Capitulo V
"La belleza siempre viene acompañada de pensamientos oscuros."
Tuomas Holopainen
Ahora, bien puestas las cartas sobre la mesa, el juego se presentaba crudo, pero real, la verdad desnuda, una dañada Lucrecia lista para su morboso disfrute, pensaba Edward.
Ni el engañaba a Roy ni esta a el. El coronel se habia visto avergonzado cuando Kimbley descubrio ante Edo los secretos que esta le habia guardado, pero ya no mas.
De hecho, Roy habia pasado de la pena por aquellos secretos y por lo que paso despues en el callejon a una actitud algo cinica... Tal vez cinico no fuera lo exacto, pero habia algo en el coronel que hacia pensar que siempre sabia mas de lo que aparentaba.
Sin embargo, respecto a encontrar el acantilado de los cinco amaneceres no sabia ni pio.
Luego de4 haber pedido una licencia para si y para Edward, se diriguio al nordico pais de Dracma, encontrandose con graves problemas para pasara la frontera de parte de la "Muro norte de Briggs", la terrible general Olivier Armstrong.
-Vaya vaya, Mustang. ¿Finalemnte te has dado por vencido y te vas al exilio?-le inquirio la bella rubia mientras que lo recibia en el alcazar del muro, al azote de los inclementes vientos frios adrede, pues sabia de su entrenamiento juntos que Roy era friolento.
-Ya quiesieras Olivier.-le espeto este hechandole una de sus seductoras miradas que no hacian otro efecto en Olivier mas que molestarla.
-Refierete a mi como indican las ordenanzas militares, coronel Mustang.
-Mis disculpas, general Armstrong.-dijo inclinandose con tanta cortesia que Edo se pregunto si no staria viendo visiones, ¿Mustang mansito?
-Aceptadas. Gusto en saludarte Hagane, ¿que te trea por aqui?-le saludo la general.
-Pues... vengo con el.- lo señalo con el dedo desganado.
Ahora fue el trurno de Olivier de asombrarse.
-Debi haber cortado tu estupida antena cuando tuve oportunidad-dijo la reina de la nieve moviendo la cabeza de un lado a otro-te ha hecho sintonizar ondas de mediocridad. Entonces-cambio de tema-ambos qureis pasar a Dracma, ¿me equivoco?
-No, señora-le respondio Mustang pronunciando el señora de un modo bastante burlon.
-Pues por mi fortaleza no pasareis.
-¡Pero genral Armstrong!-grito Edo-el unico modo de pasar a Dracma es por aqui!
-Dejame acabar de hablar Hagane. No pasran por aqui si no me dicen que se proponen hacer en Dracma.
-Vamos a realizar una investigacion para descubrir si hay algun tipo de alquimia en Dracma.-contesto Mustang.
-No me salgas con tus mentiritas, coronel Mustang, y escupeme la verdad de una buena vez si no quieres que regrese tu tracero a Centaral donde estara comodo y calientito como a ti tanto te gusta.
-Eres imposible Olivier, tan perspicaz como bella.-suspiro-Me pregunto porque mis encantos nunca te han d rendido, eres la unica.
-Me halagas, Mustang, y el hecho de que tus coqueteos me sean indifernetes es que yo soy la reina de la nieve. Mi corazon nacio congelado y mi mente lucida y fria se guia solo por la razon.
-hasta el hielo mas duro se derrite alguna vez, Olivier-termino Mustang, besandole la mano.
Y Edo no mas viendo, sin acabarse de creer que aquell mujer fuera la hermana mayor del mayor Armstrong.
Mustang ghizo a Edo una seña para que entrasen a la fortaleza.
-¡Mustang!¡no me has dicho que diablos tienes que hacer en Dracma en compañia de este enano!
-¡No me llames enano maldita bruja hocicona!!!-le grito Edo (haciendo alucion a sus muuuy sexys labios)
-Ya te lo he dicho, Armstrong, buscare alquimia... -Mustang se paro a punto de entrar en la fortaleza-buscare algo que nunca ha existido.
Olivier se rio y dio ordenes a su asistente, el mayor MIles de aprovisionar y acompañar a Mustang y a Elric hasta la aduana, cosa que el guapo moreno hizo sin decir una palabra.
_¡Mustang!!!-grito Olivier ocn un altavoz desde su eterno puesto de vigilancia, la melena a punto de ser arrancada por el viento helado-¿Ten cuidado porque realmente podrias encontrar lo que buscas!
Mustang asintio y continuo su camino en compañia de Edo.
La distancia hasta la aduana de Dracma no era mucha, pero el inclemente tiempo la hacia mas larga.
Y al llegar se encontraron con que los turistas amestrianos no eran bienvenidos en el pais del hielo: hicieorn falta muchas intimidantes miradas de Miles y encantadoras sonrisas de Mustang para que fueran recibidos.
-Su pasaporte caduca en un mes; asegurense de estar bien lejos de al tierra del amanecer para ese entonces.-dijo una malencarada oficinista
-¿La tierra del amanecer?-pregunto Edo pues su mision ahi tenia que ver con amaneceres.
-Dracma, amestriano ignorante-le dijo la mujer-en Dracma el amanecer no termina nunca.
-A que se refiere?
-SE refiere a que Dracma esta tan al extremo norte de la tierra que hay sitios donde en un año hay un solo dia y una sola noche, seis meses de luz y seis de oscuridad, y el amanecer y el atardecer son larguisimos. A eso se refiere, Hagane no. ¿En verdad no estudiaste nada cierto?-le increpo el coornel haciendolo sentir estupido, adrede, cosa que habia notado era del gusto del sadico coronel.
Algo asi como :"soy tu puta pero tu eres un imbecil"
"puede que realmetne sea un imbecil, pero tu realmente eres mi puta"
Aquella madrugada, apenas consiguieron un helado y misero cuartucho de posada donde pasar ala noche hicieron el amor ocn inusitada violencia.
-¿Cres que Olivier se haya dado cuenta?-le pregunto Roy mientras le arancaba la ropa
-¿Cuenta de que?-l contesto Edo mas atento a la piel del cuello del coronel que a sus palabras
-De lo nuestro, mi amor.
-Dilo de nuevo.
-Mi amor.
Mustang lo miro a los ojos sin ironia y lo beso como si quisiera obtener la vida del aliento de Edo.
Y Edo estba dispuesto a darselo todo, acariciandolo como se acaricia un sueño, tan cerca y tan lejos, con tanto romance y tanto dolor...
-Edward- le lamo con voz tenua mientras le acariciaba los rubios cabellos-quiero contarte algo.
-Luego me lo contaras-le respondio el rubio ensalivandose luego los dedos para lubricar a su amado.
-No , tiene que ser ahora, solo escuchame, aah!!!-lo sintio entrar, callando un poco mientras se acoplaba a su apasionado ojidorado-Edward, hay una isla, una isla donde solo viven dos tipos de personas, caballeros y escuderos, ¿me oyes?
-Si, si, caballeros y escuderos, ¡Oh Roy ers tan estrecho! Ahhh!!!-Edo se movia acompasadamente dentro suyo
-Los caballeros siempre dicen la verdad, y los escuederos siempre mienten. ¡oh, mi amor, ve mas despacio!
-Lo intentare, me vuelves loco...
-Edo, alguien en esa isla dice: "TE mentire y te traicionare" lo oiste? "Te mentire y te traicionare", y el acertijo consisten en adivinar quien hablo, un caballero o un escudero, Edo, respondeme ahora mismo o no te dejare seguir-le dijo Mustang huyendo de los brazos del rubio
-Vale, lo pienso, pero dejame estar en ti, pienso con mas claridad estando en ti, ahhh... oh... Roy
-Dime la respuesta, Edo.
-Lo unico que se me ocurre es... que lo ha dicho un escudero, porque en esa isla o nunca hubo caballeros o todos estan muertos...
-Correcto Edward. Has ganado tu premio, ¿quieres recibirlo?-termino de hablar el pelinegro con los labios casi pegados a los del rubio
-Si...
-Tu lo has querido...
Y besandolo como nunca antes se le entrego, en cuerpo y mente, por aquella noche.
Ya despues se encargarian de encontrar el acantilado de los cinco amaneceres.
Continuara...