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Me Perteneces por Sora17

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Notas del capitulo:

Perdón por no actualizar ayer, realmente este no fue el mejor fin de semana de mi vida.

-Bocchan.. Es hora de despertar- llamó una suave y agradable voz. Las cortinas se descorrieron y la luz de la mañana invadió por completo el cuarto de Ciel.
No lo podía creer. Aquella había sido la primera noche en muchísimo tiempo que había disfrutado de un sueño tranquilo, sin pesadillas.
Ciel lentamente abrió las ojos y delante suyo, preparando el té del desayuno como siempre, vio a su mayordomo... Al cual... Le había dicho... ¿¿¿Que lo quería???
-No puede ser...- murmuró Ciel escondiendo la cabeza abajo de las cobijas, lleno de vergüenza.
Como lo miraría ahora a los ojos después de soltarle aquello??
-Que pasa Bocchan? No tiene ganas de despertar?- preguntó Sebastian sin tener idea del por de aquella actitud de su amo.
-No, me quiero dormir un par de dias mas!- refunfuñó Ciel pensando en una manera de devolver la palidez natural a su rostro antes de atreverse a salir de las cobijas.
-Me temo que no es posible Bocchan.. Algo ha ocurrido...-
Confundido Ciel, se sentó sobre la cama saliendo de debajo de las mantas y Sebastian le pasó el periódico de la mañana.
"Jack, el destripador ataca de nuevo"
Decía el encabezado de la primera plana.
-Que???!- grito Ciel leyendo febrilmente la primera página.
Por lo visto otra prostituta asesinada había sido descubierta aquella madrugada en Whitechapel, y esta vez era imposible que hubiera sido el vizconde Druitt y tampoco ninguno de los presentes en la fiesta de la noche pasada.
-Sebastian- murmuró Ciel después de leer el periódico.. -Las listas que hiciste eran correctas?-
-Si, Bocchan. Como yo le dije el único HUMANO que reunía todos los requisitos que usted expuso era el vizconde Druitt, y yo no miento...- había un cierto tonillo burlón en la voz del mayordomo que de inmediato enfureció a Ciel.
-No me digas que..!!! Me has estado viendo la cara o que??-
-Nunca Bocchan. Pero no se olvide que yo solo soy una pieza mas en su tablero de ajedrez. Él que da las ordenes es usted.- respondió Sebastian haciendo una seria reverencia.
-Me parece que después de ciertas cosas que han pasado te he demostrado que eres algo mas que una pieza! Al menos considerate una pieza pensante con la capacidad de decidir lo mejor para su rey!-
-Oh.. - murmuró Sebastian, el comienzo de la frase le había disgustado, sin embargo Ciel lo había arreglado magníficamente.
Asi que una pieza pensante...
-Pero bueno.. Bocchan. Yo soy su caballo y tambien su espada. Es hora de dar su jaque mate.
-Mi jaque mate...- murmuró Ciel con algo de tristeza. Sin embargo su camino era irrevocable, nada importaba mas que cumplir con su rol de perro guardián de la reina.
--------
-Estas seguro de que aparecerá si esperamos aquí??- refunfuñó Ciel nervioso.
Era noche cerrada sobre Londres y él, junto con su mayordomo, aguardaban en una calle desolada. Ciel estaba vestido como un chico normal, temblando un poco de frio.
-Si Bocchan..- murmuró Sebastian algo distraído.
-El solo pensar que algo como esto pasaba frente a mis ojos...-
-Ahh que belleza...-
-Todo el tiempo estuvo frente a mi...-
-Que pelaje mas suave y brillante... Negro como la noche...-
-Sin embargo lo solucionaré...-
-Ahh esponjocito, esponjocito...-
-Ya deja eso!!!- exclamó Ciel con una venita latiéndole en la frente al ver a su mayordomo acariciando con devoción a un gato negro que se les había cruzado.
-Lo siento Bocchan.. No quería ponerlo celoso...-
-Mira quien habla de los celos.. Eh? vizconde Druitt?- se burló Ciel.
Una mirada aterradora apareció en los ojos de Sebastian al escuchar ese nombre y el gato salió huyendo despavorido de entre sus brazos.
-Por favor Bocchan.. No me recuerde ese nombre...-
-Ahhhhhhhh!!!!- un grito espantoso quebró el silencio de la noche y amo y mayordomo se pusieron alerta de inmediato.
-Ni siquiera lo vimos pasar!!- exclamó Ciel, corriendo hacia el lugar del grito con Sebastian detrás.
El lugar era un sencillo y pobre complejo de habitaciones en un callejón sin salida y Ciel se fue directo hacia la puerta.
No debió abrirla... Algo cálido impacto contra su mejilla.. Una gota de sangre... La escena teñida de rojo carmesí penetró en su mente con una fuerza demoledora. Los ojos de la muerta, vacíos y sin vida, rodeados de un charco de sangre...
Otra vez.. Otra vez demasiado cerca de la muerte y de la locura...
-No mire!!- exclamó Sebastian tapándole los ojos y retrocediendo de un salto con su Bocchan en brazos...
-Ya puedes salir Jack el destripador!!- exclamó Sebastian y unos pasos lentos se escucharon dentro de la habitación.
-No... Grell Sutcliffe!- se corrigió Sebastian, y ante ellos, apareció el que siempre se había pintado como el "inofensivo mayordomo de Madame Red"..
-Se equivocan...- balbuceó el hombre.. -Yo solo escuché el grito y para cuando llegue aquí...-
-No finjas mas... Shinigami! He sabido desde el principio lo que eras...-
-Oh oh.. Sebastian-san... No.. Sebas-chan!! Asi que me han descubierto...- suspiró Grell pasando un peine por sus vulgares cabellos castaños y revelando de pronto una impresionante cabellera de intenso color rojo, junto con una boca llena de dientes de espanto y unos ojos verdeamarillo...
-Shinigami...- repitió Sebastian anteponiendo su cuerpo para ocultar a su Bocchan.
-Que protector eres con ese mocoso... Siendo un demonio tan fuerte y sexy vas por este niño insignificante? Rebajándote a ser su mayordomo..?-
-Mis asuntos con él no te interesan..- respondió Sebastian con una media sonrisa.
En ese momento otra sombra surgió de la macabra habitación, vestida de rojo de la cabeza a los pies...
-Madame Red... Tía Ann..- murmuró Ciel sin expresión.
Lo había sabido desde aquella mañana. Pero aun asi aun guardaba las esperanzas de que el mayordomo de su tía hubiera estado actuando solo, sin involucrarla a ella...
-Ciel..- murmuró la mujer con pena... -Te dije que hubiera sido lo mejor.. Dejar esta vida de perro guardián...-
Ciel no respondió, aquello le dolía mas de lo esperado, pero era su deber mantener la mirada y el corazón helados.
-Uh uh Sebas-chan... Dejemos a esos dos solos y vamos a divertirnos, DEATH!!- gritó el pelirrojo agitando de pronto frente a si una enorme sierra eléctrica.
Sebastian la detuvo con sus dos manos como pudo y retrocedió hasta el muro, en tanto madame Red se enfrentaba a su sobrino.
-Asi que ahora nos hemos convertido en el perro guardian y en la presa eh...- murmuró ella.
-Por que...? Siendo una doctora y una mujer noble... Por que??! Por que te dedicaste a asesinar a otras mujeres!!- exclamó Ciel.
-Aunque te lo contara un niño como tu jamas lo entenderia!!- gritó la mujer sacando un puñal de entre sus ropas, la primer puñalada abrió una herida en el brazo de Ciel que de inmediato empezó a sangrar y antes de que el conde lo notara su tía lo tenia arrinconado contra la pared y le apretaba el cuello con fuerza, dispuesta a terminar con su vida de una puñalada.
-Tu nunca debiste haber nacido!!!-
Sin embargo cuando estaba a punto de clavarle el puñal, vio la cara de su hermana, la madre de Ciel, reflejada en el rostro del jovencito y su mano dudó...
Sebastian al ver la escena se olvidó de la guadaña de la muerte que lo tenia arrinconado contra la pared y saltó para matar a Madame Red antes de que esta tocara a su Bocchan...
-No la mates!!!- gritó Ciel, deteniendo a su mayordomo a un milímetro de su tía.
-Bocchan...- Sebastian sangraba y estaba herido. Se lo veía agotado, sujetándose la profunda herida que tenia en el hombro.
-Sebastian...- susurró Ciel incrédulo de ver herido a su mayordomo.
-Oh.. Vaya vaya... Que espectáculo tan emocionante.. En verdad casi pierdes tu brazo por salvar a ese niño... En verdad me estoy poniendo celoso...- gritó Grell sacando la sierra de la pared donde había quedado encastrada.
Ciel bajó la vista y Grell de inmediato se rio de él.
-Vamos no pienses que lo hizo por que te quiera... Pero es que si te mata alguien que no sea él o tu mismo, no podrá tomar tu alma...-
Sebastian le dirigió una auténtica mirada de odio al Shinigami.. Que necesidad había de revelar esas cosas?
Sin embargo Ciel no prestaba atención. Madame Red lloraba frente a él...
-No puedo.. No puedo matarte Ciel...-
-Que dices.. Donde esta la mujer salvaje y apasionada que me atrajo?? Apresúrate y mata a ese niño o serás tu la que muera..- dijo Grell.
-No puedo.. No puedo matarlo!!! El es mi...-
-Que decepción Madame Red!!!- exclamó Grell clavando repentinamente su sierra eléctrica en el pecho de la sorprendida mujer..un aluvión de sangre salpicó entonces, seguido de un montón de cintas con imágenes de la vida que había llevado Madame Red...
-La linterna de recuerdos...- murmuró Sebastian.
-No le llames asi!! Es muy anticuado... Es el cinematic Records...- chilló Grell.
Los dos miraron en silencio las imágenes de la triste vida que había tenido madame Red, pero la cara de ambos permaneció vacía por completo.
Dos monstruos incapaces de sentir nada? Eso seremos? Se preguntó Sebastian incapaz de comprender el humano dolor que se reflejaba en aquellas imágenes.
Por otro lado.. Todo el recuento de una vida humana podia hacerse en escasos segundos, asi que cuando las cintas quedaron por completo en blanco, Madame terminó de caer desplomada sobre el suelo ante un incrédulo Ciel.
El jovencito apretó los dientes y le cerró los ojos a su tia, respirando profundo para tranquilizarse.
-Es una lastima que se haya vuelto una mujer común... En fin.. Adiós Madame Red- se despidió el Shinigami.
-Que estas esperando Sebastian...- susurró Ciel de pronto -Te ordené que capturaras a Jack el destripador.. Esto aun no acaba...-
-Pero Bocchan con esto los casos quedan resueltos y...-
-No me hagas repetir la misma orden dos veces.- respondió Ciel con frialdad.
-Yes, my lord...-
-Ahh.. Yo que estaba pensando dejarlos ir...- suspiró Grell - Pero si tanto quieren que los envie a la muerte eso haré!!!-
De un salto limpio sin embargo, Sebastian se paró sobre la sierra del Shinigami y le sonrió, burlón...
Hábilmente el demonio fue alejando al shinigami de donde estaba Ciel y acabó peleando con él sobre los tejados de algunas casas.
Grell se veía confiado y feliz, por otro lado Sebastian solo pensaba en sacarle información...
-No me ha hecho nada feliz lo que le dijiste a mi amo sabes??- dijo Sebastian saltando y esquivando la sierra sin dificultad... -No está bien que te entrometas en asuntos que no son los tuyos...-
-Por favor... El niño merece saber con la clase de monstruo con el que juega no crees?- dijo Grell corriendo hacia él -Me decepciona un poco que te hayas fijado en un niñito insignificante como ese y no en un hombre mas experimentado.. Como yo por ejemplo...-
-Oh.. Asi que te diste cuenta del tipo de relación que nos une..- se burló Sebastian.
-Salta a la vista querido sebas-chan!!! Y sobre todo aun mas salta a la vista que el mocoso esta enamorado de ti!!-
Sebastian se quedó sorprendido por un momento y la sierra del pelirrojo le abrió un buen tajo en el pecho antes de que pudiera saltar para esquivarla.
-Enamorado??- preguntó Sebastian ignorando la horrible herida que le habían hecho. Le era mas interesante lo que decía el shinigami que su propio bienestar físico.
-Como se nota que eres un demonio que jamas comprenderá los sentimientos humanos sebas-chan... Nosotros los shinigamis al estar tanto en contacto con ellos hemos llegado a comprender sus emociones e incluso a sentir algunas de ellas.. Pero los demonios jamas podrían... Ustedes solo sienten hambre por los humanos y nada mas...-
-No necesito que alguien como tu me hable sobre la naturaleza de mi especie- respondió Sebastian fríamente.
-Ahh me encanta cuando hablas como un hombre fatal sebas-chan!!!- gritó Grell haciendo rugir con fuerza su sierra en el medio de la noche.
-Mas importante!!! Que te lleva a creer que mi amo se ha enamorado!!? Eso es ridículo, el jamas...-
-Ah! Siendo tan sexy y tan básico Sebas-chan... Veras.. Nosotros los shinigamis tenemos el poder de.. "captar el gusto" de un alma aunque no nos de hambre como a ustedes los demonios.. Y he notado que el alma de ese niño está particularmente dulce.. Solo cuando alguien se enamora su alma se vuelve dulce.. Y cuando tu casi pierdes tu brazo por salvarlo senti ese dulzor intensificarse.. Cuanto mas se enamora alguien mas dulce se vuelve su alma. Sobre todo si se cree correspondido jeje...  Pero teniendo en cuenta la clase de ser que eres tu... Vaya estupidez de parte de un humano el enamorarse de un demonio...- suspiró Grell.
-Se vuelve mas dulce aun...?- murmuró Sebastian con un brillo en la mirada.
Nunca había pensado que descubriría tan fácilmente la forma de seguir perfeccionando el alma de ese chico para cuando llegara el momento de devorarlo.. Y he aquí que el shinigami pelirrojo se lo soltaba sin pelos en la lengua.
-Oh ohh Sebas-chaaaannn el demonio rompe-corazones!!! Será este demonio capaz de ir mas allá de su naturaleza y de tener sentimientos humanos por el mocoso al que se quiere cenar?? Yo digo que no... DEATH!!!-
-Opino lo mismo que tu...- respondió Sebastian con una sonrisa maléfica.
-Es una estupidez para un humano sabes, pero creo que tu y yo seriamos la pareja perfecta!- chilló Grell -Lastima que esta aventura este por concluir!! Nos vemos en tu próxima vida Sebas-chan!!!-
-Ah... No pensé que tuviera que llegar a esto...- murmuró Sebastian quitándose el saco y arrojándolo contra la sierra del pelirrojo.
La tela de inmediato se trabó en la hoja del arma, dejándola inútil.
-Huh? Ahhh no puede ser!!!- gritó Grell tratando de desatorar la tela, pero era inútil...
-Bien. Tengo algo de confianza en las peleas mano a mano- sonrió Sebastian, tronándose los dedos.
-E-espera.. En mi cara no!!!-
Sin embargo fue demasiado tarde y un derechazo fue directo a la cara del shinigami, lanzándolo por los aires.
Sebastian lo golpeó divirtiéndose un rato y finalmente lo lanzó de los tejados hacia el piso, bajando antes que él para recibirlo de una patada.
Ciel seguía al lado de Madame Red y ni se inmutó al ver bajar a los otros dos. Parecía absorbido por su propia mente.
Sebastian tenía la sierra de Grell en las manos y quitó la tela que el mismo le había metido, dejándola funcional de nuevo.
-Bocchan.. Está listo para las consecuencias que pueda traer asesinar a esta cosa?- preguntó Sebastian, aun ya sabiendo la respuesta.
-Te dije que no me hicieras repetir la misma orden dos veces..- murmuró Ciel.
-Bien...- dijo Sebastian con una auténtica sonrisa de felicidad.
-E-espera detente!! No puedes hacer esto, detente!!- gritó Grell.
-No quiero- respondió Sebastian felizmente.
-Niño!! No quieres saber lo que en verdad siente tu mayordomo por ti?? Y sobre quien mató a tus padres??- gritó Grell mirando a Ciel desde el suelo.
Ciel lo miró sorprendido, pero ya era demasiado tarde, Sebastian alzó la rugiente sierra eléctrica y estaba por trocear al shinigami, cuando algo se interpuso en su camino.
-No no...- murmuró una voz desde los techos. Su dueño bajó de inmediato. Era un hombre de mirada fría y cortos cabellos castaños.
-Buenas Noches caballeros. Soy William T. Spears y he venido a llevarme a esa cosa.-
-Will!!!!- gritó Grell estirando los brazos hacia él, pero el otro Shinigami le pisó la cabeza e hizo una reverencia.
-Lamento que esto les haya causado problemas.-
Sebastian sonrió con suficiencia y el shinigami chasqueó los dientes.
-Es una desgracia inclinarme ante una alimaña como tu... En fin.. Me lo llevo- suspiró William acomodándose las gafas y arrastrando al otro Shinigami magullado del cuello de su abrigo.
-Ah Will!! Vas a castigarme como la otra ardiente noche que pasamos juntos..??- preguntó Grell a pesar de estar siendo arrastrando sin consideración.
-Después de que andas intentando seducir porquerías por ahí?? Ni lo sueñes.. Te llevaré con los magistrados por revelar información, por uso inapropiado de la guadaña de la muerte y por llevarte almas que no estaban en la lista.. Rayos.. Y por idiota también.-
-Will!!!!! No tienes piedad!!!... Como me gusta eso..- suspiró Grell..
Sebastian los observó marcharse con una ceja enarcada, pero de inmediato se volvió a donde estaba Ciel.
-Bocchan.. Está bien?- preguntó Sebastian acercándosele.
-Si.. Si estoy.. Bien..- murmuró Ciel con voz hueca.
El joven conde se puso de pie, pero las piernas le fallaron y estuvo a punto de caerse, sin embargo Sebastian lo sostuvo contra su pecho.
Pero para sorpresa del demonio Ciel lo apartó de un manotazo brusco.
-Bocchan...-
-Puedo tenerme en pie por mi cuenta...-
-Lamento haber dejado que la otra mitad de Jack el destripador escapara...- dijo Sebastian, inclinándose frente a su amo.
-Si. Pero al menos con esto hemos terminado. Definitivamente será lo bastante como para calmar.. Las inquietudes de la Reina.- murmuró Ciel incapaz de disimular del todo el pesar que sentía.
Sebastian por otro lado no hizo ningún comentario mas... En su mente solo rondaban las palabras de Grell... La formula para hacer de aquella un alma increíblemente apetitosa, aun mas de lo que ya lo era, estaba realmente en sus manos...
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Al día siguiente del funeral de Madame Red, Ciel se encontraba abatido en su oficina, reflexionando.
Si bien frente a todos mostraba su lado mas duro, no podía evitar sentirse mal aun por la perdida de su querida tia. Sin embargo tambien había aprendido la lección sobre esos sucesos. Dudar podía costarle la vida y todos sus esfuerzos. Le había hecho prometer aquel dia a Sebastian que jamas lo abandonaría ni lo traicionaría.. Pero aun estaba demasiado desasosegado... A que se habría referido el shinigami pelirrojo al decir que podía contarle la verdad sobre los sentimientos de su mayordomo? Y sobre todo.. Que era eso de que podía decirle quien había asesinado a sus padres?
Ojala hubiera podido sacarle mas información, sobre los dos asuntos...
Y estaba aun pensando sobre eso cuando entró su mayordomo. Traía un sobre en la mano.
No era de la reina ni tampoco era un sello que él reconociera.
Con algo de interés el joven conde la abrió...
-Y bien Bocchan?- preguntó Sebastian sin ocultar su curiosidad...
Pero la expresión de su amo estaba azul y congelada, y unos horribles granitos le habían brotado por toda la cara...
-U-una carta.. ¡¡¿¿Del vizconde Druitt??!!- balbuceó Ciel acordándose de aquel rubio que le provocaba alergia...

Notas finales:

bueno bueno xd a ver q planeara Sebastián y q querra el vizconde o.o jaja saludos nos vemos la próxima! Gracias x leer! :)


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