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Al Final (Pausado) por Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Bueno, e tenido algunos imprevistos esta semana, entre asaltos, enfermedades y cosas que realmente me hacen pensar que estoy salada, se me hizo algo dificil hacer este cap. Pero heme aqui, mision cumplida!!! TuT 

Que lo disfruten...

El pulso del rubio se aceleró como no lo había hecho quizás desde que la vez que casi cae por un acantilado tratando de salvar a un gato.

Su cuerpo entero sufrió el impacto de la adrenalina al oír la palabra “subasta” al lado del nombre del Uchiha, porque si algo sabía el adinerado y corrompido, hijo de los Kamikaze, era que su situación acababa de desbordarse. No había forma de salir de ese asunto con las manos limpias.

En sus primeros años de secundaria, había recibido ese conocimiento de primera mano. En una de esas pocas ocasiones en las que su padre lo dejo acompañarlo a una reunión de negocios, cuando el hombre aun creía que su hijo altruista tenía solución. Se perdió por los largos y brillantes pasillos del club tratando de husmear un poco. Al final, llego al área VIP, donde una gran reunión parecía estarse llevando a cabo. Para sorpresa del rubio y el gusto de su nuevo amigo, un anciano que conoció en la entrada y lo invito a observar; era una subasta.   

Sus ojos se abrieron de par en par al ver a una pequeña jovencita ser llevada al escenario en vez de los cachivaches caros por los que pensó había tanta gente reunida, y es que esos ricos, clientes de su padre, parecían necesitar cualquier cosa que tuviera más de cuatro ceros en el precio.

La realidad cayó como una bomba sobre Naruto, la cruel e inhumana realidad que aquellos hombres de negocios disfrazaban bajo una pantalla de elegancia y lujo. Una realidad con la que nadie allí parecía tener ningún problema y que desato en Naruto uno de esos debates morales que lo tenían donde estaba hoy. Y es que el rubio jamás logro entender el “orden natural de la vida” del que su padre siempre le hablo, ni logro guardar silencio cada que sus “negocios” le hacían doler el pecho oprimido por el sufrimiento ajeno.

Movido por la rabia se puso de pie y alzo la voz, hablo de lo que pensaba y desde entonces jamás se detuvo; no pensaba permitir que nadie más muriera frente a su ojos como esa niña lo hizo esa noche.

Una bala le atravesó la frente sin ningún remordimiento, de la mano de su padre, como una lección para hacerle ver de qué iba ese mundo.

La imagen del hombre sosteniendo la pistola detrás de él, con una sonrisa de medio lado; el sonido seco del cadáver estrellándose contra el suelo y las risas… esas carcajadas que estallaron en la sala  dirigidas a él y a su recto sentido de la justicia, mofándose de su inocencia, matando su fe en los demás, eran detalles que jamás olvidaría de esa noche tan importante. Porque esa, de hecho, fue la primera vez que Minato le dio la espalda y el inicio de muchas discusiones que hasta hoy le hacían preguntarse como las cifras de un cheque podían crear moustros tan fácilmente.

Se trataba de un mundo difícil de entender a simple vista, donde las personas eran pisoteadas y usadas como objetos y donde seguramente Sasuke terminaría si no hacía algo.

Sin dudarlo corrió de vuelta a la casa de los Sabaku. Tomo al azabache de la mano y la apretó necesitadamente mientras recorrían los últimos metros hacia el pórtico. Se dio un par de segundos para hallar lucidez en ese tacto y prepararse para lo que sea que estuviera pasando y luego sin más atravesó la puerta casi lanzado a Temari a un lado; quien recién acaba de terminar su turno.

­−Una computadora… _le lanzo de golpe a Gaara, quien aún estaba tendido sobre el sofá  y la respuesta pareció tomarle una eternidad_

­−Arriba… _su voz baja apenas alanzo al rubio cuando este se lanzó hacia las escaleras_

Fue de cuarto en cuarto y finalmente, no  dudo en partear la puerta de Kankuro y arrebatarle su vieja portátil de las manos.

Tanto el como el hermano de la bailarina, que aun luchaba por recuperar su portátil,  quedaron atónitos al ver la página desplegarse frente a ellos con una explicita fotografía del Uchiha sobre un sillón de cuero y una gran cantidad de ofertas con exuberantes cantidades de dinero aumentando para comprarlo, a solo tres minutos de concluir la subasta en el marcador.

− ¿Qué mierda…? _exclamo el mayor viendo por encima del hombro del rubio con una mirada entre curiosa y sorprendida_

Y es que esa imagen no era nada desagradable, contemplar a ese hermoso pelinegro de piel albina semidesnudo y en una sugerente posición; con las piernas abiertas hacia la pantalla, era toda una revelación, capaz de sacarle las babas incluso a un amante de los pechos como Kankuro. Quien diría que debajo de esa apariencia orgullosa y antisocial, había un chico lascivo y juguetón o al menos lo suficientemente sexy como para tentarlo incluso a él a entrar en la puja.

Naruto solo pudo elevar la mirada incrédulo por encima de la pantalla, hacia el pelinegro que ya hacía a un lado de la puerta con el rostro bajo y los ojos ocultos debajo de sus mechones.  

Sintiendo una fuerte rabia entrar en su torrente de emociones, volvió hacia la fotografía y puso los dedos sobre las teclas. 

Un hechizo parecía tener motivados a todos los ofertantes, cuyos dígitos caían uno detrás de otro elevándose de manera desmedida. Y no era para menos, el propio Naruto, que tenía el placer de poder ver al Uchiha cada que se le diera la gana, había sido golpeado fuertemente por esa sugerente imagen con todas las fuerzas con la que el deseo puede abofetear a alguien.

Rápidamente ingreso un nombre de usuario, se posiciono sobre la barra de ofertas y escribió una desorbitante cantidad que sobrepasaba por el doble a la última que el comprador más activo había hecho.

­− ¿Qué diablos haces? ¡Lánzalo ya! _exclamo Kankuro con algo de nerviosismo al ver al rubio inmóvil; al parecer había agarrado el hilo del asunto y como experimentado apostador y comprador en línea sabía lo duras que podían ser las pujas y mientras más ofertas mejor_

−Se lo que hago… _soltó el blondo inmutable, con la vista puesta en la cuenta regresiva del marcador de tiempo_  

La tención empezó a subir a unos cuantos segundos de la recta final cuando Shikamaru se retiró; al parecer su mesada no daba para más.

−Vamos… _pronuncio Kankuro tan ansioso como Naruto mientras la cuenta se acerba a cero_

Los puños del Uchiha temblaban a sus costados mientras sus orbes negros agonizaban entre temerosos y rebalsados de ira. Los latidos le golpeaban dolorosamente el pecho haciéndolo ver mil escenarios en los que cualquier escena era familiar.

La vista de Naruto quieto ante la pantalla se llevaba lentamente su valor y es que ese rubio no tenía razón alguna para ayudarlo. La idea de la traición o el abandono se hacían cada vez más palpables mientras se preguntaba qué demonios estaba pasando por la cabeza de ese chico. Podría solo dejarlo en el último segundo, como podría resultar ser un bastardo mayor que cualquier pervertido al otro lado del monitor y comprarlo para hacerlo su mascota.

Cualquier idea era válida mientras su respiración se cortaba y todas las malas experiencias del pasado se asomaban para burlarse de su incapacidad para salvarse a sí mismo en ese momento. 

− ¡Ahora! _grito Naruto y a continuación hubo un breve silencio expectante_ 

Esos cristalinos ojos azules brillaron ansiosos frente al monitor. La subasta había terminado y como lo planeo lazo su oferta en el último segundo. Lentamente su sonrisa se amplió mientras el otro hombre casi se iba de espaldas y entonces Sasuke supo el resultado: ahora le pertenecía al rubio.

− ¡Maldición! ¡Sí!... _exclamo el blondo parándose de un salto y celebrando con los puños_

−Jodido bastardo… _soltó el Sabaku mayor aun fijo sobre la luminosa palabra “ganador” en la pantalla_ eres bueno…

− ¡El mejor…! _exclamo el Uzumaqui encantado por su logro y a punto de celebrar a lo grande, cuando una llamada de Nara vibro en su bolsillo_ ¿Lo viste?  _exclamo al apenas presionar el botón y al otro lado de la línea la voz de Shikamaru también sonaba bastante animada_  ¡Claro que sí!... ¿En serio? _se movió agitadamente haciendo ademanes como si el muchacho fuera capaz de verlo_  ¡casi sufro un infarto, hombre!... ¡Hey, yo invito las cervezas…! _le ofreció a Kankuro aun en línea con Nara, sacándose del bolsillo un billete y el sujeto no se lo pensó para tomarlo y correr al bar_ 

− ¿Qué estamos celebrando? _se oyó la voz de Temari atravesando la puerta mientras Gaara se asomaba por la escaleras_

De inmediato el asunto se volvió una algarabía con Naruto contándole entrecortadamente la historia a la chica mientras conversaba con Shikamaru y lidiaba con las extrañas preguntas de Gaara. Y seguramente algo se le estaba olvidando porque no noto en que momento el pelinegro desapareció de la habitación.

Sasuke camino silenciosamente hacia abajo, llego hasta la calle y no supo a donde ir. Soltó una risa apagada al pensar en la facilidad con la que Naruto los llevo de vuelta mientras él estuvo vagando perdido por casi media hora; el bastardo siempre supo cuál era el camino y no se lo dijo, valla que era un imbécil.

Rodeando la casa llego hasta un rincón oscuro junto algunas cajas de herramientas y un viejo auto a medio desarmar. Dio un par de pasos sosteniéndose contra la pared y finalmente se dejó caer llevándose las manos las a la cabeza de forma desesperada.

Su compostura se escapó junto a un suspiro mientras sus dedos se enredaban en su cabello. Se sentía desconcertado, perdido…  y no tenía idea de qué diablos estaba haciendo. No entendía por estaba con Naruto, porque había terminado de esa forma o por que hizo lo que hizo con el hacer un rato.

Él no era así, él no se enredaba con alguien, así por así,  a menos que involucrara dinero, porque ¡joder! ese era el único maldito motivo por el que alguna vez se había acostado con un hombre. Él no dependía de nadie para resolver sus problemas aun si por eso acaba en la mierda, él no era débil, él no se rendía a los deseos de nadie, el no confiaba en los demás,  él no tenía amigos, él no sentía nada…

¿Qué se supone que pretendía involucrándose con Naruto? ¿Qué se supone que hacía buscando su libertad? ¿Cuándo dejo de ver lo que tenía enfrente? ¿Cuándo dejo de entender que no tenía forma de escapar de su destino? Que fuera a donde fuera el maldito de Madara iba a seguirlo y arrastrarlo con el asta el infierno, que no había forma de huir, que su pasado era imborrable y su sin importar lo que hiciera siempre iba a parar abriendo las piernas, porque ¡mierda! No sabía hacer nada más.  

Se odiaba profundamente por lo que hizo con Naruto. Se odiaba por estar en semejante posición y haberse comprometido tanto.

De forma brusca se llevó el brazo a los labios y froto hasta sentir que se había quitado el sabor del blondo, hizo lo mismo con su cuello y el resto de su rostro, y cada lugar donde Naruto alguna vez lo había besado, y claro, el culpable de todo eso era él, no el rubio. Eso lo enfurecía al punto de querer darse un buen castigo.  

Algo eufórico, siguió frotándose hasta sentir la piel ardiendo. Algo tenía estar mal en su cerebro, algo no se sentía bien. Era como si lentamente perdiera el control de sí mismo y quedara asfixiado bajo un torbellino de emociones donde el pasado cada vez se hacía más tangible y su vida cada vez perdía más el rumbo.

Cada minuto lo hacía sentir más descompuesto, más vulnerable y finalmente luego de casi una hora, sintió sus dedos impregnados de sangre, las piernas temblando y su respiración tan escasa que podía oír sus propios jadeos luchando por el aire. 

−Naruto… _soltó sin pensar realmente porque de repente lo quería a su lado cuando el miedo y la sensación de estar atrapado empezaron a consumirlo_ 

Quería oír su voz escandalosa estallándole en los oídos, sus ojos sinceros viéndolo con cariño, su cuerpo apegándose al suyo, protegiendo… dándole un lugar en ese mundo. Debía estar volviéndose loco…

Pero su locura se sentía confortante. La silueta de Naruto, quieta y bañada tenuemente por la luz del pórtico se apareció de forma milagrosa. El muchacho veía hacia algún lugar con el móvil en la mano y el cuerpo tenso.

No noto a Sasuke acercándose y tampoco supo en que momento los brazos de su orgulloso, altivo y terco azabache lo rodearon, o cuando dejó caer su cuerpo contra su espalada. Una honda de alegría lo recorrió al reconocer su presencia, lo lleno de alivio y lo dejo saborear triunfantemente el cariñoso abrazo del azabache.

−Sasuke… _soltó con la mirada al frente y una acongojada sonrisa delatando su goce_  

Llevaba dando vueltas por los alrededores unos cuarenta  y cinco minutos y se podía decir que por esa noche, el rubio estaba acabado. No podía soportar un minuto más de angustia.

−Pensé que te habías ido o ­que estabas evitándome… ¡Te busque!

No hubo ninguna respuesta por parte del Uchiha y un largo silencio se extendió mientras sus brazos se apretaban más alrededor de su cintura. Un agarre que lentamente se hizo débil mientras la frente de Sasuke resbalaba por su espalda y que acabo por deshacerse totalmente cuando el muchacho cayó al suelo.

­− ¿Teme…? _pregunto el blondo girándose para toparse con un pelinegro desaliñado, lastimado y de rodillas_

Al ver su blanca y perfecta piel enrojecida y teñida con sangre, y su ropa descompuesta y algo empolvada, todo lo que vino a la mente del rubio fue que su precioso azabache había sido atacado por algún pervertido y estaba allí pidiendo su consuelo. Su ira se encendió de inmediato y llevo a su mente ideas asesinas, pero lo siguiente no se lo esperaba…

− No veo nada… _pronuncio el muchacho con un tono neutral mientras pasaba la mano por enfrente de sus ojos_ 

Notas finales:

¿Asi que ahora Sasuke le pertenece al Dobe? y no se si tambien se lo preguntan... pero ¿De donde saco Naruto tanto dinero? hasta donde se solo tenia unos cuantos miles que le regalaron Shikamaru y Tsunade...umm parecen problemas...

Espero se entretubieran leyendo las desventuras del azabache, nos vemos por aca la otra semana. Si les gusto, quieren saludar, quejarse o amenazarme... el buzon de los reviews esta abierto!!! y algo solitario, asi que denle amor y no dejemos que la autora muera de soledad. 

Saludos!!


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