después de una semana de mierda había decidido estar todo el día en el gimnasio, bote todo el estrés, la ira, la decepción y la pena, cuando llegue a casa estaba destruido todo mi cuerpo estaba dolorido decidí darme una ducha e ir a dormir, esperaba esta vez poder dormir aunque fuese producto del cansancio, cuando estaba terminando de lavar mi cabello, sentí unos golpes en la puerta, seguro el idiota de mito olvido nuevamente las llaves, decidido a dejarlo fuera hasta terminar de ducharme estaba, cuando los golpes se hicieron mas fuertes,asustándome un poco, mito nunca golpeaba así de fuerte solo cuando algo urgente ocurría, no termine de sacarme el shampoo del pelo, salí rápidamente de la ducha me coloque una toalla en las caderas y cuando estaba listo para ver a mito del otro lado de la puerta mi corazón se paralizo, frente a mí un ruborizado kaede con el pelo pegado a la frente debido al sudor y jadeando me miraba fijo, se veía tan apetecible, realmente era un hombre guapo.
cuando iba a decir su nombre no me dejo terminar ya que se lanzo sobre mí y me beso, no entendía a que se debía su apasionado beso, pero no lo rechacé muy por el contrario lo apreté contra mi y cerré mis brazos en su cintura, para evitar que se volviera a ir, creo que era el primer día luego de esa semana que no sentía frio en mi interior.
de repente me di cuenta que estaba semi desnudo mojado y besando a kaede en el marco de la puerta, de seguro estábamos dando un increíble espectáculo a los vecinos, como pude sin romper el beso tome a kaede de la cintura y lo entre a mi casa, cerré la puerta, de repente cuando me iba a separar y a preguntarle a que se debía su placentera visita, sentí como la mano del pelinegro tomaba el nudo mi toalla y lo soltaba haciendo que quedara completamente desnudo en el living de mi casa, de verdad que no podía entender del todo esta situación, pero mi cuerpo no necesitaba una explicación, lentamente levante la camisa de kaede, acariciando su espalda y caderas en el proceso, cuando lo tuve sin polera, acaricie lentamente su torso blanco, guardando en mi memoria su estructura, me acerque y bese su cuello, mordí suavemente su clavícula cosa que lo hizo gemir sonoramente, seguí besando su cuello y cuando llegue a su oreja lamí juguetonamente el lóbulo, definitivamente era un estúpido por lo que iba a hacer pero era necesario, suavemente susurre
-kae, creo que tenemos que hablar, dije tomando un poco de distancia para evitar las ganas locas que tenia de seguir tocándolo.
kaede volvió a acortar el espacio que había entre los dos, y muy bajo casi como un ronroneo dijo.
-sí, pero ahora no Hana, vamos a hablar después dijo mientras tomaba mis manos y las dirigía a el botón de sus shorts incitándome a que se los quitara.
sin pensarlo dos veces lo levante del suelo obligándolo a que enredara sus piernas en mis caderas, cuando lo hizo nos dirigí a mi cuarto sin dejar de besarlo nunca.
en el camino chocamos con algunas cosas de la casa pero no nos importo en absoluto, la necesidad que teníamos era mucho mayor en ese momento, cuando logre entrar a mi cuarto lo deje caer lentamente en mi mullida cama, suavemente me pose sobre el sin recargar todo mi peso, y mientras lo miraba y acariciaba su rostro pensaba que esto no era real.
-kae por favor dime que esto no es un sueño, que no despertare y estaré solo en mi cama de nuevo.
de repente kae giro su cuerpo dejándome bajo él y con unos lascivos ojos azules hablo
-dime hana tus sueños se sienten así de reales
todo esto lo dijo mientras bajaba su rostro peligrosamente a cierta parte de mi anatomía que pedía atención.
-te demostrare que esto es lo más real que has vivido pelirrojo
pero no fueron esas palabras las que me sobresaltaron si no el sentir la cálida boca del ojiazul lamiendo mi pene como si fuera un caramelo, cerré mis ojos para disfrutar del placer que la boca de kae provocaba, definitivamente debería preguntar más adelante donde mi chico había aprendido semejante maniobra, ya que intercalaba lametones succiones y leves mordidas que si definitivamente no detenía me harían llegar rapidamente al climax.
-kae amor
dije separándolo de mi vamos -si continuas así se acabara toda la diversión
lo obligue a que me besara, y aproveche para intercambiar de posiciones nuevamente, la verdad es que pese a que varias personas habían compartido mi cama nunca antes había estado tan nervioso, me dedique a besar todo el cuerpo del hermoso hombre que tenia bajo de mi, cuanto me canse de besar lamer y morder su hermosa piel lo gire y me dedique a lubricar su delicada entrada, que al comienzo genero bastantes problemas ya que no permitía que ingresara más de un dedo, pero con paciencia y amor lo empecé a dilatar mientras le repetía constantemente que lo amaba, que no lo dejaría marchar, cuando creí que estaba listo lo gire nuevamente por nada del mundo me perdería su expresión cuando me tuviera dentro, lo volví a besar y pregunte.
-¿kae amor estás listo? dije mientras lo miraba fijo.
el no me contesto solo enrosco sus piernas en mi cintura acercándome a su cuerpo, y asintió tome una gran bocanada de aire y dirigí mi pene a su entrada, pese a que había lubricado bastante todavía costaba entrar por completo, un rictus de dolor atravesó el bello rostro de kaede y me detuve, lo que menos quería era lastimarlo, los segundos que espere a que se acostumbrara a mi fueron eternos la verdad es que tenía unas ansias locas de dar un empeñon y ingresar hasta el fondo pero no podía hacerlo, de repente un leve susurro me saco de mi trance.
-estoy bien hana continua
asentí y suavemente ingrese hasta el fondo, en ese momento sentí, que por primera vez en el mundo estaba donde debía estar, ahora entendía la diferencia entre tener sexo y hacer el amor, cuando lo haces con alguien a quien amas todo calza en su lugar, sientes que el mundo deja de girar y que tu corazón se acompasa con el de la otra persona, creando una melodía acompasada, me retire y volvi a entrar en ese cuerpo que me recibía con gusto, en ese momento abrí los ojos y vi la imagen mas linda del mundo, con los cabellos revueltos esparcidos sobre la cama, un ligero rubor en las mejillas, los labios entreabiertos rojos por los besos que habíamos compartidos y los ojos azules brillantes semi cerrados estaba mi kaede siendo uno conmigo.
en un momento solo sentía el sonido de nuestros cuerpos al chocar, empecé de manera suave y lenta pero con el paso de los minutos me necesidad aumento por lo que las embestidas se hicieron más rápidas y profundas, y justo cuando creí que no podía ser mejor kaede cambio nuestras posiciones dejándome de espaldas y a él sobre mi manejando el ritmo, entonces bajo su mano y empezó a acariciar su abandonado pene que se alzaba orgulloso entre nosotros, en ese momento el cuanto se lleno de gemidos y palabras entrecortadas.
-ahh ahh Hana, te ammmmmo gemia entrecortado kaede
-no te detengas amor, vamos a terminar juntos
dije mientras lo observaba, el asintió y agarre sus caderas profundizando si se podía más las arremetidas, una dos tres y todo se volvió blanco, unos puntos negros nublaron mi vista y sentí que flotaba, abrí los brazos para recibir el cuerpo de mi amante que temblaba ligeramente producto del orgasmo vivido, cuando lo tuve seguro los cerré y me deje caer de espaldas con él sobre mí.
no se cuento tiempo paso hasta que logramos regularizar nuestras respiraciones, pero cuando volví del mi ensoñación hacia mucho frio y kaede estaba plácidamente dormido aun conmigo dentro y sobre mí, gire mi cuerpo hasta dejarlo de costado lo tape y lo abrace por la espalda, cuando salí de el sentí un vacio inmediato, me hubiese encantado alargar ese momento por siempre pero debía dejar que kaede descansara.
no sé que nos deparaba el mañana pero hoy quería dormir acurrucado junto al hombre que amaba.
cuando los rayos del sol me dieron de lleno en el rostro me estire sacándome la pereza, de repente mi cerebro empezó a recordar lo ocurrido la noche anterior, y una sonrisa imbécil adorno mi rostro, me gire para abrazar a kae y grande fue mi sorpresa cuando vi el otro lado de la cama vacía, entonces me levante como alma que lleva el diablo me puse un bóxer rápidamente y salí de la habitación buscando a mi chico, mi corazón latía como loco, tenía miedo de que kaede pensara que lo que ocurrió ayer fue un error y que me hubiese abandonado, sentía en mi piel que si antes me costaba mantenerme alejado de su ser luego de probar el sabor de su piel me iba a ser imposible perderlo.
baje las escaleras con todos esos pensamientos en mi cabeza cuando un rico olor a café recién hecho inundo mi nariz, en ese momento entendí al ver a kaede de espaldas revolviendo algo en la cocina vestido solo con una de mis camisas que le quedaba, graciosamente grande, que todos mis pensamientos habían sido errados.
me acerque sigilosamente a su espalda y cuando lo tuve a solo centímetros lo abrace acariciando su abdomen, obviamente no se esperaba mi presencia y se sobresalto al sentirme de improviso.
-¿por qué no estabas cuando me desperté? dije a modo de reproche mientras besaba su cabeza
-el sol me despertó temprano, y decidí lavarme y cocinar algo para cuando despertaras, espero que no te moleste que haya ocupado una de tus camisas y tu shampoo.
inhale el olor de sus cabellos y me supo a gloria
-de hecho desde hoy no quiero que uses otra cosa, me encanta que huelas a mí, me hace sentir que eres completamente mío, dije de manera posesiva.
kaede se rio y me empujo -hey que no soy un objeto, yo soy solo mío
dijo mientras cerraba uno de sus hermosos ojos
-ven a comer está todo listo.
me acerque nuevamente y bese su mejilla -deja que me lave y salgo
apresure mis pasos al baño y cuando estaba a punto de entrar me gire y hable fuerte para que kae me escuchara.
-kae te amo
dije y entre rápido al baño, mientras me duchaba mi mente hizo un repaso de lo ocurrido la noche anterior y decidió quedarse con el lindo sonrojo que atravesó el rostro blanquecino de kae cuando le dije que lo amaba, salí de la ducha me seque y me puse unos pantalones de buzo cuando salí kaede me esperaba en la mesa con muchas cosas que se venía bastante sabrosas dispuestas en la mesa.
-amor no sabía que tenias semejante talento en la cocina, de haberlo sabido te hubiese traído antes a mi casa dije mientras devoraba los huevos revueltos.
-veras hana tengo muchos talentos
dijo de forma picara haciendo que me trapicara con la comida.
rápidamente me paso un vaso de agua y argumento
-come despacio o te enfermaras.
asentí y empecé a comer más lento, a pesar que estaba todo sabroso kae no probo bocado alguno solo bebió su café, pese a que estaba todo tranquilo sentía que algo malo iba a suceder, era como la calma que antecede a la tormenta, y no me equivoque ya que apenas termine de beber el te kaede llamo mi atención.
-tenemos que hablar
esas malditas palabras me helaron la sangre, antes de que continuara decidí que no iba a dejar que kae dudara de nosotros
-mira kae se que puede que pienses que lo de ayer fue un error dije pero antes de que pudiese continuar la voz de kaede me corto
-hana veras eso no...
-no kae porfavor solo recuerda como te sentiste ayer, no botes eso.
-por eso digo que....
no aguante mas y me puse de pie llegue a su lado y me agache a su altura, puse mi frente pegada a la de él y suavemente le pedí que no nos hiciera esto.
-no Hana debemos.
-por favor no nos hagas esto.repeti como n mantra
de repente kaede se puso de pie y fuertemente me hablo,
-ME PUDES DEJAR HABLAR POR EL AMOR DE DIOS, QUE NO ME ARREPIENTO DE LO DE AYER PERO SI NO DEJAS DE INTERRUMPIRME JURO QUE LO HARE
asentí como un niño regañado parece que después de todo no sería un mal día.