// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back -----------
Capitulo anterior:
Quería una familia, sí.
Y como había estado haciendo las cosas solo le traía rabia y soledad. Dañando a seres inocentes a su paso. Era hora de madurar, ya no habría más errores.
Y quería ser feliz. Muy feliz junto a su hijo y…
Quien sabe… Aunque en su cabeza se imagino a unos grandes ojos grises y brillantes cabellos de oro.
9.- ¿Porque? ¿Por qué? Tarde en llegar a ti…
¿Porque? ¿Por qué? Lloras así
Se por lo que pasaste, como esperaste tanto
¿Porque? ¿Por qué? Tarde en llegar a ti
¿Cómo no pude darme cuenta? Al fin te encontré…
Fue difícil encontrarlo
Ahora mis sentimientos son diferentes
Se movió inquieto y perezoso, su mano se deslizo suavemente por la cama. Hace mucho tiempo que no dormía tan bien y en algo tan blando, había tenido un sueño agradable, donde alguien lo tomaba entre sus brazos y lo trataba con cariño, un sueño, si, por desgracia solo un sueño. Abrió sus ojos grises lentamente, ya que no quería que terminara su gran sueño. Sus ojos se enfocaron en una silueta de un hombre acostada al lado de él. Fijo más la atención ¿Una silueta al lado del? Respingó rápidamente y al percatarse quien era su mirada se lleno de pánico ¿Cómo demonios había llegado ahí? ¿Cómo rayos estaba él acostado al lado de Potter? ¿Cómo?
Harry revisaba unos papeles de la oficina acostado en la cama, después de pensarla bien y darse una y mil vueltas. Porque primero se cuestiono porque había llevado a Malfoy a su cama. Luego de lo bonito que se veía el rubio al dormir y después decidió que no tenía nada de malo después de lo que habían vivido juntos, así que firmemente decidió dormir en su propio cuarto al lado del rubio, la cama era bastante grande para los dos y no creyó que fuera tan malo dormir juntos, total era solo eso, “dormir”. Aunque debía reconocer que le costó mucho concentrarse en revisar los últimos contratos de su empresa teniendo esa compañía a su lado.
Siempre guardaba alguna lectura para la noche, eso le permitía relajarse, pero tener al rubio como acompañante no ayudaba mucho. Es más, se distraía completamente. Sus ojos a cada segundo se desviaban hacia al lado para mirarlo. Estaba siendo un estúpido adolescente con hormonas, pero Malfoy lo excitaba, había algo en el que le gustaba. Quizás era el saberlo embarazado o por ser solo rubio, eso siempre había sido una debilidad para él. Pero Draco era… Como decirlo, era solo el. No lo veía más allá del héroe del mundo mágico. Esa timidez y la forma en cómo lo desconcertaba con sus peticiones lo volvían loco, pero no de furia, sino mas bien esa extraña humildad lo envolvían, entibiaban su corazón marchito por la perdida. Potter volvía a sentir, volvía a tratar de vivir, volvía a intentar querer. Si, realmente quería intentarlo.
(Coro)
Mi corazón desea estar junto a ti
Eres mi otra mitad
En un deslizo hacia las estrellas….
-¿Potter? - Pregunto asustado el rubio, descolocando nuevamente a Harry, Draco le temía. El rubio se levanto de un salto de la cama tiritando, sintiendo que había cometido un gran error - Yo… - Miro para todo los lados confundido, sus ojos grises brillando de terror ¿Cómo había llegado ahí? Se acordaba que estaba leyendo un libro en el estudio y luego nada ¿Acaso seria un sonámbulo?- Debo irme. Lo siento, esto… Esto no volverá a pasar.
-Draco espera - Harry le tomo la mano al ver que el rubio se daba vuelta y trataba de huir rápido de ahí - No te preocupes, yo te traje aquí, tú no has cometido ningún error, no te disculpes por nada - El moreno hablaba tranquilo y relajado, como si todo fuera lo más normal del mundo esa situación. Mientras que el rubio tironeaba su mano y temblaba pensando en el gran castigo que tendría - No estamos haciendo nada. Cuando te dormiste te traje aquí para que descansaras, la hora paso y creí que lo mejor era no despertarte, así que tranquilo.
-Esta no es mi habitación - Hablo con pánico mal escindido - Debo irme, no debería estar aquí, yo…
-Puedes dormir aquí, no me importa, en todo caso, aquí es mejor que allá abajo.
-Esa es la habitación que designaste para mí - Dijo el rubio autómata, como si fuera obvio, Harry se maldijo mentalmente al comprender que Malfoy tenía razón - Estoy bien ahí. Suéltame por favor - Su voz era suave y carente de toda emoción, como la muñeca de porcelana que era, sin gestos marcados y sin ningún índice de queja, entrenado solo para eso. Para ser lindo, obedecer y complacer, nada más.
El moreno lo soltó con algo de queja, pero no dijo nada. La gran pared entre los dos era muy gruesa. Y entendía que en parte él mismo la había forjado con cemento solido y Lucius había puesto los ladrillos hacía mucho tiempo.
¿Por qué? ¿Por qué? Esa expresión
Ya no tienes que preocuparte…
¿Por qué? ¿Por qué?…..
Todo este tiempo no te vi
Harry estaba empecinado en la idea de ser feliz, y sabia que su hijo ayudaría mucho en eso, pero también sabía que Hermione tenía la razón, la madre aquí también era importante, tanto o más que el hijo. Aunque Potter realmente no sabía que sentía por Draco, atracción sí, eso era seguro. Pero de ahí a más allá eran palabras mayores, era muy complicado de descifrar el corazón ¿Y si se equivocaba y lo que realmente sentía era pena por el rubio? Al descubrir su verdadera vida realmente había despertado su lado Gryffindors. Rió bajo, al parecer su león interno seguía igual, podría haber cambiado su actitud con el pero eso no quitaba lo que sentía internamente. Su temor a seguir sufriendo había envuelto.
Su corazón era hierro solido, forjado con la perdida y el dolor. Pero el hierro se derrite con fuego. Eso estaba claro. Y Draco muy probablemente y hasta sin quererlo era el fuego que su corazón tanto necesitaba. Era la llama que podía encenderlo y fundir sus barreras. Sin lugar a dudas, el rubio era eso y mucho más.
Mis sentimientos estaban confundidos
Solo necesitaban un porque para amar
Una simple decisión que debí tomar
Al otro día la habitación de Draco fue modificada casi por completo, la cama de fue cambiada por una muy blanda y los colores de las paredes también, la pequeña ventana había pasado a ser un gran ventanal, mostrando la grandeza del jardín y todo su entorno.
-Todavía no entiendo que ves tanto afuera - Potter había entrado a la misma hora cada día a darle magia al rubio y como siempre lo veía mirando hacia afuera. Ido en la inmensidad de la ventana.
-¿Que ves en el Potter? - Dijo Draco sin mirarle de forma tranquila, su vista fija en el paisaje.
-Yo… - La mirada verde esmeralda fijo su vista en los arboles y el verde del césped, aunque se concentro más concentrado mirando la espalda del rubio, en sus cabellos y su piel, para Harry era más hermoso lo que veía sobre la cama que lo que le mostraba la ventana -¿Arboles? ¿El jardín? - Se sintió estúpido al dar respuestas tan obvias, porque sinceramente no podía decirle la verdad - ¿Y tú Draco? ¿Qué ves? - El rubio se tomo unos segundos para responder.
-Libertad - Dijo más para sí mismo, olvidando que estaba con alguien o creyendo que nadie le escuchaba. Perdiéndose en el hermosos paisaje, ese que lo relajaba tanto y separaba de la realidad.
Esa simple palabra encogió el corazón del moreno, ahí estaba de nuevo Malfoy desconcertándolo, diciéndole cosas que jamás pensó. Demostrándole la simpleza del rubio y que no pedía nada más de él. Era solo Malfoy mirando un sueño imposible. Solo el rubio en su miseria, viviéndola en soledad, en silencio y absolutamente esclavizado ¡Maldito Lucius y su obra! ¡Mil veces maldito él también por ayudar a forjar eso! Por haber querido en un principio herirlo de la peor forma y lográndolo también a su paso.
-Yo puedo dártela - Potter se acerco a Draco rápidamente abrazándolo, su pecho quedo pegado a su espalda. El rubio trato de arrancar pero los brazos fuertes del moreno no se lo permitieron - Déjame cambiar todo por favor. Déjame llegar a ti.
-No es necesario, ya prometí cuidar a tu hijo hasta que nazca, no debes sentirte obligado a nada - Draco hablaba suavemente, sentía temor de enfurecer al moreno pero se quedo ahí mirando fijo el horizonte. Sentía que ya no tenía mucho que perder.
-No - Ahora el moreno lo volteo para que lo mirara de frente, para que el rubio viera que decía la verdad, que sus ojos no mentían y abrió su corazón - Tu eres el que me importa ahora Draco - Los ojos del rubio se abrieron grandemente, su corazón palpito a full, hace tanto tiempo que nadie se preocupaba por el - Y es nuestro, Draco. Él o ella - La mano de Potter todo su vientre con suavidad - Es Nuestro Hijo - Antes de que el rubio le rebatiera Harry se acerco rápidamente y lo beso, fue un beso tranquilo. Potter quería trasmitir en él cariño, estabilidad y dulzura. Nada de violencia. Ahora importaba Draco, solo él, porque era el más marchito de todos y Harry quería realmente que volviera a florecer.
Disfrutar la vida junto a ti
Eres la persona ideal
Que toda la vida esperé
Prometo que te protegeré
Eres la estrella que brilla sobre mi cielo
Después de que el beso terminó ambos quedaron mirándose callados, sus respiraciones chocaban una frente a la otra, el silencio era el mejor aliado para comprender, para aclarar sentimientos y poder restaurar confianzas.
-¿Porque lo hiciste? – Pregunto Draco con algo de miedo, pero no trato de apártese, se sentía bien ahí, entre sus brazos, a gusto y protegido, más bien querido.
-Porque me gustas – Otra vez los ojos grises se abrieron con sorpresa y Harry pudo ver el rubor en esas mejillas tan blancas - Y quiero ver si ambos podemos llegar a ser felices juntos.
-No puedes… Yo no soy digno de ti – Malfoy bajo la mirada sintiéndose insignificante, era demasiado poca cosa para un héroe. Harry sonrió y quiso comérselo a besos, esa inocencia de Draco lo volvía loco ¿Cómo no querer protegerlo si se veía tan desvalido? ¡Tan tierno! ¡¿Y cómo diablos él no se había dado cuenta antes?!
-Eres el más digno de todos y el mejor para mí – No había que decir nada más, la confesión estaba hecha, y la firma fue sellada con un beso. Ahora más pasional y firme.
Mi corazón te seguirá hasta el final
No importa lo que pase te apoyare
Podremos superar cualquier cosa
Eso es lo que quiero…. Es lo que deseo
Eso quiero hacer…
Después del beso lo tomo de la mano y lo saco de ahí, lo llevo al jardín y quiso mostrarle con eso que ahí estaba su libertad. Ahí estaba plasmado su deseo de que él estuviera bien. Juntos.
Draco se dejó guiar en silencio, lo que estaba viviendo era casi un sueño, un maravilloso sueño. Le gustaba como lo trataba Potter y le gustaron sus besos, no sintió asco o repulsión. Pero no podía dejar de tener miedo, sabía perfectamente su realidad. Podía simplemente el moreno estar encantado con el porque le daría un hijo. Pero cuando este naciera volvería a ser nada. Volvería a ser tratado como objeto, lo sabía bien. No había vivido todo ese infierno para ilusionarse rápidamente. Lo que pasaría más adelante siempre era igual. Y no pensaba dar marcha a atrás, no volvería con Lucius y si Potter no lo mataba antes, el moriría después. Pero por esta vez quería disfrutar, quería darse ese gustito y sentir que por un tiempo fuera tratado como una persona, que aunque fuera solo unos meses conocer lo que era ser tratado con gentileza y amor.
-No te pierdas en tus pensamiento Draco, quiero que te quedes aquí, conmigo – Harry hablaba demasiado tierno para ser el mismo, hasta él se sorprendió. No se conocía así.
-Es la costumbre supongo – Draco lo miro de reojo aun avergonzado – Antes no había nadie con quien hablar – Potter entrecerró las cejas. Ese comentario le sirvió para aterrizar un poco en su fantasía. Era cierto, la vida de Draco era difícil. Lucius mismo asomaba una y otra vez como un espectro atormentándolo. Debía solucionarlo rápido.
-Ahora será diferente, cuando quieras decir algo lo dirás – Lo puso frente a él y sus manos tomaron los hombros del rubio – Todo lo que desees te será otorgado, solo dilo y se cumplirá, ya no eres más un esclavo aquí, quiero que lo entiendas. Quiero que lo sientas – Una de sus manos soltó su hombro y tomo la otra mano de Draco acercándola a su pecho – Quiero que sientas mi corazón y me gustaría alguna vez sentir el tuyo.
Draco bajo la mirada ¿Sentir su propio corazón? ¿Acaso lo tenía? Llevaba toda una vida ocultándolo, toda una vida omitiéndolo. No quería realmente sentirlo, estaba bien así. No quería ilusionarse, acostumbrarse a las comodidades cuando sabía que no serían para siempre.
-Vuelve tus pensamientos a mi Draco – Dijo Potter al ver que el rubio volvía a meterse en sí mismo – Acostúmbrate a mí y créeme. Porque yo no te miento – Volvió a besarlo. Que rico sabían sus labios, cuanta dulzura había en ellos. Cuanto había perdido y cuanto había ganado.
Harry quería forjar ese camino, quería ser feliz y quería a Draco a su lado. Ya estaba decidido, ahora solo quedaba forjarlo.
Mi corazón desea estar junto a ti
Eres mi otra mitad
En un deslizo hacia las estrellas….
Afrontaremos cualquier cosa
Y nada nos detendrá…
Nadie podrá
Nadie podrá.
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-Hola Harry, Hola Dra… - Había entrado Hermione rápidamente a la casa y quedo parada en plena chimenea al ver a su amigo y Malfoy besándose en el living - ¡Perdón, perdón! - Dijo colorada la chica - Yo no quería interrumpir…
-No pasa nada Mione - Dijo Harry sonriendo el rubio miraba el suelo muerto de vergüenza - Nos pillaste justo amiga - El moreno acerco abrazo al rubio por la cintura y lo acerco mas a el - Draco y yo vamos a intérnalo ¿Qué te parece Hermione?
-¡Excelente noticia Harry! Ron estará feliz cenaremos juntos hoy para celebrarlo ¿Te parece Draco?
-Si - El rubio a penas y podía hablar por la vergüenza, para ellos esto era de lo más normal del mundo, para Draco no, ya que por cómo fue criado el cariño y el amor no estaban para ningún buen propósito, solo el dinero y la posición importaban.
-Bien, esta decidido - Dijo más entusiasta el moreno - Le pediré a Doddy que haga algo grandioso.
-Sugiero que el postre sea de frutilla - Hermione se acerco a ellos y le toco el vientre al rubio con cariño - ¿Te parecer Draco? conseguí unas frutillas muy grandes tal como me sugeriste el otro día ¿Todavía tienes esos antojos? - El rubio asintió en silencio.
-¿Antojos? ¿Has tenido antojos? - Harry lo miro curioso y algo inquieto - ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué le dijiste a Hermione y no a mí? - Potter no estaba enojado pero de verdad que quería que Draco confiara y se apoyara en el.
-No lo incomodes Harry - Interrumpió la chica intuyendo el reproche de su amigo, pero Harry debía tener paciencia con Draco, mucha paciencia - Así solo lo asustas - Con su cabeza hizo que el moreno mirara al rubio que estaba casi encogido a su lado.
-Es verdad, lo siento Draco y no estoy enojado contigo - Con sus dedos levanto la barbilla del rubio - Solo quiero que confíes mas en mi. Draco quiero ayudarte y apoyarte en todo. Tú ya no estás más solo. Entendido - El rubio asintió con la cabeza.
La cena fue tranquila y feliz, Ron no perdió momento de molestar a la pareja. Draco en público se alejaba del moreno, evitando que los demás vieran sus caricias. Pero Harry hacia todo lo contrarío lo besaba a cada rato y lo retenía de la mano todo el tiempo. El león era un pegote de primera. Aunque Draco lo agradecía, se sentía querido y acogido en esa casa.
Cerca de las 10 de la noche apareció Doddy con una carta para Harry, el remitente era Lucius Malfoy. Los 3 ahí quedaron serios. Draco palideció de miedo.
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Potter se movía de un lado para otro preocupado, esa última semana Lucius había insistido en ver a su hijo o saber de él. Draco estaba en su quinto mes. Ya el moreno había cumplido parte de su trato con el mayor de los Malfoy, lo había llevado al mayor a varias fiestas de sociedad y depositado la mitad del dinero del trato. Pero algo se traía entre manos el rubio, Potter lo presentía. Esa serpiente rastrera algo quería ¿Pero qué?
-Hoy veras a tu padre Draco - El rubio se tenso y se puso más pálido de lo que era, pero se mantuvo callado, asintiendo con la cabeza. Harry lo abrazo y beso suavemente - No estarás en ningún momento solo con él, yo voy a acompañarte, lanzare un “glamour” para que Lucius no vea esto - Sobo con su mano la barriga del rubio. Quería que Draco sintiera su protección, su cariño y apoyo - Quiero que sepas Draco que te quiero, pero no podre demostrarlo frente a tu padre, porque si el nota algún tipo de sentimiento mío en ti, todo habrá acabado ¿Lo entiendes? - Su mano grande acariciaba la piel tersa de la cara del rubio.
-Sí, lo sé - Se dieron un último beso para esperar la tan poco querida visita.
Y así puntual como siempre la chimenea se abrió a las 4 en punto para que entrara el mayor de los Malfoy con su pose elegante y arrogante. Potter lo esperaba sentado en el despacho, su mirada fija en él y Draco a su lado parado, callado y agazapado.
-Buenas tardes Lucius, aquí esta Draco, habla rápido con él ya que tiene muchos deberes que hacer - El tono de Harry era fuerte y duro. Lucius observo a ambos de primera, Potter se comportaba como siempre altanero con él. Y su hijo igual, sumiso y con la cabeza gacha, tal cual como lo había entrenado.
-Draco en el despacho de la mansión Malfoy ha aparecido el testamento de tu madre, tal como lo había dicho ella antes de morir se mostraría ante nosotros luego de 5 años de su partida - Draco lo miro sorprendido, su madre. Grandes recuerdos tenia de ella, había sido con él amorosa y buena, igual que su padrino. Ellos siempre lo protegieron y quisieron - Como debes suponer ella te dejo todo, aunque las casas ahora son del ministerio, quedan las joyas y algunos lingotes de oro, es bastante dinero - Potter escuchaba atento ¿A qué venía todo esto? - Ahora sabes perfectamente lo que tienes que hacer Draco, tienes claro para lo que fuiste criado aparte de tus inútiles dotes físicos - Lucius hablaba con desprecio y asco, se acerco a su hijo rápidamente y le mostro un papel, Potter se mordió los labios con rabia, no podía demostrar su preocupación por Draco, pero odiaba por como Lucius lo trataba. No le temía al rubio mayor pero si le tenía respeto por lo implacable e inteligente que era. Se puso en alerta, pero guardo silencio. Debía contrlar su furia.
-Si - Draco hablo autómata, tomo el documento y firmo rápidamente, solo se detuvo a mirar fugazmente la letra fina y elegante de su madre. La extrañaba mucho.
-Muy bien - Sonrió satisfecho el mayor. Sus ojos grises miraron con arrogancia y desprecio a su hijo - Por primera vez has hecho algo bien en tu vida - Draco solo guardo silencio bajando aun más la mirada y Potter ya no daba más de la rabia y curiosidad de saber qué demonios había en el papel - Por cierto hijo el “glamour” que llevas es muy potente - Draco y Harry palidecieron y lo miraron nerviosos - Al parecer Potter ya entendió el “uso sexual” que tienes en todo esto - Lucius marco claramente las palabras con burla, entendiendo que el glamour se debía a que el moreno abusaba de su hijo y cubría las pruebas con el hechizo - Porque mira Potter, mi hijo fue educado solo para ser lindo, obedecer y complacer, nada más. Difícilmente puedas encontrar algo mejor que esto - La mirada y tono despectivo del mayor enfureció a Harry. Pero no podía decirle nada, no si no quería demostrar otra cosa y sabia que si Lucius descubría lo que realmente pasaba o lo que Harry comenzaba a sentir seria el fracaso total. Draco en cambio agacho mas la cabeza, si pudiera hundirse en un hoyo sería lo mejor. Su padre siempre lo hacía aterrizar con su realidad, lo hacía ver lo poca cosa que era y el despojo humano que se sentía. Pensó en lo que había vivido en esos días, intento ser feliz, vivir relajado y tratar de olvidar su vida. Pero ahí estaba su padre recordándoselo siempre, a cada rato e instante. Dolía, si, día mucho. Quiso que Harry lo abrazara y le dijera que no pasaría nada. Pero sabía que no podía ser así. Sabía que su vida estaba contada - Por cierto Draco, Croguer quiere que pase luego estos meses para tenerte, de hecho, subió el valor de su oferta. Creo que lo hace más por venganza hacia lo que le hizo Potter - Draco lo miro asustado, Harry creyó que lo mataría ahí mismo - Así que prepárate “hijo”
Lucius se fue feliz con lo obtenido, ya no molestaría en un buen rato más, su hijo podía irse al mismo infierno y sinceramente no le dolería ni un poquito. Solo lamentaría que no pudiera sacar provecho de él.
-Tranquilo Draco - Se acerco Potter una vez que Lucius se marcho. Y se acerco a él presuroso, tomándole la mano para darle tranquilidad - El nunca más volverá tocarte lo juro - Beso la mejilla del rubio y sintió que este todavía temblaba ¡Maldito Lucius se las pagaría! -¿Que fue lo que firmaste?
-Le firme la entrega de la herencia de mi madre en su totalidad - Dijo el rubio más calmado con las caricias de Harry. Pero no podía entusiasmarse por eso, su padre lo volvía a recordar lo que era y para que servía, respondió rápido quería terminar la conversación e irse de ahí.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué lo has hecho?! ¡Ese dinero es tuyo! Podría ayudarte a tener una mejor vida después de esto - Harry hablo fuerte pero sin gritarle, no quería que el rubio volviera a caer en depresión de nuevo, había avanzado mucho para volver a retroceder.
-No es así y lo sabes Potter. Mi apellido jamás permitirá eso en este mundo mágico y mi padre tampoco. Además… - Sus ojos grises lo miraron sin ningún tipo de emoción, Draco volvía a ser la caparazón vacía de antes, Harry se mordió los labios frustrado, temiendo la respuesta del rubio - Cuando tenga este hijo voy a irme al lugar que realmente quiero. Así que con permiso - Draco soltó las palabras con tanto dolor y amargura que estremeció nuevamente el corazón de Harry. El rubio salió de la sala dejando a Potter aturdido. Draco quería morir y él no quería ¡No quería dejarlo ir! ¡No podía hacerlo! Más bien… No lo permitiría jamás. Y ya uno vez se enfrentó al mago más poderoso del mundo y lo mato. Perfectamente podría eliminar a una escoria conocida como Lucius Malfoy y de paso a un maldito depravado llamado Croguer.
*********** Continuara *********