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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

¡Al fin AY está funcionando correctamente!


Sábado de actualización~. El último capítulo de esta historia (?).


Esto está dedicado a Javiera, porque hoy es su cumpleaños y ella quería actualización de regalo. ¡Feliz, feliz cumpleaños! Disfruta ese día~ ¡Actualización para ti!

Kibum terminaba de limpiar las mesas de la cafetería, cuando unas revistas golpearon su vista. Kibum pensó que seguramente algún cliente las había olvidado ahí.


 


Se acercó hasta la mesa y cuando decidió tomarlas, el titular de las revistas capturó su atención.


 


“Después de meses sin ningún escándalo el actor Choi Minho fue visto de la mano de un desconocido en un hotel”


 


“¿Choi Minho en citas de nuevo?”


 


“¿Quién es la nueva persona en la vida del actor?”


 


La lista seguía y seguía y las imágenes de Minho y el “desconocido” tomaron las portadas de las revistas que se encontraban ahí.


 


Kibum pensó en Taemin. Pensó que él las había dejado ahí sólo para causarle molestia, pero descartó la idea segundos después. No había visto a Taemin en meses, no había tenido ninguna noticia de él, y ni siquiera sabía qué era del pequeño Taemin.


 


Pero las revistas, los titulares y las imágenes, le hacían recordar a Taemin y la última vez que él había hecho lo mismo. Era tan Taemin y a la vez podía ser una coincidencia cualquiera, pero de alguna manera pensó en él.


 


Su vista cayó de nuevo en las revistas y en las imágenes que se repetían una y otra vez desde diferentes ángulos.


 


Minho estaba ahí, era él, y de su mano caminaba el “desconocido”. La persona estaba vestida completamente de negro, con pantalones ajustados y chaqueta oscura y su cabello estaba cubierto por un gorro y los lentes oscuros que llevaba hacían imposible ver su rostro con mayor precisión.


 


Y cualquier ángulo no era el mejor para mirarle. En cada imagen su rostro permanecía cubierto y era imposible reconocerle.


 


Kibum frunció el ceño, mientras terminaba de limpiar el último par de mesas. Tomó las revistas con él y las llevó consigo a la parte de atrás. Decidió que las llevaría con él. Minho y él tendría un encuentro nocturno en el mismo lugar en que se conocieron y Kibum creía que sería bueno llevarlas. 


 


—Nos vemos mañana, Jinki. —Kibum se despidió, mientras Jinki le sonreía desde el otro extremo de la calle y caminaba en dirección contraria.


 


 


Kibum caminó más rápido cuando el bar apareció ante sus ojos, y como la primera vez que entró en el lugar se sentía una persona diferente.


 


Tal vez era porque lo era en verdad. Podía decir que desde la última vez que estuvo en ese lugar, las cosas habían cambiado demasiado.


 


No estaba fingiendo ser otra persona, y esa noche no sería ‘Key’ ni ‘Kim Kibum’ el diseñador promesa del futuro. Esa noche era Kibum, sólo Kibum, y si Minho preguntaba cuál era su profesión, él podría decir con una sonrisa que hacia pasteles, que era un repostero, y todo era malditamente cierto.


 


Había personas repartidas por el lugar y Kibum bajó la cabeza, cuando atravesó entre ellos. Y cuando llegó a la barra, la espalda de una persona saludó su vista.


 


No era como la primera vez que estuvo ahí. No era Choi Minho, con un perfecto traje gris y una bebida oscura en la mano. Era una persona con jeans y una camisa blanca de mangas largas, y Kibum podía decir que desde donde se encontraba, que esa persona tenía un buen cuerpo.


 


Se acercó hasta a la barra y dejó las revistas sobre esta. El hombre a su lado le miró y sonrió hacia él, antes de mirar las revistas abandonadas.


 


Kibum ordenó y cuando su bebida estuvo frente a él, se permitió relajarse. Había sido un día demasiado largo en la cafetería y a diferencia de la primera vez que estuvo ahí, Kibum tenía alcohol en su bebida.


 


—¿Revistas del corazón?—Kibum escuchó la pregunta y miró a su lado para ver al hombre a su lado, asintiendo hacía las revistas. —¿Fan de Choi Minho o Kim Jonghyun?


 


El hombre apuntó de nuevo hacia las revistas, y Kibum miró la imagen, una más pequeña que las de Minho, en donde Jonghyun aparecía de la mano de un modelo. Kibum sonrió cuando la imagen de un Jonghyun sonriendo le miró desde el otro lado, e hizo una nota mental para llamarle algún día.


 


—Choi Minho es mi novio.


 


El hombre al otro lado, enarcó una ceja y sonrió cuando miró una vez más las imágenes de Minho y el desconocido.


 


—¿Y te estás torturando con esas imágenes, por qué?


 


Kibum escondió una risa contra su bebida y miró las revistas una vez más. Podía parecer masoquista, en verdad lo era, él y unas revistas probando una infidelidad de Minho, pero no lo estaba. Y sonrió cuando su mirada se encontró con la del hombre a su lado.


 


—Conozco a esa persona.


 


—¿A tu novio o al desconocido?—Preguntó y rió, y a Kibum le gustó su risa, tal vez demasiado en ese momento.


 


—A los dos. —Kibum lo observó reír aún más fuerte, y le gustó más y más.


 


—Bueno, ¿no es eso terrible? —Él dijo, dejando su bebida sobre la barra y jugando con el borde del cristal. —Conocer a la persona con la que tu novio te es infiel


 


Kibum rió, y miró las revistas, una vez más. Sí, él conocía a esa persona, demasiado bien diría él, y sí podía parecer terrible, pero no lo era en absoluto.


 


—¿Debería terminar con él?—El hombre abrió los ojos, y después una lenta sonrisa se formó en sus labios. Unos labios tentadores, decidió Kibum.


 


—Si no es un buen novio…—Se encogió de hombros, y dejó las palabras flotando entre ellos.


 


Kibum mordió su labio inferior, y fingió pensarlo. No había nada que pensar, eso estaba claro. Minho y él podían haber tenido varios problemas, y tal vez no todo sería como un cuento de hadas en el futuro, pero en sus últimos meses juntos habían trabajado muy duro en la relación y Kibum no podía estar más agradecido y feliz con eso. Minho y él estaban bien y eso era todo lo que importaba.


—Es un novio perfecto. —Aseguró decidido. —Y a pesar de haber tenido muchos problemas en el pasado, no puedo estar con una mejor persona que con él.


 


Kibum sonrió, un poco tímido, un poco feliz. Porque cuando hablaba de su amor hacia Minho, su lado tímido siempre relucía, y no era por vergüenza, era sólo que el amor y las confesiones, siempre dejaban a las personas de esa manera.


 


Pensó en los últimos meses, en ese amor que parecía del rosa suave perfecto, y de esa miel de la que tanto hablaban. Kibum creía que todo estaba bien, perfecto, era una manera buena de decirlo.


 


—¿Novio perfecto, uh?—Kibum asintió una vez más, tomando un poco más de su bebida. —¿Cuánto es perfecto, Kibum?


 


Kibum rió y entonces golpeó el hombro del hombre a su lado.


 


—Lo has arruinado, Minho. —Minho, a su lado, rió y capturó su mano cuando se alejaba de su cuerpo. —Estaba comenzando a gustarme esto de los juegos de roles.


 


—¿Es así?—Minho preguntó, tomando más fuerte su mano y atrayéndolo hacia él. A Kibum no le importó las miradas sobre ellos. Las manos de Minho se sentían bien contra su cintura y eso bastaba para hacerlo feliz. —Entonces, ¿Cuán perfecto?


 


—Dejaré que pienses en eso. No quiero seguir alimentando tu ego. —Minho negó con la cabeza, mientras sus labios se curvaban en una suave sonrisa.


 


—¿No estás preocupado por mi más reciente infidelidad, Kibum?—Kibum frunció el ceño, mientras miraba una vez más las revistas, y pensó que pronto todo se descubriría.


 


—¿Debería?—Minho rió una vez más, y sus manos comenzaron a dibujar círculos contra su cintura.


 


—Lo descubrirán pronto, sabes eso, ¿no? No son estúpidos, Bum.


 


—Lo sé. Pero me gusta todo de esta manera. —Suspiró, moviendo las manos hasta colocarlas contra el pecho de Minho. —Además, puede que sean estúpidos, si sólo miraran un poco mejor.


 


Kibum observó de nuevo las revistas y se reconoció ahí. Pensó que si sólo los periodistas hubieran estado en lugar correcto lo hubieran reconocido. Tal vez si ellos se fijaran aún mejor, se darían cuenta de que era la chaqueta favorita de Kibum, la promesa del diseño, y que tal vez si miraran un poco mejor y las luces hubieran estado a su favor, su rostro seria reconocido como siempre.


 


Pero tenía suerte, o tal vez no era el día de los periodistas, de lo que estaba seguro era que pronto le reconocerían y todos sabrían que ellos estaban de nuevo juntos. Kibum quería que la mentira durara sólo un poco más.


 


—Pronto lo harán, Kibum. Eso es seguro.


 


Lo sabía, también. Pero esperaba que todo quedara en el olvido pronto y ellos siguieran con su vida, sin nadie a sus espaldas. Al menos por un tiempo más.


 


—¿En verdad no te molesta que quiera mantener esto en privado, Minho?—Kibum preguntó, mordiendo su labio inferior suavemente.


 


Pensaba en eso a diario, porque él podía pensar en una cosa, pero Minho podía querer otra cosa. Pero Kibum quería mantener se relación en privado, ser lo más discretos posibles, porque no quería que nadie ni nada, estuviera detrás de ellos con rumores y revistas con falsas noticias. Él sólo quería dejar la luz pública por un tiempo.


 


Pero Minho venía con todo el paquete. Minho venía con los reporteros detrás de él, con los rumores sobre nuevas relaciones, sobre posibles infidelidades, y sobre un montón de cosas que él quería parar.


 


—No puedo prometer mucho con respecto a los periodistas, Kibum. —Kibum asintió, porque lo entendía, porque era verdad. —pero te entiendo en dejar esto sólo para nosotros. —Minho sonrió suavemente, mientras su mano caía un poco más abajo, hacia su cadera. — Y si quieres un respiro y ser discretos, lo haré por ti, Kibum. ¿Bien?


 


Kibum asintió, mientras dejaba caer su cuerpo contra el de Minho y lo abrazaba justo ahí. Kibum sintió el aroma de Minho inundar sus pulmones y se relajó contra su cuerpo, deseando que estuvieran en casa, sólo olvidando que había un mundo fuera para besarlo como en todas las películas románticas que veía.


 


—Gracias. —Susurró contra el oído de Minho, y lo sintió estremecerse.


—¿Vamos a casa?


 


Kibum separó su cuerpo de Minho y rió pensando en ‘casa’.


 


Minho había mandado hacer remodelaciones en su casa. Y ahora, después de un tiempo, Kibum podía escuchar decirle que se sentía bien llegar a casa. Minho decía que ya no parecía fría, ni se sentía solo en el lugar.


 


Kibum pensaba lo mismo. De nuevo su vista cayó en las revistas y esa imagen. Era él entrando al hotel en donde Minho se hospedaba mientras su casa estaba en remodelación, y aunque había ofrecido a Minho su departamento para hospedarse, Minho había rechazado. Decía que serían descubiertos más rápido de esa manera, Kibum pensó lo mismo después de eso.


 


Pero ahora la casa que compartirían estaba lista, y Kibum esperaba que la noticia de su mudanza siguiera oculta por el tiempo suficiente, al menos el tiempo para disfrutar su nueva vida con Minho el tiempo suficiente.


 


Recordó la casa y como la había dejado después del desayuno. Minho y él habían estado posponiendo el arreglo de la casa por unos días, pero Kibum creía que había pasado el tiempo justo.


 


Y era tiempo de desempacar su ropa y sacar sus cosas del montón de cajas que estaban olvidadas por todo el lugar. Imaginó todo el trabajo que tendrían, y lo agotados que terminarían, pero Kibum encontró que nada sería mejor que dejar lista lo que ahora podía llamar casa, hogar, lugar favorito.


 


Pensó en la sala, y el sofá favorito de Minho en donde se acurrucaban a ver películas que terminaban olvidando a la mitad. Pensó en la cocina que Minho había dicho que necesitarían, y que tal vez, si estaba de humor, estrenaría esa noche, y pensó en la recamara, y en la cama en donde dormía cada noche con Minho, en donde hablaba y hablaba de su día y todo lo que vagaba por su mente. Y sí, todo se sentía como ‘casa’.


 


—Sí, vamos a casa, Minho. 


 

Notas finales:

Ahora sólo queda el epilogo. No quiero esperar hasta el sábado para compartirlo, y espero que pueda subir el final en estos días, aunque no estoy muy segura, en fin…


¡Nos leemos pronto!


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