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Me Perteneces por Sora17

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Notas del capitulo:

Listo el capitulo 12 ^^

"Querido Petirrojo: Al fin he entendido el mensaje que has querido darme. Sin duda deseas ser conquistado con paciencia y esfuerzo. Ten por seguro que me esforzaré cada dia hasta que al fin me aceptes por completo en tu cálido pecho. Adjunto a esta carta un ramo de rosas blancas (tus favoritas) como prueba de mi amor y mi respeto. Estaré esperándote cada dia de mi vida.
Por siempre tuyo. Alistair Chamber, vizconde Druitt."
Ciel hizo un bollo con la carta mientras rechinaba los dientes.
-Aleja esas rosas de mi Sebastian.. Ya no serán mas mis favoritas por culpa de esto...- murmuró el joven Conde.
Sebastian acató la orden de su amo inmediatamente y volvió a los dos segundos.
-Entonces... Así que Aloys Trancy es la araña de la reina... Sabía que ese apellido me sonaba de algún lado. Los eternos enemigos de la familia Phantomhive... Y ese tal Claude... Es un demonio como tu no es cierto?-
-Asi es Bocchan. No se que están planeando pero lo mejor es andar con cuidado...- respondió Sebastian con un brillo extraño en los ojos.
-Oh... Que extraño.. No me cabe duda sin embargo que tu eres mejor que él. O tienes miedo de el?- lo aguijoneó Ciel.
-Para nada Bocchan. Pero nunca están de más las precauciones...-
-Si...- murmuró Ciel pensativamente. Lo último en lo que estaba interesado era en las viejas rencillas y rivalidades que su familia había sostenido con otra familia... Dos familias de nobles malvados, enfrentadas.
Por lo que sabía todo lo que quedaba de los Trancy era ese muchachito rubio, así como él era todo lo que quedaba de los Phantomhive... Si el chico no se metía en su camino no tenía intención alguna de meterse tampoco con él, pero no dejaba de darle vueltas al hecho de que ese otro chico tambien tuviera un mayordomo...
-Bocchan.. Si me disculpa.- dijo Sebastian entonces con evidentes ganas de retirarse.
-Umm? Si... Vete, si te necesito te llamaré - respondió Ciel abstraídamente.
Sebastian hizo una reverencia y salió de la oficina de su Bocchan. Apenas estuvo afuera se deslizó por la mansión, veloz como un rayo. Tan rápido que hubiera sido imposible de ver para un ojo humano y salió al exterior.
No fue necesario alejarse mucho de la mansión, apenas se había adentrado un poco en el bosquecito cuando una sombra salió desde detrás de un par de árboles.
-No puedo creer que hayas tenido el atrevimiento para venir hasta aqui- saludó Sebastian con el rostro frio y retorcido en una mueca que daba miedo.
-Vaya vaya, si no es otro mas que Sebastian Michaelis...-
-Que quieres Claude Faustus?- preguntó Sebastian desafiando al otro mayordomo con la mirada.
-Como puede ser que no estes al lado de tu amo como corresponde?- preguntó Claude, acomodándose las gafas que enmarcaban sus ojos dorados.. -Si yo fuera tu no me despegaría de un amo tan apetitoso...-
-Cuida lo que dices. Solo yo puedo referirme de esa manera a Mi Bocchan. Por cierto no deberías estar tu al lado de tu amo Aloys Trancy?- replicó Sebastian, realmente irritado de que otro demonio hubiera tenido el privilegio de tocar lo que era suyo.
-Mi amo me dispensó exclusivamente para venir a traer mis mas formales saludos al señorito Ciel Phantomhive y también esta misiva.- respondió Claude, extendiéndole un papel a Sebastian.
-No se que pretenden. Pero la verdad no me agrada para nada tener que ver a un montón de buitres merodear mi cena.- dijo Sebastian clavando una mirada despiadada en su interlocutor.
-Oh.. Es la primera vez que veo a un demonio tan territorial y sobreprotector... No será que esa alma significa para ti algo mas que una simple comida?- se burló Claude, acercándose a Sebastian paso a paso.
-Mi Bocchan lo es todo para mi. Nada mas, nada menos.-
-El hambre te está nublando la mente. Si bien es cierto que es un alma excepcionalmente rara, no creo que haya ningún alma humana que merezca tanto tiempo y dedicación...- susurró Claude casi para si.
-Es problema de cada demonio en que dedicar su eternidad. Por ahora mi Bocchan es mi amo y mi dueño. Le pertenezco en cuerpo y alma hasta que se cumpla el contrato. Y te sugiero que te entregues de la misma manera con tu amo en lugar de merodear la comida ajena- repuso Sebastian con una brillante y encantadora sonrisa, a pesar de que sus ojos estaban rojos como las llamas de infierno.
-Te repito que no os estoy merodeando y que solo vine a cumplir personalmente con un pedido de mi amo. Ten la misiva. Adiós Sebastian Michaelis.-
Sebastian no tuvo mas opción que tomar la misiva y en un parpadeó Claude desapareció.
-Si... No nos merodeas. Sin embargo estuviste mas de una hora rondando por este bosque y por las ventanas de la mansión.- murmuró Sebastian con sarcasmo después de que el otro ya había desaparecido de su vista.
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Ciel solo en su oficina se aburría como casi todos los domingos.
Usualmente Lizzy lo visitaba en las tardes pero llevaba un par de semanas algo mal de salud asi que se había disculpado y se había quedado en su casa. Lo que dejaba a Ciel en paz... Y aburrido.
-Bocchan-
-Huh?- se sorprendió Ciel. Era raro que Sebastian acudiera por que si sin ser llamado, asi que supuso que este vendría con alguna noticia, pero se equivocaba.
Sebastian traía en la mano una bella rosa de color azul y una expresión sensual que hizo temblar a Ciel...
-Que pasa?- preguntó el conde -Y esa rosa?-
-La traje especialmente para usted Bocchan..- respondió Sebastian con un leve rastro de sonrisa en sus labios.
-No sabía que en nuestro jardín crecieran rosas azules. Ni que estas existieran tampoco- dijo Ciel sorprendido.
-Siendo el mayordomo de los Phantomhive, como no podría hacer algo tan sencillo como hacer crecer una o dos rosas azules?- dijo Sebastian con voz sexy, acercándose a su Bocchan con la rosa en la mano.
La acercó a la nariz de Ciel y después acaricio la cara del menor con los suaves pétalos de la flor, que parecían de seda.
-Q-que haces Sebastian...- murmuró Ciel, apartándose un poco a pesar de que el contacto con la flor le resultaba agradable...
-No es obvio? Trato de seducirlo Bocchan...-
Ciel tragó saliva ruidosamente. A pesar de que estas cosas sucedían entre ellos con frecuencia hacia algún tiempo no podía evitar ponerse terriblemente nervioso cuando su mayordomo actuaba de esa forma...
Sebastian dejó la rosa arriba del escritorio de su amo y con una mano deshizo el nudo del parche de Ciel, que se deslizó en silencio al suelo.
-Bocchan... Mi Bocchan... Solo mio...- murmuró Sebastian mientras recorría esos labios suaves con su dedo indice.
-Mi delicioso Bocchan...-
Ciel en silencio trataba de controlar los temblores de su cuerpo, pero cuando Sebastian le empezó a desabrochar botón por botón de la camisa de pronto recordó en donde estaban..
-E-espera.. Puede entrar cualquiera!!- exclamó Ciel mirando nerviosamente la puerta de la oficina.
-Los demás criados están ocupados.. Ademas es mas interesante asi no cree? Como el dia de la fiesta...-
-Pervertido- murmuró Ciel desviando la vista con un sonrojo encantador...
-Bueno.. Después de todo, solo soy un simple demonio- respondió Sebastian guiñándole un ojo a su amo antes de llevar sus labios al pecho descubierto de Ciel...
Sebastian lo besó y subió por el cuello de su amo hasta llegar a sus labios, se deshizo del saco de Ciel y tambien de su camisa abierta.
Eran tan ágiles sus manos que antes de que el menor se diera cuenta ya se encontraba totalmente desnudo y temblando un poco de frio.
-Tengo frio Sebastian...-
-No se preocupe Bocchan.. Mi cuerpo le dará todo el calor que necesita...- respondió el mayordomo cargándolo en brazos y apoyándolo sobre el escritorio de madera.
-E-espera quieres... Sobre el escritorio??-
Sebastian le puso un dedo en los labios, acallándolo y deslizó su lengua húmeda por todo el cuello de Ciel.
Cada vez que lo hacia Ciel le acariciaba el cabello y los hombros mientras Sebastian iba mas y mas abajo..
Al final los labios y la lengua del mayordomo se encontraron con el miembro de Ciel, metiéndoselo todo en la boca de golpe para sorpresa del conde.
Sebastian lo lamió por completo haciéndolo entrar y salir de su boca y dándole fuertes lengüetazos mientras Ciel se retorcía de placer.
-Ahh si sigues asi.. Si sigues asi no aguantaré S-Sebastian!!- exclamó Ciel mordiéndose un dedo para no gritar.
Sebastian se separó de la intimidad de Ciel, dejando escurrir un hilito de saliva entre su boca y el miembro del conde, para mirarlo a los ojos con una intensidad sorprendente...
-Eso deseo Bocchan.. Quiero saborear su esencia en cada rincón de mi boca...- murmuró Sebastian antes de volver a llevar sus labios a la entrepierna de Ciel.
El conde no fue capaz de decir mucho mas por que enseguida los gemidos ahogaron cualquier palabra..
-E-enserio Sebastian... No puedo... Ahhh Sebastian... Sebastian!!- gimió Ciel sintiendo que estaba a punto de terminar.
Sebastian aun asi no se separó y siguió lamiendo con mas fuerza, hasta que Ciel se corrió por completo en su boca.
Cada gota de la esencia de Ciel fue saboreada y tragada con gusto por el demonio, antes de que este se incorporara y le diera un beso en la boca a su amo.
Después de eso Sebastian se desanudó la corbata y se sacó la camisa y los pantalones.
Ciel lo observó en silencio, mordiéndose los labios. Como podía ser tan sexy ese demonio??
Sebastian lo dio vuelta fácilmente sobre el escritorio y se acomodó sobre él, apoyando su pecho en la espalda desnuda y mojada de Ciel.
Mojó por completo su dedo índice con saliva y lo deslizó dentro del menor con cuidado antes de empezar a moverlo.
Ciel cada tanto emitía algún suspiro de conformidad o un gritito de dolor mientras Sebastian introducía otro dedo.
Cuando le pareció que su Bocchan ya estaba listo, se acomodó mas sobre él y de apoco comenzó a entrar en la estrecha cavidad del menor.
-Ahh Sebastian..- se quejó Ciel moviendo un poco las caderas para ayudarlo y buscando placer.
Sebastian colocó su mano por debajo del abdomen de su amo y comenzó a acariciar su miembro para relajarlo aun mas hasta que consiguió meterse por completo dentro de él.
Le beso el pelo y comenzó a embestirlo contra el escritorio, aunque tenia un ojo puesto en la puerta. A pesar de sus palabras jamas permitiría que descubrieran a su Bocchan de esa manera.
Sobre todo por que nadie mas que el tenía por que tener el privilegio de verlo desnudo...
Ciel daba un grito a cada embestida que recibía de su mayordomo, la sensación era increíble, todo ese placer mezclado con el toque justo de dolor...
-Sigue.. Sigue Sebastian no pares!!- gimió Ciel rasguñando la madera de su escritorio.
-Grite mi nombre Bocchan... Digalo...- murmuró Sebastian embistiéndolo con mas fuerza.
-Sebastian... Sebastian... Sebastian!!-
Sebastian se deleitaba cada vez que escuchaba a Ciel pronunciar su nombre de esa manera, con tanto placer y deseo. Deseaba borrar cada pensamiento de la cabeza de su Bocchan hasta que solo quedara él, Sebastian Michaelis, llenándolo por completo. Y nada más.
-Me voy Se-Sebastian.. Ahhhh!!- gimió Ciel sin poder aguantar mas y terminando por segunda vez. Sebastian terminó adentro suyo al mismo tiempo y después de eso los dos se quedaron sobre el escritorio intentando recuperar la respiración.
-Sebastian... Que soy para ti?..- preguntó Ciel al cabo de un rato en silencio. Ya su mayordomo lo había vestido y terminaba de abotonarse su propia camisa.
-Usted es todo para mi, Bocchan..- respondió Sebastian como si la respuesta fuera obvia.
-Entonces has pensado como será tu vida después de que me devores?- preguntó Ciel mirándose los zapatos, a lo mejor de aquella pregunta podría sacar una respuesta definitiva a sus dudas. 
Las manos de Sebastian se paralizaron sobre los botones de su camisa...
-No.. Nunca lo he pensado Bocchan...- reconoció el demonio, haciéndose de pronto la misma pregunta que Ciel le había hecho...
Y cuando al fin lo devorara, que?
El cultivo de aquella alma perfecta lo había absorbido durante tres años. No era nada para alguien que viviría por siempre pero si mucho mas de lo que le había dedicado a nadie...
Que habría después de Ciel?
Dudaba volver a encontrar jamas otra alma tan buena como aquella...
-Espero que con esto no quiera decirme que quiere deshacer nuestro contrato por que eso no es posible..- advirtió Sebastian.
-Para nada. Esta alma es tuya siempre y cuando cumplas con lo pactado. Solo sentí curiosidad, de imaginarme la manera en la cual continuaras viviendo y que yo no podré ver...- las palabras de Ciel tenían un cierto dejo de melancolía...
-Tal vez nos tome mucho completar su venganza Bocchan...-
-Suena como si quisieras eso Sebastian...-
-Me gusta estar a su lado. Y me aburriré mucho cuando todo esto termine...- respondió el mayordomo con sinceridad.
-Te quiero Sebastian...- apenas murmuró Ciel frunciendo el ceño...
-Yo tambien.. Bocchan...- dijo Sebastian, dándole un beso en la boca...
"Queeeee???!!! Enserio dijo eso?? Dijo que tambien me quiere??! No puede ser...!!!" Exclamó la mente de Ciel, cuyo dueño seguía con los ojos abiertos como platos mientras su mayordomo lo besaba...
-Lo quiero Bocchan..- repitió Sebastian a su oído después de separarse de sus labios.
Los ojos de Ciel brillaban y su respiración era entrecortada...
-Lo quiero ... mi Bocchan...-
"Lo quiero poseer.. Lo quiero devorar hasta llenar cada espacio de mi existencia con su sabor..." Pensaba Sebastian...
"Me quiere.. Ha dicho que me quiere..." Pensaba Ciel.
"El shinigami pelirrojo tenia razón... Solo hicieron falta esas palabras y el alma de mi Bocchan se ha vuelto aun mas dulce!! Cuando alcance su venganza... El sabor será inigualable!!"
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Después de aquello, Sebastian al fin le dio la misiva de Aloys a su amo.
Casi deseaba que Claude hubiera andado por ahí cerca para ver como hacia suyo a Ciel, pero el otro demonio se había marchado hacia rato y Ciel abrió la carta aun en las nubes...
Su mente todavía daba vueltas respecto a lo que Sebastian le había dicho..
Aun cuando el demonio había reconocido que no planeaba liberarlo del contrato, sus palabras habían sido suficientes para transportar a Ciel a una dimensión casi feliz en la que no había estado nunca...
Llevaba años ahogándose en un mar de dolor y al fin el respiro venia de la mano de su demonio y mayordomo...
Sin embargo cuando empezó a leer la misiva se vio obligado a regresar a la realidad...
Adjunta a la carta de Aloys habían unas líneas de Su Majestad, diciendo a ambos que estaba interesada en que tanto "su araña" como "su perro" colaboraran para resolver cierto asunto que la tenia angustiada.
Con ese motivo le imploraba a Ciel y al conde Trancy que unieran fuerzas y se llevaran "Como una familia" por una temporada para calmar las angustias de "La madre que tanto los amaba y protegía, Victoria"...
Por otro lado en las lineas de Aloys, sencillas pero escritas por una mano fina, posiblemente la de Claude, decía lo siguiente:
"Querido Conde Ciel Phantomhive: Dado el pedido de la reina, tengo el honor de invitarlo a pasar un fin de semana en mi compañía a mi finca de campo. Será apropiado para ponernos lo mas pronto posible a trabajar para que las preocupaciones de nuestra querida reina se esfumen. Espero su respuesta. Suyo,  Aloys Trancy , Conde de Trancy."
-Un fin de semana con la araña??- exclamó Ciel olvidándose de todo lo que rondaba por su cabeza hasta ese momento...
"Un fin de semana con ese demonio de Claude!!?" Exclamó por otro lado la mente de Sebastian, sin despegar los ojos de su pequeño y apetecible Bocchan que ya tantos deseaban...

Notas finales:

oh my god xd un fin de semana con la araña y el muerto de hambre de Claude xd que pasara? Jajaja y ese vizconde no se rinde xd.. Sebastian te toca proteger tu comida!!-.- nos vemos el próximo capitulo saludos! Gracias por leer :)


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