Masamune y Ritsu caminaban por el parque Nakamura, el clima era helado y ambos estaban cubiertos de pies a cabeza. Masamune llevaba un abrigo negro, debajo una playera blanca, bufanda negra y guantes del mismo color, con un pantalón de mezclilla y zapatos cafés. Ritsu tenía una chaqueta de cuero negra con el logo de Megadeth detrás, pantalones desgastados y botas militares.
Así que… ¿qué hace un chico como tú por aquí? Se animó a preguntar Masamune, realmente quería saberlo todo de Ritsu.
¿Un chico como yo? El aludido respondió con otra pregunta, en tono de extrañeza.
Pues… no hay chicos tan lindos como tú por aquí. Le dedicó una cálida sonrisa, pudo notar que su sonrojo (que había causado el frío) se intensificó ante ése comentario.
Pues… …soy de Japón. Respondió Ritsu.
Oh, ya veo yo también soy de allá.
¿Enserio?
Sí, nací en Tokio, pero mis padres son de Berlín así que me crie aquí. Se sentaron en una banca.
Ya veo, pero… …hay algo que quiero preguntarte. Llamó Ritsu.
¿sí? Sus miradas se cruzaron, Masamune se ruborizó aún más.
¿Por qué me invitaste a salir si no me conoces? Miró al suelo.
Masamune abrió grandes los ojos, a pesar de todo, no esperaba ésa pregunta.
Pues… …ejem… Escucha, te parecerá extraño y hasta para mí lo es… Hizo una pausa tratando de buscar las palabras adecuadas. Yo… soñé contigo.
Ritsu abrió los ojos como platos.
Tú… ¿soñaste conmigo? Parecía muy sorprendido.
Al parecer. Tosió un poco. Yo… cuando te ví en mi sueño, te veías tan irreal, tan… …lindo que… …de inmediato supe que estaba enamorado de ti. Dejé mis esperanzas porque creí que sería una cruel jugada de mi mente. Pero cuando apareciste delante de mí… …ésas esperanzas volvieron.
El rostro de Ritsu estaba rojo. Tomó la mano de Masamune y le dedicó una tierna sonrisa eso hizo que Masamune sonriera de felicidad. Ritsu se acercó a su rostro haciendo que el otro se quedara estático.
Eso fue muy… …cursi… Susurró y cortó distancia con el otro.
Masamune estaba con su rostro completamente rojo y paralizado. Los labios de Ritsu eran suaves, con un sabor particular; ni siquiera el primer beso que dio (con Anna) se había sentido como éste.
¿Quieres ir a… …mi casa? Preguntó Masamune cuando se cortó el beso.
Bueno, sin querer nos dieron las once así que tengo que ir a mi casa.
Puedes quedarte en la mía, está cerca. Miró los ojos de Ritsu, se dio cuenta que por lo regular ése hermoso rostro estaba serio. Pero algo le decía que por dentro en realidad ocultaba una carácter fuerte y dulce detrás de una máscara fría y reservada.
Bien, si lo quieres eso.
Ambos regresaron a casa de Masamune, quien se sentía una enorme dicha en su interior. Ritsu se quitó la chamarra y sus botas, dejándolas en la entrada de la puerta.
Masamune. Preguntó mientras éste estaba en la cocina.
¿Sí?
¿Puedo darme una ducha?
Claro, haré la cena. Comenzó a prepararla, cantando canciones de Green day a todo pulmón.
She´s an extraordinary girl, in an ordinary world…
Oyó que la puerta del baño se abrió y se cerró, al igual que la de su cuarto. Se quedó estático imaginándose muchas posibilidades.
Bien Masamune, tenemos una situación extrema: tienes al chico de tus sueños desnudo (por unos instantes) en tu habitación, están solos y… … ¿¡pero qué estoy diciendo!? No, no Masamune, acabas de declarártele, luego las cosas no van a funcionar…
Mientras meditaba una voz lo asustó sacándolo de sus pensamientos.
¡Masamune! ¿Puedes venir? Llamó Ritsu.
S… …Sí… ya voy… Se sentía sucio cuando llegó a la puerta de su cuarto y la abrió sin tocar. ¿Qué pa…. Saaa? Ritsu estaba en ropa interior, sus bóxers eran ajustados, tanto así que se notaban ciertas partes. Masamune estaba completamente rojo, de su nariz asomaron unas gotitas de sangre. Dios… bendito Cristo Padre Redentor… Se dijo.
Ritsu lo jaló de los hombros hacia dentro de la habitación, besándolo apasionadamente. Masamune estaba perplejo, su cuerpo no respondía. El otro no dejaba de besarlo, desvistiéndolo y dejándolo en ropa interior para luego tumbarlo a la cama y manosear ése bien formado abdomen logrado por las clases de karate a las que asistía Masamune. Ambos saboreaban de la boca del otro por medio de sus lenguas, que jugaban al unísono. Masamune logró tomar a Ritsu y se posicionó sobre él, mordiéndole el cuello y dejando una marca. En un Momento de descuido, Ritsu lanzó al otro y se sentó sobre él para luego mirarlo a los ojos con su respiración agitada y las mejillas rojas, al igual que su acompañante.
Pensándolo bien, hoy no quiero que me hagas el amor. Se tumbó al lado de Masamune y lo abrazó, el otro no salía de su asombro.
Tú… …¿lo has hecho otras veces? Preguntó Masamune abrazando al castaño.
Sí, ¿por qué? ¿tú no?
No, pero… …que bueno que te detuviste… …esto quiero guardarlo para otra ocasión. Besó a Ritsu en la frente
Pues… …Quiero que tu virginidad sea mía. Lo abrazó más fuerte para luego cerrar sus ojos esmeralda y perderse en sus pensamientos….