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Mi Dios (Pausado) por Princess Yaoi

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Notas del capitulo: Y a casi un mes de la ultima actualización... aparezco con un nuevo capitulo... el siguiente estará arriba la próxima semana.

Que lo disfuten..
Su corazón se desbarato por completo, cayó en picada hacia la crudeza de una realidad cambiante, que lentamente se retorcía y consumiría su mundo si no hacía algo.

El reino que conocía se estaba hundiendo, aquellos que amaba la habían dejado, y todo lo que había construido estaba destrozado. ¿Y qué podía hacer la pacífica reina de Asgard? Estaba cansada de contemplar como su esposo se sentaba en el trono a tirar de los pocos hilos que sostenían en pie el reino, de lamentar como la relación de sus hijos evolucionaba en algo cada vez más insano y de encontrar más razones para llorar su parte en ese desastre.

Se estremeció cuando supo que su mayor miedo había tomado vida enredándose en las piernas de su pequeño y más aún, cuando vio al Padre Todo sucumbir ante él.

Como una buena reina, guardo silencio. Pero su armoniosa figura lentamente empezó a ausentarse de la sala del trono, de las ceremonias y escandalosas cenas familiares. Porque era ya bien sabido en el palacio que el príncipe Thor no desaprovechaba una oportunidad para acercarse a su hermano, e incluso corrían los rumores de que tenía descaro de acorralarlo en el gran corredor que daba a sus habitaciones, donde creía que nadie podía verlos, y había ya quien aseguraba que los había visto darse un beso.

Y eso era algo que a la reina no le hacía nada de gracia, mantener a la servidumbre callada empezaba a ser parte de sus obligaciones diarias, al igual que revisar por las madrugadas que sus hijos se encontraran en sus respectivas habitaciones y no creando más rumores seguramente muy bien infundados.

No era como si pudiera encontrar a sus pequeños durmiendo tranquilamente bajo la cama de Loki, como antaño, jugando en los pasillos o haciendo alguna travesura con sus libros. La pobre reina de Asgard no quería ni imaginar con qué clase de escena podría toparse un día de esos y pensarlo la estaba enloqueciendo.

La mirada de esa mujer se volvió austera y algo rencorosa con el pasar de esas largas noches de desvelo y su voz tan fría como para pronunciar sin una pisca de culpa maldiciones en contra de aquellos que tanto amaba.

Fue así como Frigga tomo su amor y lo volvió veneno, salvo a su reino y enterró a sus herederos.

Aquella helada noche en la que se adentró a la habitación de Loki para enmendar sus pecados con un hechizo bailando en sus labios y un contenedor mágico en su mano, se sintió finalmente espiada de toda maldición.

Era como si su reino le reclamara todo el amor que le había dado a ese Jotun hasta dejarlo convertirse en eso. Quizás era su culpa por haberlo armado con tan buenos trucos y encantadora labia, la cual, aparentemente había sido demasiado para su propio rey. Era su obligación arreglarlo.

Su helado semblante casi pálido avanzo por el cuarto desencadenando un torrente de magia, quebrando el control de su pequeño hechicero sobre sus demonios para lanzar sobre el su poder y encerrarlo en las profundidades frías de su mente.

Pronto el cuerpo del dios del engaño empezó a padecer un tremendo cansancio producto de la lucha de su magia por liberarse del contenedor. Un fuerte frio se adueñó de su cuerpo, era el frio de Jotemjhein tratando de abrigarlo, sumergiéndolo en la profundidad del mundo de los sueños, donde Frigga podía devorar su energía sin piedad y Thor nunca más podría ponerle una mano encima.

En la opinión de la reina era una medida razonable, pero para el Padre de Todo fue muy cruel. No pudo soportar la idea de tener a su hijo dormido hasta el fin de sus días, pero decidió deshacerse de él para evitar más desgracias, aunque claro, esa no fue una idea bien recibida por su hijo mayor, aun en vista de la maqueavélica función que la reina monto en el palacio para justificar la decisión de su esposo.

Un puñado de sirvientes estaban muertos, el reino según lo que declaro la reina, corría peligro por su presencia, pero tomar la decisión final no fue nada fácil. Su propio corazón palideció ante la idea de asesinar a su bebé, pudo ver en la mirada de Odín su alma abatida luchando contra los tiernos recuerdos que les había dejado ese adorable Jotun. Y al final, el rey solo pudo declarar su partida.

De esa forma Loki se fue a quien sabe dónde, dejando una densa nube de tristeza en su hogar y al pronto rey de Asgard al borde de la desesperación.

Frigga solo podía mirar esperando que su heredero recobrara la cordura, pero todo indicaba que la verdadera lucha apenas acababa de empezar. A solo un par de días de la partida de Loki, ya se encontraba lanzando hechizos a diestra y siniestra para mantenerlo en el camino.

Tratar con ese hombre jamás había sido tan complicado, pero si ella no podía convencerlo, tenía a la persona correcta para el trabajo; sería el propio Loki el que se encargara de dejarle claro al dios del trueno que entre ellos todo había acabado.

Esa noche, luego de la turbia conversación que sostuvo con sus padres, Thor se dirigió a la habitación abandonada de su hermano. Se encontraba desconsolado, eso estaba muy claro, el cielo de Asgard estaba completamente iluminado por sus truenos moribundos cada vez más agonizantes.

Nunca pidió a Loki desnudo entre sus brazos, nunca lo vio de forma incorrecta, se lamentaba preguntándose porque su precioso hermanito los había arrastrado hasta esto, y dolía, valla que dolía saber que el dio el tiro de gracia.

A estas alturas solo le quedaba preguntarse qué diablos haría para traerlo de vuelta, porque por un demonio que su ausencia lo estaba matando, literalmente asesinado su espíritu y arrastrándolo a un abismo que nunca imagino conocer por amor a su hermano menor. El dolor que estaba agrediendo sin piedad su alma no era para un amigo, o un camarada, era para el dueño de su corazón. Y que importaba ya en qué momento entre las noches de sexo y las crueles trampas de Loki se hubiera enamorado, o cómo demonios su afecto fraternal hubiera evolucionado en el más envolvente y cálido amor que alguna vez hubiera sentido; tal vez solo ya lo amaba demasiado desde el principio.

Todo lo que el dios del trueno sabía era que no importaba que fuerza se interpusiera, él iba a tener a Loki en su cama con un traje de novio en una semana para celebrar su coronación.

Y puede que sonara pretencioso considerando que no tenía ni la más mínima idea de por dónde carajos comenzar, que de magia no sabía nada y de lo que le ocurría a Loki aún menos, que no se imaginaba ni siquiera a donde lo habían llevado y que todo el reino lo estaba vigilando, pero si algo debería saber muy bien Frigga es que no se debe subestimar la persistencia que le dio a Asgard tantas victorias y aún menos la astucia del dios del engaño.

Arrullado por el aroma de Loki aun impregnado en sus sabanas y con un pequeño empujón de su madre, Thor cayó en un profundo sueño.

En el, se encontró en la sala del trono, justo en el día de su coronación. El alboroto festivo, el noble aire ceremonial y las expectantes miradas de sus padres a sus costados mientras el reino ovacionaba su nombre eran tan irreales. Se sentía tan cálido y ameno que era casi lejano, lo habría esperado quizás en otros tiempos menos amargos. Sus ojos algo entristecidos contemplaron la multitud con nostalgia y de pronto su corazón dio un vuelco al toparse en la primera fila con las bellas esmeraldas verdes de su hermano bajo una capucha. En el momento el que se cruzaron sus miradas Loki se echó a correr y sin pensarlo un segundo el dios del trueno fue detrás.

Corrió hasta dejar lejos a la multitud y adentrase en las calles estrechas del reino, podía reconocer los gráciles movimientos de ese pequeño encapuchado, sin duda era los de Loki. No pudo evitar abalanzarse sobre el con desesperación cuando se detuvo en la parte oscura de un callejón. Lo abrazo con necesidad, tratando de conservar la delicadeza, pero aferrándose a él como si realmente lo tuviera.

No pudo evitar notar que había algo diferente, su cuerpo se sentía más pequeño, pero lo que más le extraño fue sentir su temperatura, era cálida, totalmente distinta de la del Loki que recordaba. Su hermano la mayor parte del tiempo era tibio, y su temperatura bajaba drásticamente cuando se agitaba, se sentía enfermo, o llegaba al clímax. Era algo que le parecía curioso, había sentido su miembro enfriarse dentro de su cuerpo un par de vez luego del orgasmo.

-Lo siento _lo oyó decir con la voz algo agitada_ no puedo mantener del todo mi forma, así que apresurémonos, no tengo mucho tiempo.

-¿Cómo es posible? Creí que tu magia estaba fuera de control, madre trato de recuperarte, pero no quedaba nada.

-Estoy desvaneciéndome Thor, mi magia me está consumiendo, no sé por cuánto tiempo más pueda conservar mi lazo con tigo, así que tenemos que cortarlo.

-¿Qué? _la expresión de Thor era incrédula, tenía a Loki, no podía pensar siquiera en dejarlo_

-Si seguimos conectados, es probable que te mate. Mi poder es progresivo, mientras más me encierre dentro de él, más devastador será el efecto fuera de mí. Tienes que librarte de cualquier rastro de mi magia.

-Pero Loki, esto es mi culpa, tiene que haber algo que pueda hacer para salvarte…

-No la hay, Thor. Ve al estante que está en mi habitación, allí hay un libro sobre anulación mágica, es realmente sencillo, creo hasta tu puedes hacer un hechizo de limpieza, no debes dejar ningún rastro de nuestro lazo.

-¡No! Sabes que no voy a abandonarte… _sus ojos casi acuosos se posaron consternados en ese bello rostro suplicando que se retractara_ Loki, te a..

-Basta… _interrumpió secamente el menor_ Estuviste siguiéndome como gata en celo todo este tiempo, no hablamos de amor hermano, esto es un leve enamoramiento, no dudo que ya hayas tenido unos cuantos luego algún calentón.

-Loki, me estas mal interpretando…

-No, Thor ¿no lo entiendes? ¿Crees que de pronto se me antojo acosarte sin ningún motivo? Eres el próximo rey de Asgard, maldición, y yo tu puto consejero…solo estaba fastidiándote y lo sabes. No quería acostarme con mi hermano, quería al rey follándome mientras me sentaba en su trono a mover el reino.

Un estupor momentáneo se apodero del rubio, hizo desvanecer sus fuerzas mientras la rabia de esos ojos verdes que siempre se veían tan serenos lo sacudía.

Ese rostro pálido siempre se veía elegante, imperturbable, orgulloso… no delataba sus emociones tan violentamente, no elevaba su temperatura ante la tensión. Podía sentirlo en sus manos tan caliente y pequeño, algo tenso y ligeramente exaltado. La expresión de Thor se suavizo disimuladamente ante eso.

Si había dos cosas que el dios del trueno sabía perfectamente de su hermano menor, eran su tremenda habilidad para enredar a otros, pero su gran torpeza al expresar sus sentimientos. Rara vez ese hombre revelaba lo que había en su corazón, y jamás, definitivamente jamás admitía la derrota. No podía estarle pidiendo que se salvara y se quedara con el trono así como si nada.

-Ven aquí mañana… _exclamo buscando su rostro con algo de intriga_ si quieres romper el lazo tendrás que hacerlo tú mismo.

-No puedo…

-Entonces cuando esto acabe, yo estaré muerto.

Los ojos verde jade del impostor parecieron analizarlo, vieron a Thor de arriba abajo para luego desviarse a otro lado, y ese gesto le saco al dios del trueno una rabia casi insoportable que a duras penas logro disimular. Podría reconocer ese gesto en cualquier parte, era de su madre. ¿Y quién más podría ser? Si no hay mejor mago en Asgard que su hermano, excepto la reina y nadie con más razones para querer a su bebe lejos de él.

-Está bien… pero debes hacer antes unos preparativos… mi habilidad en este momento no es la mejor. Los encontraras en el libro.

Y justo como dijo, el polvoriento manuscrito estaba lleno de indicaciones tan detalladas que casi eran ridículas ¿tan estúpido lo creía reina? Por fortuna si, y era una ventaja. Tenía que hallar la forma de hacer que le revelara donde estaba su hermano, lo cual considerando su poco talento verbal sería sumamente costoso.

Thor se encontraba quemando hasta su última neurona entre las pilas de libros del dios del engaño mientras buscaba toda la información disponible sobre las enfermedades mágicas. Porque si no sabía cómo curarlo todo se habría ido al diablo de igual forma. ¿Qué tan difícil podía ser curar a un mago? Si el provoco tan fácilmente su desequilibrio suponía que arreglarlo no sería tan complicado, pero ¿Qué podía ser que tenía a todos los médicos del reino desconcertados? ¿Y ni siquiera su madre había sido capaz de descifrarlo?

Solo tenía un día para averiguarlo. Vagando por las filas del último estante del cuarto, en un cajón encantado que por la ausencia de la magia de Loki había quedado al descubierto en la parte baja de la librera, se topó con un grupo de libros de apariencia bastante llamativa y algo extraña. Libros llenos de hojas arrancadas de otros escritos y con notas hechas con la hermosa letra de su hermanito. Los tomo con cuidado considerando que estaban bastante maltratados y al poner sus ojos sobre las primeras líneas supo de inmediato que acababa de encontrar algo que por obvias razones Loki había estado ocultando.
Notas finales: Gracias por leer... espero tener su compresión en lo siguiente:
"No puedo actualizar si no se si siquiera si debo seguir la historia" No quiero ponerme caprichoza al respecto, pero la falta de reviews me ha puesto un poco dificil la tarea de continuar. Y no hablo de cantidad, sino de que literalmente no se que piensan de la historia. Ya saben que sus opiniones sirven para orientar al autor, y darle animo, es un servico gratuito el que realizamos y lo hacemos con gusto, por lo que al menos quiero pedir su apoyo. Si les gusto el cap, haganmelo saber. Si tienen algún comentario o simplemente quieren ayudar a la causa con su presencia me apoyando mucho.

Gracias por su presencia a lo largo de estos 9 capítulos, vamos x mas juntos!!!

Hasta la proxima...

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