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EL DIA QUE ME QUIERAS por kat-winner

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Notas del capitulo:

Hola, reportándome con el capítulo 11, en este capítulo comienza a desmadejarse el hijo y Harry encontrara la forma de ver cómo acabar con el lord. Draco y Neville cada día son más amigos y harán un pacto de hermandad.

 

 

Cualquier cosa pueden escribirme al mail katwinner24@gmail.com

 

 

Espero les siga gustando, un abrazo.

11.- ARRIESGANDO TODO…

 

 

-Creo que lo asustaste – Dijo calmadamente Neville entrando a la terraza – ¿No crees que fuiste demasiado precipitado y rudo con él? – Neville había visto todo, ya que se escondió detrás de unas cortinas de uno de los ventanales de la casa que daban al lugar.

 

 

-Lo sé – Dijo Harry amargamente – No pude evitarlo ¿No sé si pueda resistir tanto tiempo verlo así Neville? Sufriendo… Su rostro me lo dice, ya ni siquiera sonríe ¡El maldito Voldemort le ha quitado todo! – La cara de Harry era de completa agonía e impotencia.

 

 

-Vamos a casa, es mejor que dejemos a Draco pensar y espero que esto no sea un retroceso. No ahora que he avanzado mucho con él.

 

 

Ambos chicos salieron del lugar en silencio. Ninguno se dio cuenta que desde el segundo piso los miraba marcharse un rubio temeroso con lágrimas en sus ojos.

 

 

 

 

//////////////////////////////////////////////////

 

 

 

 

-Y bien Omar que encontraste – Harry y Nott estaban sentados en un amplio sillón de su casa esperando el informe del mayordomo, el moreno estaba ansioso, llevaba ya mucho tiempo esperando algo que pudiera hacer caer al marqués. Por más que buscara el en sus negocios no encontraba nada, sin lugar a dudas el maldito era astuto y reservado, solo alguien dentro del nido de víboras podría pescar algo y para eso Omar era fundamental.

 

 

-Colagusano lleva casi dos semanas saliendo muy temprano de la hacienda con dirección hacia los puertos locales – Empezó relatar Omar como si nada, no había tiempo para saludos y formalidades, el tiempo apremia y la vida de sus amos también y lo que traía era realmente una bomba - Tengo entendido que en alta mar espera un barco mercantil chino por la posibilidad de embarcar al puerto. Según lo que hablo el mismo colagusano el otro día con copas de más, trae mercancía robada y especies, viene con esclavos de distintas nacionalidades, muchos de ellos niños. Se podría decir que son una especie de piratas. Voldemort lleva un tiempo negociando con ellos, creo que junto al gobernador de la región están falsificando permisos para que el barco pueda atracar y así ellos quedarse con la carga, pagando una cantidad mínima y ahorrándose los impuestos.

 

 

-¿Eso te sirve Theo?

 

 

-¡Por supuesto Harry! ¡Mi padre estará encantado con esta noticia, no solo caería el marqués, sino también el gobernador que el rey ha puesto! Esto sí que es importante.

 

 

-No te emociones tanto Nott – Dijo molesto el moreno, debían pesar bien en todo un solo error y estaría todo perdido – Tienes claro que si descubren que somos nosotros los soplones estaremos en peligro, también Draco y Scorpius. Habrá que avisarle a Neville, el pasa mucho tiempo en la casa de Voldemort y este puede hacerle algo antes de que nosotros lleguemos a rescatarlo. De seguro que con el primero en desquitarse seria él.

 

 

-Es verdad – Hablo Nott seriamente, no queriendo imaginarse lo que le podría pasar a su adorado castaño – Neville es el más expuesto en esto, partiré hoy mismo y hablare con mi padre.

 

 

-¿Cuánto tiempo necesitas Nott?

 

 

-Dame una semana Harry, te enviare un telegrama con clave para que nadie pueda descífralo.

 

 

-Bien, lo dejo en tus manos Nott – Se abrazaron y Theodoro partió enseguida.

 

 

-Gracias Omar por todo – una vez que Nott salió, el moreno hablo al viejo que lo miraba seriamente.

 

 

-Sabe perfectamente que no lo hago por usted.

 

 

-Lo sé, pero igual gracias, salvare a mi familia Omar, ya lo veras – El viejo asintió y luego se fue, Omar sabía que estaba arriesgando mucho en esto. Tenía más que claro que si se llegaba a filtrar el soplo que había hecho, estaría muerto. Pero no le importaba mucho, en el pasado no había defendido a su amo, pero ahora si lo haría y si daba su vida en ello, lo haría con gusto. Solo por ellos.

 

 

 

 

///////////////////////////////////

 

 

 

 

-Neville, él es Scorpius – Dijo Draco un poco preocupado, había tomado la decisión de presentarle a su hijo como una forma de devolverle la mano en la confianza, ya que el chico le había contado su doble vida marital. Contándole que Scorpius no era hijo del marques, pero no menciono el nombre del otro padre. Esperaba no equivocarse, si su marido llegaba a pillarlo que mostraba a alguien más al niño sería su fin. El pequeño se acercó al otro hombre dudativo, no estaba acostumbrado a hablar con mucha gente, casi siempre veía solo a su papi y a Omar. Nadie más en la casa hablaba con el – No temas Scorpius, Neville es un amigo – Draco entendió el temor de su niño, en la casa eran tan fríos con él, no entendían por temor a su marido que Scorpius era un niño y solo quería jugar y ser feliz.

 

 

-¡Hola precioso! – Dijo el castaño entusiasmado, adoraba los niños y sobre todo este que era de su primo, la sonrisa sincera de Neville convenció a Scorpius que se arrojó a su brazos a saludarlo.

 

 

Estuvieron casi toda la tarde en el salón donde se quedaban ambos rubios. Draco ese día se permitió relajarse. Neville a pesar de que hablaba mucho era un excelente confidente, Draco no supo porque pero comenzó a confiar en él, quizás porque no tenía a nadie con quien hablar o simplemente por desesperación, necesitaba desahogar los grandes dolores que tenía su vida. Aunque solo le contaba lo que vivía con su hijo. Nunca le conto lo que le hacia realmente Voldemort a él. Draco no quería que un alma tan cariñosa y amable como era el castaño se asustara de la vida y perdiera sus sueños. Neville no merecía saber eso.

 

 

Las visitas a esa habitación se hicieron frecuentes entre ellos, Scorpius era el más feliz, Neville jugaba con el como si fueran de la misma edad. Draco los observaba sonriente. Un día, una idea se le cruzo por su cabeza ¿Y si Neville pudiera sacar a Scorpius de ahí? Una punzada en su corazón le partió el alma, si llegaba a suceder lo que estaba pensando no vería a su hijo nunca más. Si resultaba jamás lo tendría nuevamente en sus brazos, pero eso Draco debía tenerlo más que claro, aunque doliera era una realidad que debía enfrentar algún día.

 

 

-Neville necesito hablarte de tu esposo – Le había dicho Draco seriamente al castaño, tanteando un poco el terreno con el castaño, sentía que no podía ser su amigo si le ocultaba algo tan importante y también era una prueba, como le respondiera el otro chico, le tiraría lo que realmente importaba.

 

 

-¿Qué? ¿Qué sucede Draco?

 

 

-El otro día tu esposo James me… - El rubio estaba nervioso, temiendo la reacción de Neville y sobre todo que este se enojara con él, pero debía contárselo.

 

 

-¿Te beso verdad? – Draco abrió los ojos impresionado, la cara del castaño parecía  normal, casi como si hablaran del clima – No te preocupes por eso Draco, yo los vi.

 

 

-¿Qué? ¡¿Estás diciendo que viste lo que paso y no hiciste nada?! – Definitivamente el rubio no entendía para nada ese matrimonio.

 

 

-Bueno… Si hice algo, rete a James por ser así contigo – Neville hablaba inocentemente de algo que para Draco era grave.

 

 

-¡¿Estas escuchando lo que estás diciendo?!

 

 

-Sí.

 

 

-Pero… ¡¿Qué clase de relación tienen ustedes dos?! ¡Eso no es normal!

 

 

-Bueno… Es algo difícil de entender – Neville rodeo los ojos aburridos, como no podía decirle toda la verdad al rubio, se le hacía muy difícil explicarle todo, de seguro que el rubio pensaba que ambos estaban locos – Ya te dije que yo no amo a Harry y que nuestro matrimonio fue obligado, pues… tenemos un pequeño trato.

 

 

-¿No me digas que James sabe de tu y Nott? – El rubio se puso pálido ¿En la ciudad eran todos así? Tan promiscuos.

 

 

-Digamos que lo presume… Bueno… Hajjj ¿Cómo te lo explico? Es un poco complicado y diferente a como te lo imaginas.

 

 

-No me digas más detalles por favor – Dijo exhausto el rubio, no entendiendo nada de nada ahí.

 

 

-Bueno ¿Y qué te pareció? – Dijo picaronamente Neville a Draco.

 

 

-¿Qué cosa?

 

 

-El beso Draco ¿Qué más?

 

 

-Te recuerdo Neville que fue tu marido quien me beso ¿Acaso no te molesta? ¿O avergüenza? ¿No tienes tu orgullo y dignidad afectada?

 

 

-No, la verdad es que no – El castaño hablo sincero, si Draco supiera realmente la verdad no lo estaría mirando como lo miraba en ese instante, ósea como si estuvieran locos – ¡Pero ya! ¿Dime que sentiste? – Draco volvió a mirarlo extraño – Vamos Draco dímelo, solo quiero saber ¡Muero de curiosidad!

 

 

-¿Lo que sentí? No lo sé en verdad… James me recuerda a alguien de hace tiempo.

 

 

-¿Y ese recuerdo es malo? – Neville necesitaba saber que recordaba Draco de Harry, porque sabía que era Harry.

 

 

-Sí, es malo para mí – La cara del castaño se desencajo, no esperaba esa respuesta – Es un recuerdo muy doloroso que no quiero volver a sentir.

 

 

-¿Es del padre de Scorpius verdad?

 

 

-A veces Neville me asustas – Dijo seriamente el rubio – Adivinas casi todo de mí y eso que he puesto grandes barreras en mi corazón y emociones. No entiendo su matrimonio, solo puedo decirte que si Voldemort descubriera que lo engaño me mataría – Lo último lo dijo sin pensar, casi en son lastimero y preocupado.

 

 

-¿Él te golpea? – Draco palideció aun mas pero no respondió – El silencio otorga Draco – El rubio solo lo miro compungido - Está bien, no me digas nada, no lo necesito, con solo mirarte me queda claro. Tranquilo Draco no se lo diré a nadie – Dijo tratando de tranquilizarlo el castaño – Draco, tú le gustas a James.

 

 

-¿Me estas tomando el pelo verdad?

 

 

-No, estoy hablando seriamente, sé que esto suena a una soberana locura, James confía en mi como yo en él, no puedo explicarlo bien ahora, lo siento, James es un buen hombre, cariñoso y confiable, para mí es como un gran amigo, Draco – Neville se acercó al rubio y lo tomo de los hombros - De verdad nos gustaría que confiaras en nosotros, te podemos ayudar Draco, podemos sacarte de aquí – Draco dio un paso hacia atrás asustado ¿Le estaban proponiendo lo que él creía? ¿Cómo era eso posible? Nunca a nadie le importo que pasara con él y ahora venían unos extranjeros que sabían todo y querían ayudarlo. Era todo tan inverosímil y extraño. Y no sabía por qué diablos pero le daban confianza, sentía en su corazón que podía confiar en ellos, algo en su interior se lo decía. Y por única vez en tantos años se quiso arriesgar, era el todo o nada.

 

 

-Si quieres que confié en ti Neville debes prometerme algo – Ambos chicos se miraron fijamente, Draco tenía la vista seria  – Prométeme por favor que salvaras a Scorpius, solo a él. Si yo te doy las herramientas, prométeme que lo sacaras de aquí y te lo llevaras lejos, donde Voldemort jamás logre encontrarlo ¡Prométemelo Neville! – Draco lo tomo de la mano desesperado, casi suplicando se lo dijo.

 

 

-Draco… ¿Y tú? – Al castaño se le llenaron los ojos de lágrimas, Draco era un ser tan integro y fuerte, que estúpido había sido su primo al dejar a tan noble persona - ¿Qué pasara contigo?

 

 

-Yo seré el escudo de él, no te preocupes por eso.

 

 

-No Draco, las cosas no funcionan así – Jamás Neville y Harry permitiría que les pasara algo.

 

 

-¿Qué?

 

-Puedo prometerte proteger a Scorpius con mi vida, si, lo hare, no te preocupes – Neville hablaba con confianza y parecía una persona muy madura y fuerte – Pero no te dejare atrás. Te ayudare solo a cambio de que tú me prometas venir con nosotros.

 

 

-No Neville… No puedo… El jamás me dejaría…

 

 

-No Draco, debes intentarlo ¡Confía en nosotros! James tiene mucho poder y dinero, en la ciudad es una persona de respeto y renombre, confía en él.

 

 

-Yo ya una vez confié en un hombre y mira como termine.

 

 

-¡Pero ahora es distinto! Danos una oportunidad ¡Solo una Draco! Por favor, Scorpius te necesita a ti, no a mí o a James, solo a ti. ¡TÚ eres su padre! – La confianza y convicción que Neville mostro hicieron a Draco creer, más bien buscar una esperanza ¿Qué más podía perder si ya lo había perdido casi todo?

 

 

-Ustedes son un matrimonio bastante raro ¿He? – Draco suspiro de medio lado, esperaba no arrepentirse después - Está bien – Dijo al final no muy convencido – Pero si algo falla y esta la vida de Scorpius en juego, tú lo tomaras y lo sacaras de aquí, no miraras atrás y no vendrás a buscarme ¿Prometido Neville? – Los ojos del rubio brillaban de esperanza pura, le extendió la mano al castaño para que sellaran el pacto entre ambos, uno que definiría el futuro de los dos rubio en esa casa.

 

 

 

 

//////////////////////////////

 

 

La semana paso velozmente Nott apenas se había bajado del tren, corrió a la casa que arrendaba Potter.

 

 

-¡Neville! ¡Harry! Vengan rápido – Llamo Nott en cuanto entro.

 

 

-¿Theo que sucede? ¿Estás bien? – El castaño corrió a los brazos de su amado.

 

 

-Debemos sacar a Draco y Scorpius de la casa – Harry asintió seriamente – Neville debes ir allá y hacerlo.

 

 

-¿Cuánto tiempo tenemos Theo? – Dijo Harry preocupado.

 

 

-Horas, viene una guarnición del rey a la región.

 

 

-Partiré enseguida – Neville beso a Nott y se despidió de Harry.

 

 

-Cuídate por favor Nev – Nott lo abrazo fuertemente – Te amo.

 

 

-Y yo a ti – Nev y Theo se miraron unos segundos, no había que hablar para trasmitir lo que realmente pensaban – Los esperare en el lugar indicado.

 

 

-Bien, yo avisare a Omar para que tenga los caballos listos – Harry salió a la pajarería, tomo el halcón que usaba para comunicarse con el viejo y envío el mensaje, era corto y preciso “Es la hora” decía el papel. Todos estaban preparados. Todos sabían las instrucciones, Omar debía a sacar a Draco de la casa. Neville los esperaría cerca del rio y los guiaría a las afueras de la ciudad, iba a ser un viaje algo largo. Harry y Nott esperarían a los viajeros y encararían a Voldemort. Era temprano por lo que deberían encontrarlo en la oficina, ubicada en su fábrica.

 

 

A penas recibió el mensaje, Omar preparo 2 caballos, uno para él y otro para Draco. Luego fue donde el rubio.

 

 

-Es la hora señor – Dijo tomándolo de la mano y llevándolo a su habitación. Draco se encontraba en la biblioteca.

 

 

-¿La hora? ¿De qué Omar? – El rubio se dejaba guiar confundido.

 

 

-Tome el oro que tiene para Scorpius y sígame, debemos irnos de aquí. Tome al niño y bajen, yo los esperare en la puerta trasera con los caballos – Draco se puso serio y asintió, confiaba en Omar y Neville le había advertido que pronto pasaría esto.

 

 

Una vez cogido todo y al niño, subieron a los caballos y partieron. Omar hecho en su caballo las cosas y Draco llevaba al niño que estaba feliz por creer que daría un paseo. Ambos con el alma en un hilo. No le avisaron a nadie, todos en esa casa eran leales al marqués.

 

 

Después de una media hora se encontraron con Neville.

 

 

-¿Te lo dije no Draco? ¡Te dije que te ayudaríamos! – Le dijo Neville sonriéndole, dándole en parte fuerzas.

 

 

-Gracias Neville por todo lo que hacen por nosotros – Draco se sentía realmente agradecido de todos ellos.

 

 

Un disparo sonó cerca de ellos, los tres y el niño se asustaron al ver a cuatro jinetes que se acercaban velozmente, uno de ellos era colagusano.

 

 

-¡Vamos! – Grito Omar y arrancaron velozmente de ahí, los tres caballos corrían sin parar, Scorpius se apretó al cuerpo de su padre asustado. Los tres veían con pánico como los otros jinetes se acercaban rápidamente. Si seguían así los atraparían sin duda.

 

 

-¡Neville Toma! – Draco al estar al lado del castaño le tiro a Scorpius. Neville casi no lo agarra, pero lo hizo y lo sostuvo fuertemente.

 

 

-¡¿Draco que haces?! – Grito Neville asustado, temiendo y entendiendo al rubio.

 

 

-¡No amo Draco! ¡NO! – Omar estaba angustiado. Pero la mirada de Draco lo aterrizo. Sin decir nada, Draco le estaba indicando a Omar lo que tenía que hacer. Hace mucho tiempo lo habían hablado y pactado también. El viejo se mordió los labios con rabia y dolor.

 

 

-¡Cuídenlo por favor! – La voz de Draco salió tan lastimera que el castaño y el viejo no pudieron evitar llorar. El rubio dio vuelta su caballo y salió en otra dirección - ¡Yo los distraeré mientras escapan! ¡Ahora váyanse! – Draco sabía que Voldemort jamás lo dejaría ir, podría perfectamente Omar ocupar su lugar, pero Voldemort lo mataría y seguiría buscándolo a él. Y eso no podía permitirlo. De su esclavitud dependía la vida de su hijo. Mientras emprendía un nuevo camino, lloro amargamente, cada lágrima era un adiós para Scorpius. Sabía que Neville lo cuidaría bien. En un momento de debilidad pensó en Harry. Le hubiera gustado volver a verlo una vez más y decirle de su hijo. Pero ya era muy tarde y mucha, pero mucha agua había pasado por debajo del puente, donde lo más seguro era que ya ninguno de los dos eran lo mismo. Los sueños rotos aterrizaban a la gente y la hacían madurar.

 

 

-¡No Draco! – Grito Neville desesperado, Scorpius se revolvía en sus brazos llorando.

 

 

-¡Papi! … ¡PAPIIIIIIIIII! – Grito una y otra vez el niño, estirando sus manitas hacia su padre, que no volteo ni una vez.

 

 

 

Draco lo había dicho y también se lo había hecho prometer a Neville.

 

 

“Si algo falla y esta la vida de Scorpius en juego, tú lo tomaras y lo sacaras de aquí, no miraras atrás y no vendrás a buscarme ¿Prometido Neville?”

 

 

-Prometido Draco – Dijo Neville a lágrima viva, Harry iba matarlo, lo sabía, pero no podían hacer nada, estaban en franca desventaja y el niño era prioridad por donde se mirara. El castaño apretó más fuerte con una mano al pequeño y arranco del lugar. Admirando y dejando atrás un aun joven rubio que estaba dando la vida por su hijo.

 

 

 

Notas finales:

Haaaaaaaaaa T____T ¡Que capitulo! Les dije que iba a ver acción.

 

En el próximo veremos qué pasa con Voldemort y sus negocios sucios. Ya nos estamos acercando al final del fic, que se pone cada vez más emocionante.

 

Besos y gracias por leer.

 

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