-siento que esto no cuadra mucho…- comento Midorima mirando a sus amigos, todos le devolvieron el gesto, -sabemos que Makoto nunca actua sin obtener algo a cambio… ¿con que propósito hicieron esa estupidez y se dejan atrapar fácilmente y lo confiesan?-
Todos guardaron silencio.
Tetsuya miro a sus sempais, sentados en el mismo sillón, Hyuga sentado en las piernas de su esposo, gentilmente abrazado. Ellos eran asi, honestos, nunca actuaban con segundas intenciones, decían lo que sentían con vergüenza pero aceptándolo.
Una terrible sospecha le aporreo la cabeza, alzo la vista hacia su amigo pelirrojo y al parecer este descubrió algo también puesto que sus miradas se encontraron sorprendidas e incrédulas.
-¿y si…?- inicio Akashi
-¿su plan era que los encarcelaran?- completo Tetsuya.
Todos (Taiga, Shintaro, Kazunari, Riko, Momoi, Teppei, Hyuga, Ryota, Daiki y Atsushi) los miraron como si a los dos les hubiera salido un tercer ojo.
-¿eh?... ¿Quién va a ser lo suficientemente estúpido para hacer algo y dejarse encarcelar? Las cárceles pese a estar vigiladas siempre tienen sus VIP…-
Todos miraron a Daiki que había sido el primero en rezongar ante el comentario de Tetsuya y Seijuurou.
-perdon… ¿Qué es un VIP?- cuestiono Tetsuya, aun que varios parecían ignorar también el dato. Taiga un poco renuente a que le dijeran la información permitió que Daiki les instruyera en un mundo tétrico y oscuro que por nada del mundo quisiera tocar.
-los VIP de una cárcel son los rehenes que fueron encarcelados por cometer abusos sexuales o por ser pedófilos, pervertidos y todas esas linduras… los demás rehenes se quieren sentir “hombres de justicia” y les hacen lo mismo por lo que los encerraron. Si Mibuchi y Makoto son encarcelados por abusar de dos hombres y vender drogas… lo mas probable es que se conviertan en un par de juguetitos de cualquier mequetrefe… y sus amigos-
Todos miraron con incredulidad a Daiki… ¿era en serio?...
-aun que ustedes no lo crean en una ocacion nos pideiron apoyo para llevar a uno de los rehenes al hospital para una cirugía, habían abusado de el entre 12 prisioneros y pues… ya se imaginaran como quedo el infeliz.-
Ryota se tapo los oídos y negó con la cabeza. No podía creer que pese a ver tantas barbaridades su esposo realmente amara su carrera.
Daiki le abrazo envolviéndole los hombros y la gorda barriga. No era bueno que escuchara ese tipo de cosas que le crispaban los nervios al rubio, por eso solia contarle únicamente los actos heroicos que realizaba cuando lo mandaban a alguna misión.
-¿y no es posible que les mantengan vigilados?- cuestiono un poco preocupado Teppei, mierda, el y su estúpido y blando corazón, quería justicia, por supuesto que la quería, pero nunca le podría desear lo mismo por lo que paso su Hyuga a otro ser.
Daiki desecho la idea tan pronto salió de los labios del otro.
-si fuera tan simple todos los policías estarían en las cárceles vigilando a un rehén… es imposible, las cárceles están cada vez mas llenas, la corrupción es cada vez mas normal en la sociedad y los malditos enfermos y pervertidos que habitan las cárceles extorsionan o compran a los vigilantes de manera muy fácil… es como si quisiéramos detener el agua de un rio con las manos.
Daiki se sintió un poco asqueado al tener que admitir esa cruel realidad, dentro de la policía había tanta corrupción que no se sabia aveces quienes eran los buenos y quienes los malos. Ryota había sido el ancla que lo había mantenido siempre del lado del bien, el que el rubio se hubiera aferrado tanto a el siendo tan joven y le dijera constantemente que era un buen hombre lo había obligado a ser una de las pocas ovejas negras del rebaño, dispuestos a actuar bajo el verdadero lema de “servir y proteger”.
-pues… supongo que tendremos que saber las verdaderas intenciones de esos dos para dejarse encarcelar… aun que no creo que se pueda hacer mucho puesto que son culpables… pero tal vez podamos ayudarles… si están de acuerdo claro.
Sugirió Akashi dispuesto a comenzar a mover a sus investigadores para saber la verdad definitiva de todo aquello.
Tras dudarlo unos segundo la pareja mas involucrada asintió…
-queremos saber la verdad… y aun que sabemos que tienen que pagar su crimen… queremos que no les pase nada… ayudenos otra vez por favor.
Cuando Hyuga entro a su casa esa misma tarde extrañamente sintió que algo había cambiado. Era como si una enorme carga que llevaba en sus hombros hubiera sido dejada en el estrado, su casa se veía con mas luz, incluso Teppei se veía mas guapo si aquello era posible.
Entro a su hogar y tomo la mano de su esposo para llevarlo directo a su habitación, Teppei un poco confundido se dejo hacer.
Tras sentarlo en la cama Hyuga se hinco frente a el, le retiro el calzado, se retiro los lentes y tomo entre sus delgadas manos el rostro del castaño para atraerlo cerquita suyo.
-gracias…- le susurro antes de besarlo con timidez… acostumbrándose lentamente a esos labios, conociéndolos de nuevo, Teppei sabia que no debía forzar a su esposo, pese a que las heridas físicas ya no estaban, las emocionales (las mas difíciles de borrar) continuaban acechando a su esposo. Correspondió al beso tomando al moreno de la cintura para alzarlo y sentarlo encima suyo, Hyuga rodeando su cintura con las largas piernas.
-no se ni que decirte… me siento tan impotente por no haberte podido defender… por no haber estado ahí para ti…por haberme dejado engañar tan estúpidamente.-
Hyuga sello sus labios con un beso.
Y otro
Y otro mas.
Cuando la habitación comenzó a caldearse para ambos de manera natural, tranquila, fueron despojándose de sus ropas.
Las marcas habían remitido casi en su totalidad, uno beso las marcas del otro, Hyuga temblo un poco cuando las manos de Kiyoshi acariciaron sus nalgas… al ver que de inmediato se detenia el castaño opto por empujarlo contra el colchon para comenzar a deslizarse lenta y sensualmente sobre el.
Teppei gruño. Hyuga solia ser un tsundere total al que le encantaba molestar, incluso cuando le decía “te amo” durante sus encuentros intimos anteriores hacia que se sonrojara mas que el propio rubor sexual normal de un encuentro.
Que Hyuga estuviera llevando esa iniciativa en donde sentado a horcajadas acariciaba en conjunto ambas erecciones y se restregara contra el era algo tan maravilloso que incluso quería llorar.
Hyuga desendio lentamente hasta que su rostro estuvo cerquita de la palpitante erección de su esposo… tenia tantas semanas que no intimaban que sinceramente estaba muy nervioso.
Trago con lentitud toda la extensión dura y humeda que tenia enfrente. De no ser por los años que tenían juntos Teppei realmente se hubiera espantado y sorprendido, pero Jumpei asi era. Había sido tan obstinado que tras un par de ocaciones de sufrir una buenas arcadas había logrado aceptar toda la longitud de su esposo.
El sube y baja de su cabeza inicio lento, la humedad y la presión de la boca ajena excitaron aun mas al castaño y eso hizo que creciera aun mas. Como pudo se incorporo y con aparente facilidad tomo la pelvis de su esposo y lo giro quedando la pelvis del uno frente al rostro del otro.
La felación mutua comenzó. Los dos mamaban y humedecían al otro estimulándose y dando placer. Se conocían tan bien que conocían los puntos mas sensibles de los dos.
Hyuga saco la carne gruesa y chillo de placer cuando la lengua de su esposo paso de su pene al escroto, la sensible piel detrás de el y continuo directamente a su entrada.
O mierda… mierda… se sentía tan rico, era tan suave, tan delicado con el, quería llegar tan profundo en el y le hacia sentir tantas cosas al mismo tiempo que creía que se iba a desmayar.
Enterro las unas en los muslos del castaño y se inclino para continuar con la mamada.
Se detuvo definitivamente cuando un par de dedos entraron en su pequeño orificio ahora totalmente curado y le exploraban expertamente.
Cuando su próstata fue tocada fue como si muchas estrellas explotaran en su cabeza. Siempre era asi, Teppei siempre le llevaba al limite y cuando ya no podían mas simplemente continuaban con lo siguiente.
-hoy estas muy húmedo… - el castaño saco sus dedos del estrecho canal y al separarlos en tijera un liquido viscoso escurrió entre el índice y el medio.
Como hombre fértil su cuerpo hacia eso de manera normal.
El rubor aumento mas de lo posible y se dejo caer en la cama, con las piernas abiertas y la cadera levantada exponiéndose mas a su esposo.
Era normal que estuviera tan húmedo cuando ya no tomaba los anticonceptivos…
Era normal que estuviera tan húmedo cuando tenia tanto que no se tocaban y ahora se estaban reconociendo.
Era normal que estuviera tan húmedo si la persona que amabas estaba contigo y te hacia el amor de manera tan gentil y lo único que hacia era matarte de placer lenta y cruelmente.
Teppei se incorporo y se puso entre sus piernas. Entro en el y estuvo quietecito un par de segundos.
Hyuga tan excitado como estaba empujo hacia el demostrando que estaba listo para las embestidas.
Teppei le sujeto la cadera impidiéndole movimiento alguno.
-¿lo sientes verdad?... nuestra unión… cada que estamos juntos… nos pertenecemos… soy tuyo… totalmente tuyo… y tu eres totalmente mio… y nada cambiara eso… ni mil makotos o mil Reos… ni nuestros hijos.-
Pese a que la mención de sus victimarios se había colado en ese momento tan importante Huiga entendió el mensaje.
No habría poder humano que los separara. Ambos eran la mitad inigualable del otro.
Y si Teppe le estaba diciendo de esa manera tan sutil que quería hijos Hyuga no podía hacer otra cosa que aceptar.
-voy a terminar adentro…- advirtió el castaño retirándose lentamente del canal y entrando de la misma manera.
-te voy a llenar tanto que probablemente vas a estar escurriendo por días.-
Oh… tan hermoso… Teppei solia ser dulce, educado y bastante timido en ciertos aspectos, pero cuando estaban en la intimidad tenia ese otro lado suyo tan sucio y oscuro que Hyuga normalmente se debatía entre cual de los dos caracteres era el que mas amaba.
Enredo sus piernas desnudas a la cadera de su esposo y se aferro fuertemente a sus hombros.
-lo quiero… damelo todo…- le incentivo susurrándole al oído y apretando el culo provocativamente.
Las embestidas comenzaron una vez estuvieron de acuerdo. Y los dos dieron y recibieron todo del otro.