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Al Final (Pausado) por Princess Yaoi

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Notas del capitulo:

Que disfruten la lectura...

El sonido de la alarma lleno la habitación quizás por décima vez haciendo al azabache maldecir en voz alta, llevándose las manos a los oídos y revolviéndose en las sabanas, como si un poco de silencio fuera capaz de hacerlo conciliar el sueño, cuando toda una noche no había surtido efecto.

Un leve, pero irritante dolor se clavaba bajo sus ojos mientras apretaba los parpados, cansado de la escabrosa oscuridad que se extendía frente a sus ojos. Ese perpetuo negro que estaba pegado a sus pupilas tenía una manera sutil de hacerlo perder la cabeza. Y ya fueran la monotonía de contemplar el mismo paraje oscuro por días, el desconcierto horario, la torpeza, los limitantes o, tal vez, más específicamente, la soledad; lo que lo hacía sentir tan miserable, nada se comparaba al ocio.

Fue así, como ese frio pelinegro llamo al nudo que obstruía su garganta desde que Naruto se marchó. Porque para alguien como él, acostumbrado al desapego emocional y el trato pasajero, sentir algo por alguien era un sinónimo de pensar demasiado gracias al aburrimiento, o fue al menos lo que decidió creer cuando la voz de ese rubio en el teléfono empezó a hacer estragos en su mente la noche anterior.

¿Qué era un amigo?; se había estado preguntando por la madrugada, cuando un ligero cosquilleo en su estómago empezó a recorrerlo con la idea de volver a tener al blondo. Porque, lo cierto era, que Sasuke jamás había tenido algo parecido. No entendía los lazos que eso implicaba, los sentimientos, la razón por la que las personas buscaban a un compañero, la camarería o el aprecio que lentamente empezaba a tomarle al rubio. Un sentimiento creciente que tenía todas sus alertas en rojo y que seguro lo haría lamentar más de una cosa. Porque Naruto no era un amigo, era una explosión de emociones, ideas y sensaciones que descolocaban sus sentidos. Una ráfaga que lo arrasaba todo y deslumbraba a quien se atreviera a pararse en frente. Algo que en su mundo; calculador y premeditado no tenía cabida, pero que dejo un terrible hueco al marcharse.

En retrospectiva, Naruto era una patada a su filosofía de vida. Un tifón que lo desbarato todo  en solo una semana y que ahora lo tenía allí, preguntándose por qué había mandado su vida al carajo metiéndose en los problemas de ese chico y por qué, pese a todo… eso lo había hecho sentir mucho mejor.   

Un débil golpeteo, lo hizo abrir los ojos abandonando todo intento de conseguir dormir. Se incorporó escuchando el chasquido de las tazas chocando en el comedor, el agua corriendo en el lavatrastos y los gritos matutinos de Temari obligando a Kankuro a salir de la cama.

El mareo lo tumbo de nuevo, haciéndolo aferrarse a la almohada un par de minutos antes de bajar de la cama y buscar en el tiradero del cuarto las pastillas que la alarma de Naruto llevaba más de una hora recordándole que debía tomar.

Tomo la primera capsula que encontró sin preocuparse por la detallada receta que Kabuto le había hecho y salió del cuarto escuchando el azote de la puerta del frente seguido de una queja del mayor de los Sabaku.

−No entiendo que demonio quiere… _murmuro para si el hombre, dirigiendo interesado la vista hacia el pelinegro_

Sasuke era un chico atractivo, incluso un hetero como el podía notar el potencial que había al final de la larga y escultural línea de su espalada. Ese redondo trasero y esa hermosa piel blanca podrían fácilmente conseguirle algunos cientos de dólares. Fue una idea que considero un par de veces al verlo abandonado en su casa. Pero pese a los pensamientos obscenos que por un momento se pasaron por su cabeza, no tuvo el valor para arrastrarlo hasta la puerta y explicarle a su hermana a donde lo llevaba.

Esa mujer no era tan desalmada como parecía. Puede que al hablar de dinero pudiera maquinar cosas un tanto ilegales, pero estaba seguro que jamás le permitiría llevarse a su invitado y obligarlo a follar a punta de pistola. Esa chica lo pelearía a uñas y dientes de ser necesario, justo como lo hizo cuando su padre trato de llevárselo, o cuando intento abandonar a Gaara en la carretera. Y que más daba quien fuera el azabache, Temari protegería a cualquiera que pareciera necesitarla.    

Su celular sonó mientras caminaba detrás de Sasuke hacia la cocina, con la vista clavada en su trasero y alguna sucia fantasía convenciéndolo de tumbarlo en el suelo. Lo saco de su bolsillo y desvió la mirada hacia la pantalla de mala gana, donde vio el nombre de su hermana y su bochornosa fotografía de contacto recordándole que le tocaba el primer turno en la tienda.

−Joder, ya voy para allá _soltó a regañadientes mientras se adelantaba a la repisa para buscar el cereal_

− “¿Eh?” _escucho una voz masculina vagamente conocida al otro lado de la línea_ “pero, aun te he dicho dónde estoy, tebbayo.”

− ¿Qué diablos…? _soltó confirmando el nombre en la pantalla_ ¿Temari?

−“Tome prestado el celular de tu hermana el otro día, soy Naruto ¿Me recuerdas?”

Kankuro frunció el ceño recordando a Temari quejarse sobre haber perdido el móvil una mañana.

− ¿Naruto? _elevo la voz, dándole una rápida mirada a Sasuke al otro lado de la cocina, quien se detuvo en seco al escucharlo_ ¿dónde has estado? ¿Sabes cuánto nos debes?

Un fuerte cosquilleo invadió el vientre del Uchiha al escuchar en la lejanía la voz animada del rubio respondiendo con humor la pregunta del Sabaku. Se sintió molesto, traicionado y finalmente aliviado, algo último que no admitirá nunca y es que todo lo que quería en ese preciso momento era estrellar su puño en el rostro del chico, hasta olvidar lo idiota que su ausencia lo había hecho sentir.   

Kankuro entrego el teléfono sin más al verlo acercarse con una llameante intención asesina y un paso firme que daba por aludida su ceguera.

− ¡Dobe!... _exclamo con un tono rabioso_

− “¡Teme!” _La alegría de esa voz jovial y energética lo hizo vacilar por un momento_ ¡Estas bien! Te llame, pero no contestaste y… ¡Joder! Yo… yo…  

Por primera vez en muchos años, Naruto no sabía que decir. En su mente habían tantas cosas que no podía formular una sola y todo lo que logro hacer salir de su boca al final fue: “Lo siento”

Sasuke se tomó un momento para procesar sus palabras, contar hasta diez mentalmente mientras escuchaba a Naruto empezar a balbucear desesperado y hallar algún rincón pacifico dentro de él, que no ansiara asesinarlo.

− ¿Dónde demonios estas? _soltó con una voz profunda, furiosa y capaz de helarle el alma a cualquiera_  

−Ee… frente a la estación de autobuses, en el basurero de la izquierda…

___________________

 

Las voces de las mujeres que visitaban las tiendas a esas horas, en una ruidosa calle llena de negocios y bares, llenaban el escenario que podía contemplar Sasuke a través de sus oídos. Mientras caminaba siguiendo el tacto del brazo de Kankuro bajo su palma.

Era un lugar ajetreado, colmado de gente con la que choco más de una vez, desconcertado y con la sensación de encontrase perdido.

−Todo está a tope hoy _comento el Sabaku mientras atravesaban el mar de gente que se había aglomerado en la acera_ Temari dijo que iba a comprar por aquí para la cena de esta noche. Si me ve estamos fritos.

El Uchiha no comento nada, cayendo en cuenta de la fecha que en ese pintoresco pueblo tenia a todos corriendo. Casi había olvidado que exactamente hace una semana las calles estaban igual y todos, menos cierto rubio que conoció en una iglesia, celebraban la navidad.

No faltaban las charlas y comentarios sobre el nuevo año, así como las ofertas y la música. Algo que poco le importaba al azabache mientras se movía para salvar a un idiota que estaba atrapado en el basurero.  

−Los veo… _dijo su acompañante al detenerse en un cruce bastante menos concurrido_  ¿Qué es exactamente lo que vas a hacer?

−Sácalo cuando estén distraídos…  _soltó Sasuke eludiendo la pregunta_

Naruto se encontraba varado dentro de un contenedor gracias a su estupidez, fue la conclusión de Sasuke al final de su disparatada historia llena de yakuzas oportunos y perros rabiosos. Y es que solo un verdadero tonto podía pasearse sin ninguna clase de precaución por un lugar donde su cabeza tenia precio.

El dobe se había topado de frente con el par de matones que lo buscaban cuando atravesaba la calle, había corrido, chocado con peatones, sido delatado y perseguido por un perro y finalmente conseguido esconderse. Pero ese par de sujetos cabreados y armados que detenían gente en la calle estrellándole la fotografía del rubio en el rostro, estaban muy cerca de encontrarlo. A unos cuantos pasos para ser más exactos.

­−Si caminas de frente, vas a toparte con ellos _dijo el hombre de cabello oscuro aun dudoso sobre dejarle ese trabajo a Sasuke, pero eran su idea y su novio, así que no pensaba meterse_

Lo soltó y camino disimuladamente hacia el basurero, viendo al Uchiha atravesar la calle sin una pizca de duda y lo que era peor, sin una pizca de pudor.

Los ojos de Naruto se abrieron desmesuradamente al divisar a Sasuke a través de las rendijas del contenedor, tropezando y cayendo en brazos de unos de los sujetos que lo seguían. Y joder, estaba seguro que eso había sido intencional, tanto como la forma incitadora en la que se pegó al cuerpo del hombre y enarco sus labios.

− ¿No vez por dónde vas? _pregunto de forma golpeada el sujeto de cabello naranja y llamativos piercings mientras sentía el peso del azabache contra el_

−No… _respondió Sasuke sujetándose torpe y peligrosamente de las partes blandas de su cuerpo para incorporarse, dejarlo ver sus hermosos ojos negros desorientados; lo que sin duda capto la atención del sujeto _

La mirada incompasiva y dura del yakuza se posó sobre él, desviándose momentáneamente a su compañero quien discutía con un hombre.

­− ¿Hacia dónde huyo? _escucho al pelirojo preguntarle a un nervioso peatón que negaba con la cabeza frenéticamente_

− ¿Estás perdido? _cuestiono volviendo su atención hacia el azabache_

Vio a Sasuke asentir con el rostro gacho, dibujando una incitadora, pero desentendía sonrisa que funcionaba de maravilla cuando se trataba de conseguir sexo de forma sutil y rápida. Nada como dejar sus intenciones a la sucia imaginación de un extraño y ahorrarse las negociaciones.   

− ¿Me acompañas? _propuso moviéndose contra él, con la intención de lucir su cuerpo bajo la escasa camiseta de tirantes que llevaba encima_ 

−Nagato… voy a acompañar a este chico _dijo rodeando con el brazo la cintura del pelinegro mientras lo sentía aferrarse a él_ puedes seguir con esta persecución de mierda y perderte el día, o venir con migo…

−Ese idiota escapo frente a nuestras narices, nos vio la cara y ¿quieres irte a follar?

−Oh, si _dijo palpando el trasero de Sasuke de forma animosa_ eso es justo lo que pienso hacer. Así que ¿dónde está tu casa? _se giró hacia el Uchiha jugando con uno de sus mechones_

−Vamos a un hotel... no quiero volver a casa hoy _dijo dando esa apariencia de chico travieso y caliente que a muchos les fascinaba_

El sujeto se giró guiándolo hacia la avenida mientras su compañero replicaba molesto y lo seguía de cerca. Y Kankuro aprovecho para abrir la tapa y toparse nada más que con una pila de cajas cualquiera, en vez de un rubio.

La gruesa tapa de metal resbalo de sus manos y el estruendoso ruido llamo la atención de todos los transeúntes que pasaban cerca así como de Nagato, quien no tardo en reconocerlo.

−Hey, tu… el de la tienda. ¿Has visto a este chico por aquí? _pregunto acercándose a él_

Pain, lo contemplo desinteresado; obviamente su compañero seguiría con el trabajo y no era algo que le importara, hasta que claro, el jodido perro que había estado persiguiendo a Naruto apareció de la nada y empezó a ladrarle al bote de basura que estaba a la derecha.  Tanto el cómo el pelirojo estrecharon la mirada y luego se vieron mutuamente, fue entonces cuando todos parecieron comprender lo que había allí dentro.

Sasuke sintió al hombre soltar su agarre lentamente y entonces tuvo que hacer lo primero que se le vino a la cabeza; mientras su corazón se aceleraba oyendo el chasquido de un arma siendo empuñada: besarlo.

Un caliente e indecente beso en el que guio las manos del peli naranja hacia su espalda, moviendo su lengua de forma hambrienta a través de esa boca, para finalmente, cuando estaba seguro de haber logrado llamar la atención de quien sea que estuviera cerca, soltase y pedir ayuda tan fuerte y desesperadamente como sus capacidades de actuación le permitieron.

A los ojos de las mujeres cuarentonas y hombres de campo que transitaban por allí, la escena era de lo más desagradable. Un delincuente armado tomando por la fuerza a un jovencito ciego. Oh si, una turba de gente los rodeo antes que el sujeto pudiera tan siquiera protestar y en un santiamén un policía apareció para mediar las cosas dejando al azabache escapar.

Corrió tanto como pudo, usando los muros de los edificios como soporte, sin la más mínima idea de a donde se dirigía hasta que una mano lo alcanzo y lo estampo contra la pared. Sus alterados sentidos parecieron quedar aplacados por el calor un abrazo y ese aroma que entre una mezcla de olores extraños, alcanzo su olfato haciéndolo enterrar el rostro en el cuello del contrario: era el olor de Naruto.  

Notas finales:

Finalmente Naruto y Sasuke lograron reunirse, pero no todo esta salvado. Quedan muchos asuntos sin resolver que podrian poner en peligro su tiempo juntos. 

Nos vemos la proxima semana! Recuerden que con un comentario pueden contrubuir enormemente con esta historia, y no me gusta tener que recordarlo, pero a falta de apoyo, debo mesionar lo importante que es su opinion para el fic. Asi que si tienen algo que decir, quieren sugerir o saludar, son bienvendidos. 

!!Muchas gracias por leer!! 


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