás que el supuestamente no se había dado cuenta de nada – Tengo algo muy importante que decirle a Harry y quiero que tú seas testigo de nuestra felicidad – Draco y Harry lo miraron intrigados - ¡Estoy embarazado Harry! ¡Seremos padres! – Y el pelirrojo abrazo al moreno fuertemente, Harry abrió los ojos y miro a Draco, entre asustado y sorprendido, la mirada de Draco cayó al suelo, otro hijo venia en camino, pero la diferencia era que el de él no había sido hecho por amor.
-Te… Los felicito… - Dijo Draco a los segundos de salirse del shock, mordiéndose los labios angustiado, pero no debía flaquear y mucho menos demostrar cuanto le afectaba, no ahora – Ahora con permiso, es mejor que estén solos – Y salió lo más rápido que pudo de ahí, se encerró en su habitación y lloro amargamente, en pequeños instantes se había ilusionado, pero la realidad siempre había sido mortífera y cruel con él.
Harry en ese momento no supo que sintió ¿Impresión? ¿Alegría? ¿Desilusión? No, no lo sabía bien, lo que estuvo a punto de hacer con el rubio había sido más que deseo, y mucho menos una acción carnal, era algo distinto e inexplicable, la conexión que tenía con él era otra, no había lujuria ¡Era tan difícil explicarlo! Pero Cris se veía tan contento con la noticia, tan ilusionado, no le podía romper el corazón con sus dudas, menos ahora que venía un nuevo ser en camino, suyo y del ¿Cuánto tiempo no lo había deseado? Estar juntos y formar un familia, pero… ¿Por qué ahora no se sentía “tan feliz”? ¿Por qué?
El día siguiente había llegado y Draco volvió a salir temprano, ese día tenía la noticia del banco, su única esperanza. Paso todo el día fuera, solo en la tarde volvió a su hogar, encontrándose con unas maletas en el living de su casa, extrañado.
-¿Y cómo te fue? – El moreno bajaba de las escaleras con otras maletas más en sus brazos, se acercó a él curioso.
-¡Draco, que bueno que has llegado! – Cris salió de la cocina sonriente, se veía muy feliz – Harry no quería irse sin saber cómo te fue.
-¿Irse? – Dijo extrañado y sus ojos miraron de frente al moreno - ¿Te vas? – La mirada del rubio era indescriptible.
-Si Draco – Dijo mirando para otro lado Harry, no quería enfrentarlo, no podía – Cris quiere que lo veo un médico de confianza y decidimos irnos… Pero antes, yo… Quería saber cómo te fue con el banco ¿Te dieron el préstamo?
-Si – Dijo el rubio sonriendo, al final ese día había llegado, el día en donde debía decir adiós y separarse para siempre del moreno, entendió que nunca pudo alcanzarlo y mucho menos tenerlo. Ya era inútil retenerlo mas en esa casa, le hacía mucho daño. Omar escuchaba callado unos pasos más allá, entendiendo el dolor silente del rubio.
-Eso es bueno, ahora podre irme más tranquilo – Dijo suspirando aliviado, pero con una desazón a la vez el moreno – Draco… Yo…
-Bueno, bueno – Dijo Cris interrumpiendo al moreno, mas minutos en esa casa serían muy complicados para él, ya se había dado cuenta que Harry sentía algo más que atracción por el rubio, debía cortar ya esa situación – Debemos irnos amor, el tren nos espera – Le sonrío como solo él sabía hacerlo y que hechizaba al moreno – Draco, un gusto y muchas gracias por todo. Te deseo buena suerte – El pelirrojo le tendió la mano en señal de despedida y luego se brazo al brazo del moreno, no lo soltaría hasta que estuvieran bien lejos de esa casa.
-Adiós – Draco sonrío y miro a Harry, en esa mirada había todo, amor, tristeza, dolor e ilusión, el rubio sin quererlo demostraba tantas emociones. Y Harry sintió que algo se le partía, pero ya no podía dar marcha atrás, menos a hora que Cris esperaba un hijo del. Se acercó lentamente al rubio, con el pelirrojo pegado a él y le tendió la mano, al tocarse la descarga que sintieron fue impresionante, la calidez sobrepaso la piel y los huesos, era tan fuerte la conexión como la cobardía del moreno. Pero Harry no lo pensó más y le dio un beso en la mejilla, lleno de angustia y pena.
-Ok… Basta Harry o sino me pondré celoso – Dijo jocoso Cris y lo tiro hacia atrás. El moreno lo miro y comprendió, estaba haciendo un papelón ¿Supuestamente no debería estar feliz porque estaba con el hombre que amaba? Entonces ¿Por qué se sentía tan miserable? Como si estuviera cometiendo un gran error. Suspiro y decidió que era mejor terminar e irse.
-Es cierto, vámonos – Meneo su cabeza y salió rápido de la casa, sabiendo que si miraba hacia atrás se devolvería y no se iría jamás.
Draco lo vio partir en silencio, cada paso que daba el moreno hacia fuera de la hacienda era un recuerdo de lo vivido con él. Sus lágrimas cayeron lentamente, allá iba su gran amor, su vida y su corazón. Pero también le quedaba una esperanza, Harry le había dejado un regalo sin saberlo.
-Señor ¿Esta bien? – Omar le toco el hombro en señal de cariño.
-No Omar, no estoy bien… - Y los sollozos se hicieron más fuertes, aparte de la pena había otra cosa más. Sus manos cubrieron su cara para contener las lágrimas.
-Dele tiempo al tiempo señor, ya lo vera, saldremos adelante, yo lo acompañare y ayudare en todo, ahora que salió el préstamo vera que todo ira mejor – El viejo se sentía muy angustiado al ver a su joven amo tan abatido, por lo que quería darle pensamientos más positivos.
-No es así Omar – Y sollozo más fuerte, la realidad caía a sus pies como grandes bloques de piedra – No existe tal préstamo.
-¡¿Qué?!
-Me lo negaron… Dijeron que no… Ya no tenemos nada – Omar lo miro pálido, el préstamo era la última esperanza de salvar la hacienda ¿Ahora qué sería de ellos? Porque el viejo no pensaba dejar solo al rubio. Draco sollozo tan fuerte, ya no podía aguantar más, estaba todo perdido, la excusa del banco era que no reunía los requerimientos, pero el rubio sabía que había algo más ahí, una mano negra detrás de todo. Tampoco podía decirle la verdad al moreno, no podía atarlo a esa casa y a él, no podía ser tan egoísta, sabiendo que no lo quería. No podía ser una obligación, eso los mataría a los dos. Todo se desmoronaba a pedazos ¿Qué iba a ser ahora? Y sobre todo ¿Qué futuro le daría a su hijo? Estaba simplemente solo y perdido.
***** Fin de la Primera Parte *****