La temperatura de ese cuerpo, su aroma, la sensación acompasada de su respiración calmando la suya y el confort de un largo abrazo. Resultaron extrañamente cálidos, tan extraños como podían serlo para alguien que jamás había experimentando tan siquiera el cariño de un beso sincero.
Hicieron a Sasuke rendirse, dándose a la calidez de aquel contacto simple y llevadero. Donde lejos de lo sexual; que tan difícil era de entender para él, el cuerpo del rubio apegado al suyo de manera tan íntima, lo hizo sentir tranquilo. Un placer sin sentido que calmo su culpa y lo hizo comprender por primera vez el significado del cariño de un amigo. La comprensión, la alegría de compartir el pesar de alguien, y esa sensación de llevar la misma carga, aun cuando eran tan distintos.
Un apretón sobre su espalada lo hizo ceder a los movimientos del rubio mientras buscaba un hueco entre su cuello donde acomodar el rostro.
−Hueles bien… _lo oyó susurrar contra su piel, mientras deslizaba una mano hasta la parte posterior de su cabeza, atrapando un mechón suavemente _ eh estado pensando… _comento de forma indagante_ que tu cabello es muy bonito…
Sintió el tacto de Naruto deslizarse por su hombro y bajar lentamente por su pecho hasta encontrarse con su brazo y seguir el camino hasta entrelazar sus dedos. Algo que acepto sin pensar en el significado, en las consecuencias y ni siquiera en sus sentimientos, dejándose llevar por el ambiente íntimo que habían creado.
−También tus ojos… y tu piel _continuo el Uzumaki, revolviéndose con una pequeña sonrisa contra su cuello, mientras se acercaba a su rostro_ Eres muy atractivo. Pero por alguna razón no puedo pensar en ninguna de esas cosas cuando intento averiguar porque me enamore de ti…
El corazón del azabache brinco al toparse de frente, y a escasos centímetros, con la mirada azulina del rubio. Un poco más apagada de lo normal y aun marcada por el llanto, viéndolo fijamente, mientras hablaba de belleza como si no notara lo deslumbrante que era su propio encanto. Algo que hizo sonreír de medio lado a Sasuke, preguntándose en qué momento puso sus ojos en ese dobe.
−Todo lo que me viene a la cabeza es tu amargada personalidad y el tono sarcástico de tus bromas _dijo el rubio enarcando los labios, continuando con su monologo y sin darle pauta al pelinegro de intervenir_ las cosas inteligentes que dices… y tu sonrisa. Me gusta verte sonreír, me gusta quien eres y creo que es por eso que ahora mi cerebro no funciona tan bien. Joder, lo que hice fue estúpido. No sé en qué demonios estaba pensando… creí que podría arreglarlo todo y salvarte sin que tuvieras que preocuparte por nada, pero solo empeore las cosas y ahora, ya no sé cómo arreglarlo.
El rostro de Sasuke, que usualmente sabia mantener muy bien la inexpresividad, se desbarato en una pequeña sonrisa, mientras trataba de fruncir el ceño abatido por los sentimientos que chocaron dentro de él, a partir de esas palabras. Por una parte, la más irracional si se lo preguntaban, se sentía exaltado, quizás feliz, y es que, por triste o increíble que sonara, jamás alguien había declarado gustar de él más allá de lo físico. Algo natural tratándose de un prostituto del bajo mundo, cuyo único fin, era satisfacer deseos obscenos.
Por otra parte se sentía molesto, tanto con la idiotez de Naruto, como con la suya propia. Era casi gracioso como se habían empujado mutuamente hasta esa situación, usándose el uno al otro como vía de escape, sin considerar que podrían no tener los mismos intereses o los mismos planes. Algo que sin duda había quedado claro en los últimos días, dividiéndolos sin darles pauta a cruzar una sola palabra al respecto.
Naruto y su complejo de héroe, con sus ideas estúpidas, su fugaz enamoramiento y su tendencia a cuidar de otros, era un problema, pero no podía quitarse crédito al victimizarse empujándolo a asumir la responsabilidad. Y ciertamente, la rapidez con la que sucedieron las cosas y el impacto emocional que causaron, fueron un grave detonante para el caos y lo que los tenia allí hoy con un conflicto moral encima, un asesinato entre manos, un trato en el mercado negro de personas, posibles cargos por venta de drogas, un diagnóstico de ceguera nerviosa a medio superar y diversidad de grupos armados con sus nombres en la lista de asuntos pendientes.
Era momento de hacer un alto, poner reglas y buscar un plan, porque si no estaban muertos en un par de días, seguro necesitarían estar más de acuerdo que nunca para salir adelante fuera de todo ese desastre.
El azabache suspiro, se dio un par de segundos para pensar las cosas y entonces tomo al blondo por el rostro, obligándolo a escuchar.
−No vuelvas a hacer algo, sin siquiera informarse que mierda está pasando; y menos si ese algo me involucra a mí _empezó, decidido a poner orden_ No soy tu responsabilidad ni, aun menos una sanguijuela incapaz de sobrevivir por si sola. Puedo arreglármelas, o al menos evitar que nos hundas más. No pienso vivir de tus favores o ir detrás de ti como si no tuviera nada. Soy tu compañero, no tu mascota. Así que si vamos a hacer algo, vamos a hacerlo juntos o simplemente lo mejor será que cada uno valla por su cuenta. ¿Entiendes?
Naruto asintió efusivamente, algo aliviado y a la vez intimidado por la dura mirada del azabache. Sasuke podía ser muy directo, pero le gustaba ese lado suyo, y lo hacía sentir menos abatido con esa capacidad de simplificar las cosas y hacer que sonaran tan fáciles.
−Solo quería evitar causarte más daño _pronuncio el rubio por lo bajo y con un tono cohibido, antes de clavar la vista sobre Sasuke y darle fuerza sus palabras_ pero comprendo que somos compañeros, y ambos chicos. Así que te respeto como un igual…
−Bien… _dijo Sasuke soltándole el rostro, mientras se acomodaba cruzando las piernas_ por otra parte, quiero dejar claro que el hecho de que tú declares sentimientos hacia mí, no significa que yo deba corresponderlos. Estoy bien con el sexo, podemos acostarnos si quieres, pero eso es todo, así que saca cualquier idea estúpida de tu mente.
La boca de Naruto se abrió al apenas el terminar la palabra, apresurada por debatirlo. Y estaba seguro que de no haberla tapado con su mano, habría desbaratado todo lo que trataba de construir levantando esa barrera.
−Ahora no… _susurro por lo bajo en un tono apenas audible, mientras sellaba los labios del rubio con su palma_
Naruto abrió los parpados ampliamente, tomado por sorpresa. Sostuvo la profunda mirada negra de su contraparte por un par de segundos. Apretó los puños, comprendiendo el mensaje que con aquella seca declaración de “solo sexo” el pelinegro trataba de trasmitirle y entonces desistió.
Era fácil olvidar la frialdad por la que habían pasado esos bellos ojos negros para llegar a ser tan estoicos. Podía llegar a olvidarlo, al verlo actuando como un sabelotodo o un bastardo descarado, pero lo cierto era que ese chico tenía un pasado oscuro. Yendo de manipulaciones, engaños y golpes, no lo culpaba por ponerle obstáculos a los sentimientos, por querer pisar terreno conocido en el sexo, antes que aventurarse en el de su corazón. Y es que, lo más probable era que Sasuke desconociera todo lo relacionado al afecto, el romance o los vínculos amorosos. Algo que comprendía muy bien y estaba dispuesto a abordar cautelosamente, en la medida en la que ese duro muchacho, le permitiera demostrarle cariño y convencerlo de que no había nada peligroso en el amor.
Lentamente asintió indicándole que el mensaje había sido captado y estaba de acuerdo. Entonces Sasuke se relajó alejándose para seguir con el rumbo de la charla. Pero un cariñoso abrazo lo envolvió sin previo aviso, uno sin explicaciones ni motivos aparentes que sin una sola palabra dejo sobre el más cariño y calidez de la que había recibido en años.
−Dobe… _soltó débilmente sintiendo los brazos del rubio alejarse; viéndolo incapaz de comprenderlo o imaginar qué diablos pasaba en esa hueca cabeza suya, que con cada cosa que hacia ponía a vacilar sus decisiones_
−Solo sexo… está bien _pronuncio con una amplia sonrisa que tenía escrito de todo menos “eso” y al final hizo pensar al azabache, que no habían logrado avanzar en nada en cuanto al tema de las reglas y Naruto simplemente lo iba echar a perder todo, dejando fuera de combate su cerebro en cuanto volvieran a besarse_
− ¿Qué? _lo oyó preguntar desconcertado por la mirada que le dedico_
No tenía caso discutir con el así que simplemente sacudió de su mente todo con respecto a su relación con ese imbécil y decidió volver al tema original, que al fin al cabo era lo que los tenia allí.
− ¿Qué paso con la subasta? _lanzo haciendo al rubio acomodarse y soltar un suspiro antes de hablar_
La explicación se tornó bastante larga, y de una u otra manera, se convirtió en un relato detallado de todos los hechos desde que se fue por la madrugada aquella noche, hasta que consiguió subirse al autobús de vuelta a SandCity.
Vio a Naruto tener altibajos a la largo de la historia, llegando al borde del quiebre en las partes que tenían su conciencia envuelta en llamas y levantando el ánimo en los detalles que consideraba importantes: como haber conocido a Killer Be, o reencontrase con el quinto.
Si lo pensaba, Naruto era bastante simple. Disfrutaba de la compañía de otros y se sentía mal por cosas aparentemente incorrectas. Tenía una moral elevada y un corazón generoso, con metas claras y ambiciones infantiles. Que a diferencia de él no podía simplemente deshacerse de la culpa aceptándola. Y cuyo significado de la muerte difería enormemente del suyo, como seguramente cientos de sus creencias, pero de alguna manera lograba conectar con él, hasta el punto de tratar de animarlo.
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−Hay una clara diferencia entre él y tu… _dijo el azabache viendo hacia la oscuridad del cuarto, luego de escuchar a Naruto afirmar que él y su padre eran iguales en el fondo; en algún giro inesperado del tema que ambos abordaron con naturalidad_ Él lo disfruta, mientras que tu luchas contra ello.
− ¿Qué tal si no puedo luchar más? Y solo me dejo llevar como cuando le dispare a esos sujetos…
−Te harás más fuerte. Estoy seguro que la culpa que sientes ahora, te hará más difícil tomar un arma la próxima vez.
− Si eso no es suficiente…
−Sabes, yo suelo solo aceptar las cosas como hechos irreversibles y deshacerme de lo que puedan implicar, es práctico y fácil de manejar cuando eres del tipo racional, pero los idiotas como tu… complican todo yendo por el sentimentalismo y la moral, autocastigándose y sufriendo. Eligen pelear contra sus demonios en vez de aceptarlos, y al final… siempre ganan.
Un largo silencio se extendió, mientras Naruto meditaba cabizbajo. Pareció pensarlo por varios minutos mientras simplemente disfrutaban de la compañía del otro sentados junto a la cama, entre un tiradero de cosas y sabanas esparcidas por el suelo.
Sintió la cabeza del muchacho descansar sobre su hombro y su mano buscando la suya a tientas, mientras el sueño empezaba a vencerlo.
−Gracias, Teme.
Lo escucho decir, perdiendo el rastro de esa voz en la bruma del sueño, mientras instintivamente apretaba su mano, para asegurarse de no perderlo otra vez.