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no eres bueno para mi por dchermosilla

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Notas del capitulo:

hola aqui les traigo otro capitulo

había pasado una semana desde el incidente en el pub y no había contestado ninguna llamada de hanamichi, también lo había evitado en la universidad y en cualquier sitio en el que el pelirrojo se pudiese encontrar, había vuelto a mi rutina de ocupar la bicicleta como medio de transporte e incluso había cambiado la ruta de viaje para evitar toda posibilidad de toparse con su novio, mejor dicho su ex novio en realidad no sabía en qué situación estaban.

no podía entender como todo se había echado a perder en minutos, me tiro en el suelo apoyando la cabeza en la cama, ese día había sido genial hana lo había sorprendido cantándole una canción preciosa, después habían estado abrazándose, besándose y riéndose todo el show, de hecho conversando con Akira se había convencido de que había tomado una buena decisión al aceptar al pelirrojo, cerre los ojos y comence a recordar la coversacion.

-hola soy Akira el muchacho de pelos de punta había extendido su mano para saludarle.

 

tome su mano, me presente y aproveche para felicitarlo por el buen espectáculo que habían mostrado.

 

-gracias por venir a apoyarnos, la verdad es que tengo mucho que agradecerte.

 

no entendí que me tenía que agradecer un muchacho al que veía por primera vez en mi vida, -¿a qué te refieres?

 

-veras conozco a Hana hace como 6 años lo conocí en el instituto éramos compañeros de equipo ambos jugábamos baloncesto dijo mientras bebía un sorbo de cerveza

 

-en ese momento yo solo era un crio con grandes ilusiones de convertirme en cantante y tu novio me ayudo bastante me dio la confianza que me faltaba y me alentó a que hiciera la banda, también participo activamente en la creación de varias canciones nuestras ya sea componiendo o escribiendo sus letras.

 

estaba realmente sorprendido nunca me imagine que hanamichi tuviera afición por la música mucho menos que supiera componer y que escribiera canciones, definitivamente este pelirrojo era una caja de sorpresas.

 

-a pesar de toda la ayuda que nos brindo y que aun nos brinda nunca logre que pisara un escenario con nosotros, cada vez que se lo pedí siempre con una sonrisa y una broma declinaba mi oferta

 

-¿porque? pregunte no entendía por que mi pelirrojo no quería participar en la banda

 

-la razón dijo Akira meditando unos segundos, -no lo sé nunca me ha dado una razón de peso para negarse, ¿sabes cuál fue mi asombro esta mañana cuando me pidió subir a cantar?, seis putos años rogándoselo y de repente me llama y es él quien pedía cantar con nosotros, de verdad debo agradecértelo.

 

cuando estaba a punto de contestar sentimos unos gritos provenientes de afuera, salimos rápidamente a ver que ocurría y vi a Hanamichi enajenado fuera de sí golpeando a un chico que no se defendía, había mucha sangre por todos lados, y el hombre bajo el estaba petrificado sin moverse, rápidamente por mi cabeza pasaron todas las imágenes de mi infancia cuando mi padre me golpeaba y yo solo me quedaba quieto esperando que la golpiza terminara, también recordé cuando mi padre con su cuerpo imposibilitaba el mío cortándome la respiración para que no huyera como si hubiese podido hacerlo, casi sin darme cuenta empecé a temblar cuando reaccione vi a ayako estática y pálida me acerque a ella y cuando estaba solo a unos pasos vi como mito quitaba a hana de encima del pobre hombre cuando vi el rostro del chico sentí mis piernas flaquear y mi estomago revolverse, fácilmente tenia la nariz y la mandíbula rota y tendría suerte si es que le quedaba algún diente.

 

en ese momento sentí que el aire se hacía muy pesado, definitivamente hanamichi era una bestia como podía herir a si a alguien, ese hombre no era un luchador y saltaba a la vista que era mucho mas débil que el pelirrojo, nunca tuvo ninguna posibilidad siquiera de defenderse, cuando comprendí que hana no era distinto de mi padre me di la vuelta y dirigí mis pasos lejos de ese toxico lugar y lejos de ese peligrosos hombre.

 

llegue a mi casa de manera automática ni siquiera recordé que ruta o que bus tome para llegar ahí, tome una ducha y sin secarme me metí  a la cama, al menos esa noche no llore.

 

al día siguiente tenía mucho dolor de estomago así que no desayune, salí para la universidad, maldito taller practico al que no podías faltar, a penas llegue a la universidad vi a hanamichi afirmado en la pared mirando el suelo, sin darme cuenta mi corazón empezó a latir como loco y mis pies querían correr hacia él para abrazarlo, y cuando estaba a punto de hacerlo vi su rostro y la realidad me golpeo fuertemente, su ceja estaba rota y tenía un moratón en la mejilla esas lesiones se las había hecho en su lucha, pero tenía el labio muy hinchado y bastante morado eso de seguro se lo hizo ayer en el callejón.

 

decidido a no hablar con el apresure mis pasos, cuando creía que lo había pasado sentí que un brazo sujetaba el mío, no tenia que girarme para saber de quién eran esas fuertes manos que me sostenían, aquellas manos cálidas que me habían acariciado la noche anterior eran las mismas manos que habían dejado mal herido a ese hombre, sacudí mi brazo para soltarme del agarre de hanamichi pero no lo conseguí.

 

-hablemos ¿quieres?, pregunto en un tono muy bajo el pelirrojo.

 

-ya que me das a elegir no, no quiero hablar contigo a sí que suéltame por favor dije en un tono seco y áspero.

 

-por favor amor hablemos, déjame explicar que fue lo que sucedió ayer

 

me gire rápidamente y bastante enojado cosa que lo sorprendió e hizo que me soltara

 

-¿de verdad tú crees que yo soy estúpido?, ¿o crees que estoy ciego? se bien lo que paso ayer, te enojaste te saliste de tus casillas y golpeaste como un loco endemoniado a un pobre muchacho que no se podía defender.

 

vi como la cara de hanamichi pasaba del asombro a la ira rápidamente

 

-hey puedes decirme lo que quieras, lo acepto pero no te permito que digas que esa mierda es un pobre hombre.

 

-así que ahora me tienes que dar permiso para hablar, estás loco hanamichi, sabes que la violencia es una enfermedad, debieras ir al médico antes de que mates a alguien inocente.


apenas termine de decir esa frase vi como su rostro palidecia y sus ojos se cristalizaban, pero se repudo y hablo fuerte

 

-si aun así fuera ese hombre merecería morir, y sabes me decepciona que hayas decidido enojarte sin siquiera escucharme.

 

-la violencia no tiene justificación, nada en el mundo se soluciona con ella pero tú no lo entiendes dije caminando hacia el salón y dando por terminada la discusión.

 

Hanamichi paso toda la clase mirándome, lo que hizo bastante incomodo el momento así que cuando el profesor dio por terminada la clase agarre rápidamente mis cosas y me dirigí al otro lado de la universidad donde tenía mi siguiente clase, a la cual gracias a dios hanamichi no asistía.

 

ese primer día transcurrió largo y tedioso y de ahí en mas durante toda esta semana he evadido a Hana y en general a todos sus amigos por igual, ya que me encontré con mito y lo único que trato fue de justificar a su amigo con excusas bastante vagas y débiles.

 

y ahora estaba tirado en mi pieza pensando y pensando como las cosas podían arruinarse de manera tan rápida, definitivamente debía haber escuchado a mi cabeza cuando conocí al pelirrojo y nunca haber dejado que se acercara a mí.

 

decidí salir a tomar aire tome mi balón de básquet una botella de agua y me dirigí a una cancha que se encontraba cerca de casa, la verdad es que necesitaba quemar un poco la energía negativa que llevaba encima, cuando llevaba cerca de 40 minutos jugando, en una mal jugada mi balón reboto mal y salió de la duela, salí corriendo a buscarlo para evitar que llegara a la calle cuando, estaba a mitad de camino unas zapatillas cortaron la trayectoria del mismo, levante la mirada y ahí con un pie en el balón estaba mi nemesis pelirrojo, vestido con una musculosa blanca, y unos short deportivos, la verdad es que se notaba que andaba haciendo ejercicio ya que estaba bastante sudado lo que hacía que la musculosa se pegara aun mas a su cuerpo y que en algunos lugares se trasluciera, sacudi mi cabeza sacandoa aquellos pensamienos y me acerque tratando de disimular el bochorno que sentía cuando lo veía.

 

-gracias por detener mi balón, de llegar a la calle podría haber ocasionado un accidente.

 

-iba corriendo por aquí y sentí el sonido del balón, lo que llamo mi atención ya que esta cancha lleva abandonada mucho tiempo.

 

-¿de qué hablas? ¿nadie juega acá? pregunte un poco asombrado ya que la cancha estaba en buenas condiciones y en un lugar privilegiado donde daba sombra y corría bastante brisa.

 

-hace cuatro años este barrio fue vendido, a un grupo de personas de la tercera edad por lo tanto esta cancha que antes era usada por los niños que vivían aquí y que se mudaron a otros sitios dejo de ocuparse.

 

-¿venias mucho por aquí?

 

-Akira y yo entrenábamos a esos niños, después se nos unió mitsui y miyagi, era un grupo de buenos críos, sentimos mucho que se tuvieran que mudar dijo mientras me seguía, cuando llegamos bajo un árbol me senté y bebí agua.

 

-kaede la verdad es que quiero hablar contigo, se que el otro día cuando conversamos en la universidad me altere y te levante la voz, lo siento mucho, también siento que hayas tenido que ver ese lado de mi que no te gusta.

 

-sabes hana lo pensé mucho estos días, y creo que el que cometió el error en nuestra relación fui yo no tu.

 

-¿de que hablas kae? fui yo quien golpeo a ese estúpido no tu.

 

-mi error fue creer que solo porque no me gustaba ese aspecto agresivo de ti desaparecería, tu eres una persona y como todas las personas somos complejas tienes varias aristas dentro de tu personalidad y yo tontamente creí que podría borrar ese aspecto violento que posees, también creo que no te puedo moldear a mi antojo, ya que eso no es justo para ti.

 

-entonces me perdonas dijo hana mientras tomaba mi mejilla y me hacia mirarlo.

 

-no tienes que disculparte por ser tu hana me acerque a él y lo bese dulcemente

 

-es solo que no puedo estar con alguien como tú, porque yo no puedo con tu personalidad dije besándolo nuevamente, cuando me estaba alejando de el tomo mi rostro con firmeza y alargo el beso cuando se alejo vi sus ojos color chocolates aguados lo que me dolió el alma, pero había que terminar esto antes de que el daño fuera irreparable.

 

-¿estos es un adiós entonces? dijo hana con la voz entrecortada.

 

-así es, pero piensa que es lo mejor encuentra a alguien que te acepte tal como eres y se feliz solo cuida tu cuerpo un poco más.

 

-si quieres que te deje marchar lo hare, vete antes de que me arrepienta.

 

con el corazón en la mano pero sintiendo que era lo correcto tome mis cosas y me dirigí a mi casa, me duche y deje que el agua fría se llevara mi pesar mi pena y desazón, solo cuando sentí que si seguía bajo el agua me iba a congelar salí de la ducha me puse un bóxer  y sin secarme me tire a la cama y dormí, como hace mucho tiempo no hacia sin soñar ni pensar nada.

 

de repente unos golpes en la puerta me sacaron de mi cálido sueño, me estire y abrí los ojos me senté un poco desorientado, me puse de pie y fui a abrir la puerta no me di cuenta de mi apariencia hasta que mire la cara de asombro de ayako, cuando reaccione corrí a mi pieza a vestirme.

 

-ayako pasa y ponte cómoda

grite llegando a mi pieza mientras tomaba un poleron y unos shorts que tenia a los pies de mi cama, quizás cuanto tiempo dormí ya que mire hacia afuera y eran como las 6 de la tarde y cuando fui a dormir eran como las 8 por conclusión dormí casi un día entero.

 

salí del cuarto vestido y vi a ayako sentada en el sillón mirando mi pequeño dpto.

 

-eres bastante ordenado u limpio para ser hombre dijo mirándome con asombro.

 

-me crie desde pequeño solo así que aprendí a hacerlo todo por mí mismo. ¿te puedo servir te?

 

-seria genial, gracias contesto

 

me dirigí a la cocina y empecé a prepara te, también corte unos trozos de un queque que había hecho ayer cuando tenía todo listo y dispuesto en una bandeja me dirigí a donde estaba la muchacha aun sentada.

 

dispuse todo frente a ella y le serví el te

 

-ayako disculpa que pregunte ¿qué te trae por mi casa?, pregunte mientras levantaba mi taza de té y bebía un sorbo.

 

-como pensé directo al punto, eres un hombre demasiado directo ¿no te lo han dicho antes?, dijo con una sonrisa la muchacha

 

respondí la sonrisa mientras hablaba

-algunas veces, pero digamos que soy muy curioso y no me gusta quedar con la duda por ello siempre quiero saber cosas como esta dinmediato.

 

-bueno es mejor así, kae vine hoy después de mucho meditarlo, la verdad es que ayer me junte con hanamichi y estaba completamente destruido, muy borracho y desanimado, entre lagrimas me conto que decidiste terminar con el por lo que sucedió en el pub el otro día.

 

-mira ayako la corte

-lamento que tu amigo este sufriendo pero creo que esto no es una situación en la que debas intervenir, ambos somos grandes y esto es lo mejor.

 

-se que no debo meterme en asuntos de pareja pero creo que te equivocaste kaede, tomaste una decisión precipitada y sin conocer toda la historia.

 

-si lo sabes entonces no lo hagas ayako, mira con todo el respeto que te mereces no es aquí donde debieras estar, si no con tu amigo ya que no hay nada que me haga cambiar de opinión con respecto a la decisión que tome, lo siento, dije mientras terminaba de un sorbo mi te.

 

-ok kaede pero al menos no hagas que el viaje que hice sea en vano y déjame contarte una historia, apenas termine me iré y no volveré a molestarte, bebió un poco de su te y vi que sus manos temblaban levemente, la mire fijo y asentí dándole a entender que podía continuar.

 

-miyagi no es mi primer novio, hace un par de años atrás cuando yo estaba en la preparatoria, conocí a un chico que era el sueño de toda mujer, era guapo, sensible delicado y muy varonil y como todas las chicas de la prepa caí rendida a sus pies, el era un estudiante muy talentoso pintaba unos cuadros hermosos en oleo, coincidimos una vez en un parque él estaba pintando y yo paseaba por ahí tomando fotos, yo tenía una cámara de fotos instantáneas y llevaba semanas tomando fotos a una flor que es hermosa pero cuesta mucho que florezca porque es muy frágil y se rompe con facilidad, por eso seguí durante mucho tiempo asistiendo a ese parque hasta que por fin ese día logre encontrar una flor para fotografiarla, pero justo en ese momento cuando la cámara estaba revelando la foto vino una brisa muy fuerte y mi foto salió volando, como no estaba dispuesta a perderla después de todo el esfuerzo que realice para conseguirla corrí persiguiendo mi foto, cuando ya la estaba dando por perdida una persona la levanto del suelo, en ese momento me detuve para coger aire y me acerque al hombre que tenía mi foto para reclamarla, pero cuando vi quien era me petrifique, frente a mi sosteniendo mi foto estaba ese chico guapo del instituto que era inalcanzable y que todas querían.

 

-¿esta foto es tuya?, pregunto con la sonrisa más bella que yo había visto

 

-yo conteste entrecortado que si era mi foto, rogué por que creyera que mi voz débil y entrecortada se debía al cansancio por correr y no por estar hablando con él.

 

me sonrió y me la pidió para pintarla, desde ese día nos hicimos inseparables, amigos y luego novios, sabes esos meses fueron los mejores de mi vida, el era todo lo que yo quería para mi, tanto que la mayoría del tiempo pensaba que era mucho para mí que no lo merecía.

 

dijo mientras me miraba directamente a los ojos transmitiéndome toda su sinceridad, rellene su taza de té mientras ella se tomaba unos segundos antes de continuar.

 

-un día llegamos de una fiesta que se había hecho en casa de hana, fuimos todo el camino de regreso en silencio lo que yo atribuí al cansancio, pero estaba equivocada apenas cruzamos la puerta de la casa, el se quito la chaqueta y tomo fuertemente mi brazo y en tono muy bajo que me helo la sangren me dijo.

 

-lo pasaste bien con el estúpido pelirrojo hablo mientras apretaba mas y mas mi brazo

 

sabes por un momento ver la expresión que atravesó su rostro me dejo petrificada ahí, a tal punto que no sentía el dolor de su mano apretando mi carne, solo me di cuenta del daño que me había causado cuando sentí correr las lagrimas en mi rostro, esa noche dormimos uno en cada extremo de la cama sin tocarnos, pero al día siguiente llego con desayuno a la cama y con una cara de arrepentimiento y sabes lo que pensé cuando lo mire, irónicamente pensé que nunca volvería a ocurrir, que se había equivocado, que era humano.

 

pero la situación no mejoro luego ya no era solo moratones de sus dedos, era golpes de puño, mechones de pelo que me arrancaba, mordidas y patadas muchas patadas.

 

no me di cuenta de cómo en un par de meses mi cuento de hadas se había transformado en una historia de terror, pero sabes seguía pensando que no era culpa del que era mis acciones que era mi responsabilidad que yo era la mala que hacía que ese buen hombre se transformara y me agrediera.

 

una lagrima resbalo por su lindo rostro y me acerque a su sillón y con mis dedos seque aquellas saladas gotas de agua, y cuando pensé que había terminado de hablar continuo con su relato uno que increíblemente sentía en mi propia piel.

 

Hanamichi es mi amigo de que éramos niños, él fue el primero en notar que había cambiado, el noto que me había vuelto pequeña, frágil y temerosa, y cada vez que nos veíamos me preguntaba y me pedía que le contase que ocurría y yo siempre le decía lo mismo, no seas tonto Hana que me va a pasar a mi recuerda que la buena para meterse en líos no soy yo si no tu y daba por terminada la conversación.

 

Todo llego a su fin un día viernes de invierno, hacia mucho frio fuera y estaba sola en casa ya que hiroki había salido con unos amigos, llego tarde y muy borracho apenas cruzo al puerta de la habitación que compartíamos, supe que tenía que arrancar, algo en mi piel me decía que huyera de ahí seguro era mi instinto de supervivencia, me levante de la cama simulando tranquilidad aunque por dentro moría de susto, cuando estaba a punto de alcanzar la puerta una mano me jalo el cabello haciendo que cayera de espaldas al suelo, en la caída mi espalda choco con la base de madera de la cama sacando todo el aire que tenía en los pulmones dejándome sin poder mover durante unos minutos, pero él no se detuvo me levanto y me lanzo sobre la cama y puso su cuerpo sobre el mío con un de sus manos sujeto mis muñecas y con la otra mano apretó mi cuello cortando aun mas mi reserva de aire, cuando soltó mis muñecas para quitarme la camisa que llevaba de pijama lo empuje y logre pasarlo pero él fue malditamente rápido para estar borracho y agarro unos de mis pies haciendo que me diera de bruces en el suelo y que golpeara mi mandíbula con un mueble, de ahí lo que sucedió lo recuerdo por instantes como si fuera una película, recuerdo que me patio reiteradamente las costillas, que me desnudo y abuso de mi lo último que recuerdo es su rostro desorbitado  y mis ganas de dormir eternamente, fue en ese momento en que me di cuenta que hiroki no era un humano era un monstruo.

 

desperté tres días después en un hospital, con 3 costillas rotas la mandíbula dislocada, la muñeca derecha fracturada muchos moretones, varias mordidas que cortaron la piel en diversos lugares de mi cuerpo y un ojo tan hinchado que no podía ver nada por él, cuando trate de moverme lo primero que vi fue a Hanamichi sentado y dormido en una silla al costado de la camilla sujetando mi mano, cuando recordé me dio una crisis de pánico, llore y grite como una loca por más de una hora, en todo ese tiempo hana no me soltó, solo me sostuvo en sus fuertes brazos y lloro conmigo.

 

-¿qué sucedió con hiroki? pregunte con la voz débil, no sé en qué momento yo también había comenzado a llorar.

 

-desapareció y solo apareció el día del juicio ya que hana me convenció de que lo denunciáramos, pero el juicio no llego a nada ya que su familia tenía mucho dinero, y yo no tengo una familia que me pueda respaldar, de hecho el abogado que me defendió era uno del estado bastante malo, y algunos de los gastos que hubieron en el proceso los pago hana con lo que ganaba en su trabajo de medio tiempo.

-¿quedo libre entonces? dije con rabia por lo injusta que era la vida.

 

-sí y sus padres lo sacaron del país ese mismo día, luego del fallido juicio me fui a vivir con hana el me ayudo me reconstruyo, enseño a que me valorara y me enseño defensa personal, estuvo conmigo en mis noches de pesadillas y todas las veces en que pensé que no me iba a volver a poner de pie, como pudo pago mi terapia psicológica y cuando ya estuve bien me presento a ryota dijo con una sonrisa melancólica.

 

-¿entonces la cicatriz en tu costado es por la golpiza?

 

-así es, una de las costillas que el imbécil quebró rompió mi piel dejando la fea cicatriz, cuando hana empezó a luchar y a ganar mucho dinero me ofreció pagarme una cirugía y borrarla pero no quise porque en esta cicatriz está representado todo el esfuerzo que tuve que hacer para estar donde hora estoy, así que me siento orgullosa de ella.

 

-eres muy valiente ayako dije mientras acariciaba su mejilla

-y esa cicatriz no te quita ni un poco de atractivo dije sonriendo, ella coloco su mano sobre la mía y suavemente dijo.

 

-kaede entiendo muy bien porque no te gusta la violencia supongo que tenemos una historia de vida parecida.

 

la mire un poco asombrado por el hecho de que supiera de mi, -¿cómo lo sabes?

 

-sabes la cara que pusiste ese día mientras hana golpeaba a hiroki en el callejón es la misma cara que yo veía reflejada en el espejo después de ser golpeada.

 

asentí entendiendo el hecho de como se había dado cuenta, de repente algo hizo clic en mi cerebro, levante la mirada y mire fijo a ayako.

 

-así es kaede el hombre al que hana golpeo era hiroki mi ex novio.

 

en ese momento mi corazón latía a 100 no a 1000 por hora había malinterpretado completamente a hana, era un idiota si bien no estaba de acuerdo con la violencia personas como hiroki y mi padre merecían ser ellos la victima por una vez en l vida.

 

-una última cosa quiero comentarte Kae, la razón por la que hana lucha, es culpa.

 

-¿culpa? de verdad no entendía a que se refería ayako

 

-la madre de hana murió cuando él nació, así que fui criado por su padre, cuando el tenia 15 años se metió en un lio con unos tipos de otro instituto por defender a mito, y obviamente hana gano cuando llego a su casa vio que su padre estaba tirado en el piso sufriendo un infarto, salió corriendo a buscar ayuda pero los imbéciles habían regresado por la revancha con mas personas, para cuando hana pudo traer ayuda su padre había muerto.

 

abrí grandemente los ojos no podía creer, mi pelirrojo también había sufrido mucho en el pasado.

 

-luego de ese día hana se metía en cada pelea que podía, llegaba a casa prácticamente desfigurado de tantos golpes, pero esa era la forma de expiar sus culpas, luego su entrenador lo conoció y lo incentivo a que peliara dentro de un ring.

 

-¿ósea hana quiere que lo golpeen por el incidente de su padre?, pregunte aun sin entenderlo del todo.

 

-el cree que con cada golpe que recibe un poco de la pena y culpa que hay en su alma se va, además que piensa que no merece ser feliz, porque se culpa por la muerte de su madre, por haberle arrebatado el amor de su vida a su padre y por no haber podido llevar ayuda cuando este lo necesitaba.

 

en ese momento me puse de pie el aire se me empezó a hacer escaso y el corazón amenazaba con salirse de mi pecho, coloque mi mano sobre él para evitar que se arrancara, en ese momento ayako dijo.

 

-ve debe estar en su casa, sácalo de su miseria dijo sonriendo.

 

me di media vuelta y corrí a la puerta antes de salir me gire y hable fuerte para que ayako me escuchara.

 

-gracias ayako, cierra mi dpto. cuando salgas y  llámame para que quedemos otro día yo también debo sincerarme y contarte mi historia.

 

salí corriendo sin esperar respuesta, y corrí como un loco, todo el camino que recorrí pensé en mi pelirrojo en lo injusto que había sido, en como había actuado egoístamente viendo solo mi dolor y no el de él y como en última instancia había defendido al imbécil de hiroki y como lo había lastimado ese día en el parque, cuando llegue a su casa subí los escalones y toque el timbre una dos tres veces, estaba sudado con el pelo alborotado y sin aire en los pulmones me debía ver fatal, tratando de recuperar oxigeno estaba cuando un mojado pelirrojo aun con shampoo en el pelo y una pequeña toalla adornando sus caderas me abrió.

 

-kae....

 

no deje que terminara su frase y me lance a sus brazos y lo bese

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

creo que el capitulo me salio un poco largo, espero leshaya gustado recuerden dejar sus comentarios criticas y sugerencias.


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