Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Al Final (Pausado) por Princess Yaoi

[Reviews - 98]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! lamento haberme ausentado por tanto tiempo justo cuando ibamos tan bien con la actualizacion semanal. Pero el final de semestre de atrapo y luego decidi darme tambien, un pequeño descanso. 

Ahora estoy descansada y lista para seguir..asi que adelante!!

Un homicidio múltiple era investigado al otro lado de la pantalla, en un pequeño bar al lado de la carretera frecuentado por motociclistas. Uno con mesas cubiertas de terciopelo, música vieja y un dueño ceñudo que lo dejo dormir allí demasiadas veces.

Un escalofrió y una onda de rabia recorrieron al Uchiha cuando el nombre del bar sonó en la descripción de los hechos. Su cuerpo se tensó haciéndolo  buscar un punto de apoyo en el sofá y obligándolo a escuchar con atención el resto de ese reportaje que por casualidad se llevó su atención mientras cambiaba los canales tratando de reducir su ansiedad.    

Solo pudo recostar la cabeza sobre el asiento con la vista perdida en la completa oscuridad de su ceguera mientras rascaba su antebrazo enrojeciendo por la pequeña alergia que le había provocado el jabón de baño de Temari. Todo era una mierda…

Naruto se había ido hace un par de días. Sin explicación alguna, sin despedirse y sin cruzar palabra al respecto. Se había largado así sin más una mañana y todo lo que el azabache quería mientras se refregaba la piel nervioso por la muerte del hombre que lo acogió por años, era tener a ese rubio en frente y golpearlo. 

Lo dejo completamente a su suerte en la casa de los Sabaku sin importarle una mierda que no pudiera llegar a la puerta sin llevar la cara al piso tropezando con sus propias piernas. Y claro, el orgulloso Uchiha no iba a aceptar su cuidado de todas formas, pero lo fastidiaba que el Dobe se hubiera largado sin siquiera confrontarlo.  

Cuando despertó aquella mañana, apenas a doce horas de haber sido comprado por ese rubio en la subasta, lo último que esperaba era encontrarse la cama vacía.  Su primer pensamiento fue que Naruto estaba por allí haciendo alguna tontera, pero a medida que pasaban las horas. Mientras Temari y Kankuro se quejaban de no haberlo visto irse, se fue haciendo obvio que el blondo no se había ido a la tienda  o a dar una vuelta.

No había ninguna nota, ni ningún rastro y ahora, luego de casi treinta y seis horas desde su desaparición, el pelinegro empezaba a creer que Naruto lo había abandonado.  

Pensar en esa posibilidad le hacía hervir la sangre, porque no se trataba de una simple  aventura donde podían darle la espalda al otro en cualquier momento y volver a su vida. No señor, se había jodido la existencia siguiendo a ese rubio estúpido y si el muy idiota lo había abandonado jamás se lo perdonaría a sí mismo. El solo pensar que por un momento había confiado en él lo hacía sentir como un completo imbécil. Eran un par de desconocidos y no tenía garantía alguna de que el Dobe no estuviera tomando un avión en ese preciso momento.  

Un sinfín de pensamientos pesimistas y un poco paranoicos, salidos de lo profundo de las inseguridades y tendencias de autoaislamiento del Uchiha le daban vueltas en la cabeza llenándolo le sensaciones que le revolvían el estómago y que en algún punto, un par de horas después. Mientras tiraba todo en la cocina tratando de preparar un aperitivo, lo llevaron a un cruce de emociones confuso, en el que sentía que necesitaba gritar o lanzarse por un puente y no podía hacer ninguno.  

−Joder… estás haciendo un desastre _exclamo Temari, mientras ponía su bolso sobre la mesa y se preparaba para adueñarse de la cocina_

El pelinegro ignoro su presencia moviéndose de un lado a otro y alrededor de él por la habitación para ponerle los ingredientes enfrente, mientras se concentraba en preparar algunas tostadas de mermelada.

− ¿Aún no ha vuelto tu amigo? _pregunto preocupada por la seguridad de su economía si el chico no volvía para pagarle_  

El pelinegro no le dio ninguna respuesta. Tan solo llevo su rostro serio hacia la pequeña mesa del centro y se sentó a comer con la mirada perdida en algún lugar.

­− ¿Se va sin decir nada a menudo?  _oyó la duda de la chica, y el crujido de la mesa mientras recostaba los codos sobre ella, seguramente para verlo de cerca_ 

El ceño del azabache se frunció ante la pregunta. Estaba ya lo sufrientemente cabreado con el blondo como para ponerse responder las preguntas de la bailarina.

−Si te preocupa que no te pague, ve a buscarlo… _soltó  a secas mientras tomaba el plato y se ponía de pie para ir a la sala, el único lugar al que por el momento podía llegar sin problemas_

−Se llevó su auto… _soltó la rubia de golpe, haciendo que la espalda del Uchiha se tensara y una notoria sorpresa, fácilmente descifrable en ese rostro normalmente rígido, apareciera_ Pensé que lo habían remolcado, pero escuche que lo encontraron destrozado en la interestatal esta mañana.

Un suspiro cansado salió de la boca de la muchacha mientras se recostaba sobre el lavatrastos y el pelinegro marchaba lejos de allí con un tremendo ego tapando su fragilidad tras oír semejante noticia. Tal parecía que ese chico estaba tan perdido como ella en esa situación. Había sido timado por Naruto y ahora todos estaban en el mismo barco, esperando que el rubio no fuera el bastardo que creían y se dignara a volver.

Cierta tristeza cayó sobre ella al imaginar lo traicionado que debía sentirse Sasuke, y ciertamente el muchacho no le agradaba mucho, pero simpatizaba con él al pensar que debía estarse sintiendo como un idiota luego de ser abandonado cuando más necesitaba ayuda.  

Puede que el rubio estuviera huyendo de tener que cuidarlo, y es que lidiar con la situación de Sasuke no parecía nada sencillo. No era tan extraño desde ese punto de vista, las personas solía escapar de ese tipo de responsabilidades y dejar atrás un sinfín de problemas para que otros los resolvieran, y es que de una u otra forma ese pelinegro ahora era asunto suyo, como sus hermanos lo habían sido cuando su padre se largó. Y claro, no es como si estuviera obligada a cuidar de él, pero su instinto maternal solía traicionarla en momentos como ese. 

Valla lio él que se había ganando, con ese par de extraños a los que acepto en su casa. Realmente necesitaba el dinero de Naruto y no solo eso, necesitaba a Naruto allí si quería de verdad obtener una ganancia. Ese rubio podía significar una gran buena cantidad si lo llevaba con las personas correctas y que desapareciera sin haberle dado un centavo, porque esa mañana descubrió que el cheque que le había dado no tenía fondos, y dejándola con la carga de Sasuke,  era una verdadera jugada. Definitivamente empezaba a ponerse nerviosa.

−Maldición… _soltó volteándose para meter las manos entre una cacerola y lavar efusivamente_

­­­­­­­­­­Los pasos de Sasuke se hicieron lentos al llegar a la sala. Dejo caer el plato sobre la mesa de centro sin apetito de comer nada y se giró para llegar a las escaleras. Estaba cansado de sentarse en sofá cambiando los canales mientras le daba vueltas al asunto como si eso fuera a traer de vuelta al rubio o a darle una respuesta. Era momento de aceptar que el chico se había ido y no había nada que decir al respecto.

Tal parecía que había sido abandonado. Una historia más realista que la aventura de película que habían estado teniendo hasta ahora. En el mundo real la gente no cumplía todas sus promesas o resolvía sus problemas… claro que no, lo natural era huir, usar a otros y divertirse un rato antes de ir por algo distinto. Era natural, pero aunque se supone que siempre estuvo preparado para eso, lo único que pudo sacar de su mente caótica al final, mientras trataba de dejar de sentirse como un estúpido estafado fue: ¿por qué?

La sonrisa de ese idiota nunca pareció falsa, tampoco su voluntad, y aunque nunca confió del todo en él ni en sus planes, o en sus intenciones. Confiaba en que sabría exactamente donde acabaría el camino y es que Naruto era un chico impulsivo, de carácter explosivo y afirmaciones fuertes que no le daba vueltas a nada, que soltaba sin más lo que sea que estuviera pensando por incoherentes que resultaran sus ideas y que de una u otra forma terminaba las cosas de forma clara. Con un “vete a la mierda” o un “ya no estoy enamorado de ti”, como habría esperado de el al cortarle el royo y sacárselo de encima.  Pero nunca, en todo su pesimismo, imagino verlo huyendo. Y eso era lo que más le molestaba de todo el asunto.   

Supo que Naruto era un problema desde la primera vez que lo vio a los ojos  y escucho su molesto “tebbayo” al final de la oración. Uno de esos muchachos excepcionales y deslumbrantes que te llevan al paraíso con sus ideales y luego te lanzan a un charco de lodo, un riesgo por el que se sintió atraído y no dudo en venirse en picada, y es que a fin de cuentas… ¿Qué no era un caos ya, en la vida del Uchiha?

Atrás de todas sus inseguridades, miedos y problemas, por un momento pensó que estaba bien tener un último subido de vida con ese rubio explosivo. Pero no se tomó el tiempo para pensar que cuando todo acabara iba a sentirse tan mal.

Una leve sonrisa un tanto irónica se curvo en sus labios mientras empujaba la puerta rechinante de la habitación que compartía con el blondo. Camino hasta la cama y soltó un suspiro de molestia mientras hundía la cabeza en la almohada y se cubría con las sabanas. Una sensación de vacío se agrandaba en su pecho, abriéndose paso con violencia como si devorara todo a su paso. Estaba completamente acabado y es que no había vuelta a casa ni un lugar esperándolo. Había un criminal de talla internacional  limpiando las calles y poniendo plomo en todos los antros que había pisado, buscándolo.

Estaba en el hoyo, justo donde había empezado. A punto de perder la vida y con más problemas de los que tenía antes. Porque si ya era difícil hacer algo cuando poseía sus cinco sentidos, ahora que no podía caminar por allí sin un bastón la cosa era más complicada.

Al parecer el viaje para el Uchiha había terminado.

____________________________

− ¿Sasuke? _Pronuncio Kabuto agachándose junto a la cama, en su visita de rutina_

El cielo estaba empezando a oscurecerse. La habitación estaba completamente a oscuras, habían trozos de sándwich sobre la mesa de junto a la cama y algunas botellas de agua medio vacías que eran las sobras de la comida que Naruto preparo para ambos la última noche que estuvieron juntos. La bolsa con medicamentos seguía intacta, justo donde la dejo el rubio y la alarma del reloj sonaba desde alrededor de unos diez minutos, programada por el blondo para recordándole al azabache que debía tomar el medicamento.

Había hecho a Sasuke escucharlo  unas diez veces antes de irse a la cama repitiendo el número de horas entre cada pastilla, aquella madrugada. Y mientras el muchacho más lo pensaba, menos sentido tenía los actos del de ojos azules, dedicándose tanto para solo abandonarlo de pronto.

−Hey… _insistió, el pelibranco con una voz condescendiente_ 

Un quejido sonó desde debajo del pequeño bulto de sabanas, mientras el hombre deslizaba la mano por debajo de forma juguetona. Era algo que funcionaba bien con los niños y se le hizo divertido formar un conejo con su mano para hacer a Sasuke salir; sabia por Temari que estaba deprimido desde la partida de Naruto, y a decir verdad, era algo que se notaba a simple vista.

−Sal de allí… _dijo fingiendo una voz graciosa_ Debes tomar tus píldoras mágicas _con un poco de jugueteo trato de tirar de uno de sus mechones _ Déjame verte…

Una sensación húmeda  recorrió sus dedos dejándolo perplejo mientras la mano del azabache atrapaba la suya. La lengua de Sasuke recorrió sus dedos hasta la punta y luego les dio un pequeño chupón antes de liberarlos enviando un choque eléctrico directo a su miembro. 

El corazón de Kabuto dio un brinco. Al parecer el muchacho estaba más afectado de lo que pensaba y seguramente necesitaba algo de consuelo. Fue lo que pensó ingenuamente, mientras el pelinegro lo arrastraba a un pequeño encuentro sexual que seguro sería el más caro de su vida. Oh si, el azabache no había perdido el toque y si algo bueno había dejado Naruto en el, fue un poco de su espíritu de lucha.

Y es que esta vez Sasuke no estaba dispuesto a rendirse sin más y esperar a que lo atraparan, iba a dar pelea y eso empezaba por la billetera de Kabuto, necesitaba dinero, transporte, medicina de verdad y algunos calmantes, y el hombre serviría para el paquete completo.  

Sin pesarlo dos veces, Kabuto hizo a un lado sabanas y se encontró con una media sonrisa incitadora que lo hizo clavarse en su cuello e iniciar el ritual sexual. Sasuke se acomodó, dejándolo hacer el trabajo, como acostumbraba cuando sus clientes eran tan energéticos, sintiéndose desnudar lentamente y dándole un poco de intensidad al acto con algunos gemidos más  falsos que color del cabello de Temari.

Las manos de peli plateado serpenteaban de arriba abajo desde sus labios hasta sus piernas impacientes por sentir toda su piel expuesta, mientras algunos chupetones dejaban marcas en su cuello y hombros. Era una rutina desagradable para el azabache, algo que había estado experimentando al menos unas cuatro veces por noche desde hace algunos años,  cuando sus clientes estaban de ánimo para el juego previo y no solo le bajaban los pantalones en algún callejón.

Su camiseta voló fuera de su cuerpo mientras sentía sus caderas levantarse y soltar sus jeans. El peso de Kabuto cayó sobre el hundiéndolo en la cama mientras frotaba su miembro, haciéndolo sentir contra su espalda la dureza de un objeto que había estado incomodándolo desde hace unos momentos. Era algo pequeño metido entre el remolino de sabanas,  que de pronto, con una repentina vibración hizo su espalda curvarse.

Un débil sonido traspaso la tela seguidamente, haciendo al pelinegro buscar la fuente. Sostuvo por un momento el pequeño rectángulo en su mano mientras los besos de Kabuto decencian por su pecho, reconociendo  de inmediato la forma del celular del rubio, con la pantalla rota y su escandaloso sonido de tono, que por culpa de los mensajes de Nara conocía a la perfección.

Un rápido “beep” sonó al final y así como si nada, la voz de Naruto, del imbécil que lo había arrastrado hasta allí y puesto su vida patas arriba, salió del altavoz.

− “Lamento haberme ido sin decirte, surgió algo y bueno… todo se salió de control. Tuve que encargarme de algunas cosas y ahora estoy varado en un motel sobre la interestatal, pero creo que podre estar allí mañana. No te vayas sin mí, ¡tebbayo!_

Un breve silencio le siguió a la voz de blondo. Kabuto había parado en seco y esperaba algo expectante la reacción del azabache dado que su expresión era todo un poema. Vio sus ojos agrandarse lentamente y luego el chico exploto.

− ¡Maldito Dobe! _grito mientras el móvil se estrellaba contra la pared y Kabuto salía despedido hacia el piso_  ¡Jodido idiota!

−Sasuke… _pronuncio Kabuto tratando de calmar al pelinegro, mientras el chico tiraba todo lo que se le atravesaba haciendo volarla: botellas, almohadas, platos, sobras de comida e incluso a él, en cuanto trato de acercarse_

−Largo… _soltó a secas y con un tono amenazante_ ¡Largo!

En definitiva, el azabache necesitaba un momento a solas, así que el medico decidió ser cauto, tomar su ropa y salir de allí.  

Los sentimientos de Sasuke eran un caos, estaba lidiando con tener que tratar de nuevo con ese Dobe luego de que lo había dado de baja en su mundo. Fue como tener que desenterrarlo y tomar de nuevo todos los problemas y emociones dejado con él. Recapitular todo lo que había llegado a pensar sobre ese idiota y hallar el espacio para recibirlo de nuevo, si es que no lo molía a golpes cuando volviera. 

Pero más allá de eso: de la rabia, del rencor y todo lo que las estupideces de Naruto podían provocarle sentir, lo que más lo fastidio fue el cosquilleo que vibro en su estómago cuando oyó la voz del rubio. La emoción instantánea y el alivio que libero su pecho al oír que volvería. Al saber que no lo había abandonado, que pensaba en él y que seguirían juntos en ese viaje fantasioso hacia la libertad. 

­−Maldito imbécil… _soltó por lo bajo mientras se deslizaba por la pared hundiendo la cabeza entre sus piernas_  

Una pequeña molestia estorbaba entre sus boxers desde hace unos momentos, y claramente no era a gracias a la horrible técnica de Kabuto. Al parecer incluso su miembro estaba feliz de oír al rubio. 

Notas finales:

Las cosas se complicaron, como ya nos esperabamos. ¿Que razon tubo Naruto para irse sin decir nada? ¿Que estubo haciendo todo ese tiempo mientras Sasuke se la pasaba tan mal? por su bien esperemos que tenga una buena respuesta. 

Como notaran el cap, estubo un poquitin mas largo de que de costumbre y es porque estoy trabajando en hacer capitulos mas largos. Pronto ire mejorando. 

Gracias por la pasiencia, y por leer. Agradesco sus comentarios siempre, asi que cuentenme que les parecio y alimentemos este fic con amor.. OuO 

Hasta la proxima semana....


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).