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Notas Discordantes por Sorgin

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Notas del capitulo: Por fin regreso con un nuevo capítulo que espero que os guste.

No contesto. Ninguna excusa llegaba a su mente en aquel momento de necesidad y en lo más profundo de su ser conocía el motivo. No las había. Todo era culpa suya. Solo él era el único responsable y el causante de los males de sus amigos. Agacho la mirada avergnzado y se giro para dirigirse a la puerta. No merecía seguir en la misma habitación que ellos. Probablemente ni siquiera merecería compartir el mismo mundo.

 

-Sirius.- La voz ahogada de Lupin le llamo con un susurro. James, a su lado le dirigió una mirada de reproche.

 

-Es culpa tuya.- repitió el adolescente de gafas redondas.- Pero supongo que podemos perdonártelo. Después de todo para eso están los amigos.- remus le dirigió una radiante sonrisa y dejo espacio en su cama para que el muchacho de cbello azabache se sentará junto a él.

 

-Remus yo…- Quería disculparse. no porque tuviera que hacerlo; sino porque por primera vez en toda su vida el orgullo de los Black le obligaba a hacerlo. Aunque por supuesto la falta de practica aumentaba el esfuerzo.

 

-No hace falta que digas nada. Los hechos valen más que tus palabras.

 

-Que cursí.- Se quejo Snape desde la cama de enfrente reclamando la atención que no le habían prestado y por supuesto rompiendo el momento feliz de la pareja. Con un agil movimiento a pessar de los cardenales James salto para dejarse caer sobre su cama.

 

-Vamos Severín no seas tan quisquilloso. Deja que los muchachos hagan las paces a su modo.- Dijo mordiéndole en la oreja. Snape se sonrojó ate el contacto del gryffindor, pero procuro mantener la compostura. Frente a ellos los otros dos leones estallaron en cacarjadas.

 

Varios golpes en la puerta precedieron a su apertura. una pequeña y redonda cabeza de color caramelo entro antes que su dueño. Un muchacho de poca estatura entro en la estacia cargando una bolsa de dulces.

 

-Buenos días.- Les saludo con una sonrisa de alivio Peter Pettigrew.- Menos mal que estáis todos bien.

 

-Mira lo que nos trajo la mañana.- Sonrió socarronamente Sirius con su cabeza apoyada en los muslos de su amante.- Un ratoncito escurridizo, ¿dónde te metiste anoche Peter?

 

-Estuve hasta pasadas las once en la biblioteca y luego fui a la sala común para hacer algunos trabajos. Cuando subí y no os ví me dí cuenta de que … bueno en fin que no había nadie. Pero estaba muy cansado para… bueno ya sabes.- Dijo sin precisar mientras enviaba miradas inquisidoras a Snape. El cual simplemente le ignoraba.

 

-No te preocupes Peter.- Dijo James acercándose hasta él para quitarle la bolsas con dulces.- Lo sabe.

 

-¿Y podemos confiar en él?- Pregunto entregándole una caja de grajeas de sabores.

 

-¿Y en quien se puede confiar en estos días?- Contestó encogiendose de hombros el moreno mientras le revolvía el pelo.- Gracias.- Dijo tomando los dulces y sentándose de nuevo al lado de snape al que le metió varias grajeaas en la boca.- Toma a ver si se te endulza el carácter.

 

-¿Hay algo para mí en esa bolsa?- Pregunto Sirius olisqueando dede la cama.

 

-Chocolate.- Se relamió Lupin al ver varias tabletas que el pequeño había sacado para buscar lo de Sirius y con gesto intimidatorio estiro la mano para cogerlas. Con ansia devoró la primera en pequeños segundos dejando escapar un gemido de placer con cada mordisco.

 

-Quien fuera chocolate.- Dijo con un suspiro el Black.

 

-Mejor no hermano. Sino haría años que lupin te habríha comido. pero no como a ti te gusta.- Rió.

 

-Que te de jimmy.

 

-Dónde y cuando quieras.- Bromeó.- Pero debo advertirte que Lupin es muy celoso y le gusta tenerme solo para él; así que mejor no se entere.- Todos esperaron la respuesta de Remus que no llegó. Estaba demasiado distraído con el chocolate.

 

Alguien volvió a llamar a la puerta con instistencía y Sirius ugióa modo de permiso. Una muchacha esbelta con el cabello pelirrojo recogido en una coleta entro en la habitación. Entre sus manos sujetaba un palto cubierto por una servilleta de cuadros rojos. Miro hacía la cama donde James estaba sentado y sonrió aliviada haciéndo sonrojar al joven.

 

-Menos malque estás bien. Respondió aliviado.- Escuche que estabas en la enfermería porque te había atacado una bestia o algo así. Casi me muero cuando Mary me lo dijo.- Desvió la mirada para mirar a Lupin.- Remus me alegro que tu también estes bien.

 

-¿Y a mí que? ¿No piensas decirme nada bonito?- La reclamó Sirius.

 

-¿Eh? A sí tu. Esto… No debo decir mentiras así que no puedo decir que me alegro de verte.- Se cayó durante unos segundos buscando las palabras apropiadas.- me alegro de que no te hayan matado; aunque es una pena que conserves la lengua.

 

-Tu siempre tan sincera.- cultó su rostro entre los muslos de remus que se sonrojó ante la acción.

 

-En fin.- Volvió a mirar a la cama donde estaba James.- Te he traído un bizcocho de limón. Espero que me haya quedado bien, porque como las cocinas de aqui son tan raras me he hecho un lió con el horno.

 

-Seguro que esta buenísmio.- Replicó James ilusionado y la muchacha le dedico una sonrisa cortada.

 

-Eso espero. Aunque no creo qu sean de los que tu comes. En mi casa nunca ha habido magia así que solo se cocinar a la manera muggle. Pero como se que a ti te encantan te hehecho uno bien grande.- Por un segundo la sonrisa de James se congelo en su mirada. Sino era con él, ¿con quien había estado hablando?

 

Se sobre la cama de Severus, al otro lado en el que el había estado y saco e pastel con forma de mariposa que corto en varios pedazos ofreciéndole uno al peli negro continuaba en la cama.

 

-Gracias.- Contestó Severus con una sonrisa; mientras James buscaba la manera más rápida de deshacerse de él de manera definitiva.

 

-¿Quieres provar?- La voz de Lily frente a él ofreciéndole un pedazo de aquel manjar disipo sus instintos asesinos.

 

-Claro.- La sonrió llevándoselo a la boca sin cogerlo con la mano. Ella sonojada fue a por otro trozo que le llevo a Peter y otro para Remus.

 

-Esto sabe a papael. Se quejo Sirius que le había quitado su trozo a Remus.

 

-Es normal. Te estás comiendo la servilleta.- Le miro enojada la muchacha mientras acercaba un nuevo pedazo a Lupín que lo devoró.- Remus si tienes hambre puedo traerte algo de carne o …

 

-Eres muy amable Lily, pero no es necesario. Es simplemente que si no me lo como rápido Sirius lo hara por mi.- En sus rodillas Sirius retiraba la servilleta para provar el dulce.

 

-Estabuenísimo.- Dijo James relmiéndose y poniendo cara de niño enfadado al darse cuenta de qe se había acabado.- No vale tenías que haberlo hecho más grande así no hay quien repita.- La muchacha rió divertida.

 

-Si tanto te ha gustado volveré a cocinar otro mañana.- Los ojos oscros del muchacho brillaron felices.-Tu que dices Severus.

 

-Esta mejor que el de cumpleaños.- La flicito el aprendiz de mago.

 

-¿El de cumpleaños?-Pregunto celoso Potter.

 

-Lily me regaló un pasatel por mi cumpleaños. ¿No lo sabías?- Pregunto haciéndose el inocente.- Ah clara es que los hago en vacaiones.

 

-Así que le enviaste un pastel.

 

-No, se lo lleve a casa.- Eso ya era el colmo. ¿Cómo se atrevía a pasar tiempo con ella fuera de la escuela.- James, ¿es qué no sabes que Severus y yo somos vecinos?

 

-¿Vecinos?- pregunto sorprendido.

-Claro, Severus vive un par de casa a mi derecha. Somos amigos desde la infancia.- Algo en el mundo de Potter se congeló. Una cosa era no poder volver a meterse con Snape por ser amigo de Lily y otra muy diferente tener que invitarlo a su boda porque eraamigo de la novia. Por ahí si que no podía pasar.

 

-Incluso fuimos novios de pequeños.- La voz de snape sonaba dulce, casi infantil. Se estaba realmente dvirtiendo al ver como el rostro de su archienemigo cambiaba radicalmente de color.

 

-¿Si recuerda la cara de mi madre cuando nos pilló besándonos?- ió Lily y eso fue demasiado. James Potter cayo desmayado al suelo mientras Snape intercambiaba una mirada complice con Remus.

 

-¡James!- Gritaron asustados Lily y Sirius arrojandose para cogerle en brazos antes de que el muchacho tocara el suelo.

 

-Túmbale en la cama.- Propuso Lily.- Pobrecito debe estar más débil de lo que parece.- Dijo poniéndole la mano en la frente.- Estúpido arrogante, siempre haciéndote el fuerte para impresionar a los demás.- Suspirando se sento al lado de James y juguteo con su cabello castaño; tras dejar las gafas sbre la mesilla.

 

-Lily, no es mal chico. un poco inquieto quizás pero es una buena persona.- Comentó Remus.

 

-¿Me estas insinuando algo Remus?- Pregunto con picardía mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.

 

-Puede…- La puerta de la enfermería e abrió de golpe y una joven de cabello negro entro en la habitación seguida por sus dos hermanas y su cuñado.

 

-Que asco, sigues vivo.- Dijo al ver a Sirius de pie en medio de la estancia.

 

-Yo también me alegro de verte Bellatrix. Por cierto, ¿te ha salido una berruga en la barbilla?- La muchacha asustada se llevo la mano al lugar mencionado para comprender la broma de la que había sido objeto.

 

-Te hemos triaido un regalo.- Saludo Andrómeda poniendo fin a cualquier disputa.

 

-Si larvas de gusanos.- Rió Bella.

 

-Umh.- Se burlo mirando la cesta que portaba pasteles de calabaza y varias revistas de escobas voladoras.- Rico, rico.- Susurro cogiendo una revista.

 

Por su parte Lucius Malfoy tomo asiento al lado de la cama de su compañero de casa. Con tranquilidad saco del bolsillo de su chaqueta negra de cuero una pequeña bolsa plática llena de reagalices de colores que Snape miro con ilusión.

 

-Gracias.- Solo atinó a decir cuandoMalfoy se la entregó.

 

-Lucius estaba muy preocupado por ti.- Le saludo Narcisa dirigiéndole una hostial mirada.- Insistió mucho para venir.

 

-Es lógico. Somos compañeros de casa y habitación. -Se defendió.-Además de amigos.- Escuió las palabras dirigiéndole una mirada fría a su prometida; quien giro el rostro fingiéndo no percatarse.- ¿Qué te hicieron?- Su mirada de superioridad recorrió al grupo de los Gryffindors.

 

-Aunque no te lo creas no fue culpa suya.- Le sonrió cogiéndo un regaliz.- Simplemente fue un accidente.- Lucius abrió los ojos sorprendido pero no hizo ningún comentario.con gesto altivo poso su grisáceos ojos sobre la figura de Potter.- ¿Y a ese?

 

-Esta cansado.- Contestó Lily con gesto cortante.

 

-Vaya ¿y su novia ha venido a cuidarle?, que mona Lily.

 

-Porque no te vas a molestar a Macbeth.- La sugirió elevando la barbilla.

 

-¿Quien te crees que eres para hablarme así? Mocosa voy a hacer que te arepientas de tus palabras.- Ambas muchachas desenvainaron las varitas al mismo instnte en que la puerta se abrió por tercera vez. La señora Pomfrey les saludo con una encantadora sonrisa.

 

-¿Hace un buen día verdad chicos?- Todos los muchachos la saludaron mientras escondían sus vaitas entre los pliegues de las túnicas.- Siento tener que decíroslo, pero no podeís estar tantos aquí. Así que tendréis que dejarles descansar.

 

-Va, de todas formas yo ya me iba. Muerete pronto Sirius.- Se despidió Bellatrix lanzandle un beso.

 

-Nosotros también nos vamos.- Insistió Narcissa y aunque Malfoy la fulminó con la mirada, se levanto estrechándole la mano a Severus.

 

-Volveré dentro de un rato.

 

-No te preocupes, no es necesario.- El rubio le miro sin creerle.- De veras. Además esta Lily.- La pelirroja sonrió al oír su nombre.

 

-Me quedaré hasta el mediodía; así que puedes irte tranquilo.- Le animó.

 

-Muy bien. Vendre a la uno y cuarto para hacerte el relevo.- Dijo sorprendiendo a todos.

 

-Entonces yo te relevaré a las cinco. Y así todos contentos.- Sonrio Pettigrew y malfoy simplemente asintió abandonando la estancia tras los pasos de su prometida y de Andrómeda Black.

 

-Es un tío encantador.- Dijo Sirius cargado de cinísmo.

 

-Basta Sirius.- Le pidió Lily.

 

-Tienes razón Black.- Todas las miradaas se giraron para ver a Severus.- Es un gran amigo; aunque no te lo creas. Malfoy siempre cuida de sus amigos.

 

-¡Vaya! Pues no hay que dejarle escapar. Tendre que invitarle a mi fiesta de la amistad.- James sonrió desde la cama donde hacía rato había despertado.

 

-Sirius no seas crío.-Le reprendió ante la sorprendida mirada de Lily y la mueca de repugnancia de Snape.

 

-¿Y tu cuando has despertado?- Demando la muchacha de cabellos rojos.

 

-Cuando llegaron las brujas; pero como no me apetecía tener que aguantarlas creí más conveniente hacerme el dormido.- Sonrió triunfal.

 

-Yo te desmembro, sucia rata.- Se quejo la mujer mostrándole el puño.

 

-Eh cielo, se llama supervivencia.

 

-Si, pues la próxima vez que necesite prácticarla será cuando te pille fuera de estás cuatro paredes.

 

-No te pongas así nena. Si te mueres por besarme.- La imitaión de los galanes de WiccaWood fue el mayor error que pudo cometer el muchacho de cabellu oscuro; pues la joven, enfadado por la conversación con la slytherin, aprovecho para pagar con él su mal humor.

 

-James hermano. Deberias aprender a tener la boca cerrada.

 

Las horas pasaron y antes de que Potter podría mentalizarse Lucius Malfoy entro en la habitación y Lily Evans la abandono entre los ruegos y sollozos de los leones. Ignorándoles el rubio se colocó en la silla entre las camas de Severus y James sin siquiera tratar de finguir animosidad hacía los otros muchachos.

 

-Aquí os traigo la comida.- Saludo la señora Pomfrey dejando las bandejas sobre las mesas de los muchachos.

 

-Uhm, ancas de rana.- Se relamió Sirius perrunamente mientras acercaba su bandeja a la mesa de Remus y así poder ayudarle a comer. Por su parte el rubicundo le hizo hueco y colocó los cojines para apoyar la espalda mejor.

 

-¿James te ocurré algo?- Pregunto Lupin al ver como su amigo trataba de imitarle, pero era incapaz de colocar bien los cojines y por lo tanto se hundía.

 

-Ya sabes como es.- Se burló Sirius.

 

-Oye esto no es fácil vale. Cuando quiero que se coloquen uno encima de otro se me caen. ¿Cómo diablos lo has hecho tú?- pregunto dando un puñetazo a la almohada.

 

-Con estas dos manitas- Rió Remus. Por su parte Lucius Malfoy se levanto de la silla al ver agotada su paciencia.

 

Llegó hasta la cama de James y se agachó hacía el muchacho para tomar la almohada, a la que sacudió para dejar en mejores condiciones. después mostrando dotes de experto la colocó acorde a su necesidad. Sirius Black observo cada detalle de la escena con los ojos entrecerrados. Pero ningún gesto fue desapercivido, ni siquiera el leve temblor que su hermano sufrió al tener a la serpiente cerca o la cara de sorpresa que puso al olerlo de cerca.

 

-Gracias.- Susurró James y Malfoy simplemente asintió. Severus por su parte te permitió una sincera sonrisa que se esfumó con rapidez.

 

En silencio acabaron de comer. Sirius devorando los alimentos, Remus cambiéndo su ración por la menos cocinada, Severus ayudado por Lucius quien al verle la mano vendada creyó insistió temiendo que su herida pudiera hacerse mayor; y James que lanzaba furtivas miradas al rubio.

 

La hora del cambio llegó esta vez más lenta que en la mañana y todos agradecieron la presencia del pequeño Pettigrew en la estancia. A excepción de Severus por supuesto. El muchacho converso durante largo tiempo sobre las admiradoras de los muchachos y les entrego las cartas que estas les enviaban al verse imposibilitadas para acceder a la enfermería; por orden del director. Snape no pudo evitar lanzarles una mirada de furiosa envidia.

 

-Las chicas están como locas. no me dejan ni un minuto.

 

-Tu sueño hecho realida, ¿eh Peter?- Rió Sirius.

 

-Si ya, pero nunca me preguntan por mi. Solo dicen, ¿Peter te importa darle esto a James?- Dijo imitando una voz femenina.- O Peter, ¿ya sabes cuando van a salir?- tras un rato de burlas se acerco a Remus al que entrego una pila de libros.

 

-Por cierto Snape.- El muchacho de cabello grasiento levanto la cabeza sin poder ocultar su sorpresa.- Unas cuantas chicas de Slytherin me han dado esto para ti.- Sacó de su mochila de fela oscura na gran cartulina firmada.- Me han dicho que tienes que recuperarte pronto.

 

-¿Quiénes?- Pregunto curioso sirius ganándose un codazo por parte de Remus.

 

-Las chicas del club de defensa.- Sonrió el muchacho sorprendido porque alguien se acordara de él.

 

-¡Ah! Y ese tío. Nott o como se llame. Ha dicho que vendrá mañana porque se le ha hecho tarde con el entrenamiento. La verdad es que tenía mala cara. Parecía preocupado.- Dijo encogiéndose de hombros.

 

La noche llegó y peter se despidio ante las insistencias de la enfermera. Agotados por el largo día aprovecharon para acostarse temprano. Aunque cerró los ojos no consiguió dormise. las vivencias de aquella tarde aún daban vueltas en su cabeza. Había aspirado su aroma con temor para encontrarse con que no era el recordado y eso le hacía temer lo peor. Preocupado se levanto para entrar en el baño, su vejiga estaba llena y no aguantaría mucho más.

 

Tras satisfacer sus necesidad fisiológicas se lavo las manos y la cara para despejarse. Unos fuertes brazos le sorprendieron abrazándole desde la espalda.

 

-Sí querías matarme de un infarto has estado realmente cerca.- Oculto su miedo en la burla.

 

-Hueles a preocupación.- Contestó Sirius ocultando s rostro en el cuello del otro.

 

-Entonces debería ducharme.

 

-Hablo en serio James. llevas raro desde esta tarde, ¿Qué es lo que te preocupa?- Dijo girándole y el otro se apyo contra el lavabo.

 

-Malfoy.- Contesto con desgana.

 

-No te preocupes. Nos encargaremos de él. Ya conoces el dicho ojo por ojo y diente por diente.- James negó con la mano.

 

-No me refiero a eso.-Su expresión se volvió más madura.-No puedo recordar el rostro del que me atacó, pero en cambio recuerdo su olor. Ese dulzón olor que penetraba por cada poro de mi piel.- Dijo auto-abrazándose. - Y lo que me preocupa es que solo estoy seguro de una cosa. Ese no era el olor de Lucius Malfoy.

 

-¿Qué?- Preguntó incrédulo Sirius.- Quieres decir que…- Su amigo asintió antes de que podría acabar la frase.- Pero entonces, ¿quién…?

 

-No lo sé, pero se que ya había olido es perfume en otra persona. El problema es que no logró recordar dónde.- Atónito y sin poder cerrar la boca abrazo a su amigo imponiendole el asiado consuelo.


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