—¿Y bien cómo te fue?—preguntó Taemin mientras se sentaba.
El castaño llegó pasadas las tres de la tarde a la casa de Kyung Soo para preguntarle, como buen amigo, cómo le había ido la noche anterior.
—No pasó nada, solo me trajo a casa y ya—dijo Soo con mucha sinceridad.
Taemin hizo una mueca, Kai no era de los que soltaban a su presa, y a juzgar de cómo sentó a Soo en su pierna no pensó que lo dejaría ir.
—Espera ¿Cómo que te trajo?—preguntó Taemin sorprendido.
Lee sabía muy bien que Kai no era de los chicos que tenían “detalles” con las personas con las que se acostaban, le sorprendió un poco.
—Pues se ofreció a traerme a casa después de que ese tipo nos molestó, no le veo un problema—dijo Soo sentado frente a Tae.
—Quizá le gustaste—Taemin sonrió—por eso te trajo.
Soo rio.
—No, no es eso, él es fotógrafo en la Compañía Park, somos amigos, realmente me sorprendió verlo allí, no sabía que él fuera así…
Taemin no sabía qué decir, así que Jong In era amigo de Soo, eso era mucho mejor.
—Entonces si es tu amigo ¿por qué no le propones que “lo haga” contigo? No creo que se niegue, solo no te enamores, porque tendrías que verlo todos los días y será incomodo—dijo Taemin.
Soo sonrió sin ganas.
—Ese es otro de mis problemas—dijo Kyung.
—¿Cuál?
—Creo que—Soo suspiró—estoy empezando a sentir algo por JongIn, no creo poder pedirle eso.
—¿Y por qué no? Eres una persona muy inteligente Soo, eres atractivo también, quizá seas la persona por la que Jong In piense que las relaciones son buenas—habló el castaño.
—O quizá no y sea uno más de la lista.
Kyung Soo lo sabía, cuando sales con una persona con fama de “jugador” deseas siempre ser alguien especial, como en los libros o películas, hacer que esa persona se enamore de ti, pero eso no pasa, debes de tener siempre presente que tú solo eres un nombre más en su larga lista.
—Solo, disfruta y… no te enamores—habló claramente Taemin.
E*~x*~O
Octubre empezó con calor, al lunes siguiente de haber encontrado a Kai en el bar, Soo y él comenzaron a platicar más aunque cierta incomodidad se notaba.
Al miércoles siguiente:
—Me gusta estar a cargo de la fotografía de un proyecto importante, pero a veces me gustaría descansar—Sehun se quejaba mientras tomaba un sorbo del bubble tea que había pedido.
—Yo quisiera estar en uno, no me importa no dormir, si sale bien puedes empezar a ser reconocido en el mercado—dijo Soo mientras comía de su plato.
Los tres, como casi siempre, siempre que Soo no salía con Baek, habían ido a comer al restaurant donde iban en su descanso.
Un sonido los interrumpió, era el teléfono de Sehun, contestó un poco enfadado y luego colgó.
—Chicos…
—Déjame adivinar, llegaron los modelos de la campaña y no quieren hacerlos esperar y tienes que irte ¿es correcto?—Kai sonaba un poco fastidiado.
—No es que quiera irme, pero tengo qué—se excusó Sehun terminando su bebida y dejando la parte de su paga en la mesa—Nos vemos chicos, ah, Kai, hoy tampoco podré ir a entrenar, perdón.
Kai no tuvo tiempo de rechistar ya que Oh salió de prisa.
No era la primera vez que lo hacía y eso era consecuencia de estar en un proyecto, Kai se repetía que estaba bien, pero a veces le molestaba que su mejor amigo se fuera dejándolo con Soo, no es que le cayera mal, pero Do estaba un poco distante.
—Es por trabajo—le repitió Soo a Kai para que cambiara la expresión de su rostro.
—Eso ya lo sé—respondió cortante.
Hubo un silencio incomodo entre ambos, hasta que Jong In decidió romperlo con un comentario que los dejaría peor, o eso pensaba él.
—Cuando te conocí, yo, yo creí que te gustaba Sehun—dijo Kai sin voltear a ver al más bajo.
Do rio. Tampoco supo que responder.
—¿Estabas celoso? ¿Quizá a ti te gusta Sehun?—preguntó Soo hundiéndose en su jugo.
—No—Kai rio—Sehun es un amigo desde hace mucho tiempo, lo conocí antes de entrar a mi carrera y no es mi tipo.
—No es como si realmente tuvieras un tipo ¿o sí?—el comentario de Soo fe directo.
Allí Kai notó qué era lo que le molestaba al pelinegro. Era “eso”.
—¿Te molesta que sea un jugador? Perdón Soo, pero aun no eres tan importante como para que lo que pienses de mí me interese—respondió Kai sin pensar.
—No es eso—Do respondió—Me molesta el… el que tú puedes hacer eso, yo tengo que lidiar con una moral, con un “qué pasará”, lidiar contra la inexperiencia y tú puedes hacerlo, el estar con muchas personas…
Kim anotó eso en su cabeza, Soo era el tipo de persona que estaba harto de vivir en la monotonía alguien como era él en el pasado.
—No importa realmente la persona con la que te acuestas y tienes sexo, la sociedad es un poco más liberal, es tu cuerpo, tú puedes hacer lo que quieras con él—habló Kai.
—Quizá algún día lo intente—susurró Do.
Jong suspiró.
—Salgamos hoy—dijo Kai para hacer sentir mejor a Soo, ya que la cara que traía decía que el comentario que había hecho lo había molestado.
Y también se reprimía a él mismo, Soo le agradaba, era lindo en el fondo sentía que era verse en un espejo al pasado, así era él, tan temeroso, torpe, con ganas de comerse al mundo, quería ayudarlo a que fuera un poco más libre.
—Pero Sehun no irá a jugar, tampoco quiero incomodar—habló el pelinegro pensando en sus entrenamientos de básquet los miércoles.
—Por eso, vamos al karaoke, será divertido—Kai miró a Soo y le sonrió—Soo en verdad me caes bien, ¿podrías no tratarme como si fuera un pervertido?
Kyung abrió los ojos, nunca fue su intención hacer que Kai se sintiera así, pero estaba tan celoso del moreno, de que él fuera tan libre, de que… él hubiera estado con tantas personas, de que Kai nunca se fijaría en él.
—Perdón Kai, pero—Meditó un poco sus palabras—vayamos, será divertido y somos amigos—habló el pelinegro.
—Vale, cuando salgamos del trabajo te paso a buscar a publicidad. —Kai le sonrió.
E~*x~*o-
Salir con Soo no era algo que Kai tenía planeado, pero empezaba a querer al pelinegro.
Se divirtió, se divirtió mucho, Soo siempre tenía algo de qué hablar, no había silencios incomodos y dentro del karaoke, pudo conocer a un Soo artista, con una voz agradable, tanto que las demás personas le pidieron que cantara otra o lo desafiaban, hizo la máxima puntuación.
Ni él pudo ganar.
También aprendió que Soo no tenía mucha resistencia al alcohol, con la mínima cantidad se ponía muy alegre, por su parte Kai evitó tomar, pues conduciría y no quería evitar accidentes o alguna multa.
—¿Por qué no sabía que cantabas?—preguntó Kai cuando Soo soltó por fin el micrófono.
—No lo preguntaste—dijo Soo con una ligera risa.
—¿Quieres irte ya? Mañana tenemos trabajo—habló Kai.
Soo solo asintió. Pagaron la cuenta y salieron del lugar.
La noche estaba fresca, Soo se veía mareado, no levantaba la vista, parecía inmerso en su mundo.
—¿Estás bien?—cuestionó el moreno.
—Eh… Sí.
Kai no lo notó muy convencido.
—Te llevaré a casa—habló el más alto.
Soo se negó rápidamente, su casa no estaba tan lejos y la última vez que Kai se ofreció a llevarlo pagó un taxi y no quería que gastara más de lo que ya había gastado en el karaoke.
—Traigo mi motocicleta—explicó Kim.
Soo abrió los ojos, él nunca se había subido a una moto, no quería hacerlo ahora, no quería tener un accidente y morir.
Empezó a exagerar en su mente que no notó cuando Kai le aventó un casco.
—Sube—pidió Kai.
Kyung empezó a reír, no, no se iba a subir.
Después de una discusión sobre lo lento que iría Kai y lo cerca que estaba la casa de Soo, él aceptó.
—Abrázame—pidió Kai—Mi moto no tiene parrilla de la que te sostengas y si te tambaleas podemos perder el equilibrio y derrapar.
“Vete a la…” Soo pensaba sin parar, se estaba dando cuenta que en verdad le gustaba Kai, él era genial y ahora ¿abrazarlo? Era jugar con fuego y había que mantener un límite.
Sin pensar mucho, Do rodeó el abdomen del más alto, sonrojándose y agradeciendo que estaba atrás de Kai y él no lo vería.
Como Kai lo prometió, no se adelantó a otros autos, iba a una velocidad normal, para no ponerlos en peligro y trató de transmitirle seguridad al más bajo quien iba un tanto nervioso.
—Llegamos—dijo Kai quien no olvidó la dirección del pelinegro cuando fueron al 2en1.
Soo soltó a Kai, no le gustó esa sensación, Kai “olía rico” y estaba “calientito”, no quería dejarlo ir.
Se bajó de la motocicleta y se quitó el casco.
—Gracias Kai—dijo Soo sonriendo de lado.
—De nada—habló Kim, estaba un poco preocupado por Soo parecía que estaba dudando de algo, como si quisiera decir algo pero no pudiera—Nos vemos mañana en el trabajo.
—Kai…
La voz de Soo sonaba dudosa comenzando a reír con nerviosismo. Kai se empezó a preocupar un poco.
—¿Te puedo besar? –soltó Do.
Jong In tardó en procesar la información que recién recibía y se sorprendió un poco al escuchar eso.
—¿En… en dónde?—cuestionó un tanto impresionado.
Soo se acercó a él y con su dedo índice tocó los labios del fotógrafo.
—Aquí.
Kim solo pudo asentir con media sonrisa.
Soo se acercó y sin dudar, lo besó.
No, no fue un beso como en las películas, tampoco hubo fuegos artificiales atrás de ellos, tampoco largo o apasionado, fue un simple beso, uno corto y bonito. Labios suaves y una sonrisa al separarse.
—Nos vemos mañana en el trabajo—Soo se despidió sin decir más y entró a su casa.
No le importó que afuera siguiera Kai, no importó nada, pasó de su madre y su abuela y subió a su habitación.
Suspiró y se tiró a la cama.
¿Qué pasaba?
Él no era así, ¿besar a un compañero de trabajo? No estaba tan ebrio como para no recordarlo, solo fue un impulso por la adrenalina de pasear en la moto, o eso es lo que en su cabeza trataba de justificarse.
Kai no era el príncipe azul que él estaba esperando y de nuevo se dijo que tampoco era él lo que Kai necesitaba.
—¿Kyunggie estás bien?—era la voz de su madre a través de la puerta.
—Sí, estoy perfecto—respondió sin calma.
—¿Estás seguro? Tu abuela preparó la cena—dijo de nuevo la señora Do.
—¡Mamá ya no soy un niño!, no voy a cenar. –habló el pelinegro.
Oyó los pasos de su madre alejarse y él empezó a llorar de frustración.
¿Qué edad tenía? 22. Si 22 años, ya no era un bebé, sabía que los padres se preocupaban por sus hijos, pero a veces su madre y su abuela eran demasiados sobreprotectores. Y ni siquiera tenían la culpa de cómo se sentía.
Estuvo harto.
Harto de siempre tratar de ser el hijo o el nieto perfecto, de que los demás lo admiraran, él necesitaba perder el control de su vida por un momento, salir, divertirse, ser libre.
Iba a reconsiderar la idea de Taemin, quizá un tipo como Kai era lo que necesitaba.
E~*x~*O~*
—¿Seguro que eso que me cuentas es un sueño? –Habló Baek con el tono de una madre sobreprotectora.
—Si…
Baekhyun y KyungSoo había salido ese día, claro, junto a Chanyeol, el novio de Baek.
—Fue tan detallista con su descripción que lo dudo—intervino Park Chanyeol, un alto, castaño y muy atractivo.
Soo les había contado la historia de Kai y lo que había hecho como si lo hubiera “soñado” aunque por el tiempo y amistad que tenía, fue muy obvio que se trataba de la realidad.
—¿Pero por qué Kai? Hay muchos chicos que no trabajen con nosotros, además… para empezar ¿por qué hacer eso? ¿Qué ideas te metió Taemin? –Baek estaba realmente preocupado.
—Voy a hacerlo y le diré que sea mi “amigo con derechos”—Soo habló.
Chanyeol resopló, no le veía nada malo al plan de Soo, salvo que sabía que Baek era el que tendría que escucharlo cuando le rompieran el corazón, además apenas se lo iba a proponer no es como si ya hubiera aceptado. Chanyeol solo tendría que apoyar a su novio y a su amigo.
—Esa es la fama que tiene, no se va a negar—dijo despectivo Byun.
—¿Tú sabías de su fama?—preguntó Soo un tanto desconcertado.
—¿Si tiene una? Yo lo intuía –dijo Baek—Como sea, cuando salgas herido y te enamores, porque te conozco, yo no te voy a escuchar.
Y con esas palabras terminó la conversación el castaño más bajo.
E~*x~*o~*
En esa misma semana, al viernes siguiente Kyung fue solo al 2ne1, si quería hacer lo que se había propuesto tenía que empezar a valerse él mismo.
Y no falló, allí encontró a Kai coqueteando con una pelirroja, una pelirroja que estaba felizmente sentada en sus piernas y besando su cuello.
—Ok, fue una mala idea, muy mala idea—Soo se sintió muy celoso, suspiró y salió del lugar.
¿Por qué había entrado allí en primer lugar?
La frustración y el querer perder el control por un instante había sido muy fuerte, se repitió tantas veces que ese beso no había significado nada, que él no era nada especial que él no podía ser como los otros chicos, que él no era nada atractivo, que después de Kris nadie se iba a fijar en él.
Esperaría, esperaría a que el indicado llegara.
Por otro lado.
—Minzy bájate ya—le pidió el moreno a la pelirroja que estaba en sus piernas.
—¿Por qué? Siempre hacemos esto, la dueña del local con su estrella a la que le da tragos gratis ¿Pasa algo?—preguntó la mujer.
—Tengo un mal presentimiento.
La mujer se retiró y fue por un vasito de whisky. Kai tenía un mal presentimiento, no, no lo llamaría así, había estado pensando mucho en Soo, por aquel beso, pero haberlo visto salir del 2en1 hace unos minutos hizo que se sintiera “mal”.
No le dijo a la pelirroja que se iba, pero salió del bar, fue tras Soo, y encontrarlo fue muy rápido.
Cuando sus miradas se cruzaron, el silencio incomodo los inundó. ¿Cómo empezar a hablar? En el trabajo todo estaba bien, no había tiempo de verse, y se saludaban con cortesía, no habían estado solos, pero ahora era todo lo contrario.
—¿Qué haces aquí?—cuestionó el pelinegro sin verlo.
El más bajo estaba pensando si fumar un cigarrillo o no, aún no lo encendía. Kai se sintió frustrado, no le gustaba ver a sus amigos fumar, nunca le gustó eso, era un mal innecesario
—Salí a tomar aire—dijo el más alto—No deberías fumar.
Soo vio el tabaco y lo guardo, no es como si lo fuera a prender, dudaba, lo había comprado para demostrarse a sí mismo que podía ser rebelde, pero como lo sabía, él dudaba, dudaba, dejaba de hacer muchas cosas por miedo o por el “que dirán”.
No notó cuando Kai se colocó frente a él y lo abrazó.
Un abrazo que hizo que Kyung pensara en miles de cosas, ¿y si intentaba algo con Kai? No se enamoraría. Sería algo meramente físico.
Soo tomó valor de algún lado, ese valor que nunca había mostrado y que en ese instante lo era todo y besó a Kai con seguridad, ocultando el nerviosismo que tenía.
-¿Podemos ser amigos con derecho?-preguntó el menor sin mostrar remordimiento y clavando la mirada en el castaño.
La cara de Kai mostró curiosidad era la segunda vez que Do Kyung Soo lo tomaba desprevenido.
-A eso se le llama “free” ¿lo sabías?—respondió el moreno con duda separando al menor-- ¿Kyung, qué intentas hacer?
—Yo… solo… solo “te traigo ganas”.
Kai comenzó a reír, su amigo parecía tan inocente y tonto en ese momento.
—No lo voy a hacer Soo, te estás metiendo en un juego donde he practicado mucho tiempo… además te conozco y vas a terminar enamorado y no quiero que me hagas un drama después.
—No lo haré, no me enamoraré de ti, lo prometo.
Kai rio con nerviosismo, muchas veces había oído esa frase, chicas y chicos enamorados que terminaban haciéndole un drama después. Quería evitarse eso.
—Eres mi amigo Soo y no quiero que terminen las cosas mal entre nosotros, luego será incómodo—Explicó Kai.
Do se sintió como un estúpido, si, solo a él se le ocurría plantear algo así, se deprimió por un momento, no se trataba de solo una amistad, se trataba de que el playboy de su trabajo lo había rechazado, tenía fama de aceptar a todos, y a él no. ¿Por qué? Quizá no era bonito, no como todos los chicos con los que JongIn había estado, pero era inteligente y divertido, o eso creía.
Suspiró. No tenía nada que ofrecer. Y se sintió un fracasado por haber sido rechazado.
Soo bajó la mirada y pensó por un instante “¿y si esa proposición cambiaba su relación?” No había pensado en eso. Y se asustó.
Fue poco tiempo lo que su cabeza pudo razonar antes de que Kai lo abrazara y le susurrara algo mientras pegaba su boca a la comisura de los labios del menor.
—¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar conmigo Soo?—preguntó Kai con un tono sensual.
Maldición. Soo se reprimía, la voz de Kai en su mejilla lo volvía loco, pero no debía dejarse llevar, abrazó al más alto por el cuello sin despegar su boca de la comisura del otro.
—Hasta donde me lo permitas—susurró Do girando un poco la cara y besando al moreno.
E~*x~*O~*
—¿Y ya no eres virgen?—preguntó Baek mientras ordenaba unos papeles.
—Claro que sí, ese día solo nos besamos—murmuró sonrojado.
Baek puso sus ojos en blanco, no sabía ni por qué seguía escuchando a Kyung Soo si él mismo le había dicho que no estaba de acuerdo. Conocía a su amigo y algo malo iba a pasar, solo era cuestión de abrirle los ojos.
—Mejor en vez de contarme tus cuentos de hadas, vamos a hablar con la jefa Sandara, dicen que va a haber un muy buen proyecto a nivel nacional, y quiero estar involucrado y tú también deberías, eres bueno Soo, pero no te distraigas con cosas tontas—regañó Byun.
Ambos caminaron a la oficina de la jefa, aunque su secretaria los detuvo, parecía que la señorita Park estaba hablando con uno de los empleados.
—Está Kim Jong In del departamento de fotografía, llevan hablando cerca de una hora, si gustan esperar—habló la empleada.
Kyung y Byun se sentaron a esperar.
—Llevan mucho tiempo ¿de qué estarán hablando?—preguntó el pelinegro.
Baek sonrió mordiendo su labio inferior.
—¿Enserio crees en verdad que Jong In está hablando con la jefa? –preguntó Baekhyun con tono mordaz.
—Sí, ¿A qué te refieres?—cuestionó Soo con inocencia.
—Pasan horas encerrados en esa oficina—Baek suspiró—Todavía falta mucho tiempo para que la jefa se jubile y deje un sucesor… ¿Tú que crees que hacen?
—¿Kai intenta quedar en el proyecto de publicidad como tú y yo?
Soo sabía perfectamente bien a dónde se dirigía esa charla con su mejor amigo, por eso prefirió terminarla allí, justo antes de que Kai saliera de la oficina de la jefa.
—¿Estaban esperando a Dara?—preguntó el moreno con una sonrisa al salir.
—Sí, tengo que entregarle unos papeles a la señorita Park—habló el castaño con una sonrisa y agitando una carpeta
Kai observó a Soo y éste bajó la mirada, ahora entendía por qué Sandara era “Dara” para Kai y a pesar de saber exactamente cómo era su relación se sentía celoso.
Baekhyun fulminó a Kai con la mirada y jaló a Soo para que entraran a la oficina. Kai notó esa mirada, Kyung había cometido el primer error, alguien sabía sobre ellos.
Continuará...