No le extrañó para nada aquella inusual visita. Continuo acostado en su cama y para cuando Soichi estuvo con él en la celda abrió las piernas sugestivamente y se acarició encima de la ropa.
-hola señor policía… ¿vienes a darme unos buenos macanazos y a esposarme?... últimamente he estado visitando el mundo sm y me di cuenta que me gusta… -
El de lentes se recargo en la pared, le miro detenidamente y después sonrió socarronamente.
-en este preciso momento si me dan ganas de darte unas buenas nalgadas y después follarte hasta que te desmayes, pero el SM no me atrae mucho que digamos… creo que sabes que prefiero las cosas lentas, empujarte al abismo y cuando estés a punto de terminar regresarte y volverte a empujar… me gusta más ese tipo de crueldad…-
Makoto cerro las piernas y se sentó ceñudo, mierda, ese tipo seguía siendo totalmente desquiciante, siempre le decía cosas que lo prendían, hacia cosas que lo llevaban al filo de la locura, que lo obligaban a rogar, ese estúpido con cara de zorro seguía disfrutando ir un paso delante de las personas y desquiciarlas con sus acciones.
-esto no es divertido ¿Qué demonios quieres?- cruzo las piernas para menguar la erección que pese a todo su enojo molestaba entre sus pantalones exigiendo atención.
-Mibuchi acaba de contarnos todo… Kotaro vino a verlo y no se pudo contener, ¿Por qué no …?-
El policía guardo silencio cuando una almohada fue lanzada a su rostro, no hizo nada para evitarlo.
-¡cállate! ¡no lo preguntes! ¡no me cuestiones! ¿Cómo diablos se te ocurre pensar que voy a pedir tu ayuda? ¿Cómo diablos crees que voy a venir y pedirle ayuda a cualquiera de tus malditos amigos hermanos de la caridad que no se hubieran negado a buscar hasta debajo de las piedras a ese enfermísimo estúpido para protegerme? ¡¿Acaso tú también crees que soy débil?! Por si no lo recuerdas fastidiar a las personas y regocijarme en sus desgracias es lo que más me gusta, no soy tan cínico como para pedir ayuda de las personas que he lastimado, hice lo que tenía que hacer para que dieran con ese estúpido, y lo único que yo tengo que hacer es pudrirme en esta asquerosa cárcel.
El policía sonrió con tristeza… esa misma había sido la razón por la que su relación con Makoto se había roto… cuando el bad boy se había dado cuenta que estaba enamorado de él, en lugar de decírselo abiertamente y corresponder con fuego a los sentimientos que ambos se profesaban había optado por huir cual cucaracha del insecticida. Sabía que la familia de Makoto era bastante disfuncional y aquello había provocado la enferma forma de ser de su ex amante pero ¿llegar a esos extremos? ¿Lastimar a tanta gente y dejar un caminillo a ciegas para atrapar a quien le había lastimado?
Pese a que Makoto ya le había dado un almohadazo y estaba más que seguro que le iba a golpear se acercó a él de manera rápida, ágilmente le puso de pie y lo abrazo con fuerza de oso.
O el bad boy estaba muy descoordinado por su estancia en la cárcel o sus emociones estaban tan a flor de piel que realmente deseaba que le abrazaran ya que no se rehusó, no hizo movimiento alguno que indicara que le huiría ante el íntimo contacto.
-Makoto… ¿sabes dónde esta Haizaki? tienes que decírmelo, necesitas ayuda, ríndete ya, te dije que tarde o temprano ibas a regresar a mis brazos y que cuando lo hicieras no te permitiría salir de ellos nunca más… pero si te voy a tener quiero que sea al Makoto sádico del que me enamore en secundaria, no de uno que tema que Haizaki le vuelva a atacar.-
Lentamente los brazos del pelinegro envolvieron al policía, sus uñas aferrándose a la espalda, odiaba a este hombre, le conocía tan bien, Hanamiya se consideraba un hombre inteligente, observador, le gustaba jugar con las emociones de las personas, burlarse de sus puros sentimientos… pero Soichi era incluso peor que el, lo seguía siendo, era el mejor en hacer lo que más irritaba a las personas, y para colmo había crecido sus buenos centímetros más que él lo que le hacía sentirse más vulnerable… y para cerrar con broche de oro era policía.
Ya no podía mas, ambos lo sabían, su ruptura había sido por mera cobardía de Hanamiya pero los dos sabían que tarde o temprano sus caminos se volverían a cruzar.
Que bizarro que fuera de esta manera.
-si no atrapas a ese hijísimo de puta no volverás a ver ni un pedacito de mi culo por el resto de tu vida… y a ver cómo le haces, consigue un acta de matrimonio falsa o soborna a los guardias, pero quiero por lo menos 4 visitas maritales… - una desquiciada sonrisa se formó en el bad boy –al día…-
El policía cara de zorro se carcajeo con diversión extrema. ¿Al día? – le dio un pico, rápido, juguetón, rompehielos.
-¿crees que soy el dueño de la prisión para hacer lo que me venga en gana?-
El bad boy le sonrió maliciosamente –así como eres vas a checar tu entrada y venir a mi celda para coger todo el día… -
El policía sonrió divertido. –puede ser… ahora bien, dime lo que sepas para terminar esto rápido…-