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Me Perteneces por Sora17

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Notas del capitulo:

Listo el capitulo 3 ^^

La pesadilla se repetía...
Otra noche más...
Una vez más correr por los pasillos de la mansión en llamas...
Ciel dentro de su mente sabía que aquello solo era una pesadilla. Pero tambien sabia que alguna vez había sido real.
Esta vez la pesadilla era distinta, aunque sustancialmente tratara sobre lo mismo.
Una carrera eterna por los pasillos de aquella mansión endemoniadamente grande que rugía como una bestia crepitante al ser devorada por las llamas.
Excepto que esta vez había una sombra negra detrás suyo, que lo seguía a la distancia del grosor de un cabello...
Respirando en su cuello... Una sonrisa de dientes afilados y la sensación de que esta vez corría para no ser atrapado por aquella cosa en lugar de solo correr para encontrar los cadáveres mutilados de sus padres.
Sin embargo no había escapatoria posible. En el momento mismo en que sus ojos se posaban en el rostro unido de su padre y madre y el grito surgía de su garganta, aquella cosa negra que venia detrás suyo durante toda la carrera estiraba sus brazos enfundados en crujiente cuero negro y de largas uñas negras, para sujetarlo a él, dándole un abrazo mortal...
"Ahora eres mío..." Susurraba aquella cosa cubierta de oscuridad que lo había atrapado...
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-Ahhh!!!- esta vez Ciel no pudo evitar soltar un pequeño grito al despertarse aquella vez...
La pesadilla había sido mas intensa que de costumbre y el miedo anidado en su interior lo había dejado increíblemente pálido y sudoroso.
-Bocchan.. Esta bien??- preguntó en ese momento una voz que le era mas que conocida.
Los ojos de Ciel se abrieron de golpe, aun mas grandes de lo que ya eran y la marca en su ojo derecho relumbró por un momento al encontrarse con el rostro de Sebastian demasiado cerca suyo...
-Se-Sebastian...por que no me habías despertado aun?? Que hacías ahí parado??- preguntó Ciel de inmediato, intentando recuperarse de la impresión. Por un segundo había creído tener delante suyo aquella cosa que lo había atrapado en su pesadilla...
-Estaba a punto de despertarlo Bocchan, pero usted me ahorró el trabajo- respondió Sebastian con una sonrisa.
Era la verdad. Pero tampoco podía negar que había pasado algo mas de un minuto contemplando como Ciel dormía...
Sabía que el niño debía estar teniendo una pesadilla como cada noche puesto que a pesar de que sus rasgos se mostraban perfectamente tranquilos, entremedio de sus ojos había una pequeña arruguita y una sombra de pesar.
Sin embargo le gustaba tan solo mirarlo...
-El té Sebastian- dijo Ciel desviando la vista con un tenue rubor en sus mejillas al ver que los ojos de su mayordomo se habían quedado pegados a el.
-Y mientras lo sirves cuéntame que demonios ocurrió ayer...-
-...- a Sebastian le costó un segundo recuperarse después de haberse perdido en aquella mirada azul que tenia su amo y enseguida se puso a servir el té en silencio...
-Hoy tenemos Earl Grey y unos scons para el desayuno- dijo el mayordomo un poco tarde, siendo consciente de como Ciel clavaba su mirada en él otra vez...
-Sebastian...- murmuró Ciel... Quería preguntarle que le pasaba pero no le parecía bien que un amo le preguntara aquello a un simple sirviente asi que no dijo nada mas y esperó a que Sebastian le llevara el té hasta la cama.
Ciel tomó la taza que le era ofrecida y dio un pequeño sorbo antes de dejarla sobre su mesa de noche. Tenia ganas de ese dia no separarse de Sebastian y mantenerlo vigilado, pero era una idea estupida e imposible.
-Y bien Sebastian, piensas decirme que fue lo que pasó ayer?- dijo Ciel levantando la vista hacia un estático mayordomo.
-Si Bocchan, se lo contaré mientras lo visto- respondió Sebastian haciendo una reverencia.
Ciel se sentó en la cama y esperó mientras Sebastian lo vestía hasta que el mayordomo al fin se decidió a hablar.
-Lord Albert Evans como ya sabe era propietario de juguetes Evans, la otra unica empresa de juguetes a la cual ha podido llamársele la segunda en importancia del Reino. Su propósito era conseguir una fusión con nuestra compañía para aumentar sus ventas y ganar mas dinero, pero por supuesto la idea tan ventajosa para él no lo era para usted Bocchan y al ser rechazado en algún momento de descuido suyo, deslizó algunas gotas de extracto de plantas venenosas en su te.
Esta manera de envenenar resulta muy conveniente cuando el objetivo es un humano cualquiera, ya que da tiempo al asesino a irse sin levantar sospechas y la victima al otro día simplemente es hallada muerta en su cama. Pero reconocí el veneno y le di a beber un brebaje con una planta que funciona como antidoto- relató Sebastian recordando la manera poco convencional en que había logrado que Ciel bebiera aquel brebaje..
-Que fue de Lord Albert?- preguntó Ciel con absoluta indiferencia mientras Sebastian ataba el elegante lazo azul de su cuello.
Una sonrisita apareció en el rostro de Sebastian, pero era tan macabra que de haberla visto Ciel no hubiera podido evitar sentirse inquieto.
-Le di la despedida de primera clase de los Phantomhive, por supuesto-
-Bien- respondió Ciel con esa expresión a medias astuta y a medias sonriente que solo el sabia poner.
"Un alma incapaz de expresar una sonrisa sincera provocada por un buen sentimiento... Un alma que aun en plena oscuridad sigue siendo deliciosamente pura..."
Sebastian se mordió un poco los labios sin poder evitarlo y se encontró con la mirada de Ciel clavada en él.
-Que pasa? Ya te estas relamiendo como el gato que se comió toda la crema Sebastian?- preguntó Ciel con un tono juguetón y sombrío que Sebastian le conocía bien.
El mayordomo no respondió pero la sonrisa que le dedico a su amo no dejaba lugar a dudas...
-Muy bien. Asegúrate de cumplir nuestro contrato y podrás saborear hasta la ultima partícula- murmuró Ciel desviando la vista de esos ojos rojizos que tan inquieto lo ponían...
-Decir eso puede ser peligroso Bocchan- apenas murmuró Sebastian con la voz cargada de deseo.
-Que has dicho??- preguntó Ciel volviendo sus ojos hacia a él y mirándolo con el ceño fruncido...
-Yes, my lord- murmuró Sebastian poniendo su rodilla en tierra...
"Estoy seguro de que no fue el "Yes, my lord" de siempre lo que dijo... Pero no pude escucharlo bien.." Pensaba Ciel mientras Sebastian le cepillaba el cabello.
"Este idiota definitivamente esta raro... Acaso estará pensando en que la venganza es imposible y planea romper el contrato?? Acaso estará planeando darse por vencido?? Puede romper el contrato?? Tiene el poder para ello? .. Hasta ahora confiaba en su palabra.. Pero después de todo no es mas que un demonio"
-En que piensa con tanta concentración Bocchan?- preguntó Sebastian terminando de peinarlo y tomando el parche de Ciel para colocárselo.
-En nada que te importe, luego, cuando te cruces con Finny, Bard y Meirin, mándalos a mi oficina, tengo que hablar con ellos-
-Entendido-
Sebastian deslizó el parche de su amo por su ojo, y lo acomodó, intentando no ver el reflejo de Ciel en el espejo o de nuevo su mente comenzaría a jugarle malas pasadas, sin embargo se estaba demorado un poco mas de lo acostumbrado...
Incluso Ciel había notado que el mayordomo se había tomado alrededor de tres minutos extra en vestirlo y peinarlo de los que tenia acostumbrados...
-Que te pasa hoy?? estas más lento que de costumbre- explotó al fin Ciel alejando a Sebastian de un manotazo y poniéndose el parche él mismo...
-Vamos con el tiempo ideal para realizar sus tareas Bocchan - respondió Sebastian inexpresivamente...
-Me da igual- murmuró Ciel terminando de acomodar el parche.
Se volvió airadamente hacia la puerta, pero Sebastian aun seguía demasiado cerca, por lo que Ciel terminó con la cara estampada contra el pecho de su mayordomo...
Al principio no se dio cuenta, usualmente todas las mañanas después de haberlo vestido Sebastian se llevaba las cosas del desayuno y volvía de inmediato para acompañarlo a su oficina mientras le decía las tareas de aquel día.
Pero esa mañana no se había separado de él ni un solo momento.
Sebastian no se apartó si no que levantó una mano y la puso sobre el cabello de Ciel, era imposible no acariciar a ese niño cuando estaba tan cerca suyo...
-Q-que haces?!- balbuceó Ciel intentando apartarse pero los brazos de Sebastian lo rodearon con fuerza...
-Me pareció que necesitaba un abrazo Bocchan- murmuró Sebastian con voz inocente pero aun asi derrochando una sensualidad que debía ser hasta criminal...
-S-suéltame ahora Sebastian!!! Es una orden!!- grito Ciel fuertemente ruborizado y de inmediato Sebastian lo soltó, intentando controlar el ansia y la pasión salvaje que inundaban sus ojos...
-Que demonios...- murmuró Ciel...
-CIEEEEEEEELLLLLLLLLLL!!!!- llegó gritando en ese momento una voz que crispó los nervios de amo y mayordomo, pero también salvando a Sebastian.
La rubia irrumpió en el cuarto de Ciel y se lanzó a abrazarlo como siempre, para desagrado de Sebastian.
Pero enseguida una pequeña sonrisa apareció en su rostro al ver como su amo se deshacía rápido de los abrazos que le daba Lizzy...
-Pasa algo Ciel??? Pareces de mal humor- dijo Lizzy al notarse apartada con algo mas de aspereza que de costumbre.
-No... Solo es extraño verte por aquí a estas horas Lady Elizabeth.- respondió Ciel.
-Lizzy,es Lizzy- se quejó la rubia -Vine por que quiero hablar algo contigo respecto a nuestra boda-
-Faltan unos cuantos años aun para eso- respondió Ciel.
-No tantos, solo tres.. Y quiero que tengamos todo listo para entonces-
-En otro momento hablaremos de eso,  por el momento vamos Sebastian. Elizabeth haré que sirvan el desayuno y me reuniré enseguida contigo.- dijo Ciel escabulléndose seguido de su mayordomo..
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-Es una verdadera molestia que este aquí. Tendré que desayunar de nuevo para complacerla - murmuró Ciel casi para si, quien ya había tomado una de sus ligeras colaciones apenas despertarse...
-Si quiere puedo dispensarlo Bocchan- se ofreció Sebastian.
-Tu cállate.. No me gusto nada lo que hiciste antes. No te tomes privilegios que no te corresponden-replicó Ciel sin poder evitar sonrojarse un poco.
-Entendido-
Una vez en la oficina, Ciel mandó a Sebastian a buscar a Finny, Bard y Meirin y a servir el desayuno para Lady Elizabeth y se quedó un momento a solas reflexionando...
Sebastian lo había abrazado... Y con que fuerza...
¿Que se suponía que significaba aquello?
No se creía esa estupidez de que Sebastian hubiera pensado que el quería un abrazo...
Sin embargo la sensación de sus brazos rodeándolo...
El aroma de su ropa y detrás de esa fina tela, su cuerpo...
-Demonios en que estoy pensando- murmuró Ciel para si sacudiendo la cabeza e intentando olvidar aquel episodio..
Al rato llegaron sus tres sirvientes a la oficina con aspecto casi temeroso.
-Bien chicos.. El trabajo que les encomendaré hoy es sumamente fácil...-
-Un trabajo????- interrumpieron los tres casi al unísono -Bocchan pensamos que nos llamaba para despedirnos!!!-
-Nada de eso- respondió Ciel dándoles una mirada algo cariñosa que de inmediato les pintó una sonrisa radiante en el rostro a los tres.
-Los he llamado por que quiero que durante todo el día de hoy mientras se ocupan de sus labores habituales no le quiten el ojo de encima a Sebastian-
-Eso no será nada difícil - suspiró Meirin poniéndose toda roja.
-Bien. Y quiero que me reporten cada cosa que haga, cualquier cosa que les llame la atención. Cualquier palabra o gesto... Entendido?-
-Yes, my lord!!!- gritaron los tres locos al unísono haciendo la venia militar y luego chocando las manos -Siempre quise decirlo!!-
-Al fin le seremos útiles al amo!!-
Ciel los dejó marcharse tan felices, con expresión aburrida...
Sabía que no debía fiarse de ellos pero esperaba obtener algo... Alguna pista aunque sea...
Algunos minutos después salia de su oficina para desayunar con su prometida.
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Después del desayuno Lady Elizabeth se marchó sin tener ya la excusa para quedarse de los caminos inundados puesto que la lluvia había cesado hacia muchas horas y el sol resplandecía en el firmamento.
Sin poder evitar sentirse aliviado por su marcha, Ciel regresó a su oficina y se puso a leer el periódico entre otras tareas.
No tenia citas programadas para aquel día asi que se limitó a revisar viejos papeles y leer correspondencia.
No llevaba mucho tiempo de paz cuando llegó Finny algo agitado y lo bastante alarmado como para casi romper la puerta de la oficina.
-Bocchan!!-
-Ha ocurrido algo Finny?- preguntó Ciel sin despegar los ojos del periódico...
-Sebastian.. Está preparando el almuerzo tres minutos mas tarde de lo habitual!!!-
-Y tanto alboroto por eso??- preguntó Ciel aunque sabía bien que cuando se trataba del tiempo Sebastian tenía mayor precisión que un reloj...
-Meirin y Bard me mandaron a decírselo por que saben que Sebastian comienza a hacer el almuerzo siempre a las 10:42 am en punto y hoy empezó 10:45 am!-
-Muy bien. Sigan asi, cualquier detalle es importante...- respondió Ciel repiqueteando los dedos nerviosamente sobre su escritorio...
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Durante el almuerzo sin embargo Sebastian se veía tan normal como siempre y además el almuerzo fue servido ni un solo minuto antes ni después de la hora acostumbrada por lo que Ciel intentó relajarse.. Seguramente Sebastian había tenido sus motivos para retrasarse en la preparación...
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Después del almuerzo Ciel Phantomhive regresó a su oficina y un rato después volvió a entrar Finny...
-Bocchan!! Sebastian esta limpiando las maletas de viaje!!-
-Las maletas??- repitió Ciel enarcando una ceja...
-Si!!!-
-Bien no le quiten los ojos de encima-
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Apenas había pasado una hora cuando Finny regresó, algo mas agitado...
-Ahora Meirin lo vio guardar ropa dentro de esas maletas!!-
-Esta guardando su ropa en maletas??- se alarmó Ciel...
"Este condenado demonio... Que esta planeando a mis espaldas??"
-Asi es Bocchan...-
-Sigan vigilando!!!-
Ciel estaba que no podía mas de los nervios. Si le preguntaba directamente a Sebastian corría el riesgo de que si este estaba haciendo un movimiento a escondidas suyas se diera cuenta de que era vigilado.. Y cambiara sus planes.
Las maletas tenían que ser una pista...
¿Seria acaso que Sebastian estaba planeando...irse?
Pero a donde??
Y mas importante aun, por que sin haber cumplido el contrato???
Estaría planeando huir simplemente después de tomar su alma a la fuerza??
No sería raro en un demonio...
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Llego la hora del té y un Sebastian imperturbable llegó para servírselo junto con algunos aperitivos..
El demonio estaba silencioso, y Ciel se rehusaba a decir nada por temor a que su propia voz lo delatara.
Por lo que apenas terminar de atenderlo Sebastian se marchó haciendo una reverencia.
Fuera estaba oscureciendo rápidamente cuando Finny regresó.
-Bocchan... Ahora esta preparando los caballos y el carruaje... Que está pasando?? Se irán de viaje??- preguntó inocentemente el rubio pero Ciel no le contestó...
Se levantó de su sillón y salió abruptamente de la oficina dejando atrás a su sirviente...
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-Bien... Ya está casi todo listo...-murmuró Sebastian al terminar de preparar el carruaje y subir las maletas en él -Solo falta ir por el amo..-
El demonio regresó a la mansión que estaba en penumbras, excepto algunas habitaciones donde habían empezado a prender las velas, y se dirigió por uno de los pasillos rumbo a la oficina de Ciel, sin embargo no llegó allí..
Algo pequeño y ligero se le arrojó encima, golpeándolo.
Por la sorpresa, Sebastian retrocedió hasta que su espalda abrió de golpe la puerta de una de las habitaciones de invitados..
Allí había mas luz, la luz de la luna que se colaba por la ventana del cuarto y allí pudo apreciar perfectamente que era lo que lo golpeaba de esa manera tan llena de furia aunque tan débil.
O mejor dicho quien...
Su Bocchan... Su pequeño y apetecible Bocchan.
-Desgraciado demonio!!!- exclamó Ciel dándole vuelta la cara de una bofetada y con los ojos llenos de ira.
-Pero que...? Bocchan! Que ocurre??-
-Y todavia te atreves a preguntar??? Planeas robar mi alma y luego solo marcharte verdad?? Sin cumplir el contrato!! No podía esperarse nada mejor de un demonio!!- gritó Ciel dándole otra bofetada al sorprendido rostro de su mayordomo...
-Bocchan yo no...-
-Cállate!!! Solo cállate!!!- y la mano del joven salió disparada para dar un tercer golpe, pero este no llegó a destino por que el mayordomo detuvo la mano de Ciel en el aire, rodeando su fina muñeca con sus dedos...
Y antes de que Ciel se diera cuenta, de nuevo esos brazos fuertes lo rodearon...
- No me iré a ningún lado Bocchan.. Hasta haber cumplido nuestro contrato y haberlo devorado...- murmuró Sebastian en el silencio de la habitación donde solo se oía la respiración agitada de Ciel...
-...- Ciel era incapaz de decir nada, incluso incapaz de soltarse de ese peligroso abrazo, como el que una serpiente da a un pajarillo...
El abrazo que antecede a ser devorado...
-Bocchan... Yo jamás faltaré a mi palabra. Y respetaré hasta la última silaba del contrato. Jamas me iré de su lado hasta que su venganza esté completa.-
Las manos de Ciel se alzaron y se aferraron con fuerza a la camisa del mayordomo...
Sebastian abrió los ojos sorprendido...
Que era esa fuerza extraña con la que Ciel parecía aferrarse a él?
No era simple desesperación.. Era algo mas que él no alcanzaba a comprender...
-Pensé que te marcharías... Y que todo este tiempo que llevamos buscando mi venganza sería para nada.. Por un segundo no pude soportarlo..-
Los labios de Sebastian se curvaron ahora en una sonrisa en toda regla mientras seguía sin soltar a su amo.
-Y de donde ha sacado esa idea tan ridícula Bocchan? No sería tan solo una excusa para que lo abrace.. Otra vez?- murmuró Sebastian deslizando una mano sobre el cabello de su amo..
Los ojos de Ciel se abrieron de golpe al darse cuenta de que se encontraba en brazos de su mayordomo y aferrado a su camisa por lo que se soltó de inmediato y retrocedió hasta chocar contra la pared, totalmente ruborizado..
-N-no digas estupideces!!! En primer lugar tu me abrazaste y .. Y... Y por que demonios hiciste las maletas y preparaste el carruaje??- cuestionó Ciel encontrando una manera rápida de cambiar de tema.
Los ojos de Sebastian brillaron mientras observaba aquella carita ruborizada y sintió crecer dentro suyo el deseo de volver a sujetarlo entre sus brazos y de que Ciel se aferrara a él con esa fuerza desconocida, pero lo controló...
-Debi imaginarme que esto pasaría.. En la mañana llegó una misiva de la Reina pidiendo que nos traslademos a cierto condado al sur de aquí. Como estaba muy ocupado haciendo el almuerzo me tomé un momento para decirle a Bard que se lo comunicara a usted, pero me temo que desde la ultima explosión que provocó en la cocina quedó algo sordo. Y.. Por lo que veo no le dijo nada..-
-No,no me dijo nada- murmuró Ciel cada vez más y más avergonzado de haberse comportado de manera tan estupida... -Pero un viaje?? Vaya fastidio será trasladarnos todos y...-
-Nada de eso Bocchan - dijo Sebastian sonriendo, con la luz de la luna apenas iluminándolo, sus expresiones se veían en una danza casi mortal entre lo sutilmente sexy y lo peligroso.. -Viajaremos usted y yo... Solos.-

Notas finales:

Que emoción un viaje solitos!!! :3 jeje gracias por leer nos vemos :)


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