// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ---------
6.- DESPERTAR Y AMENAZA…
Capitulo anterior:
-Deja que lo vea Dumbledore – Dijo Snape serio apareciendo desde la entrada – Draco ya no puede hacer nada a tu estúpido niño héroe, además él se lo ha ganado.
-Snape – Dijo el director con los dientes apretados.
-Y cuando Potter despierte, ambos nos iremos de aquí – Dumbledore lo miro fijo y se hizo a un lado, el profesor de pociones abrió la puerta y Draco apenas abrió corrió a la enfermería, de ahí no se despegó más de Potter, solo se alejó del cuándo el moreno despertó no recordando nada.
** Fin de los recuerdos de Draco **
Harry levanto la cabeza velozmente y trato de retener el aire que se agolpaba en sus pulmones, el dolor de cabeza se hacía cada vez más insoportable, por lo que vomito varias veces más. Todo había sido una completa pesadilla. El dolor arraigado desde el interior del rubio lo quemaba y exprimía. Draco lo amaba sin contemplaciones y Harry también. Lo sintió en los recuerdos del rubio y también en su corazón… pero el dolor de cabeza era tan insoportable, hasta el mismo se reconoció y vivió todo. Y entonces ¿Por qué dolía tanto? Y por sobre todo ¿Por qué no lo recordaba? Sin querer lloro, sus lágrimas eran de completa amargura y desesperación ¿Qué sentía ahora?
Volvió a vomitar, pero ya era casi pura bilis, debía calmarse y enfrentar la realidad. Una tan dura como su vida misma, una, donde había hecho mucho daño, con sus palabras y actos. El “Dolor” siempre forjaba su camino y sintió rabia. Una ira enorme comenzó a encender su cuerpo, Voldemort hasta el último momento lo atormentaba ¡Mil veces maldito!
De pronto su corazón volvió a bombear acelerado, debía verlo, debía hablar con él, debía saber que sentía cuando lo tuviera cerca, frente a frente, aunque doliera la cabeza y amenazar con partirse en dos, debía saber… Debía tenerlo entre sus brazos.
Salió corriendo a toda velocidad hacia la enfermería, en ese momento nadie lo detendría, nadie.
Y cuando estuvo ahí, en presencia del rubio que dormía en la cama de la enfermería, contuvo la respiración, pero una voz en su interior surgió potente como un trueno, venía desde la penumbra misma de su cerebro, un suspiro que atormentaba su alma y exprimía sus emociones, donde solo le causaba un dolor asfixiante.
++ ¡Mátalo! ++ Decía la voz en su cabeza, fuerte y clara ++ ¡Mátalo y todo tu dolor se acabara! ++ Harry saco su varita del pantalón casi por inercia, parecía que su cuerpo se manejaba solo, no podía evitarlo, la voz lo dominaba por completo ¡¿Qué diablos estaba pasando con él?!
-No… - Dijo angustiado el moreno haciendo el máximo de esfuerzo por parar sus movimientos, ya no quería hacerle más daño al rubio, ya no.
Draco despertó inquieto, las pociones dadas por Poppy eran fuertes, sintió bulla a su lado y grande fue su sorpresa al ver al moreno frente a él, este lo miraba fijamente, aunque sus ojos reflejaban angustia y lo apuntaba con su varita.
-¿Ha… Potter? – El rubio sintió un escalofrió recorrer su interior al ver la mirada de Harry, ese que estaba frente a él no era Harry, era alguien más, podría ser el cuerpo de su Harry, pero Draco sabía que no estaba ahí, por lo menos consiente, podía ver su dolor y resistencia, lo conocía tan bien, tanto como a el mismo – ¿Quién eres tú?
-¡Jajajajajaja muy bien mi exquisito Draco! ¡Me descubriste! – Los ojos verdes del Potter frente a él brillaron con intensidad y locura – Efectivamente Harry no está aquí frente a ti – Draco se tensó y trato de levantarse de la cama, pero el cuerpo de Potter fue veloz y colocándole una mano en su cuello lo aprisiono a ella, el rubio se quejó, el agarre era fuerte y lo estaba asfixiando – ¿No me reconoces Draco? ¿No sabes quién soy? – La afilada mirada verde brillaba ahora de odio – No reconoces a la persona que te tomo por primera vez y te uso hasta que se cansó de ti – Malfoy lo miro asustado ¿Acaso podría ser cierto? ¿Voldemort había vuelto? Trato de zafarse del agarre con todas sus fuerzas pero no podía, estaba incrustado en la cama desde el cuello – No, no, no… Esta vez tu grandioso y atesorado Potter te matara, esta será mi venganza por la derrota en el patio del colegio, tu no pudiste matarlo porque eres un inútil y débil, pero el sí a ti lo hará, porque ahora soy yo el que lo domino – Se lamio los labios de pura excitación, su venganza seria ver muerto a Malfoy y a un Harry vivo lamentándose para siempre por haber matado a su pareja, era tan gloriosa como loca, enferma como el mismo – Les dije que el amor no los llevaba a nada, al contrario, solo me facilita las cosas a mí ¡Ahora muere estúpido Malfoy!
Draco lucho por salirse de esa mano que lo asfixiaba, pero las pociones que le dieron por el último ataque y para tranquilizarlo lo tenían agotado y vulnerable, al final, ese sería su fin, pero era bueno morir en las manos de Harry. Sabía perfectamente que no había futuro para ellos juntos. Potter ya lo había olvidado una vez, de seguro no le costaría nada volver a hacerlo. Y eso le dolía admitirlo porque sabía que en el fondo era verdad. Se estaba entregando fácilmente a la muerte, estaba tan cansado de todo, ya no quería sufrir más, estaba casi deseándola, casi…
De pronto sintió que lo soltaban del cuello y Harry comenzaba a retorcerse insultarse a sí mismo, ahora su propia mano lo ahorcaba.
-¡No lo toques! – Se gritaba el moreno, era un lucha interna, Draco comenzó a toser por la asfixia, viendo impotente como su Harry luchaba con el mismo - ¡No permitiré que le vuelvas a hacer daño!
-¡Maldito Potter siempre metiéndote en mis cosas! – Grito el mismo Potter pero era ahora Voldemort - ¡Muere de una maldita vez! – Harry se estaba ahorcando fuertemente.
-¡No! ¡Voldemort déjalo! – Grito Draco que ya estaba en pie y apuntando con la varita de Harry, aunque no sabía realmente que hacer, no podía dispararle al moreno, si lo hacía le haría daño y Draco no podía permitirlo, fueron segundos de angustia y miedo, sus manos temblaban por la adrenalina y la desesperación.
-¿Y qué piensas hacer estúpido Malfoy? ¡Matarnos! – Dijo Voldemort burlón.
-Yo… - El rubio titubeo y la varita tembló más en sus manos.
-¡Hazlo Draco! ¡Dispara! – Le grito Harry mirándolo serio, demasiada confianza se reflejaba en esos ojos verdes, pero Draco también noto otra cosa, podría se… ¿Amor? ¿Su Harry habría vuelto?
-¡No Harry! Tú podrías… - Dijo ahora Draco más inseguro que antes, no podría perderlo, simplemente no podía.
-¡Dispara! – Grito nuevamente Potter y apretó más fuerte su agarre en el cuello – ¡Hazlo mi amor! ¡Yo confió en ti! – Ambos se miraron rápidamente, pero se dijeron de todo. Estaban conectados, sincronizados en cuerpo, mente y alma.
Y Draco disparo, apunto a la cabeza del moreno y le lanzo un Abada Kadabra con todo el dolor y la pena que conllevaba ese hechizo, llorando lágrimas de sangre, sufriendo a carne viva el acto. Y por primera vez se encomendó al dios supremo y pidió perdón por todo, por Harry y por el mismo. Esperaba no equivocarse, porque ahora sí que sería un asesino y el peor de todos, ese que había matado a su propio corazón.
Potter en menos de un segundo lanzado el hechizo cayo de boca el suelo, soltó un pequeño quejido y quedo inmóvil, Draco corrió a él y lo coloco entre sus piernas abrazándolo a el fuertemente, gritaba de dolor y pena, un llanto tan desgarrador como su alma marchita. Ron escuchando los gritos, corrió a la enfermería y vio la escena.
-¡¿Draco que sucedió aquí?! – Pero el rubio estaba abrazado al moreno llorando amargamente – ¡Draco! ¡¿Dime por dios que paso?!
-¡Lo mate Ron! ¡Lo mate! ¡Lo mate! – Ron trato de tomar a Harry pero Draco no se lo permitió, el rubio estaba en un ataque de histeria repitiendo una y otra vez lo mismo.
Ron usando más fuerza empujo al rubio a un lado y le tomo el pulso al moreno comprobando que estaba vivo, pero sus latidos eran muy débiles. Invoco un Patronus y mando llamar a los demás, en unos segundos todos llegaban al lugar. Muy pronto la habitación de enfermería se llenó de gente. Pero parecía que Draco ya no estaba ahí, su mente había ido a otra parte, donde ya su angustia y dolor no le alcanzaba.
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-¡Muy bien Malfoy es tiempo de que cumplas lo pactado y te largues una vez de aquí! – Dumbledore que siempre se mostraba pasivo exploto enojado, harto de todo esto – Tienes media hora para irte, ya tuve suficiente de ti ¡Fuera y no vuelvas más! – Velozmente el profesor agarro al rubio que se encontraba ausente de todo y lo zamarreo con todas sus fuerzas.
-¡Basta profesor todavía no sabemos que paso! – Dijo Ron histérico también por todo, Harry estaba inconsciente debatiéndose entre la vida y la muerte y Draco ido, parecía una muñeca sin alma y ahora para colmarla más lo echaban.
-¡Que se valla! - Gritaron la mayoría de los Weasley y parte del alumnado - ¡Fuera! ¡No lo queremos aquí! ¡Fuera Malfoy! ¡Asesino!
-¡Basta por favor! ¡Esto está mal! – Ron trataba por todos los medios de calmar la situación pero le era imposible.
-Bien, llego el momento de irnos Draco – Snape apareció de repente mirando solo al rubio, se acercó a su ahijado lentamenete, Draco seguía ido mirando a la nada – Vamos Draco, sígueme – Y solo ahí el rubio lo miro y asintió con la cabeza, ninguna palabra salió de él, solo se dejó guiar por su padrino.
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Estaban parados en la chimenea de Hogwarts, Snape miro a la gente que los espiaba en silencio, al parecer querían asegurarse que realmente no volvieran nunca más al lugar. No le importo mucho, sabía que ese lugar ya no era para ellos. Lamentaba lo de Potter, pero Draco era prioridad ahora. Debía protegerlo y si lo dejaba ahí muy pronto se desaserian de él.
-Sabes que tú puedes quedarte Snape – Dijo Dumbledore tratando de persuadir al que fuera su mejor espía y amigo.
-No Dumbledore, mi trabajo aquí término, mi deber y lealtad es ahora para otra persona.
-¿Y esa persona lo merece realmente? – Dijo sarcástico el director mirando despectivamente al rubio menor que seguía cabeza agacha al lado del pelinegro.
-Eso a ti no te importa – Dijo Snape con furia – Adiós Dumbledore y espero no verte nunca más en mi vida.
Iba a soltar las cenizas cuando una figura pelirroja se acercó a ellos y se puso al lado.
-¡¿Qué demonios haces aquí Weasley?! – Dijo molesto el ex profesor.
-Voy con ustedes, yo tampoco tengo nada más que hacer aquí – Molly lloraba amargamente ya que no pudo hacer entender a su hijo menor el error que cometía, ninguno de sus hermanos le hizo cambiar de parecer aunque casi le rogaron, Ron hace tiempo que había fijado su camino lejos de ellos. Y ese era con Draco.
Desaparecieron de ahí por la chimenea en un suspiro. Los tres buscando una nueva vida. El mayor, con intenciones de ayudar a su ahijado y encontrara algo de paz, Weasley con toda la esperanza de tener una oportunidad y Draco con una pena y culpabilidad tan grande que lo mataba en vida. El destino se cumplía, lo sabía tan bien, JAMAS dejarían que estuvieran juntos, menos ahora que él había intentado matarlo. Aunque el corazón de Harry latía, no despertaba y tampoco estaba la seguridad de que lo hiciera alguna vez. Era un Abada Kadabra el que le había lanzado, ya incluso era un milagro que continuara con vida. Era un asesino a los ojos de todos y del mismo. Esto jamás se lo perdonaría.
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Pasaron 3 meses donde las enfermeras de San Mungo vigilaban constantemente las reacciones del gran héroe mágico, 3 meses donde el mundo oró por su héroe y un milagro. 3 meses de silencio y resignación por perder a uno de los por parte de los Weasley y de Hermione. 3 meses y 1 día exactamente donde con pequeños movimientos de dedos y fuertes latidos Harry despertó. Todos sus amigos se acercaron a mirarlo con lágrimas en los ojos. Llenos de felicidad y esperanza. Donde las primeras palabras del enfermo fueron dirigidas para una sola persona…
-¿Dra… Draco?
********** Continuara *********