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BangLo: "Father in Law" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAA!!!! Aquí les dejo el último cap!!!! Finalmente *w* El momento decisivo ha llegado!

A LEER; LET'S GO! ^0^//

Parte 3: “Hasta que se enamoró de ‘su’ padre…”


<<“¿Cómo estás muchacho?”>>


Me quedé totalmente helado. Como si estuviese observándome en secreto, calló mi boca de inmediato. ¡Un mensaje! No les puedo explicar la felicidad que sentí en ese momento, esa euforia que prácticamente me hizo creer que ya no existía nada más a mi alrededor, que ya no tenía penas de amor, decepciones amorosas, depresión, nada. Estaba realmente eufórico que si no resultara demasiado infantil, saltaría y rodaría en mi cama gritando el “mítico” << ¡Kyaaaa~!>> de los japoneses.


<<Esforzándome por decir bien, creí que ya no me hablarías más…>>


Y ahí empezaba ya con mis metidas de pata hasta el fondo, humillándome, avergonzándome a mí mismo, “exponiéndome” de manera tan frágil ante él, debido a un ataque de sinceridad y euforia indescriptibles.


<<“Me imagino, sé que no ha sido fácil hacerlo, por lo que decidí dejarte asimilarlo todo con tranquilidad”>>


<< “Pero si hubiese sabido, que mis palabras te ayudarían a superarlo más rápido, no te hubiese dado ese tiempo.”>>


<<“Y aunque parezca sumamente raro, y de seguro no me creerás, pero… extrañé hablar contigo.”>>


Me envió 3 mensajes juntos, a lo cual el último casi hace explotar mi corazón. Él… ¿él me había extrañado?


<< ¿De veras? Wow, pues sí, eso sí es raro, pero aunque ahora a ti te parezca increíble, me pone feliz el que me hayas extrañado…>>


<<Pues la verdad debo admitir que siempre tus consejos me ayudan mucho…>>


Mordí mi labio inferior nervioso, estaba pisando terreno peligroso y lo sabía, pero realmente ese hombre me podía, y sabía que me estaba autodestruyendo a mí mismo, imaginándome cosas imposibles, pero en ese momento me hacía feliz pensarlas.


<< “Bueno, eso me deja más tranquilo, pues pensé que serías tú ahora el que me dejara de hablar…”>>


<<Eso no pasará… tú-tú me ayudas mucho a seguir adelante.>>


Sonreí como un idiota, al imaginarme a él sonriendo de lado una vez más de tantas otras que me imaginaré.


<< “Es bueno oír que por lo menos sirvo para algo y no soy un aburrido militar retirado, y ahora banquero.”>>


<<Por cierto, sé que quizás no debería, pero realmente me gustaría saber cómo esta ella. >>


Mordí mi labio una vez más, tirando el móvil en la cama, para luego estirar mi mano y sujetar aquella bufanda que ya era como una especie de “peluche” para mí. Era mi manera de “satisfacer” esa necesidad de tener a ese hombre cerca de mí, mientras alimentaba mis esperanzas que ya sea en buenas o malas circunstancias, lo volvería a ver, pues prometió venir a buscar la prenda.


<< “Destrozada… Pero tranquilo, ya le hablé, y con el tiempo sanará, créeme, es mejor que haya sido ahora y no más adelante, ¿recuerdas?”>>


<< Sí, y la verdad, me dolió mucho hacerlo, y me fue muy difícil decirle que era homosexual, pero pude ser sincero con ella, aunque no me haya creído.>>


Luego que lo envié, lo releí para hacer tiempo, mientras él me contestaba, hasta que me di cuenta de algo. “Era homosexual”. ¡MIERDA! ¡Le había dicho que era gay a un ex militar, padre de mi ex novia! ¡Mierda JunHong, comienza a cavar tu propia tumba! ¡Maldita aplicación que no te permite borrar aquellos mensajes! ¡Un calor inmenso comenzó a invadir todo mi cuerpo!


Y él que se tardaba en responder.


¡MIERDA!


¡LA CAGUE! ¡POR ENESIMA VEZ!


<< “Vaya… eso es una revelación muy fuerte, pero admiro que hayas tenido el valor de admitirlo y ser honesto tanto con ella como contigo mismo, es mejor aceptarse primero uno mismo, para que pueda aceptar a las demás personas”>>


<< “Tienes cojones niño, cada día me sorprendes más”>>


Tallé mis ojos miles y miles de veces hasta que comenzó a dolerme, pues no podía creer que él, ese hombre que parece un homofóbico  a primera vista, lo aceptara incluso mucho más fácil que su propia hija, y que lo tomara con mucha más calma.


<< ¿No me odias? ¿No me golpearás por eso?>>


Salió mi parte idiota una vez más, es que realmente este hombre me volvía estúpido en todos los sentidos.


<< “¿No, porqué habría de hacerlo? Has sido sincero, honesto, y sabes que yo apoyo la justicia y lo justo, así que como dije antes, me sorprende los cojones que tienes muchacho.”>>


Me sonrojé aún más, mi corazón se aceleró y me di cuenta que me enamoré aún más de aquel hombre imposible.


<< Pues gra-gracias entonces, también me sorprende la capacidad de aceptación que tú tienes. Es admirable. >>


<<“Sólo hago lo que pienso es correcto, pero gracias igual a ti muchacho por reconocerlo, debo dejarte ahora, debo seguir trabajando.”>>


<< Sí, cuídate, y que te sea leve, aún estoy esperando a que vengas por tu bufanda. >>


Con un <<“Te quiero”>> hubiese finalizado mi mensaje, pero eso realmente ya sería demasiado. Y lo sabía, así que por primera vez, pude ser sensato y ponerle un mensaje oculto << “Deseo verte”>> Pero él ya no respondió más, y extrañamente no me molestó, al contrario, me hizo sonreír, pensando que quizás lo había dejado sin habla, ante mi “atrevimiento”.


Fui a la universidad, salí temprano y por suerte no tenía ni sesión de fotos ni que ir a trabajar al restaurante, así que me quedaba toda la tarde noche libre. Jamás había sido tan feliz, y ahora que me daba cuenta, notaba que no había vuelto a pensar en lo de SeYoung, luego de haber hablado con aquel hombre.


<><><><><><><><><><><><><><><> 


Estaba terminando de cocinar mi cena, cuando siento el timbre de golpe en mi puerta. Fruncí mi ceño, no esperaba a nadie, y no sé quién se le ocurriría venir a esta hora, de mis vecinos ninguno era cercano a mí, por lo que con el corazón acelerado pensando lo peor, me acerqué lentamente a la puerta, justo cuando estaba por fijarme con la mirilla, siento que golpean la puerta, y haciéndome hacia atrás casi gritando del susto pregunto con voz quebrada.


-¿¡Qui-quién es!?-


-Tranquilo, soy yo, disculpa la hor-


¡Esa voz! Sin siquiera dudarlo le abro de una manera totalmente desesperada para nada disimulada, cortándolo sin siquiera importarme. Mis ojos estaban más que abiertos, y los suyos… los suyos tenían un brillo especial, su mirada estaba suavizada, incluso ya podía vislumbrar una sonrisa en su rostro.


-¿Qu-qué hace aquí?-


-¿Acaso no me pediste venir a buscar mi bufanda?-


-¿Ya?-


Cuestioné cómo niño pequeño a lo que él me elevó una ceja confundido y me doy cuenta de lo idiota que quedé y bajé mi mirada, al mis mejillas comenzar a tomar más color del habitual.


-¿Puedo pasar?-


-¡S-sí, di-disculpe, a-adelante! E-es que, lo siento, me agarró desprevenido.-


-Todos dicen lo mismo, gracias.-


Habló, para luego pasar y agradecerme el que me haya corrido del camino, con un leve tono de burla.


-¿Todos?-


Le miré confundido ahora, él me miró y sonrió de lado, esa sonrisa que hacía tanto tiempo no veía en vivo, y que ahora me parecía la de un loco psicópata, pero uno muy sexy… ¡Cielos Jun, por favor!


-Olvídalo, en fin, para serte sincero no vine a “quitarte” mi bufanda, es más si quieres puedes conservarla, es más venía porque, ¿recuerdas nuestro primero encuentro?-


Le miré sorprendido al principio, pero luego con una leve sonrisa de lado al terminar de decir que me podía quedar con la bufanda, me derritió, y me dejé llevar, me sonrojé a más no poder y bajé la mirada.


-S-sí, ¿cómo olvidarlo?-


Susurré aquello último más para mí que para él, pero al parecer escuchó igual.


-Bien, pues, entonces recordarás que te dije que me tendrías que enseñar a hacer un nudo de corbata.-


-S-sí, ta-también recuerdo eso… sígame, ¿ha cenado ya?-


-Bien, no aún no he cenado, ni bien salí del trabajo vine hacia aquí porque necesito pedirte un favor. Con permiso.-


Contestó a todas mis preguntas mientras me comenzaba a seguir, y al oírlo decir que vino del trabajo directo aquí, no sé por qué me hizo mucha ilusión.


-Déjeme adivinar, ¿Ahora quiere aprender a hacerlo?-


-Pu-pues sí, pues verás, esto me avergüenza mucho, pero había olvidado por completo que mañana es la fiesta de Navidad en mi trabajo, y pidieron estrictamente todos de traje, y pues bueno, como sabrás en el traje necesitas corbata o moño, pero me rehúso a usar esos ridículos moños.-


-A mí me gustan…-


Comenté como un niño pequeño, él me miró, intercambiamos miradas unos segundos, luego de que sonrió un poco de lado una vez más, y le hice señas con mis manos para que tomara asiento, él continuó hablando.


-Cómo sea, sé que es tarde, pero justo ahora antes de salir, un compañero me preguntó cómo me estaba preparando y me hizo acordar a último momento del dichoso evento, entonces, pues como no sabía a quién recurrir para que me ayude, pensé en ti y de manera impulsiva llegué aquí, siento si te molesta, pero en verdad necesito ayu-


Le callé colocando el cuenco con comida frente a él, con un poco de Udón. Él me miró y yo sonreí.


-No es molestia, al contrario me halaga. Espero que le guste el Udón.-


Sonreí aún más ampliamente sin poder controlarme <<“Pensé en ti”>> habían sonado tan lindas esas palabras de sus labios, además, comenzaba a mostrar otra faceta de él que no conocía, y eso me ponía aún mucho más feliz.


Él se me quedó mirando unos cuantos segundos, mientras yo me servía en mi cuenco y me sentaba frente a él.


-Gra-gracias, pe-pero la verdad es que yo no venía a comer…-


-Ya está aquí, aproveche que hay y coma, luego le enseñaré como hacer el nudo, no es nada del otro mundo, es sólo cuestión de cogerle la mano.-


Le interrumpí una vez más, ¿¡Desde cuando yo tan confianzudo!? ¿¡Podría acaso la euforia transformarme tanto!? ¿¡Alterar tanto mi personalidad, normalmente tranquila, tímida, sencilla!? Al parecer sí, él no dijo más y sonrió levemente de lado, para luego bajar su cabeza y comenzar a comer, no antes de agradecer por ella, sonreí y asentí.


La cena totalmente inesperada con él me tenía eufórico, pues no sé cómo describirlo de otra manera, mi rostro no podía brillar más, no podía sonreír más, y no era nada bueno disimulando ese hecho, pero así era yo, a veces “demasiado transparente” para incluso mi gusto.


Él inicio una conversación tribal, diciéndome lo despistado que había estado todo este último tiempo, y demás cosas a las cuales respondía también con una tremenda sonrisa y “consejos banales” a los que él simplemente asentía con su mirada aún más suavizada cosa la cual me derretía, en verdad que lo hacía.


Hasta que finalmente terminamos de comer, me puse de pie al igual que él también.


-Oh, no, quédese sentado un rato YongGuk ssi, sólo lavaré los trastos.-


-Y que tiene muchacho, yo también quiero ayudar, también comí ¿no es así?-


-S-sí, pero no es necesario que haga esto, es más, si hubiese sabido que vendría hubiese preparado algo un poco más “presentable” y no un simple Kare Udón.-


Sonreí pero ahora un poco más avergonzado, con mi corazón levemente acelerado, al mi estado de euforia, excitación haber mermado un poco.


-No fue simple, hace mucho que no disfrutaba de la gastronomía japonesa. Y la verdad te salió delicioso, en verdad me asombras cada vez más.-


Sonreí sin poderlo evitar sonrojándome y girándome hacia la cocina para comenzar a lavar las cosas él estaba a penas uno o 2 pasos a mi derecha detrás de mí, por lo que concentrado en mis labores siento como una mano me rodea la cintura, me quedo helado y mi corazón casi sale de mi pecho expulsado como si tuviera “turbo”.


-Disculpa, era para recoger el paño y ayudarte a secar, ya que no me dejas lavar, es mi manera de ayudar.-


Cuando me dijo aquello me miró a los ojos cuando giré mi cabeza para mirarle preguntándole que hacía, sólo con mis ojos. No pude evitar sentirme medianamente decepcionado al oír su justificación, y sonreí levemente mientras asentía, para luego volver a mi labor, intentando que el tan “histérico” latir de mi corazón no me causara un para cardíaco.


-¿Dónde guardas estos cuencos?-


-Aquí arriba en la alacena en la 3ra puerta la que está justo frente a Ud.-


-Perfecto entonces.-


Su voz me sonó tan ronroneante a mis oídos, estaba comenzando a enloquecer, y sí que lo estaba literalmente.


Estiró sus brazos para abrir la alacena y a través de su sweater de lana, pude ver aquel gran brazo, el cual inmediatamente me encontré deseando sentir a mí alrededor. Desvié mi mirada rápidamente a las demás cosas por lavar, pero mis ojos se iban solos hacia su presencia, sí, definitivamente estaba volviéndome loco.


Una vez que terminó aquella “tortuosa” limpieza de trastos, pues su cuerpo la leve estela de su fragancia acariciarme, envolverme sensualmente me hacían casi imposible resistirme, controlarme y no tirarme encima de él.


-Bien, la hora que ha estado esperando ha llegado, lamento haberlo hecho esperar demasiado.- << “Pero quería que se quedase más tiempo a mi lado.”>> Era definitivamente ese el final de mi oración pero me lo reservé.


-No te preocupes, tienes suerte chico, de que mañana no trabaje ni tenga nada pendiente más que sólo aquella fiesta a la noche.-


-Pe-pero ¿a-acaso S-SeYou- su hija no lo espera? Estará preocupada de segu-


¡OH POR DIOS SANTO! ¡Colocó un dedo en mis labios! Me callé de inmediato y como me lo esperaba mi rostro enrojeció de inmediato. Bajé la mirada instintivamente, pero él deslizando el dedo por mis labios, asió mi mentón y nuevamente me obligó a mirarlo.


-Deja de preocuparte por ella, me halaga el hecho de que aún te preocupes por ella, pero no debes de hacerlo más, ella se pondrá bien, créemelo, de a poquito comenzará a sanar y hoy será un buen día para hacerlo, ya que me pidió casi de rodillas que la dejara ir a dormir a la casa de una amiga y pues bueno accedí, así que nadie me espera, y ella está segura en casa de una  de sus amigas, seguramente pasándosela bien, olvidándose de todo… tranquilo, en verdad tienes un alma muy noble, ¿y adivina qué?-


-L-le ¿so-sorprendo?-


Él sonrió de lado, una vez más, y mi corazón ahora se detuvo por completo, incluso mi sistema respiratorio también.


-Así es, ahora por favor ¿Me podrías enseñar a hacer el nudo de la corbata?­- Sonrió de lado una vez más, y yo asentí, comencé a buscar por todos lados totalmente desorientado por todo lo que él me causaba, en busca de una corbata.


-¿Ti-tiene a-alguna aquí o le pre-presto?-


-Lo siento, si hubiese sabido que vendría para este lugar, hubiese traído una en mi bolsillo.-


-N-no se preocupe, i-iré a buscar u-una mía, ya vuelvo, e-espere aquí por favor.-


Hablé con suma dificultades, debido a que su cercanía en verdad comenzaba a quitarme el aliento, y había comenzado a incendiar mi cuerpo, mis ojos se desviaban inevitablemente hacia sus labios, y realmente no podía controlarlo. Él asintió y yo me retiré liberándome suavemente de su agarre.


Sentí como una brisa de aire frío me acariciaba resultándome un bálsamo para mi acalorado cuerpo y mi acelerado corazón. Sentía su mirada intensa en mi espalda pero no me giré y sin pensarlo sonreí <<“Él me está mirando.”>> Era lo que mi “trastornada”  mente me decía, pero aun así no permití que él me viera sonreír de manera tan visible.


Cuando llegué a mi habitación, salté y grité en silencio como niño pequeño, y luego ya suspirando, inhalando y exhalando para calmarme salí nuevamente de la habitación con 2 corbatas. Pues sí, a pesar de que no era mi estilo de ropa preferido, tenía 2 trajes, 2 de cada cosa, para ocasiones sumamente importante, como lo había sido aquel “primer encuentro”.


-Aquí estoy, tome YongGuk ssi.-


El asintió y la tomó rozando mi mano una vez más mientras me miraba intensamente que ya no sabía si lo hacía a propósito o no. Tragué saliva y comencé a explicarle.


(N/A: “Aprendiendo con Zelo” xD)


-Pues bien comencemos, recuerde que debe colocar la parte más ancha de la corbata en su lado izquierdo.-


Hablé primero comenzando a acomodarla sobre mí. Él me miraba con atención mientras copiaba mis acciones y me miraba como diciéndome “Bien, te sigo” Continué.


-Luego cruza la parte ancha sobre la estrecha, sostiene con su mano izquierda la parte del cruce, y con la derecha, cruza la parte ancha de la corbata por detrás de parte estrecha, ¿Va bien?-


Cuestioné y él parecía algo abrumado pero asintió.


-De acuerdo, ahora continué pasando la parte gruesa pero por encima de su mano izquierda, la cual sostiene el punto de cruce.-


Le miré para confirmar si realmente lo iba haciendo bien y asintió nuevamente.


-Y ahora, la parte gruesa, pásela por detrás de la parte delgada que envuelve su cuello.- Asintió nuevamente y cuando lo hizo me miró nuevamente esperando por la siguiente orden. –Bien, ahora pase esa parte estrecha que le queda, por el interior de la “boca” que le quedó al haber envuelto su mano, con cuidado de no desarmar nada, y una vez acomodado, puede soltar finalmente “la unión” que sostenía con sus dedos y comenzar a ajustarla a su gusto.-


Sus ojos se abrieron en sorpresa cuando notó que lo “había hecho solo”


-Genial, era más fácil de lo que pensaba, me siento estúpido ahora.-


Yo simplemente sonreí ante su comentario, pues realmente sonaba apenado.


-No es estúpido YongGuk ssi, aún hay muchos hombres que no saben hacerlo.-


-Sí, supongo, pero de seguro no tan viejos como yo.-


-Usted no es viejo YongGuk ssi, está en el esplendor de su vida, en su edad perfecta.- Él me miró curioso, <<“¿Perfecta para qué?”>> Juraría que vi en sus ojos aquella pregunta, pero ni modo de contestarle “Para ser el hombre más sexy del planeta”. Permítame acomodarle la corbata, le ha quedado torcida.- Cambié de tema rápidamente pero me metí aún más en la boca del lobo con mis palabras y mis acciones consiguientes.


Mis manos fueron directo a su cuello y a “mi corbata” para acomodarla, pero cuando elevo la vista, me encontré con la de él, una vez más, frente a frente, su mirada tan intensa y penetrante, pero esta vez estaba en mi casa, “en mi territorio” y me sentía más seguro para poder sostenerle la mirada también.


Y así fue durante unos cuantos segundos, que se hicieron tal vez minutos. Hasta que mis ojos bajan lentamente a sus labios y me les quedé mirando realmente hambriento de ellos. Algo en mi cuerpo me “obligaba” a inclinarme hacia él, pero por otro lado luchaba contra mí misma inercia para no inclinarme.


¿Quieres venir a la fiesta conmigo mañana?-


Cuestionó de repente. Yo me quedé helado, aún con mis manos en la corbata las cuales el sujetó luego de decir aquello.


-Pe-pero ¿N-no ti-tiene a-a su hi-hija?-


-Tenía, ella me dijo que no desde antes de que lo olvidara, dice que le parecían aburridas y que habían puros “viejos cuello estirado”, sé que probablemente tu pienses lo mismo pero no me gustaría asistir allí só-


-De acuerdo.- Dije de repente antes de que pudiera pensarlo mucho, él se cortó así mismo cuando me oyó. –Me encantaría acompañarlo, es un honor que me lo haya pedido usted YongGuk ssi, pero ya por favor deje de tratarse como un anciano, no lo es, es un hombre maduro pero joven aún.-


Sonreí con dulzura, deslizando mis manos lentamente por la corbata, aprovechando para acariciar levemente su cuerpo. Nuestras miradas se encontraron una vez más, y por primera vez sonrió amplia y genuinamente.


Yo me quedé idiotizado, ¡Tenía razón! Sus rasgos se veían tan dulces y “blandos” cuando sonreía, parecía completamente otra persona. Mis ojos le expusieron mi sorpresa ante su sonrisa y mi rostro volvió a encenderse como un tomate. Él continuó mirándome unos cuántos minutos más, hasta que su sonrisa se fue desvaneciendo suavemente hasta quedar de una manera seria una vez más, complementando aquella mirada que ahora me miraba con un brillo diferente.


Sus ojos repentinamente vi que bajaron a mis labios y luego volvieron a subir, para volver a bajar, tragué saliva, ¿quería besarme? ¿¡En verdad era lo que yo pensaba!?


Mi rostro se acercó a penas un milímetro al de él, y ya sentía la situación tensarse.


-Gracias por enseñarme el nudo de la corbata y por aceptar mi invitación, vendré por ti a las 18.40 estate listo a esa hora por favor.-


Se alejó finalmente un paso hacia atrás, haciéndome mirarlo confundido una vez más, en lo que se desajustaba y desanudaba la corbata, deslizándose por el cuello de una manera realmente sensual a mis ojos.


-S-sí.-


Dije con mi mirada perdida ahora en esa corbata deslizándose por su cuerpo tan pecaminoso.


Él sonrió de lado y me entregó la corbata. –Gracias. Nos vemos mañana.- Colocó la corbata en mi mano y se retiró y antes de cerrar la puerta dijo una última cosa. –Gracias también por la cena y espero disfrutes tu nueva bufanda.- Volvió a sonreír de lado una vez más y cerró la puerta detrás de él, de aquella manera tan sutil y despacio que le daba aún más tensión a la situación.


Yo mordí mi labio inferior de una manera bastante intensa, estaba realmente “alterado”, necesitaba sus brazos, sus labios, su maldita voz susurrándome, su cuerpo envistiéndome… ¡OH POR DIOS! ¡JunHong, ya deja de fantasear con este hombre! ¡No es para ti!


-Será mejor que me vaya a dormir.-


Me dije a mi mismo mientras apretaba mi puño junto con aquella corbata que había estado en su cuello, que había sido acariciada por él, y que a su vez había acariciado su cuerpo. ¡Estúpida corbata!


Sin más preámbulos, fui directamente a mi cama, que por supuesto me costó horrores conciliar el sueño, teniendo en cuenta que estaba pensando en él mucho más de lo normal.


 


~ Al otro día – Sábado en la tarde~


¡Maldición! Después de estar todo el maldito día ansioso por el evento de esta noche, ahora me encontraba más que nervioso, eran las 17.57 y me  quedaban menos de una hora, y recién salía del baño. Salí a toda prisa, a mi habitación, a terminar de secarme, ponerme algo de ropa interior y comenzar a revolver todo, y a hacer un desastre en mi armario, debido a que no encontraba el otro traje.


15 minutos después lo encontré, estaba detrás de todo, oculto entre mi otra cantidad de ropa de invierno. Lo saqué de allí y lo tiré sobre la cama, y ahora que lo veía, no me convencía mucho, no lo sé, el otro traje era mi favorito, pero ya lo había utilizado en “la dichosa cena”. Por lo que algo resignado y con el tiempo en mi contra, no tuve más remedio comenzar a ponérmelo.


Una vez listo, solo faltándome la corbata, escogí obviamente la que había utilizado YongGuk ssi ayer, no sé si eso se tomará como una provocación, una burla o qué, pero yo necesitaba utilizar esa corbata, tocarla, acariciarle y sentir la esencia la presencia de YongGuk ssi en mí.


20 minutos después, ya tenía todo listo. 18.38… Les juro que no sé cómo fue que lo hice, pero logré estar a tiempo, mis manos temblaban, mi corazón latía frenético y mi respiración fallaba. Una vez más estaba nervioso, pero ansioso a la vez.


La puerta sonó, mi corazón se detuvo una vez más de tantas ya y cogiendo la toalla húmeda la llevé al lavadero en una carrera y fui a abrir la puerta, en verdad estaba ansioso.


-Ho-hola-


-Hola guapo.- Me habló de esa manera juguetona, divertida, pero a mí me provocó todo un alud de emociones, incluso hasta mi piso comenzó a moverse. -¿No abrigarás tu cuello?- Me dijo divertido, mientras él se acomodaba su sobretodo negro que le llegaba hasta por encima de la rodilla y captando sus palabras ocultas sonreí y asentí.


-S-sí, iré por mi abrigo.- También cogí una gabardina un poco más corta que la de él pero en fin, también negro y en mi cuello envolví la gran y dichosa bufanda roja, instintivamente inhalé profundo recogiendo un poco más de aquella fragancia que era prácticamente como mi droga, y salí. –Ahora sí, estoy listo, ¿nos vamos?- Cuestioné intentando sonar “normal” sereno, pero un pequeño tono de euforia y ansiedad se infiltraba en mis palabras.


-Así estás mejor, sí, vámonos.-


Hizo una pequeña reverencia y me “invitó a salir de mi casa”. Sonreí y salí, dándole la espalda unos cuantos segundos en lo que cerraba con llave mi departamento. Hacía mucho que no salía de “fiesta” y era extraño. Aún era temprano, pero ya había comenzado a oscurecer levemente, debido a que era invierno como podrán haberlo notado.


Le seguí detrás una vez que terminé de trabar mi puerta y bajamos hasta su coche en absoluto silencio, al igual que todo el camino, no era incómodo, y a mí me servía para poner mis pensamientos y sentimientos en órden.


-Llegamos, por favor no te sientas abrumado ni acosado por mis compañeros, son, u-un poco irritantes y cotillas, ¿sabes?-


-S-sí, gr-gracias por el dato.-


Habló primero él rompiendo el silencio, luego de apagar el auto, suspirar y mirarme, a lo que yo le correspondo la mirada y asentía mientras decía esas palabras. Él volvió a asentir en gesto de respuesta y ambos nos quitamos los cinturones.


-¿Cómo ha ido ese nudo?-


Cuestioné de repente, al recordar que por primera vez al parecer, se había hecho el nudo de la corbata.


-Bien, por suerte no pudo ganarme, me dio lucha, pero me proclamé vencedor.-


Dijo divertido, dándome a entender que sólo estaba bromeando conmigo, a lo que reí suavecito ante sus palabras.


-Me alegro entonces, eso ha sido una pelea justa imagino.-


-Sí, dura, pero justa.-


Sonrió de lado, a lo que yo sonreí más ampliamente. Llegamos a la puerta, y un hombre nos detuvo el paso, era el de seguridad. Yo le miré de ciertamente algo cohibido, si bien yo era más alto que ese hombre por unos centímetros, su cuerpo robusto me decía que no me metiera con él.


-Bang YongGuk.-


Habló con aquella voz grave, imponente, firme que hizo que mis vellos se erizaran por completo, ganas de gemir eran las que me habían invadido, ¿Era posible fantasear tanto, excitarme tanto por una simple voz?


-Adelante.-


Habló el guardia de allí mirándome de reojo no muy convencido. Yo le devolví la mirada pero tan solo unos segundos, pues no quería iniciar alguna clase de conflicto o algo con ese hombre.


-Bienvenido al “Hotel Bennington”, es uno 5 estrellas, como sabrás uno de los más importantes y lujosos aquí. La verdad que me parece demasiado ostentoso todo, pero ni modo, ya estamos aquí y era obligación asistir, así que menos mal que has decidido acompañarme, la estadía aquí se hará más soportable.-


Sonreí sin poder evitarlo, además de que estaba maravillado mirando hacia todos lados, los detalles de las terminaciones, los tapices, los cuadros, el suelo, el techo, todo era una maravilla “divina”. Jamás había tenido la oportunidad de entrar aquí, y siempre he querido curiosear acerca de él, y ahora, “por una simple causalidad” el destino me trajo finalmente aquí, acompañado del hombre más sexy del planeta a mis ojos, por supuesto.


Un mayordomo al parecer, nos recibió en la entrada y nos pidió los abrigos, y verlo en traje, una vez más, me hizo temblar las piernas, en verdad que le quedaba de maravilla, tan perfectamente al cuerpo, remarcando todas, absolutamente todas sus cualidades, que hacían babear a cualquiera, y ahora que lo pensaba, no entendía por qué este hombre luego de lo de su “ex mujer” ya no consiguió otra, pues seguramente tendría a varias haciendo cola y comiendo de su mano.


-Te ves increíble.-


Dije sin pensarlo, luego de observarlo de arriba hacia abajo con un disimulo fallido. Él elevó una ceja, y sonrió.


-Gracias, tú también, ahora vayamos a “divertirnos” espero no te aburras.-


-Si es a su lado, seguro que no lo haré.-


Volví a soltar sin pensarlo, mientras seguía observando cada rincón del salón, el cual era realmente un sueño.


-Me estás buscando~-


Susurró él, a lo que yo no sabía qué hacer, ni cómo reaccionar. -¿Eh? ¿Disculpe?- Fingí no haberlo escuchado, pero mi corazón desbordaba de nervios. Pero cuando él me estaba por contestar, se acerca la primera persona y nos interrumpe.


-Bienvenido Bang YongGuk ssi, al final si pudo venir, eso me hace enormemente feliz.- Habló un hombre bastante joven, amable y simpático, pero aquella mirada de reojo que me otorgó de cierta manera disgustado no pasó de ser percibida por mí. -¿Y quién tiene el honor de acompañarlo?- Volvió a preguntar aquel hombre mirándolo a él para luego mirarme a mí una vez más, descalificándome de cierta manera con su simple tono de voz.


-Primero que nada, gracias y sí yo también me alegro de haber podido acudir, y segundo él es Choi JunHong, es mi… sobrino favorito.-


Mintió YongGuk ssi, aunque si yo no conociese la verdad, me lo hubiese creído a la primera, lo dijo con tanta naturalidad, convicción, que incluso hasta por un momento yo mismo me lo creí.


-Un gusto conocerlo, soy Choi JunHong, ¿Y usted es~?-


-Soy el hijo del gerente, el segundo al mando podría decirse, jefe de “su tío”, y lo mismo digo joven JunHong, un gusto.-


Saludó y me dio la mano, pero rápidamente me di cuenta de que estaba fingiendo profundamente y además sentía que me odiaba, no lo sé, su mirada me hacía presentirlo, pues era tan intensa que podría competir con la de YongGuk ssi, pero obviamente ganaría mi YongGuk… <<“¿Mi YongGuk?”>> Si seré idiota.


-Bueno HimChan ssi, si nos disculpa, debemos ir a saludar y agradecer a su padre.-


Él ahora mencionado “HimChan”, me lanzó una mirada de odio cuando YongGuk ssi, habló y lo dejó atrás sin darle oportunidad ni siquiera a despedirse, yo le miré algo curioso, pues deseaba despedirme de él formalmente, pero YongGuk me sujetó del brazo y me arrastró por el salón, su mirada demás rasgada, prácticamente me desintegró.


-¿E-está bien qu-que se comporte así con él? Digo si él quiere le dice algo a su padre y podría hacerle perder el trabajo.-


-No te preocupes, no lo haría, no sería capaz.-


Contestó con suma determinación sin siquiera mirarme y continuaba avanzando llevándome con él, me quería soltar de él, pero no quería comenzar un escándalo.


-¿Por qué no? ¿Qué le hace pensar eso? YongGuk ssi es sólo un empleado más.-


Él se detuvo, me soltó suavemente, me miró y me sonrió.


-Un empleado más, “que lo tiene arrastrándose” por el suelo, no se atrevería a decirle algo a su padre, pues no sería capaz de “vivir sin acosarme”.-


Yo abrí mis ojos, antes las primeras 10 palabras, <<“Que lo tiene arrastrándose por el suelo”>> tragué saliva una vez más cuando recordé esa pequeña frase.


-¿A-acaso e-estás tra-tratando de-de decirme que él… él-?-


-Sí, y también te ve como una amenaza, por eso te saqué de allí, no permitiré que te haga ni diga nada.-


Yo le miré aún más asombrado, pero él no me quitaba la mirada de encima. Y allí iba una vez más mis latidos, mi respiración y mi pigmentación aumentando a pasos agigantados.


-¿A-a mí, po-por qué?-


Él sonrió de lado una vez más y me hizo gesto para que acercara mi oído a su boca.


-Porque eres “mi sobrino favorito”, y soy muy sobreprotector “con lo mío”-


Su voz sensualmente pausada y susurrante, causó que desde la raíz de mi cabello descendiera un trueno frío por toda mi columna a una velocidad inimaginable.


-Y-yo, t-tú de-de verd-


-Buenas noches YongGuk ssi, que gusto verlo aquí, ¿cómo la están pasando?-


El hombre un poco más “maduro” con su mujer a su lado lo saludó y me miró de manera más amable y asintió saludándome.


-Bien muchas gracias, el servicio es excelente, al igual que la música.- Volvió a mentir YongGuk ssi, pues no habíamos comido ni bebido nada aún, y la música ni siquiera la estábamos escuchando, unas traviesas ganas de reírme se asomó en mí, pero me las aguanté como pude. –Permítame presentarlos, él es mi sobrino favorito, Choi JunHong. Jun, él es mi jefe y su esposa.- <<“Jun”>> Aquel simple apodo nuevamente despertó las mariposas en mi estómago y sonreí sin poder evitarlo.


-Un gusto conocerlos, mi tío me ha hablado mucho de ustedes, y me agrada por fin conocerlos, gracias por darle trabajo a mi tío.- Me incliné cerca de los 90° grados para luego darle la mano al hombre y a su esposa, siguiéndole la corriente a YongGuk ssi, de cierta manera sintiéndome divertido.


-RuMin. Encantada.- Me sonrió su esposa mientras se presentaba, a lo que yo asiento aceptando su nombre. –Su sobrino es encantador, y muy guapo por cierto también Bang YongGuk ssi.- Habló ella luego de otorgarme una rápida mirada de cuerpo completo y sonreírle a YongGuk, me sentí levemente nervioso, pues no estaba acostumbrado a recibir “halagos” de mujeres “adultas”, no es que fuera tan “vieja” quizás andaba en sus 30 y pico de años, era hermosa. Sí, no puedo negarlo, pero realmente me incomodó un poco recibir un halago de parte de ella.


-Muchas gracias Kang RuMin ssi, estoy de acuerdo con usted, pero si nos disculpan, debemos seguir saludando invitados, con permiso.-


Habló esta vez más amable y respetuoso, ambos adultos asintieron, y yo también para despedirme de ellos.


-¿Qué sucedió ahora, porqué me arrastras tan rápido? ¿Te avergüenzo?-


Me atreví a cuestionar con el orgullo levemente herido, pero él se detuvo, me miró y me llevó a un lugar un poco más vacío, alejados de la mayoría de la gente.


-No, no me avergüenzo, pero tal vez no debí traerte.-


Mis ojos comenzaron a brillar levemente, mi mirada se aguó repentinamente. -¿Por qué? ¿Hice algo mal? ¿Acaso le molestó que le dijera tío y esas cosas? Era para seguir su conversación, no era mi intención molestarlo o al-


Una vez más colocó 2 de sus dedos en mis labios.


-No es que me haya molestado ni nada por el estilo, digo que no debí traerte porque quien no quiere asesinarte quiere violarte, y eso me molesta mucho, ¿Te lo dije cierto? “Soy sobreprotector con lo mío”.-


-Yo-YongGuk ssi~…- Me quedé sin habla… ¿¡ERAN CELOS!? ¿¡ME ESTABA CELANDO!? –Pe-pero yo no-no soy na-nada, no tiene porqué po-ponerse as-


-Lo eres, para mí lo eres, no se discuta más, así que por favor, intenta no separarte de mí, no quiero hallarte en una bolsa de consorcio o violado, ¿Me entiendes muchacho?-


Aquello último, sonó algo morboso, pero para más morboso a mí me pareció divertido y sonreí, me relajé, me sentía mucho más tranquilo ahora, ¿Quizás no todo estaba perdido? ¿Quizás yo…?


-Espero tu respuesta…-


-S-sí, lo siento, lo-lo prometo n-no me desprenderé de Bang YongGuk ssi en “toda” la noche.-


Aquel “toda” iba con doble sentido, ¿ustedes me entienden cierto? Y al parecer él también lo entendió porque sonrió de lado.


-Hola, bienvenido YongGuk ssi…-


Nuevamente nos interrumpieron, esta vez era un compañero de trabajo, también conversó tan solo un poco y luego lo dejó, por ir en busca de una bebida, y así continuamos la noche, paseándonos por todo el salón, en busca de comida o bebida, de vez en cuando ponían canciones movidas y algunos pasados ya levemente de copas, iban al centro de la pista a exhibirse sin inhibiciones algunas, haciéndonos divertir a todos los demás.


La verdad que el evento estaba resultado levemente divertido y ameno. YongGuk tenía razón, no pasaron de ser percibidas miradas dirigidas a mí, algunas “hambrientas” otras “asesinas”, no sabía que YongGuk ssi, fuera una especie de “idol” en su trabajo, tenía varios detrás de él, como yo había supuesto, pero a todos ellos los ignoraba con frío sarcasmo o simple ignorancia.


-Debo ir al baño.-


-Vamos.- Dije sin pensarlo, él me miró confundido y yo sonreí. -¿Recuerda? Usted mismo dijo que no quería que me separara de usted, y pienso cumplir al pie de la letra.- Él sonrió ahora divertido y comenzó a caminar hacia los servicios.


-Así me gusta, que seas obediente, pues uno nunca sabe lo que podría pasarte en esos 4, 5 minutos que te deje solo. No pienso arriesgar a mi “sobrino favorito”.-


Habló divertido mientras yo también le imitaba el gesto, pero no dije nada, pues no era necesario decir nada.


Una vez entramos, también me quedé observando como idiota, hasta el baño rebosaba de lujos y detalles que lo hacía sumamente sofisticado.


Él entró al baño mientras yo me quedaba observando idiotizado todos los detalles, hasta que sale y se lava las manos.


-¿Tú no irás?-


-No, no tengo ganas, no he bebido tanto.-


Él asintió y continuó lavándose las manos, mientras se miraba al espejo, a lo que yo también le miré y observé que su corbata una vez más estaba torcida. Sonreí con dulzura.


-¿Qué sucede?-


Dijo mirándome ahora mientras tiraba el papel con el cual se secó las manos.


-Su corbata otra vez se ha torcido, déjeme arreglarla.- Una vez más, actué sin pensarlo, y sí, sabía que podía decirle que se la acomodase él mismo mirándose al espejo, pero aquella era la única excusa que tenía para ejercer un poco de contacto con él, aquel del que tanto al parecer estaba “necesitado”. –No ha ajustado bien el nudo.- Comenté aquello como algo para evitar la situación que nuevamente se estaba dando…


“Él, mirándome intensamente a los ojos y a mis labios intercaladamente.”


Una vez que terminé de acomodarla me quise alejar pero él me sujetó de la mía velozmente y me tiró hacia su rostro.


-Tú también tienes mal la corbata.-


Me dijo con un tono muy diferente a todos los demás, me asusté levemente.


-¿De-de verdad? Pero si estaba bi-


-Demasiado ajustada y perfecta para mí gusto.- Me cortó mientras tiró aún más de mi corbata y estampó sus labios con los míos. Quedé petrificado y liberé un pequeño gemidito por la sorpresa, pero segundos después él me liberó, solo los labios, porque aún me tenía de la corbata. –Desde hace día que me vienes provocando niño, y yo ya no puedo resistirme más.- Me confesó aquello con una voz tan grave y sensual que me hubiese puesto en 4 ahí mismo, pero simplemente me sonrojé asombrándome de sus palabras dichas con tanta facilidad. Empezó a desajustar mi corbata y un escalofrío recorrió mi cuerpo. –Todos te miran, todos te desean, a todos les sonríes, eres demasiado dulce e inocente, debo… necesito corromperte, muchacho.- Esas palabras dichas de una manera tan tosca, me había encendido a mil, por más que les pareciera que estaba cediendo demasiado rápido.


Y sí, me dirán que no me confié con tanta facilidad, que puede ser un simple truco para conseguir “lo que quiere” y luego dejarme tirado “inutilizable”, pero en verdad que yo esta vez quería arriesgarme, este hombre me provocaba demasiadas cosas.


-Corrómpeme entonces, yo más que encantado si eres tú.-


Le dije realmente en llamas, él sonrió de lado, volvió a tirar de mi corbata y esta vez lo recibí con mis labios abiertos, nuestras lenguas habían comenzado a luchar por el control, las mariposas estomacales estaban más que revolucionadas, eran titánicas, mis intestinos se retorcían entre ellos de la misma euforia, de la misma excitación, exaltación.


¡EL ME ESTABA BESANDO DE UN MANERA JODIDAMENTE ARDIENTE!


Terminó de desarmar el nudo de mi corbata por completo y con sus brazos rodeándome por la cintura me estampó contra el borde de la mesada. Gemí por el impacto y el dolor, pero no me detuve, mis manos comenzaron a ascender por inercia y se colocaron alrededor de su cuello.


-No puedo creer que esté haciendo esto, pero realmente no puedo más.-


-¡YongGuk… YongGuk bésame más!-


Gemí sin poder controlarme, en verdad que lo deseaba.


-¿Y así pretendes que me controle, maldición? Vámonos de aquí de inmediato, la fiesta terminó, al diablo la fiesta y los invitados.-


Habló él mientras me cogía del pelo, inclinaba mi cabeza y besaba mis labios de una manera sumamente pasional una vez más y me soltó de manera brusca, para irse dejándome con las ganas de más.


Sonreí ampliamente me bajé de la pequeña mesada que había allí con 2 pequeños lavabos y me miré al espejo. Despeinado, con la corbata totalmente desecha y mis labios más rojo de lo normal, sin tener en cuenta que ya me había endurecido tantito. ¿Tan pronto dirán? Pues sí, ¿Cómo lo controlas, cuando has deseado esto por tanto tiempo, pero sabes que nunca pasará y de repente sucede? La euforia, el éxtasis era demasiado. Con una enorme sonrisa en mis labios, me acomodé el cabello una vez más, y velozmente volví a hacerme el nudo de la corbata, me miré una última vez, y de manera “impecable” salí del baño. Me dirigí hacia la puerta de salida y entrada.


Le pedí al mayordomo que me alcanzara mi abrigo y mi bufanda, él asintió y a los segundos lo trajo, le agradecí, y salí de allí, y ni bien salí, un juego de luces frenético más bocinazos, me dijeron que tan desesperado se encontraba aquel hombre, o que tan “impaciente” era.


Sin dudarlo me fui hasta el coche y me subí.


-Te has tardado años.-


-¿Pretendías que saliese con todas las prendas desarregladas, y totalmente despeinado?-


-Te veías “corrompido” de esa manera, y me gustaba.-


-Anda, vámonos ya, “corrompedor” compulsivo.-


Reí ante su comentario, él sonrío en respuesta al mío y puso el coche en marcha sin pensarlo. Iba un poco más veloz que de costumbre y yo estaba levemente asustado debo admitirlo, pues había mucha nieve, y temía que pudiera resbalar o algo, pero luego para alivio mío, se detuvo en un momento, lo miré confundido, sonrió de lado y salió del coche sin decir nada.


A los segundos volvió y sonriéndome nuevamente lanzó la pequeña bolsita a mis piernas, yo la cogí y ya en marcha una vez más, indago dentro de ella. ¿Se imaginan cierto? El que me pusiera realmente de todos los colores ahora, ¿Les decía algo? Sí, así es, él había parado a comprar condones y lubricante, y aun no entiendo cómo fue que le dio la cara para comprar así de esa manera tan desvergonzada. ¿Tal vez por su edad?... No, su edad no influye en nada con respecto a mí, él es jodidamente sexy y me encanta.


-¿Te auto abasteciste?-


Fue lo único que pude preguntar, aun totalmente rojo por los empaques vistos, él sonrió triunfante y asintió, pero no dijo más, y yo tampoco, pues de verdad se veía algo ansioso e impaciente, la velocidad había aumentado una vez más, pero para mi suerte, no fue por mucho tiempo pues ya estábamos en mi edificio, al cual habíamos llegado en tiempo record.


Estacionó el coche, lo apagó, me miró, sonreí y comenzamos a desprender nuestros cinturones de seguridad, una vez afuera, le colocó la alarma y me siguió hacia el interior del edificio.


Subimos al ascensor y con la musiquita de este me puse nervioso.


-Te-tengo miedo, e-estoy ne-nervioso.-


Opté por sincerarme. Él me miró extrañado, y yo bajé la mirada, sí, de seguro me vería patético, pero él me abrazo por detrás y comenzó a besar mi cuello suavemente como pudo, pues era más bajo que yo por unos pocos centímetros.


-No te preocupes, me importas, así que seré cuidadoso…-


-E-es mi-mi primera vez…-


Volví a auto humillarme a mí mismo.


-¿Lo es? ¿Entonces con SeYoung nunca-?-


-No.- Le interrumpí rápidamente, pues que haya mencionado su nombre justo ahora, sólo me hacía recordar “lo enfermo que estaba”… “enamorándome de mi suegro…”


-Eso lo hace aún más especial, no hay de que avergonzarte.-


-¿Lo-lo dices en serio o sólo para salvar la situación?-


-Sí, lo digo en serio, créeme Jun…-


Habló poniéndose en frente de mi con esa voz tan suave ahora, mirándome a los ojos, y no pude aguantar, ahora ya no me encontraba con mis facultades mentales en formas y me incliné a besarlo una vez más.


El beso al principio fue casto, pero luego fue subiendo de temperatura, hasta que prácticamente me derretía. La puerta se abrió y por falta de costumbre me exalté y me aleje de él, aunque no había nadie, no pude evitar actuar de esa manera. Él sonrió dulce y acarició mi rostro.


-Está bien, no sucede nada, todo estará bien, tranquilo.-


-…Guk~-


Susurré su nombre atorándome con mi propia saliva, él sonrío me tomó de la mano y otra tanda de corriente eléctrica me invadió.


Me guio hasta mi puerta y allí espero a que abriera, una vez desbloqueada, entramos y cuando estaba cerrando la puerta, él me abraza por detrás una vez más y comienza a besarme, a repartir besos por todo mi cuello o por dónde puede, hasta que suelto mi primer gemido suave casi inaudible, pero al parecer no para él, quien se paralizó por completo, al oírme.


-Maldición Jun, me puedes demasiado, me quemas por dentro, mi piel mi cuerpo aclama por ti, demanda tu atención, mi cuerpo quiere reclamar el tuyo, eres demasiado. Demasiado irreal, demasiado perfecto, me pareces una criatura del bosque mágica, que con su sonrisa, su mirada, sus caricias, me conquista y me lleva a la perdición.-


-YongGuk ssi~-


Volví a mencionar su nombre pues aquellas palabras si me habían gustado, ¿quería decir que también me deseaba tanto como yo a él?


-Serás mío.-


Balbuceó, mientras comenzó a desenredar mi bufanda para tirarla al sofá, al igual que mi tapado, yo hice lo mismo con el de él y comenzamos nuevamente una ronda de besos al principio “sanos”, para que luego con el pasar de los segundos cambiaran de intensidad.


Nuestras manos comenzaron a tomar parte de aquel acto ahora, y los primeros botones de aquellas chaquetas comenzaron a ceder. Cayeron al piso deslizándose lentamente por aquellos brazos de manera tan sensual, que sólo causaba que me encendiera más, avanzamos, o le hice avanzar unos 3 pasos mientras desprendíamos nuestras camisas ahora.


Ver su piel finalmente al desnudo, de aquel tono levemente bronceado no hizo más que “desearlo” más, mis manos desesperadas, se dirigieron a su pecho, a su estómago, deslizando suavemente las yemas de mis dedos por toda aquella zona, para luego una vez “tanteado” el terreno, comenzar a acariciar con más tacto, con más intensidad, llegando al punto de rasguñarlo, pero no de manera tan brusca.


Él liberó un suspiro, un jadeo ahogado, y eso me animó a continuar aún más con mi labor. Desprendió también mi camisa, junto con aquella corbata la cual desarmó una vez más, tenía un fetiche con estas al parecer… me arrancó prácticamente la camisa de mi cuerpo y comenzó a recorrer la ahora piel desnuda tanto con su mirada como con sus manos, pero no le di demasiado tiempo, mis labios estaban urgidos de los de él, y sin pensarlo me correspondió en lo que avanzamos unos cuantos pasos más hasta llegar contra la pared que dividía mi habitación del living…


Lo encerré entre mi cuerpo y aquella pared mientras le besaba, pero él rápidamente invirtió los papeles y tomó el control del beso, sus manos acariciando una vez más con todo su tacto, queriendo al parecer grabarse cada parte de mi piel, de mi cuerpo en sus manos.


El retintineó de la hebilla del pantalón me puso en alerta, ya no quedaba tanta ropa sobre mí, en cambio él aún seguía con su camisa desprendida y su corbata aún sujeta alrededor de su cuello.


Pero para qué mentirles. ¡Se veía jodidamente sexy, jodidamente perfecto! Desesperado por no quedarme atrás ni hacer el ridículo, también me abalancé sobre su cinturón, él me miró, y lo sabía, notaba que yo estaba nervioso, pero sonrió mientras volvía a acariciar mi rostro, para luego besar mi mandíbula, mi cuello, mis labios, mi rostro entero.


-Tranquilo… tranquilo, todo saldrá bien… bebé.-


<<“Bebé”>> Ese simple apodo, terminó de derrumbar mis murallas tanto de protección como de miedo y me entregué completamente a él, tomé sus labios luego de mirarlo a los ojos y finalmente lo arrastré hacia el interior de mi habitación, tirándome en mi cama, llevándomelo conmigo para que cayera encima de mí.


Su peso sobre el mío era la 8va maravilla, me extasiaba, me encantaba, me deleitaba, me excitaba…


Él sonrió y rápidamente comenzó a acomodarse entre medio de mis piernas, mientras me llevaba más al centro de la cama. Mis brazos estaban envuelto en su cuello mientras jugaba con su cabello de la nuca, él no borraba su sonrisa, hasta que se “internó” una vez más en mi cuello, comenzando a lamerlo, a besarlo, a morderlo, succionarlo con más énfasis, haciéndome temblar, retorcerme, arquearme hacia su cuerpo, mientras pequeños gemidos, jadeos escapaban involuntarios de mi garganta.


Mis piernas comenzaban a “abrirse” más de manera involuntaria, deseoso, ansioso, necesitado de la sensación de “él frotándose contra mí”, no pude evitarlo, mis caderas comenzaron a moverse solas, en busca de aquella necesidad, de aquel placer que ya prácticamente me dolía, me picaba, sentía ese cosquilleo que demandaba más atención, más placer.


-¿Estamos ansiosos?-


-Mucho.-


Respondí sin filtros, él se detuvo por un momento y me miró serio, sorprendido, y en ese momento creí que había sido demasiado directo, pero la sonrisa totalmente maligna y ladina que hizo, me dijo todo lo contrario y me hizo temblar. ¡Dios, este hombre era el sexo, la sensualidad en persona!


-Entonces, ¿qué estamos esperando? Ya vuelvo.-


Dijo quitándose repentinamente de mí encima, a lo cual gemí en disconformidad ante la pérdida de su calor y su peso sobre mi cuerpo, él volvió a sonreír una vez más, se quitó los zapatos las medias y el pantalón apresurado frente a mí, y yo mordí mi labio inferior, llevándome la mano sin notarlo a mi miembro para acariciarme levemente, es que realmente verlo desvestirse frente a mí, era un sueño, una fantasía que jamás creí hacer realidad, y ahora estaba sucediendo.


Con su mano me hizo un gesto para que me detuviera y esperara y yo algo confundido obedecí y él desapareció de la habitación en un abrir y cerrar de ojos, yo me asusté, ¿Qué, qué sucedía? ¿Por qué se había ido? Quise ponerme de pie, e ir a buscarlo y decirle que no se vaya si es lo que tenía pensado… aunque ahora que lo pienso no tenía sentido, ya que recién acaba de desvestirse. Pero para mi suerte, llegó segundos después calmando a mi mente, con aquella bolsita de la farmacia.


<<“Ooh~ ¿Así que era eso? Eres un estúpido inseguro JunHong”>>


Me tranquilicé, sí, pero una vez más el calor en mi rostro aumentó, y más cuando él menea la bolsa frente a mis ojos y la deja en la mesa de noche, para luego a gatas, acercarse y acomodarse entre mis piernas una vez más.


-Siempre es mejor ser precavidos.-


Asentí concordando con él y nuevamente me volvió a besar, esta vez de una manera más sensual, más sexual. Sus besos eran lentos, pausados pero muy bien dados, sus manos comenzaron a recorrer mi delgado cuerpo con más lujuria, mientras que sus labios en los míos me distraían de aquel sonido que me ponía realmente nervioso. “La hebilla” de mi cinturón.


Una vez terminó de desabrocharla, sus labios bajaron a mi mandíbula, luego a mi cuello, mi clavícula y luego se posicionaron en mis pezones, gemí sorprendido, mi cuerpo entero se crispó, pues era la primera vez que experimentaba estas sensaciones, y él al parecer sabía muy bien dónde besar, y tocar. Mi cuerpo estaba erizado por completo, y mi cuerpo volvió a dar otro respingo, cuando siento una de sus manos comenzar a luchar con el cierre, provocando que estimulara levemente mi miembro ya sensibilizado.


-Y-YonGuk ssi~ aah~ s-se sienta ma-maravilloso.-


Gemí su nombre, mientras continuaba retorciéndome ante la sensación de su lengua en mis pezones de manera intercalada y sus manos acariciándome. La cremallera de mi pantalón había sido finalmente “vencida” y ahora con ambas manos sujetó mis laterales y comenzó a acariciarme mientras continuaba descendiendo también con sus besos.


Llegó a mi ombligo y aquella zona se tensó, me retorcí por la maravillosa sensación que sus besos me causaban allí, aprovechando nuevamente mi distracción, con sus manos comenzó a retirar el pantalón junto con mis zapatos y medias.


Besó mis muslos internos, mis piernas, ¡Maldición! ¡Sentía que estaba realmente en llamas, acostado inmovilizado con una hoguera a mí alrededor! ¡Este hombre me hacía ver el cielo y el infierno al mismo tiempo!


Gemí una vez más, él sonrió de lado y una vez más comenzó a ascender por mi pierna mediante besos y caricias en la otra, pasó de largo mi miembro sin tocarlo, y protesté sin poder controlarme, volvió a sonreír una vez más, pero sin decir nada, comenzó a besarme nuevamente.


Lo recibí sin dudarlo, mis brazos y mis piernas se envolvieron en él por inercia, como si me tratase de una planta carnívora consiguiendo su presa, pero realmente estaba en mi punto máximo de excitación. ¡Lo necesitaba! ¡Lo necesitaba ya dentro de mí! ¡Embistiéndome! ¡Gimiendo mí nombre!


-¡YongGuk por favor!-


Gemí demás desesperado, olvidando formalidades, arqueándome, frotándome aún más contra él, pues yo estaba casi completamente duro, mientras que él sólo un poco.


-¿Por favor qué? ¿Qué quieres?-


Comenzó a torturarme haciéndose el desentendido, mientras se separaba levemente de mí y sólo rozaba mi cuerpo con la yema de sus dedos y sus labios.


-¡A ti, por favor, ya-ya no aguanto! ¡Te necesito dentro!-


-Mira que atrevido y explícito resultaste ser, ¿Corromperte funcionó?-


-Sí funcionó, ahora por favor…-


Supliqué como nunca, mientras comenzaba a arquearme una vez más contra su cuerpo, él sonrió y se acercó nuevamente, su cuerpo, su peso, su calor, su olor… una vez más me invadieron y me sentí completo.


Él finalmente comenzó a frotarse contra mí y sin dudarlo comencé a gemir sin tapujos, de una manera chillona escandalosa, extasiada.


Mis manos que estaban en su cuello, en su nuca, se deslizaron por toda su espalda, rasguñando levemente, para llegar a su baja espalda, infiltrase dentro de su bóxer negro y pellizcar sus nalgas. Sí, lo sabía era algo bastante atrevido de mi parte, pero la excitación, la adrenalina, el éxtasis, hacían de mí una persona totalmente diferente.


-Wow, sí que estamos apurados.-


Se quejó divertido, mientras mi contacto hizo que su cuerpo crispara, y más aún cuando pellizqué y empujé más contra mi propio cuerpo.


-Te lo dije recién, en verdad me urges YongGuk, ¡te deseé, te deseo tanto maldito hombre sexy!-


-¿Me deseaste? ¿Desde cuándo?-


Preguntó un poco más serio pero no dejando de atender mis “necesidades” coló una de sus manos dentro de mi bóxer por una de mis piernas y eso fue la gota que derramó el vaso, al sentir su toque sobre mi “virilidad” tan directamente.


-¡AAH~! ¡D-desde la-la primera vez que te vi! Hmns.-


-Continúa…-


Habló susurrándome al oído mientras comenzaba a masturbarme de una manera realmente tortuosa, y a causa de eso, no podía ser mejor momento para ser sinceros ya que mi cabeza ya realmente no funcionaba.


-A-Al pri-principio hmns, pensé que solo eran alucinaciones aah~ mías, pero luego cuando me defendiste… me cuidaste mi concepto de ti cambió aamns~-


Los movimientos de sus manos habían comenzado a levemente más rápidos y yo me encontraba moviendo mis caderas de manera involuntaria en busca de más contacto, pero él no me lo permitía.


-No he dicho que pares, cuéntame, cuéntamelo todo, absolutamente todo.-


Besó y mordió mi cuello para luego lamer el lóbulo de mi oreja, mi corazón creía que estaba por explotar de lo acelerado que estaba.


-YongGuk~ aah~. Pensé que te burlarías de mí, que te enojarías, pero al contrario de eso hmns tú me cuidaste, te preocupaste por mí… y luego cuando me enviaste un mensaje, aah~ me sorprendiste, pero aquello me gustó, y comencé a sentirme cada vez más y más raro respecto a ti…-


Él sacó la mano de mi miembro y yo gemí en protesta pareciendo realmente un niño caprichoso, pero toda aquella ansiedad desapareció cuando vi que te disponías a quitar finalmente mi prenda interior. –Sigue, bebé.- Me dijo mordiendo mi mandíbula, lamiéndola, moviéndose, frotándose en mí de una manera tan deliciosa, mientras me terminaba de quitar mi bóxer, no pude resistirme.


-T-tu bufanda, marcó la diferencia, yo al principio me sentía confundido, muy confundido, pero luego tú-tú me la prestaste y me confundí aún más cuando me di cuenta que me la habías dado con tu perfume, y… aaahmns lo admito no pude resistirlo y dormía cada noche con ella abrazándola, esperando sentir esa estela de aroma, para sentirte cerca de mí. Tus palabras me habían dejado pensando y pensé durante días y noches enteras con tu bufanda entre mis brazos, hasta que el día de… de terminar con ella llegó…-


Él había comenzado a bajar nuevamente por mi cuerpo mediante besos y caricias, y una vez en mi estómago miró hacia arriba, esa mirada me había matado, literalmente si hubiese sido un animé, hubiese salido expulsado hacia atrás por una hemorragia nasal, pero sólo me limité a suspirar y gemir, y esta vez yo mismo continué con aquella confesión con los hechos tan mezclados entre sí, por mi misma laguna mental que el placer y la euforia de tenerlo aquí me provocaban.


-Cre-creí que me hablarías, e-en esos momentos fue cuando más necesité tus palabras, pero tu “no apareciste” hasta ayer… y fue en ese mo-momento cuando me di cuenta de lo que sentía por ti, al haberme invadido una estúpida euforia y sonrisa por recibir un mensaje tuyo… sacándome sonrisas, poniéndome nervioso por tus reacciones, pues ya no me importaba nada, sólo… sólo me importaba no decepcionarte, no molestarte, y entonces me di cuenta… de que. Me había enamorado de ti. ¡AAAH~!-


Gemí aún más fuerte pues su mano comenzó a masturbar mi miembro otra vez, en lo que sentí el primer dedo queriendo invadir aquel anillo de músculos nunca antes “explorado”.


-¡YONGUK~!-


-¿Te enamoraste de mí, bebé? ¿De tu “suegro”? ¿Dejaste a mi hija por mí?-


Cuestionó, no lo sé, ¿asombrado, serio, enojado, nervioso?


-S-sí, y lo sé soy un idiota cursi… pero po-por fa-favor, só-sólo te-te pido esta noche…-


Acudí prácticamente a suplicar cuando siento que sus movimientos se detienen y mi falo exclama por esa atención nuevamente.


-No eres cursi… y me alegra saber que no soy el único, temía parecerte un enfermo mental, debido a que siendo “tu suegro” también yo quería tu atención…-


-¿Q-qué?-


Cuestioné sumamente sorprendido, él sonrío, se estiró a recoger la bolsa de la farmacia sacando de allí el lubricante, abriéndolo, vertiéndolo en gran cantidad en sus dedos para comenzar con la verdadera labor… ¿Qué-qué estaba su-sucediendo aquí?


-Eso que escuchas. Tú también me llamaste la atención desde el primer momento en que te vi, desde ese momento me sentí un enfermo por desear “al novio de mi hija”, me sentí un pedófilo, pero aun así, tu encanto, tu aparente inocencia, y tu inquebrantable respeto, me superaron, eras hermoso, y aquí, ahora, eres aún más hermoso… yo no quería entrometerme entre mi hija y tú, pero te deseaba… por lo que quise ponerte a prueba con aquellas pequeñas insinuaciones…-


-Y-YongGuk…-


Susurré su nombre, pues no podría hacerlo más fuerte o de lo contrario se me escaparía un grito de dolor, pues sí, sus dedos dolían, pero al mismo tiempo se sentía extraño y bien…


-No quiero que me malinterpretes, no pretendía separarte de mi hija, y mis palabras, mis consejos en aquel entonces fueron honestos, si tú no eras feliz, ella tampoco lo sería…-


Tres dedos eran los que ahora entraban y salían de mi interior y se sentía extremadamente bien, ahora que mis músculos se habían relajado, ya no aguantaba más, quería decirle que se callara y que comenzara con sus embestidas de inmediato, pero por otro lado también me interesaba lo que tenía para decirme, aunque quizás no fuera el momento adecuado… o quizás sí lo era…


-No quería parecer el malo de la película, no quería que tú me echaras la culpa de tu “ruptura con ella, por eso en esa semana no te hablé, pero si hubiese sabido cómo te sentías con respecto a mí, te hubiese llamado, te hubiese consolado, o te hubiese venido a visitar para abrazarte y mimarte… Pero no lo hice por temor a que me rechazaras… luego ayer volví a coger valor y arriesgaría todo… si me contestabas tendría oportunidad, si me ignorabas, sabía que todo estaba perdido, pero no fue así, y cuando me contestaste, fui ridículamente feliz… luego también con lo de la corbata, y la fiesta… me enamoré también de ti JunHong… Estoy enamorado de ti…-


Ingresó la mano en la pequeña bolsa de farmacia y sacó uno de los tantos envoltorios de condones, lo abrió, se lo colocó y nuevamente se ubicó sobre mí.


-Bebé… la hora llegó MI niño…-


Besó mis labios de una manera mucho más íntima y cariñosa y suavemente comenzó a ingresarse y yo finalmente podía saborear la gloria. Me aferré una vez más a su cuello y cerré mis ojos para recibirlo por completo. Me tensé levemente cuando sentí su glande comenzar a forzar “la entrada”, pero él se acercó a mí, besó mis labios castamente, luego me sonrió de una manera realmente cálida como nunca jamás lo había visto y dio inicio a una ametralladora de besos por todo mi rostro, haciéndome sonreír olvidándome del asunto allí abajo.


( https://www.youtube.com/watch?v=cC2epn2ZcmA Love Theme – VANGELIS )


-Eres especial bebé…-


Declaró antes de atravesar finalmente el anillo de músculos e infiltrarse lenta pero ininterrumpidamente. Mis brazos se aferraron aún más a él hasta que finalmente llegó “a tope” y me miró levemente agitado.


-No puedo creer que finalmente haré esto, y no puedo creer aún más, que yo sea el privilegiado de “tenerte” por primera vez.-


Yo simplemente sonreí y erguí mi cuello para tomar sus labios. –Muévete por favor, moriré si me sigues haciendo esperar tanto.- Le susurré mientras como pude le mordía la oreja, él jadeo y comenzó a embestirme, lenta, y pausadamente al principio, lo cual se lo agradecía, pues realmente eran un conjunto de emociones nuevas que no sabía aún como manejar o asimilar. -¡Aah~ YongGuk ssi~!- Decirle así me causaba una especie de morbo, fetiche que me encantaba y sí, sabía que no podía estar del todo bien con respecto a mi salud mental, pero en verdad que este hombre me encantaba, me enamoraba, me excitaba, me… me hacía feliz.


Y por primera vez, en lo más profundo de mi mente sentí que algo se destapó. <<“Te amo”>> Por primera vez, me había surgido la necesidad de decirlo, y eso para mí, era realmente un milagro. Sí, definitivamente éste hombre me había cambiado la vida. Sí, definitivamente… amaba a este hombre.


-¡Aah~ Dios, Jun, aah~ maldición, tan estrecho, tan delicioso, aah~ eres mío, eres solo mío~!-


Comenzó a gemir él por primera vez, ante las embestidas que ya ahora eran frenéticas. –Aah~ sí, sí YongGuk ssi, sólo y únicamente tuyo… tuyo siempre a-amor~- De acuerdo, aquella última palabra había sonado extraña incluso hasta para mí, y me avergoncé de ello, pero él al contrario de mí, sonrió ampliamente y me besó de una manera bastante arrebatada, erótica y errática debido a sus embestidas.


-Dios bebé, me matarás, tú me matarás. A minutos del primer beso y ya siento que te amo, pero no te alteres, te esperaré el tiempo que sea necesario, no te dejaré ir, hasta lograr que me digas te amo…-


En un extraño movimiento de arrebato y euforia, giré mi cuerpo dejándolo debajo a él de repente, provocando que “nuestra conexión” se deshiciera, pero segundos después me encargue de “reconectarnos” y comencé a moverme, a mecerme sobre él, no sabía qué hacía, o que debía hacer, pero eso era lo que me apetecía hacer por el momento.


-E-entonces aah~ nunca te lo diré, porque de esa manera no podrás dejarme ir jamás, y yo… tampoco pienso dejarte ir esta vez.-


Me moví aún más y me incliné con suma dificultad pues mi cuerpo grande y largo era un problema, pero con la adrenalina del momento no lo sentí tan incómodo. Bese sus labios una de la tantas miles de veces más que lo haría en un futuro, porque sí, luego de lo que me dijo, me será imposible dejarlo ir. Lo amo.


-¡AAAh~ YongGuk, creo que ya estoy a mi límite!-


Gemí con desesperación, al sentir como toda una correntada comenzaba a recorrer mi cuerpo concentrándose en mi bajo vientre, un cosquilleo agradable, pero a la vez demandante de “libertad”. Él asintió y tomando mi miembro para mayor “tortura” comenzó a estimularlo, hasta que segundos después, me quedé quieto, pues ya no podía moverme debido a que mi orgasmo comenzaba a invadirme, mi primer orgasmo…


Mi cuerpo se tensó, se retorció, se agitó, pero las sensaciones eran maravillosas. Una vez que los efectos se esfumaron, él comenzó a moverse una vez más y yo comencé a gemir nuevamente pues era una sensación extraña debido a lo sensibilizado que había quedado.


-¡Aaah~ Dios! ¡Jun, bebé, te amo, te amo bebé, sé mío ahora y siempre!-


Gimió él, mientras embestía ahora de manera errática y frenética, hasta que quedó inmovilizado y su orgasmo llegó. Su cuerpo también temblaba, su cuello se levantaba de la almohada, sus músculos pectorales y abdominales se contraían de una manera brusca, gemidos, gritos, jadeos ahogados eran los que él liberaba, era simplemente magnífico.


Una vez que esos temblores terminaron, cayó con todo su peso nuevamente sobre la cama, ambos estábamos ultramente sudados y agitados, mi cuerpo comenzó a sentir la falta de energías y caí lentamente como un gran árbol recién podado sobre él. Nuestros pechos chocaban ante la irregularidad de nuestras respiraciones, pero la sensación era magnífica, realmente parecía cosa de otro mundo.


-Siempre tuyo mi-mi amor…- Susurré en respuesta tardía a su anterior declaración. –También creo que te amo y es algo realmente increíble… ahora comprendo porque nunca pude llegar a “amarla”. Siempre fui de esta manera, siempre… esperé por ti.- Hablé nuevamente sacando mi lado más cursi nunca jamás antes expuesto, pero es que ya como les he dicho millones de veces, este hombre me provocaba ser honesto y transparente con él, sólo con él. -Te amo, Bang…-


-Me matarás, un día de estos me matarás bebé si sigues con tanta dulzura, realmente tampoco puedo creer que lo dijeras… e-eso me hace sentir especial, y por eso es que te amo.-


Besó mis labios una vez más de esa manera casta e inocente y lentamente me quitó de su encima, me acostó, me acarició el rostro, me sonrió y se quitó el condón.


-Iré a tirarlo y a buscar una toalla, ¿dónde queda el baño?-


Sonrojado señalé con el dedo y él sonriéndome asintió para retirarse de allí, pero antes de abandonar la habitación, aún desnudo desde el marco de la puerta me dice.


-Esto no termina aquí, esto recién comienza.- Abrí mis ojos ante sus palabras, y su sonrisa ladina malvada a la cual ya me tenía acostumbrado y enamorado. –Prometiste “no despegarte de mí en toda la noche” y así lo cumplirás.- Sonrió nuevamente y se retiró, otorgándome un sublime “panorama trasero”.


Sonreí, y miré hacia el techo… << “¿Es aquí donde comienza una nueva etapa para mí? ¿Una nueva vida, con alguien muy diferente a mi lado? ¿Es aquí donde comienza ‘mi noviazgo con… mi  ex suegro’?”>> Sonreí al notar lo ridículo que sonaba eso… pero al parecer era cierto…


Mi vida había cambiado totalmente “Por causa de él”, aún no sé si para bien o para mal, pero obviamente opto por lo primero…


¿Increíble cierto? Era el novio perfecto, hasta que me enamoré de… “mi suegro”…

Notas finales:

Bueno, ¡FIN! *-* Espero que haya sido de su agrado, sí, lo sé, las cosas muy fáciles, muy rápido bla lba lba, pero una vez más les digo lo que digo siempre, la intención era hacer solo un oneshot, pero ya luego se me ocurren más y más cosas y me terminan slaiendo o anfics de 24 capítulos o two/three shots... anyway... xD como ya dije, espero que les haya gustado.


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Hoy si me disculpo porque me tarde más d ela cuetna en subirlo, y por la faltas de ortografía si es que las tiene, es que en verdad lo reviso pero siempre algo se pasa n.n así que bueno, hoy no tengo mucho que decir, sólo que agradezco sus reviews, los he leido como ya dije pero ya luego los contestaré, gracias también a las denomidas "Lectoras fantasmas" y pues bueno, ya prontito, vendré con algún otro oneshot o fanfic, de parejas a las cuales estoy más familiarizada xD EunHae; 2Min; JongKey, SiChul... etc, pero no se pongan tristes, vendré con más de B.A.P también, pero no por el momento jeje. Así que pues bueno, eso, espero que les haya gustado; se los quiere musho, musho :3 ♥ ♥ ♥ ♥ ♥  ♥w♥/


PD: Espero no haberme olvidado de nada importante... :/ (ando dormida xD) Pero no quería dejarlas sin fic xD quería cumplir.


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥


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